Capítulo 2: Alguien Detrás De Esa Puerta ¿Quién Eres?


La Crudeza...

Aquellos soldados nos apuntaban con sus armas y no dejaban de mirarnos, solo un paso en falso y terminaríamos muertas.

Al menos eso creíamos hasta ahora...

Nezuko se quedo anonadada no sabiendo como actuar en una situación igual solo quería salir corriendo, pero sin dejar sola Ume...

En aquel vacío infinito logro ver algunos recuerdos de la vida sucia e insana de Gyutaro junto a su hermana menor con solo eso se sintió identificada con ellos...

Pudo haber sido un futuro en el que ambos hermanos Kamado pudieron acabar de esa manera.

Nezuko le hizo un pequeño ademán a la peli blanca y ella al principio no comprendía los soldados se acercan.

—¡Ahora Ume, corre! ¡¡Corre!! — Grito una pelinegra muy asustada y la tomo de la mano llevándola.

—Espera... nos mataran por huir? Sino nos quedamos podríamos hablarlo con ellos, quizás...— Ume no termino de hablar.

—¡¡Ni hablar!! No quiero perder a nadie más, porque si te dejo morir no tendré a nadie más, si las cosas van hacer así mátame, ya no me queda nadie — Dijo una Nezuko con leves lagrimas y desvió la mirada.

—¡¡Alto no huyan par de cobardes!! ¡Sino disparare en el caso que no dejen de correr!! — Grito un soldado.

Para cuando quisieron disparar ambas chicas ya se habían escapado, uno de los soldados llamó a una chica en cabello castaño.

—Rápido, llama a la mayor Degurechaff debe saber lo sucedido, esas dos no lograran huir lejos — Dijo el soldado.

—¡Si señor! — Obedeció la chica castaña.

Volviendo con Nezuko y Ume.

Apenas habían logrado huir estaban cansadas siendo algo anormal aún poseían sus respectivas Artes demoniacas, por suerte nadie las seguía pero Nezuko se raspo la rodilla...

—¡Nezuko! ¡Nezuko! ¿Estas bien? Tu rodilla esta sangrando — Pregunto una Ume preocupada

—Estoy bien solo déjame recuperar el aliento, lamento que hayamos tenido que escapar.

—Pero... Nezuko... ¿Por qué?

—¿A que te refieres?

—¿Por qué estas llorando como si sufrieras? — Pregunto de nuevo una Ume aún confundida.

Sin darse cuenta Nezuko había soltado algunas lágrimas leves recordando todo lo que ha tenido que vivir y el que haber perdido a toda su familia a manos de Muzan.

—Yo estoy bien no te preocupes, ¿Tu estas bien? — Pregunto una Nezuko secándose las lágrimas.

—Indudablemente estoy super bien! Tanto que podría comerme a varios humanos para ser más fuerte — Dijo Ume moviendo los brazos.

—Me alivia oír eso, pero por favor no vayas a matar a más humanos, y comamos lo que ellos comen.

—¿Verduras y plantas? — Cuestiono la peli blanca con rostro de poker.

—Ya veras que te acostumbraras a comer eso, anda vamos.

—De acuerdo... pero tengo algo de miedo ahora que ya no esta mi hermano — Dijo Ume algo temerosa.

—Tranquila estoy aquí — Afirmó Nezuko.

La pelinegra la volvió a tomar de la mano haciendo que Ume se sintiera cálida sobre todo ese otro lado de Nezuko de un carácter fuerte y a la vez bondadoso.

—Su mano tiene mucha calidez... esta sensación es igual a cuando Gyutaro y yo íbamos tomados de la mano — Pensó Ume.

—Oye no te distraigas sino te perderás en este bosque tan frondoso — Le regaño la pelinegra.

—S-Si... lo lamento es que esto me trajo recuerdos de mi pasado.

—Oh! Que sorpresa! Cuéntame! Cuéntame!

