Un gran boda 2/2
Taehyung hizó lo posible para alegrar a Namjoon; lo acompañó todo el día mientras se comunicaba con Yoongi, Seokjin, Jungkook y Hoseok para saber sobre Jimin; y aunque intentó ser positivo, las noticias de las parejas de sus dos amigos no le ayudaban para nada. Saber que Jimin estaba igual de triste que Namjoon, le preocupaba; no podía permitir que esa boda se terminara, no quería ver a Nam con el corazón roto. No iba a dejar que eso ocurriese.
Lo amaba, admitía que estaba completamente enorado de ese hombre comprometido, y al verlo en ese excelso traje blanco, sonriendo con tristeza mientras se veía al espejo, se lo confirmaba. Faltaba menos de una hora para la ceremonia, y según la información de Jungkook y Hoseok, Jimin estaba llendo hasta la habitación donde el estaba con Nam, para cancelar su boda; era el momento perfecto para hacer su jugada, debía esperar la señal y llevar a cabo su plan.
Un mensaje de Hoseok le llegó y sonrió cn dicha: "Acaba de llegar al su piso, y vá hasta la habitación, ya hazlo".
Se levantó decidido de su asiento al terminar de leerlo; se acercó a Namjoon, quien llevaba minutos hablandole sobre lo preocupado que estaba de arruinar su traje, le susurró una suave disculpa sin sentirlo realmente, y lo besó, sintiendo una calidez y felidad indescriptible consumiendo todo su pecho, por ese simple beso.
La puerta de la habitación se abrió, sin hacer demasiado ruido, y sin llamar la atención de Namjoon que estaba de espaldas a la entrada. Se sintió alegre al saber que era Jimin y supo que su plan había salido a la perfección cuando sintió su mejilla arder.
—¡No vuelvas a besarme! ¡No eres él... No eres Jimin...— Esa cachetada casi lo descoloca pero logró mantenerse firme y caminó hasta la salida del lugar llegando al lado de un sorprendido Jimin.
—Ya tienes un prueba fidedigna de que ese hombre maravillo te ama, ahora deja de ser un idiota y resuelve tu mierda, Park— susurró, solo para que Jimin lo oyera, mientras presionaba con fuerza su hombro, y aguantaba su gran deseo de golpearlo.
Salió de ese cuarto, cerró la puerta y caminó, lento hasta cualquier lugar, buscando refugio para llorar en silencio, para desahogarse por su roto corazón; rogando que Nam resolviera los problemas con el idiota de su prometido y pudiera lograr ser feliz en su día especial.
Namjoon escuchó la puerta cerrarse, volteó al notar que Taehyung había abandonado el cuarto, encontrándose con la tímida mirada de su prometido.
Soltó una grave risa dolida, solo había una razón para que Jimin estuviera allí; le dijeron que el día de su boda iba a ser especial e inolvidable, y claro que lo iba a recordar, como el día en que cancelaron su boda y el hombre de su vida, lo abandonó.
—¿Por qué yo?— la rotas palabras de Jimin fueron una sopresa para el —¿Por qué no dejaste que te besara? Él es mucho mejor; yo lo sé, los ví en el aeropuerto, realmente me sentía inseguro y te seguí, y en esa cafeteria, tú y él se veían impecables, bellos... Prácticamente perfectos. Era una escena mágica de admirar. Taehyung y tú, eran un espectáculo hermoso; comparado conmigo el es un ángel, todo lo que tú te mereces, Nam— No podía mirarlo, no quería dejarlo, no quería perderlo, pero dejarlo con Taehyung, ese chico tan bueno, que lo amaba, y que le daría todo lo que se merecía y más, era lo correcto —Te amo, nunca pienses que no lo hago; pero lo mejor para tí, es cancelar nuestra boda...
Más de dos años de relación, y nunca, jamás, en todas esas horas juntos, en esas cientas de discusiones; Namjoon lo había golpeado, y esa cachetada casi la sintió irreal; si no sintiera el calor del escozor en su mejilla no se lo creería.
