Capítulo 47: Toph vs Azula...

¡Feliz día del amigo!

Bueno, depende que país sean.

La verdad pensaba publicar el capítulo el viernes como siempre, pero bueno, el esfuerzo lo vale y mejor lo hago ahora, como un regalo para ustedes bola de pendejos, digo, mis amigos.

Así que recuerden, sin importar que tan solos se sientan, siempre podrán con su amigo, camarada, compa, hermano, el Zero crack.

Lector; ¿En serio? Hace semanas no respondes mis mensajes PM hijo de pu-

Zero: ¡Disfruten del capítulo!

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capítulo 47: Toph vs Azula…

El sol empezaba a elevarse a lo alto del cielo, dando el medio día.

Era un bonito día, que iba a ser arruinado por la tormenta que se asomaba en el horizonte, los relámpagos se podían ver a la distancia.

Aunque en un momento como este, el clima era el menor de sus preocupaciones.

Azula estaba tirada en el suelo, acaba de despertar, su expresión era sombría con marcas debajo de sus ojos, que aún estaban rojos, ella tenia sus manos y pies cubiertas de tierra, como su armadura.

"…" ella se quedó solo sentada, con una mirada vacía viendo las decenas de tumbas, todas ellas con piedras como sepultura, a excepción de una que tenía un garrote y una piedra, con un nombre inscrito en el.

'Yoko'

La princesa estuvo toda la tarde y noche, escavando y enterrando los restos que pudo recuperar, los maestros fuego carbonizaron los cuerpos, dejando solo sus cabezas.

Era lo menos que podía hacer, darles un descanso digno.

Levantándose, Azula se puso de pie, y miro sus manos, no se sentía mejor, sentía el asco y repudio, por si misma, por los soldados de su nación que hicieron esto.

Tragando su dolor y frustración, limpio las lágrimas que se asomaban por el borde de sus ojos, se puso de pie.

"Yo…" dando una última mirada a la tumba de la guerrera acorazada, busco las palabras para decir lo que sentía, "Lo siento…" se lamentó.

Apretando sus dientes y clavando sus uñas en sus manos, saco de su cinturón un cuchillo.

Se miro a si misma en el reflejo de la hoja, afilada y delgada, con su apretar un poco su pulgar contra el filo, ya la hizo sangrar.

La maestra fuego dejo de mirar el cuchillo, al mirar la persona que estaba ante ella, tuvo que bajar un poco la mirada, para encontrarse con sus ojos.

'Naruto' le dio una mirada triste a la chica, que vio como sus manos se acercaron a suyas.

El toque, se sintió casi real para Azula, que bajo lentamente el cuchillo, para dejarlo caer contra el suelo.

"Naruto…" el solo decir su nombre, hizo que un nudo se formara en su garganta, cerrando los ojos un segundo, los volvió a abrió y su espíritu casi se quebró, al ver que el ya no estaba.

Tragando su dolor, se dio media vuelta, y empezó a caminar, no queriendo mirar atrás, ella solo se fue caminando, mientras las nubes de tormenta oscurecieron el cielo, tapando los rayos del sol, haciendo que todo se vuelva mas oscuro.

Pasaron varios minutos en que la maestra fuego, solo camino sin una dirección fija, no quería volver a su hogar, solo quería irse, irse lejos de todo.

Lastima que no llegaría lejos.

Azula vio una sombra sobre ella y de inmediato salto hacia un lado, para evitar ser aplastado por una gran roca, lo que no pudo evitar fue ser tacleada, por alguien que la tomo de su armadura y la derribo contra el suelo.

La princesa abrió sus ojos con incredulidad, al encontrarse cara cara con alguien con quién no espero.

"Tu…"

"¡Yo!" Toph levantó su puño derecho cubierto de metal, haría lo que quiso hacer desde la primera vez que cruzo caminos con la princesa de la nación del fuego.

Destrozar su cara.

Por reflejo Azula desvió la cabeza hacia un lado, evitando el puño metálico, que se enterró en la tierra, reaccionando, ella tomo del hombro a Toph, y usando sus piernas, la pudo empujar encima de ella y arrojarla lejos.

De inmediato, la maestra fuego tuvo que disparar una poderosa llamarada de fuego, para partir un trozo de tierra del doble de su tamaño arrojado a ella.

