Capítulo 55: La cueva y renacimiento...
¡3000 comentario y más de mil seguidores!
Ronin: va pasar de nuevo. Jpg
No, ya enserio las bromas de lado, uffff loco, otra historia que llegó a una cantidad de visitas, comentarios y seguidores que la verdad no pensé que fuera posible, así que no quiero hacer esto demasiado largo, estoy cansado.
Solo puedo decir gracias a todos mis lectores tanto los más tranquilos, fieles, grandes y facheros hermanos de Fanfiction, y como olvidarme también de los burlones, inmaduros, tarados, desequilibrados, ratas, a los que todo le vale verga, siempre entienden la referencia y ser la perfecta representación de Latinoamérica, si, hablo de ustedes gente de Wattpad.
Basta de drama, disfruten del capítulo.
Disculpen los errores ortográficos.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
############ Cambio de escenario o lugar.
Capítulo 55: La cueva y renacimiento…
Dolor.
Fue lo primero que sintió, y aunque estuviera acostumbrado a el, no quería decir que lo hiciera más tolerable.
Como si sus párpados fueran de plomo, abrió los ojos, sintiendo los cálidos rayos del sol golpeando su rostro, hizo que parpadeara un par de veces.
"No te muevas"
"No lo haría, aunque quisiera" gruño Naruto, que se dio cuenta que estaba recostado en una cama, en ropa interior y cientos de ajugas clavadas en cada parte de su cuerpo a la vista, "…"
No hacía falta decir que tenía miedo de solo levantar la mirada.
"Quita esa mirada" con una sonrisa burlona, el guardián del templo de los guerreros empezó a quitar lentamente cada aguja que perforaba la piel del adolescente, "Esto solo es un poco de acupuntura, para aliviar la tensión en tus puntos de presión y relajar tus músculos, esto hará que quedes como nuevo"
"Ufff" confiando en el hombre, Naruto se sintió mucho más aliviado.
"Tu solo cálmate, y no pienses en las agujas que perforan tu piel y carne, que ante cualquier mal movimiento puedes romper las agujas y queden clavadas en ti"
"…"
"También está la posibilidad de que gires en la cama y bueno, sería una forma muy dolorosa de morir"
"¿Lo haces apropósito?"
"Si, es divertido ver la mirada que tienes, y no te preocupes por un accidente, te puse un pañal"
"¿Pañal?" apenas el adolescente recupero el movimiento de su cuello, bajo la mirada y noto que no lo que tenía no era su ropa interior, en verdad era un pañal, "¡¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?!"
"Unas tres semanas o tal vez más"
"¡¿Estuve en coma?!"
"Sabes, el gritar no es necesario, haces que me duelan los oídos" murmuró con molestia el guerrero, que saco las últimas agujas del cuerpo del chico, que pendientemente de un salto se puso de pie.
"…" mirando a su alrededor, Naruto noto que estaba en una de las tantas casas cerca del templo, y lo que más llamo su atención, fue la bolsa de dormir que había alado de su cama.
Yen se rascó la barbilla, al ver cómo el niño salió corriendo de la casa, con un suspiro se puso de pie, buscando su bastón, lo puso en sus hombros, para salir caminando detrás de el.
Serie divertido ver esto.
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"¡Malú!"
La chica dejo caer la cesta de fruta, por el susto que se llevó por ese grito, que reconoció muy bien de quién era.
"¿Naruto?" pregunto sorprendida, al ver el chico venir corriendo por el sendero del pueblo, con la nieve derritiéndose dando lugar a la primera, no hacía tanto frío, y aunque lo hiciera, eso no detendría al Uzumaki.
"¡Malú!" que seguía corriendo en la dirección de la chica, que no pudo evitar sonreír también.
"¡Naruto!"
En una extraña escena de cámara lenta, los dos adolescentes corrieron uno hacia el otro, con sus brazos abiertos y felices de ver al otro.
"¿Malú?"
O tal vez no tanto, Naruto noto el cambio de la expresión de la chica, que dejó de ser feliz, para una mucha más agresiva y demoníaca, que parecía volverse peor a cada segundo, haciendo que el sabiamente empezara a bajar la velocidad.
"¡Naruto!"
Con un grito de pura furia, Malú corrió a toda velocidad contra su amigo, con el solo objetivo de llevarlo volando y arrojarlo desde la estratósfera, todo eso se podía ver en su expresión, una expresión que hizo que Naruto se detuviera en seco, y se diera media vuelta.
Con un giro de acontecimientos, el Uzumaki huyó de la maestra aire, que tomando las frutas del canasto que cargaba, se los arrojó y golpeo su cabeza repetidas veces, haciendo que el chico se terminara tropezando y se golpeara contra un árbol.
"Aunch" con un dolor palpitante en su frente, Naruto se levantó lentamente y se dio la vuelta, para encontrarse con una sombría Malú, que le dio una mirada penetrante, que hizo que tuviera un escalofrío que sacudiera hasta sus huesos, "Eh… ¿Te he dicho lo linda que eres?"
"…" los hombros de la chica temblaron un segundo, hasta que saco de la bolsa la última manzana que le quedó, mirando un segundo la fruta, miro al adolescente, que pensaba seriamente que ella le tiraría de nuevo algo a la cabeza.
En cambio, se confundió, cuando ella le dio un suave beso a la manzana, para luego poner la manzana contra sus labios, justo en el mismo lugar donde ella le dio ese beso.
El rostro de Naruto ardió, por tal acción que hizo que se rostro quedara rojo y se le trabara la lengua.
"Considéralo una recompensa por tu logró"
Con una sonrisa burlona y divertida, la maestra aire le dio una gran mordida a la manzana, y se la lanzo a las manos del chico, que aún seguir rígido dónde estaba.
"…" Naruto miro un largo rato la manzana mordida, varios pensamientos venían a su mente, al final solo dio un suspiro de resignación y le dio una mordida a la manzana, "Las chicas son raras" murmuró con una sonrisa.
¿Quién lo diría?
Otro beso, bueno más o menos uno, con una chica linda.
Se sentía orgulloso de si mismo.
"Por cierto, lindo pañal"
Y todo ese orgullo se fue a la basura, por el último comentario de la chica, que tan rápido como apareció, desapareció de nuevo, dejándolo con la mirada en blanco, mirando fijamente el pañal que aún llevaba.
Rompiendo esa cosa, prefirió ir desnudo por el bosque, antes de tener que ir usando un pañal como si fuera un bebé gigante.
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La comida estaba horrible.
Pero no estaban en posición de quejarse, estuvo en coma por semanas.
"Perdí el apetito" Malú empujó su plato, al ver cómo Naruto estaba comiendo un guiso de arroz, como si fuera lo más sabroso del mundo.
"Al menos a alguien le gusta mi cocina" sentado en una pequeña mesa, junto a los dos adolescentes, Yen le dio una mordida a la fruta que estaba comiendo.
