Cap. 37 El Artista.



Capitulo 37 " El Artista "

Han pasado los diez días, el dios Hefestos junto con Mu, Shion y Kiki han logrado reconstruir las armaduras doradas y tres sapuris, sorprendentemente los caballeros y espectros se han mantenido en línea si ningún contratiempo dejando a Julián más tiempo en cortejar a la diosa de la sabiduría, algunos dorados no se han percatado, ya que se encuentran en sus propios intereses, con las Valkirias para unos les ah costado mantener una amistad de compañeros otros en tan poco tiempo a causa de Cupido han despertado ciertos intereses, como Saga y Lisipe lo niegan pero por dentro mueren por expresarse su sentimientos. Cirene y Alde ellos no les incomodo ellos se dedican, en el día entrenar y las noches se observan las estrellas. Y a través de ellas han descubierto los sentimientos ocultos, de cada uno. Doko y su guerrera favorita Apasa, solo han brindado una amistad, Doko tristemente no se da el ánimo en hacerle ver su interés que le causa. Mirina y Afrodita tuvieron una visita que esperaba ansioso.

–Caballero de Piscis, me permites entrar a tu templo.

–Sí, Eros pasa ya sabes eres bienvenido, y ¿donde se encuentra tú madre?

–Ja ja ella me envió a preguntar si estas molesto y si quieres seguir hablando.

–Claro que si, al fin de cuentas ella es mi madre y siempre estuvo al pendiente, como hijo suyo no me corresponde juzgarle.

–Pero dime no solo estas aquí por eso.

–Es verdad, vine a cumplir mi tarea ya eh terminado pero tengo un problema y no sé como tomarán los de mas compañeros, y tú por supuesto.

– ¿Qué tan difícil es?

–En esta era corresponde Atena que se enamore ya lo está, solo que no se ha dado cuenta pero a muchos de ustedes se molestaran al ver de quien.

–Sí, lo sé de Julián últimamente esos dos han liberado más hormonas endorfinas, de lo normal las puedo oler desde kilómetros.

-Ja ja sin duda no puedes negar ser hijo de mi madre.

–Y que sabes, de Camus y Kanet intervino Mirina medio adormilada salía de la sala.

–Si Hola Señorita, lo mismo que todos ya vienen de regreso, y tú como es que estas aquí tan tranquila con esa vestimenta provocativa. El dios del amor sonrió burlonamente.

–Como si no me diera cuenta hay de dos, nos flechaste o el está usando algún don para terminar así como ahora. El peli celeste sonriente miro Eros.

–La verdad sí y no.

–Eros, explícate que no te entiendo. Afrodita miro a su hermano.

–Lo que pasa es que, yo solo les di una amistad sincera un amor de amigos pero tú querido hermanito, al enamórate de ella solo por ser hijo de Afrodita la atraes tan solo por ello pero, si los llego a flechar no solo será en esta época, el efecto si no durara vidas futuras.

– ¿Puedo preguntar algo?

–Si claro, ¿Cuál es tu duda? Eros se acerco junto a ella.

–Quien de las Valkirias las ha Flechado.

–Todas ninguna se va librar hasta unos espectros que están en Cáncer.

–Bueno los dejo, pero tu Eros. Ella lo miro amenazante.

–Si no terminas bien con tú trabajo yo te iré y torturare.

– ¿No te entiendo?

–Si no me dejes a medias con mi pececito yo no tengo ningún problema de terminar loca por el. Ella apunto al peli celeste que sonreía de alegría al escucharla.

–No te preocupes, eso es un hecho. Ahora tengo que ir a la ciudad en busca de un artista para tú amigo Ángelo el necesita compañera, pronto.

–Entonces no te atraso, ve y no te preocupes aquí estaremos esperando. En la ciudad justamente en la galería. Eros aparece enfrente del escaparate donde se expone una pintura muy peculiar. Entra vestido como un transeúnte curioso.

–Hola buena tarde señorita. Eros se acerco a la chica.

–Si diga, disculpe esta pintura es magnífica, ¿está en venta?

–No, esa no pero adentro se exhiben más del pintor.

–Ángelo, no lo conozco a caso es nuevo este artista? Eros pregunto.

–Sí, es un señor muy educado.

–A lo conoce muy bien, ha de ser una persona muy enigmática.

–Si es enigmático pero no lo conozco tanto como lo quisiera lo veo una vez a la semana, cuando viene a dejar alguna o preguntar si se ah vendido alguna.

– ¿Y se ah vendido alguna?

–Solo dos, como es nuevo y no es reconocido esto tardara.

–Si señorita si me permite pasar, y observarla puede que me lleve alguna es regalo para mis hermanos ó padre, Ya veré

Cupido ya había indagado en casa de los gemelos y Ángelo y había visto una pintura que seguramente Ángelo se inspiro en ellos. Por casi tres horas observo cada una analizando cada detalle.

