Capitulo 50

«No es tan grave»
Narra ___

-claramente es por la herida en su estómago, pero también es porque liberó todo el poder que había estado conteniendo hasta ahora- miré al pobre Shin-Ah en silencio, escuchando la explicación que Yoon estaba dándo- hasta que recupere su fuerza deberá hacer reposo por completo

-¿Y su cuerpo paralizado?- preguntó preocupado Kija, quise darle las gracias, sinceramente, tenía la misma pregunta

-parece que Shin-Ah ha usado su poder antes en el pasado, así que se debería recuperar pronto- respondió el pequeño del grupo

-entendido- respondió el peli-plata- entendido…- sonrió, claramente mas aliviado, al igual que yo- Shin-Ah… no te sobre exijas, dime si necesitas algo, haré lo que sea- ofreció, mientras Ao por su parte intentaba meter su bellota a la boca del peli-azul para alimentarlo, no podría decidirlo, no sabría decir cual me da mas ternura

-¡Zeno también! ¡Zeno también!- exclamó energético el rubio, como siempre, cabe notar

-es difícil controlar tu poder de dragón si no sueles usarlo, si te encuentras perdido con algo, pregúntamelo, escucharé lo que sea- aseguró el peli-plata

-¡Zeno también! ¡Zeno también!- siguió secundandolo el auto-nombrado, haciendome aguantar una pequeña risa

-¡Tu lo único que haces es tontear en las batallas! ¡Nisiquiera usas tus poderes! ¡¿No?!- chilló molesto, y no podía decirle nada por eso puesto que en realidad razón en sus palabras no le faltaba, eso y que supuestamente estaba durmiendo

-¡El rol de Zeno es animarlos a todos!- explicó con orgullo, haciéndome carcajear al fin- ¡Ah, la señorita estaba despierta! ¡Zeno lo sabía, Zeno lo sabía!- anunció apresurandose a correr a mi lado

-¡No puede ser posible, Zeno me ha descubierto! ¡He sido descubierta por Zeno!- anuncié siguendole el juego

-¡¿Y por qué no dijiste nada?!- reclamó Kija alterado, me volví a sentar para hablar mejor con ellos, y para recibir con un gran abrazo al dragón amarillo

-¡La señorita no puede engañar a Zeno!- aseguró el rubio exigiendo con un gesto con su cabeza que lo acariciara, sonreí levemente y obviamente accedí a sus demandas

-¡El blanco y amarillo de ahí! ¡Si van a molestar tan solo váyanse!- los regañó Yoon, antes de él y Yona salieron un momento de la tienda, y al rato volvieron

Mi sonrisa se borró al ver que directamente me miraron a mí ¿Que sucedía?

-___…- llamó Yoon, hice una mueca y desvié mi mirada- son las dos mujeres- dijo haciéndome tensar ¿Se refería a...?- son las madres de los niños, y el jefe de la aldea, dicen que quieren hablar contigo, con Yona y conmigo- explicó, hice una mueca de disgusto, evitando ahora también la mirada preocupada de Ouryuu, que se separó de mí dándome mi espacio

-no quiero- respondí con rapidez, volviendo a recostarme, ahora dandole la espalda a la entrada a la tienda- diles que estoy descansando o algo así- pedí, tampoco quería sonar grosera

-¿Estás segura? Es la única forma que te deje salir en estos días, y estoy seguro que vienen a agrad-…- me levanté rápidamente y lo miré con seriedad, interrumpiendolo

-¿Agradecerme? ¿Agradecerme por que uno de sus niños pudo haber muerto por intentar defenderme? ¿Por casi lograr que esos bandidos se llevaran todo lo que tienen y la vida de dos de sus niños?- pregunté con tono molesto, molesta conmigo misma- no gracias- respondí volviendo a acostarme, cubriendome hasta la cabeza- ya te di una idea de que decirle, ahí verás tu si les dices eso o algo más, pero no voy a ir

-hermana…- oí el murmuro de Yona- hermana yo…

-ve con Yoon, y por favor, déjenme en paz con respecto a ese asunto- pedí sin dejarla terminar

-vamonos, mejor dejenla descansar- ordenó Yoon a todos en la tienda, sentí los pasos de todos irse y suspiré, descubriendo mi cabeza

-¿Estás... bien?- murmuró Shin-Ah, haciendome sobresaltar

-que sorpresa, pensé que dormías Shin-Ah- mencioné con una sonrisa nerviosa ¿Había visto todo? Suspiré nuevamente y me acerqué a él, intentando calmarme con su presencia

-con los gritos de Ouryuu y Hakuryuu sería difícil hacerlo…- contestó con tranquilidad, reí levemente, ahí tenía un buen punto

-por supuesto, claro que es cierto- admití sonriendo- pero... Dime algo por favor... ¿Como te sientes Shin-Ah? ¿Te duele algo?- pregunté preocupada

