Adiós

-"No llores Naru chan por favor, sabes que a mami no le gusta verte triste"- sonaba la voz cansada de una mujer de larga cabellera roja, mientras que un niño rubio de 8 años se encontraba acostado junto a ella ocultando su rostro para que no lo vean llorar.

-"No me abandones por favor mamá, prometo que me portaré mejor y comeré los vegetales, ya no haré más bromas a Iruka sensei y"- la tristeza y la desesperación apretaban su garganta, Kushina Uzumaki era reconocida por ser una mujer con un temple a toda prueba pero ahora se sentía débil, su hijo quedaría solo sin nadie que le pueda guiar en el mundo, sufriría solo, si su cuerpo no se hubiera debilitado en aquella fatídica noche hace 8 años, aún podría seguir con su hijo, aquel sentimiento generó que sus ojos de nublaran por las lágrimas y solo le tocaba aprovechar estos momentos, sentía que llegaba el momento.

-"Mi naru chan... no seas quisquilloso con la comida... come, crece mucho y sé un buen niño... báñate todos los días... ve a la cama temprano y duerme bien... Haz amigos... no importan cuántos... Sólo asegúrate de que sean amigos verdaderos en los cuales confíes, no importa si son pocos... estudia bien ninjutsu... nunca fui buena para ello ...quizás tu si... Todo el mundo es muy bueno y muy malo en algunas cosas... No te sientas mal si hay algo que no puedas hacer... Asegúrate de escuchar a tus profesores en la academia, evita los tres vicios de los shinobis... no pidas prestado dinero... ahorra lo que ganes en tus misiones... no tomes Sake hasta los 20 años o arruinarás tu cuerpo... Y en cuanto a mujeres, bien soy una mujer así que se que decir, este es un mundo de hombres y mujeres y algún día tienes una novia... Asegúrate de no escoger a una rarita ... encuentra alguien como tu madre... y de parte de Minato, ten cuidado de Jiraiya Sensei... Naruto vas a experimentar mucho dolor y sufrimiento... Recuerda quién eres... Encuentra una meta... un sueño... y nunca te rindas hasta hacerlo realidad... Hay tantas, tantas, tantas... cosas que quisiera decirte y enseñarte; quiero estar contigo hijo mío... yo te amo"- lo último fue solo un susurro, después de eso Kushina ya no se movió más lo que hizo que Naruto levantara la mirada y se encontrara con su madre que aún con los ojos cerrados estuviera sonriendo mientras lagrimas se desplazaban por sus mejillas.

-"mamá?"- preguntó Naruto acercando su mano al rostro de su madre -"mamá responde"- pero la mujer no contestaba, rápidamente ingresaron unas enfermeras para ver que sucedía, una se acercó a la pelirroja y sintió su pulso.

-"retira al niño y llama al doctor, ahora"- la otra enfermera asintió y se acercó al niño que se agarró al brazo de su madre.

-"No, no me quiten a mi mamá, mamá no permitas que me alejen"- gritaba resistiendo a soltar a su madre, en ese instante Hiruzen Sarutobi ingresó para ver la triste escena, pero Naruto debía calmarse, se acercó a la enfermera que tenía al pelirrubio.

-"por favor suéltelo, yo me encargaré, será mejor que vaya por el doctor"- la enfermera se estaba por negar pero vio de quien se trataba y asintió para retirarse a cumplir con la orden, el anciano se acercó al niño que lloraba abrazado a su madre sin intenciones de  separarse, quien escuchaba el llanto del niño sentía tristeza por la perdida de este -"Naruto kun, debemos retirarnos para que puedan revisar a tu madre"- el niño se giró y se encontró con un anciano que no conocía, nunca lo había visto por lo que negó, Hiruzen suspiró y concentró algo de chakra para ejecutar un genjutsu -"Lo lamento Naruto pero esto es necesario"- tocó la cabeza del pelirrubio y este se comenzó a dormir, aunque se resistió hasta el último minuto.

-"No me quiten a mi madre"- murmuraba el niño hasta que quedó inconsciente.

-"Es lo mejor"- pensó Hiruzen viendo como el niño seguía llorando a pesar de estar inconsciente, lo tomó en brazos y se retiró.

Una semana después.

Ya todos en la academia se encontraban informados de la situación de Naruto Uzumaki, a tan temprana edad quedad huerfano de padre y madre era algo que nadie deseaba pasar, por petición de Hiruzen, permitieron que Naruto se ausentara lo suficiente para poder recuperarse.

Hoy lunes comenzaba una nueva semana en la academia de konoha, además de la muerte y funeral de la madre del Uzumaki nadie supo nada más de el, el único que lo visitó fue el Hokage para informarle sobre su nueva situación así como la ayuda que le otorgaría la aldea.

