Capítulo 40: El Plan De Shinobu

Noticiero: Y en otras noticias, los perritos y gatitos han gobernado a la ciudad, se recomienda discreción.

Uzui: Alguien más cree que las noticias cada vez se ponen más raras.

Sanemi: No sé a qué te refieres.

Noticiero: Se acaba de informar que un vagabundo con olor a limón está peleando con una paloma en la calle.

Sanemi: ... Bien lo entiendo.

Giyuu: *Llegando arañado y golpeado* ¡maldita sea! ¡Esta es la última vez que le hago el favor a Kanroji de ir al otro lado de la ciudad sólo para traerle estas trufas de alta calidad!

Sanemi: ¿Es enserio?

Mitsuri: ¿Y las tienes?

Giyuu: Si, pero mientras trataba de obtener una caja, varias personas se estaban peleando por ellas y me agarraron a mí-

Mitsuri: ¡Gracias! – toma la caja y se va.

Shinobu: Oye, ¿dónde está tu cola de caballo? – apunta a su pelo para darse cuenta que ya no tenía su cola de caballo.

Giyuu: ¡Ay no! ¡Las personas de la tienda me debieron de haberla  arrancado sin que me diera cuenta.

Rengoku: Eso es un problema.

Giyuu: *Suspiro* ya qué, tendré que esperar a que crezca... de nuevo.

Uzui: Oigan, la plaga de cucarachas en la casa se está agravando cada vez más.

Rengoku: Cielos, tenemos que resolver eso.

Uzui: Descuida... tenemos a la tóxica de Shinobu para resolver el problema.

Shinobu: ¡Oye! ¡¿Y yo por qué?!

Uzui: ¡No creas que no me enteré que fuiste tú quien le echó veneno a la basura para los mapaches.

Giyuu: Ah no, ese fui yo, me enteré que Douma no dejaba de hurgar en nuestra basura así que decidí poner algo de veneno para ratas... ... eso explica por qué cuando venía para acá lo encontré convulsionando se en plena calle.

Shinobu: Eso explica mucho.

Uzui: En fin, nosotros nos vamos para hacer las compras mientras que ustedes cuiden que Tokito no vea cosas indebidas.

Iguro: Pero si sólo ve Dora la exploradora.

Uzui: ¡Exacto! ¡Nadie en esta casa verá Dora la ciega! ¡Cuando lo hacen se la pasan gritando como desesperados al ver una niña que no ve un maldito lago que está en frente de sus narices!... ¡y nos vamos! – se va con Rengoku.

Shinobu: Que intenso.

Uzui: ¡Te escuché!

Giyuu: Oigan ¿y qué tienen pensado hacer hoy? ¿No quieren ir a escupirle a los autos desde el puente? – cuando dijo eso, Iguro y Sanemi se pusieron nerviosos sin saber qué decir.

Sanemi: L-lo siento, pero es que nosotros...

Iguro: Ya tenemos planes.

Giyuu: Oh ¿en serio? Entonces será para la próxima.

Sanemi: Si, nos vemos. – ambos se van.

Shinobu: Mmm ¿no crees que esos dos últimamente han salido mucho a escondidas?

Giyuu: Si, pero yo prefiero dejarlo así... Me evita problemas.

Shinobu: ¿Pero nunca te preguntas a dónde van y lo que hacen?

Giyuu: A veces, pero después de lo que descubrí en los cajones de Sanemi ya se me quitan las ganas.

Shinobu: Aún así se me hace sospechoso por la forma en cómo actúan... tal vez debería de seguirlos.

Giyuu: ¡Oh no! ¡Ni se te ocurra! ¡Ya te conozco a ti y a tus ideas y déjame decirte que esta vez no te voy a dejar que lo hagas!

Shinobu: ¿Y por qué no?

Giyuu: No lo sé... ¡tal vez es por que la última vez que acosaste a alguien, los vecinos se terminaron por mudarse y cambiarse de país!

Shinobu: Estaba segura que eran hombres lobo... pero por favor, ¿no exageras un poco?

Giyuu: ¿Tú crees? Se dieron cuenta que el enorme capullo que estaba en su jardín eras tú espiandolos... por una semana.

