Capítulo 73:

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capítulo 73:

Sin importar que tanto corriera, no llegaba a ningún lado.

Azula corrió y corrió por pasillos sin fin, oscuros y sombríos pasillos donde una silueta la estaba siguiendo, una oscura y sonriente que le estaba pisando los talones.

Respirando de forma agitada solo quiso huir, correr tan lejos como pudiera para alejarse de ella, pero no importaba que tanto huyera, que tanto corriera, que tanto lo quisiera.

Ella siempre estaba ahí.

La princesa desterrada tuvo que parar cuando un muro de fuego azul se interpuso en su camino, sus ojos dorados se volvieron cristalinos por las lágrimas que amenazaban con salir al ver la silueta arder entre las llamas.

"Azula..."

De entre las llamas azules se pudo ver una silueta, una que hizo que la Azula sintiera que su corazón fuera estrujado, tuvo que ver como su madre ardía en llamas hasta volverse cenizas.

" ¿No es lo que siempre deseamos?"

Fue una pregunta oscura de parte de alguien que empezó a caminar entre las llamas, pisando las cenizas bajo sus pies con desprecio. Al revelarse quién era, hizo que la maestra fuego sintiera como estómago se resolvió al verla.

La misma estatura, el mismo cabello negro, la piel pálida, una sonrisa siniestra y un brillo oscuro en sus ojos.

Azula se quedó paralizada al verso a si mismo, "¡Aléjate!"

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El fuego azul estallo en la habitación y la cama estaba por arder en llamas con Azula aún ahí, pero antes que eso sucediera a alguien entro a la habitación y de forma rápida la saco de entre las llamas, para luego con un fuerte soplido hacer que las llamas se apaguen.

"¡No-o! ¡Aléjate!" despertando de forma errática Azula quemó el rostro de la persona que la había despertado, y de inmediato se quedó en shock al ver que había quemado el rostro de Naruto.

El shinobi poco le importaba el tener su rostro quemado, aún así miro con pura preocupación a la chica, "¿Estás bien?"

"¡Yo-o no-o quería!" la maestra fuego de inmediato trato de hacer que el fuego en sus manos se apagará, se esparcía y trato de apartarlo por temor quemarlo.

Pero el la abrazo con suavidad y firmeza, un gesto suave y confortante que hizo que el fuego se detuviera.

Temerosa Azula levantó la mirada y se encontró con una sonrisa, una sonrisa cálida y vibrante, aún cuando no dejaba de temblar y tardo un largo rato en volver a respirar tranquila.

Curándose el rostro en segundo como si nada hubiera ocurrido, Naruto empezó a mecerse con cuidado, "Se que no lo hiciste apropósito" susurró con suavidad a su oído.

Aún así, Azula se sintió enferma y no pudo evitar llorar en su pecho, "Lo siento..."

"Esta bien" soltándola la ayudo a ponerse de pie y le sonrió para tranquilizarla, "La mayoría de la gente que son más cercanos a mi tienden a querer matarme, así que todo está bien"

"¡No! ¡No está bien!" alejándose de él, Azula se abrazo a si misma y se mordió los labios con frustración, "Mi cabeza, mi mente, desde que fui a hacer justicia por la madre de Katara, siento que estoy enloqueciendo"

Veía cosas.

Sentía cosas.

Odiaba.

Naruto frunció el ceño al ver el estado de la chica, dando un suspiro se acercó a ella y tomo su mano con fuerza, aún cuando ella trato de alejarse no la dejo, "¿Quieres que pase la noche contigo?"

"..." la chica bajo la mirada, y lentamente asintió con la cabeza, y dejo que el la llevará de la mano hasta la habitación donde el dormía, el camino fue corto, el estaba en la habitación de al frente.

Entrando con el, ambos adolescentes en silencio se sentaron en la cama y luego se acostaron, Azula le dio la espalda, aún insegura de saber que sentía por el, la gustaba, pero también... no creía ser digna de el.

El tiempo que pasó con el y el equipo Avatar.

La interacción que tenía con Toph.

