Cap. 17 Recordando Mas
Recordando más
Aviso lemmon
Enseguida que partieron, Kanet muy seria vio a los mellizos.
-Ustedes dos abañar y no intenten en gritar, llorar por sus juegos u computadora, recuerden están castigados su, suspensión no significa vacaciones.
- ¡Mamá! Unisonó reclamaron.
-Yo tengo un trabajo que llevar impreso. Colett reclamo.
-Ya dije investiga en libros si no lo encuentras ¡el! apunto a Camus.
-Te ayudara, y cuando hallas encontrado te doy la computadora y lo escribes.
-Kanet ¿Por qué no le dejas la computadora a ellos? Camus no le veía lo malo al contrario si no una herramienta de uso fácil.
-Ja, ja eso es gracioso, harían trampa los conozco. Copiar y pegar sin leer. Te puedo apostar que de su salón todos llevaran el mismo escrito con las mismas fallas, ahora ya no conocen el significado de un libro y como se usa.
-Si por eso nos dicen retrogradas Camus dijo.
-Te eh dicho que no hagas caso de los demás, te puedo asegurar que eres mejor estudiante que ese niño que te molesta. Te apuesto algo.
- ¿Qué? los dos escucharon interesados, al ver que se sentaba junto a ellos.
-Ustedes háganlo, como les digo con base en libros físicos no de internet. Y pregunten a su maestra si es mejor que el de ese niño, lo más seguro lo haga quieren hacer. Y si estoy en lo correcto a ti. Apunto Camus
-Te compro ese videojuego que quieres que has insistido, y a ti.
-A punto Colett esa cosa rara para tu muñeca.
-Castillo ma.
-Ya escucharon, vayan a dar su baño y bajen yo les ayudo. Camus se apunto en saber que tenía un nuevo impulso.
Los dos salieron corriendo.
-Se ve que los tienes bien medidos y sabes de qué cojean. El la abrazo susurrándole al ido.
- ¿Ah que hora duermen? Ella escucharlo solo dio un chispazo que contrajo su vientre y escalofríos. -En tres horas caerán como rocas. Le contesto dándole un beso fugas retirándose.
- ¿Ah... dónde vas? Lo escucho decepcionado. El sintió una sensación de abandono pero se detuvo escucharla.
-No quiero una casa que se caiga de sucia.
-Yo te ayudo. No soy inútil.
-Que bien, ¿Qué escoges, la cocina o ropa? -La primera. Respondió el dirigiéndose a la cocina, ella fue la cuarto de servicio termino muy rápido solo metió una carga a su lavadora, regreso y vio al Acuario sentado en la sala leyendo una revista.
- ¿Qué lees? Pregunto al momento que se sentó y se restregó sintiendo su calor y coloco la cabeza en el hombro.
-Este articulo de las guerras después de la segunda guerra mundial y sus cambios a nivel financiero. Ella cerró los ojos unos segundos quedando dormida.
- ¡Ya estamos listos! Los mellizos gritaron desde las escaleras.
-Silencio. Que se quedo dormida. Les hablo con voz baja, la coloco en una posición cómoda. -No, se te hace extraño ella nunca duerme. El pequeño Camus le dijo a su hermana en lo que su padre los guiaba a la oficina. -No, seas tonto si duerme pero no mucho, Colett contesto. -Niños ¿Por qué lo dicen? Camus le llamo la atención y pregunto.
-Tía violeta la regaña por qué no duerme las horas necesarias, ella le dice que tiene pesadillas a nosotros nos dice que no le da sueño. Colett contesto.
-Yo una noche la escuche llorando decía...decía...algo como reclamos o no sé, pero si tu tenias que ver por qué te menciono, varias veces. Otras escuche que corría alguien, no se a veces creo que se está volviendo loca.
-No, es verdad ella no está loca solo su inconsciente saca su estrés, por medio del sueño. Aclaro Colett. -Escuchen su madre no está loca siempre ha sido así, cuando yo la conocí ella era muy chica ella posiblemente no lo recuerde pero tenía como cuatro años recién había llegado de Asgard a vivir. Tía Violeta la cuidaba en su casa y yo acompañe al Patriarca y era muy tímida.
- ¿Y tu cuantos años tenias?
-Yo tenía diez años.
-Ella ¿Qué hacia? No lo recuerdo bien, pero eso si no confiaba en nadie y era difícil que durmiera.
Santuario.
-Hola, hola Milo entro Aries.
-Hola, Alde... y tampoco en la tercera casa cuarta quinta subió entre pasajes ahorrando tiempo hasta el salón patriarcal todos estaban junto con un invitado no imaginarse y dos marinas.
-Milo que bueno que llegaste y ¿donde está Camus? Saori pregunto. - Mmm...de donde empiezo todos clavaron las miradas a él.
- Que te parece si nos dices si, la encontraron. Milo miro al joven peli celeste junto Saori supo que era el dios del mar.
-Sí, la encontramos, no fue difícil.
- ¿Dónde está? Pregunto el dios del mar.
-Se quedaron en su casa, creo que ella no ah recordado, pero eso no, es lo interesante, resulta que nuestra parejita de hielo y nieve son padres de mellizos.
-¡Los dos retoños! Unisonó de los dioses dijeron afirmando al verse.