Al mismo tiempo, Toph tuvo que moverse al sentir el calor en su rostro, levantando una pared que la protegió de la gran oleada de fuego azul, que una vez acabo, el muro se empezó a desmoronar.

Dejando a ambas chicas cara a cara.

El recuentro entre ambas, era algo que las dos sabían que sucedería, tarde o temprano, sería el día que cruzarían caminos, y solamente una sería la que sobreviviría de ese encuentro.

Azula y Toph se quedaron un largo tiempo solo en silencio, una frente a la otra a pocos metros de distancia, con una suave brisa que pasaba entre las dos, moviendo los mechones de su cabello, dejando ver sus ojos.

Blanco y dorado.

La maestra tierra no necesitaba ver, para ubicar el rostro de la mujer que más odiaba en el planeta, podía recordar cada detalle de ella, el palpitar de su corazón, su olor, su peso, sus pisadas, todo eso estaba grabada en su cerebro.

"Fue mucho el tiempo que estuviste escondida Azula…" la voz de la maestra tierra se llenó de veneno y odio, por solo decir su nombre.

"¿Me buscaste todo este tiempo?" Cuestionó la maestra fuego, que se mantuvo calmada dónde estaba.

"Cada maldito segundo que eh esperado, solo fue para llegar a este momento, el romper tu cráneo y verte morir"

"…" frunciendo el ceño, Azula pudo sentir como la tierra bajo sus pies parecía vibrar, la sed de sangre que tenía la chica ciega era más que obvia, "No voy a morir, no cuando ya se que es lo que tengo que hacer"

"¿Oh? Dices eso como si tuvieras una elección, tu perdiste ese derecho cuando lo traicionaste maldita perra" moviendo lentamente sus pies, Toph hizo que las placas de metal de su ropa y muñecas pareciera vibrar, con una expresión sombría, tomo posición de ataque, "Da una bocanada de aire y mírame bien, porque seré la última persona que tú veas"

"No quieres hacer esto…" los ojos de la maestra fuego tuvieron un brillo oscuro, ella no estaba de humor, estaba enojada, frustrada y sentía que en cualquier momento estallaría.

"Yo quiero hacer esto…"

"No me contendré, no me importa que seas tu"

"Lo se muy bien, nunca tuviste piedad ni bondad, los monstruos no lo tienen"

"…" los puños de Azula se encendieron en llamas, su expresión dejo de ser sombría y paso a ser uno de furia, "No me llames así…"

"¿Por qué? ¿Te duele la verdad? Eres un maldito monstruo, que mató a la única persona que creía en ti"

"¡Tu no sabes nada!"

"¡No necesito saberlo! ¡El creyó en ti y mira como le pagaste! ¡Los monstruos como tú…" el suelo debajo de ambas adolescentes empezó a temblar, como si hubiera un terremoto, apretando los dientes, Toph golpeó sus dos manos contra el suelo, "… merecen morir!"

Azula vio como el suelo bajo sus pies se separó, haciéndola caer a larga caída a una oscuridad infinita, por reflejo ella junto sus pies y disparo una llamarada de fuego, que la impulso hacía arriba.

Justo a tiempo, para evitar ser aplastada por el suelo que se volvió a unir en un fuerte choque.

Toph ladeo la cabeza con molestia, sabía que no sería tan fácil, tuvo que levantar un domo de roca a su alrededor, que la protegió de una lluvia de fuego, que le cayó encima.

Azula no pudo mantenerse más de algunos segundos en el aire, tuvo que aterrizar en el suelo, y apena sus pies tocaron el suelo, el domo de roca estalló en pedazos y la maestra fuego, tuvo que esquivar los trozos de roca que casi la golpean.

Tarde ella se dio cuenta que Toph ya no estaba a la vista, solo pudo jadear cuando de su espalda, se asomó su oponente, que la rodeo con sus brazos envueltos en tierra.

"¡AHHHHHHH!" Azula grito en agonía, cuando se vio en un abrazo mortal, por parte de la maestra tierra, que la apretó con tanta fuerza, que ya podía sentir sus huesos fisurarse.

"Esto solo es una probada del dolor que el sintió Azula" murmuró Toph al oído de la princesa, que grito más cuando la fuerza del agarre aumento.

Azula tuvo que actuar rápido, y ladeo la cabeza para escupir fuego y casi quemando el rostro de la chica ciega, que no espero eso, y tuvo que soltarla para apagar el fuego en su cabello.