Shinobu: Vamos, ¿quién no sospecha de un capullo que aparece de la noche a la mañana en su jardín y aparte hace ruidos extraños a la vez que desaparece su comida del refrigerador?

Giyuu: Aún así solo te digo que más te vale no hacer algo como el de aquella vez.

Shinobu: Si claro, como no.

Giyuu: Kocho mírame a los ojos... Kocho no.

Shinobu: Kocho si.

Giyuu: Kocho no.

Shinobu: Kocho si.

Giyuu: Kocho no.

Shinobu: Kocho no.

Giyuu: Kocho si... espera ¿Qué?

Shinobu: Gracias por tu aprobación Tomioka. – se va.

Giyuu: ¡Espera! ¡No! ¡María de las Vegas Kocho Shinobu no lo hagas! ... ... ¿Qué acaba de pasar?... Tokito, cuando alguien no te hace caso ¿normalmente qué haces?

Muichiro: Normalmente si alguien no me hace caso... lo golpeo con un bate... – lo voltea a ver a la cara. – en tu caso va a tener que ser una pala.

Giyuu: Y yo digo que necesitaré hacer otra cosa.

Muichiro: Oye el de ojos de unicornio está volviendo a hurgar en nuestra basura.

Giyuu: Diablos, no otra vez.

Después de ese día, Shinobu empezó a observar los movimientos de Sanemi e Iguro a cada paso que daban, desde observarlos dormir, verlos comer incluso seguirlos hasta al baño y mientras más iba averiguando más paranoica se volvía.

3 días después...

Giyuu: Demonios, tengo que comprar más insecticida, estas cucarachas aparecen cada vez más.

Uzui: ¿Sigues tratando de controlar las plagas?

Giyuu: Si, sino lo hago yo entonces nadie lo hace... Oigan, ¿no ha visto a Kocho? Siento que-

Shinobu: Estoy aquí. – habló oculta en una maceta.

Giyuu: ¡Aaahh!... ¡¿estabas ahí?! ¡¿Desde a qué horas?!

Shinobu: Desde hace hora y media, he estado observando los movimientos Sanemi e Iguro, pero ni el uno ni el otro revelan lo que tienen planeado.

Giyuu: ¿Sigues con eso? Pensé que ya lo habías dejado.

Shinobu: Como tú no dejas de extinguir las plagas en la casa, yo no dejo de espiarlos.

Giyuu: Esto cada vez se pone peor.

Rengoku: ¡Uzui! ¡Ven ahora mismo tienes que ver esto!

Uzui: Cielos, ¿ahora qué? – se va.

Giyuu: En serio Kocho, tienes que parar esto, estás llegando muy lejos.

Shinobu: Pff nunca es suficiente, además ¿no te molesta que estén saliendo a tus espaldas?

Giyuu: Claro que no, siempre que tienen un plan para hacer alguna estupidez siempre me incluyen en él.

Shinobu: Y si esta vez no... ¿Qué?

Giyuu: ... Claro, como si fuera a caer en eso... mejor voy a matar cucarachas.

Shinobu: No te ofendas Tomioka, pero tus métodos para fumigar plagas son algo... cuestionables.

Giyuu: ¡Claro que no! ¡Son super efectivas como esta! – toma a Shinobu y la alza al aire.

Shinobu: ¡¿Qué haces?!

Giuyuu: ¡A esta la llamo! ¡Mandar a volar a la bruja! – La tira al suelo y se va corriendo.

Shinobu: ¡Oye! ¡¿Por qué hiciste eso?!

Giyuu: ¡Soy rebelde! ¡Toma esa!

Shinobu: ¡No te digo nada solo por que él suelo está muy cómodo aquí!... – se acuesta en el suelo y se queda ahí por un momento.

Los días otra vez pasaron y esta Shinobu exageraba en su investigación llegando a tomarles fotos sin que ellos supieran y hasta recolectando muestras de ADN de cabellos que se les caían... Todo un caos.

Una semana después...

Giyuu: Oye Kocho, Kanroji dice que si... – antes de que terminara, fue arrastrado adentro de la habitación por esta misma a la vez que cierra la puerta y enciende la luz mostrando lo demacrada que estaba por las noches que no durmió. – ¡ah! ¡¿Pero qué te pasó?! ¡Estás...! Más demacrada que antes.