–Te doy cinco mil por esta.

–Claro, pensaba que esta me pelearían su precio pero creo que supo definir lo que significa, solo un verdadero conocedor en descifrar lo puede deducir.

–Sí, para cuando puedo llevármela supongo que quisieras tenerla más tiempo en ex poción. –Claro, pero si desea llevársela hoy llamare al artista para informarle.

–Entonces me la llevo. Les diré algunos amigos que vengan posiblemente les guste algunos. Enseguida antes de cruzar la puerta, el miro a la chica muy feliz y dijo animándola.

–Se ve, que te interesa ese chico espero que tengas suerte, nos vemos. Salió girando por la esquina la chica solo lo siguió con la mirada hasta perderse. Llamo por celular al caballero de Cáncer. –Hola, Ángelo? Soy Diana.

–Hola ragazza, ¿Qué se te ofrece? –Solo te llamo, para decirte que se vendió el cuadro de la mujer con los gemelos, un chico me dio Cinco mil por ella.

–Pero es mucho más de lo que pedias –Si, también me dijo que recomendaría amigos. Y bueno solo quería saber si quieres venir te invito a tomar un café.

–Claro, bella iré después de mi turno de vigilancia.

–Si te espero. Santuario Rumbo al recinto de Atena Mascara de Muerte Shura lo llama cuando lo ve pasar.

–Hey Mascara de Muerte, ¿Cómo estás? tiene días que no te eh visto.

–Hola, estado ocupado estado visitando a Hécate últimamente está muy... delicado por culpa de esos dos gemelli. Y tú te veo extraño.

–Si aunque no lo creas extraño a la testaruda de Geist.

–Con que es culpa de la ragazza, y no saben a ¿Dónde fueron enviadas?

–No los únicos que saben es Camus y Skđy esos dos sí que lo ocultaron, ya ves ni Milo, Aioros, Aioria hasta Shaka lo ignoramos, pero es mejor no saberlo así estarán a salvo.

–Cierto. Y ¿qué piensas hacer después si salimos de esta?

–No pienso dejarla me entere que hay un plata que la quiere pretender. Pero tú no te eh visto con alguna ó sigues como un colibrí.

–No pretendo una ragazza de Rodorio, ella es la dueña de la galería justamente iba con Doko y Saori pedir permiso para ir con ella me llamo y dijo que vendió una pintura sobre el precio inicial que lo daba.

–Que bien entonces no es por correrte, ve. Al llegar a Piscis, fue directo al jardín.

–Brandon donde te has metido rosita.

–Estoy aquí cangrejo mal encarado, siguió caminando hasta llegar a la mesa donde se llevo la segunda sorpresa del día.

–Hola Ángelo, ¿Cómo te encuentras? Vio a una mujer pelirroja tomando té con su amigo. –Diosa Afrodita. Inmediato se inclino en respeto.

–Levántate Ángelo tú como amigo de mi hijo no quiero que lo hagas. Se levanto y observo la semejanza de Brandon con su madre.

– ¿Qué quieres Ángelo? Dijo Brandon en lo que empujaba la silla con el pie para que tomara asiento.

–Solo quería comentar que vendió Diana una pintura más y por encima del precio.

–Te lo dije esas pinturas son para más. Y ¿Cuál pintura fue?

–La de los gemelos.

–Oh si, esa pintura Saga y Kanon si la vieran matarían por ella.

– ¿Por qué lo dices? Pregunto la diosa.

–Esa pintura se inspiro en los géminis, pero no sé como el recuerda el rostro de la madre de ellos, si éramos muy chicos cuando la conocimos. Ella murió pocos días después que llegamos aquí aun éramos muy chicos.

–Si igual Violeta, pero me pregunto cómo es que violeta no se le ven los años que pasan, recuerdo que ella me cuidaba, en las noches cuando tenía pesadillas.

–Es decir diario. Dijo medio fastidiado Afrodita.

–Diosa afrodita, usted como diosa de la belleza sabe ¿por qué?

–No debería meterme pero, de todos modos tarde o temprano lo sabrás, solo por favor no tomes represalias ella es buena, ella es tú tía es hermana o medio hermana de los gemelos, ella siempre estuvo al pendiente de todos ustedes no solo en esta vida también en las otras.

–Ah... ya veo, y entiendo por qué Shion le dijo que odiaba a sus hermanos se refería a esos dos. Dijo Brandon.

–Baya hasta que me entero algo de ella. Ángelo dijo pensativo. Lo que recuerdo cuando me trajo el Patriarca fue que ella al verme me abrazo y lloro y la madre de Saga y Kanon le decía que ella los iba cuidar cuando no estuviera ellos tenían unos seis años, creo no recuerdo muy bien.

