005: Asesina

Al mismo tiempo que le príncipe Todoroki se perdía entre las vacías calles de aquella ciudad...

Kaminari jadeaba con fuerzas a la orilla de un rio, mojando sus guanteletes al tomar el agua y beberla.

Su protegido tambien estaba cansado, ya que intentaba seguir el apresurado ritmo de este caballero. Pese a haber pasado ya algo de tiempo desde que se presentaron, nunca se detuvieron en ningún pueblo o asentamiento por provisiones ni nada parecido.

Es mas. Kaminari trató de deshacerse de Izuku en mas de una oportunidad. ―Aquí probablemente encontraras a un caballero que te escolte a la capital. Yo tengo algo importante que hacer.

Pese a ello, extrañamente no habían caballeros, por lo que Izuku terminaba bajo el cuidado de Kaminari vez tras vez. La razon por la que esos pueblos estaban desprotegidos no entró en la mente del caballero, ya que a pasado ya bastante tiempo desde el sacrificio de su señora. No podía pensar en otra cosa que no fuera el llegar cuanto antes a la capital.

Día tras día la ansiedad poco a poco le ganaba mas y mas terreno. No había tiempo de dormir, descansar, o detenerse a comer. Si debía de hacer algo, lo haría caminando.

Sin embargo, la ausencia de una gota de agua durante bastante tiempo le hizo finalmente detenerse, tanto para beber como para mojarse la cara con el objetivo de mantenerse despierto, cosa que no estaba logrando.

Izuku bostezó, inmensamente cansado. Observó a su salvador con una mirada cansada, notando que este intentaba mantener su rostro centrado mientras observaba su reflejo en el rio. ―Kaminari... ¿No vas a descansar?

―... ―este se puso de pie nuevamente―. Tengo una misión importante. Ya descansaré cuando la cumpla.

―Pero llevas días así...

―A comparación de ella... ―Kaminari rápidamente cayó sus palabras. Estaba demasiado cansado para pensar con claridad.

Casi revela información confidencial...

Avanzó un paso, pisando una roca y comenzando a cruzar el pequeño rio. ―Vamos. Aun necesitas a alguien que te proteja.

―... ―el peliverde asintió, haciendo el esfuerzo por seguirle el paso.

Izuku pensó que, pese a su situación, estar junto a un caballero seria un sueño hecho realidad. Esperaba a alguien tan heroico como veía a lo lejos. Una persona disciplinada y fuerte.

Pero Kaminari hasta ahora solo se mostro como un obsesionado. Sea cual sea su misión, quería cumplirla a toda costa. No razonaba que si seguía así, perdería mas tiempo del que cree que estaba ganando al no dormir.

Kaminari se golpeó la cabeza. «Pasábamos noches enteras en vela junto a mi señora... Yo puedo aguantar esto. Tengo que aguantar esto...»

Pero lo cierto era... que él no podía aguantarlo.

Nadie cuestionaba su asombrosa resistencia para no caer dormido, pero con sus habilidades decreciendo cada vez mas y mas...

Tal vez pueda completar su tarea principal. Pero el destino le había dado en sus manos la vida de un chico inocente que fue victima de algo, alguien o algunos.

Estar debilitado le haría insuficiente para su nueva tarea. Tarea que, de repente...

Una cuchilla rozó la mejilla del caballero quien apenas pudo reaccionar, clavándose esta en el árbol que Izuku estuvo a punto de adelantar.

Aquello despertó a Kaminari de repente. ―¡Corre! ―gritó en un impulso, para desvainar su espada velozmente y adoptar una postura que creyó conveniente.

Izuku hizo caso, corriendo de vuelta en dirección del rio, asustado.

 «¡No estaba alerta! ¡Podría haberme matado!» Rápidamente observó sus alrededores, buscando con la mirada cualquier indicio de que algo andaba mal. ―¡¿Quién anda ahí?!

El silencio no delato ninguna sombra. El bosque, salvo por los pasos de Izuku que se alejaban mas y mas, estaba tranquilo.

Kaminari ablandó su postura lentamente. ―¿Pero que...?

Sus pupilas se contrajeron de repente, y un helado escalofrió recorrió su espalda. Mas precisamente... eso que sintió no era un escalofrió. Era...

―Para ser un caballero... estas bastante dormido... ―murmuró una voz apagada a sus espaldas―. Dime, ¿Estas en una misión importante, no?

