Capítulo IV: Nuevos maestros para Hinata.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.  

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Hinata descansaba en una cama de hospital, la reciente pelea con su primo Neji le había asegurado un pase directo. Había recibido la visita de su hermana Hanabi ayer y eso la puso feliz, se podía decir que estaba de muy buen humor. Se escucharon unos pequeños golpes en la puerta de su habitación, ella solo contesto con un adelante.

—Hola Hinata-chan— saludo con su gran sonrisa— ¿Cómo te sientes hoy?— pregunto preocupado— Vine cuando me entere de lo que sucedió.

—Obito-san— abrió los ojos sorprendida, al parecer no solo le importaba a su hermana— Me siento mejor, arigatou.

—Eso me alegra— dijo mirando un florero en el buró que estaba al lado de la cama de Hinata— A esto le hacen falta flores— Obito le mostró el ramo que tenía en la espalda.

—Son muy lindas— la Hyūga se sonrojo en gran manera, era la primera vez que un hombre le regalaba flores.

—Cuando las mire, inmediatamente pensé en ti— confeso feliz— Las rosas blancas y las lilas significan pureza e inocencia— al menos eso dijo Ino cuando se las compre, pensó.

—En verdad me gustan mucho— dijo jugando con sus dedos, gesto que hizo reír al Uchiha, quien puso las flores en el jarrón de vidrio.

Estuvieron hablando por un largo rato hasta que Obito tuvo que irse ya que había terminado el tiempo de visitas. Se despidieron y Hinata volvió a quedarse sola, la ojiperla estaba realmente feliz y más cuando le dijeron que solo se quedaría unos días para salir del hospital.

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Naruto y Jiraiya habían regresado hace poco con la nueva Hokage de konoha, ahora estaban celebrando que la aldea tenía nuevo líder, parecía que había un poco de esperanza después de la pérdida del tercero.

Unos días después, Naruto y Jiraiya se iban a ir de la aldea, el propósito era que el rubio tuviera un nuevo entrenamiento. Su madre y personas cercanas fueron a despedirlo.

Las cosas estaban tranquilas en la aldea, Sasuke iba a realizar un examen especial para ascender a Chūnin sin necesidad de tener un equipo, la razón, no quería esperar hasta que Naruto regresara, él estaba haciendo todo lo posible para entrar a la policía de Konoha, a cargo de los Uchiha.

Sakura se sentía triste, Naruto y Sasuke se alejaban, mientras ella no podía alcanzarlos. Naruto seria entrenado por Jiraiya y Sasuke era constantemente entrenado por Kakashi. Parecía que ella salía sobrando. Por eso fue que se decidió, le pidió a Tsunade que la entrenara para ser una ninja médico. Poco después de que ella empezará con sus entrenamientos, Ino se unió a las clases de la quinta Hokage, incluso Hinata quiso aprender ninjutsu médico, al principio Tsunade no acepto mucho la idea de tener más discípulos, pero Shizune termino convenciéndola, ya que según ella era buena idea tener al menos un ninja medico por equipo. Y fue así como las tres se convirtieron en discípulas, claro que unas aprendiendo y esforzándose más que otras.

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Hinata y Neji poco a poco mejoraban su relación. Habían pasado ya varios meses desde que Naruto se había ido y por eso Hinata tenía el objetivo de volverse más fuerte. Quería demostrarles a todos que podía ser una gran ninja. Su primo se había ofrecido a ayudarle con sus entrenamientos, en lo que comprendía el estilo de los Hyūga.

—Hinata-sama— Neji llamo su atención— Debe ser más cuidadosa, nunca descuide su defensa— dijo tranquilamente.

—Hai— contesto a su primo mayor.

—Es mejor que tomemos un descanso— Neji paro sus movimientos, su ahora discípula hizo lo mismo y ambos se sentaron bajo uno de los árboles del patio.

—Neji-niisan, ¿Crees que pueda realizar lo mismo que tú?— pregunto buscando su mirada.

— ¿A qué se refiere?— dijo confundido.

—En tu batalla con Naruto-kun, utilizaste técnicas impresionantes— confeso sonrojada pero manteniendo su mirada— quisiera aprenderlas de ti, Otosan nunca me las enseñaría, el sigue creyendo que soy débil.

—Puedo enseñarle— Neji le sonrió ligeramente.

—Arigatou, Neji-niisan.

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La mañana en Konoha era tranquila, en la residencia Hyūga, se encontraba Hinata preparando comida para el almuerzo de su hermana y dos bentō extras, uno de esos era para su primo Neji que salía de misión a las ocho de la mañana.

—Onee-san— grito Hanabi entrando a la cocina— Huele delicioso— dijo alegre la castaña.

—Arigatou Hanabi-chan— Hinata volteo a ver a su hermana un momento y le sonrió.

—Ohayô— saludo Neji tomando una fruta de la mesa.