—Es que me da penita — Se avergonzó la peli blanca.

—Supongoooooo!! — Dijo Nezuko riendo.

Caminamos por unos 10 minutos y ya estábamos más alejados de ese campo de batalla, Nezuko había reunido leña y prendió una pequeña fogata, al menos era tenue y cálida...

Ume quería tratar la herida de la pelinegra que se había hecho en su rodilla.

—Enserió, no quieres que te trate esa herida... pero si somos demonios ¿Por qué no te estas regenerando? — Se preguntaba Ume.

—Aunque no lo creas necesito dormir para recuperar las energías y curarme.

—Mmmm? Te preparare un ungüento.

—No hace falta Ume, ya me sanare... siento ser una carga igual que tu también estoy asustada.

—No, lo haré, mi hermano mayor preparaba este ungüento cada vez que me lastimaba.

—E-Esta bien... si tanto insistes creo que esta bien.

—Sabes yo también tengo miedo, miedo de nunca volver a ver a Gyutaro — Dijo una Ume melancólica.

—¿Lo quieres mucho, verdad? — Pregunto la pelinegra

—Si demasiado... temo no volver a estar a su lado y que no me proteja como siempre lo ha hecho.

—Entiendo perfectamente ese sentimiento, que clase de hermana menor no extrañaría al hermano mayor que la crío y que tanto amo? — Dijo la Nezuko sonriendo con calidez.

—...S-Si.

Algunos minutos después Ume termino de preparar la medicina y se la empezó a untar a Nezuko, y se quejo un poco del dolor termino cubriendo con vendajes en su rodilla...

—¿Ya te sientes mejor? — Pregunto una Ume algo intrigada.

—S-Si... gracias, solo déjame reposar un rato y preparo la cena, logre cazar un conejo y conseguir algunos huevos.

—De verdad que sobre esfuerzas de más, yo prepare mejor la cena.

—No, yo lo hare.

—¿Acaso desconfías en que no se cocinar?

—No, solo es que... podrías terminar quemada — Le dijo Nezuko con rostro de poker.

—Quemada? Dijiste — Ume tembló del miedo — De acuerdo hazlo tu.

—¿Te pasa algo? Te noto pálida.

—No nada, solo que aquellos me trajo recuerdos no deseados.

Al sentirse mejor Nezuko se levanto empezó a preparar la comida y consiguió algo de vegetales, trozo la carne de conejo y la puse a hervir juntos a los huevos.

Al terminar serví en dos platos que casualmente me encontré por ahí tal vez fueron de unos soldados, fue suficiente con lavarlos coloque la comida sobre un tabla.

—Ya esta lista Ume ven come — Le llamaba una Nezuko alegre — ¿Algo paso? Sino te sientes bien lo entenderé.

—No es eso, solo que no entiendo ¿Por qué? Porque mi hermano y yo no fuimos recompensados, nuestra vida fue una basura y ahora lo he perdido.

—Si te entiendo, siento lo mismo que tu ya no tengo a Tanjiro para protegerme, ahora solo somos tu y yo cuidémonos entre nosotras.

—Quiero tener de nuevo a mi hermano...

—Ume no podemos quedarnos llorando ni estancadas en el pasado, no se que te pasó en tu niñez, pero déjame decirte que no estas sola me tienes a mi.

—Nezuko... — Decía la peli blanca con lágrimas en los ojos.

Quizás halle a alguien especial en el día de hoy Ume conoció a una bella doncella de un gran corazón...

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

Habíamos acabado de comer y no nos quedaba otra que dormir encima de unos viejos futones que encontramos ahí en el suelo, Nezuko le daba palmaditas en la espalda a Ume...

Intentando consolarla de su corazón adolorido.

—Ume... como era tu niñez? Me pico la curiosidad de verdad.

—Bueno... nací a la orilla del río Rashomon la peor zona del distrito rojo, mi madre estaba enferma mentalmente y quiso matarme en distintas ocasiones.