-yo… yo pregunté primero- evadió mi pregunta haciéndome mirarlo con sorpresa- Rokuryuu me explicó… que lo mas justo es que el primero que preguntó sea... el primero con respuesta- explicó con su calma habitual

-así que Jae-Ha…- negué sonriente ¿Ahora se las daba de hermano mayor? ¿Que clase de cosas le explicaba a Shin-Ah cuando no lo vigilaba?- está bien, tienes razón- le dije al peli-azul, sintiendo su atención a mirada bajo su mascara- yo...estoy bien, no te preocupes

-no pareces bien ¿Quieres… un abrazo…?- abrí mis ojos con sorpresa- Rokuryuu también dijo que cuando una chica está mal hay que abrazarla

-ya veo ¿Sabías que también debes abrazar fuerte y por un buen rato a la persona que te da consejos así?- le dije sonriendo- no importa si la persona intenta separarse

-¿Enserio…?- preguntó

-por supuesto, ya has visto a Yona ¿No?- respondí intentando no reír imaginando la cara del dragón Verde, perdóname Shin-Ah, pero es hora de darle una cucharada de su propia medicina- pero bueno, no te preocupes, estoy bien Shin-Ah enserio- aseguré- por cierto, no te agradecí correctamente por salvarme, muchas gracias Shin-Ah

-no podía… dejar que se llevaran a una persona preciada para mi…- respondió, haciéndome sonreír enternecida

-tu también eres una persona preciada para mi Shin-Ah- aseguré, acercándome a este- gracias por nacer y darme el placer de conocerte…- susurré- no volveré a permitir que te hagan daño de esta manera- aseguré

-¿Vas a abrazarme?- preguntó luego de un momento en silencio por parte de ambos

-¿Eso es lo que quieres? ¿No te molesta si lo hago?- consulté, recibiendo una negativa de su parte, sonreí recostandome a su lado para así abrazarlo- bueno… tal vez… si necesitaba esto…- admití acurrucándome, con Ao entre ambos

(…)

-oigan… ella está bien ¿No?- oí un murmuro lejano, me quejé y me acomodé nuevamente para volver a dormir

-ya cállense, está tranquila y descansando lo que debería, si quieren hablar alejense, porque si la despiertan no van a comer- advirtió, claramente Yoon

-no hay necesidad de tanta agresividad- oí la voz, casi burlezca de Jae-Ha- iré a hacer mis guardias a la aldea, así que si algo sucede no tendrán a quién culpar- rió levemente

-¡Cállate o la van a despertar!- exclamó entre dientes el pequeño genio- ya lo advertí, Verde

-¿A quien no hay que despertar Yoon…?- murmuré sin abrir mis ojos

-ya a nadie- bufó, abrí mis ojos adormilada, volviendo a cerrarlos con rapidez ante la repentina luz cegandome momentáneamente- voy a traerles algo para comer, voy a cambiar tus vendajes, y el de Shin-Ah, aprovechando que estás despierta, y el pobre al fin a sido liberado

-¿Uh?- me quejé- ¿Y eso que tiene que ver? ¿De que hablas Yoon?- mascullé antes de soltar un bostezo, entre abrí mis ojos con pereza, sobre abriéndolos rápidamente con sorpresa al encontrar la respuesta- ¡S-Shin-Ah!- nombré con sorpresa, sentándome de golpe en la cana- l-lo lamento… e-es que estoy acostumbrada a dormir con Yona y…

-fue… cálido…- murmuró restándole importancia, haciéndome suspirar y sonreír levemente, siempre era tan lindo, aunque eso no me quitaba lo avergonzada que me sentía en ese momento

¿Me quedé dormida abrazandolo? ¿Y Yoon no le pudo cambiar las vendas porque yo no lo soltaba…? Ay Dios…

-oh, ya está mejor…- murmuré tocando mi pierna, había dolor, pero no tanto como antes, probablemente yo estaba en lo cierto y en unos días estaría mejor, podría volver a moverme con libertad y como si nada

(…)

-¡Zeno…!- lo llamé para llamar su atención al verlo- ¿Has visto a Yoon? Necesito que me ayude, mi cabello se está destiñendo y los oficiales no pue…- me detuve al llegar a la casa y ver a los niños comiendo mientras…- ¿Oh? ¿Un vagabundo logró sobrevivir y llegar a la aldea?- pregunté sonriente, avanzando con las muletas que me había echo Yoon

-¡Señorita! Su cabello otra vez está rojo- rió el rubio- él fue traído por aquí por Kija, dijo que era una emergencia y que estaba enfermo

-¿Enfermo?- repetí mirándo atentamente al hombre a su lado, antes de acercarme con algo de dificultad acercarme a su rostro- umm... Si está algo palido, y se ve con hambre...- murmuré revisándolo, finalmente lo liberé de mi agarre- lo lamento, tendrá que esperar a Yoon, pero yo por mientras puedo revisarlo y ver que es lo que tiene, si gusta por supuesto

