El pueblo es hermoso, aparte de que cubre todo su alrededor él bosque dándole un aspecto más hermoso.

Creí que él pueblo iba hacer más humilde pero no, es todo lo contrario hay todo lo necesario aquí hay barias tiendas donde puedes comprar lo básico, también hay una pequeña clínica y ahora vamos camino al orfanato yo le pedí a cáterin si me podría llevar ella muy amable aceptó. Y ahora estamos enfrente del orfanato es enorme a simple vista está muy bien decorado dándole un ambiente más agradable.

Al entrar cáterin firma algo, yo la sigo por miedo de perderme en este lugar tan grande.

-señorita cáterin que gusto tenerla devuelta aquí-. Dice una señora al vernos entrar.

-el gusto es mío Julieta -. Dice mientras deposita un beso en su mejilla.

-y quien es esta preciosidad-. Dice refiriéndose a mí con una sonrisa.

-ella es la ma....-. Le corto antes de que lo termine de decir.

-soy Emma un gusto...soy amiga de cáterin-. Menciono.

-el gusto es mío...y eres humana o me equivoco-. Menciona con incertidumbre.

-si lo soy-. Digo con sinceridad.

- ¿el alpha sabe de esto cáterin? -. Pregunta con cierto temor.

-sí, si lo sabe Julieta no te preocupes por eso-. Miente. Puedo ver como la señora Julieta se relaja ante las palabras de cáterin.

-bien...pues los niños están en el área de juegos, se van a emocionar cuando la vean señorita...no muy seguido viene gente nueva-. Indica.

-gracias señora Julieta-. Digo y me encaminó a donde se escuchan las risas.

Al entrar al jardín una sonrisa se forma en mi rostro al ver a los niños corriendo, jugando y sonriendo ampliamente se ven como pequeños angelitos.

-veo que te gustan mucho los niños-. Dice al ver mi expresión de felicidad.

-si mucho siempre quise un hermano-. Menciono.

-pues bien...ve-. Dice.

No espero más y me dirijo a los pequeños niños.

Un niño como de ocho años al verme con curiosidad se acerca.

-hola-. Saluda con su tierna voz.

-hola...pequeño -. Veo que se sonroja ante la forma en que lo nombre.

- ¿podría jugar conmigo? -. Pregunta con timidez.

-claro, ¿qué quieres jugar? -. Pregunto mientras me agachó para quedar a su altura.

-tengo unos carritos...pero nadie de mis compañeros quiere jugar conmigo-. Menciona con un deje de tristeza.

-si ellos no quieren jugar yo con gusto juego contigo a los carritos-. Me ofrezco y el gustoso acepta.

Jala mi mano y hace que tome asiento junto a él en el césped.

No sé cuánto tiempo llevamos jugando, pero la verdad me estoy divirtiendo con estos niños, cuando todos nos vieron jugar se acercaron y empezaron a jugar con leo así se llama el pequeño niño, me dio tanto gusto ver como los demás lo juntaban y él les prestaba sus carritos importándole poco que antes lo hayan rechazado, a simple vista es un niño encantador y más su tierna sonrisa.

- ¡Emma! -. Grita leo mientras viene corriendo hacia mí.

- ¿qué paso leo? -.

-tú vives con Derek ¿cierto? -. Menciona.

Dudo por un momento en responder, pero finalmente lo hago.

-si ¿porque? -.

-quería decirte que si le puedes decir que si hice las cosas que me pidió-. Mi ceño se frunce al no comprender, pero aun así asiento.

-de acuerdo ten por seguro que yo le diré-. Aseguro, aunque no crea que pueda decirle.

-usted es la mate de él ¿cierto? -. Susurra para que nadie más escuche.

- ¿por qué lo dices? -.

-cuando entro olía a él...y cuando mencione su nombre sus ojos brillaron-. Indica tiernamente.

-lo soy...pero creo que no la que él esperaba-. Contesto con tristeza.

- ¿Por qué? si usted es una niña muy linda-. No puedo evitar reírme ante la forma tan tierna de llamarme.

-hay cosas que él nunca aceptara de mi-. Menciono. -pero ya dejemos ese tema si...mejor cuenta que te gusta-. Propongo.

-el helado de galleta, es lo que me encanta-. Dice con emoción.

-a mi igual -. Coincido con él.

-en serio-.

-un día me termine un bote entero de helado-. respondo orgullosa. - pero me hizo daño -. Menciono después con una mueca lo cual le causa risa a leo.

-yo quisiera, aunque sea un cono de helado-. Indica agachando la cabeza.

-cuando vuelva a venir le pediré permiso a Julieta para que nos dé permiso de ir por uno, que te parece-. Propongo.

El asiento gusto, mientras sonríen a sus anchas.

Varios minutos después me sabia ya de memoria la vida de este pequeño, lo cual me causó tristeza, a su padre los mataran los cazadores igual que a los padres de Derek, probablemente esa cosa en común él lo que los unió ya que por lo que me contó el viene muy seguido a visitarle.

Se me hacía imposible no sorprenderme ante la forma de comportarse con él, y no puedo evitar alegrarme que él lo trate, así como si fuera su padre se ha hecho cargo de él desde que murieron su padre, es tan lindo, pero por desgracia cuando está conmigo a solas no puedo decir lo mismo.

- ¿puedo preguntarle algo señorita Emma? -. Me saca e mis pensamientos leo.

-claro...que ocurre-.

- ¿usted lo quiere verdad? -.

Querer es poco a comparación de lo que siento cada vez que lo veo.

Asiento.

-más que eso-. Respondo.

El solo sonríe con ternura mientras toma mi mano con sus pequeñas manos y le da un leve apretón confortando me.

-se lo juro que el terminara por quererla más que a su propia vida-. Sus palabras me toman por sorpresa y más la forma tan sería de decirla.

- ¿por qué lo dices? -.

-es simple uno no puede evitar querer a su mate señorita-. Responde con naturalidad. - veía como mi padre miraba a mi madre y como mi madre lo miraba a él, ambos eran uno solo señorita-. Puedo escuchar la nostalgia en sus palabras.

—seria hermoso tener una relación como la de tus padres—. Indico.

—lo sé y yo sé que la suya con Derek será de esas—.

Sonrió negando, aunque quisiera que sus palabras sucedieran yo sé que él no va a cambiar conmigo a menos que no sea humana, pero eso imposible.

—¡¡EMMA!!—. Mi corazón empieza a latir drástica mente al escuchar su voz.

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