Capítulo I: El comienzo de una historia.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Nota de la autora: Obito y Kakashi tienen entre 14-15 años, Naruto y los demás niños de la academia tienen 6 años aproximadamente. Recuerden que entre los "adultos" y los niños hay como 8 años de diferencia, esto para beneficio de la historia. De los padres no sabría decir su edad.

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Era un nuevo día en konoha, el sol hace rato había salido y comenzaba a iluminar cada rincón de esa hermosa aldea.

Por la cantidad de gente que había en la academia, se podía deducir que era el inicio de un nuevo ciclo y de una nueva generación de shinobis.

Los niños corrían de un lado a otro y jalaban de la mano a sus padres con tal de llegar más rápido.

Todas las familias comenzaron a reunirse en el gran patio, bajo los árboles comenzaron a colocar mantas y canastas llenas de comida. Como ya era una tradición al iniciar las clases, él Yondaime Hokage, Minato Namikaze, comenzó a dar unas palabras de bienvenida y de ánimos a los recién ingresados.

Lo que restaba del día se usaba para convivir entre todos los presentes. Por eso al terminar sus palabras, Minato se acercó a su esposa e hijo. Aprovecharía al máximo el tiempo que tenía con ellos.

- ¡Otosan!-grito un pequeño niño de cabello rubio alborotado y de hermosos ojos azules.

- ¿Qué tal tu primer día Naruto?- pregunto Yondaime mientras alzaba a su hijo y después de darle algunas vueltas, lo cargaba en brazos hasta llegar con su esposa.

-Me está yendo bien, okasan preparo ramen- dijo el pequeño rubio, con un gran brillo en sus ojos.

-Eso me alegra-Minato bajo de sus brazos a Naruto, se sentó en la manta que había traído Kushina y después comenzó a ayudarle a preparar todo, así cuando llegaran sus alumnos podrían comer todos juntos.

-Esos impuntuales de tus alumnos, prometieron que me ayudarían a traer las cosas para acá, pero nunca llegaron a la casa-Kushina alzo su puño, mientras una vena se hinchaba en su sien- en cuanto los vea, juro que los haré pagar. No por nada soy la esposa del hokage.

Minato trago fuertemente, sus alumnos se habían metido en serios problemas. Todos en la aldea sabían que no debías hacer enojar a Kushina Namikaze.

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Los rayos del sol comenzaban a colarse por su venta, así que decidió taparse hasta la cabeza, un poco más de sueño no le hacía daño a nadie. Además hoy no había nada importante que hacer. No se perdería de mucho, solo de las palabras de bienvenida de su sensei para los niños de la academia, como si no las escuchara todos los años, lo único especial es que hoy entraba a clases el hijo de Yondaime.

Entonces su cerebro comenzó a procesar todo su día de ayer, recordó todo lo que hizo y a lo que comprometió.

- ¡Kushina-san va a matarme!- grito Obito mientras se levantaba de golpe. Rápidamente busco ropa para cambiarse y comenzó a quitarse la que ya traía puesta, dejando como resultado un tiradero de ropa, que iba desde su cuarto hasta el baño. -Maldición, esta fría- dijo cuando sintió el agua caer por su bien trabajado cuerpo.

Su miedo a ser golpeado por el habanero sangriento en verdad era mucho, eso le ayudo a tomar la ducha más rápida de su vida. Además de que hizo tiempo récord en ir desde su casa hasta la de su maestro. Lamentablemente cuando llego no había nadie, eso indicaba que la familia ya había partido hacia la academia. Pero de algo si estaba muy seguro Obito.

-Kushina-san en verdad va a matarme- se quejó mientras aceleraba el paso. Si sus cálculos no le fallaban, solo le faltaban quince metros para llegar a la academia. - Quince no es nada- se dijo así mismo para animarse un poco.