Shinobu: No he dormido durante días tratando de averiguar lo que planean Iguro y Sanemi, estoy cada vez más cerca. – dijo mientras mostraba una pizarra con varias imágenes de estos dos y un hilo rojo tratando de unir todos los cabos... Tomioka no dejaba de temblar de miedo.

Giyuu: C-claro... bien... ... ¿cuál era el número del psicólogo? – susurró mientras buscaba entre sus contactos el número de psicólogo.

Shinobu: ¡¿Qué no lo ves?! ¡Solo mira! ¡Han estado de pastelería en pastelería preguntando a los vendedores! ¡Fueron a la lavandería para lavar sus trajes! ¡¡Sus trajes!!

Giyuu: Kocho, eso no demuestra nada puede tratarse de otra cosa para nada mala... ya déjalo así.

Shinobu: ¡¡Nunca!!... mira, unimos estos cabos con estos otros eso significa que... - mientras que ella explicaba como una loca, Tomioka se fue lentamente de la habitación sin dejar de ver con miedo a Shinobu.

Giyuu: ... ... ¡Esto es peor de lo que imaginaba! ¡Está situación es más para un manicomio! – buscó en su celular algún número de manicomio pero... -... ... Le debo pedir a Sanemi el número del manicomio en el que estuvo.

Mientras con Shinobu...

Shinobu: Si uno esto con esto entonces eso significa que... ¡si! ¡Eso debe de ser! ¡Por fin lo descubro! Ahora solo falta tomarlos por sorpresa y para eso debo disfrazarme... ¡hora de comprar en Internet!

Al día siguiente...

Giyuu: Genial, ya se volvieron acabar los insecticidas y las cucarachas siguen apareciendo... a este paso nos tendremos que mudar a otro sitio.

Shinobu: Psss Tomioka.

Giyuu: ¿Qué? ¿Quién me llamó? – buscó por todas partes sin saber quién lo llamaba.

Shinobu: Aquí abajo.

Giyuu: ¿Kocho? ¿Eres tú? Pero no te veo ¿dónde estás?

Shinobu: Estoy aquí, abajo de tus pies. – apareció en el suelo vestida de cucaracha.

Giyuu: ¡¡Aaaahh!! ¡Horrible cucaracha! Q-que diga... ¡¿Kocho?! ¡¿Eres tú?!

Shinobu: ¡Si! Y baja la voz sino quieres que nos vean.

Giyuu: P-pero ¿por qué estás vestida de una posible horrible... y asquerosa cucaracha?

Shinobu: Es para camuflaje, así no me reconocerán... y aparte que solo estos quedaban, ya no había de pingüino.

Giyuu: Kocho te dije que dejaras esto de lado, mira a donde has llegado solo por descubrir lo que están haciendo.

Shinobu: ¡Yo no me detendré hasta llegar al asunto!... además, necesito tu ayuda.

Giyuu: ¿Y eso por qué?

Shinobu: Por que necesito a alguien quien me cargue para cuando no alcance a ver algo.

Giyuu: ¿Entonces por qué no se lo pides a Uzui o Rengoku?

Shinobu: Lo intenté, pero ninguno de los dos está, al parecer tenían cosas qué hacer... y además, ¿no quisieras saber lo que hacen esto en caso de realmente ocultaran algo?

Giyuu: ... ... – se lo pensó por un momento, en el fondo quería hacerlo, pero por otro quería golpear a Shinobu con una pala para llevársela al psicólogo, pero al final... – está bien, pero sólo con una condición.

Shinobu: ¿Cuál?

Giyuu: Qué borres todas mis fotos que tienes en tu galería ¡en especial en las que aparezco desnudo!

Shinobu: Mmmm está bien, pero si sólo me dejas conservar las tuyas de bebé para cuando quiera extorsionarte.

Giyuu: Sigo sin saber cómo es que obtuviste esas fotos.

Shinobu: Tu hermana no se calla muchas cosas ¿lo sabías?

Giyuu: Si, ya lo suponía... bien, trato hecho.

Shinobu: Genial, entonces ponte esto. – saca otro traje de cucaracha para Tomioka.

Giyuu: ¿A fuerzas tiene que ser de cucaracha?

Shinobu: Si, ya te dije que solo había de estos, ahora ponte lo.

Giyuu: ... Ya qué.

