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Bueno, antes de comenzar una enorme disculpa por tardar tanto tiempo, y vaya que si fue mucho XD. Tengo trabajo y ya saben, me debo de convertir en un adulto responsable UnU.
Por favor les pido paciencia, se que tal vez el capitulo no es tan bueno, y me siento un poco decepcionada, sin embargo no me daré por vencida, seguiré con los capítulos solo les pido paciencia.
Cap. 12
"CADENAS"
Se encontraba sobre una superficie fría, pero, sobre todo dura. Comenzó a moverse poco a poco intentando que su cuerpo despertara, claramente podía escuchar una voz femenina llamarle una y otra vez, pero aun así no lograba descifrar de quién se trataba, pues no estaba seguro de si la había escuchado antes.
Sus párpados le pesaban tanto que al momento de abrirlos sólo podía cerrarlos instantáneamente y para cuando se adaptó a su entorno, se sorprendió demasiado al ver que se encontraba en un cuarto semi oscuro, había algunos objetos como cajas, cuadros y cadenas.
¿Cadenas?
Sí, aquello había hecho que la memoria del joven se pusiera al tanto, en un santiamén recobró la compostura y se levantó de golpe del suelo helado.
Quiso correr hacia las escaleras que apuntaban a una puerta, lo que suponía era la salida.
Sin embargo, la voz femenina hizo acto de presencia nuevamente.
- ¡Josuke! -. Le llamó gritando su nombre para así atraer la atención del chico quién al girar hacía ella, quedó totalmente impactado. Había una chica sentada cerca de la pared, llevaba puesto un vestido y sus cabellos tenían un bonito color rosa pálido.
- ¿Qui-quién eres? -. Pregunto con sorpresa el joven quién se percató del collarín de metal que la chica llevaba puesto, la cadena que lo sujetaba iba desde la parte dónde ella estaba hasta dónde él se ubicaba. Tocó su cuello con curiosidad al descubrir que también llevaba uno puesto. - ¿Qué es lo que está pasando? -.
-Tranquilo...no te desesperes, si intentas huir la cadena que traemos puesta podría herirnos, uno de nosotros podría terminar ahorcado-. Explico la joven, quien en todo momento conservó la calma, inclusive su rostro emanaba una increíble serenidad, extendió una de sus manos y palmeo el suelo a su lado derecho, esa señal fue suficiente para que Josuke tomara asiento al lado de ella.
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-El hombre que te secuestro se llama Yoshikage Kira, nació y se crío aquí, en Morioh-. Dirigió la joven su mirada al de cabellos extravagantes. -Josuke, debes tener cuidado con ese hombre, él es realmente...peligroso-. Agacho la mirada y extendió sus manos. Y Josuke hizo lo mismo, observó las manos de ella, y pudo apreciar lo hermoso que las tenía, muy cuidadas como para estar secuestrada, una perfecta manicura era lo que estaba apreciando. -Está enfermo-.
El ojipurpura trago fuerte, no estaba seguro a que se estaba enfrentando, pero la tranquilidad que Reimi le transmitía le daba confianza en que todo saldría bien. - ¿Puedo preguntar cómo fue que logró traerte? -.
-Ya sabes, a veces confías en la persona equivocada, y yo lo hice. Esa mañana mientras me dirigía al instituto, el me vio y se ofreció a llevarme...subí a su auto, vaya error más grande. Ese sujeto es alguien que no sobresale, a simple vista parece una persona común-. Acercó sus rodillas hasta la altura de su pecho y se abrazó a ellas mientras recargaba su barbilla en ellas.
-No te preocupes Reimi, tu y yo saldremos de esta-. Josuke esbozo una pequeña sonrisa para intentar levantar los ánimos de la chica.
- ¿Sabes por qué se su nombre? -. Pregunto en un susurro. Y el joven arqueo una ceja intentando descifrar la pregunta, aunque la manera en la que la chica decía las cosas lo confundía, estaba demasiado tranquila para la situación en la que se encontraban. Y nuevamente la peli rosa habló.