Toph no dudo dos veces, en tomar parte de su cabello en llamar y arrancarse los mechones, arrojándolos aun lado.

"Perra…" gruño la bandida ciega, que no estaba molesta por perder parte de su cabello, estaba enojada que esa chica aún siguiera de pie.

"Ahgg…" Azula tuvo que mover sus brazos y respirar hondo, casi sintió que le rompió la espalda y brazos, parándose erguida, estrecho su mirada y actuó.

Toph se puso de inmediato en guardia, cuando la maestra fuego empezó a moverse, de inmediato noto lo rápida que era, tal vez no tanto como Aagn, ni mucho menos Naruto.

Pero, si lo suficiente para ser un problema.

Levantando un muro de roca, lo golpeó varías veces y rocas volaron contra Azula, que, con una agilidad y coordinación increíble, pudo esquivar las rocas e incluso soltar y usarlas de apoyo, para pasar sobre el muro.

Para caer frente a la bandida ciega y darle un derechazo con su puño cubierto en llamas.

"¡Agghh!" Azula sintió como un par de sus dedos se rompieron, cuando golpeó los brazos cubiertos de metal de Toph.

Bloqueado ese golpe, la maestra tierra la tomo de la armadura y la lanzo contra pared.

Con sus manos cubiertas de metal, Toph le dio una lluvia de golpes a la maestra fuego, que se quedó sin aire, por el primer golpe en la boca de su estómago, otro en su rostro que reventó su labio superior y un tercero en pecho que la enterró en la pared de roca.

Dejando a la maestra fuego casi fuera de combate, la chica ciega la tomo de su cuello y apretó su agarre, para cortar el aire.

"No te duermas… aún queda mucho que hacer" Uno de los brazaletes de Toph tomo forma recta, y se volvió una barra que iba a ser enterrada en el pecho de Azula.

Que abrió levemente sus ojos, tomando la muñeca de la maestra tierra evito ser apuñalada, y le dio un cabezazo a Toph, que retrocedió con sangre saliendo de su nariz rota.

Chocando sus manos, Azula disparo una oleada de fuego, que obligó a Toph a protegerse por un domo de tierra, que desgraciadamente se fue fundiendo rojo.

Con su escudo perdido, la adolescente ciega apenas pudo reaccionar para cubrirse de un estallido de fuego que la mando a volar varios metros, en una bola de fuego.

De inmediato ella golpeo sus puños contra el suelo, levantando una gruesa capa de polvo, que sofoco el fuego que la envolvía, aún así, las marcas que quemaduras en su ropa y cuerpo eran más que notorias.

Ambas se pusieron de pie, cada una herida a su forma.

Azula que sentía el rechinar de sus huesos por cada movimiento que hacía, sus músculos palpitaban de dolor, y le costaba respirar, la posibilidad de que la maestra tierra le haya roto algunas costillas era posible.

Por su lado, Toph tuvo que arrancar las mangas quemadas de su traje, dejando ver las quemaduras en su piel, que se torno roja, y se extendían en varias zonas, como su rostro, el ardor era molesto y el moverse incómodo.

Aún así, seguía más que dispuesta a pelear.

Arrastrando sus pies, Toph hizo que varios pilares empezaran a brotar de todas partes, elevándola a ella del suelo.

Azula apenas pudo saltar y moverse entre los pilares, que hacía que fuera más difícil de golpear con sus llamas a su oponente, que, aunque ahora tenía con que cubrirse.

Se arriesgaba a no poder verla.

Sabiendo de la ceguera de la chica, la princesa hizo que el fuego ardiera en sus manos, y empezara a disparar.

Toph dejo de moverse, al escucho el sonido del fuego golpear y quemar los pilares, todos de diferentes lugares arbitrarias, que hicieron que ella apretara sus dientes.

"¡Ahí estás!" de sus muñecas salieron disparadas varias barras de metal, que incluso perforaron los pilares de tierra.

Ella sonrió al escuchar el perforar del metal contra otro.

Sin embargó, su sonrisa desapareció, cuando solo escucho el caer de la armadura magullada y perforada de la maestra fuego, que había desaparecido del campo de detección de la maestra tierra.

"¡AHGGGGGG!"

Que tuvo que gritar, cuando una bola de fuego le dio de lleno en la espalda, quemando su ropa y piel.