–Me pregunto quién abra comprado esa pintura. Afrodita miro a su madre.

–No, se pregunten a de ser alguien que ah visto el significado de esa pintura.

–Me voy quiero pedir permiso Atena que me deje ir a ver Diana. – ¿Diana...? Nombro picara la diosa.

–Sí, me invito un café, además quiero llevarle otra pintura.

–Vete, no tardes. Afrodita lo apuro. En la oficina del Patriarcal Doko hacia un reporte.

– ¿Doko? ¿Puedo pasar?

–Sí, si pasa ¿que deseas? El maestro sin despegar mirada al papel lo dejo pasar.

–Vengo a pedirte un favor, enorme.

–Un favor... El maestro lo miro de reojo, enseguida lo miro a los ojos.

– ¿Qué clase de favor?

–Vendió Diana una pintura, y me invito un café para celebrar.

–Pero si ya has vendido otras.

–Es que el comprador pago más de lo estipulado.

–Ahh... vete ya yo te cubro, pero eso te costara una pintura de Apasa.

–Claro, ¿Cómo la quieres toda desnuda, con poca ropa o toda trapujeada?

–Mascara...

–Ya ya es una broma, ya se debe ser una donde este demostrando firmeza, y un poco de feminidad.

–Solo que no sea vulgar, Ángelo. Comento sin levantar la mirada del documento en sus manos.

–Dalo por hecho. El cáncer salió, corriendo del lugar al pasar por Piscis, Afrodita le lanzo una rosa. –Dásela, eso merece por tomarte en cuenta.

–Gracias amigo. Mascara de Muerte corría a gran velocidad

Al llegar a la galería se vio, con la sorpresa que había gente observando su arte.

– ¡Ángelo! Qué bueno que llegaste mira hace poco empezaron a llegar. Ese chico recomendó este lugar y no han parado de llegar la gente ya vendí tres pinturas más.

–Disculpe señorita, el artista de estas pinturas, es local. Un hombre cabello canoso de unos sesenta años los interrumpió.

–Señor él, es el creador de estas pinturas.

–Mucho gusto, soy Héctor soy representante del centro de bellas artes de Atenas, y justamente hoy que vine de visita, me llamo un alumno, y me recomendó este lugar. Y estoy interesado en exponer algunas de sus punturas en Atenas. En la semana del Arte en honor a Atena. Piénselo con esto usted puede florecer a la fama, tendrá más pinturas como esta. Apunto a su derecha que era la más próxima.

–Si tengo unas quince más.

–Que bueno piénselo, tome mi tarjeta, solo recuerde muy pocos tienen este don de plasmar en un lienzo. El hombre dio vuelta. Siguió observando.

– ¿Ángelo por qué no aceptas? el es sumamente reconocido en todo Grecia como el descubridor de arte.

–Ragazza tú sabes que eso quisiera pero no puedo dejar mis obligaciones del Santuario. –Mascara...

–No, No, No tú dime por mi nombre.

–Ok Ángelo si yo fuese tú representante, y voy en tú representación esa semana. Y llevo tus magnificas pinturas.

–Diana serias capaz de ir tú.

–Claro eso mereces y más, anda acepta y yo me encargo.

–Está bien acepto al ver tus ojos que con esa idea te brillaron esos hermosos ojos.

Enseguida terminaron aceptándole y poniéndose de acuerdo para la siguiente semana ella viajaría Atenas con todo pagado. Dos horas después vendieron otras pinturas. Al cerrar la galería los dos fueron a la casa de ella, a tomar ese café. Y recordó la rosa y saco del estuche donde la metió para que no se marchitara en el camino. -Diana toma, espero que te guste.

–Ángelo es muy linda. Gracias. Toma asiento voy por el café. El cangrejo se sentó y admiro algunas pinturas. Tomaron el café hablaron de lo sucedido, y algunas trivialidades. Al concluir la visita Ángelo deseaba besarla, pero tenía miedo a que ella se ofendiera.

Ella era diferente a las otras mujeres con quien había estado, el se sorprendió más al ver que ella fue la primera en besarle la comisura de sus labios, al despedirse. Los dos se vieron ni una palabra, partió pero al fijar la mirada del otro lado de la banqueta vio a la pelirroja que apunto a la casa de Diana y por cosmo le dijo.

–No seas cobarde y respóndele. Sin dudar regreso toco de nuevo, y vio a Diana.

– ¿Ángelo se te olvido algo?

–Sí, esto. La tomo y beso, tranquilo sin exigirle nada a ella solo quería sentir la calidez de sus labios y sentirla cerca ese sentimiento que estaba presente le era nuevo y agradable no quería separarse pero era tiempo de regresar a sus deberes.

–Me tengo que ir, pero regresare, a traerte las demás. 

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