La buena química con Ty Lee.

Cualquiera de las dos lo podría hacer feliz.

Más de lo que ella jamás podría.

Esos pensamientos terminaron cuando Azula se quedó rígida, cuando de pronto fue abrazada por Naruto, que se acostó detrás de ella y envolvió sus brazos alrededor de ella, haciendo qué de inmediato una sensación de confort y calidez hiciera que se relajara.

Sin saberlo, sintió sueño de nuevo y se fue quedando dormida.

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"¿Los conseguiste?"

Zuko parpadeó cuando una bolsa fue lanzada sobre la mesa, llena de documentos, cartas y todo lo que Naruto saco de la mansión del señor del fuego.

Literalmente fue hasta allá, usando transformación y sigilo fue un juego de niños para el infiltrarse para buscar todo lo que pudiera estar relacionado con Ursa, y no fue mucho, tal vez lo más relevante fue un cofre.

En Ba sing se Siu los tentó con al información de que su madre estaba viva, no solo eso, ambos traicionaron la confianza de su tío por una locación.

Siu dijo una sola cosa, 'Raíces', su madre había vuelto a la tierra donde había crecido.

Supuestamente hay estuvo los últimos años, pero necesitabas más información, por eso Zuko le pidió a Naruto que recuperará todo lo que pudiera de lo pertenecía a su madre para darse una mejor idea de dónde encontrarla exactamente.

Dudaba de la palabra de su tía, después de todo, ella siempre mentía.

Naruto dejó caer un cofre sobre la mesa, lo más relevante que encontró en la habitación privada de la madre de los príncipes, "Todo está aquí, fue fácil, me trasforme en tu padre y le pedí a la anciana de mayor confianza que me trajera todas las pertenencias de Ursa" sonriente se encogió de hombros, fue una misión de una noche, solo un clon fue suficiente para eso.

"Me alegra que estás de nuestro lado" murmuró Zuko inquieto por saber de todas las habilidades locas del Uzumaki, revisando el cofre empezó a leer algunas cartas.

Mientras que el shinobi ayudo leyendo el diario de Ursa, no pudo evitar poner una mala cara por lo que leía.

Zuko frunció el ceño al tomar y revisar un fajó de cartas, su madre al parecer mando algunas cartas a un tal Ikem.

Que vivía en unas de las islas cerca de la nación del fuego, más exactamente la isla donde el avatar Roku tuvo a sus descendientes.

Al menos su tía no le había mentido está vez.

Pero había encontrado más de lo que hubiera esperado, Zuko leyó en shock la última carta que su madre le mando a Ikem.

La información fue inquietante, y muchas dudas vinieron.

"¿Algo útil?" pregunto curioso Naruto que levanto la mirada del diario, que guardo en otro lado.

Había información que era mejor no sacar a la luz, al menos no todavía.

No pudo evitar sentirse incómodo, la verdad se sentía raro hacer esto a espaldas de los demás, hasta ahora solo el y Zuko se impusieron está misión de encontrar a la madre de ambos hermanos.

Ya los demás tenían demasiado por lo que lidiar, para ahora también querer ayudar en una búsqueda que era más personal para los príncipes.

"Creo que sí" Zuko se veía perturbo por lo que acababa de leer, pero lo guardo para si mismo, al menos por ahora, "Se a dónde ir"

"Bien" cerrando el cofre y guardando todo lo demás de lado, Naruto sonrió, "Les diré a los demás que fuimos a un viaje de pesca"

"¿Pesca?" pregunto dudoso Zuko.

"Si, ya sabes, como amigos que somos"

"Nunca fui de pesca"

"Yo tampoco" Naruto se encogió de hombros, "Además por alguna razón, los demás me dicen que es mi turno de un viaje de epifanía con Zuko, al parecer Aang, Sokka y Katara tuvieron revelaciones en algún momento contigo"

"¿Qué?" Zuko parpadeo confundido, negando con la cabeza se olvidó de eso, "Olvídate de eso, ¿Cómo le diremos a Azula de esto?"