No pudo contratacar, cuando escucho pasos y recibió un duro derechazo en su rostro, el puño en llamas de Azula quemó el rostro de Toph, que se negó a caer, y la tomo de la muñeca.

La princesa no espero la fuerza bruta de la pequeña niña ciega, que la arrastró y le devolvió el golpe, con unos nudillos metálicos en su puño izquierdo.

Azula casi sintió que su mandíbula fue arrancada de su cráneo, aturdida y perdida por ese golpe, casi cayó hacia atrás.

Una pared de tierra la detuvo, una pared que casi la aplasta.

Disparando fuego de sus pies, ella pudo elevarse pocos metros del suelo, y de inmediato empezar a caer, cuando fue tacleada por Toph, que corrió y envolvió sus brazos alrededor de Azula, para estrellarla contra el suelo.

La princesa tuvo que resistir el impulso de gritar, cuando fue tirada al suelo, y recibió una lluvia de golpes a mano limpia por parte de Toph, que tiñó sus manos con sangre.

Azula intento cubrirse con sus brazos, pero ella la seguía golpeando, haciendo que sangre brotará de su frente, boca y mejilla hinchada.

"¡El confío en ti!" Toph saco todo ese resentimiento, todo ese enojo que había tenido que contener durante meses.

"¡…!" Azula pudo tomar de las muñecas a la maestra tierra, y girar en el suelo con ella, para también empezar a golpear su rostro, pero fue lanzada lejos de ella, cuando recibió una dura patada que la mando a volar.

Escupiendo sangre y parte de un labio roto, Toph se levantó de inmediato, respirando con pesadez y lentitud, llevo su mano a su rostro, la sangre no dejaba de brotar de la herida en su ceja y mejilla derecha hinchada.

Arrastrando sus manos por la tierra, Azula se levantó, el crujido de sus costillas la hicieron caer de espalda de nuevo, el dolor hizo que casi quedara paralizada, aún así se puso de pie.

Una vez más, las dos quedaron frente a frente, agotadas y heridas.

"Todos se lo dijimos…"

"…"

"Dijimos que no tenía que confiar en ti…"

"…"

"Pero… el decía que creía en ti, que veía algo que nosotros no… incluso… dijo que le gustabas" murmuró con sequedad Toph, que aún sino lo quisiera, su rostro reflejaba dolor, no por sus heridas, sino por la verdad, "El te amaba…"

"…" Azula sentía como si alguien hubiera metido su mano a su pecho, y apretara su corazón en un agarre de hierro, que la haría sangrar.

"No lo entiendo…" Toph quería seguir peleando, quería seguir hasta solo una quedé de pie.

Pero, también quería saber el porque.

"…"

"¿Por qué le diste la espalda a la mejor persona que hayas conocido en tu vida?"

"…"

"El… desde el primer día, me trató con el respeto e igualdad que siempre quise, me dio la oportunidad de ir a una gran aventura lejos de casa, me mostró lo grande que es el mundo…"

"…"

"Y lo divertido que es la vida…"

"…"

"No tienes idea… de cuánto te odió Azula, incluso antes que lo traicionaras yo te odiaba, por tener el corazón de la persona que fue mi primer vínculo especial…"

"…" Azula levanto la cabeza de inmediato, con sus ojos abiertos mirando la expresión sombría de la bandida ciega, que aún con sus ojos ocultos por su cabello, podía ver las pequeñas lágrimas bajar por sus mejillas.

"Yo lo amaba…"

"…"

"¿Qué valía más que su vida Azula? ¿Tu maldito título de princesa de la nación del fuego? ¿El respeto del bastardo que llamas padre? ¡Dime qué es lo que valía la vida de alguien como Naruto!"

"¡Mi madre!"

Azula ya no podía contenerlo, su corazón le dolía tanto, por los sentimientos de arrepentimiento y dolor que la carcomía por dentro, ya sentía que estaba al borde del colapso.

"¡Ella me prometió poder ver a mi madre! ¡La mujer que me dijo monstruo desde que era niña! ¡La mujer que siempre mi miraba con repulsión y miedo! ¡La mujer que me miraba con el mismo odio con el que miraba a mi padre!"

"…"

"Yo… solo quería verla una vez más" la voz de la princesa se fue quebrando, y ya no podía contener las lágrimas que brotaban de sus ojos.

"¿Podrás verla a los ojos? ¿Sabiendo todo lo que hiciste?"

