Distrito Rojo

Un caos total...

Una mierda fue la vida de aquellos dos demonios vivieron en carne propia la cruda y cruel realidad ser tratados como basura o como una peste que no merecen vivir, siempre estuvieron solos al menos Gyutaro, pero cuando Ume nació su vida tomó un rumbo diferente a lo normal, sentía que todo iba mejorando...

Al menos eso quería creer llego ese día la hermana atacó clavándole una orquilla de su cabello en su ojo a un samurai ya que este insulto a su hermano, fue atada y quemada viva hasta que muriese...

Gyutaro rogo por ayuda y nadie les ofreció ni mostró compasión por ellos, dos hermanos que solo se tenían el uno al otro, nadie los ayudo, nadie les dio comida y no eran merecedores de cariño y amor eran como monstruos o tal vez una peste...

Tanjiro en ese instante de decapitar a Gyutaro lo sintió se vio reflejado en ese Vil demonio, como si fueran iguales tal vez no era una mala persona solo tuvo mala suerte tanto como su hermana y el, en un cambio de circunstancias Tanjiro y su hermana hubieran terminado de ese modo.

Las cabezas de los Demonios se insultaban entre ellos y poco a poco fueron desintegrándose, quizás lo mejor hubiera sido no haber nacido fue el pensamiento de Gyutaro, nacer feo y sucio, peor no poder proteger a su amada hermana, su única fuente de luz...

A cambio de su humanidad ambos hermanos siguieron vivos, el quería una mejor vida para su hermana en la que ella fuese feliz y fuera una dama refinada y de buen corazón dulce y honesta, de lo único que Gyutaro se arrepiente fue no haberle dado un mejor futuro a Ume...

—Mi única espinita en el corazón siempre fuiste eras una chica dócil y honesta como te crie yo, acabaste saliendo asi, lo lamento... algún día perdóname, Ume.

Sus cabezas se desvanecieron la luz solar reluciente llegaba hasta el lugar con más sombra sin dejar nada oscuro, los cuerpos de los hermanos demonios se quemaron, Nezuko comenzó a quemarse y daba por perdida su vida, Tanjiro quiso ayudarla pero fue inútil.

Nezuko ya no podía más su cuerpo sucumbió ante el sol quemándose, no había nadie a quien pedir ayuda Zenitsu tenía las piernas inmóviles, Inosuke un hueco en su pecho, y por último Tengen sin una mano y un ojo, era una victoria agridulce.

—¡¡NEZUKO!! — Grito el peli rojizos aun sin poder caminar y mucho menos hablar.

Todo estaba perdido había derrotado a la luna superior de rango 6 ¿A que costó? Fue a cambio de la vida de su hermana, por ese motivo Tanjiro comenzó ese viaje y se convirtió en cazador para volver a Nezuko humana y ahora fallo...

Nezuko se quita el Bambú de la boca empezando articular unas palabras sorprendiendo a su hermano, antes de volverse polvo y desaparecer sonrió gentilmente y con sus últimas fuerzas abrazo a su hermano una última vez rozando su rostro con el de el....

—Gracias hermano... te agradezco por todo lo que hiciste por mi, ya no seré un estorbo para ti, por favor no llores si hay una vida después de la muerte te buscaré.

Aquella chiquilla desapareció volviéndose cenizas y polvo, Tanjiro lloraba a más no poder había perdido a su hermana, su única familia que le quedaba, en lo único que pensaba Tanjiro era en que el debía morir y no su hermana...

Solo me sentía un inútil bueno para nada y lo comprendí esta noche Gyutaro perdió a su hermana al igual que Tanjiro, vivió lo que aquel demonio sintió en carne propia.

—¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NEZUKO! ¡POR FAVOR NO, NO TE LA LLEVES DIOS TE LO SUPLICO NO ME QUITES A MI HERMANA, EN UN MUNDO SIN NEZUKO...! Quiero destruirlo todo sin dejar nada...— Dijo Tanjiro con una mirada apagada a la vez temblando.

Sin saber que Nezuko pudo haber sobrevivido pero fue provocado por una entidad oscura que entre las sombras miraba al joven Kamado destruido mentalmente, y este ser sonrió con una sonrisa siniestra.

—Veremos como puedes sobrevivir en un mundo sin tu hermana, Kamado Tanjiro tu eres el elegido de ser el próximo rey Demonio.