"¿Y por qué no comes tú también?"
"Que yo lo haya cocinado, no quiere decir que quiera comerlo"
El tiempo pasó y por fin el hueco que tenía el Uzumaki como estómago estaba lleno, y aunque tendría muchos platos que lavar, no le importaba, valió la pena.
"Bien, empecemos" con un aire más serio, Yen miro fijamente al adolescente rubio, "Has despertado un poder, que solo unos pocos han tenido el honor de tener, pero el despertarlo solo es el principio"
"…" Naruto solo asintió con la cabeza, sabiendo que no hubiera sido tan fácil, aún tenía mucho que recorrer.
"¡Oh vamos!" Malú lo tomo de mala forma eso último, "¡¿Viste lo que hizo a esa montaña?! Es lo más increíble y loco que vi en mi vida"
"Si, luego de seis meses, dudo que tú oponente tenga tanta paciencia como una montaña" dijo como si fuera lo más obvio del mundo el guardián del templo, que le dio una mordida al mango qué ahora estaba comiendo.
"Lo entiendo"
"No, no lo entiendes" Yen le dio una mirada penetrante y sombría, "Para el siguiente paso, tendrás que morir… varias veces"
"…"
"…"
"Eh… sé que soy un espíritu, fantasma o lo que sea que sea yo, el estar aquí no tiene sentido" Dijo sin pensar la maestra aire, que le dio una mirada dudosa al antiguo guerrero, "Pero, lo que tú dices tiene mucho menos senti- ¡oye!"
"Niña, cierra el pico" golpeando a la chica en la cabeza con su bastón, dio un suspiro de resignación, "Escucha, seré sincero contigo, todos los que han intentado el segundo paso, han muerto, solo dos personas lo han logrado, a uno la estás viendo y a otro ya te has enfrentado"
En la mirada de Naruto no había lugar para la duda ni vacilación, mirando sus manos cubiertas de vendas, apretó sus puños con fuerza.
"¿Qué tengo que hacer?"
El antiguo guerrero no dio una respuesta, solo salió de la casa, seguido de los dos adolescentes, que lo siguieron, para caminar un largo camino, hasta el templo de los guerreros.
Aunque no fueron por la entrada principal u otro pasaje extraño, solo caminaron alrededor, hasta llegar a una pequeña aventura en la montaña.
Antes que Naruto pudieran avanzar más, el bastón del guerrero se puso en su camino y lo detuvo.
"Desde aquí solo iremos nosotros dos" diciendo lo último mirando fijamente a Malú, "Si tienen algo que decir ahora, es el momento"
Ambos se miraron un segundo.
"No tengo que desearte suerte" sonriendo la chica se cruzó de brazos, "Eres un loco, del tipo de loco noble que hace lo que sea por los demás, no me agrada ese tipo de personas"
"Si, me lo dicen mucho"
"Aun así, has logrado cambiar mi opinión, tus amigos… son afortunados de tener a alguien como tú a su lado"
"Tú también debes sentirte afortunada, eres mi amiga"
"Ehhh… ¿Afortunada de ser tu amiga? No confundas las cosas niño bonito, tu eres el afortunado de tener a alguien como yo"
"…"
"…"
El silencio fue corto entre ambos, era bueno bromear para ocultar esa preocupación que los carcomía por dentro.
Siempre sonríe, para no llorar.
Era el pensamiento que ambos compartían.
"Tu…" ella se tomó el tiempo de pensar que palabras usar, y cuando finalmente lo hizo, miro lo miro a los ojos, "Me demostraste tu valor Naruto, sé que no fallaras, porque tú sabes porque hacer esto, por ti, por tus amigos, por este mundo hipócrita, que siempre tiene que depender de salvadores… algo triste"
Naruto se quedó mirando, como ella le tendió su mano, sosteniendo una rama, con una sonrisa suave, el tomo el otro extremo de la rama, era lo más cercano que podían estar del contacto físico.
"Hazme una promesa"
"¿...?"
"No falles"
"No lo haré, es una promesa"
Con la despedida cumplida, el guardián del templo y el shinobi, entraron por el túnel de la cueva, dejando atrás a un Malú, que los siguió con la mirada, hasta que se perdieron en la oscuridad.
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El lugar era impresionante y Naruto se quedó asombrado ante lo que vio.
Un pilar de roca, en medio de un estanque, con el agua más cristalina y limpia que jamás haya visto en su vida, todo en medio de la cueva, que tenía forma de domo, era difícil creer lo perfecto que era el lugar y el aire casi místico que se sentía en el aire.
Mientras el adolescente seguía admirando la vista, el antiguo guardián del templo dio un salto, y aterrizó con suavidad sobre el pilar en medio del agua y se sentó.
*Chapoteo*
Naruto tuvo que lanzarse al agua y nadar, como no tenía chakra y estaba lejos de poder saltar veinte metros como antes, así que lo que muchos considerarían la profanación de un lugar sagrado, el solo nado hasta llegar junto al guerrero, que tenía una mirada en blanco.
Con un suspiro, se encogió de hombros, y espero pacientemente que el chico subiera a la roca, y se sentará frente a él.
"Ya has roto tus límites, ahora tienes que saber cómo controlarlo, para hacerlo todo el tiempo, como respirar" explicó de forma simple, algo que en realidad era mucho más complicado.
Pero, conocía a su nuevo estudiante demasiado bien, así que necesitaba ser más claro en su demostración.
"…" Naruto abrió sus ojos con incredulidad, al ver cómo cada músculo del guerrero parecía vibrar, serpentear debajo de su piel, haciendo que crecieran y decrecieran levemente.
Aun cuando ya había visto esto con Shouku, no dejará de dejaba de ser escalofriante.
"Créeme niño, el poder que tendrás si logras esto, será uno que jamás haya imaginado, que te permitirá desafiar a quien sea… pero que no se suba a la cabeza, esto no te hace invencible" Yen con cuidado abrió su manto, dejando ver algo que extraño al Uzumaki.
"¿Huesos?" a Naruto le costó mucho saber que tenía este hombre, varias protuberancias incrustadas en su pecho y estómago, eran de un color blanco que parecían ser huesos.
"Un regalo de una vieja rara" encogiéndose de hombros, el guerrero levantó uno de sus manos, haciendo que una mariposa aterrizará en uno de sus dedos, con cuidado el la acerco hasta las protuberancias en su pecho.
Naruto tuvo el impulso de retroceder, al ver cómo la mariposa, apenas rozo una de esas cosas, fue reducida a polvo en un instante, ahora podía notar, que la carne alrededor de esas protuberancias, parecían ennegrecidas, muerta.
"¿Qué eres tú?" el Uzumaki se sentía cansado de las cosas raras de este mundo, siempre había algo que lo hacía sentirse como un pez fuera del agua.