La expresión y voz de Toph se volvieron dura como la roca.

"Tu no lo entiendes, no sabes lo que es vivir con la carga de ser perfecta, el tener que vivir con el peso de que tienes que elegir a quien de tus padres tendrás que enorgullecer, sabiendo que el otro te rechazara, te odiara y despreciara"

"…"

"Yo no quería nada de esto, nunca quise que el se acercará a mi"

"¡¿Y tú crees que Naruto si?!"

Toph estalló en furia, ella se atrevía a decir que no quería nada de esto, escupiendo sobre su memoria, sobre lo que el sintió e hizo.

"¡Me importa una mierda los problemas que tengas con la puta de tu madre! ¡El momento en el que más te necesito! ¡Tu lo traicionaste! ¡Tu lo mataste!"

Azula apenas pudo dar un paso atrás, cuando Toph golpeó sus muñecas, las últimas pulseras de metal que le quedaban, se volvieron barras afiladas, que salieron volando contra la princesa.

Que se quedó en shock, cuando una de esas barras metálicas se clavo en su estómago, y otra en su hombro.

Volando hacia atrás, cayó con pesadez contra el suelo en un golpe seco.

"Yo… ¿Voy a morir?" se preguntó a si misma la princesa, al sentir la cálida sensación de la sangre bajar de su estómago y hombro, "No…"

Toph casi pensó que se terminó, hasta que escucho un sonido eléctrico, que hizo que sus ojos se abrieron y se diera la vuelta.

Levantando su cuerpo como pudo, Azula se puso de pie para empezar a moverse, aún con la herida de su estómago y hombro, repitió los pasos que repitió ya tantas veces.

El brillo en sus ojos dorados, era solo de odio contra Toph, que sabía que no podía esquivar un ataque como ese, así que tuvo que moverse para evitar que lo disparara.

Todo fue en cámara lenta, cuando las puntas de los dedos de Azula, brillaron por la electricidad que viajaba por todo su cuerpo.

Toph y Azula quedaron a pocos metros de una de la otra.

Toph que intento llegar hasta la princesa y matarla, antes que pudiera disparar el relámpago contra ella.

Azula que tenía sus dedos apuntando contra el rostro la chica ciega, con chispas que empezaron a emanar de su mano.

La distancia fue cada vez más corta, poco a poco el choque entre ambas dobladores fue inevitable.

Odió.

Una emoción poderosa, que impulsaba a ambas, aún con sus heridas, el cansancio, la fatiga, nada de eso importaba para ninguna de las dos, que no pararían hasta que uno de las dos caiga.

El tiempo se detuvo para las dos, cuando los dedos de cada una, rozó los de la otra.

"Porque yo creo en ti, creo… no, estoy seguro de que eres una buena persona"

Azula perdió la concentración, ella lo había escuchado, como un suave susurro a su oído, que la distrajo a hizo que su ataque se desestabilizara, y terminara explotando entre ambas adolescentes, que salieron volando a direcciones opuestas.

La caída fue dura, para las dos.

Solo el cielo, había sido testigo de la gran batalla que había llegado a su fin.

Azula tardo varios segundos en volver a reorientarse, las gotas de lluvia que cayeron sobre su rostro, hizo que abriera sus ojos, y jadeara de dolor por no poder moverse.

Lentamente bajo la mirada, y apretando los dientes tomo la barra de hierro clavada en su estómago, y se la quito, estaba acostumbrada al dolor.

Arrojando el hierro de lado, se quitó también la de su hombro, de inmediato se arrancó una de las mangas, para apretarla contra la herida de su estómago, si perdía demasiada sangre, moriría.

Lentamente se puso de pie, para empezar a caminar.

"¿A dónde vas?"

Azula se detuvo en seco, y se dio lentamente la vuelta, para ver a una sombría Toph de pie, la explosión eléctrica hizo que perdiera parte de su traje, dejando parte de su pecho expuesto, dejando ver algo que hizo que los ojos de la princesa se estrecharan.

El brillante collar colgando alrededor del cuello de la adolescente ciega, hizo que Azula apretara sus puños.

Toph intento dar un paso, pero termino cayendo de rodillas, sangre goteaba de sus orejas, el estallido de sonido que provoca un relámpago, hizo que ella perdiera temporalmente la capacidad de escuchar.