"Díselo a ella" Naruto hizo un gesto hacía la puerta, y está lentamente se abrió para dejar ver a una sombría Azula.

"¿Estuviste escuchando?" Zuko hizo una mueca, le hubiera gustado poder decir esto de una mejor forma, "Se que juramos que íbamos a buscar a nuestra madre luego de que la guerra terminara, pensamos de que todo sería mucho más fácil"

"Zuko..."

"Pero ahora es importante encontrarla" el príncipe marcado le sonrió a su hermana menor, "Es importante para ti, más que para mí"

"Gracias Zuko" agradeció la maestra que aún seguía con el ánimo bajo, pero le devolvió la sonrisa a su hermano que la tomo de los hombros y la abrazo, disfrutando del momento ambos se quedaron así un rato.

"¿Me puedo unir?"

Ambos hermanos fueron levantados del suelo por el Uzumaki, que los abrazo a los dos y los levantó, sonriente el se los llevo afuera, una gran aventura los esperaba.

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"¿Por qué no puedo ir?" los ojos de Ty Lee eran grandes y llorosos, con sus labios temblando, viéndose como un cachorro herido, esto no fue suficiente para convencer a Azula y Zuko, estaban cargando varias cosas en el bisonte del shinobi.

"Bueno" Naruto no era tan duro, ya sentía que los ojos de la chica le estaba llegando hasta el alma, pero tuvo que ser fuerte, así que alegre le revolvió el cabello y la dio unas palmadas en la espalda, "Escucha Ty Lee, esto es algo que tenemos que hacer los hermanos chispas y yo, será solo un viaje de unos días, vamos a pescar, a tomar un poco de aire, ya sabes, solo pasar el rato"

"¿Y por qué solo ustedes?" pregunto con sospecha Toph que sabía que el chico traía algo entre manos.

"Secreto"

"No creó que haya problema" Aang solo les sonrió despreocupado, aún si ellos estaban haciendo algo que no quería contarle, confiaba ciegamente en el Uzumaki, sabía lo que estaba haciendo era por una buena razón.

"¡No es justo! ¡Yo quiero ir!" Ty Lee hizo un puchero, no le gustaba que le ocultaran cosas.

"Oye calma, mira aremos esto" llamando la atención de la chica, Naruto le tiró una oferta tentadora, "Cuando vuelva, podremos hacer lo que tú quieras"

"¡Ohhhhh! ¡¿Solo tú y yo?!"

"No veo el problema en eso"

"¡Hurra!"

"Amigo te tienen como quiere" se burló Sokka que hizo gesto de un látigo haciendo dar un resoplido al Shinobi.

"Al menos a mí no me hicieron perderme en el bosque por ir a comprar chocolates"

Sokka de inmediato puso mala cara por ese comentario y fue peor cuando una sonriente Suki a su lado dio un silencioso 'Auch' como burla hacia el.

"Solo tengan cuidado" Katara le trajo su chaqueta a Naruto y se la dio, ella sabía que podría haber una razón más por la que estaban haciendo este viaje, y que si era para ayudar a Azula, los apoyaba completamente, "Y espero que hagan lo que tengan que hacer" dijo lo último mirando a Azula que asintió con la cabeza.

"Gracias Katara" agradeció la maestra fuego al despedirse de la maestra agua.

Ya todo listo, los dos hermanos y el Shinobi subieron al bisonte, que golpeando su cola contra el suelo, salió disparará hacía los cielos, empezando su gran viaje.

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Las horas pasaron, el sol estaba perdiéndose en el horizonte y más estrellas empezaban a iluminar el cielo, en el medio del mar en los cielos surcaba la bisonte, que volaba tranquilamente, mientras sobre su cabeza estaba un silencioso Naruto.

Meditando en silencio, mientras que detrás de el, en el asiento, estaban los dos hermanos, con Azula leyendo la carta que Zuko le había dado, y ella no pudo evitar sentir que algo estrujaba su corazón.

"¿No... somos hermanos?" Azula miro a Zuko con incredulidad y también temor.

