Capítulo 46: Un camino solitario...
¡Y acá estamos de vuelta!
Ufff loco, la semana paso volando de una patada, lo que es envejecer, o más bien volverse un amargado.
Dejemos de lado el drama, la verdad gente estoy muy feliz por la aceptación que el capítulo anterior a tenido, sí, mucho más Dramático y Seinen a lo que estamos acostumbrados.
Así que comunidad de Wattpad y Fanfiction, muchas gracias a todos por su apoyo.
Por cierto, premio para mejor comentario en Wattpad para el desgraciado dino140.
¿Cuán se-e-inen puedo ser?
Ya lo verás, ya lo verá
Por ahora, responderé algunos comentarios.
black soul uzumaki: A mi hermano, siempre puros contar con tu Análisis y opinión objetiva del capítulo, que deja mucho que pensar.
Y si, la delgada línea que mantenía la cordura de Azula se fue volviendo cada vez más difusa, su tío, su madre, su padre, Zuko, Ty Lee, Mai y finalmente Naruto, como un efecto en cadena todo dio un quiebre, con la muerte de Yoko.
Que si, hizo que el suicidio fuera una opción, incluso como pudo ver a su madre en el final serie del Cannon, ahora puede ver a Naruto, que irónicamente es la voz de la razón, que hizo que no saltará al vacío.
¿Creen que esto fue oscuro? Tenía la idea de hacer que las personas muertas sean las chicas del burdel, que Azula conoció, pero eso hubiera sido demasiado oscuro, y forzado, considerando que las chicas ahora están en algún punto remoto del planeta, fuera de la guerra, al menos por ahora.
En fin mi hermano, muchas gracias por tu comentario.
criatiansantos845: Gracias vieja, y bueno Mirio tiene lo suyo, es un enfermo a la hora de escribir pornografía, y vaya que eso le gusta a la gente.
Si no me equivoco, la semana que viene publicara el segundo capítulo de Icha icha Invencible, así que atentos.
Gracias por tu comentario.
AILONKLAT: Gracias amigo, significa mucho para mí.
Y aunque no quiero ser el que arroje agua al fuego, temo decir que no creo que pueda, dar comienzo a una historia lo veo difícil, más de Fairy tail, considerando que no pude ver más allá del capítulo 30.
Tengo que ver una obra, para poder hacer una historia de ella, y Fairy tail no es una de ellas, lo intente varias veces, y al final terminaron como historias sin terminar.
Lo lamento, pero no creo poder cumplir tu pedido.
Gracias por tu comentario.
ThR1992:
Zero: Sabes demasiado *Le vuela la cabeza de un tiro*
Nah mentira, amigo me gusta tu forma de pensar, muy acertado a lo que tengo planeado, y si, Zuko debería de verse más afectado a lo que se muestra por ahora, aunque eso se puede arreglar en el futuro.
Eres grande amigo, no puedo responder mucho de tu comentario, sin dejar caer muchos spoilers, así que, por ahora, solo diré, gracias por tu comentario.
alejogod1205: Eh… 50/50.
Creeme, hacer un final digno de la historia que tanto empeño pusiste es muy difícil, dar un cierre a todo, sin que parezca forzado o fuera de lo lugar ante lo establecido.
Pero, tengo fe en que está historia será diferente, gracias por tu comentario.
Santiagovillamizarcrv: Ty Lee es paz, Ty Lee es amor, Ty Lee es vida.
Tranquilo mi hermano, te aseguro que no me eh olvidado de ella, todo irá tomando su rumbo, así que gracias por tu comentario.
69: Pues no.
Lo aclararé ahora antes que más lo pregunten.
Esta saga contara con varios capítulos, sin la presencia de Naruto, porque obviamente está muerto para el mundo de Avatar, así que lamento decirlo, pero tendrás que esperar mucho para ver el regresó de Naruto.
Lamento si quedo algún comentario sin responder, pero no cuento con mucho tiempo, asi que mis queridos lectores, disfruten del capítulo.
Disculpen los errores ortográficos.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
############ Cambio de escenario o lugar.