—¿Cómo puedes decir que me amas y en la misma oración que quieres cancelar nuestra boda, y darme como un objeto, a una persona que no amo?— Se atrevió a mirarlo con cuidado y sopresa mientras aún tocaba su mejilla por el reciente golpe que había recibido; encontrándose con una imagen que destrozó su corazón, a su amado Namjoon, llorando frustrado y enojado con sus manos temblando y en forma de puños —Te amo, solo a tí. No hay forma, posibilidad o pensamiento alguno, en el que yo ame a alguién que no seas tu, Jimin; a pesar de todo, no podría elegir a nadie más. Tus besos, tus toques, la forma en la que me haces el amor, tus miradas, tu cariño incondicional hacia a mí, solo tu... No es Taehyung, no es cualquier otra persona, eres tu, Park Jimin... El hombre ideal para mí— Namjoon esperaba que esas palabras pudieran persuadir a Jimin, realmente lo quería asi, no podía perderlo, no soportaría tal sufrimiento, y mientras más pasaba el tiempo y su prometido mantenía su mirada gacha, sentía más miedo —¿Jimin..?
Sus piernas temblaron de repente cuando su cuerpo fue apoyado contra una de las paredes de ese cuarto, sus ojos llorosos, solo podían fijarse en los suyos; sus temblorosas manos se posaron en sus hombros; y la sonrisa suave que Jimin le dedicó, casi provoca que le estalle el corazón.
Lo tenía aprisonado contra la pared del lugar, sin decirle palabra alguna, simplemente acariciando con una de sus manos, la cintura de su futuro esposo, y ocultando su rostro en ese suave cuello.
Realmente le daba igual su boda, solo podía tener un objetivo en mente, hacer suyo a ese hombre que lo volvía loco y mostrarle que lo sentía, que no quería lastimarlo, y que el era el amor de si vida.
Depósito suaves besos en su cuello, deleitandose con los suaves jadeos contrarios, y comenzando a quitar ese hermoso traje blanco a medida que cubría ese cuerpo soñado. Susurró decenas de disculpas a su pareja, entre beso y beso, mientras quitaba su propio traje y dejaba completamente desnudo al cuerpo ajeno.
—Nuestra boda... En menos de una hora... Jimin...— No podía importale menos esa queja, tal vez le podía faltar tiempo para gozar de ese cuerpo exquisito, pero intentaría matar cada una de sus inseguridades antes de dar por completo su vida al hombre de sus sueños.
Podía sentir el calor de su cuerpo aumentar, no podía detener sus manos, Namjoon frotándose de forma tan morbosa contra él, era sexy y solo podía imaginarse dentro de ese cuerpo, marcando y mordiendo, toda esa aterciopelada piel; haciéndolo completamente suyo.
Lo recostó sobre el sofá de esa habitación, y se posicionó entre sus piernas, repartiendo besos en las mismas, muy cerca de su entrepierna, estremeciendo todo su cuerpo. Acercó su rostro al miembro de si amado Namjoon, y le sonrió con cierta picardía, sintiéndose bendecido por ver esa linda carita sonrojada y excitada. Introdujo todo el miembro ajeno a su boca, saboreando ese salado sabor, disfrutando de esos gemidos e insultos sobre el, le facinaba la imágen.
Sintió un poco líquido de un peculiar sabor tocar su lengua, y solo así alejó su boca y comenzó a masturbarlo lentamente, logrando que sus dedos se humedecieran.
—Hermoso... Mi futuro esposo es el hombre más hermoso de todos... Solo mío— quería responderle a Jimin con una alegre sonrisa de felicidad por sus palabras, pero sus labios fueron apoderados por los contrarios; tan profundo, tan caliente, tan sexy; una distracción perfecta para que ese traviesos dedos se adentraran en el; expandiendo, dilatando ese estrecho lugar en el que quería entrar —Aférrate al sofá, y gime para mi, Namjoonie...— Murmuró justo a su oido mientras la falta de esos dígitos lo dejaban con un extraño vacio
Namjoon obedeció sin titubear; esa voz demandante le ordenó algo, y el iba a hacerlo, mientras pudiera seguir recibiendo el placer exquisito que solo Jimin podía darle.
Su cuerpo se estremeció cuando ese miembro se introdujo lentamente en el, y quiso lloriquear por lo desesperado que se encontraba de que Jimin lo embistiera con fuerza y brutalidad.