—Ohayô Neji-niisan— dijeron juntas las hermanas Hyūga— Toma— Hinata le dio un bentō a Neji, el castaño la miro sorprendido.

—No tenía que hacerlo— dijo el genio del clan con su semblante serio de siempre.

—Neji-niisan no puede ir a una misión sin alimentos— la ojiperla lo miro a los ojos— Para mí no es ninguna molestia.

—Está bien— hablo Neji con una sonrisa casi imperceptible— Nos vemos después.

—Hasta luego Neji-niisan— se despidieron Hinata y Hanabi.

—Hinata-oneechan— Hanabi llamo la atención de su hermana mayor— Cuando sea grande quiero ser como tú— confeso con un brillo de admiración— Porque tú eres muy fuerte y siempre me proteges.

—Entonces me volveré más fuerte para ti— Hinata le dio un ligero toque a la nariz de su hermana con el dedo índice— Entrenare más, nunca dejaré de protegerte— Hanabi asintió contenta.

Ambas hermanas se habían hecho una promesa, estar una para la otra, era algo que nunca iban a romper. No importaba lo que su familia hiciera, ellas siempre estarían juntas y se protegerían a costa de todo.

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Obito estaba descansando un poco en los campos de entrenamiento, toda la mañana se la había pasado practicando y mejorando sus técnicas. Hasta ahora no tenía nuevas misiones, eso lo aburría un poco, estaba tan tranquilo en Konoha que comenzaba a pensar la idea salir con Kakashi un rato o tal vez podría pasear con Itachi y Shisui, después de todo le empezaba a dar hambre. Lo mejor sería ir con Kushina, con suerte y lo invitaba a almorzar.

—Ohayô Obito-san— Obito reconoció esa voz.

—Ohayô Hinata-chan— saludo el Uchiha agitando su mano— ¿Qué te trae por acá?— pregunto curioso pero sin perder la sonrisa que lo caracterizaba.

—Traía esto para usted— la azabache extendió en sus manos el bentō que había preparado y desvío la vista con las mejillas teñidas de rosa— Ayer le pregunte a Kushina-san donde lo podía encontrar, ella me dijo que venía aquí todas las mañanas— Obito tomo el bentō y le sonrió— pensé que tal vez quisiera comer algo.

—Arigatou Hinata-chan— dijo abriendo y empezando a comer lo que la Hyūga había preparado, se sentó bajo un árbol y dio pequeñas palmadas al suelo que estaba a su lado— ven a sentarte, para que también almuerces.

Hinata se sentó a su lado— Ya almorcé con Hanabi-chan esta mañana, pero si gusta puedo acompañarlo— el pelinegro asintió sin dejar de comer.

Pasaron unos minutos en los que ninguno dijo nada, no era un silencio incomodo, más bien era algo agradable, comer a lado de alguien siempre es más reconfortante, Hinata solo esperaba que la comida sirviera para que le diera una respuesta positiva a lo que iba a preguntar, eso le parecía un soborno, aunque la idea no fue de ella, sino de su hermana menor, Hinata termino por ponerla en práctica, no perdía nada con intentar.

—Estuvo delicioso— exclamo cuando termino de comer todo— Eres buena cocinera— dijo provocando un sonrojo en la elogiada.

— Arigatou— la ojiperla jugo con sus dedos— Me alegra que le haya gustado la comida.

—Me encanto— sonrió a la Hyūga— ¿Vas a algún lugar?, ¿O vas a casa?, tal vez pueda acompañarte— pregunto poniéndose de pie, dispuesto a irse

—E-espere— Hinata lo tomo de la muñeca y se sonrojo por el contacto— Quiero p-pedirle algo.

— ¿Qué sucede?— dijo volteando a verla.

Hinata soltó el agarre y lo miro a los ojos con duda, era ahora o nunca, pensó— Y-yo quiero que O-obito-san me entrene— confeso nerviosa— P-por favor— pido haciendo una reverencia.

—Yo no— dudo un momento— No soy bueno en esas cosas— rascó su cuello nervioso.

—Pero usted es de las personas más fuertes que conozco— dijo sin tartamudear, segura de lo que había dicho— Sería un honor que O-obito-san me entrenara.

— ¿Por qué quieres que te entrene?— pregunto un poco serio, el como maestro, siempre considero que no era bueno en eso.

—Quiero ser más fuerte, demostrarle a Otosan y al clan que no soy débil, poder proteger a Hanabi-chan de todo— sabía que no debían demostrar dudas, lleno de aire sus pulmones antes de terminar— Quiero demostrar que puedo ser una gran kunoichi.

Obito se recordó a si mismo cuando era pequeño, hasta cierto punto, al parecer tenían cosas en común— Esta bien— acepto finalmente, Hinata lo miro con un brillo de esperanza— Pero será un secreto, nadie debe saber que seré tu maestro, tu padre no se tomara muy bien las cosas si se entera que estas siendo entrenada por un Uchiha, al igual que a mi clan no le agradaría tanto la idea de que este entrenando a una Hyūga— le dijo seriamente.