En la torre Hokage se encontraba Hiruzen revisando el papeleo pero su mente estaba en otra parte, recordando la reacción del niño a la hora que despertó, fue necesario que uno de sus anbus inmovilizara al niño ya que las enfermeras se vieron superadas, pero todo empeoró cuando el se presentó, el chakra del niño se desbloqueó de manera salvaje, sabía que los Uzumaki contaban con grandes reservas de chakra pero nunca fue testigo de cuando estos lo desbloqueaban, fue necesario noquearlo nuevamente, al día siguiente prepararon el funeral de la pelirroja, contra todo lo esperado en el funeral hubieron pocas personas, el Hokage, la anbu Neko, un hombre de largo cabello largo, una mujer pelirrubia y finalmente un hombre de largo cabello negro y finalmente Iruka, Hiruzen esperaba que la presencia de Mikoto Uchiha, Tsume Inuzuka o Hana Hyuga pero no estuvieron presentes, ver al niño solo de pie frente a la tumba de su madre era una imagen difícil de borrar.

-"Es en estos momento en que entre la luz y la oscuridad luchan por el control de un corazón atormentado, qué camino elegirás muchacho?"- pensó Hiruzen.

En el cementerio.

-"no sé que es lo que debo decir ahora mamá, solo se que te extraño y me haces mucha falta, me gustaría saber donde te encuentras para poder ir, hoy regresaré a la academia para no sentirme tan solo, creo que todas las mañanas te vendré a visitar"- Naruto se arrodillo e hizo una pequeña oración , dejó una flor blanca y se retiró, ignorando la presencia de un hombre de larga cabellera que le siguió con la mirada hasta que el niño desapareció, no era la primera vez que observaba al niño pero definitivamente no era el mismo y con toda la razón, estaba solo en el mundo y lo había perdido todo, condiciones que lo exponían a la oscuridad, debía estar atento al desarrollo de su ahijado, lo mismo le pediría a Tsunade, se acercó a la tumba de Kushina y dejó una flor.

-"estaré presente de tu mi ahijado Kushina chan, se los debo a ustedes"- exclamó Jiraiya, se estaba por retirar y una brisa de viento lo golpeó desde la espalda.

-"Por favor Jiraiya sama"- esa era la voz de Kushina, por lo que se giró y vió a aquella alegre mujer que aún muerta se encontraba llorando por la situación de su pequeño, el sannin asintió y la mujer desapareció.

Mientras avanzaba, Naruto podía notar como todos le quedaban viendo, con lastima, con pena, lo que generaba aún más tristeza en su corazón, gracias a Kami su sudadera tenía capucha por lo que se cubrió y aceleró su paso, no quería sentir más tristeza, sin notarlo choca con alguien.

-"ay baka, fíjate por donde caminas"- Naruto escuchó el grito de una niña, por lo que se dispuso a ayudarla para que se levante, cuando la reconoció, lo mismo la niña, esta tenía el cabello rosado y ojos color jade -"Naruto chan?"- preguntó sorprendida, pero cambió rápidamente a tristeza al ver como los ojos de su amigo estaban con lágrimas, se levantó y sin esperar nada lo abrazó, Naruto sintió como su pecho dolía y solo dejó libre sus lágrimas, Sakura solo acariciaba la espalda de su amigo -"lo siento Naruto chan, pero no olvides que yo soy tu amiga y puedes contar conmigo"- Naruto solo asintió, cuando ya se hubo recuperado ambos avanzaron a la academia en silencio. Ya cuando llegaron se encontraron con que las clases habían comenzado, Sakura ya resignándose al regaño tocó la puerta.

Iruka, era sensei hace un tiempo y si algo le molestaba eran los retrasos de sus alumnos ya que interrumpían su clases, pero al parecer aún había alguien que no entendía eso, por lo que se acercó a la puerta para abrirla con su rostro demostrando molestia aunque cambió cuando notó quien se encontraba afuera, si bien también se encontraba Sakura entendía el retraso ya que ella era la mejor amiga del otro alumno, Naruto Uzumaki, asistió al funeral de su madre, y la verdad es que no lo esperaba tan pronto en clases, todos sus alumnos prestaron atención a lo que sucedía.

-"Naruto, no esperaba que regresaras tan pronto a clases, te encuentras mejor?"- preguntó preocupado por la situación de su alumno.

-"Me sentía solo en casa sensei"- respondió Naruto, Iruka asintió en comprensión.

