El árbol que cae

— estoy aburrida, jugamos?.— sugirió Javiera toda desparramada en el sofá.— Bonnie, Lizbeth?.

— lo siento cariño, estoy preparando la cena.— se disculpó Lizbeth desde la cocina.— porque no juegas con Bonnie?.

La pelirroja quien estaba en otro sofá asintió levantándose para ir a buscar un juego de mesa, se acercó a la Morena y le enseña un mazo de cartas.

— pero yo no se jugar cartas.— replicó javiera.

— es sencillo, solo recuerda que el mazo rojo tiene las rojas y el azul números negros.— explicó comenzando a barajar y repartir.— aquí tienes.— le pasa la baraja de color azul.

Javiera la mira confundida, pues le había pasado el mazo rojo en vez del azul.

— es rojo.— le dice a la escocesa.

— es azul.— respondió segura.

— ¡que es rojo!.— exclama mostrándole las cartas.

— cállate.— le arrebató las cartas.

— ¡¡que es rojo!!.

— eres adoptada.— le dice molestandola.

— ¡Lizbeth!.

La rubia se asoma desde la cocina con una linda sonrisa.— no eres adoptada.

— eres recogida.

— ¡¡Ahh!!.— grita levantándose del sofá.— ya no quiero jugar cartas.

— Bonnie, aun no le dices que confundes los colores?.— intervino Lizbeth, mira a Bonnie quien esboza una sonrisa malvada.— veo que no.

— eso no vale Bonnie, juguemos videojuegos entonces.— se sienta lejos de la pelirroja.— Lizbeth, sabes donde Erick guarda los videojuegos??.

— en su habitación, pero no es buena idea porque...— la Morena no la deja terminar ya que subió al segundo piso corriendo.— esta por llegar.— suspira y siente que se abre la puerta principal.

Erick entra a la casa apresurado, buscando a alguien con la mirada y específicamente a Javiera. Al verlo entrar Lizbeth y Bonnie se pusieron nerviosas, el rostro del Moreno daba a entender que no eran buenas noticias.

— y la enana?.— preguntó alarmado.

Lizbeth y Bonnie señalaron el segundo piso, este soltó el aire contenido en sus pulmones y se sienta bruscamente en el sofá.

— porque, que ocurre esta todo bien?.— habló la pelirroja jugando con su mechón de cabello.

— es el padre de Javiera, esta aquí en Japón buscándola.

El sonido de una caja callendo asustó a los tres chicos, asustados vieron a la Morena de lentes quien había botado una caja llena de videojuegos.

— papá esta aquí?.— atinó a decir con el rostro pálido y manos temblorosas.

Parte dos

Próximo capítulo: volver o no volver, esa es la cuestión...