Capítulo único mis ovarios
Había tenido que trabajar por dos jodidos meses sin descanso para conseguir el maldito dinero necesario para comprar al rubio que había conocido, joder con ese vendedor...trataba como escoria al rubio y lo dejaba barato para que cualquiera se lo cogiera, pero se ponía quisquilloso con el dinero a la hora de comprarlo.
Igual lo entendía un poco, probablemente el rubio era su principal fuente de ingresos, ya que por lo que tenía entendido era bastante solicitado todas las noches al tener un precio barato.
Lo entendía pero no lo aprobaba...depender del sufrimiento de otro humano para tener ganancias era un asco...y lo peor es que era algo normal en esta época..
- hombre, con eso podrías comprar comida para meses, en verdad te lo vas a gastar en el muchacho?
Escucho preguntar a su amigo, kanon, mientras entraban al lugar de los esclavos, incluso en la tarde se encontraba lleno, así que tardaría en encontrar al muchacho.
- Ya te dije que si Kanon...sólo quiero sacar al pobre de aquí..
Sintio sus cabellos ser revueltos por su amigo, quien le dedicó una sonrisa ladina.
- Digo lo mismo que le digo a mi hermano...eres simplemente demasiado bueno..
Milo suspiro mientras atinaba a darle una sonrisa resignada. Su amigo siempre lo molestaba con ser demasiado amable. Aunque para el exageraba...nadie podía ser más amable y bueno que saga, ese tipo era un jodido ángel en la tierra.
De hecho, el le ayudó a conseguir dinero para la compra del esclavo.
- no existe ser vivo en la tierra más bueno que tu hermano, deja de exagerar
- Bueno, tu te le acercas
Dejaron de hablar cuando el peli morado distinguio al dueño del rubio entre la multitud, se encontraba sentado contando unas monedas...al lado suyo y parado se encontraba el chico, se veía agitado, por lo que probablemente acababa de terminar y una de sus solicitudes.
Milo fruncio el seño ante la idea, pero decidió no tocar el tema al acercarse.
- DeathMask
Llamo al dueño, quien le miro inicialmente de reojo, aunque al ver que era Milo lo volteó a ver totalmente.
- Vaya, al fin volviste, ya tomaste una decisión entonces?
Milo tiro la bolsa llena de monedas de oro a la mesa donde estaba DeathMask, era de buen tamaño y peso, lo que asombró al tipo.
- El precio que pediste, ni una moneda más ni una moneda menos..
Dm abrió la bolsa y miro sorprendido, para luego sonreir.
- Bien, todo tuyo, haz lo que te de la gana con él.
Aioria miro confundido al que hasta hace poco menos de dos minutos era su dueño ¿lo acababa de vender de forma definitiva?
Volteó su vista al comprador, sorprendiendose al reconocer a Milo, el chico que hace un tiempo le había permitido sentir lo que era la tranquilidad en tanto tiempo...
El pelimorado le sonrió de forma amable al notar su mirada encima de él, haciendo un pequeño ademán con la mano indicándole que viniera con él.
Lo siguió hasta la salida de ese sitio, dioses..¿cuanto tiempo había pasado desde que salió para algo que no sea una demostración publica?
Él pelimorado le extendió una chaqueta, lo que le extraño.
- Ten, supongo que no quieres ir con esa ropa tan exhibicionista hasta tu nuevo hogar no?
"Nuevo hogar"....
Aioria sonrió, estaba muy feliz de oir aquello....por primera vez en diez años, en verdad alguien lo estaba ayudando...
Un rato después llegaron a la casa del peli morado, no era muy lujosa pero si tenía sus comodidades, se veía cálida si la comparaba con ese asqueroso hueco donde había vivido diez jodidos años.
- Te prepare una habitación, es la segunda a la izquierda, vuelvo en un minuto..
Aioria siguió la indicación del mayor y llegó a la habitación, era de tamaño mediano, tenía una cama que se veía muy cómoda y unos cuantos muebles, incluido un closet con algo de ropa y una nota en la puerta
"Puedes cambiarte si quieres, la ropa es tuya - Milo"
Nuevamente sonrió al leer aquello.. dioses ¿Cuánto habia pasado desde que sonrió tan seguido en un solo día?...
Cierto...diez años...el día antes de que sus padres lo vendieran...