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Debajo de un gran cerezo al que cada día le faltaba menos por florecer, se encontraba una pequeña azabache con dos bentos de comida. Su padre no quiso acompañarla a su primer día de academia, así que Ko fue el encargado de estar con ella en todo momento. Lamentablemente su guardián fue llamado de emergencia para una misión, ella misma vio cuando Ko se retiró junto con el Hokage. Ya no le importaba si estaba sola, en su casa siempre lo estaba, solo le ponía triste la idea de que Ko no probaría el bento que le preparo. Porque aunque algunos no lo creyeran, Hinata a sus seis años ya podía preparar algunos tipos de comida. Claro que no le quedaban como a las mujeres Hyuga que siempre le ayudaban, pero era comprensible, después de todo era solo una niña.

Se perdió en sus pensamientos e incluso sus ojos estaban comenzando a tomar un color rojizo, resultado de las lágrimas que estaba conteniendo, hasta que unas niñas se acercaron a ella y le extendieron un pequeño arreglo de flores.

-Mi nombre es Ino, Yamanaka Ino- hablo segura de si misma una pequeña rubia mientras se señalaba con su dedo pulgar- y este capullo sin abrir es Haruno Sakura- termino de decir la niña señalando a una niña un poco tímida.

-Toma este arreglo, está hecho de Brezos de Lavanda. Ino y yo teníamos tiempo haciéndolo, te miramos un poco triste así que decidimos dártelo para que te sientas mejor- dijo la pequeña ojijade mientras le extendía el lindo arreglo.

-Cada flor tiene un significado diferente, hay flores para cualquier ocasión. El Brezo de Lavanda simboliza la admiración, la soledad y la belleza, mientras que el brezo blanco simboliza la protección e indica que los deseos se harán realidad- explico Ino regalándole una hermosa sonrisa.

-Yo-yo n-no po-podría a-aceptarlo- dijo Hinata mientras agachaba la cabeza-yo no te-tengo algo pa-para ustedes.

-Eso no importa-exclamo animada Sakura- Míralo como una manera de hacerte nuestra amiga.

-E-está bien- la ojiperla mostró una tímida sonrisa y un lindo rubor cubrió sus mejillas- arigatou gozaimasu-dijo la niña cuando acepto las flores, haciendo una pequeña reverencia.

- ¿Por qué no vienes con nosotras?- hablo animada Ino-así no estarás sola.

La niña al escuchar eso alzó la vista sorprendida, pero luego recordó las palabras que le había dicho su guardián antes de irse y su semblante cambio a uno nuevamente triste, quédese aquí hasta que vuelva Hinata-sama, las palabras volvieron a sonar en su cabeza, haciéndola tomar una decisión.

- Gomenasai pe-pero tengo que quedarme aquí hasta que k-ko-san regrese- se disculpó la ojiperla haciendo una reverencia a sus nuevas amigas, la sola idea de pensar en ellas como nuevas amigas le provocó un ligero rubor en sus mejillas.

- Está bien, en ese caso nos retiramos- Ino se levantó y sacudió un polvo inexistente de sus piernas- apúrate Sakura.

-Hai, nos vemos luego emm- Sakura se quedó pensando, ahora que recordaba la niña de los ojos luna, como la había nombrado Ino, no les había dicho su nombre.

- Hyūga Hi-hinata- dijo mientras el color de su cara cambiaba inmediatamente, sí que había sido muy maleducada, ni siquiera se había presentado y ya estaba pensando en considerarlas sus amigas, si su padre estuviera aquí ya la hubiera regañado, de eso estaba segura, como también estaba segura de que su cara ahora jugaba una competencia de color con el cabello de la esposa del Hokage, otra cosa más por la que sería regañada.

-Nos vemos mañana en clase Hinata-chan- gritaron ambas niñas, alzando sus manos a manera de despedida y corriendo de vuelta con sus papás.
Hinata soltó un pequeño suspiro, nuevamente se había quedado sola.

-Solo espero que esto termine pronto, para poder regresar a casa y cuidar de Hanabi-chan- susurro.

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- Ohayo Kushina-san, Naruto- Saludo Obito respirando con dificultad por la gran carrera que había hecho. Ni en todas las misiones que había tenido corría tanto, pensó para el mismo.