La carta era muy clara, su madre Ursa, contaba el cómo estuvo enamorada de un chico de su pueblo llamado Ikem, cómo lo extrañaba y soñaba con estar de vuelta entre sus brazos, que deseaba revivir de nuevo esa noche especial que se volvieron uno.

Antes que fuera llevada a la capital de la nación del fuego.

Poco antes de dar a luz a Zuko.

Los factores era claros, nada podría ser casualidad. La semilla de la duda creció entre ambos adolescentes, por leer como su madre antes de ser arrastrado a un matrimonio político con el señor del fuego Ozai, tuvo una última noche a escondidas con Ikem.

"Tiene sentido" murmuró para sí mismo la princesa desterrada al leer la carta varias veces, la diferencia entre ella y Zuko siempre fueron notorias, dolorosamente obvias, y ahora todo parecía tener sentido, "Por eso eres mejor persona que yo... no compartes la sangre de nuestro padre... la mía, solo la de mamá"

"Somos hermanos" Zuko hizo que bajara la carta e hizo que la mirara a los ojos, seguro como nunca estuvo en su vida, siguió hablando, "No importa que seamos medio hermanos, de padres diferentes o lo que sea, tu eres mi hermana menor y yo tu hermano mayor, nada cambia eso"

"..." Aunque el le dijera eso, la chica aún dudosa miro la carta, el primer lugar que tenían para ir a investigar era este pequeño pueblo en donde había crecido su madre.

"Podemos tomar un descanso" Naruto había escuchado todo, no pudo evitar sentir pena por ambos hermanos, al menos aún seguía siendo unidos, así que decidió que sería bueno dar un descanso, "Llegamos a la isla, mañana temprano podremos ir al pueblo a hacer preguntas, ¿Qué les parece?"

Los dos príncipes aceptaron la idea y se sujetaron cuando la bisonte bajo para aterrizar en la playa.

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Luego de una buena comida y poner sus bolsas de dormir alrededor de la fogata para calentarse, todos estaban durmiendo, al menos hasta que uno de ellos despertó al escuchar algo.

Azula se despertó y miro en la dirección del bosque que estaba cerca de la playa, adormilada miro confundida a una silueta que se asomaba en el bosque.

La silueta se fue volviendo más clara, hasta revelar su rostro con la ayuda de una linterna que cargaba.

"¡Mamá!" la chica salto de su bolsa de dormir al ver que era su madre quien estaba ahí, sin pensarlo salió corriendo hacia el bosque.

Naruto de inmediato captó el movimiento y abrió sus ojos para ver a Azula correr hacia el bosque, "¿Azula?" confundida vio a la chica correr hacia el bosque.

Poniéndose de pie iba a alcanzar, no sería difícil, después de todo el era...

Un soplido de aire caliente golpeó la espalda del Uzumaki, que lentamente giro la cabeza para ver qué detrás de el, había un lobo gigante de veinte metros de alto, de pelaje brillante azul y marcas en su pecho.

"¿Qué pasa muchacho? ¿Un niño cayo a un pozo?"

La respuesta del lobo fue abrir su mandíbula y tratar de morder el Uzumaki, que tuvo que poner sus manos en los dientes del gran animal, que con una fuerza titánica lo arrastró por la playa.

Zuko se despertó con tanto escándalo, y lo primero que vio fue a su hermana perderse en el oscuro bosque, mientras que por alguna rara razón, el shinobi estaba luchando contra un lobo gigante.

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"¡Mamá!" Azula corrió entre los árboles, queriendo alcanzar a su madre que se estaba alejando mientras más intentaba acercarse, "¿Mamá?"

Esa silueta que había perseguido se había desvanecido en el aire sin dejar rastro, tarde la princesa se había dado cuenta que solo siguió una ilusión.

Dejando de correr, tuvo que recuperar el aliento y miro a su alrededor, ahora estaba en la oscuridad absoluta del bosque, que ni siquiera la luz de la luna llegaba a pasar la maleza de los árboles.