—Lamento haber preguntado... no quería hacerte recordar esos malos momentos de tu vida.

—Estoy bien, sabes yo quería desahogarme un poco — Ume sonrió dulcemente — Mi hermano fue quien creo una discusión entre los dos y nos apartamos de nuestra madre, no la volvimos a ver.

—Yo tuve suerte de haber tenido una madre tan cariñosa...

—Me das algo de envidia.

—No digas eso en un cambio de circunstancias hubiera terminado en tu lugar, tengo suerte de haber tenido un hermano que me protegió aún si soy una demonio.

—Si que te pones nostálgica Nezuko.

—No pude evitarlo, ¿Al final que le sucedió a tu madre? — Pregunto la pelinegra

—Ella falleció de una enfermedad a causa de eso me pusieron el nombre de Ume, desde ese dia vivía junto a mi hermano bajo la nieve.

—Mmmm? Donde vivíamos mi familia y yo hacia mucho frío y siempre caía nieve.

—¡Qué casualidad!

—Sip!! Ume ya deberíamos dormir y salir temprano de aquí es probable que nos encuentren tarde o temprano si nos quedamos aquí.

—S-Si... tienes razón, muchas gracias por la comida Nezuko estaba muy deliciosa.

—No hay de que, ahora descansemos.

Nezuko se recostó sobre el viejo futon al igual que la peli blanca, por alguna razón se tía algo extraño en su sangre debía ser su Arte Demoniaco....

A la mañana siguiente

Al despertarse lo primero que hizo Nezuko fue ir por agua a un pequeño río y pescar algunos peces para el desayuno, luego los amarro e iba de vuelta con Ume.

La peli blanca la noto saludándola con la mano y sus ánimos habían regresado a la normalidad, Nezuko dejó los peces en una vieja canasta que hallaron.

—Oye Nezuko... — Llamaba la peli blanca

—Dime — Contestó la pelinegra

—Te sientes bien con todo eso...

—¿A que te refieres?

—Digo ¿Cómo es posible? Hace unas cuantas horas éramos enemigas y peleamos de repente terminamos en este universo.

—Si yo también me hago la misma pregunta cada hora, se que alguien nos separo de nuestros hermanos apropósito.

—¿Cómo puedes estar tan segura de ello?

—No tengo una respuesta concreta, pero de algo estoy segura que ambas volveremos a casa — Le dijo una Nezuko seria.

—AH — Ume se sorprendió — Si!! — Expresó la peli blanca con una sonrisa

Luego de hablar un par de minutos Nezuko trozo el pescado y les introdujo algunos ramas para así colocarlos a la fogata, debían darse prisa.

Sino aquellos soldados podrían encontrarlos y en el peor de los casos asesinarlas...

Terminaron de comer ahora íbamos de camino a un lugar más alejado a pesar de los malos climas, en un momento Ume se lastimo y Nezuko tuvo que cargarla en su espalda para llevarla.

—Siento mucho ser un estorbo Nezuko — Se disculpaba la peli blanca.

—Estamos bien eso es lo importante, así que no hace falta disculparse — Le sonrió la pelinegra.

—Mmmm!

—¿Pasa algo? Te noto pensativa.

—Que color de cabello tan raro tienes Nezuko.

—Mmm? Podría decir lo mismo de ti, Ume tienes un cabello peculiar.

—Huh!! ¿Insinúas que soy fea?

—No, no, no, no es eso me refiero que ese cabello blanco combina bien con tu piel pálida y te hace ver muy hermosa — Dijo Nezuko

—¿De verdad? — Pregunto Ume con una mirada de cachorrito.

—Sip, siempre soy sincera con los demás y me gusta ayudar a otros — Le respondió Nezuko.

—G-Gracias...

—No hay de que.

Siguieron su recorrido con cada pregunta y el tiempo que pasaba Ume se daba cuenta sobre la clase de persona es Nezuko, una muy diferente que pensaba...