-Eres un baka- le grito Kushina al tiempo que lo fulminaba con la mirada- ¿Sabes cuánto me retrase por esperarte a ti y a Kakashi?, que por cierto el otro ni siquiera se ha aparecido por aquí- Obito sintió que con cada palabra le faltaba más el aire, estaba rezando porque solo le tocará un golpe, pero con esta mujer nunca se sabía- debería golpearte ya y dejar de gastar mi tiempo hablándote, nunca entiendes. Pero en fin, llegaste justo a tiempo, todos están empezando a dar regalos, así que como Minato no está...

- ¿Me vas a regalar algo Obito-niisan?- pregunto Naruto con un brillo en su mirada, e interrumpiendo a su madre que le dio un suave golpe por la falta de educación.

-C-claro tu regalo- se rasco la nunca nervioso, tratando de pensar en algo rápido. Se buscó algo en las bolsas del pantalón y entonces una idea llego a su cabeza- ay no, se me quedo tu regalo en casa. Será mejor que vaya de inmediato y regrese con el antes que se acabe el festejo.

-Pero, tardarás mucho- hablo Naruto con un semblante sumamente triste.

-Tranquilo siempre tengo un as bajo la manga- Obito le guiño un ojo y se preparó para hacer una de sus técnicas más poderosas- Kamui- después de decir esa palabra, fue absorbido por una especie de remolino, todo eso presenciado por los sorprendidos ojos del pequeño Naruto.

-Obito-niisan es genial, dattebayo- dijo el niño muy emocionado. Su mamá solo suspiro.

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Obito llegó a su casa y comenzó a revólver su armario. Estaba muy seguro de que hace tiempo había comprado un suéter para Naruto, claro que lo había comprado para el cumpleaños del niño, pero no importaba, ya después le compraría otra cosa.

-¿En dónde esta?- lanzó la pregunta al aire- ay no, fue el que le regale la semana pasada, por ayudarme a limpiar mi casa- Obito sentía que sus ojos comenzaban a picar, y fue por eso que se puso sus gafas. Si kakashi lo viera así.

Kakashi... Minato... Rin...

Volteo rápidamente hacia la mesita de noche que tenía a un lado de su cama. Sacó todos los cajones y lo encontró. El kunai con el que había protegido a kakashi después de que perdiera el ojo. Ni el sabia como es que había guardado por tanto tiempo ese objeto, tal vez era porque tenía un gran valor para él.

Tomo el kunai en su mano izquierda y siguió buscando en su armario. Ahí encontró la chaqueta que usaba cuando era niño, se sorprendió de que aún estuviera en buen estado.

Regalos que tienen un valor especial para las personas, son mejores que los que solamente compras para lograr una felicidad momentánea. Eso era justo lo que tenía que transmitirle a Naruto. Era parte del legado que quería dejarle a las nuevas generaciones.

-Con esto será suficiente, espero que le guste- suspiró- Kamui.

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Naruto observó como un remolino se comenzó a formar frente a él y su mamá, es como el que uso antes Obito-niisan, pensó.

-Vaya, hiciste un tiempo récord- Kushina le sonrió.

-Tardaste solo 10 minutos- grito entusiasmado el pequeño Naruto.

-Naruto mira lo que tengo- Obito saco su mano izquierda del bolsillo y le mostró el kunai que momentos antes había encontrado- esto tiene un gran valor sabes, cuando era un niño lo use para proteger a Kakashi, justo cuando desperté mi sharingan. Pero lo podrás utilizar sólo cuando entrenes con un adulto, entendiste. Te dará suerte en tus misiones.

-Es genial dattebayo- el pequeño rubio tomo en sus manos el kunai y sus ojos brillaron con mucha intensidad, a Kushina le pareció ver estrellas en sus lindos ojos.

-Has crecido mucho Obito- cuando Naruto sea grande, quiero que sea como tú, se dijo a si misma Kushina.