- ¿Sabes por qué un secuestrador no da a conocer su rostro? ¿O por qué hay personas que ocultan su identidad? -.
-Am...yo no lo sé-. Su mente ahora se encontraba llena de dudas, ¿a que venía todo aquello que la chica estaba diciendo?
- ¿Por qué crees que Kira me dijo su nombre? -. Volteó y miro atentamente al ojipurpura. Sin embargo, Josuke no dijo nada, no sabía que contestar.
-La respuesta es simple Josuke, va a matarnos-.
Y antes de que pudiese decir alguna otra palabra, el sonido de la puerta y él rechinido de las escaleras de madera, advirtieron a ambos de que aquel sujetó había llegado. Rápidamente Reimi extendió ambas manos, agacho la mirada al suelo y guardo silencio.
En cambio, Josuke se mantuvo a la defensiva, mantuvo su mirada llena de enojo y en dirección hacia la persona que lentamente se acercaba a ellos.
Un hombre de apariencia delgada, piel pálida y cabellos rubios los miraba de manera atenta, y ante la mirada de Josuke los ojos contrarios parecían ser como los de un felino, uno que observaba a su presa antes de devorarla, pero que al mismo tiempo te encantaba con esa mirada salvaje y llena de seducción.
- ¿¡Desgraciado, que es lo que pretendes manteniéndonos aquí!?-. grito el joven con rabia y con fuerza sostenía la cadena en su cuello provocando el tintineo entre ellas. Kira simplemente ignoro al chico y desvió su atención a la joven, se acercó lentamente a ella y tomo entre sus manos las contrarias, mantenía su vista fija en ellas, observaba y se deleitaba con cada facción, se estremecía al sentir la piel y la suavidad. Su rostro enrojeció y una sonrisa cargada de perversión se dibujó en él, acerco de manera brusca las manos de la chica a su cara, provocando fricción entre sus pieles.
-Oh mis niñas, no saben cuánto las extrañe-. El sonido que provocaba su garganta era tan diferente, empleaba tanto cariño casi como si fuera una persona. Y Josuke observo aquello con disgusto y terror, pero mas allá de eso, asco.
- ¿¡Que es lo que le estás haciendo asqueroso pervertido!?-. Grito y se arrojo sobre aquel sujeto en un intento de salvar y ayudar a la chica, pero tan pronto hizo aquello, no le dio ni tiempo de tocarlo cuando sintió un fuerte dolor en el costado de su cuerpo, aquello recorrió cada rincón de sus nervios que se tensaron. Cayo al suelo, pero no podía moverse demasiado, era en exceso doloroso, para cuando pudo poner atención se dio cuenta que aquel hombre que se hacia llamar Kira llevaba en su mano izquierda un taser, con el cual le había dado una fuerte descarga eléctrica, y lo suficiente para haberlo paralizado.
-Reimi, veo que aun no le has enseñado las reglas que tenemos-. Se acerco al chico que estaba tirado sobre el suelo y lo movió un poco con el pie. -Necesita aprender un poco de disciplina. Se encamino hacia la salida de aquel lugar y cerró la puerta. En cuanto Reimi supo que ya no había peligro se acerco a Josuke para auxiliarlo.
-Josuke, ¿te encuentras bien?, ¿aun te duele? -. Esta vez sí había preocupación en el tono de voz de la chica. Toco con cuidado la zona afectada la cual se había enrojecido. -Josuke no...-. en eso nuevamente la puerta fue abierta, y rápidamente la chica volvió a su lugar.
Kira llevaba consigo dos bandejas de comida, en sus labios surcaba una leve sonrisa y sus pasos lentos pero seguros lo hacían ver como una persona llena de bondad y amabilidad.