Estaba condenada, aún cuando podía sentir a través del suelo las pisadas de Azula, le costaba ubicarla, por primera vez en mucho tiempo, estaba completamente ciega en todos los sentidos.

"…" Azula se inclino en el suelo, para tomar la barra de metal que estuvo en su estómago, y lentamente empezó a acercarse a la maestra tierra, que aún trataba de orientarse.

"¡Ahhgg!" Toph escupió sangre, cuando recibió una dura patada en su estómago, que la hizo quedar boca arriba, no pudo hacer nada cuando la maestra fuego se sentó en su estómago y apretó algo afilado contra su pecho.

Apretando el agarre en la barra ensangrentada, Azula lo apretó contra el pecho de la chica ciega, ella sabía lo que tenía que hacer, tenía que matarla ahora, si la dejaba viva, vendría de nuevo para cumplir su venganza.

Tenía que hacerlo.

Mátala…

Mátala…

Mátala…

¡Mátala!

¡MATALA!

"¡Ahhhhh!" con un grito de furia, Azula arroja la barra aún lado, respirando con pesadez y ya pálida, sintió como sus fuerzas las abandonaban, y cayó encima de Toph.

La princesa se quedó un largo rato, mirando el rostro de la chica ciega, que estaba a nada de caer inconsciente.

"El… no lo merecía…" a Toph aún le quedaban las fuerzas para murmurar algunas palabras, "… no tenía que morir"

"…"

"El lo hubiera dado todo para hacerte feliz…"

"…"

"… incluso haber hecho lo imposible para que te reencuentres con tu madre…"

"…"

"Lo tiraste todo a la basura Azula"

Azula no dijo nada en un largo tiempo, se puso de pie y se quedó mirando a la chica en el suelo, que cerró los ojos, quedando inconsciente bajo la lluvia, que se volvía más intensa a cada segundo.

La princesa termino cayendo de espaldas, junto a la maestra tierra.

El tiempo fue pasando, y la lluvia cayendo sobre ambas dobladoras.

"¡Princesa Azula!"

El suelo se sacudió ante la llegada de un vehículo acorazado de la nación del fuego, del que bajaron varios soldados mandados por el mismo príncipe Zuko, para socorrer a la princesa que llevaba dos días desaparecida.

Azula no se molestó en mirarlos, se dirigió directo al vehículo acorazada, dónde la esperaba médicos que de inmediato empezaron a tratar su herida.

"Déjenla"

Pero antes que la puerta se cerrará, detuvo a los soldados que se iban acercando a Toph, para revisarla, si estaba viva sería su prisionera, y la llevarían directo a la capital de su nación, para sacarle toda la información, de un modo u otro.

Y si estaba muerta, bajo las órdenes de la general Siu, se debe de hace hacer una demostración, de lo que la nación del fuego, hacia con las personas que estaban en su contra.

Está no sería la excepción.

"Esta muerta" Azula le dio una mirada penetrante y oscura a los soldados, para que no se atrevieron a dar un paso más, "Me importa poco las órdenes de la general Siu, nos vamos ahora"

Sabiamente los soldados decidieron hacer caso a la princesa, y todos subieron aborde del vehículo acorazado, que lentamente fue cerrando sus compuertas.

Antes que se cerrara por completo, Azula miro por última vez a Toph.

La princesa sintió como sus párpados le pesaban, la perdida de sangre hizo que se desmayara, para pánico de los médicos, que gritaron para que el vehículo fuera mas rápido.

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Una silueta encapuchada había estado escondido en el pueblo en ruinas, cerca de la batalla entre la princesa de la nación del fuego y la maestra tierra ciega.

Tuvo que mantener la distancia, indeciso de que hacer, hasta que vio aliviado que el vehículo acorazada de la nación del fuego, empezó a alejarse de la zona.

Rápidamente corrió hasta el campo de batalla, y se arrodillo junto a la chica desmayada, aún respiraba.

Cómo pudo la levantó en sus brazos, y bajo la lluvia, se la llevó.

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Chan

Channnnnn

Channnnnnnnnn

Channnnnnnnnnnnnn

¿Y que les pareció?

Déjenme en los comentarios que les pareció, como siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias. Y tú tienen alguna pregunta o idea, no duden en darla, después de todo nunca está de más algo de ayuda.

Psd: Vayan a mi Instagram, elzerocrack para ver el nuevo y más reciente fanart de uno de los lectores natuwu, está 20/10 Papu.

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