Capítulo 15


—¿Vas a vomitar? —pregunta Alec a mi lado.

Niego con rotundidad pero eso no ayuda a calmar la náusea. Y bajo ningún concepto pienso vomitar delante de él.

—Estoy bien. Solo necesito un momento.

—No pasa nada, a veces es mejor...

—¡No pienso vomitar, Alec! —grito, molesta ante su insistencia.

—Vale, ok.

Inspiro varias veces intentando alejar tanto la sensación como el recuerdo que se empeña en causarme el malestar. Pasados unos minutos, me enderezo de nuevo.

—¿Mejor?

Asiento sin ganas de hablar y Alec lo pilla al vuelo. Continuamos andando en silencio y casi sin darme cuenta, llegamos a mi casa. Abro la puerta y cuando le miro, le veo dudar.

—Puedes pasar un rato si quieres. No creo que sea capaz de dormir ahora mismo. —Me sigue al interior, aunque no parece muy convencido—. Vaya, el otro día cuando te colaste por la terraza, no estabas tan reticente...

—Es solo que... tu hermano aún no se fía mucho de mí y no quiero dar pie a que piense cosas raras.

Enciendo una pequeña luz y me siento en el sofá, dispuesta a disfrutar de la vista.

—Tú verás, pero Leo ya sabe el papel que tienes ahora mismo en mi vida y creo que lo último que debería preocuparte es contentarle a él.

Alec se sienta a mi lado y me alegro de que haya decidido quedarse. Con la cabeza un poco ida, sería fácil que me pusiera a pensar en Lili y eso es lo último que quiero.

—¿Se te han pasado las náuseas? Si quieres te puedo preparar una infusión.

—No te preocupes, las ganas de vomitar han sido porque he recordado algo, que hubiera preferido que quedara en el olvido.

—¿Te refieres a algo de esta noche?

Por un momento, dudo. No sé si es una buena idea contárselo, pero al final decido hacerlo. ¿Por qué? Ni puñetera idea. Quizás para ver su reacción.

—Sí, verás, he conocido a un chico y he estado bailando con él... y bueno, en un momento dado ha intentado besarme.

Alec se gira hacia mí más sorprendido de lo que me gustaría y yo me afano en soltarme las sandalias, solo para tener una excusa y no mirarle a la cara.

—¿Que ha intentado besarte?

—Sí, intentado. Se ha llevado un buen bofetón de mi parte. No me acordaba, pero cuando se me ha comenzado a despejar la mente, ha vuelto a mí la imagen de sus labios acercándose... y...

—¿Te han dado ganas de vomitar?

—¡Eso es! No es que el chico tuviera nada de malo, pero me he sentido abordada y además...

Me callo al ser consciente de lo que estaba a punto de decir.

—¿Además? —insiste.

Cojo aire para soltarlo del tirón.

—Pues que nunca me han besado y en ese momento me he dado cuenta de que no me valía con que fuera cualquiera, que aunque un primer beso no signifique nada, al menos quería que no me resultara indiferente del todo. No me hagas caso, no digo más que tonterías.

Espero una carcajada por su parte, pero esta no llega. Cuando me giro y le miro, parece estar dándole vueltas a algo.

—Lo cierto es que tienes razón y creo que haces bien en darle importancia a esas pequeñas cosas. Ojalá nos preocupáramos más porque todo significara algo...

Nos mantenemos la mirada y de nuevo vuelvo a tener la misma sensación que la primera noche. No me engaño a mí misma, soy consciente de lo mucho que me gustaría que Alec fuera quien me besara, sin embargo sé que no es algo que vaya a suceder así que no me queda otra que aguantarme.

—No tengas prisa.

—¿Qué quieres decir?

—Pues eso, que no tengas prisa por que alguien te bese. Ya llegará el momento, igual que el de otras muchas cosas.

Me dan ganas de decirle lo que pienso, para ver su reacción y saber si él se siente igual que yo, pero en realidad, eso solo serviría para poner las cosas raras entre nosotros y ahora que parece que nos empezamos a llevar bien, eso es lo último que quiero.

—Me lo tomaré como en los k-dramas —digo junto a suspiro de resignación.

—¿K-dramas? ¿Ves K-dramas?

Puedo notar el tono divertido en su voz. No sé porqué le sorprende tanto.

—Me gusta todo lo que tiene que ver con Japón y Corea. ¿Qué hay de malo? —protesto.

—Nada, nada. Si esas series están muy de moda ahora... ¡para mujeres de 40!

Le doy un manotazo en el brazo, molesta por su comentario.

—¿Qué quieres? Soy una ermitaña. Empecé con anime y una cosa llevó a la otra. Deberías ver alguna de esas series, seguro que cambiarías de idea.

—¿Y por qué dices de tomártelo como en un k-drama? Eso me lo tienes que explicar.

—Pues verás... los coreanos son muy respetuosos y comedidos, cosa que también se ve en sus series. Y en las que son románticas... digamos que pueden pasar más de diez capítulos antes de que haya un beso entre los protagonistas. Y cuando lo hay, suele ser de lo más casto. Vamos, sin lengua ni nada.

Me río de mis propias palabras y Alec también se acaba riendo.

—¿Y entonces? ¿Dónde está el atractivo en esas series?

—Creo que enganchan porque muchas veces estás más entretenida con esa tensión sexual no resuelta, ¿sabes? Te pasas capítulos y capítulos esperando a que suceda. Y cuando pasa ¡lo celebras! Al menos a mí es lo que me gusta de esas series. No sé, es como que hacen que un beso se convierta en algo relevante.

Termino de hablar y se me escapa un sonoro y nada disimulado bostezo.

—Va siendo hora de que te vayas a la cama, princesa.

—¿Puedes quedarte un poco más? Solo hasta que me duerma. —No le doy opción a que se niegue—. Venga cuéntame algo de... no sé, el instituto al que tendré que ir en septiembre. Para que me vaya haciendo a la idea y eso.

Apoyo la cabeza en su hombro y le escucho hablar, mientras observo el paisaje nocturno que se dibuja al otro lado del cristal. Realmente son unas vistas maravillosas y la compañía las hace aún mejor.

Hola, hola. ¿Qué tal estáis? Yo justo quitándome de encima un resfriado, para variar. Pero como veis, ni estar enferma evita que suba un nuevo capítulo...

Vamos al tema. ¡Al final Tali no vomitó! Jajjaja ¿Hay algo peor que vomitar delante de alguien que te gusta? Yo creo que son de las peores cosas que te pueden pasar. En fin, ha podido mantener la compostura.

¿Y qué opináis de lo que han hablado? ¿Hay que darle importancia a un beso? ¡No hay respuestas equivocadas! Solo opiniones y entiendo que habrá quien lo considere importante y a quien le de igual.

Bueno, aviso a navegantes: el próximo capítulo es narrado por Alec. Así podremos saber un poquito de lo que se le pasa por la cabeza. (Os voy a confesar una cosa, me encanta narrar desde su punto de vista).

Dejadme comentarios, quiero saber si os está gustando.

Muy pronto más. Besitossss.

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