Eran esos detalles con los que se daba cuenta que Minato había hecho un buen trabajo entrenándolos. A él, Kakashi y a Rin, solo lamentaba que esta última no pudiera estar presente en ese momento, ella misma sabía que esa pérdida había dejado un vacío en el equipo.

Obito se rió y volteó su rostro algo avergonzado, en ese momento algo captó su atención.

-En un momento regreso- dijo Obito mientras se dirigía hacia un árbol en especial- no se vayan a ir, terminando la ceremonia los invitaré a comer Ramen.

- ¡Ramen!- gritaron de emoción madre e hijo- por supuesto.

Obito siguió su camino hasta llegar a un cerezo.

-Hola, mi nombre es Obito Uchiha, ¿Cuál es el tuyo?- saludó a la niña que parecía querer llorar a mares.

Hinata lo miró sorprendida y con sus manos limpió las lágrimas que comenzaban a salir de sus ojos- Ohayô gozaimasu Uchiha-san, mi n-nombre es Hi-hinata Hyūga.

- ¿Dónde están tus padres?- preguntó Obito un poco curioso.

-Mi Otôsan no p-pudo asistir al e-evento, y mi okasan ya no- la voz de la niña se entrecorto al recordar a su madre, mordió su lengua para evitar las lágrimas. Un Hyūga nunca llora y menos frente a los demás, esas eran las palabras que su padre siempre repetía- ella n-no puede a-acompañarme.

-Lamento si te incomode con mi pregunta- dijo apenado, miró como la niña quería llorar de nuevo al hablar de su madre, y lo entendió, lo más probable era que algo malo le había pasado, así que decidió no hacerla sentir mal con ese tipo de preguntas.

-N-no s-se preocup-pe U-uchiha-san- Hinata hizo su mayor esfuerzo por sonreír, pero recordar a su mamá siempre la hacía sentir mal. Aunque ahora que recordaba bien, el nombre de esa persona se le hacía muy familiar, como el de los cuentos que le solía contar su madre antes de dormir, y más su favorito, en donde dos niños salvaron a su compañera y además ayudaron a que terminara la tercera guerra shinobi. No, su mente no podía estar fallando, era él, uno de los niños del cuento. Cuando por fin se dió cuenta se levantó bruscamente e hizo una reverencia- Es un honor conocerlo U-uchiha-san, mi sueño siempre ha sido conocerlo, okasan me habló sobre usted y su equipo.

- ¿Tu sueño?- preguntó.

Hinata jugo con sus dedos, sus mejillas se tiñeron de un suave tono rojizo- C-cuando era m-más pequeña, okasan me contó que usted y Hatake-san, salvaron a Nohara-san y que d-después destruyeron el Puente Kannabi. Ko-san dice que u-usted es un ejemplo de c-compañerismo y p-por eso mi sueño era a-algún día p-poder conocerlo, yo lo he a-admirado desde hace tiempo.

-Pues muchas gracias- Obito se rascó la cabeza mientras reía nervioso, no sabía que los Hyūga hablaran bien de él y Kakashi- Sabes pequeña, tengo un regalo para ti, después de todo mañana entras a la academia. ¡Muchas felicidades!- Obito le extendió la chaqueta que iba a regalarle a Naruto, iba a darle ese obsequio al pequeño hiperactivo, pero vio a esa niña sola y su corazón se oprimió, le recordó las veces que él estuvo solo, cuando aún era la oveja negra de los Uchiha. Volvió a reír de sólo pensar que ahora era muy reconocido.

Hinata lo observo con los ojos abiertos y con un intenso rubor que rápidamente se esparcía por su rostro- ¿De v-verdad?, ¿esto es para mí?- la niña tomo la chaqueta en sus manos.

-Claro, yo la usaba cuando era pequeño, tiene un valor muy especial para mi- Obito sonrió mostrando su perfecta dentadura- sólo que tendrás que taparle el símbolo de los Uchiha que tiene en la espalda, no quiero que tu familia se moleste por eso- podría parecer exagerado, pero el sabia como eran los Hyūga.