Capítulo 46: Un camino solitario…
"¡Lo estamos perdiendo!"
"Necesito hacer una incisión en su pecho, tiene sus pulmones llenos de sangre"
"Su presión está bajando, lo perdemos"
"¡Un litro de sangre!"
"No… lo perdimos…"
"…"
El silencio fue largo en la mesa de operaciones.
Su paciencia, un soldado que había recibido varios disparos en la caja torácica, aun cuando pudieron quitar todas las balas, los daños que le dejaron en el cuerpo, fueron demasiado grave como para tratarlas, él ya estaba muerto, antes que fuera puesto en la mesa.
Katara retrocedió unos pasos y miro a las chicas a su alrededor, ninguna de ellas tenía más de 18 y ya habían perdido cinco veces más de ese número en la mesa, pero muchas más fueron las que salvaron.
Ellos eran el ala médica de la alianza tres esquinas, la unión del reino tierra, las tribus agua, y todos los no maestros, que querían formar parte de esta guerra, para darle un final de una vez por todas.
Por sus habilidades curativas y conocimientos adquiridos con el paso de los meses, hizo que Katara se convirtiera, en uno de los pilares del ala médica de la rebelión.
Aún con la poca experiencia que podría tener ella y las otras chicas, eran lo único y mejor que se podría tener, a la hora de atender a sus pacientes, la mayoría de ellos vinieron del campo de batalla.
No tenían tiempo para aprender, no había tiempo en la guerra.
Ellas tenían que aprender a través de la experiencia, algo que desmoronaría a cualquiera, sabiendo que sus decisiones podían costar la vida de otras personas.
"Hora de muerte 15:37 hs… por favor denle aviso a sus familiares y que le den un entierro digno" sin decir más, Katara salió de la habitación a paso apresurado, para entrar al baño.
De inmediato tomo una charola de agua, para empezar a lavarse sus manos, teñidas de sangre, aun cuando sus manos estaban completamente limpias, ella seguía tallando fuertemente sus manos.
El rojo no se iba.
Hace 75 días, se supone que solo tenía que abrir y operar a un paciente, una joven maestra tierra, herida en el campo de batalla, que tuvo varias rupturas de costillas, cuando las estaba acomodando, tuvo un colapso.
No sé había dado cuenta, que una de esas costillas había perforado un pulmón, no puedo tratarla a tiempo.
Su nombre era Zumi Hattare.
Hace 68 días, un niño vino con mal estomacal, pensó que solo tenía un dolor de estómago fuerte, algo que comió, no parecía nada grave.
Hasta que el murió al tercer día de su visita, y varias personas más mostraron los mismos síntomas.
La carne que llegó al campamento pertenecía a animales enfermos, la nación del fuego le dio una buena paga al hombre que las traía, para que cambiará la carne, por carne contaminada que su solo consumo, significaba una muerte lenta y agonizante.
Un método sucio de querer debilitarlos y poner la balanza de la guerra a su favor.
Por suerte pudieron evitar que más personas tocaran esa carne y las que la comieron, pudieron recibir un tratamiento adecuado.
Un niño había muerto por su falta de atención, su nombre era Giro Yuumo.
Y el más reciente, se supone que iba ayudar a una mujer a dar a luz, pero hubo complicaciones que requirieron su presencia, tuvo que hacer una cesaría para sacar al niño.
El bebé había nacido prematuro, no pudo sobrevivir más que algunas horas fuera de su madre, antes que dejará de respirar.
Sus padres la hubieran llamado Imy.
Katara lo sentía, cada día que pasaba esta guerra, sentía qué se iba desmoronando, y no tenía hombro sobre el cual apoyarse, en el que llorar y buscar consuelo.
Hacía días no había visto a Sokka y Toph.
Y hace casi un mes que no había visto a Aang.
El equipo Avatar se hizo pedazos.
Y solo quedaba seguía adelante.
Es lo que él hubiera querido.