Perdida empezó a caminar y levantó su mano derecha, iluminando su camino con una llama de fuego azul. Se aventuro para intentar volver a la playa.

Sin embargo el bosque era engañoso, más aún, sabía cómo tratar con las personas que se atrevía a entrar a tierra de los espíritus.

La chica camino un rato, hasta que de entre los árboles vio algo, confundida noto que ahora no estaba en el bosque, estaba pisando un suelo de madera y con una plataforma ceremonial al frente.

Azula conocía bien ese lugar, y se quedó helada ante lo que vio.

Allí estaba ella, a sus once años mirando con una sonrisa de pura satisfacción y ojos brillantes viendo a su hermano mayor humillarse ante su padre, de rodillas y con lágrimas en sus ojos.

Su propio hermano. Por derecho, el príncipe heredero de la nación del fuego, por solo decir lo que no debía en el lugar y momento equivocado, solo en un día, Zuko lo había perdido todo y ella lo había visto.

Por supuesto, ella ya sabía que eventualmente sucedería. Un día, el pequeño Zuzu la arruinaría y lo perdería todo.

Y luego sucedió. Un día, eso fue todo lo que tomó.

Solo uno.

Si, había sonreído ese día, finalmente su odiado hermano mayor obtuvo su merecido, una lección dura que fue marcada en su cara como una gran quemadura que lo iba a seguir por el resto de su vida.

Si... le gustó verlo.

La tonta de Mai, que siempre se ponía tan tímida cerca de el. Oh, cómo todos adoraban al pequeño Zuzu.

Y cómo lo odiaba.

Siempre lo consiguió todo.

El amor de madre.

La adoración de Iroh.

"Un patético bebé llorón que no podía hacer nada malo. ¡Ese era Zuko y se merecía lo que le esperaba!"

Azula retrocedió al ver esa versión de si misma sonreírle, todo ese recuerdo se rompió como cristal cuando, esa sombra siniestras se arrastró de sus recuerdos, para ahora estar frente a ella.

"¡Tú-u..." el pánico lleno a la maestra fuego al ver el retorcido reflejo de esa niña oscura, mentirosa y sonriente que la miraba con puro desprecio.

"Si... tú" los ojos amarillos de la niña brillaban con intensidad, un brillo sádico y enfermo que haría que cualquiera se sintiera incómodo de solo mirarla, "¿Por qué me miras así?"

"¡No eres real!"

"Oh pobrecita... soy lo más real que verás en tu vida"

Azula dio otro paso atrás. Y ella uno más hacia adelante.

Entonces, de repente, en medio de la noche, todo el bosque parecía cobrar vida.

Vamos... sabes que hacer.

Es hora de volver al juego.

Se terminaron los juegos de niños.

¡Es hora de volver!

Azula se tapó los oídos en un vano intento de que esos susurros se detuvieran, pero no cesaron, nunca lo harían, porque estaban dentro de su cabeza, era ella misma quien se lo decía.

Varias siluetas más salieron del bosque, tomando diferentes formas.

"Me fallaste Azula"

La voz del Señor del Fuego Ozai resonó en los oídos de Azula.

La sombra era tan grande, elevándose sobre Azula. Que tuvo que salir corriendo, huyendo de una sombra de la que le era imposible huir.

Aún así, lo intento.

Corre.

¡Corre!

¡CORRE!

Azula grito cuando se termino tropezando y rodo por el suelo, cayendo por una colina termino golpeándose por ramas y rocas, para terminar cayendo en un charco de agua.

Adolorida, cansada y asustada.

Se dio cuenta... estaba sola.

Completa y absolutamente sola.

Y de alguna manera eso era incluso más aterrador cualquier otra cosa que pudiera enfrentar.

"¿Hola?"

"..."

"¡Zuko!"

"..."

"¡Naruto!"

"..."

"¡¿Hay alguien-n?!"

Preguntó Azula a la misma oscuridad del bosque esperando escuchar una respuesta, la que sea, pero todo lo que obtuve era silencio.

Un largo y horrible silencio.