"Solo un humano, que quiso ir más allá, ¿Poderes regalados por un espíritu? Por favor niño, si quiero hacerme fuerte, el más fuerte de todos, será por mi mismo"
"Eres increíble…"
"Lo sé" haciendo que su cuerpo deje de vibrar y cambiara, volviendo a la normalidad, "Esta será la prueba más difícil de tu vida niño, aquí no hay nada que golpear, nada que romper, ni mucho menos que vencer, solo se trata de sobrevivir…"
"¿Sobrevivir?"
"Si… en un lugar, en que la realidad y el tiempo, no importan"
"…" Naruto miro una vez más a su alrededor, sentía que desde puso un pie dentro de esta cueva que no era normal y el guardián del templo solo lo confirmo.
"¿Tienes miedo?" Pregunto con curiosidad al ver la mirada del niño, que le devolvió la mirada con una sonrisa.
"Si, y aun así no evitará que lo haga"
"Buena respuesta chico" El guardián no pudo evitar sonreír, eran pocos quieres podían admitir sus miedos y aun así enfrentarlos con la seguridad de que lo lograrían.
"…" Naruto se quedó un largo tiempo en silencio, viendo como el guardián del templo, se puso de pie, para dirigirse a la salida, "¿Por qué lo entrenaste?"
"…" esa pregunta hizo que el guerrero se detuviera y se quedará un rato mirando a la nada, dándole la espalda al shinobi.
"¿Tú sabías lo que él tenía planeado? ¿Sabías todo lo que el haría?"
"Si"
"Y aun así lo entrenaste"
"Si…" respondió sin dudar el antiguo guerrero, que miro sobre su hombro, chocando miradas con el, "Y aún creó en el"
"¿Creer en él? ¿Luego de lo que hizo?"
"La guerra debe de terminar, de una forma u otra, y hay veces que hay que tomar caminos, que ante los ojos de los demás, son simplemente brutales y monstruosos, pero… ¿No ha sido la historia de la humanidad así?"
"…"
"Guerras, luchas, de una pelea a muerte entre dos hombres a puños en un bar, hasta ejércitos que han aniquilado con culturas enteras, si… la humanidad no es quien, para juzgar, después de todo lo que nosotros hemos hecho"
"No tiene que ser así"
"Así es el mundo, el mundo que nosotros mismos hemos forjado, al final todos piensan en trivialidades, conquista, victoria, poder y más tonterías, ¿Cómo quieres que el mundo cambie si las personas no lo hacen? Ese cambio llegó, y se llama Shouku"
"…"
"Al final ustedes dos no son tan diferentes"
Esa comparación hizo que Naruto frunciera el ceño con furia.
"Yo no me parezco nada a él, yo no soy un monstruo"
"Escucha, puedes juzgar las acciones de una persona, pero jamás su historia, porque uno no elegí dónde nace, los padres que lo procrean, los hermanos que tienes, las perdidas, el sufrimiento, todos creen que pueden juzgar, porque a nadie le importa la historia de aquellos que son odiados"
Yen tenía sus ideas claras, si, él sabía lo que su antiguo alumno era, y también lo que fue, por eso no intercedía.
El mundo se lo busco.
Tarde o temprano en estos cien años de guerra, saldría lo peor que podría suceder, alguien que le pondría un final a la guerra, pero no de la forma que todos hubieran querido.
Paz era paz.
Sedimentada en un alto el fuego, hasta que uno de los lados se rinda, y una falsa ilusión de paz nazca, que al final se rompería ante la menor provocación, y otra guerra estalle.
Luego estaba la paz sedimentada sobre la destrucción, la destrucción de quienes aquellos que han promovido la guerra tanto tiempo.
Los dobladores.
¿Era una medida extrema y desquiciada?
Si.
Pero la necesaria, para un mundo tan podrido como en el que estaban.
"¿Para ti que es paz? ¿Y qué tan lejos estás dispuesta a llegar para tenerla?" antes de salir de la cueva, el guardián del templo de los guerreros dio una pregunta, una pregunta del que quería escuchar su respuesta.
"…"
"Espero superes esto, para que puedes darme una respuesta" volviendo a caminar hacia la salida, se detuvo justo en la entrada de la cueva, para con un simple golpe de su bastón, hiciera que una gran roca empezara a caer, "Sobrevive chico"
Eso fue lo último que escucho Naruto, justo antes que de la roca callera y bloqueara por completo la única salida, todo fue oscuridad para el, hasta que vio como unos cristales resplandecieron en el techo.
Los cristales estaban formando una figura circular, que se unía por algunas líneas onduladas, que formaban un símbolo perfecto del Ying Yang.
Dejando de mirar el techo, el chico ninja se sentó en el suelo, y dando un largo suspiro, repitió todo ese mar de emociones que hizo que un extraño hormigueó recorriera su cuerpo.
Sin que Naruto lo supiera, se había puesto sobre sí mismo una tarea imposible, el romper sus límites, en todo su cuerpo, y mantener el control todo el tiempo.
Sin tiempo que perder, empezó.
######## 24 horas ########
Naruto sintió como cada músculo de su cuerpo ardía, el mantener la posición de meditación durante tanto tiempo, hizo que el dolor muscular se volviera una pesadilla para quien sea.
Sin embargó, no podía moverse, aún no podía recrearlo, la misma sensación de antes.
######## 3 días ########
"¡Vamos! ¡Vamos!"
Abriendo los ojos, por primera vez en horas, se enfocó en su mano derecha, el cómo los músculos debajo de su piel parecía serpentear, apretando su puño con todas sus fuerzas, empezó a hacer que la extraña sensación en su mano, se extendiera por el resto de su cuerpo.
Fallo apenas lo intento.
######## 10 días ########
Ya estaba empezando.
Su estómago estaba vacío.
Su garganta seca.
La pesadez en sus huesos, que hacía que quisiera dejarse caer contra el suelo y dormir, pero estaba determinado a seguir, no pararía cuando por fin logró que la extraña sensación llegará hasta sus dos brazos, y pareciera llegar a su pecho.
Tenía que seguir.
Seguir y seguir.
######## 20 días ########
Sucio y cansado.
Eran las dos palabras que mejor describirían a Naruto, que hacía que cada suspiro que diera, se escuchara en toda la cueva.
Su estado físico se había vuelto demacrado, algo que no le sucedía desde que era un niño pequeño.
######## 23 días ########
"Rendirse…"
"Nunca fue una opción"
"Nunca fue tu obligación, puedes solo… descansar"
"…" Naruto estaba en la misma posición, con sus ojos cerrados y músculos debajo de su piel retorcerse levemente, dando espasmos.
Su estado ya era más que deplorable, y aún seguía concentrándose para mantener la puerta abierta por así decirlo, que esa misma sensación que sintió cuando rompió sus límites, siguiera viajando por todo su cuerpo.