Con lágrimas que se acumulaban en sus ojos, Katara se quedó mirando su reflejo en el espejo lo que parecía ser una eternidad, tragando todo su dolor, se lavó la cara.
Atando su cabello, salió para volver a trabajar.
Había vidas que salvar.
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Al otro lado del mundo, en el punto más remoto de la tierra.
Entre las titánicas montañas, había un pequeño lecho de rio, que corría por un pequeño punto verde, con pocos árboles, que debían de tener cientos de años, tierra virgen, no usada por los hombres.
Las corrientes de aire de las montañas se arremolinaban alrededor de un solo punto, recolectando hojas e incluso pequeños rocas, que giraban alrededor de la única persona presente.
Envuelto por una gran burbuja de aire, elevándose sobre el suelo, estaba Aang, en un estado de meditación, con sus ojos cerrados y sudando, mostró la gran concentración que tenía, levanto lentamente su mano derecha.
Y elevarla hacia el cielo.
Las nubes fueron perforadas, por un círculo de aire que dejó que los rayos del sol, iluminarán al último maestro aire, que abrió lentamente los ojos, e hizo que el remolino de aire a su alrededor desapareciera.
Con un suave suspiro, él se enderezo y miro hacia el cielo.
"Aún no… no es suficiente" murmuró con el ceño fruncido.
Apretando los dientes y mostrando estar frustrado, dio un pequeño salto y de inmediato fue rodeado de nuevo por una burbuja de aire, sólo que esta vez era más intensa que antes, tanto que incluso las nubes en lo alto del cielo empezaron arremolinar alrededor de las montañas.
Debía de seguir, seguir y seguir.
No sé detendrá, hasta que tenga el resultado que estaba buscando.
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Volviendo a otro punto del mundo, vamos hasta los límites del reino tierra, en un pequeño pueblo en un muelle, que parecía estar abandonado, si no fuera por los varios maestros fuego que ocupaban las casas, vigilando ante la llegada, de uno de sus barcos de suministros.
En una de las casas, vemos a tres maestros fuego jugando a las cartas, y uno vigilando desde la ventana.
"Tengo un tres"
"Cuatro"
"Mierda, un dos"
"Todo mío" El soldado ganador de la partida, tomo todo lo que había en la mesa, desde relojes, hasta anillos, todas cosas pequeñas y valiosas, que recolectaron de los cuerpos de los rebeldes.
"Deberíamos haber enterrados sus pertenencias con ellos" murmuró él joven soldado en la ventana, que no le hacía gracia, la idea de que sus compañeros jugarán con las pertenencias de los fallecidos de esta forma.
"No es como si lo vayan a necesitar en el otro mundo"
"Je, cierto"
"Solo sigue vigilando cabo y cierra la puta boca"
"…" frunciendo el ceño, el soldado asintió con la cabeza, está no era la idea que tenía cuando se enlisto al ejército de su nación, "Señor…"
"¿Qué quieres ahora?" gruño molesto, por la interrupción del cabo, que tenía una mirada incrédula en su rostro.
"Uno de nuestros barcos viene"
"Por fin, debe ser el de los suministros"
"Señor…"
"¡¿Qué?!"
"¡Abajo!"
Todo el puerto se sacudió, cuando un gran barco acorazado se estrelló de lleno contra el muelle de madera, que se vio destrozado por el choque inesperado, por suerte, los soldados pudieron alejarse lo suficiente para evitar ser golpeado.
"¡Todos en sus posiciones!" el que parecía ser el soldado de rango más alto, tomó las riendas de su escuadrón y los hizo salir de las casas, para tomar sus armas y apuntar contra el barco.
Pasaron varios segundos, en que solo hubo silencio.
Hasta que sé que escucho un estruendo.
"¡Hombre caído!" Una maestra fuego vio con horror y furia, como uno de sus compañeros, recibió un disparo que le hizo volar la cabeza, manchando de rojo la pared detrás de ellos dos.
Más disparos se escucharon y más soldados fueron cayendo.
Se vieron obligados a retroceder y esconderse en las casas, aun así los disparos no se detuvieron y pudieron perforar las paredes de madera.
