Capítulo XX: Bienvenido.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento
al lector.

Hinata llevaba dos meses de embarazo, su vientre no había crecido pero su peso aumento un poco, por eso comenzó a usar ropa más suelta y cómoda. La ojiperla se estaba poniendo un vestido de colores claros, Obito le había prometido llevarla a la celebración del Hanami, todos sus amigos estarían ahí. 

—Estoy en casa— Hinata se terminó de peinar y camino hacia la entrada, no podía correr ni lanzarse a los brazos de Obito cuando llegaba como antes, Tsunade le había dicho que su embarazo era de alto riesgo y debía cuidarse.

—Me alegra que estés en casa— Obito le sonrió y le regaló un fugaz beso, se inclinó un poco y le dió otro beso al vientre de Hinata.

—Hola bebé, ¿Estás listo?, Tu mamá está muy emocionada— lo saludo repartiendo caricias en toda esa zona.

Hinata lo miro con ternura— ¿Ya nos vamos?

—Espera, hay algo que quiero estrenar— Obito se fue a la habitación y Hinata a terminar algunas cosas en la cocina, le tocó llevar los postres. 

Termino de empacar todo y se sentó a pensar, nunca imaginó que sería una madre tan joven, a su padre no le había agradado mucho la noticia, pero cuando miro lo emocionada que ella estaba, su corazón se fue ablandando, Hanabi era la más contenta, ya le empezaba a comprar ropa y juguetes, Neji había querido golpear a Obito por embarazar a su prima siendo ella tan joven, pero Ko y Hinata lograron tranquilizarlo, después Sakura se encargó de que lo aceptará.

Lo que tenía más sorprendida a la aldea fue la llegada de Sasuke junto a una pelirroja llamada Karin, se habían conocido en la guerra y al parecer se volvieron a encontrar en los recorridos del Uchiha.

Otra cosa que había pasado era el compromiso de Itachi e Izumi, pronto Itachi pasaría a ser el líder del clan Uchiha. Shisui también le había pedido matrimonio a Tenten, la castaña acepto gustosa, incluso Temari y Shikamaru iniciaron una relación más formal.

Solo faltaba que su primo Neji se animará a dar un paso más con Sakura, ellos eran la única pareja de su generación en no estar comprometida, porque Sai también había pedido formalmente la mano de Ino. Pero Hinata ya sospechaba que Neji le pediría matrimonio a Sakura el día de hoy.

—Estoy listo— Hinata se giró y lo miro sorprendida, sus ojos se llenaron de lágrimas que empezó a limpiar rápidamente.

—Te pusiste la Yukata que te regalé— murmuró llena de emoción.

—Perdón por no haberlo hecho antes— él se acercó hasta ella y limpio sus ojos con los pulgares— No había tenido oportunidad de ir al Hanami, la quería estrenar en estas fechas.

—Lo importante es que te gusta y la estás usando— Hinata seguía llorando de felicidad, Obito la envolvió en un delicado abrazo.

—Últimamente has estado más sensible— comento besando su frente.

—Es por el embarazo, me lo dijo Sakura.

—Ya escuchaste bebé, haces más sensible a tu mamá— bromeó Obito para hacerla sonreír.

—Aún no puede oírte— dijo Hinata riendo un poco.

—Pero a mí me gusta hablar con él, o ella, ¿Qué te gustaría que fuera?— pregunto Obito.

—Será niño— declaró confiada.

—¿Por qué estás tan segura?

—Porque soy su mamá y lo presiento— respondió acariciando su vientre.

—Entonces hay que ir pensado un nombre— opino feliz, la idea de ser padre y tener una familia lo llenaba de una alegría inmensa, una que no podía describir con palabras.

—También lo tengo pensado— Obito permaneció callado para que ella continuará— Se llamará Minato, Uchiha Minato.

Obito abrió los ojos sorprendido— ¿De verdad?

—Kakashi-sensei me dijo que cuando tuvieras un hijo querías ponerle como tú maestro— comento Hinata alegre— A mí me gusta mucho el nombre.