Otros simplemente pudieron haberla abandonado como lo hicieron en el pasado con su hermano y ella, pero Nezuko no lo hizo...

¿Por qué ella sería diferente...?

Al llegar a un lugar alejado de esos campos de guerra se detuvieron a descansar en unos árboles, por suerte la herida de Ume se regenero al dormir...

Como lo solía hacer Nezuko para recuperarse.

—Muero de hambre Nezuko... ¿Qué habrá de almuerzo? Y también me dio más sueño — Dijo Ume.

—En un momento me pondré hacer el almuerzo.

—Siiii pero rapidooooo.

—Si que eres mandona ¿No? — Pregunto la pelinegra

—Yo no fui!! — Ume desvió la mirada y empezó a silbar.

Nezuko empezó a picar algunas hiervas comestibles que encontró y algo de los peces que sobro de la mañana, rápidamente lo coloco en la olla.

—Si que eres rápido Nezuko con cocinar, a mi se me da fatal... — Le dijo Ume

—Así querías cocinar ayer? No me imagino en que hubiera terminado eso.

—Es que mi hermano era el que siempre cocinaba cuando fuimos humanos.

—Eres una floja Ume.

—Si lo se lo soyyyy!!

—Y no tienes miedo de admitirlo.

—Oye hay algo que siempre me pregunte de ti, puedo hacerte la pregunta.

—Vale, adelante hazla.

—Nezuko... ¿Qué clase de chico es tu tipo? — Preguntaría Ume.

Eso fue suficiente creando un leve sonrojo en las mejillas de la chica había sido una pregunta que no se esperaba...

Nezuko movió la cabeza y finalmente soltó una risita nerviosa, Ume se confundía aun mas.

—Bueno veras... — Dijo una Nezuko con nervios.

—¿Por qué siento que hice mal en preguntar eso? No pasa nada sino quieres responder lo entenderé — Respondió la peli blanca.

—No es eso... sino que, recuerdo que hubo un chico tan rápido como el rayo y su cabello era amarillo, me sentía protegida y segura a su lado.

—Joven de amarillo? — Ume se detuvo y recordó a cierto chico con ese aspecto — ¡¡Es enserió!! ¿Te gusta ese tipo? — La peli blanca bostezo.

—Si creo que si me gusta.

—Buaaah! Ni de loca me enamoraría de alguien así, bueno lo entiendo seguro cautivo tu corazón.

—EH!! — Se sorprendió Nezuko sonrojada.

—Nada, no dije nada olvídalo es una tontería...

—...

—¿Qué pasa?

—¡¡Abajo Ume!! ¡¡Rápido!!

Hablaban entre ellas dos que no se percataron uno de los soldados los tuvo en la mira a lo lejos disparo dándole en el hombro a Ume.

Nezuko saco sus garras y se le notaron venas en su rostro corrió rápido a donde estaba dándoles cortes en los brazos al hombre...

—¡Maldita sea creí haberme ocultado bien! ¿Qué demonios eres tu? — Pregunto el soldado.

—Tu... maldito — Decía Nezuko enojada.

—¡¿Qué eres?! ¡Monstruo! ¡Monstruo! ¡Monstruo! — Gritaba el soldado tratando de escapar.

—Voy a matar a todos los que nos hagan daño, no dejare que no me quiten a nadie más — Dijo Nezuko avanzando paso tras paso.

—¡Aléjate de mi, maldito monstruo! ¡Sino te detienes te disparare!

Nezuko ya lo había perdido al menos eso pensaba ¿Qué Pensaría Tanjiro sobre esto? En un rápido movimiento le corto ambos brazos y la cabeza matándolo.

Pero no fue suficiente la ira de Nezuko aumentaba quería seguir matando a más personas y fue detenida por Ume que la abrazo para consolarla.

—¡Nezuko! D-Detente... ya lo has matado, por favor ya se acabo se que has sufrido pero detente te lo ruego.

