«Solo eres tu Shin-Ah… mi Luz de Luna»
Narra Shin-Ah

-soy…- tengo… tengo miedo de mi propio poder… de que ___ me odie… tengo miedo de que nadie mas vuelva a mencionar mi nombre…

-el hecho de que estés enojado hace que no puedas controlar tus poderes- susurró ___, cubriendo suavemente mis ojos- eso es porque eres un humano Shin-Ah- aseguró- todos somos así- su tono fue inusualmente mas duro, no parecía dirigirlo hacia mí- ¡Es por eso que lo que debes hacer es no cerrar los ojos y reprimirte! Shin-Ah, debes abrir los ojos y tomar el control de tu propio poder- explicó, descubriendo mis ojos, su mano subió y empezó a acariciar mi cabello- creo que quienes pueden hacer eso son personas muy fuertes… me gustan las personas que pueden lograr eso, así que… vamos a hacernos fuertes juntos ¿Quieres, Shin-Ah?- preguntó cariñosamente

-¿Juntos…?- pregunté, recibiendo un sonido afirmativo- ¿Desde ahora…?

-¡Por supuesto!- respondió con seguridad

-entonces yo… ¿Puedo quedarme?- me sorprendí, cuando vi su pequeña mano pasar frente a mí, y tomar mi mano

-no te dejaré solo Shin-Ah, aquí estaré siempre para tomar tu mano- aseguró apretando su agarre, mis ojos empezaron a arder… y nuevamente brotaron las lágrimas que solo hace un momento habían cesado- Shin-Ah… no iré a ningún lado sin mi Luz de Luna- volvió a acariciar mi cabello con suavidad

A pesar de que se supone que no tengo sensación en mi mano… puedo sentirla… la calidez que ___ me está dando

Cuando abra mis ojos… las marcas de las garras de mi poder estarán ahí, no te alejes del sentimiento de placer, es lo que ___ me dijo… todavía… todavía tengo miedo

Pero si… si ___ sigue llamando a mi nombre… iré a cualquier lado… hasta que pueda estar orgulloso de… el nombre que ___ me dió…

Narra ___

-¡Hermana!- levanté mi mirada, viendo a Yona llegar corriendo- ¿Como está Shin-Ah?

-no te puedo decir con exactitud, no he mirado muy bien- admití, sacando mi cantimplora de agua de mi cinto- ayúdame a quitarle su abrigo para poder revisarlo y limpiar su herida- pedí acomodandome para eso

-¡C-claro!- ayudé levantando el cuerpo de Shin-Ah desde el torzo para que Yona le sacara la prenda mencionada

-pasame un trozo de esa venda, lo usaré para limpiar su herida- pedí, limpiandome las manos- Shin-Ah, tienes que aguantar hasta que Yoon vuelva ¿Si? Yo solo puedo hacer lo básico en este momento- le recordé

-si, lo entiendo…- respondió con tranquilidad, yo estaba que lloraba por su herida y él tan tranquilo…

-está un poco helada, perdón- me disculpé primeramente dejando el agua fluir hacia su herida, y luego mojé el trozo de venda para limpiar- por cierto ¿Tu cómo estás Yona? ¿Te duele algo?- pregunté preocupada

-no, no, el golpe de la cabeza de cuando me tiraron del techo, pero ya casi ni lo siento- aseguró, en lo que yo volvía a pedirle ayuda para levantar a Shin-Ah y vendar su herida

-¡___, Yona!- me giré sonriente al oír la voz de los integrantes de nuestro grupo

(…)

-¡Quédate quieta!- me regañó Yoon- que princesa tan problemática- se quejó

-es que las vendas me incomodan- le respondí intentando quitarme las vendas del cuello- ¡Ay!- me quejé ante el manotazo que este me dió

-deja las vendas, las necesitas- reclamó- ¡Pero nada!- exclamó, apretando la que me estaba colocando en el abdomen

-¡Aún no he dicho nada!- le dije recuperado el aire que este me había quitado con el gesto

-¡Pues planeabas hacerlo!- respondió, abrí mi boca para contestarle, pero… tenía razón- ¡Ni Yona ni Shin-Ah me han dado tantos problemas para tratarlos!- reclamó

-¡Ni Yona ni Shin-Ah quedaron todos envueltos en vendas! ¡Nisiquiera creo poder moverme!- bufé frustrada

-¡Ese es el punto!- me regañó, suspiró frustrado y se levantó- traeré a Kotaro para que te lleve a descansar y no, no puedes ir por tu cuenta, debes descansar tu pierna si quieres mejorar

-oh vamos, no es lo peor que me ha pasado- fruncí mi ceño, solo había sido un hueso- seguro en unos días estaré bien

-lo que digas, pero hasta que eso pase yo estoy a cargo de tu tratamiento, y yo digo que vas a descansar- ¡Kotaro!- lo llamó

-¿Ya terminaron?- preguntó llegando

-si, está lista para llevarla a descansar- explicó, pff, ni que me fuera a quedar quieta donde sea que me dejen, si me deja con él mientras cocina podría…- preparé una cama para ella junto a la de Shin-Ah

-¿Disculpa qué?- pregunté sorprendida ¿Y eso para que o qué? El pequeño sonrió con malicia

-por favor, soy un apuesto genio, voy 10 pasos delante de tí en estos casos- aseguró altivo- ¿Realmente tendrías corazón para dejar al pobre  Azul esperando por tu compañía? ¿Y para dejarlo solo con tal de buscar que hacer?

-eso es malvado… manipularla con Seiryuu para que se quede tranquila acompañándolo… me empiezas a agradar mocoso- abrí mi boca luego de soltar un jadeo

-¡¿Kotaro?!- chillé indignada, este se acercó a levantarme- ¡¿Estás traicionandome Kotaro?!

-no, estoy cuidándote, como todos los demás aquí- respondió llevándome dentro de la tienda

(…)

-Yoon… ¿Como se encuentran Shin-Ah y mi hermana?- oí la voz de Yona, haciendome sonreír y abrir los ojos

-¡Yona! Yo estoy excelente, pero Yoon-… ¡Ah!- no pude terminar, cuando Yoon tocó mi pierna, haciéndome levantarme levemente para afirmar el area afectada- ¡¿Y eso…?

-¡Por intentar hacerme quedar como el malo de la película! ¡Y para que Yona vea que mientes!- me volvió a regañar- ahora recuestate, necesitas descansar- suspiré y obedecí de mala gana- como puedes ver nisiquiera una pierna rota la desanima al parecer, y Shin-Ah está bien, en las heridas de ambos usé senjusou, así que se curarán pronto

-¡Gracias a Dios…!- exclamó aliviada, mientras yo suspiraba de igual forma mirando a Shin-Ah, que alegría que estuviese bien…

-¡Seiryuu! ¡Seiryuu! ¡¿Sabes que soy Zeno?!- cuando menos noté, el dragón amarillo había ingresado, y en un pestañeo el dragón blanco estaba ahí también- ¿Estás vivo? ¿Te sientes bien? ¿Quieres jugar?

-¡Oye, amarillo! ¡No hagas un escándalo!- lo detuvo Yoon antes que se lanzara sobre el pobre Seiryuu- ¡El no quiere jugar!