-¡E-enserio estoy bien!- respondió este, retrocediendo rápidamente, le dirigí una mirada extrañada

-¿Está seguro? Si está enfermo lo mejor es tratarlo cuanto antes o podría empeorar y...- ¿Por que no me dejaba ayudarlo? Intenté acercarmele nuevamente

-Señorita, estoy seguro de que en verdad está bien, no se preocupe, seguro solo está cansado- interrumpió Zeno agarrándome del brazo y haciéndome sentar a su lado para detenerme- ¡Oh! ¡Ahí está la ardillita!- exclamó con emoción, giré mi cabeza rápidamente encontrándome con Ao sobre un árbol llenando sus mejillas con bellotas

-¿Que pasa con Ao?- cuestioné curiosa

-¿Uh? Pensé que lo sabía señorita, Seiryuu la estaba buscando hace un rato- explicó, haciéndome dirigirle una mirada extrañada ¿Dijo que Shin-Ah la buscaba? ¿Pero no que precisamente él sería el primero en ver donde estaba?

-¡Bien, bien, iré por ella!- anuncié luego de suspirar resignada, me levanté y sacudí mi ropa, Zeno no haría algo sin algún motivo, seguramente había una razón detrás de sus palabras que luego entendería- ¡Nos vemos!- me despedí de ambos agarrando mis muletas- voy a ver si hay algo que pueda cazar así que nos vemos luego- avisé

-¿Eh? ¿El niño no había confiscado sus armas para asegurarse de que descansara correctamente?- reí levemente ante la interrogante del dragón amarillo

-esa no es la única forma que hay de cazar, el detalle será el si es que hay algo para atrapar- expliqué sonriente antes de alejarme, por favor, obviamente no podía depender de un arma para no morir de hambre

(…)

-¿Shin-Ah?- nombré confundida cuando este se levantó repentinamente

Se había acabado el tiempo de gracia que nos dió Yoon para levantarnos de la cama, probablemente culpa de ambos, Shin-Ah había recuperado su espada de algún modo y había vuelto a entrenar con esta

Y yo por mi lado había cazado un par de aves, y como no iba a dejar que se desperdiciaran tuve que entregarlas al pequeño egocéntrico, dejándole fácil descubrir mi "pequeña escapada para cazar" la cual no le hizo ni una pizca de gracia

¿Está de más decirlo no? Nos castigaron a ambos sin más salidas hasta nuevo aviso, o al menos hasta que entendieramos "que habíamos echo mal"

¡Traje de comer! ¿Que había de malo en eso? Y Shin-Ah me prometió que se sentía mejor y que entrenaba a un ritmo que se adaptaba a su poca movilidad del momento ¡Y yo le creía!

-¿Que sucede, Shin-Ah?- secundó Kija mi pregunta

En fin, ambos estabamos castigados en la tienda, siendo "acompañados" por Kija, que no se engañaba ni a él mismo, lo habían enviado a ver que no volviéramos a irnos

-el cielo… se iluminó…- explicó sin dejar de mirar hacia el exterior mientras se levantaba, fruncí levemente y lo seguí, ciertamente se veía una tenue Luz a lo lejos que Shin-Ah veía mejor que yo

-¿Puedes ver las luces en el cielo aunque estés dentro de la tienda?- preguntó sorprendido el dragón blanco- ¡Ah! ¡Oigan…! Están heridos…- sonreí levemente al notar la lenta reacción del chico

-¿Shin-Ah, hermana?- preguntó Yona, acercándose confundida cuando ambos salimos de la tienda

-soldados… muchos soldados… vienen hacia acá…- explicó el peli-azul

-¡¿Qué?!- exclamé angustiada- ¡Entonces tenemos que…!

-no, ustedes están heridos, iremos con Kija a avisar a los demás, ustedes esperen aquí hermana, o Yoon se enfadará y estarán en problemas- ordenó Yona, antes de irse

Mordí mi labio molesta, era cierto que aún no estaba del todo recuperada, al igual que Shin-Ah… pero heridos o no ellos necesitaban de los ojos de él, y yo no estaba tan mal como para no poder luchar, además si estabamos todos juntos, significaba que el peligro de que mis heridas empeoraran eran casi nulas

-aquí- me giré ante la voz de Shin-Ah, y sonreí ante este mostrándome mi arco y espada corta- no nos... Dejarán fuera...- aseguró haciéndome asentir de acuerdo con decisión

-así que tuvimos la misma idea- comenté divertida, recibí el arco y mi espada, para colgarlos en mi hombro y cinto respectivamente- vamos Shin-Ah, ya lo dijiste tú, no pueden dejarnos fuera de esto- le dije sonriente- ¡Mahou!- llamé a mi buen amigo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top