—Muchas gracias, por todo Hinata— hablo y después la beso con cariño.

—Vamos por Akamaru para irnos, no hay que llegar tarde— Obito asintió, tomo su mano y juntos salieron de la casa.

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El nacimiento del hijo de Hinata y Obito estaba programado para el mes de Noviembre, el Hokage no dejaba de sentir los nervios a flor de piel. Al principio dejaba a un clon haciendo su trabajo para el quedarse con Hinata y ayudarla en lo que se ofreciera, pero los ancianos le dijeron que si seguía de esa manera tendrían que recurrir a otro tipo de medidas con él, planeaban darle más horas de trabajo, algo que no podía permitir, por eso cambio los lugares y ahora dejaba a un clon para que ayudará a su esposa.

Octubre pasó rápidamente, cada día Obito se sentía más emocionado, su hijo podría nacer en cualquier momento.

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Hinata caminaba con dificultad, el bebé realmente la cansaba, se sentó frente a la mesa de la sala y se recostó un poco, el clon de Obito termino de preparar la comida y fue a sentarse con ella.

—¿Todo bien?— pregunto preocupado— Te noto muy pálida.

—Creo que debería dormir un poco, no aguanto más estar de pie— la Uchiha se levantó con ayuda de Obito, pero los ladridos de Akamaru los pusieron en alerta.

Cinco ninjas que cubrían su rostro entraron tumbando la puerta, Akamaru también entro y mordió a uno de los agresores— Akamaru, cuida que Hinata salga con bien de aquí, yo me encargaré de estos tipos— el gran perro comenzó a ladrar y corrió hacia Hinata, la azabache camino despacio y apoyándose de las paredes y muebles, le estaban dando unos dolores muy fuertes.

Obito seguía combatiendo a los ninjas, pero el clon no aguanto más y desapareció, Hinata se tocaba el vientre con dolor, Akamaru la intento proteger pero aún así los ninjas lograron secuestrar a Hinata.

—Tengan cuidado con la chica, al jefe le interesa mucho el bebé que lleva, quiere ver con sus propios ojos la mezcla del Byakugan y el Sharingan— ordenó el líder.

—Por favor— suplico Hinata sin poder aguantar el dolor— Déjeme aquí, me están dando unos dolores insoportables, mi hijo puede nacer en cualquier momento. 

—Lo siento cara bonita, nosotros solo seguimos las ordenes del jefe— menciono el líder antes de llevarla con ellos.

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Obito se levantó bruscamente del escritorio cuando su clon desapareció, Kakashi lo miro preocupado— ¿Sucede algo malo?

—Es Hinata, están intentando secuestrarla, no creo que Akamaru haya logrado salir a tiempo con ella— Obito busco todas las armas de su cajón y las acomodo en su portador de herramientas.

—Iré contigo— Kakashi se sujeto del hombro de su amigo, con ayuda de su técnica de espacio-tiempo llegaron a la casa.

La puerta estaba tumbada y había rasgos de lucha por todas partes, Akamaru estaba lastimado de una de sus patas traseras, Kakashi se acercó hasta el can y comenzó a vendar su herida, después de haberla desinfectado.

Obito estaba en shock, miraba a Kakashi ayudar a Akamaru, pero su esposa no estaba por ningún lado, se puso pálido y solo reaccionó hasta que Kakashi lo tomo por los hombros y lo sacudió.

—Voy a invocar a mis perros para que encuentren a Hinata junto con Akamaru, ella va estar bien, solo necesito que te concentres— explicó el peliplata con calma.

Ambos ninjas siguieron el rastro de Hinata, todo apuntaba a que los secuestradores se habían detenido en una cueva sucia y húmeda, lo confirmaron cuando escucharon el grito de dolor de la ojiperla.

Obito quiso ir de inmediato pero Kakashi lo detuvo— No podemos entrar sin tener un plan.

—Jefe, creo que esta chica está apunto de tener al niño— el hombre de cabello oscuro no sé inmutó, tenía problemas más graves afuera, los habían logrado localizar— Está comenzando a sangrar.