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Volviendo con Nezuko flotaba en un lugar blanco sin nada a su alrededor y al abrir un poco los ojos noto una luz que alcanzó con su mano y todo brillo con una tenue y brillante llamas...

Apareciendo en un lugar desconocido sin nada en los alrededores, más bien tenía toques de militar y habían batallones de soldados listos para la guerra, Nezuko se sintió confundida a la vez tocar algo suave.

—Hmmmh ¿Esto que es? — Se pregunto una Nezuko sorprendida

Una joven de un largo cabello blanco y ojos azules como el mar vestida con un Kimono rosado la miro un rato, Nezuko se alejo e intento salir corriendo.

Y noto que ya no llevaba puesto el Bambú en la boca sino que estaba colgando en su cuello además sus ropajes ya no tenían manchas de sangre luego de su pelea en el distrito rojo.

—Tu eres... ¿Qué estas haciendo aquí? — Pregunta una joven de cabello blanco

—Hmmmmh?

—Entiendo... ¿Tu también falleciste por el sol o me equivoco?

—Si... ahora ya no tengo a mi hermano.

—Lo suponía déjame decirte que tu hermano es muy feo...no se que le ves — Presumía la albina y luego comenzó a caminar

—Porque mi hermano es el chico es el más dulce y honesto que he conocido, soy su hermana y no dejaré de quererlo.

—Ummmm? Patrañas.

—Oh! Si quieres puedo ayudarte! Soy muy buena corriendo y pateando.

—Me das asco...

—...

En medio de la conversación Nezuko noto algunas rasgaduras en el Kimono de la joven y quiso ayudar, pero cada vez que quería hacerlo era rechazada, Nezuko siguió en el camino a Ume.

—Oye... aun tienes ese viejo Kimono puedo cocértelo así se vería más bonito, soy muy buena en la costura — Dijo una Nezuko soltando una risita.

—¿En verdad harías eso por mi?

—Hay que ayudarnos uno a los otros, me gusta mucho ayudar los demás una buena acción será recompensada por ese acto tan noble.

—Esta bien hazlo, pero no me lo vayas a romper... aunque... hecho de menos a mi hermano.

—¡Nezuko es muy fuerte puede con lo que sea! Podemos salir de esta — Le dijo la pelinegra moviendo los brazos.

—Enserió era necesario darme tremenda golpiza, con una patada pudo haber bastado arruinarte mi bello rostro

—Tu lastimaste a personas inocentes y a mi hermano soy una Demon Slayer era mi trabajo — Afirmó Nezuko con una sonrisa gentil

—Eres extraña...

Esta chiquilla es diferente a todas las demás que Ume ha conocido tanto como en su vida humana y demonio a lo largo de los años que vivió, su sonrisa encantadora y honesta, esa sensación de sentirse segura al tenerla a su lado, esa calidez al tratarla como una humana.

Fue lo que Ume y su hermano no recibieron nunca de ninguna persona, pero... ¿Por qué ella si? La trato con amabilidad, respeto, cariño, a pesar de todo lo que le hizo, el corazón puro y honesto de Nezuko la perdono.

Nezuko terminó de arreglar el Kimono dañado de la albina y fueron a caminar explorando al lugar y dos hombres las detuvieron querían interceptarlas ¿O peor secuestrarlas?

—Q-Quien... son ustedes y que quieren de nosotros — Pregunto una Nezuko aterrada

—Nezuko... debemos salir de aquí — Dijo Ume

—¡Alto ahí niñas ustedes dos cometieron el error y pecado de invadir nuestras tierras ahora pagaran con sus miserables vidas!

Han sido encontradas y uno de ellos los apunta con un arma, el primer disparo fue dado lo recibió Nezuko que apenas podía levantarse y ponerse de pie, Ume se aterro quiso ayudar...

—¡Nezuko! — Grito Ume

—Van a pagar por esto... no dejare que nos lastimen, si es necesario manchare mis manos con sangre — Les dijo Nezuko

A donde quiera que fuera Nezuko siempre hay conflictos y la muerte la persigue, una y otra vez toda vida se extingue, lo que más percibo y perturba mi corazón...

Es el olor a sangre que emanan los humanos, atacan sin compasión, al menos esperaba que pudiera quedarme aquí e iniciar todo desde cero...

Continuara...