-Hai, a-arigatou gozaimasu Uchiha-san- Hinata hizo una reverencia para agradecer el regalo, después se puso su nueva chaqueta, le quedaba grande, pero no importaba, una persona muy importante se la había regalado. Sus mejillas volvieron a colorearse al recordarlo.

- ¿Porque no vienes conmigo?, te presentare a Kushina-san y a Naruto, el será tu nuevo compañero- Obito extendió su mano para que la niña lo acompañara. Así ya no estaría tan sola.

Hinata estuvo a punto de tomar la mano de Obito, pero una vez más sus pensamientos la traicionaron, quédese aquí hasta que vuelva Hinata-sama- Ko-san dijo que lo esperara, que no me fuera hasta que el regresara.

-No creo que el regrese pronto- la ojiperla abrió los ojos sorprendida- además, yo me encargaré de llevarte a tu casa.

La azabache tomo la mano del mayor sin pensarlo y le regalo una de sus mejores sonrisas, junto a ese rubor tan característico de ella. Juntos fueron hacia donde se encontraban Kushina y Naruto. Hinata le regalo a la mujer de cabello rojo los bentos que había preparado para ella y Ko, no dejaría que se desperdiciara. Kushina no dejaba de apretar sus cachetes diciendo que era una niña muy tierna. Naruto sólo se dedicó a pegarse más a Obito, el vio cómo uno de sus grandes ídolos hablaba con esa niña, y para qué negarlo, el rubio sintió un poco de celos, nadie podía tener su lugar. Aunque después de que la niña les diera comida, sus celos pasaron a segundo plano, además Obito dijo que sería su compañera, y si algo le habían enseñado era a llevarse bien con sus compañeros.

-Ohayo- saludo un peliplata, sonriendo por debajo de su máscara.

- ¡Kakashi!- gritó kushina molesta, ¿Cómo era posible que el peliplata se apareciera cuando todo había terminado?, incluso estaban terminado de recoger- baka- la esposa de Yondaime le dió un golpe en la cabeza con su mano bien cerrada.

-También me da gusto verte- contesto kakashi sobándose la cabeza, pero sin dejar de leer su ya muy famoso libro.

Kushina lo fulminó con la mirada- deja de leer eso frente a los niños y mejor ayúdanos a llevar las cosas a casa- dijo mientras tomaba la canasta que había traído- Obito nos prometió Ramen al terminar.

-Interesante- comentó Kakashi, tomando el mantel azul que Naruto le extendía.

-Espero que tengas mucho dinero- exclamó el rubio- cuando se trata de ramen, okasan y yo somos imparables.

-Si, confíen en mi- al Uchiha le resbalo una gota de sudor por la cabeza- vamos Hinata, no te quedes atrás. Tu también iras con nosotros.

-Hai- la niña tomó los recipientes de bentos vacíos y corrió hacia los demás, se armo de valor y tomó la mano de su ídolo.

Naruto al ver eso frunció el ceño, y tomo con su mano izquierda a Obito y con la derecha a Kakashi. Ellos dos eran como sus hermanos, no dejaría que la niña de mejillas rojas viniera a robárselos, pensó para si mismo. Kakashi sonrió debajo de su máscara y su único ojo visible se curvo ligeramente, a veces Naruto podía llegar a ser muy celoso.

Y así fue como todos juntos fueron a la casa de Minato y Kushina, después de dejar las cosas, fueron al local de Teuchi. Ichiraku Ramen, era lo único que se les venia a la mente.

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Después de gastar la mayoría de sus ahorros del mes en la comida que prometió pagar, Obito Uchiha se dirigía a la residencia Hyūga. Había quedado con su mejor amigo, (titulo que no admitiría frente a los demás), que el se encargaría de acompañar a Hinata a su casa, mientras Kakashi se encargaba de llevar a Kushina y Naruto. Aunque el peliplata le pidió que regresara pronto a la casa de su maestro, según el, había algo muy importante que tenía que decirle. Sin duda Kakashi no puede vivir sin mi, el poseedor del sharingan rió de su propia broma.