Su cuerpo no parecía poder adaptarse a este trato, y su mente tampoco.
"¿Por qué siempre tienes que ser tú?"
"Porque alguien tiene que…" murmuró en voz baja Naruto, abriendo sus ojos, se encontró con unos ojos marrones, y una mirada que reflejaba tristeza y dolor al ver su estado actual, "Ayame…"
El dijo su nombre con elocuencia, ella se veía tal como la recordaba, tan linda como siempre detrás de la barra de Ramen, con ese pañuelo blanco en su cabeza y uniforme.
Sin embargó, ella no tenía la sonrisa con la que la recordaba.
"No sabes cuánto me duele verte así"
"Lo se… lo siento"
"No tienes que hacer esto, no tienes que seguía haciéndote daño, puedes salir de aquí, seguir con tu vida, hay más forma de ayudar que solo pelear"
"Nunca fui bueno en otra cosa" respondió con pesar.
"Vives en un nuevo mundo, en uno que te valora, tienes tantas personas buenas que te aman"
"Es por ellos que hago esto"
"Morirás…" esas palabras venían cargadas con tanto dolor, reflejando lo que ella sentiría si eso niño que vio por primera vez en la tienda de su padre.
Muriera aquí, solo en una oscura cueva.
Naruto podía ver todo eso en la mirada de chica, parecía tan real, que hacía que la presión de su pecho fuera doloroso.
"Si muero… significa que no los apreciaba, que no me esforcé suficiente… que no luche" murmuró lo último con una voz ronca y seca.
No podía ceder, no ahora.
"Tu luchaste, más que nadie, por eso puedes parar… puedes vivir, puedes amar y más que nada…"
"…" Naruto casi pudo decir que su toque fue real, la forma en que ella acarició sus mejillas, para envolver sus brazos alrededor de el, para abrazarlo con tanta fuerza, tanto cariño, tanto amor.
"Puedes ser feliz" susurro Ayame al oído del Uzumaki.
El seguía en la misma posición.
Con sus ojos cerrados.
Ignorando todo a su alrededor.
Haciendo que la sensación de calor y dolor se extendiera con más fuerza, por todo su cuerpo.
El dejo de sentir el cálido toque de la persona, que más que una hermana, era lo único que pudo haber visto como una figura materna, siempre amable, siempre sonriente.
La primera en darle un abrazo, y decirle que todo estaría bien.
Ayama y su padre, fueron el primer vínculo especial, que atesoraría hasta el día de su muerte.
La sensación de frío hizo que abriera los ojos, y se diera cuenta que estaba solo de nuevo.
Con el picor de las lágrimas en sus ojos, los cerro de nuevo.
######## 35 días ########
"Vamos niño demonio, solo cierra los ojos y nos reuniremos en el infierno"
El Uzumaki abrió sus ojos, para ver a la persona que estaba sentado a su lado, o al menos a la persona que su mente había traído a la vida, para hacer de esta experiencia, aún más insoportable.
Con una de las personas, que más odió en su vida.
"¿Estás muerto Mitsuki?" cuestionó confundido, Iruka-sensei le había dicho que había sido encerrado de por vida.
Al ver la confusión en la mirada del niño demonio, el antiguo Chunnin se rio entre dientes.
"¿Crees que el Sandaime dejaría vivo al hombre que intento llevarse el pergamino sagrado y develó el gran secreto? Y luego lloriqueas el porque siempre fracasabas, ¿Cómo no hacerlo? Eres una pequeña basura" escupió el Chunnin de cabello gris, que camino alrededor del Uzumaki.
"Veo que no has cambiado…" dijo con molestia por tener que escucharlo.
"Y tu un pequeño pedazo de mierda, que ruega como una perra por muestras de afecto y reconocimiento, por fuera quieres verte tan rudo y fuerte, cuando por dentro llorar por un abrazo, ¿Qué tu mami no te dio uno? O cierto, ella estaba siendo devorada por los gusanos cuando aún te cagabas en tus pañales"
"Viviste escupiendo mierda en viva y en la muerte" murmuró en voz baja el adolescente, que lentamente se movió en el suelo, mirando hacia abajo, vio con desagrado como sus costillas eran más notorias y su estómago en cualquier momento se comenzaría a comer a si mismo.
Si es que no lo estaba haciendo ya.
"Ah, siempre tienes una respuesta para todo, pobre Uzumaki Naruto, sin padre, sin madre, solo un títere de una aldea, manejada por un anciano hijo de puta, que te lleno de mierda la cabeza…"
"…" Naruto negó con la cabeza, tratando de silenciar esa voz, tomando la misma posición con la que empezó todo, hizo que todo ese hormigueo viajará por todo su cuerpo.
Si solo perdía la concentración un segundo, moriría por inanición en menos de un minuto, la carga de no haber comido ni bebido nada en casi un mes.
"No entiendo, ¿Por qué haces esto? Por toda la palabrería tonta de la voluntad de fuego, por las reglas insípidas de tu Kakashi-sensei, que ni el mismo pudo cumplir"
"…"
"Si, lo haces por tus pequeños amigos, tanto esfuerzo, tanta devoción, por personas que siguen sus vidas sin ti, ríen sin ti, son felices sin ti"
"…"
"¿Quieres que te diga algo que ya sabes? Todos esos aldeanos en la aldea que tanto valoras, celebraron tu desaparición, que para ellos tu muerte fue una bendición de que el chico demonio por fin se fue, ese maldito y doloroso recuerdo viviente de todo lo que perdieron ese día"
Naruto apretó sus dientes, golpeando sus manos contra sus oídos, en un vano intento de silenciar su voz, pero era inútil, lo seguía escuchando.
"Y todas esas personas que tanto amas, ¿Crees que ellos te extrañarán? ¿A un perdedor que no pudo hacer una simple misión? Mierda, ¿incluso sabes si todo el grupo de mocosos que fue a buscar el Uchiha está vivo? Seguro todos murieron, como tú también debiste hacerlo, tú tenías que estar muerto"
"…"
"No importa a dónde vayas, que tanto te esfuerces, tu siempre sufrirás, perderás, y verás a las pocas personas que te importan morir… porque siempre fuiste débil"
######## 57 días ########
Había logrado superar el hambre.
Controlando su cuerpo, para retener lo poco que le quedaba en su estómago, y aunque la sensación de su boca seca, y constante dolor de estómago, no podía moverse un solo centímetro, por temor a perder el control.
Y morir.
Con una mirada sombría, Naruto siguió con el ciclo sin fin en su interior, como si lo congelara en el tiempo.
Era una sensación horrible.
"Solo estás perdiendo el tiempo"
"…" la reacción de Naruto, fue muy diferente a cualquiera que tuvo con sus anteriores alucinaciones, la persona que estaba ante el, despertaba un sentimiento de furia, que hacía su sangre hervir.