Si piel se erizo.

Empezó a temblar sin control.

Su reparación se volvió errática.

Lágrimas incontrolables que caían de sus ojos.

Y su corazón latía tan fuerte que parecía que saldría de su pecho.

La pobre adolescente apretó sus manos contra su pecho tratando de calmarse, pero el pánico la consumió por completo, el ataque de pánico hizo que cayera de rodillas y se arrastrara hasta un árbol.

"¿Mama-a?"

En un reflejo que venía de la parte más profunda del alma de una persona rota, hizo un último llamado, el que cualquiera podría hacer en su peor momento, a aquella persona que te confortaba.

Que te animaba.

Que te protegía.

"¡Mamá!" llamo una vez más entre gimoteos y lágrimas la chica que apretó sus manos con fuerza contra su pecho, "¡Mamá!"

Pero no... por supuesto que no vendría sin importar cuantas veces la llamé, su madre había sido la primera en irse... todos la habían dejado... La habían dejado sola.

Azula se agarró la cabeza mientras lloraba, volviéndose tan pequeña como podía, como si tratara de escapar de todas las voces que volvieron.

"¡Eres un fracaso!"

"¿Crees que todo compensa lo que hiciste? Que tonta"

"¡Siempre serás así Azula! ¡Miente! ¡Manipula! ¡Daña! ¡Porque solo para eso sirves!"

"Azula... ¿Por qué no solo te mueres?"

La chica se paralizó cuando de pronto unas brazos la envolvieron, aterrada pensó que era algo salido de sus pesadillas, pero al abrir sus ojos se encontró con unos ojos que solo reflejaban compasión y preocupación.

"Mi niño, ¿estás bien?" Sonó la voz asustada mientras la empezaba a revisar a ver si estaba herida, y se horrorizó por su estado, "¡Te ves muy mal! ¿Necesitas ayuda?"

"..." aturdida la princesa miro todo borrosa al ver la silueta misteriosa que la levantó del suelo, y la ayudo a sentarse.

"¡Oh, no, estás herido!" La mujer jadeó al verla cubierta de raspones y cortes, "¡Déjame ayudarte por favor!"

Azula se fue calmando y luego finalmente pudo mirar bien quién era.

El rostro de la mujer no era un rostro que ella conociera. Era sencillo y absolutamente ordinario. Nada especial al respecto. Pero luego estaban los ojos. Solo había una persona en el mundo que tenía ojos así.

Brillantes y doradas, que desprendían una sensación de confort y seguridad... sus ojos eran igual a...

"¿Mamá?"

Fue el susurro que escapó de los labios de Azula, haciendo que la mujer que la había ayudado parpadeara confundida, "Lo siento, mi niña... no sé dónde está tu madre. Pero tal vez podría ayudarte a encontrarla"

Azula aún tenía una mirada incrédula en su cara, incluso su voz era suave y amable, se parecía tanto.

"¿Me ayudarás?"

"Todo el mundo necesita ayuda a veces" respondió con una ligera sonrisa, cálida y maternal que solo una madre amorosa podría tener, "¿Qué estabas haciendo aquí?" preguntó finalmente con inquietud. "¡Estamos justo en el borde del valle del olvido! Ese lugar es peligroso. Lleno de espíritus"

"..." Azula miro hacia el bosque y noto que casi había salido de el.

"¿Tú... corriste por el valle del olvido?" ella preguntó aún más preocupada, la mayoría de las personas que entraban al bosque eran personas llenas de remordimiento y dolor que nunca salían de nuevo.

Azula tenía su mirada fija en el bosque, "Yo... pensé haber visto a mi madre"

"Oh..." ella parecía entender de inmediato con solo ver su mirada, "Mi casa no está lejos de aquí. Ven, déjame tratar tus heridas, y come algo al menos"

Azula frunció el ceño levemente, pero luego vio esos ojos de nuevo... Amarillo dorado brillante. Y la forma en que esta mujer habló tan suavemente, hacia que sintiera que podría confiar en ella.