Movio la cabeza para quitarse esa idea de la cabeza y se cambió de ella, eligiendo una camisa de color beige claro y unos pantalones de color blanco...había extrañado poder elegir su ropa...
Escucho que alguien tocaba la puerta semi abierta, supuso que se trataba de Milo y la termino de abrir.
- Prepare algo de comer, vienes?
Aioria asintió con una sonrisa, tenía hambre.
La comida había estado deliciosa, podía jurar que era lo más delicioso que había comido en años.
No hablaron mucho, si bien el hombre le caía bien, aún tenía algo de miedo de abrir demasiado la bocota, tenía miedo de recibir otro golpe...aunque sabía que el pelimorado no era así..
Sintio que sus cabellos eran revueltos y miro sorprendido al chico, quien sonreía de forma ladina.
- aio, relajate, sabes que no te haré daño...además de que no tengo derecho, ya eres libre después de todo..
El rubio parpadeo, ¿ tan evidente estaba siendo en su miedo? Se sintió algo avergonzado, pero la sonrisa cálida del mayor bastó para calmarlo..
-Milo....gracias ...
---------------☆☆-------------
Ya habían pasado tres semanas desde que aquel amable chico le sacó de ese asqueroso sitio.
Tres semanas en las que se había vuelto a sentir como una persona normal y no como un objeto...
Él pelimorado había insistido en que buscarán algún sitio para que pudiera vivir e iniciar una vida, pero él de había negado.
No quería estar en ningún lado que no fuera con el chico que lo salvó. Le estaba eternamente agradecido...además de sentirse muy cómodo en su compañía.
- Te dije que yo lavaba los platos hoy aio...
Volteó a ver al pelimorado que estaba en la puerta de la cocina y sonrió algo apenado.
- Perdón...lo olvide...
El mayor de los dos nego con la cabeza mientras esbozaba una sonrisa, se acercó y tomo la esponja aprovechando que el menor se había alejado un poco del lavaplatos.
- Yo termino esto, tranquilo
De repente escucharon la puerta.
- Oh, parece que Kanon ya llegó...
- hm? No me dijo que venía hoy..
- me enteré hace diez minutos que iba a venir, perdón...y ya te dije que puedes tratarme de tu..
Dejaron los platos a medio lavar y fueron a recibir a las visitas sorpresa a la sala.
Milo nisiquiera abrió la puerta, sólo les dijo que pasarán y Kanon ya la estaba abriendo a toda velocidad.
- Ya llegó por quien lloraban ~!
Milo rodo los ojos al escuchar a su amigo decir aquello, en verdad que aveces era un niño.
Detrás de él peli azul claro entraron otros dos chicos. Un peli azul más oscuro, que rápidamente Aioria identificó como el gemelo de Kanon, saga, y un muchacho castaño, a quien no reconoció.
- Bueno, puedo saber a qué se debe esta visita sorpresa?
- quería que saga y Aioros conocieran a Aioria, el chico me cae bien y no iba a permitir que mi hermano y cuñado se pierdan el conocerlo
Tras decir aquello Kanon soltó una carcajada mientras ignoraba la mirada enojada y avergonzada de su hermano mayor.
- ah!? Ya empezaron a salir y no me dijeron?!
- Larga historia Milo...
Pese a la mini escena que se estaban armando, ni Aioria ni Aioros prestaron atención...estaban más ocupados mirándose mutuamente sorprendidos.
Esto no pasó desapercibido para los otros tres, quienes los miraron confundidos hasta que se dieron cuenta de algo...¿Esos dos no se parecían mucho?
- ...Aioria sagit leus?
Pregunto el castaño sorprendido, a lo que el menor sólo respondió con la misma pregunta.
- Aioros sagit leus?
A los tres observadores casi les da algo. ¡¿Eran hermanos?!
No es que no supieran que cada uno tenía un hermano, después de todo su Aioros siempre mencionaba cuanto extrañaba a su hermano menor, a quien sus padres vendieron en época de crisis...y Aioria había mencionado tener un hermano mayor al cual extrañaba mucho.
No esperaron que justo fueran esos dos.
Pronto lo que había empezado como una visita para presentar gente se volvió una reunión de dos hermanos, al mismo tiempo que el otro par de hermanos hacia preguntas o se alegraba de lo que pasaba.
Milo se arrecosto contra la pared mientras observaba la sonrisa en el rostro de Aioria.
Parece que cumplió si objetivo de hacerlo feliz....
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