"No lo lograrás dobe"
"Sasuke…" crujiendo sus dientes, el Uzumaki abrió lentamente los ojos, para ver a la persona que alguna vez considero su amigo, su rival.
"Naruto" los ojos del Uchiha brillaban con el legendario Sharingan de tres aspas, su apariencia era muy diferente, usando la marca de maldición en todo su esplendor, mostró esa apariencia que solo se podía llamar demoníaca.
Piel gris como la de un muerto, con grandes manos que salían de su espalda y casi parecían inmensas alas.
"Siempre luchaste por razones equivocadas, y está no es la excepción, tu no sabes cuándo parar" sus palabras estaban cargadas de burla y veneno, burlándose del intento de su rival.
"Nunca tuve que hacerlo" Naruto le devolvió la mirada con frialdad, el solo ver su cara, lo hacía sentir las emociones en su interior alborotarse.
Furia.
Odio.
Frustración.
Rabia.
Todo eso le dejaba un sabor tan amargo de tragar.
"Y por eso estás aquí, sufriendo en un mundo desconocido, ¿Nos reemplazaste por ellos? Es casi irónico que aun así el resultado sea igual" Con una sonrisa arrogante, Sasuke hizo que las manos en su espalda se movieron, y dejara ver una silueta detrás de él.
Naruto sintió su corazón latir con fuerza al verla.
"Azula…"
Su rostro.
Sus ojos.
Su cabello.
Se veía tal como la recordaba.
"…" Ella ni siquiera se molestó en hablar, solo se quedó mirando la expresión del Uzumaki, que sintió una amarga sensación al ver como ella embozo una sonrisa.
Una que conocía demasiado bien.
Se veía exactamente igual, a la que tenía el Uchiha.
"Tu peleas por personas que jamás pidieron ser salvadas Naruto"
"…" los ojos del Uzumaki se oscurecieron, viendo como ellos dos se paraban uno junto al otro, compartiendo su sonrisa.
Malicia.
Arrogancia.
Hambre de poder.
Tuvo que verlo durante lo que parecieron ser horas, días y semanas.
######## 200 días ########
Naruto ya no sabía cuándo tenía los ojos abiertos o cerrados, cuando respiraba y cuando no.
Si el lugar parecía más grande o más pequeño, lo más terrorífico fue las veces que sintió que las paredes se acercaron y casi podía sentir que lo aplastaba.
Segundos.
Minutos.
Horas.
Días.
Semanas.
Meses.
¿Años?
¿Cuánto tiempo había pasado?
¿Cuándo todo terminaría?
"¿Estoy vivo?"
Esa pregunta hizo que perdiera la concentración, y sintiera todo el paso de todo ese tiempo que no comió, que no bebió, que no se movió, fue una sensación peor que la muerte.
"¿Estoy vivo?"
Él se lo preguntaba a sí mismo una y otra vez.
Temeroso de saber, que ahora estaba muerto, de que había fallado, de que sin importar cuánta voluntad o determinación haya puesto, no fue suficiente para pasar esta prueba.
Quería llorar.
Quería caer.
Solo quería… rendirse.
"¿Estoy muerto?"
"No"
El dolor significaba vida, y se había vuelto insoportable cuando por un segundo perdió la concentración, y todo su cuerpo parecía palpitar, y sangrar por cada orificio de su rostro, haciendo que se ahogara con su propia sangre.
Aún en su estado, este fue un dolor que lo hizo sonreír, estaba vivo.
"Uzumaki Naruto no muere, ni muchos menos rendirse"
"¿…?" Naruto abrió con pesadez sus párpados, levantando su cuello para ver a la última persona que pensó ver en este lugar.
Vio personas que amaba.
Vio gente que odiaba.
Que lo enojaban.
Que lo hacían sentir desesperanza.
Y ahora, lo estaba viendo a el.
De su edad.
De su altura.
Cabello.
Lo única diferencia que veía, ante la copia exacta que estaba ante el, eran sus ojos, negros como la noche, con pupilas rojas brillantes, era como verse en un espejo retorcido, de una realidad extraña.
"Hola hermano"
"Hola" saludo con toda la calma del mundo el adolescente, que no se veía afectado por verse a si mismo, no luego de todo lo que había visto en este lugar, "Pensé que me vería un poco más alto"
"Si, yo también, la decepción es mutua" dijo con sequedad el clon, si es que se le podía llamar así, "No tengo que presentarme, tu sabes quién soy"
"Si… una alucinación"
*Golpe*
Eso no lo había esperado.
Naruto fue derribado de una dura patada en su rostro, que lo mando a caer en el estanque, se hubiera hundido como una roca, sino fuera por la mano que lo tomo de su cabello, para sacarlo del agua y estrellarlo contra el suelo.
"¿Eso se sintió como una alucinación perra?"
"Hijo de puta" Naruto escupió una gran cantidad de sangre, ni siquiera pudo defenderse cuando fue arrastrado por el suelo, hasta el centro de la plataforma de roca.
"Es la madre de ambos idiota, acabas de insultar a nuestra madre" empujando al adolescente demacrado, se sentó junto a el, "Yo soy lo que tu jamás has sido, inteligente, racional y realista, soy esa parte que odiaba cada vez que nos escupían y trababan como basura, soy quien lloraba de niño por el hambre y frío, soy alguien quien siempre está enojado"
"Más bien un resentido" escupió Naruto, que como pudo se sentó, para estar frente a frente con este extraño ser, que de alguna forma era físico.
¿Un clon se sombra?
¿Había recuperado su chakra?
¿Podía golpearse a sí mismo?"
"Y tu eres una basura" La mirada del lado más oscuro del Uzumaki, reflejaba furia y frustración, dos emociones que siempre el original oculto, "Mírate, tu eres el que se deja escupir, el que se deja golpear, tu y yo somos muy diferentes, yo hubiera huido de la aldea, vivir la vida que merecíamos tener, intentando una y otra vez hasta encontrar un lugar que podamos llamar hogar"
"Yo no huyó"
"¿Por qué? ¿Eso te hace valiente? ¿Te hace fuerte? No, solo te hace un estúpido, que no lucho por querer algo mejor, lucho por una aldea llena de gente de mierda"
"No, no podemos huir de los problemas"
"¡¿Problemas?! ¡Ellos eran lo que tenían un maldito problema contra nosotros! Contra un niño que jamás pidió esto, no, a ellos no le importaba nuestra carga, solo querían sacar todo su odio contra nosotros, y ese viejo de mierda lo sabía, el Sandaime nos mintió en la cara"
"¿Qué?"
"Quita esa mirada, aún con tu cabeza vacía lo sabes, sabes que ese anciano decrépito pudo hacer más, hacer que nadie sepa quién fue el jinchiruki, ponernos en un mejor lugar que un orfanato lleno de gente de mierda, ser más firme, ¡Demostrar que era un maldito Kage! ¡Que su palabra valía más que las quejas de esas perras que manejaban ese sucio orfanato!"