—Grrrrrrr!!

—Por favor Nezuko para, no me hagas tener que asesinar a la una chica a quien puedo llamar amiga.

Nezuko detuvo el forcejeo regreso en si, solo comenzó a llorar desconsoladamente quería liberarlo todo llevo en su corazón...

—A-Amiga...? Yo? — Pregunto Nezuko con una voz rota.

—S-Si... ahora vayámonos volvamos juntas a casa — Decía Ume.

—C-Claro... — Le dijo Nezuko secándose las lágrimas en su rostro.

En otra parte de este universo.

Habían cadáveres de soldados y civiles tirados de por aquí y por allá, la sangre manchando el suelo al igual que los restos de órganos.

Sobre todo un joven de cabello rojizos fue quien los asesino.

—Vaya vaya... si eran una peste asquerosa pero mi hambre y sed de carne humana no se sacia, no hasta hallar a Kamado Nezuko — Dijo un peli rojizos.

—Amo Tanjiro... oh! Nuestro gran rey Demonio! Hemos logrado dar con su paradero de Kamado Nezuko — Le dijo uno de sus sirvientas.

—Hahahahaha... por fin volveré a ver a mi querida hermanita aún si tengo que viajar entre universos para verla, por más de 50 universos y la vi morir — Reía el conocido como Tanjiro

—Si amo — Dijo otra de las sirvientas.

—Vamos quiero verla lo más rápido posible — Decía el peli rojizos avanzando y con una sonrisa de Lunático.

Ellos son conocidos "El Culto Del Progenitor de los Demonios" su objetivo encontrar a Nezuko, conformados por las nuevas 12 Lunas, y demonios de alto rango...

—Tanjiro-sama ¿Llamamos a las Lunas crecientes? — Pregunto otro sirviente.

—No es necesario, Nezuko mi querida hermana estará en mis manos y al fin estaré completo — Les dijo Tanjiro a sus sirvientes.

—Si como ordene Tanjiro-sama — Gritaron todos sus seguidores.

Una sonrisa siniestra aparece en el rostro del peli rojizos, su mirada reflejaba locura y amor perdido, un amor perdido que lo llevó hasta ese punto y perderlo todo...

—Tanjiro-sama... ¿Estará bien con asesinarla?

Tanjiro sonrió disimuladamente y alzó la mirada caminando bajo la luz solar, el demonio elegido que conquisto al sol.

—¿Cómo yo podría tener una familia, después de haber asesinado a la mía? — Dijo Tanjiro sonrió de manera macabra y bañado en sangre todo su rostro.

Volviendo con Nezuko y Ume...

Ambas muchachas seguían su camino hallaron una puerta que parecía llevar hacia adentro de un edificio, Ume ayudaba a caminar a Nezuko...

¡No la abras!

Por alguna razón algo le decía en su interior Ume de no abrir la puerta.

—¿Por qué? — Se pregunto la peli blanca.

¡No la habrán!

Ume sacudió la cabeza en negación y hizo oídos sordos a lo que oía, y abrió la puerta encontraba a una joven niña de cabello rubio y vestimenta militar...

Aquella joven sonrió macabramente y había un ademán.

—¿Quién eres tu, y que haces aqui? — Pregunto Ume aterrada.

—Lo mismo me pregunto de ti... reina de los demonios dime, ¿No piensas huir de aquí verdad? Otra vez lo harás — Dijo la joven rubia.

—Tu... no eres... — Ume se aterro.

—Cuáles son mis modales me presento soy Tanya Degurechaff, actual soldado y su futura asesina, muy buenas noches ten dulces sueños reina de los demonios — Les dijo la llamada Tanya.

Un oscuro secreto que ha estado oculto desde tiempo ¿Reina De Los Demonios? Ume no sabe a lo que se refiere y retrocede...

La única solución para todo esto es la muerte o la condenación...

Continuara...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top