—¿Y qué quieres que haga?, No soy un médico— expreso molesto.

—Pero si le pasa algo malo al bebé, no nos van a pagar nuestra parte— argumento otro de los ninjas.

—Y la niña no deja de gritar por el dolor, se darán cuenta de que estamos aquí.

—Ya se dieron cuenta— Kakashi y Obito entraron a la cueva junto con Akamaru, los ninjas renegados se pusieron en guardia y comenzaron con la lucha.

—No importa si nos matas, al jefe le gusta coleccionar cosas, te aseguro que tú hijo tarde o temprano formará parte de su colección— Obito lo miro furioso y atravesó su abdomen con un kunai. 

Hinata sentía un dolor terrible, ni siquiera podía ponerse de pie, su hijo iba a nacer, de eso estaba segura, sus ojos se estaban cerrando, vagamente recordaba ver a Obito caminar hacia ella.

Kakashi termino con el último de los ninjas y se giró para ver a Obito, en verdad se tardaron más de lo que pensaron en derrotarlos— ¿Cómo está Hinata?

—Esta perdiendo el conocimiento, la llevaré al hospital con el Kamui— Obito tomo a su esposa entre sus brazos, Kakashi prometió alcanzarlo después junto con Akamaru.

Kakashi y Akamaru partieron de regreso a la aldea, después de haber ordenado la detención de aquellos sujetos. 

Obito llegó pidiendo atención urgente a la entrada del hospital, Sakura estaba de turno y de inmediato le indico la camilla donde debía dejarla— Manden llamar a Tsunade-sama— ordenó con voz autoritaria— Usted tiene que esperar afuera— el Uchiha miró como Sakura entraba a una habitación y cerraba la puerta dejándolo solo en la sala de espera.

Tsunade llegó junto con Shizune después de cinco minutos, lo miro y sin decir nada entro a la habitación donde tenían a su esposa.

El tiempo parecía una eternidad, miraba entrar a varias enfermeras con gasas y otros utensilios, pero nadie salía a decirle la situación.

Kakashi llegó y se sentó a un lado de él— ¿Qué sucede?

—No lo sé, nadie sale a decirme nada— frustrado, miró sus manos y se agarró el cabello con impotencia— Ya llevo más de media hora aquí.

—Debes de entender que los partos a veces son largos— Obito lo miro con algo de confusión.

—¿Parto?, ¿Crees que ya va a nacer mi hijo?

—Si, pensé que te darías cuenta, eres un despistado— comento viendo cómo el rostro de su amigo cambiaba a uno de alegría y después a uno de preocupación de nuevo.

—¿Cómo está mi Oneesan?— grito Hanabi para luego llegar con ellos.

—Sakura nos mandó avisar— explicó Neji. Hiashi venía mas atrás, su cara era algo difícil de descifrar, no sabía si estaba preocupado o molesto.

—Nadie ha salido a decirme cómo está— los tres Hyūga se sentaron en la sala a esperar.

Después sus demás amigos comenzaron a llegar, los primeros fueron Kushina y Naruto, le siguieron Fugaku, Mikoto, Itachi, Sasuke, Shisui y Tenten, luego llegó Kurenai junto a su hija, Rock Lee y Guy-sensei, al final llegaron Ino, Sai, Shikamaru y Chōji.

Tsunade salió de la sala y busco a Obito con la mirada— Lo siento, el parto se esta complicado— el Uchiha se levantó de su asiento inmediatamente— Solo podré salvar a uno de los dos— Obito se puso pálido, los demás estaban impactados— Necesito que me digas a quién voy a salvar.

Hiashi recordó que lo mismo le había pasado en el nacimiento de Hanabi, ese día casi pierde a su esposa, lamentablemente murió a los meses siguientes.

—A Hinata, salvala a ella— todos giraron a verlo, ni siquiera se había detenido a pensarlo más, sonaba tan triste y decidido a la vez.

—Tsunade-sama, salve al bebé— ordenó Kakashi con voz sería, Obito lo miro sin expresión alguna.

—¿Qué crees que haces?