Ellos tuvieron que devolver el fuego, aún si no sabían quién los estaba disparando, usando sus propias armas y abrieron fuego, y empezaron a quemar el barco, con la esperanza que calcinar a quien sea que pudiera estar a bordo.
Uno de los soldados dejo de disparar, cuando un proyectil cilíndrico cayó a su lado, abriendo sus ojos en shock, grito.
"¡Granada!"
La alerta llegó tarde, varías más cayeron por todo el pueblo, y las explosiones no se hicieron esperar.
Los pocos soldados que quedaban, se hartaron, y fueron en busca del armamento pesados, o al menos lo intentaron, hasta que vieron como algo salto entre el fuego y humo del barco.
Ellos miraron incrédulos, una figura humanoide de metal, caer en el muelle, y empezar a correr hacia ellos.
"¡Disparen!"
Las armas y fuego fueron directo contra esa cosa, que no se vio afectado por el fuego y balas que la golpeaban.
Cruzando sus brazos, el corrió directo a la primera casa y la atravesó, para seguir su camino y atravesar varias paredes hasta.
Los soldados no fueron su objetivo.
Los vehículos de los soldados de la nación del fuego, fueron aplastados por el humano acorazado, que, con solo tocarlos, hizo que se deformaran, y explotarán.
Y tan pronto como fueron destruidos, la figura metálica golpeó sus puños contra el suelo, e hizo que una gran muralla se levantará detrás de ella, y debajo del muelle, varios pilares más de tierra empezaron a surgir.
La pequeña ciudad del muelle, fue destruida en segundos, y los soldados no tuvieron más opción que saltar al mar.
"Si alguien se mueve, se muere"
Soldados no se atrevieron a moverse, cuando vieron a un adolescente, en el borde del barco, con un traje grueso de placas metálicas, y un rifle en sus manos, apuntando directo a ellos.
Sokka no dudo un disparar un tiro a la cabeza, a uno de los soldados, que quiso disparar una bola de fuego contra él.
Sabiamente los demás soldados nadaron a la orilla, dónde estaba el hombre metálico, que se mantuvo de pie en la orilla, no paso mucho, para que lentamente las placas de metal se fueron separando.
Dejando ver a una sería Toph, que tenía unos ojos ensombrecidos por su cabello, más largo que antes, y varios anillos metálicos alrededor de sus brazos, que complementan su traje verde, con negro, típico de los soldados del reino tierra.
La recuperación y exterminación del muelle tomado por la nación del fuego.
Fue un éxito.
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Algunos minutos habían pasado, los soldados restantes de la nación del fuego se reunieron, con las manos en alto, caminaron para quedar contra el muro de tierra, levantada por la maestra tierra, que se mantuvo todo el tiempo en silencio.
En cuanto a Sokka, el tomo una de los tantos escombros de madera, que quedó del muelle destrozado y se sentó en él, todo el tiempo mantuvo sus manos en su arma, apuntando el cañón contra los soldados.
Aun si el no tuviera el arma, los soldados de la nación del fuego, se sentían escaneados por los extraños ojos blancos de la maestra tierra, que tenía una expresión de piedra.
Ellos sabían muy bien quien eran ellos dos.
En los últimos meses los rumores se esparcirán, como el fuego en un pastizal seco, el mejor tirador, estratega y guerrero de la tribu agua del sur.
El era escoltado por una maestra tierra, que decían tenía la fuerza de diez hombres, Incluso ser capaz de doblar metal, algo impensable hasta ahora, ella era imparable e implacable, lo suficiente para ser tachada por la nación del fuego.
La dama de hierro.
Fría.
Indestructible.
Mortal.
Una de las mayores prioridades de la nación del fuego, era tener su cabeza rodando por el suelo.
Dejando de lado los nombres, Sokka saco de su bolsillo un pequeño libro y un lápiz, y lo tendió hacia los soldados.
"Información, ubicaciones, fechas, cantidad de soldados y maquinaria, si me dicen lo que quiero y se entregan, nadie más tiene que morir" dijo con simpleza, tendiendo un pequeño libro como si fuera el boleto de salida para ellos, no había necesidad de que más sangre se derramada.