El rostro impactado de Kaminari reflejaba lo que estaba pasando. Él jadeó con dolor, sintiendo la herida de su mejilla adormecida.

Ese cuchillo arrojadizo no estaba limpio...

―Entonces no intervengas, caballero ―recibiendo un empujón desde sus espaldas, el inmóvil Kaminari se desplomó en el suelo―. Duerme que parece que te hace falta. Cuando despiertes, sigue adelante y no mires atrás, o iré tras de ti tambien.

Kaminari afiló la mirada. ―Química... ¿Una bomba química que reacciona al calor extremo?

―Puede que estés en peligro. Dudo que un villano que se halla tomado la molestia de preparar una bomba para asesinarte no este atento a posibles fallas en su plan.

Un misterioso villano que utilizaba la reciente moda de la química para llevar a cabo sus actos...

Esta chica... ¿Era ese villano?

Ese cuchillo tiene algo que le adormeció la cara y poco a poco avanzaba al cuerpo. Una cosa que estaba haciendo que caiga rendido ante su mas grande debilidad, el sueño...

Había escuchado de esta química. Una que adormecía a los caballeros para que sean mas débiles en combate, pero no llegaban a inhabilitarlos por su cuenta...

La razon por la que estaba durmiéndose... era el mismo.

Si hubiera descansado como correspondía... el estaría luchando contra esa villana...

Pero ahora... ―Mido...riya...

La mujer ya no estaba en el lugar, y Kaminari solo pudo arrepentirse desde lo mas profundo de su corazón al darse cuenta de su error.

Izuku tambien era su prioridad. Era un caballero, despues de todo. Debia de proteger a los civiles.

Pero ahora... una muerte mancharía sus manos.

«Huyo en dirección al rio. Podría ahogarlo y ahorrarme la sangre ―aquella villana apretó levemente los ojos―. ¿Dónde está?»

Su misión estaba mas que clara. Fue contratada para esto, pero el hecho era que lo suyo no era el asesinato. Incapacitar héroes era su especialidad, sea para que otros cometan sus crimines sin mucha oposición. Nunca que le encargó un asesinato directo, pero estaba algo preparada mentalmente para ello.

Además, tampoco estaba en este trabajo durante tanto tiempo. ¿Dos años quiza? Hace tiempo que no perseguía a alguien.

Desvainó su espada, la cual era un poco mas liviana que las espadas convencionales. «Recuerda: No tiene que parecer un asesinato ―utilizó su Don, enterrando sus extrañas extensiones en los oídos para poder escuchar por donde ese chico se había ido―. Tienes que contener-»

A nada de distancia logró derrapar por el suelo inclinándose hacia atrás, rozando por su rostro un puño que claramente intentó darle.

Aun inclinada hacia atrás, desvainó y dio un duro golpe en el estomago de Izuku con el mango de la espada, para luego detenerse a una distancia algo importante y adoptar una postura. ―Aquí estas. «Por poco...»

Izuku apretó los dientes antes de soltar un quejido. ―¡¿Vienes a matarme?! ―gritó con un notable sentimiento de miedo.

Guardando el silencio, la chica calmó su respiración. Era algo difícil ver a los ojos a este chico. A diferencia de los caballeros, él no tenia ese fuego en sus ojos. Esa valentía. Era un simple civil...

¿Por que su cliente quería verlo muerto?

Izuku no sabia que hacer. ¡Esta chica era mucho mas rápida que él! ¡No podría escapar en línea recta!

¡Además, obviamente no dejaría solo a Kaminari! ¡Tenia que socorrerlo de alguna manera!

¡¿Que debía hacer?! ¡No quería morir! ¡Pero no sabia pelear! ¡¿Que...?!

―A todo esto. Que poder mas interesante.

Izuku se sobresalto al oír ello. ¡¿Un caballero le acababa de decir que su poder era interesante?! ¡Definitivamente esto era un sueño! ―G-Gracias... ―murmuró apenado, con una leve sonrisa en su rostro.

―Tienes suerte que en este distrito se permite el uso de Dones en los civiles ―le observó de reojo, sonriendo―. Aunque, entre nosotros, yo no penalizaría el uso de Dones tan geniales.

―...

Izuku respiró suavemente, tratando de calmarse.