Unos minutos después...

Iguro y Sanemi habían salido de casa y se dirigían a una dirección desconocida mientras que Shinobu y Tomioka se ocultaban en los arbustos ahora vestidos de cucarachas gigantes.

Shinobu: Bien, aquí es por donde los he visto pasar durante días, sólo hay que seguirlos para saber lo que planean hacer.

Giyuu: Nunca me he sentido tan humillado como esto, la gente que nos vea pensará que estamos locos por vestir como cucarachas... ni nos van a creer que somos-

Señora: ¡Aaahh! ¡Una horrible cucaracha gigante! – le tira un zapato y se va corriendo. – ¡sálvese quien pueda!

Shinobu: ¿Qué decías?

Giyuu: Cielos, nos vamos a meter en serios problemas por esto.

Shinibu: ¡Se van! ¡Vamos!

Ambos se ponen en marcha y empiezan a seguirlos a escondidas, primero llegaron al parque donde se acercaron para ver un extraño árbol, mientras que Shinobu los observaba desde un arbusto con unos binoculares para ver mejor sus movimientos.

Shinobu: Están viendo mucho a ese árbol, debe tener algo ¿o tú qué piensas Tomioka?... ¿Tomioka? – volteó y se dio cuenta que este no estaba. – ¿a dónde se fue?

Señor: ¡Oye! ¡Sácate maldita cucaracha! – gritó un vendedor quien no dejaba de tirarle cosas a Tomioka cucaracha quien salía de la tienda con unas papitas.

Giyuu: Solo iba por una papitas, por dios, ¿ya ni uno puede comprar algo sin que el otro te tiré cosas? Además que si le pagué.

Shinobu: ¿Es enserio?

Giyuu: ¿Qué? Tenía hambre, toda esta investigación me deja con el estómago vacío.

Shinobu: ... En fin, sigamos.

Giyuu: Oye, no es por nada, pero acabo de ver a Sanemi sacar algo de ese árbol.

Shinobu: ¿Qué? – saca los binoculares y ve que este había sacado una especie de bolsa del árbol para luego irse rápido. – ¡ay no! ¡Se van! – ambos corren hacia el árbol en el que estaban y lo observan con detenimiento. – que raro, ¿qué fue lo que sacaron?

Giyuu: Sea lo que sea, al parecer que...– metió el brazo al agujero del árbol, pero apenas al hacerlo sintió cómo alguien se lo agarraba y lo torcía. – ¡¡Aaaaahhh!! ¡Mi brazo! ¡Mi brazo!

Shinobu: ¡Saca tu brazo de ahí! – le ayuda a sacar el brazo el agujero y este estaba algo roto del traje.

Giyuu: ¡¿Qué fue eso?!

Shinobu: Creo que fue una ardilla... y una muy enojada al parecer.

Giyuu: ¡Y creo que sigue enojada! ¡¡Corre!!

Ambos se dieron a la fuga, escapando de aquel lugar.

En otra parte...

Los dos terminaron por seguirlos a un super mercado donde tomaron un carrito y se dirigieron a la sección de fiestas.

Shinobu: ¿Qué hacen ahora aquí?

Giyuu: No lo sé pero tal vez estén para ver algunos preparativos. – se les quedaron viendo por un segundo y vieron cómo de la nada tomaban todo de los estantes y lo metían en el carrito para después irse de ahí al estilo de Titanic.

Shinobu: ¿Qué fue eso?

Giyuu: No lo sé, pero ten por seguro que si Iguro no se baja de ahí él va a...

Iguro: ¡Auch! – se golpea con un cartel que estaba colgado.

Giyuu: Lo sabía.

Señora: ¡No puede ser! ¡Hay dos asquerosas cucarachas gigantes aquí!

Shinobu: ¡¿Asquerosas cucarachas?!

Señor: ¡Acaben con ellas!

De la nada un montón de gente empezaron a tirarles cosas de los estantes.

Giyuu: ¡Kocho! ¡Salgamos de aquí antes de que lleguen a los artículos pesados o puntiagudos! ¡Auch! – sintió que alguien le lanzaba una tostadora.– olvídalo... ya lo hicieron.

Shinobu: ¡¡Corre!! – ambos corrieron y se resguardaron en una bodega que estaba cerca. – ufff... eso estuvo cerca... por cierto ¿dónde estamos?