-U-uchiha-san, ¿p-puedo seguir hablando con u-usted?- preguntó la azabache mientras jugaba con sus dedos índices.

-Claro, seamos grandes amigos- contesto el mayor, le encantaban los niños, aunque en lo personal, no le gustaría ser maestro. El seguía esperando su sueño.

-Arigatou, U-uchiha-san- la pequeña sonrió. En el día había hecho tres amigos. Seguramente era su día de suerte.

-Oye los amigos no se hablan con tantas formalidades- le dijo Obito riendo suavemente.

-Hai, O-obito-san- hablo feliz.

-Eso está mejor.

-¿Cree, que N-namikaze-san también quiera ser mi amigo?- preguntó Hinata, en ese momento sus mejillas se volvieron rosadas.

-¿Te refieres a Naruto?- la niña asintió- Claro, solo deja que se lleven mejor

-El me inspira mucho- dijo la Hyūga, recordó que últimamente lo miraba entrenar, él se esforzaba tanto -siempre lo he observado- confesó sonrojada.

Obito miró con detenimiento a la niña, se notaba que sentía admiración por Naruto, tenía el presentimiento de que ella llegaría a sentir algo muy fuerte por ese rubio, algo mas que admiración- Espero que algún día pueda verte también- sólo esperaba que no la lastimaran. Suspiró.

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¡Por fin! Capitulo terminado.

Me llevo mucho tiempo hacerlo, entre tareas y exámenes :'v lo bueno es que ya estoy de vacaciones. Espero que les guste, son como ocho hojas :o

Les pido que si ven errores ortográficos me los hagan saber ^^ es la primera vez que escribo un fanfic, mi primera historia, así que les pido que si tienen alguna critica constructiva, me la hagan saber ;)

Notas de la autora:

• Las edades de los personajes de este fanfic fueron cambiadas para beneficio del mismo. Siendo que entre la generación de Obito y Kakashi, y la generación de Naruto, hay 8 años de diferencia.

•Después del incidente en el Puente Kannabi, Obito fue rescatado por Madara. Eso no cambio. Solo que en esta historia Obito quiso cumplir la promesa que le hizo a Rin, convertirse en hokage. Es por eso que regresa a la aldea. Al regresar fue reconocido junto a Kakashi como "Los del Sharingan" ya que juntos luchan increíble.

•Los Uchihas fueron algunos de los ninjas que se encargaron de derrotar a Madara, es por eso que la confianza de parte de Konoha a ese clan esta mas fuerte que nunca. Los Uchiha ya no se encuentran a las afueras de la aldea, ya están mas cerca. No habrá masacre Uchiha.

•Cuando Obito regreso a la aldea, el le contó a Minato quien fue el que lo ayudo a recuperarse, y también le hablo sobre los planes que este tenía. Es por eso que se mando a un grupo de ninjas a eliminar a Madara Uchiha. Si, Madara se encuentra muerto, al menos por ahora.

•La historia de Kakashi y Obito se cuenta para representar el compañerismo. Es por eso que se la cuentan a Hinata, el compañerismo es uno de los valores que le quiso inculcar su madre.

•Hinata se va a enamorar de Naruto en este fanfic. No esperen que se enamore de la noche a la mañana de Obito. Eso llevara su tiempo.

•Obito tampoco se encuentra enamorado de Hinata, eso será aun mas adelante. El aún esta enamorado de Rin.

•Rin va a aparecer en un capitulo futuro. Su participación será muy importante.

•En el próximo capitulo se explicara porque Minato se fue y se llevo a Ko con el.

•También sabremos que es lo que Kakashi le tiene que decir a Obito 7u7 xD

• En el próximo capitulo habrá muerte de un personaje.

Cualquier duda pregunten ^^

Voten por esta historia y dejen sus comentarios :'3 son de mucha ayuda.

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