—Sabes muy bien que Hinata preferiría salvar a su hijo antes que a ella misma— Obito estaba ido, eran muchas emociones para él.

—No, yo no puedo perder a Hinata, ella

—Te dije que su embarazo sería complicado desde el momento en que me enteré de su estado— le hablo Tsunade— Ella es solo una chica que está por cumplir los dieciocho, no tiene el cuerpo para soportar un embarazo, esto podía pasar.

—No, mi Oneesan no— murmuró Hanabi cubriendo su boca para reprimir los sollozos.

Hiashi apretó sus manos al igual que Neji, pero fue este último quien se intento lanzar en contra de Obito, Naruto y Sasuke lo contuvieron— Por eso debía cuidarse, si Hinata-sama se mue

—Basta Neji— lo interrumpió Hiashi— No es solo su culpa, Hinata también actuó sin pensar, además, en este momento no importa si le reclamas por eso— Hiashi observo que Obito aún no salía de su shock— Salve al niño.

—Por favor, no me haga perderla— pidió a Tsunade mirando al suelo— Tampoco a mi hijo.

—Haré todo lo posible por salvarlos a los dos, pero si no puedo tendré que tomar una decisión— Tsunade se adentro de nuevo a la habitación dejando todo en completo silencio.

Kushina y Mikoto se acercaron a consolar a Obito— Tranquilo, todo estará bien— le dijeron suavemente.

Unas cuantas horas más pasaron cuando se logró escuchar el llanto de un bebé, unos minutos más y las enfermeras salieron con un pequeño niño para llevarlo a las incubadoras. Su cabello era oscuro como el de su padre, pero tenía la piel blanca como la porcelana, igual a su madre, él bebé era tan pequeño.

Obito se sintió feliz de ver a su hijo, pero también estaba nervioso, esperando que le dijeran el estado de su esposa.

Sakura salió con el cabello recogido en una coleta, los miró a todos preocupados y sonrió débilmente— Ella está bien, solo necesitará estar en reposo por unas semanas, puede pasar a verla Hokage-sama, en un momento le van a traer a su bebé, felicidades, es un niño muy sano, solo necesita estar en la incubadora para que sus pulmones se fortalezcan lo suficiente— todos suspiraron aliviados.

Obito se puso de pie y entro junto con Sakura, miró a su esposa recostada con los ojos cansados— Hinata, me alegro mucho de que estés bien— él tomo su mano y le depósito un beso.

—¿Dónde está mi bebé?— pregunto preocupada pero cansada.

—Se los voy a traer en una hora o dos— les informo Tsunade— Tu por mientras descansa Hinata, fuiste muy fuerte.

—Obito, es un niño ¿Verdad?— el pelinegro asintió con una sonrisa.

—Quiero conocer a mi pequeño Minato.

—En un momento más lo traeré— no pensó que después de su boda podría ser más feliz, pero Minato había llegado para aumentar su alegría, los amaba tanto.

Cuándo se cumplió el plazo de tiempo, Tsunade entro con el pequeño pelinegro, se lo entrego a su madre y está le sonrió emocionada— Bienvenido Minato, yo soy tu mamá, y él es tu papá— el niño respiraba tranquilo, desde que nació no había abierto los ojos, Obito los miró con ternura y los abrazo a ambos— ¿Quieres cargarlo? 

—Si— sostuvo a su hijo en brazos y sintió que su corazón se aceleraba, él bebé era tan frágil, sus mejillas rojas lo hacían ver adorable, sus rasgos eran una perfecta combinación de las de ambos padres— Me alegra que estés aquí Minato, te estábamos esperando con ansias.

— Deberías presentárselo a los demás allá afuera— opino Tsunade— Hinata lo que necesita es descansar, sería bueno que les vayas a dar noticias a todos.

Obito asintió, beso la frente de Hinata y observó cómo ella se iba quedando lentamente dormida, Tsunade le volvió a repetir que ella estaría bien— Vendré en un momento, voy a presentar al pequeño Minato.