Giyuu: Está tan oscuro que no estoy seguro... ¿no hay un interruptor o algo?

Shinobu: Creo que ya lo encontré sólo deja que... – encendió la luz, pero al hacerlo se dieron cuenta que se habían metido en un lugar peor.

Se habían metido a una bodega en donde contenían a perritos y a gatitos por todas partes y estos no dejaban de verlos.

Giyuu: Kocho ¿no habían dicho que los gatitos y los perritos conquistaron la ciudad?

Shinobu: Si, eso dijeron, pero pensé que era broma.

Giyuu: Pues esto sí que es real... y estamos en su territorio.

Shinobu y Giyuu: . . .

Al poco tiempo estos dos se encontraban escapando del almacén por una puerta de emergencia mientras se sacudían por completo por que en su intento de escape unos cuantos perritos y gatitos terminaron por pegarse a su cuerpo.

Shinobu: ¡Eso fue horrible!

Giyuu: ¡Si! ¡A la próxima sería mejor fijarnos por donde nos metemos!... oye ahí van Iguro y Sanemi. – apunta a los dos quienes salían de un baño ahora con trajes negros y elegantes. – he de admitir que cada vez se me hace raro todo esto.

Shinobu: ¡Ven! ¡Estamos cada vez más cerca! – ambos corrieron tras ellos, pero en un punto estos entraron a un salón muy elegante, pero cuando Shinobu y Tomioka iban a entrar, un guardia les impidió la entrada.

Guardia: Lo siento, pero no pueden entrar.

Shinobu: ¡oigO! ¡¿Qué le pasa?! ¡¿Por qué a ellos si los deja y nosotros no?!

Guardia: Por qué aquí no se le permite la entrada a cucarachas gigantes, ¿no vieron? – señala un letrero que decía "Prohibido la entrada a cucarachas gigantes".

Giyuu: Eh ¿no cree que ese cartel es muy específico?

Guardia: Igual, no pueden entrar.

Shinobu: ¡Ey! ¡Eso es discriminación!

Giyuu: Tranquila Kocho, mejor busquemos otra entrada ¿quieres? – trató de llevársela, pero antes de que eso hiciera, Shinobu saltó hacia él y empezó a golpearlo en la cara y agarrarlo de las greñas. – ¡Kocho no!

Luego de unos minutos, Tomioka logró quitarle a Shinobu de encima y estos se fueron en busca de otra entrada y para su suerte había un hoyo en una pared por lo que pudieron entrar con facilidad.

Shinobu: Bien, ya que estamos aquí... ¿Qué es aquí?

Giyuu: Al parecer es una... ¿boda? – se dieron cuenta que donde entraron era una boda de alguien desconocido. – ¿qué hacen Sanemi e Iguro en una boda?

Shinobu: Entonces, ¿para eso eran los trajes y la pastelería? ¿Para entrar a una fiesta cualquiera?... me siento decepcionada ahora mismo, creí que era otra cosa más grande.

Giyuu: Un momento, esto no solo era para entrar a una fiesta cualquiera ¡era para robar el pastel! ¡Mira! – apuntó al pastel que estaba a lado de Iguro y Sanemi, y no dejaban ver a este en señal de querer robarlo.

Shinobu: Ah entonces para eso era... Tenías razón, no era para nada.

Giyuu: ¡¿Cómo que no?! ¡Si, sí es la gran cosa!

Shinobu: ¿En serio?

Giyuu: ¡Si! ¡Planearon todo esto!... ¡sin mí! ¡Eso no se hace!

Shinobu: Espera, ¿estás molesto por eso?

Giyuu: ¡Si! ¡Siempre me incluyen en ellos y ahora me dan la espalda! ¿Pero sabes qué? ¡Me niego a que se burlen de mí así! ¡Ahorita vengo!

Shinobu: No, espera Tomioka ¡no lo hagas!

Tomioka caminó hasta el escenario en donde estaban unos músicos quienes fueron interrumpidos por este y le quitó el micrófono a uno de ellos.

Giyuu: ¡¡Shinazugawa García López Lesli Sanemi!! – gritó llamando la atención de todos los invitados.

Sanemi: Espera ¿quién dijo mi nombre completo?