Lástima, que los maestros fuego no vieron esto de la misma forma que Sokka.
"¡Maldito! ¡Dices eso luego se matar a nuestros compañeros! ¡Hij-"
Los gritos del soldado, se terminaron cuando un anillo de metal salió disparado del brazo de Toph, el metal se dobló para envolver el cuello del hombre, que se quedó clavado en la pared, tratando desesperadamente de respirar.
El mensaje no pudo ser más claro.
Los demás soldados se quedaron quietos, hasta que su capitán dio un paso al frente.
"Preferiría morir antes que dar información a parias como ustedes ¡Gloria a la nación del fue-"
Varias barras de metal salieron disparadas, y está vez no fueron usados para inmovilizar, antes que los cincos soldados que intentaron atacar, fueron perforados y clavados en la pared de tierra detrás de ellos, el frío abrazo de la muerte, no se hizo esperar.
"…" Toph no mostró ninguna expresión en su rostro, solo se quedó con los brazos extendidos, hace mucho entendió que, en esta guerra, no había lugar para la piedad.
Naruto la tuvo, y termino muriendo bajo la mano de esa persona.
"¿Y bien? ¿Tú también?" Sokka apunto contra el último soldado de pie, el más joven de todos ellos, solo un poco mayor que él, "Esto no tuvo que ser así, pero si atacan, deben de saber, que responderemos de la misma forma"
"…"
"¿Morirás por el señor del fuego?"
"No…" Negando con la cabeza, el joven se dejó caer de rodillas, no quiero morir, no quería, "¡Hay una caja de seguridad! ¡Hay mapas e información que la princesa tenía que venía a recolectar! ¡Es todo lo que-"
El joven soldado no pudo seguir, cuando fue tomado de su traje, y levantado del suelo, para ser estrellado contra el muro.
"¡¿Dónde está?!"
"¡Toph!" Sokka iba a detener a la maestra tierra, pero un muro de tierra se levantó, separándola de ella y el soldado.
"¡Yo-" el chico estaba aterrado, por la fuerza de la chica, que estaba haciendo que él se hundiera en el muro, y su miedo creció al ver sus ojos blancos.
"¡Dime dónde está Azula!" grito con todas sus fuerzas la adolescente ciega, que casi enterró por completo al soldado en la pared, el miedo de ser enterrado vivo, hizo que el soldado lo dijera todo.
"¡Llegará a un pueblo a veinte kilómetros al noreste en dos días! ¡Es todo lo que se! ¡Lo juro! ¡Por favor no me mates!"
Con una expresión de furia, Toph lo saco de la pared y arrojó al soldado a un lado.
"¡Vete de aquí!"
El maestro fuego no dudo en hacerlo, y salió corriendo, seguro para unirse a cualquier otro comboi cercano, y decir todo lo que sucedió en uno de sus campamentos, que el enemigo tenía información valiosa.
Al menos eso era lo que pensaba Sokka.
Tal vez el chico, solo quería irse a su hogar, con su propia familia, todos querían hacerlo en la guerra.
Toph se dio media vuelta y con una pisada hizo que el muro de tierra cayera, y quedara de nuevo frente a frente con el guerrero de la tribu agua.
Sentía su mirada penetrante en su nuca.
Horas después:
Las horas habían pasado, y la noche cayó.
En un pequeño campamento levantando con paredes se piedra, e iluminado por una fogata, estaban Sokka y Toph, ambos adolescentes no hablaron mucho, no tenían mucho que decir.
Los dos trabajaron juntos los últimos meses, siendo el equipo de asalto y exploración, lidiando con los pequeños pueblos de baja seguridad y soldados, invadido por los soldados de la nación fuego.
El día del sol negro, estaba cada vez más cerca.
La llegada de la batalla final, estaba a menos de un año.
Era todo lo que pensaban, lo único que les interesaba.