Sintió las piernas de Namjoon temblar en sus manls cuando lo penetró por completo, en un tosco embestir. La cómoda y placentera sensación de estrechez y calidez, provocaba que quisiera arremeter contra el, una y otra vez sin control alguno, pero se mantuvo tranquilo y sereno hasta que su lindo prometido movió suavemente sus caderas, buscando más placer. Lo deseaba más a que nunca, apoderarse de ese cuerpo, y con cada estocada que le daba, se lo hacía saber; saber que estaba desesperado por su perdón, desesperado por su amor, desesperado por recibir un sí en el altar.
—Solo yo puedo tenerte, solo yo puedo tocarte, únicamente yo, Joonnie... Dilo... Dime que eres solo mío— sus manos presionaron con fuerza ese sofá, intentando no decaer por las arremetidas a su cuerpo. En un debil intento de sostenerse apoyo sus antebrazos en el suave mueble de decoración, levantando más sus caderas ofreciéndole una excelente vista a su prometido, y dejando salir los sonoros gemidos y jadeos que intento retener en su garganta. Le era inevitable no murmura el nombre de Jimin en cada movimiento, pero los besos y caricias en su espalda; los apretones y ligeros golpes en su trasero; y los toques a su próstata, lo volvían solo un manojo de gemidos, deseoso de más placer.
Jimin se separó de él, soltó un molesto gemido cuando se sintió nuevamente vacío, pero toda molestia quedo de lado cuando sus labios fueron besados y su cuerpo recostado nuevamente, su espalda tocó con la suavidad de los cojines, sus piernas fueron, abiertas para dar espacio al esbelto cuerpo ajeno y sintió como era llenado por ese gran miembro de nuevo.
Jimin no podía dejar de besarlo, de tocarlo, de acariciarlo, de penetrarlo y marcarlo como suyo. Lo sabía, a pesar de ser un tonto inseguro por fuera, por dentro era muy posesivo y celoso con su Namjoon. Estaba perdido en el, en sus pensamientos, en las sensaciones que le provocaba, hasta que que dos brazos rodearon con fuerza su cuerpo, y una calida respiración gimió su nombre a su oído. Solo asi notó que su lindo Namjoon había llegado a un placentero orgasmo y que ahora solo tenía un cuerpo sufriendo pequeños espasmos y con la mirada perdida en disfrute.
Unas embestidas después, llegó a un clímax perfecto, gracias a esa carita, con esa mirada tan sexy y esos labios esponjosos, complemento rojos. Namjoon era una maravillosa obra de arte cuando lo follaban.
Ambos se miraron con amor y compartieron sonrisas divertidas; sin decir palabra alguna, comenzaron a vestirse con los mismo trajes que minutos antes habían arrojado a la deriva de ese gran cuarto y, al terminar, Jimin dejó a su prometido en ese lugar para arreglar su cabello en su habitacion e ir al altar; encontrándose con un Jungkook, completamente preocupado.
—¡Jimin! El jardín esta llenó de personas esperando un compromiso, y no tenemos a los novios ¿dónde mierda estabas?
—Estaba con mi prometido; siento que lo amo aún más— la perdida mirada de Jimin, su ropa desarreglada, sus labios ligeramente más abultados y rojos, y su suave y relajada voz le dió a entender a que se refería.
—¿Sabías que ver a tu futuro esposo antes de la boda, de es mala suerte?— Jungkook vió a su amigo reir y el hizó igual; recordando segundos después, que había una ceremonia donde tenía que llevar a su amigo.
Minutos después Jimin ya estaba en la puerta principal de ese gran jardín, esperando a su prometido para entrar juntos. Namjoon llegó a su lado prácticamente corriendo, con Hoseok a su lado, con un cepillo para el cabello en su mano y un ramo de flores en la otra.
Mientras ambos veían divertidos a Hoseok intentar recuperar el aire por perseguir a uno de los futuros esposos; su amigo terminó por arreglar a ambos y los empujó hacia el gran jardín decorado como altar, mientras sostenían sus manos y caminaban hasta donde ese hombre mayor y feliz los miraba con dicha.
Cuando Taehyung miró a la pareja de esposos, sonreirse entre ellos, decir sus votos, intercambiar anillos, aceptar su unión, y besarse para declararse ante sus amigos, familias y conocidos, como esposos; no pudo evitar llorar de nuevo, de completa felicidad por la alegría que mostraba su amado Namjoon, y el idiota de Park Jimin.