"…"
"Pero no, el solo nos apartó y nos dijo, 'Aguanta', ¿Aguanta? Decirle eso a un maldito niño de cinco, que no sabe cómo mierda funciona el mundo, nos llenó la cabeza de tonterías, ¿Ganarnos el aprecio de la gente? ¿Ser aceptados? ¿Voluntad de fuego? En vez de toda esa porquería, nos hubiera dicho quiénes eran nuestros padre y madre, que… siquiera nos diga en que tumba ir a llorar por ellos"
"…"
"Kakashi siempre nos dijo que nunca se abandona a un camarada, que aquellos que abandonan a sus camaradas son peor que la escoria, pero mira dónde nos dejó, enseñarnos unos ejercicios, un concejo de mierda y luego una palmada en la espalda, dejándonos bajo el cargo de un Jounin inepto, ¿Dónde quedó la camaradería?"
"Deja de hablar"
"Y luego está Jiraiya, ese viejo de mierda, tuvimos que ir detrás de el, regarle como mendigos por ayuda, ¿Era eso necesario? ¿Rogar? ¿Qué nos quite nuestro dinero? ¿Qué nos trate como estúpidos? Se supone que sería nuestro maestro, se supone… que sería diferente"
"¡El nos ayudó! ¡Nos enseñó más que nadie!"
"¡Si! ¡El Rasengan! ¡Invocación! ¡Nunca te conformes con poco! ¡Se supone que el era un maldito Sannin! ¿Quién fue el que estuvo horas practicando y tratando de adivinar lo que hay que hacer? Creyendo que nosotros somos genios, que con solo ver ya sabemos que hacer, pero no, el se fue a ver putas y beber, eso es más importante que nosotros"
"No, el… el"
"¿Recuerdas lo que decía Kiba? Cómo su sensei siempre se tomaba el tiempo para ayudar a cada uno de ellos, el como siempre estaba dispuesta a escuchar sus problemas, el cómo apoyaba a Hinata"
"…"
"Gai-sensei, solo mira lo que hizo con Lee, lo trata como si fuera su hijo, y con lo fuerte que son Neji y Ten ten, no dudo que el estuvo siempre presente"
"…"
"¿Cuántas veces vimos en ese restaurante? A Ino, Shikamaru, Choji y su sensei, hablando, riendo, comiendo, ¿alguna vez nuestro equipo hizo eso?... No te has preguntado, ¿Qué se siente tener un buen maestro? ¿Buenos camaradas que darían tu vida por ti?"
"Te equivocas… Sakura… Sasuke… ellos"
"Una que nos trató como basura, y el otro un infeliz, que escupió sobre nuestra amistad, y si, lo dirás, él nos salvó el cuello contra Haku, y nosotros a el de Gaara, ¿Cómo terminó nuestra rivalidad? El muy hijo de perra nos atravesó el pecho sin dudar, nos quiso matar y casi lo logra…" su mirada reflejaba oscuridad e irá, una que llevaba contenida demasiado tiempo, "Si llegamos a encontrarnos con el de nuevo, no cometeremos el mismo error, lo vamos a matar"
"¿Qué quieres?"
"Lo que tú, pero a mi manera" un aura oscura afloro en la copia, que se empezó a extender por toda la cueva, llegando hasta Naruto, que se mantuvo quieto mientras la oscuridad lo iba envolviendo, "Todo se hará a mi manera, sin piedad, sin bondad, sin fallos, sin fracasos"
Naruto podía sentirlo, como si el estuviera perforando su cráneo, entrando en el.
"Haremos las cosas bien, y nada quedara de lo que amenace lo poco que tenemos, la nación del fuego, el señor del fuego, Shouku… Azula…"
"¡…!" Naruto lo sintió, como si todo el mundo se hubiera sacudido y roto a su alrededor, dejándolo caer en una caída que no tenía fin, como hundirse en el más profundo de los mares, cegado e inmóvil.
"…" el otro Naruto dio un suspiro de resignación, al ver el cómo su otro yo, se tambaleaba, y caía lentamente hacia adelante, el lo atrapó de sus hombros, para evitar que cayera, "Me rendí de intentar hacer las cosas por las buenas, puedes estar tranquilo, yo cuidare de nosotros desde ahora"
Había pasado demasiado tiempo suprimido, el siempre había estado, vivido todo lo que el vivió, cada derrota, cada victoria, cada caída y cada vez que se levantó.
Él lo vivió.
Y aguantó.
Pero se había cansado, ya se rindió de ver cómo se dañaba a si mismo, en un vano intento de salvar a todo el mundo.
El no quería salvar el mundo.
Se quería salvar a si mismo.
No más dolor.
No más sufrimiento.
No más.
Naruto sostuvo al original en sus brazos y lo bajo suavemente, para dejarlo en el suelo, con su mano volviéndose negra con la noche, la hundió el pecho del original.
"Es hora de rendirte hermano, este camino que tomamos, siempre estuvo destinado a fracasar" pensó mientras avanzaba más, hasta llegar al corazón del original, era hora de volver a ser solo uno.
Cómo cuando eran solo un niño.
El reflejo se quedó mirando a la nada, cuando de forma inesperada, un puño golpeó su rostro, un golpe tan débil y frágil, por parte de un serio Naruto, que volvió a abrir los ojos.
"¿Rendirse?" con una sonrisa de desafío en sus labios, el original tomo la muñeca de su reflejo.
Que, con una mala mirada, exprimió el corazón, o al menos lo intento, tarde se dio cuenta de que el saco la mano de su pecho, y fue empujado lejos de él.
Frunciendo el ceño, el reflejo se puso de pie, al igual que el original.
Los dos seres que alguna vez fueron uno, se miraron mutuamente un largo tiempo.
"¡No hagas está más difícil hermano! Tu viste tu oportunidad y solo nos has arruinado la vida" apretando sus dientes, el reflejo oscuro se lanzó al ataque, dando un derechazo que dio de lleno contra el rostro del original, que cayó con pesadez contra el suelo.
Para volver a levantarse de nuevo.
Con venas que se marcaron en su frente, el reflejo camino hasta el original, y lo empujó contra el suelo, para darle varios golpes en la cara.
En la cueva, solo se escuchó el sonido de la carne ser molida por demoledores golpes.
Que termino con un último golpe, que está vez fue recibido por el reflejo, que recibió un cabezazo que lo hizo caer hacía atrás.
De forma lenta y torpe, los dos volvieron a levantarse.
"Rendirse" Naruto escupió a los pies de su contra parte, dándole una mirada de decepción, "Tu no eres una ilusión, ni mi contra parte, solo eres una mala mentira"
"¡Tu!" esas palabras no le hicieron gracia al reflejo, que estallo en cólera, para correr contra el original, "¡Vas a ser nuestra ruina!"