"¿Irás por la princesa?" Sokka se hubiera burlado de sí mismo, por hacer una pregunta que obviamente ya tenía una respuesta.
"…" Toph solo le dio una mordida al trozo de carne, manteniendo la cabeza baja.
Si silencio era una respuesta afirmativa.
"Sabes… extraño como todo era antes" murmuró en voz baja el Guerrero de la tribu del polo sur, apoyándose en el arma en sus manos, la miro un largo rato, ya ni siquiera podía dormir si no estaba esta cosa a su lado.
Había acabado tantas vidas con ella.
Casi quería reírse de sí mismo.
Toda su vida sueño con ser como un guerrero como su padre, fuerte y orgulloso, siempre dispuesto a pelear por lo correcto, defendiendo a las personas que amaba.
¿Por qué su sueño hacia que todo fuera tan gris ahora?
Hace solo días recordó que había cumplido 18 años, el lo había olvidado, los demás también, había demasiadas preocupaciones como para recordar cosas tan pequeñas e insignificantes.
"Nada es como antes"
Las palabras de la niña ciega estaban cargadas de melancolía y pesadez, dejando de comer, se quedó un largo rato con la cabeza baja, acariciando con cuidado los anillos de acero en sus muñecas.
Pero, lentamente sus manos se deslizaron hacia arriba, hasta el collar que colgaba de su cuello, más específicamente el cristal, casi sentía que ardía ante su toque.
"Esto… es muy especial…"
Sokka no dijo nada, al ver cómo Toph se aferraba a ese cristal, el último regalo de su primer enamoramiento, él quería decir que casi podía entenderla.
Esto fue diferente, solo conoció a la princesa Yue por unos días, tuvieron una conexión especial, que atesoraría por toda su vida.
Pero Toph, para ella fue el lazo más fuerte y valioso que tuvo desde que salió de su hogar, tantos meses de amigos, que fue creciendo para convertirse en amor, y tener un final tan trágico.
El destino era cruel, no tanto con las personas que mueren, sino por las personas que quedan, y deben de lidiar con el dolor toda su vida.
"Buenas noches"
Toph se dio media vuelta, dándole la espalda a la fogata, se recostó en el suelo, para dormir, dejando solo a Sokka, que se quedó mirando la fogata, negando con la cabeza, también se fue a dormir, había sido un largo día.
Al siguiente día
El sol apenas salía por el horizonte, ambos adolescentes ya estaban despiertos y listos para partir, con Sokka cargando todo lo que pudo sacar de la caja de seguridad de la unidad de la nación del fuego.
Mapas.
Información.
Números.
Su valor era vital, y el mismo tenía que llevarlo a la isla kyoshi, dónde tenía su base principal.
"¿No quieres que te acompañe?" cuestionó Sokka, al ver cómo Toph ajustaba las partes de su armadura, desde que aprendió a hacer metal control, ganó una nueva arma, que la hacía muy peligrosa.
Podía lanzar y moldear el metal, lo que le permitió una gran ventaja contra los vehículos de la nación del fuego, ella era una de las más soldados más fuerte de la rebelión.
Y ahora se estaba alistando, para un reencuentro que hace mucho tiempo estaba esperando.
"Esto es solo entre ella y yo" ajustando los brazaletes metálicos, Toph mantuvo una expresión mortalmente sería.
"No tienes que hacerlo sola"
"Debo"
"Naruto no solo fue tu amigo"
"Él no era solo mi amigo, yo lo amaba"
"…" Sokka sabía que no lograría conversarla, sería en vano, lo único que podía hacer era dejarla ir, "En una semana te veré en el punto de reunión oeste, espero verte ahí"
"Yo no veo, pero seguro podre olerte, apestas"
"Je… la parte mala de ser soldado, es que las duchas no son fáciles de conseguir"
"Oh si, vaya que si"
Los dos adolescentes sonrieron, y se acercaron para abrazarse, un breve momento de paz entre los dos, que por más que quisieran que duren, tenían que separarse y seguir sus propios caminos.