"¿Quién eres?" Azula finalmente preguntó.

"Oh, qué grosero de mi parte. Por favor, discúlpeme" La mujer sonrió y se presento, "Mi nombre es Noriko. ¿Y quién podrías ser tú?"

"Soy..." Azula se detuvo en seco y luego miró hacia abajo, dudosa de que nombra dar, "Zu"

Noriko parpadeó un poco sorprendida, pero de inmediato volvió a sonreír, "Por favor, acompáñame a descansar a mi casa"

Azula frunció el ceño aún más que antes, confundida de quien podría ser esta mujer. "¿Por qué? No me conoces"

"Sé que necesitas ayuda" Respondió de inmediato la mujer. "¿Qué otra razón necesito?"

Azula hizo una mueca. "Suenas como alguien que conozco..." murmuró.

"¿Así?" preguntó Noriko que se río divertida por la expresión de la chica. "¿Quién es? ¿Un amiguito tuyo?"

"hmmm... se podría decir"

"Ya veo" la dama de puso de pie y luego extendió una mano hacia Azula, ofreciéndosela con una sonrisa, "Por favor..."

Azula se le quedó mirando fijamente, dudosa tomo la mano, se estaba muriendo de hambre, estaba débil, sucia y más que nada sucia, necesitaba un baño.

Y finalmente cuando aceptó la mano, permitiendo que Noriko la levantara. "Ven por aquí"

Azula movió la cabeza en silencio y siguió a la mujer, mientras iban caminando hacia el pueblo, no pudo evitar preguntar algo, "¿Eres pariente de una mujer llamada Ursa?"

Noriko parpadeó algunas veces curiosa, "¿Ursa? Me temo que no, había una mujer llamada Ursa viviendo en mi pueblo, o eso dicen, pero eso fue antes de que yo viniera a vivir aquí"

"¿Dónde está ella ahora?" pregunto muy ansiosa por una respuesta.

"No lo sé, cariño" respondió con sinceridad. "Solo sé lo que me dijeron. Ursa, nieta del gran Avatar Roku, ella se iba a casar con el amor de su vida, Ikem. Pero luego llegó el señor del fuego y se la llevó, obligándola a casarse con su hijo, el príncipe Ozai. Muchos años después, Ursa volvió a buscar a su amor perdido Ikem, pero él se había desvanecido en el valle del olvido y ella también se dirigió a ese mismo valle para buscarlo. Ninguno de los dos ha regresado"

Azula se detuvo, era como si su mundo se congelara mientras trataba de entender esta nueva información. Su madre... ¿Se perdió en el bosque? ¿Murió?

La mujer al ver su expresión le dio una sonrisa triste, "¿Era la mujer que estabas buscando?"

"Si..." volteó a mirar al bosque y apretó sus puños, mordiendo sus labios respiro hondo, negando con la cabeza supo que no podía hacer nada, volviendo a mirar a esa mujer, ella la estaba esperando, "¿Puedo... descansar en tu hogar?"

"¡Claro! Ven cariño, esta noche voy a cocinar una gran cena para ti"

"

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.

.

.

.

.

Chan

Channnnnn

Channnnnnnnnn

Channnnnnnnnnnnnn

¿Qué les parece?

Me tuve que leer el cómic y la verdad hay que decirlo, no esta al nivel de lo que es la serie de Avatar, y deja muchas cosas en el aire, y medio raro como Azula parece que se mando a mudar y después, ¿Qué?

Pensé que iba a perderse en el bosque y en un mambo mística iba a perder la memoria y cambiar de rostro, teniendo la chance de una nueva vida, o al menos intentarlo para volver a meter la pata de vuelta y ser la villana de la próxima saga.

Pero parece que no, y bueno que se le va a ser.

Creo que va yendo bien. No va a durar más de dos capítulos, entre este y el siguiente se termina la breve saga, haré lo posible para que en Marzo sea publicado el siguiente capítulo.

Déjenme en los comentarios que les pareció, su opinión siempre será importante. Cómo siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias.

Sin más CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les vaya bien.

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