Todos estaban sentados, Naruto se estaba durmiendo sobre el hombro de Sasuke, quien a cada rato lo hacía aún lado, Obito salió con el bebé envuelto en una pequeña manta, en la sala todos se acercaron a verlo— Es un niño— anuncio Obito.

—¿Cómo está mi Oneesan?— pregunto Hanabi.

—Esta bien, en este momento se quedó a descansar— todos suspiraron de alivio y corrieron a ver al niño.

—Es tan pequeño— menciono Hanabi emocionada— Hay que ponerle la ropa que le traje.

—¿Ya pensaron en un nombre?— hablo Mikoto.

—Si, Hinata ya había pensado en uno y a mí me encantó la idea— respondió acariciando con sus manos la suave piel de su hijo, el bebé tomo uno de sus dedos con su pequeña mano y le regaló una sonrisa, aún sin abrir los ojos.

—¿Cómo se llama?— hablo esta vez Kushina.

—Minato.

Naruto y Kushina abrieron aún más sus ojos, Naruto sonrió feliz y a Kushina le salieron lágrimas de alegría— Gracias.

—¿Puedo cargar a mi sobrino?— Obito asintió y le pasó el bebé a Kakashi.

—Creo que se parece más a Hinata— menciono el peliplata— Que bueno que no lo arruinaste con tu cara.

—Oye, no digas esas cosas frente a mi hijo— le grito molesto, Minato se rió de manera encantadora— Minato de qué parte estás— todos en la sala comenzaron a reírse.

—Yo también quiero cargarlo— Kushina lo tomo con cuidado, Naruto le hacía caras graciosas pero el niño no abría los ojos, aunque reía cuando atrapaba los mechones rojos de Kushina y los rubios de Naruto.

—¿Está despierto?— pregunto Naruto confundido.

—Si, solo que no a querido abrir sus ojos— explicó Obito.

—Préstame al bebé un rato— pidió Hiashi, la pelirroja se lo pasó con cuidado.

—Es un niño muy lindo— elogio Neji— Felicidades— Obito le agradeció.

—Creo que abrirá los ojos— anuncio Hiashi viendo las muecas del niño.

—No tiene el Byakugan— dijo Hanabi sorprendida— Sus ojos son oscuros, como los de mi cuñado.

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Hinata salió del hospital un mes después, su rutina volvía a ser poco a poco la misma, dejo a Minato en su cuna y empezó a limpiar su habitación, Akamaru se paseaba por la casa e iba ladrando al reconocer el olor del nuevo habitante de la casa. 

—Akamaru, acabo de limpiar ese pasillo— comento el clon de Obito entrando a la habitación de Minato— Lo siento, Akamaru no se dejo bañar y entro sin permiso.

—Esta bien, a Akamaru le gusta venir a ver a Minato, pero creo que hay que bañarlo antes de que continúe ensuciando lo que ya limpiamos— comento Hinata alegre.

Minato empezó a llorar y Hinata lo cargo, lo arrullo y fue calmando su llanto. Akamaru continuo paseando por la casa con Obito tras de el— Tranquilo Minato, vamos a darte tu comida.

Nueve meses más tarde sus amigas le dieron la noticia de que se casarían todas juntas, Sakura, Ino, Tenten y Temari, incluso invitaron a la novia de Chōji para que se casará con ellas, Hinata les ayudaba a organizar su fiesta, y cuidaba al pequeño Minato.

—La idea de una boda en conjunto es muy emocionante— comento Hinata depositando a su hijo en la cuna, el bebé dormía plácidamente.

—Si, todas compartimos la emoción— dijo Sakura sentándose en la sala junto con sus amigas.

—Solo debemos seguir con los preparativos— menciono Ino.

—En seis meses más nos casaremos— anuncio Tenten llena de alegría.

—Cuando mi sobrino tenga más de un año— dijo Hanabi viendo a Minato dormir, él seguía siendo tan adorable.

—Tu hijo es muy lindo Hinata— hablo esta vez Temari.

—Muchas gracias Temari-san.