Iguro: Oye ¿ese no es Tomioka... vestido de cucaracha?

Sanemi: Eso es cierto, pero ¿qué hace aquí... y vestido así?

Giyuu: ¡¡Creí que teníamos algo especial!!

Sanemi: ¿Qué?

Giyuu: ¡¿Pero sabes qué?! ¡¡Por tu traición me atrevo a decir que nuestra amistad se acabó en este instante!! ¡¡Y para confirmarlo romperé nuestro cuadro de la amistad!! – dijo para luego sacar un cuadro bien decorado y trató de romperlo... pero por más que lo intentaba no podía. – ¿de qué están hechos los cuadros hoy en día?

Shinobu: Ah Tomioka, deberías darte prisa.

Giyuu: ¡Eso intento!... – siguió aplicando fuerza, pero fue en vano y no logró destruir el cuadro. – ¿sabes qué? Mejor hago arruino sus planes. – dicho esto corrió hacia el pastel y agarró un buen pedazo de este. – ¡¡Corre Kocho!! – se va corriendo con el paste en manos.

Shinobu: ¡Espérame! – se va atrás de él.

Sanemi e Iguro: . . .

Iguro: ¿Qué acaba de pasar?

Con Shinobu y Tomioka...

Los dos se encontraban caminando ahora Shinobu desganada y Tomioka con el pastel en los brazos.

Shinobu: Es increíble lo que pasó el día de hoy.

Giyuu: Lo sé *comiendo pastel* qué día.

Mitsuri: ¡Hola chicos!

Shinobu y Tomioka: *Sonidos de fastidio*

Mitsuri: ¿Qué hacen? ¿Están jugando a se cucarachas gigantes? ¡Qué divertido! ¡Yo también quiero jugar!

Shinobu: No Mitsuri, no estamos jugando.

Giyuu: Si y además sólo habían dos trajes de cucarachas, ya no hay más.

Mitsuri: Mmmm entonces tomaré el de Tomioka prestado.

Giyuu: Espera ¿qué?

Mitsuri se abalanzó contra Tomioka y trató de quitarle su traje a la fuerza.

Giyuu: ¡No! ¡Espera Kanroji! ¡Te lo doy! ¡Te lo doy! ¡Pero no me pegues! ¡Por favor!

Minutos después...

Ambos habían logrado llegar a casa, pero ahora Tomioka se encontraba en calzones.

Shinobu: ¿Por qué no te pusiste algo debajo del traje?

Giyuu: Por qué hacía calor... y ahora hace frío.

Shinobu: Ya veo.

Los dos entraron a la casa y lo primero que se encontraron fue a Rengoku y Uzui sentados muy tranquilos en el sofá golpeados y chamuscados.

Shinobu: Y ahora ustedes ¿Qué les pasó?

Uzui: Nada en especial... por cierto Tomioka, recuperamos tu cola de caballo. – le lanzan el cabello.

Giyuu: Pero ¿qué?... ¿cómo?... no importa, voy a la cocina. – se va.

Rengoku: Y se puede saber ¿por qué estás vestida de cucaracha y Tomioka desnudo?

Shinobu: También larga historia ¿qué ven?

Rengoku: Sólo las noticias, han dicho que un par de cucarachas gigantes se estaban paseando por la ciudad.

Shinobu: Valla... qué cosas.

Noticiero: Y en otras noticias, otra cucaracha gigante se ha visto paseándose por la ciudad y entrar a restaurantes a la fuerza para robarse la comida e irse sin pagar, se recomienda discreción. – aparece Mitsuri en traje de cucaracha en las noticias.

Todos: . . .

Shinobu: Aahhh para eso quería el traje de cucaracha.

Giyuu: ¡¡Aaaaaahhh!! ¡Una cucaracha en la cocina! – gritó desde la cocina.

Shinobu: ¿Todavía siguen?

Uzui: Si, pero descuida ese es Pancho, no le hace daño a nadie.

Giyuu: ¡¡Esa madre vuela!! ¡¡Corran!! – corre por toda la casa.

Shinobu: Creo que deberíamos de llamar al fumigador.

Continuará...
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Después de la pausa que me tomé como por… 2 meses, por fin vuelvo a actualizar y al menos para compensar eso, lo hice tres veces :v

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