Esta vez el reflejo no pudo conectar un golpe, en cambio recibió uno en su rostro, que lo mando a volar y caer con pesadez contra el suelo de nuevo.
"Dices que te rindes, que te cansaste de la mierda de vida que nos tocó…" Con un suspiro, Naruto se tambaleo, el dolor del hambre y músculos atrofiado era mejor que ver lo que estaba viendo.
Un Naruto que se había rendido.
Que tomaría el camino fácil.
Que culparía al mundo por la vida que le tocó.
"… que débil"
"¡Tu no aprendes! ¡¿Verdad?!"
"Lo hice, sé que uno no elige la vida que nos toca, no elige donde nace, ni las personas que lo rodean, y el trato que nos darán, no podemos elegir… podemos mejorar"
"Eres un estúpido"
"El más grande de todos, uno que nunca se rendirá, ni tu tampoco, levántate y pelea, porque solo uno saldrá de esta cueva"
De forma inevitable, ambas contra partes corrieron uno contra el otro, para chocar en un fuerte estruendo que se pudo sentir en toda la cueva.
Una larga batalla había empezado.
######## ¿ ? ########
La roca fue teñida de rojo, por la sangre que aún corría y goteaba hasta las aguas vírgenes, que fueron manchadas de un rojo carmesí que lentamente se iba esparciendo por todo el estanque.
En medio de la roca estaba tirado el cuerpo mal trecho de un silencioso Naruto, que tenía la mirada perdida, viendo fijamente el techo.
Había algo extraño en sus ojos, uno de ellos era completamente negro, con su pupila dilatada que brillaba de un fuerte color rojo.
La luz y la oscuridad, dos lados que luchaban dentro de un mismo cuerpo, que solo se quedó desplomado contra el suelo.
Con sus párpados pesados como plomo, el adolescente cerro sus ojos por lo que parecía solo un segundo, cuando los había abierto de nuevo, noto confundido nubes de tormenta sobre su cabeza, y gotas de lluvia que caían sobre su rostro.
Como si fuera un títere, su cuerpo trono como cristal y sus huesos rechinaron como metal oxidado cuando se puso de pie, tambaleándose sobre sus propios pies.
Solo empezó a caminar sin rumbo.
¿Qué estaba haciendo?
¿Por qué estaba aquí?
¿Quién era él?
Sentía como si hubieran vertido ácido en su cráneo, y todo lo demás hubiera fallado.
No sentía su cuerpo.
No sentía dolor.
Ni siquiera sentía el latir de su propio corazón.
Al final, luego de caminar lo que parecieron horas, termino cayendo cuando sus pies tropezaron y su cuerpo se desplomó contra el suelo en un sonoro y desagradable golpe.
Lentamente movió sus brazos como pudo y se levantó poco a poco, para arrastrarse hasta lo que parecía ser una pared, llegando hasta ella, pudo apoyar su espalda y sentarse, para dar el suspiro más largo y pesado que haya dado en su vida.
"¿Hola?"
Sus ojos nublados por un segundo se enfocaron, cuando sus oídos captaron una pequeña y débil voz.
El hablar fue una tarea imposible, después de lo que parecieron años de no decir nada, ahora mismo sus cuerdas vocales parecían estar cortadas.
"¿Quién está ahi?"
"…" moviendo su mandíbula un par de veces, por fin pudo recordar cómo se podía hacer algo tan simple como el respirar, "Nadie…" el no pudo evitar reírse entre dientes por una respuesta cómo esa, recuperando lentamente lo que creyó perdido, pudo tener la suficiente fuerza para sentarse y ver lo que tenía al frente.
Estaba lloviendo con intensidad y por instantes el cielo era iluminado por relámpagos.
El lugar en el que estaba, era un sucio callejón, y por las luces que podía ver desde afuera, al parecer estaba en una especie de ciudad, ya ni siquiera se molestaría en pensar en qué tipo de ilusión tendría ahora, estaba demasiado cansado.
Su mirada viajo de un lado a otro, hasta centrarse en lo que había ante él, una caja de cartón que servía para alguien que buscaba refugió de la intensa lluvia que no daba tregua.
Los ojos se agrandaron al ver una cabellera rubia y unos apagados ojos azules, que se asomaba de forma precavida en la entrada de la caja.
"Hola…" Naruto no había esperado encontrarse con su versión de cinco años, y haciendo memoria este momento era luego de haber pasado varios días fuera del orfanato cuando lo echaron, "¿Es tu casa?"
"Que te importa"
"Definitivamente soy yo" el no pudo evitar el reír, en ese tiempo desconfiaba de hasta su propia sombra y el ser grosero ya es parte de su personalidad.
"Este es mi callejón"
"No veo tu nombre en el"
"¡Largo de aquí!"
"Mierda niño, no grites, siento que me va a estallar la cabeza" gruño con pesadez, no recordaba que tuviera la voz tan chillona de niño.
"…" el niño se asomó un poco más y pudo notar el estado del extrañó ante el, casi pego el grito al cielo pensando que ante estaba uno de sus ésos monstruos de las películas viejas, "¿Eres un zombie?"
"No, solo alguien que tuvo un mal día"
"Oh…"
"…" Naruto levanto una ceja, al ver como de forma lenta pero segura, el niño salió de su caja, para caminar hasta un contenedor, el forcejeo un rato hasta que pudo empujarlo a su lado.
Subiendo con dificultad por el contenedor, abrió la tapa y la uso para cubrir al adolescente, que parpadeo un par de veces al dejar de sentir la lluvia caerle encima.
*Golpe*
Esa habilidad para subir, no la tenía para bajar.
El niño al intentar bajar se dio un duro golpe contra el suelo, por la cara que tenía parecía contenerse para no llorar.
Volviendo a su caja, el pequeño revolvió lo poco que tenía, para sacar una pieza de pan, que por lo duro que estaba le costó partirlo a la mitad. Si es que se podría llamar mitad, el mocoso se quedó con la parte más grande.
Sonriendo Naruto estiró su mano para tomar el pedazo de pan que le ofreció, aun cuando estaba tan duro como para romper una ventana y reseco, sentía que era lo mejor que había comido en su vida.
"¿Y tus padres?" pregunto de la nada, mirando fijamente al niño, que dejó de comer por un segundo.
"No tengo" respondió con indiferencia.
"¿Hermanos?"
"Tampoco"
"¿Un perro que te ladre?"
"No tengo suficiente para vivir por mismo, ¿Y quieres que tenga una mascota? Suena estúpido"
"Uy, qué amargado"
"Púdrete"
"Vamos niño, sino puedes sonreír al final del día, significa que lo desperdiciaste"
"Estas loco"
Él no podía entender como este extraño que parecía listo para ser puesto en una caja y ser enterrado, podía sonreír y parecer feliz, se veía tan mal.