"Ten cuidado ojitos"
"Y tu espagueti"
Separándose del abrazo, los dos se dieron media vuelta y siguieron sus respectivos caminos, con el deseo de volver a reencontrarse de nuevo, sanos y salvos.
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Katara se dejó caer con pesadez en su cama, se sentía agotada, tuvieron muchas personas que atender, hubo un combate en el mar, uno de los barcos de la nación del fuego había atravesado la línea de perímetro, y tuvieron que neutralizarlo.
Lo que ellos no sabían, era que el barco era un señuelo, y que estaba lleno de barriles de pólvora, cuando abordaron el barco, el único soldado de la nación del fuego que estaba ahí, se hizo explotar junto con todo el barco, y cualquiera que estuviera cerca.
La nación del fuego, sacrifico un hombre y ellos perdieron decenas, y lastimaron a muchos más.
Una jugada tan sucia, no podía imaginarse las mentiras que le habrán dicho a ese soldado, para que hiciera voluntariamente tal ataque suicida.
Pero… era simple, el peleaba por su nación.
Ellos por las suyas.
Al final eran peones en juego de mesa gigante, jugado por el señor del fuego y los líderes de la rebelión.
Su padre, Niisa, las hermanas Kyoshi y el Rey tierra.
Ella pensaba que conocía la guerra, cuando perdió a su madre, cuando viajo con Aagn, todo eso solo era superficie de algo mucho más oscuro y atroz.
Y sin importar que pase, no podían rendirse, no cuando cargaban con el sacrificio de tantas personas, que dieron sus vidas para que esta guerra alguna vez termine, para que todo vuelva a ser como era antes.
Ella sintió el impulso de reír por su inocencia.
¿Volver a ser como era antes?
Nada volvería a ser como era antes.
Solo… quedaba afrontarlo, y rezar para que el día de mañana sea mejor.
"¡Oye Katara! Creo que hay algo malo con este suéter que me tejiste, me queda pequeño"
"Bueno-o, ehhh puedes dejarlo"
"Claro que no, tu te esforzársete mucho en hacerlo y yo… haré lo mismo…"
*Desgarro*
"Que bien niñita, lo rompiste"
"Cállate Toph, lo importante es que entró"
"Hechicero, esas palabras suenan muy mal fuera de contexto"
"No entiendo, ¿Naruto metió algo en Toph?"
"¡Aang!"
"¿Qué?"
"Esto es incómodo…"
Katara tuvo que reírse un poco, recordando con cariño la vez, qué tejió un suéter para el chico ninja, y llevo a toda una charla muy incómodo con todos los demás, al final todo termino en risas y diversión.
Sintiendo el picor de las lágrimas en la esquina de sus ojos, también el dolor en su pecho, por saber que esos recuerdos, eran solo recuerdos nada más.
Esos días jamás serían revividos.
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"¿Qué es lo más extrañas de tu mundo?"
"¿Aparte del ramen y mis amigos?" Cuestiono Naruto que colgaba de un árbol de cabeza, recolectando algunas manzanas, mientras Toph estaba recostada contra el árbol descansando.
"Obvio"
"Hummm" caminando por la corteza del árbol, como si está fuera el suelo, Naruto se tomó el momento de pensar, no tenía mucho apuro, después de todo le tocaba a él y a Toph salir a buscar comida para el campamento.
"Vamos responde, me estoy haciendo vieja aquí"
"Las aguas termales"
"¿Eh?"
"Una de las cosas que más extraño de mi mundo, son las aguas termales"
"Creo haber escuchado de mi madre hablar de ellas, ¿No es solo un pozo con agua caliente?"
"¿Disculpa?" Naruto cayó del árbol, para quedar justo frente a frente con la bandida ciega, que apenas parpadeo cuando el chico estuvo muy cerca, con su nariz casi rozando la suya, "Repítelo"
"¿Un pozo con agua caliente?"
"¡Error!"
"¡No grites frente a mi cara tarado!"
"Puedo hacerlo, cuando una pequeña tonta dice tonterías, las aguas termales son increíbles, y te lo voy a demostrar"
"Pfff, ¿Vas a creer una?"