-Bien, ya que nuestro invitado aun no conoce "las reglas del lugar", tu mi querida Reimi vas a enseñarle como debe de comportarse, ¿sí? -. La sonrisa que ahora adornaba su rostro era sumamente aterradora, tanto que la chica trago fuerte y un escalofrío paso por todo su cuerpo, miro con miedo a Kira y luego con mucha preocupación a Josuke quien apenas y podía mantenerse sentado, pues aún no se reponía del dolor en su cuerpo.
Sin esperar más tiempo, Kira coloco uno de los platos cerca de Reimi y con un solo movimiento de cabeza la chica entendió y obedeció lo que debía hacer.
Coloco ambas manos detrás de su espalda como si intentará imitar el movimiento de las alas de un ave, agacho su cuerpo hacia enfrente y acerco su boca hacia el plato de comida, casi como una gallina, sin tener que hacer uso de sus manos.
-Bien hecho cariño-. Paso una de sus manos por la cabeza de la chica como si de un perro se tratara. -Y bueno, ahora es tu turno Josuke-. Paso la vista ahora hacia el chico quien lo miraba estupefacto y con el rostro pálido. - ¿qué esperas? ¿Acaso quieres que le haga daño a ella? -. apretó de los cabellos a la chica quien soltó un quejido de dolor, pero tan pronto Josuke vio esta acción lo detuvo.
- ¡ya basta! ...voy a hacerlo, solo ya no le hagas daño-. Kira soltó a la chica mientras veía como lentamente Josuke se acercaba al segundo plato de comida, era demasiada presión y preocupación para él, pues a pesar de tener buena condición física nada le aseguraba que pudiese hacer aquello sin fallas. Se posiciono de igual forma que Reimi, imitando la misma pose, se acercó lentamente al plato y comenzó a comer.
Y justo cuando pensó que todo habría salido bien, su propio peso lo derribo provocando que se inclinara de mas hacia enfrente, fue en ese momento donde cometió el peor error de su vida al meter ambas manos para evitar ensuciarse y golpearse la cara. Sus manos en cambio sí se habían ensuciado de comida por doquier, aliviado se hizo hacia atrás y en cuanto alzo la vista la mirada cargada de ira lo tomo de los hombros y volvió a colocarlo contra el suelo, esta vez en el proceso golpeándose el rostro, Kira sujeto ambos brazos del chico y los amarro contra un pilar de madera, lo dejo allí por unos minutos y en cuanto regreso traía consigo un bloque de hielo, uno que podía cargar con ambas manos pero que aún así le costaba llevar por el peso..
Josuke no sabía ni entendía lo que trataría de hacer, pero no hizo por querer zafarse puesto que Reimi era la que más corría peligro.
-Niño, hoy vas a aprender a comportarte-. Se posiciono en la espalda del chico y alzo con brusquedad la camisa del chico, para luego colocar el frío sólido, sobre la piel. - con esto vas a aprender a comportarte y a seguir ordenes-.
-Ugh, ¡maldito! -. alcanzo a gritarle Josuke al hombre, quien se fue sin voltear a verlo.
Al inicio solo sentía frío, pero con el pasar de las horas sentía como aquel bloque comenzaba a perforarle la piel y a quemarle, tenia frío. Comenzaba a temblar y el dolor en ambos brazos no le ayudaba para nada, la soga enrollando sus antebrazos y rozando los extremos de la madera era igual de tortuoso que el hielo.
Reimi miraba a lo lejos sin poder hacer nada para ayudarlo, en cambio solo le dedicaba palabras de ánimo. -Josuke vamos tú puedes, solo aguanta-. Sus cadenas habían sido acortadas para evitar que pudiesen estar cerca.
Y mientras se sentía en el infierno, se preguntaba a sí mismo "¿Cómo estará mi madre?" "¿El señor Jotaro estaría preocupado por mí?" "Koichi y Okuyasu probablemente estén molestos conmigo"
Sus fuerzas de desvanecieron y sus ojos se cerraron como si fuera un sueño, uno del cual esperaba despertar pronto.
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