-"Ya veo, bueno me alegra que estés de vuelta en la academia pero si crees que no puedes continuar en clases te puedes retirar, no hay problema"- Naruto asintió a la recomendación de su sensei -"Bueno Naruto, Sakura pueden ingresar, pero no olviden que no me gustan los retrasos"- ambos estudiantes asintieron, Iruka se hizo a un lado y les permitió el paso, a lo que ingresó Sakura fue rápidamente saludado por su amiga Ino, la heredera del clan Yamanaka, cuando ingresó Naruto la reacción no fue la misma, todos comenzaron a murmurar sobre lo sucedido, Iruka viendo que eso podría afectar a Naruto rápidamente tomó su palabra -"Se bien que este es el primer año para todos, pero deben demostrar lealtad y comprensión con su compañero, llegará el día en que se enfrentarán a lo incierto y necesitarán a ese amigo o compañero más que nunca, respétenlo"- nadie respondió -"toma asiento Naruto"- el pelirrubio asintió, mientras avanzaba podía sentir la mirada de todos.

Durante toda la clase Naruto se mantuvo en silencio y cubierto con su capucha, trataba de tomar atención pero sentir la mirada de todos le complicaba la tarea, no quería esa atención, solo quería estar en paz, mientras que el se sentaba cerca de la ventana, al otro extremo del salón se encontraba la heredera del clan Hyuga, conocía al Uzumaki, en más de alguna vez la madre de este visitaba a su madre, era tan molesto, queriendo jugar con ella, ofreciéndole ser su amigo, como si necesitara amigos como el, ella era la heredera de uno de los grandes clanes de la aldea y el Uzumaki era un don nadie, no podía perder su tiempo con alguien como el, no importaba si se encontraba triste, solo y abandonado como un cachorro bajo la lluvia y solo pidiera un poco de cariño, al ver el rumbo que llevaba su pensamiento sacudió rápidamente su cabeza, no debía pensar así, el era un don nadie, el agua y el aceite jamás se juntaban, pero fue sacada de sus pensamientos por el timbre que indicaba el termino de esta clase, la siguiente sería en el patio, les tocaba práctica de taijutsu, hoy comenzarían con las katas del estilo de la academia, ese ramo no le preocupaba ya que se encontraba entrenando con su padre, ya llevaba algo adelantado en relación al resto.

-"Bueno niños en media hora nos reuniremos en el patio, en la zona de práctica para la clase de taijutsu, no lleguen tarde"- y sin más se retiró, todos se comenzaron a retirar excepto Naruto que se mantuvo en su puesto, no tenía ánimos de salir al jardín.

-"Oye tu"- Naruto no sabía si le hablaban a el pero decidió ignorar, pasaron unos segundos cuando su capucha fue retirada, levantó al mirada y se encontró con tres niño frente a el, el primero tenía el cabello castaño y llevaba un perro en su ropa, el segundo tenía cara de perezoso y finalmente estaba uno un tanto gordo, el heredero del clan Inuzuka tomó la palabra -"Acaso la perdida de tu mamá también te dejó sordo llorón"- comentó riendo con burla.

-"Kiba no te pases"- comentó el heredero del clan Akimichi.

-"No sé de que hablas Chouji, el fue el maleducado que no me respondió cuando le hablé"- se defendió Kiba, Naruto por su parte se volvió a colocar su capucha ignorando las palabras de su compañero de salón, nuevamente el Inuzuka regresó su atención al Uzumaki -"no entiendo porque permitieron que regresaras a la academia pero es obvio que no sirves para ser ninja, eres una niñita que solo sabe llorar por su mami muerta, los verdaderos ninjas no hacen eso"- Naruto solo se mantenía en silencio tratando de controlar sus ganas de llorar -"Apuesto mi colación que va a llorar"- comentó viendo a sus compañeros.

Naruto, apretó los puños y se puso de pie sorprendiendo a los niños, trató de salir pero fue detenido por el Inuzuka que nuevamente lo tomó de la capucha.

-"A donde crees que vas niñita?"- preguntó tironeando la sudadera del Uzumaki que solo se quería marchar.

-"Vamos, Kiba esto ya no es gracioso, te meterás en problemas"- comentó el heredero del clan Nara.

-"Shika tiene razón Kiba, mejor vamos al patio"- comentó Chouji, Kiba viendo que no estaba siendo apoyado, soltó la capucha haciendo que Naruto se fuera de frente y chocara contra una de las mesas del centro cayendo  al piso, gimiendo de dolor mientras se cubría el rostro, en cuanto al Inuzuka pasó y refregó fuertemente su mano en la cabeza del Uzumaki.

-"Nos vemos en taijutsu niñita"- el Uzumaki solo se quedó en el piso.

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