Videollamada

Después de ese día todo volvió a la normalidad, si puede llamarse así, hice las paces con Emily y mis padres me sermonearon un poco.

Era sábado, me encontraba sola en casa, pues mis padres habían llevado a mi hermano a comprar ropa y zapatos, me dijeron que si quería acompañarlos y también me comprarían algo, pero me negué pues eso de ir a comprar no es lo mío, prefería quedarme en casa, además así podría tener un poco de tiempo para mi. Las primeras horas fueron muy entretenidas pues pude hacer cosas que por una u otra razón no hago cuando están mis padres o mi hermano. Después de un rato ya no encontraba que hacer así que decidí ponerme a escuchar música y seguir hablando con Edward como de costumbre.

-¿Y qué haces Alice?
-Nada estoy sola en mi casa escuchando música
-En ese caso ¿Puedo pedirte algo? Sólo si quieres sino no importa
-Si ¿Qué sucede?
-¿Crees que podríamos hacer una videollamada? Es que tengo ganas de ver como eres y oír tu voz

Por un momento quede en shock, era una genial idea y propuesta, pero ¿Por qué habría dicho que quería oír mi voz y ver como soy? No lo se, pero por supuesto no me negaré, quiero conocer más a Edward para saber como es el chico del que me enamore.

-Esta bien, sólo que estoy un tanto desarreglada, despeinada y en pijama ¿No importa?
-Claro que no importa, yo quiero verte a ti, no a tu ropa o tu peinado
-Esta bien

En eso sonó la llamada, conteste y vi a un chico de cabello negro, lacio, no muy largo pero tampoco corto; su piel era ligeramente morena, pero no mucho; sus ojos, dios eran tan preciosos, de color café un poco claro, en ellos se veía claramente sorpresa y emoción; sus labios, sus ojos, su nariz, todo, era realmente lindo y apuesto.

Me quedé observándolo un momento hasta que su voz me sacó de mi asombro; era una voz tan hermosa, nunca había oído una voz así, no era muy gruesa pero tenía un toque especial que me fascino, no sabría como decirlo bien, pero podría oír esa voz por horas y no me cansaría de oírla.

-Wow eres muy linda- dijo

Al momento sentí que mis mejillas tomaron color, me sorprendí y no supe que decir, me había puesto nerviosa ya era demasiado evidente. Sólo me quede mirándolo y vi como su cara tomaba un ligero tono rojizo.

-¿P-por qué no dices nada?- preguntó mientras desviaba la mirada.

-L-lo siento, me quede pensando que eres lindo- después de ese comentario las mejillas de ambos se pusieron más rojas.

-¿Sabes? Tengo un par de cosas que decirte- dijo nervioso

-¿Cuáles?- pregunté curiosa

-La primera es que me gustas mucho Alice y la segunda es que el próximo mes viajare a Toronto para visitar a una tía y pues me gustaría aprovechar para poder verte, no es necesario que correspondas mis sentimientos pero quiero que estés consciente de ellos y me gustaría que aunque sea me dieras la oportunidad de verte en persona si es posible- dijo y después se volteo

¿Yo le gusto? No puede ser posible

-T-tu también me gustas mucho Edward y también me gustaría verte en persona- dije casi sin pensarlo

Ya lo hice y no hay vuelta atrás me arriesgaré e intentaré volver a abrir mi corazón, aunque no se que tan difícil será.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top