Kaminari... Un caballero tan genial le había alagado...

Él... él no...

Ante la sorpresa de la chica, Izuku apretó sus puños. Observó con sorpresa que aquella mirada atemorizada ahora reflejaba ese fuego, reflejándose en la energía negra que se filtraba de entre sus puños. Estaba usando su Don...

«Kaminari... ¡El tiene una importante misión! ¡Lo sabia! ¡Estaba cargando con un peso muerto todo este tiempo! ―Izuku se preparó―. Yo... ¡Tengo que ayudarlo! ¡Tengo que ayudar a la persona que me salvó la vida!»

Sin perder el tiempo, Izuku se lanzó contra la chica.

Esta apretó los dientes. «¡¿Tomó la iniciativa?!»

Izuku lanzó su látigo negro hacia ella, quien lo bloqueó con su espada, notando con enorme sorpresa que este se enredó. ¡A si que era un Don para sujetar cosas!

Izuku endureció aun mas su mirada. «Yo no puedo ganar esta pelea. Nunca luché en mi vida. Pero tampoco puedo quedarme de brazos cruzados esperando mi muerte. Si llego a desarmarla, ¡Puedo amenazarla con su espada! ¡De alguna forma, tengo que hacerla huir! ¡Tengo que ganar!»

Y con aquellos pensamientos en su cabeza, gritó con fuerza, enrollando su Don aun mas en el filo de la espada y logrando arrebatarla de las manos de esa chica.

Esta solo apretó los dientes y sacó de su bolsa mas cuchillos arrojadizos. «¡Esto se esta saliendo de control! ¡Fui demasiado descuidada!»

Rápidamente Izuku utilizó su especialización en un punto para poder tomar la espada que hacia quedado a un lado en el suelo, pero la chica arrojó un cuchillo contra la misma espada, moviéndola de sitio y evitando que sea tomada.

El peliverde rápidamente observó a su atacante. «¡Cuchillos! No lo había pensado con atención, pero ella lleva una armadura. Cubre sus hombros, su abdomen y cintura, y esos brazaletes en sus brazos parecen poder soportar el ataque directo de una espada. ¡¿Pero por que lleva una capa tan grande?! ¡Parece incomoda! ¡Puedo usar eso como una ventaja!»

Además, claro, memorizó su rostro. Altura pequeña. Complexión delgada. En términos de entrenamiento obviamente Izuku estaba en desventaja, ¡Pero al menos tenia una ventaja visible! Cabello violeta, y unas extrañas extensiones en sus oídos. ¡Ese debía de ser su Don con el que predijo su golpe! ¡Tenia que cuidarse de ellos!

Izuku liberó sus látigos negros con fuerza, los cuáles se intensificaron por su temor. Por su parte, la chica sujetó 3 cuchillos en cada mano como toda una maestra.

Ambos se observaron con tensión, atentos al movimiento del otro. 

Ella chasqueó levemente la lengua. ―Si no estuviera conteniéndome ya te habría matado... ―murmuró.

Claramente eso logró poner mas nervioso a Izuku. ―¡¿Ya?!

¡Todo en esta chica le ponía nervioso! ¡No solo se veía intimidante, si no que movía esas extrañas extensiones como si estuviera impaciente por ver su sangre! ¡Era aterrador! ¡Sin dudas era una asesina!

Espera...

Esas extensiones... ¿Acaso...?

Izuku nuevamente endureció su mirada. ―Tu... Earphone Jack...

Aquello la sorprendió. ―¿Ah?

―Tu eres... ¿No eres la chica que evacuo a un pueblo en el pasado? ¡La chica que se enfrentó a demonios! ¡Kyoka Jiro! ¡Eres la chica que toda mi generación admira!

―¡Cállate!

Aquello impactó a Izuku.

―¡Eso quedó en el pasado! ―ella endureció su mirada―. ¡Déjate matar, por favor!

―... ―Izuku se preparó―. Lo siento... Pero mi madre me espera en casa.

Sicario y victima.

Una joven heroína y su admirador.

Pero principalmente... dos personas que se jugaban la vida en esta batalla... y tal vez un poco mas que eso.

Y con el viento soplando a través del bosque de grandes arboles... ambos se prepararon en base movimiento del otro, listos para cualquier cosa...

Y el primer movimiento fue de Jiro, quien se lanzo a por su espada.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top