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Hinata amamantaba a su hijo, había terminado la cena y ahora esperaba a su esposo, cuando notó que Minato estaba satisfecho lo levantó y le dió suaves golpecitos para hacerlo repetir— Ya pronto es hora de dormir Minato.

—Estoy en casa— Minato grito alegre al escuchar la voz de su papá.

Hinata tuvo el impulso de ir corriendo a recibirlo, pero con su hijo en brazos no es como que pudiera hacer mucho— Estamos en la cocina— hablo subiendo la voz, así lograría escucharla.

Obito dejo los zapatos en la entrada y camino hasta la cocina, miró a Hinata sentada y con Minato en los brazos, fue hasta con ellos y beso a la ojiperla, después le hizo muecas graciosas a Minato para hacerlo reír— ¿Cómo te portaste hoy Minato?— el pequeño pelinegro reía y alzaba las manos para que Obito lo cargara, su padre así lo hizo.

—Te extraño mucho, lloraba cuando tus clones lo cargaban, parecía como si se diera cuenta de que no eras el real— dijo Hinata con una dulce sonrisa, se puso de pie y comenzó a servir la cena— Yo también te extrañe.

Minato estaba viendo su reflejo en los oscuros ojos de su padre— Yo también los extrañe mucho, el trabajo se me hace eterno, pero me recuerdo a mi mismo que mis lindos tesoros me esperan en casa— explico Obito, Minato alzaba sus manos, como si intentará alcanzar algo, Obito tomo su mano entre una de las suyas y Minato sonrió feliz, se movió más entre los brazos del Uchiha y bostezo— Parece que el pequeño Minato es muy listo y además tiene sueño, ¿Lo inteligente lo heredó de mi?— Minato se rió de nuevo— Oye empiezo a pensar que no vas a tener respeto por tu papá.

—Yo pienso que heredó muchas cualidades tuyas— Hinata dejo los platos en la mesa y se acerco a darles un beso— Voy a llevarlo a su cuna— la azabache tomo a Minato y lo llevo hasta su cuna para que durmiera.

Cuando llegó de regreso a la cocina, Obito ya estaba sentado, ambos cenaron tranquilamente y hablaron de su día, terminaron y Obito le ayudo a Hinata a lavar los trastes y limpiar la mesa, luego se fueron a la habitación, cada quien se acostó después de cepillar sus dientes y cambiarse de ropa.

—Hinata, ¿Estas muy cansada?— la ojiperla abrió sus ojos y negó con la cabeza— Estaba esperando este momento— Obito la tomo entre sus brazos y la beso fuertemente, la subió en su regazo y siguió besándola, saboreo desde su barbilla hasta su cuello mientras quitaba la blusa que empezaba a estorbar, sonrió con malicia al darse cuenta de que no llevaba sujetador, atrapó uno de sus pezones con los labios y repartió caricias en el otro.

Hinata gimió de placer al sentirlo jugar con sus pechos— O-obito, aquí no, Mi-minato está durmiendo a la-lado— pido con la voz llena de deseo y la poca cordura que le quedaba.

—Pero a Minato después le agradará la idea de un hermanito.

—Tsunade-sama me dijo que mi cuerpo ya podra soportar un embarazo, solo debo esperar un tiempo, hasta que Minato tenga por lo menos un año— informo Hinata viéndolo a los ojos, Obito había dejado de besarla para oír con atención lo que decía.

Obito sonrió y la recostó, Hinata pensó que se detendría, pero él siguió besando todo su cuerpo— Puedes tomar uno de esos té que hace la tía Mikoto para no quedar embarazada— sugirió Obito, Hinata se perdió en sus ojos y siguió suspirando y gimiendo su nombre. El llanto de Minato se escucho por toda la casa, Hinata se puso de pie y se vistió de nuevo con la camiseta para ir por él, Obito la siguió unos pasos más atrás— ¿Enserio Minato?, ¿De qué parte estás?

Esa noche el bebé no durmió hasta que lo acostaron con sus padres, Obito los abrazo a los dos y durmió tranquilo, Hinata sonreía feliz, tenía una familia hermosa.

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