Luego de esa corta, divertida y apresurada ceremonia, los invitados, junto con los esposos, fueron a un gran salón donde se llevó a cabo la celebración que tanto Jimin como Namjoon tardaron meses en organizar.
Juntos cortaron su gran pastel; bailaron su primer vals como esposos, luego con sus padres y algunos de sus amigos; tiraron el ramo que rosas blancas, que en un principio fue atrapado por Yoongi, y luego arrebatado por Hoseok, quien llevó las rosas a su novio, proponiendole de formar irracional matrimonio con las mismas; también, en medio de la música y el baile Jimin se acercó a una lejana mesa, donde Taehyung bebía un poco de vino y veía a los demás invitados bailar.
—Gracias por lo que hiciste Kim. Seokjin y Yoongi me dijeron por qué besaste a mi esposo, y aúnque aún sigo molesto por ello, me ayudaste a tener más seguridad en mi relación— fue lo primero que Jimin le dijó luego de sentarse a su lado, mientras ambos miraban a Namjoon bailar alegre con su madre.
—No fue nada; pude besar al hombre que amo, tal vez recibí un golpe luego y ayude a que se casará con un tipo como tú; pero si él es felíz, yo también lo sere...— ambos supiraron de ternura al ver la sonrisa que Namjoon le dedicaba a los invitados; era una imagen hermosa, esa sonrisa solo podía enamorarlos aún más —Por favor, no vuelvas a lastimarlo. Namjoon, solo merece lo mejor de lo mejor y el amor de todo el mundo— Jimin asintió completamente de acuerdo, a pesar de que se le revolvía el estomago de los celos, al escuchar a Taehyung hablar sobre el amor que sentía por su esposo.
—Prometo hacerlo felíz; pero como agradecimiento por lo que has hecho, te invitó a bailar con nosotros; estar aquí te hace ver como un aguafiestas. Literalmente todos se divierten, excepto tú— Taehyung estaba asobrado y divertido a la vez, nunca había tenido una conversación tan larga y agradable con Park Jimin, era casi irreal —Solo mira a tu alrededor; Hoseok ya se alcoholizó y le propuso matrimonio a Jungkook más de cuatro veces; Seokjin no ha dejado de abrazar y besar a Yoongi desde que le dijó que compró una casa para que ambos vivían aquí...
—Realmente agradezco que el CEO de nuestra discográfica no lo despidiera— agregó Taehyung con diversión
—Exacto; y también, mira a Nammie... Esta tan contento y felíz. Hoy es su día, nuestro día; creo que sería mucho mejor si tu estuvieras junto a él.
Taehyung asintió, y se levantó en compañía de Jimin, ambos dirigiéndose hacia Namjoon. No puedo evitar observar a sus amigos divirtiéndose en distintos lados ese gran salón salón; mientras que Hoseok reía borracho y sostenía a Jungkook por la cintura, este último lo regañaba por casi arruinar la boda, por no dejar de besarlo y por sus reiteradas propuestas de matrimonio, que solo lo avergonzaban. Al otro lado de la pista, entre besos y abrazos, se encontraban Yoongi y Seokjin, quienes parecían no querer separarse del otro y muy alegres por la celebración; mientras que Yoongi insistía en darle de comer pequeños trozos de pastel en la boca a su lindo novio, y este se negaba rotundamente.
No supo cuando habían llegado junto a Namjoon, y tampoco cuando el hombre que amaba, abrazó con dicha a su esposo, mientras lo miraba con una genuina felicidad y le susurraba un suave gracias solo hacia él; entendió que ese agradecimiento era por ayudarlo con su problema y por estar a su lado cuando toda la situación lo sobrepaso.
Estaba eufórico por esa simple palabra, asi que, y sin esperar permiso alguno, abrió sus brazos y se acercó a los esposos, soprendiendólos con un abrazo y mostrándoles a ambos una gran sonrisa de felicidad.
Tal vez Namjoon no lo eligió, pero siempre tendra la dicha de que su ayuda sirvió para que su amando Nam, y el tonto de Jimin, pudieran ser felices.
💐
Acabo de terminar este fanfic y me siento sumamente realizada, ahh.
Editare los capítulos pronto, para arreglar errores y demás.
Esto es todo, gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top