Y su mirada.
"Niño… ¿Qué haces aquí?" pregunto con calma Naruto, viendo como el niño se movió en su caja, acomodándose en sobre una vieja manta, posiblemente preparándose para dormir.
"Sobrevivir en un pueblo de mierda" gruño con enojo, mientras sacudía su manta, apenas parecía mostrarse sorprendido cuando encontró una rata entre los pliegues de tela, con desinterés el la tomo de la cola y la arrojo a la calle.
"¿Pueblo de mierda eh?"
"Si, a veces siento que todo el mundo me odia, y los que no me ignoran"
"Yo no te odio… ni tampoco te voy a ignorar"
"…" el niño se quedó mirando un segundo con extrañes al hombre ante el, como si buscará algo detrás de sus palabras, al final parecía relájese y bajar la cabeza, "Eres el primero"
"Y no el último"
"No lo sé, hasta ahora no me está yendo bien en eso"
"Vaya, no solo eres un amargado, sino también un cascarrabias…"
"Al menos no parezco la fusión de una momia y un vagabundo"
"¿Ah? ¿Con que un bromista eh? Pues si, algo de comida no me caería mal" dijo con diversión el Uzumaki notando su estado, se veía peor de lo que se sentía en realidad, "Para basta de mi, dime niño, ¿Tienes sueños?"
"Nada que te importe"
"Vamos, no seas un cretino, pensé que éramos amigos"
"¿Amigos?" el niño ladeó la cabeza con desconfianza, pero el brillo en sus ojos también reflejaba anhelo, una contradicción interna que lo dejo un largo rato en silencio, "Yo no tengo amigos"
"Pues creo que eso me hace el primero"
"…"
"…"
"Supongo que sí…" murmuró en voz baja el pequeño, que tuvo que sonreír al ver la sonrisa del extrañó, que extendió su mano hacia él, "… amigo"
"Amigo…" fue tan extraño para el ese apretón de manos, el sentir la fría y pequeña que era la mano del niño, que poco a poco apretó el agarre en el apretón de manos, "Así que mi pequeño amigo, ¿Dime qué es lo que te alienta a levantarse de tu mansión de cartón?"
"Bueno…" el pequeño Uzumaki volteo para ver a la distancia algo, que aún en la tormenta y la lluvia se podía ver claramente.
Naruto siguió su mirada, para ver a la distancia la montaña de los Kages, el rostro de cada uno de los shinobis más poderosos que hayan pisado alguna vez este pueblo, por la eternidad sus rostros permanecerían talladas en la piedra.
"El Hokage una vez vino al orfanato…" comenzó suavemente el niño, que siguió mirando fijamente cada uno de los rostros de sus antiguos líderes, "Y dijo que el ser Hokage, es más que ser un líder y el más fuerte de la aldea, significa que todo el pueblo se vuelve tu familia, que debes proteger y a cambio tendrás su respeto y cariño, porque es eso lo forma una familia… yo, aunque no lo entienda del todo… quiero eso, quiero ser Hokage"
"…"
"…"
"…"
"Ja…"
"¿…?"
"¡Jajajajajajaja!"
"¡¿Por qué te ríes de mí?!" al pequeño no le gustó nada que ese extraño se riera de el, se riera en su cara.
Se estaba burlando de su sueño.
De lo que más deseaba en el mundo.
Fue como el mejor chiste que el haya escuchado.
Dejando de reír poco a poco, el adolescente moribundo dejo escapar un largo suspiro, y le dio una sonrisa triste al niño.
"No tienes que ser Hokage para tener una familia…"
"…" Para el pequeño niño de cinco años, esa frase fue algo que lo dejo desencajado, confundido y perdido.
"Tu vas a conocer personas, grandes personas con las que formarás grandes vínculos…" dijo con una voz suave Naruto, que paso su mano por sus ojos, cerrándolos y abriéndolos de nuevo.
Todos los estaban ahí.
Cada una de las personas que tenían un lugar especial en su corazón.
Ellos eran sus hermanos y hermanas, los padres y abuelos que jamás tuvo, e incluso había lazos que llegaban más allá de ese cariño familiar.
"Te espera un camino difícil Naruto…"
"…" el niño no esperaba que el dijera su nombre, ni mucho menos que él, se levantará para apoyar sus manos en sus hombros en un débil agarre, por la cercanía entre ambos, quedo en shock al ver sus ojos, se parecían demasiado a los suyos.
"Tu… vas a fracasar, vas a caer, vas a sufrir, vas a pelear y perder, vas a llorar… llegaran momentos tan difíciles que vas a querer solo rendirte…"
"…" El niño sintió una extraña presión en su pecho, al ver las lágrimas que brotaban de los ojos del extrañó, pesadas lágrimas bajaban de sus mejillas, que se mezclaban con las gotas de lluvia que caían sobre ambos.
"Pero…"
"…" el vio como entre esa mirada nublada de lágrimas de dolor, una sonrisa se formó en su rostro, una tan grande que parecía dividir su rostro y brillante como nunca había visto en su vida.
"También vas a reír, vas a divertirte, vas a ser feliz y vas a ganar, porque tú jamás dejaras de levantarte y seguir avanzando, peleando y luchando sin importar que obstáculo este en tu camino… para cumplir tu sueño"
"Tu… ¿Crees que pueda hacerlo?" pregunto con temor y duda el pequeño, que no creía que sería capaz de lograr seguir un camino como ese.
"Todos pueden hacerlo… tú, yo y cualquiera que tenga la determinación para siempre seguir y luchar…"
"…" el pequeño sintió un nudo en la garganta cuando el extraño envolvió sus brazos alrededor de el, en el abrazo más fuerte y cálido que jamás haya sentido en su vida.
"Yo creo en ti…"
"…"
"Sabes… hay una pequeña tienda de ramen, a la que tal vez quieras ir…"
"¡Si-i!"
Lentamente el adolescente soltó al pequeño, que tal y como lo pidió el extraño corrió hacia un restaurante de ramen que podía ver en la esquina de la otra calle, cuando iba a voltear a despedirse, se dio cuenta que ese hombre, que tenía los mismos ojos que el, se perdía en la oscuridad del callejón, no sin antes mover su mano en un gesto de despedida.
Con una sonrisa el niño volvió a darse la vuelta para correr hacia lugar, era extraño, ahora que la pensaba nunca había comido ramen.
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Chan
Channnnnn
Channnnnnnnnn
Channnnnnnnnnnnnn
Resúmen del capítulo: Es todo lo que desee ver en la cascada de la verdad de la isla tortuga.
CHAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU gente, y que dios los bendiga a todos ustedes y a sus familias.
Psd: ¿Qué me fume para hacer un capitulo como este? No se, estoy re loco XD
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