-La ventisca y la helada. Julián.
- ¿Están sus guardianas, con ella? Dijo Poseidón.
-Sí, se refieren a la señorita Violeta y su amiga Ray, ¿si son las dos? si por lo que sé, es que ninguna de las dos se alejo de ella, jamás la dejaron sola desde que regreso, ella mantiene una vida tranquila y normal si se puede decir así, vivir con dos tormentas.
El mando decir que se quedaría con ellos y mañana traerá a la familia.
-Milo mañana en la mañana ve y pide que esas dos mujeres vengan también corren peligro.
-No hay, problema de eso a Violeta la considera tía no la dejara sola y Ray es la maestra de los mellizos...y...yo me tome la libertad de invitarla ya que vi que se quedaría sola.
-Muy bien hecho Milo. Ya están avisados, ellos por el momento la prioridad en proteger. Y no olviden que en cuestión de días tendremos Hades y su esposa como invitados, así como le dieron la bienvenida a Julián deben ser con Hades, no quiero ninguna queja y si piensan expresarla solo recuerden que él los revivió por Skdy, ningún dios en el Olimpo puede revivir.
-si quieren saber algo que les reconforte ella le va complicar la vida a si padre. La conozco y es orgullosa igual que el. Julián dijo para los dorados y miraron a Saori.
-Me paso a retirar cualquier situación o necesiten algo avísame.
En Rodorio
Kanet se despertó Camus se acerco al ver la aun adormilada. Ven te llevo a dormir. Le ayudo a caminar y subir las escaleras los mellizos, fueron a dormir. Por primera vez no pelearon como de costumbre, Kanet casi inconsciente se cambio a una blusa de seda y el quedo en ropa interior, ella lo abrazo aferrándose a Camus y así quedo dormida.
A media noche, Camus despertó al ver que Kanet tenía pesadillas y no dudo en moverla para despertarla.
-Tranquila Kanet estoy aquí no te dejare sola. Ella lo miro, con la poca luz que entraba por la ventana lo distinguió, empezó a besa. Provocativamente, hasta que cortaron el beso y ella creyendo que le llamo, no por Camus.
-Uller no me dejes de nuevo. El comprendió que ella estaba recordando.
-No lo hare ahora menos que tenemos a nuestra familia.
Ella lo beso y acariciaba su cuerpo provocativamente recordando esa sensaciones que ella le hacía sentir, despertando por completo, lo siguió besando retiro los bóxer, no se negó la deseaba, quería hacerla suya, hacerle olvidar su pesadilla, quería demostrarle su cariño.
Inicio besándola por su boca dejando un camino de besos, su lengua acariciaba y probaba su cuello, hombros, senos donde se detuvo un poco, mientras comía el seno izquierdo se dedicaba masajear el derecho, repitiendo el segundo, él la deseaba mas al sentir que mientras comía sus senos se hinchaban y se endurecían, siguió bajando en su camino ágilmente retiro la pantaletas siguió besando con gran avidez hasta llegar su monte cubierto de bello recortado estéticamente, enseguida él se coloco entre sus piernas besando parte interna de ellas hasta llegar a probar el dulce de su fruto y llevarla al cielo.
Ella solo lograba sostenerse fuertemente con las sabanas remolineadas cada beso o carisias era un tormento para cuando el llego a su objetivo ella sintió el éxtasis que el lograba llevarla, sentía cada rose de su lengua en su parte la contracción no solo de su vientre también de su cuerpo, reacción era arquearse y se ofrecía mas a ese placer, su respiración aumentaba junto con los gemidos eran más presentes por lo que él se detuvo, el noto el rostro perdido pero llamo la atención que los brazaletes justamente los zafiros y diamantes brillaban entre la oscuridad delatando el grado de excitación que le había provocado.
De pronto se al ver la cicatriz de la cesárea, toco la línea casi visible delicadamente pero ella lo jalo y tumbo cambiando de lugar sin prejuicio alguno o pena ella tomo si miembro y empezó a dar lametones su idea era llevarlo al cielo como él a ella, escuchar liberar los gemidos de placer le encantaba.
El al sentir que mas que listo, la tomo para colocarla en la posición donde podría ver sus ojos violetas los dos se miraron agitados, ambos sentía la necesidad del otro, Camus la beso sensualmente continuando su labor llevando un ritmo ligero para no lastimarla, sabiendo que ella tenía años sin esa actividad y sus hijos no habían nacido por parto natural.
Cuando ella exigió mas no dudo con más confianza la hizo suya llegando al clímax juntos, el se recostó ligeramente sobre ella sin dejar que su peso encima la beso sintió ese momento que tanto anhelaba estar con la mujer que amaba después de tantos años, jamás se cansaría de tocarla acariciarla sentirla, para ella era sumamente inteligente, hermosa aun mas que la diosa Afrodita, su pensamiento nunca cambio ante ella y menos cuando él empezó a tener recuerdos de los dos.
El sabia que ante los demás ella igual que el aparentaban una frialdad pero ellos juntos como hombre y mujer eran tan normales, y su frialdad se convertía en pasión uno por el otro, para ellos ese era su secreto no solo en la actualidad eso remataba desde que ellos decidieron ser pareja.
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