—Será nuestro secreto— Hinata sonrió, Obito revolvió su cabello pero se permitió también sonreír, a veces se preguntaba porque se metía en tantos problemas.

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Hiashi Hyūga se encontraba levemente molesto, su hija entrenada por un Uchiha, eso debía ser una broma de mal gusto, al parecer a Hinata se le había ocurrido la idea de crear una Gōkakyū no Jutsu en una de sus tanta misiones, eso levanto una serie de rumores, que fueron creciendo cuando se descubrió que la ex-heredera, tenía dos estilos de pelea, uno que era sin dudar el estilo de los Hyūga y otro que los ancianos del clan habían dicho, les recordaba a los Uchiha. También se decía que su hija mayor salía todas las mañanas, las sospechas eran que se reunía a entrenar con algún Uchiha, pero hasta ahora nada estaba comprobado.

Eso causo la molestia de varios Hyūga, quien creían que el culpable era Hiashi, al haber mandado a Hinata a la academia para que empezara su vida como Shinobi. Salió de su despacho molesto y dispuesto de encontrar a su primogénita, para aclarar ciertas cosas con ella.

La vio salir de la cocina con dos bentos de comida y una pequeña mochila, él había visto salir tantas veces a Hinata por las mañanas, pero nunca se imaginó que esas salidas le darían tantos problemas.

—Hinata— llamo su atención.

—Otosan— dijo sorprendida— yo estoy por i-irme.

— ¿A dónde te diriges?— pregunto con tono molesto.

Hinata dudo un momento, será nuestro secreto, recordó las palabra que ella misma había dicho— Voy a entrenar— dijo tratando que su padre no viera el nerviosismo que tenía en ese momento.

— ¿Con quién?— Hiashi continúo el interrogatorio.

—Sola.

— ¿Y por qué llevas dos bentos?— Hinata abrió los ojos sorprendida, descubierta, pero no se iba a dejar intimidar, debía ser valiente, si tenía que enfrentar a su padre para seguir entrenando con Obito, lo iba a hacer.

—Está bien, me descubrió— Hinata cerró los ojos un momento, suspiro y se armó de valor— Tengo un nuevo maestro, voy a entrenar con él.

— ¿Es un Uchiha, verdad?— el mayor se molestó, entonces todo era cierto.

—Otosan no tiene por qué saber eso— Hiashi se sorprendió, sin embargo no lo demostró— He sido alumna de Kurenai sensei, de Godaime Hokage, incluso de Neji-niisan— Hinata le dio la espalda para no verlo— Nunca le ha importado quien me entrene, ni le interesa que me pueda pasar— Hinata suspiro— Usted le dijo a Kurenai sensei que los Hyūga no me necesitan— la azabache giro un poco su cabeza para ver a su padre— Yo también tengo mis secretos, y si en verdad le interesa saber, le confirmo que no es un Uchiha— Hinata no podía odiar a su padre, sabía que él era así, tal vez eso no cambiaría, pero ella debía ser fuerte, por ella misma y por Hanabi, no iba a permitir que su padre o el clan interfirieran con su propósito— Nos vemos luego, Otosan— la ojiperla salió a paso lento y seguro, sabía que gracias a su nuevo maestro se enfrentó a su padre, después de todo Obito siempre le daba confianza en sí misma.

Hiashi quedo sin palabras, su hija lo había enfrentado, se preguntaba de donde había sacado el valor para hacerlo, sonrió con orgullo, al ver que Hinata se estaba volviendo fuerte emocionalmente. Pensó que tal vez vería rencor sus ojos o lo escucharía en su voz, pero se equivocó, al parecer ella no sabía guardar sentimientos negativos, todo se lo dijo en un tono tan neutral. Si esa era la manera en que su primogénita quería volverse fuerte, se lo concedería, aunque fuera por esta vez.

Dio un gran suspiro antes de dar la vuelta, ahora solo faltaba que los Hyūga no dieran tantos problemas por eso.

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Notas de la autora:

*Hinata quiere volverse más fuerte, es por eso que planeo conseguir varios maestros extras.

*Con Obito siendo uno de sus maestros las cosas entre ellos irán poniéndose interesantes.

*Hanabi es hasta ahora la futura líder del clan, pero eso no hizo cambiar la relación entre las hermanas, ambas son unidas.

*Gōkakyū no Jutsu es la gran bola de fuego. Si pongo que Hinata la puede usar es porque ella puede utilizar dos naturalezas de chakra, la primera es el elemento fuego y el segundo es el elemento rayo.

*Hinata enfrento a su padre, pero no por eso va a cambiar su personalidad, solo cuando las cosas sean serias va a actuar como lo hizo con su padre.

*Ya tengo pensada una pareja para Neji, y no es Tenten, a ella le espera otro destino.

*Cualquier duda pregunten.

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