"Solo dame media hora Toph, y un poco de ayuda y ya lo verás"
"Bueno, ya quiero saber que tienes en la cabeza princesa"
1 hora después:
"Okey, retiro todo lo dicho"
Toph dio un suspiro de alivio, cuando se hundió en las cálidas aguas, que desprendían vapor y una fragancia de flores, que hizo que sea mucho mejor.
Ella levantó un 'tazón' por así decirlo, uno enorme hecho de roca sólida, y justo debajo de ella, una gran fogata fue encendida por Naruto, que hizo que varios clones trajeran diferentes cosas, como piedras, flores y otras cosas, que hicieron que el agua se tornará un poco amarilla.
Tal vez no era una réplica perfecta, pero aun así valía la pena remojar el trasero en esto.
"¿No te dije?" sonriendo Naruto entro también, dando un suspiro de alivio, apoyo su cabeza contra el borde, hace mucho que no entraba en una de estas, "Espera… ¿Estás desnuda?"
"¿Te gustaría saberlo?"
"¡Demonios Toph! ¡Estás loca!" Naruto se dio la vuelta de inmediato, no por miedo de ver a la chica, sino más que Katara lo sepa, le patee el trasero y otras cosas con agua control que no podía imaginar.
"Bah que marica eres, solo estaba bromeando" ella se levantó un poco, para mostrar que al menos estaba en ropa interior, aunque aún tenía una sonrisa juguetona en su rostro, "¿Qué? Temes ver una mujer de verdad"
"Bueno, mujer de verdad es una palabra fuerte, más teniendo lo que parecen ser picaduras de mosquito como pechos, ¡Ay!"
Está bien, tal vez merecía esa roca en su cabeza, lo dejaría pasar por esta vez.
"Agradece que no tenía una roca más grande"
"Si, si, si, lo siento, tienes tus… encantos"
"Lo sé, gracias"
"¿Las chicas solo quieren escuchar halagos o solo molestar a los hombres haciendo sentir como tontos?"
"Un poquito de esto, un poquito de aquello, ni yo lo entiendo y eso que soy una chica"
"Creo que es la charla más rara que eh tenido en el baño con una chica, más bien creo que es la única"
"¿La única eh? Vaya, eso me hace especial"
"Bueno… eres mi mejor amiga, eso ya te hace muy especial para mí"
"…" Toph no tenía una respuesta ingeniosa o burlona para eso, solo movió la cabeza a un lado, haciendo que su cabello mojado cubriera su rostro.
"¿Te sonrojaste?"
"¡No-o! ¡Mejor toma una esponja y lava mis pies!"
"¡¿Qué?! ¡Saca tu pie de mi cara loca!"
Fin de flash back:
Toph mantuvo una expresión de piedra, mientras avanzaba a toda velocidad hacia su destino, por cada movimiento que hacía, grandes montículos de tierra se movían debajo de ella.
A una velocidad que solamente se le podía comprar un tren, la maestra tierra continúa su avance, ignorando a su alrededor, siguiendo al pie de la letra la dirección que ese soldado le dio, podía sentir el sol en su rostro, aún era de mañana.
Podía saber dónde estaba el sur, norte, este y oeste.
Cada fuerte pisada que daba, le daba una imagen de 360° de todo, podía saber que no muy lejos, había postes de madera enterrados en la tierra, madera era igual a casas, casas era igual a pueblo, pueblo era igual a…
Azula.
Dejando un pozo de tierra en su camino, hizo que los montículos de tierra creciera, y la velocidad aumentara.
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.
.
.
.
Chan
Channnnnn
Channnnnnnnnn
Channnnnnnnnnnnnn
¿Qué les parece?
Déjenme en los comentarios que les pareció, como siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias. Y tú tienen alguna pregunta o idea, no duden en darla, después de todo nunca está de más algo de ayuda.
¡Próximo capítulo!
Capítulo 47: Tohp vs Azula
Un capítulo que todo mundo espera, ¡Hasta la próxima semana!
CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les vaya bien.
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