Capítulo 18: Emociones

💖 Al principio, todos los pensamientos pertenecen al amor. Después, todo obedece al amor. 💖

No era de esperarme esta situación ni en mil años.

Mientras sentía como las pastillas pasaban por mi garganta, fui incapaz de seguir consumiendo alimentos a medida que observaba cada vez más el horizonte: un soleado y limpio cielo, sin humo ni gris de fondo.

No me gusta juzgar ni mal pensar, pero la vida me enseñó a que es necesario cuando tienes criterios propios; y lo primero que pasó por mi mente fue buscar el porqué de todo esto. Debía traer consecuencias, y graves; pero ya en este "mundo" como yo lo llamo, no sé si mis ideas negativas se relacionan con la situación de dónde vivía o si es porque realmente temo que mi mera presencia consiga atraer desgracias.

Aunque bueno, ambas tienen una estrecha relación.

El problema, como es de costumbre, soy yo.-

Aracné llevaba algunas compras y más vitaminas en la bolsa cuando recordaba (o al menos intentaba hacerlo) el momento en el que llegó a ese lugar. La noche anterior recordó que se acostó en su cama algo adolorida como de costumbre, por el peso del día y de sus pechos.

Al momento de despertar estaba dormida, como últimamente le había estado pasando, y sólo recuerda el choque que tuvo con Izuku y la predominante vista de UA. Nada más de importancia, pero entonces le quedaba la única hipótesis de que todo sucedió mientras estaba dormida; quizás un día de estos despierte en su mundo otra vez; y su mirada se ensombreció.

Su deber la estaba llamando, y su mente le reclamaba que buscara la manera de retomar sus funciones; porque aún tenía responsabilidades en su espalda, señales que bajo su mando debía aceptar. . . aun había, mucha gente que necesitaba de su presencia.

No obstante, su consciencia le recriminaba sobre las otras obligaciones morales que ahora tenía, y era devolver los favores que la clase 1-A le había brindado; y en gran parte sería bueno comenzar siendo una compañera medianamente normal con ellos.

No.

Hacer eso sería mentir, deliberadamente.

Lo lamentaba mucho por ellos, pero no tiene que despegar de su realidad; una tierra de metal y zonas aisladas, donde nunca permanecía quieta, su verdadera realidad.

— Después de todo no pertenezco aquí. . . —

Llegando a su casa divisó una figura de cabellos bicolor, llevaba un morral y estaba nervioso al parecer por tener en sus bolsillos las manos jugueteando entre ellas. Inhaló y exhaló despacio por si buscaba pelea, pero al acercarse Todoroki ni siquiera la sintió; estaba perdido en sus pensamientos observando las rejas de la entrada. Ya figuraba a qué venía esa visita. . .

— Buenos días, Todoroki-kun — saludó mientras el mencionado retrocedía por la sorpresa — ¿Cómo estás? —

— B-bien —

Respondió muy suavemente, desviando la mirada hacia un costado. Ella comenzó a abrir la reja, y observó que una mano tomaba la bolsa.

— Gracias por el gesto ¿Quieres pasar o quieres hablar aquí? —

— Bueno. . . —

Al bicolor le costaba horrores hablar más de dos palabras, y más cuando buscaba pedir un favor.

— Ya, vamos entra, que quiero mostrarte algo importante —

Dicho esto, comenzó a empujarlo un poco y hacer que entre a la casa. Se quitó los zapatos tranquilamente, tomó la bolsa y se dirigió a la cocina mientras Todoroki no había reaccionado aún. Se sentía muy incómodo, después de todo fue a comprarse ropa junto con su hermana Fuyumi, y ya pasó vergüenza.

Pero esta vez quería aprovechar la oportunidad de oro y confesarse con Midoriya, aunque la inseguridad le daba muy malas visiones. Porque si después de animarse y decírselo al peliverde en su casa terminaba siendo rechazado. . . No, era lo peor que podría pasarle. Tan es así, que se sentó en uno de los sillones con las manos en su cabeza respirando profundamente, algo desesperado con las miles ideas sobre situaciones de rechazo que se le ocurrían.

— Eu, respira Todoroki, no te me vayas a ir para el otro lado —

Aracné le palpó un poco su cabeza ofreciéndole chocolate fresco. Él pareció reconocer esa suavidad en su cabeza antes, pero ¿Dónde?

— No te preocupes por mí, estoy bien —

— Sí, estas bien tenso y bien nervioso. Vas a ver a Izuku-chan ¿Cierto? —

Shouto casi se ahoga y comenzó a toser un poco. Estaba por decirle algo, pero para su sorpresa ella le sonreía.

Simplemente sonreía, sin miramientos ni malas intenciones.

Nunca nadie lo había apoyado en nada; primero fue Midoriya animándolo a aceptarse a sí mismo, cosa que lo llevó a enamorarse de él, y ahora esta chica que le transmite seguridad con sus decisiones. No quería confiar en ella, pero cómo explica entonces esta confianza y este apoyo que siente por parte de la nueva amiga de su pecoso. Estaba mareado, pensar mucho en eso lo cansaba.

Y finalmente decidió hacerlo, confiaría en Aracné. Porque además, una de las cosas buenas que compartía al igual que su pecoso, era que no debía forzar el diálogo: las palabras salían solas, como si fuera lo más natural del mundo expresarse con ella.

— Sí— bajando la vista, habló — Él me pidió que fuera hoy a su casa y quiero llevarle un presente. . . —

Mentira, en realidad quería pedirle un consejo para confesarse, pero no puede ser tan evidente. Tampoco era humillarse así de fácil.

— Si es por un regalo, puedo ayudarte. Pero pondría mis manos en el fuego por asegurar que buscas consejo para decirle a Izuku lo que sientes ¿No? —

Su respuesta sin vueltas lo petrificó.

Corrijo entonces, era MUY evidente. Sin poder controlarse comenzó a emanar humo de su parte izquierda y a temblar un poco. Su cara estaba totalmente colorada, y el chocolate en poco tiempo estaba caliente. La chica de cabellos negros tomó un paño para quitarle la taza a Todoroki y hacer un poco de viento para calmarlo.

— ¿Por qué no te burlas de una vez? — Shouto mantenía su mirada baja — No entiendo cómo puedes saberlo y decirlo tan fácilmente, y que además aún no sé si Midoriya acepte. . . —

— No le veo lo gracioso a tus sentimientos puros para Izuku, Todoroki. Creo que tengo una forma muy natural al decirlo pero es porque no soy buena demostrando emociones y repito, no le veo lo divertido ni lo vergonzoso; es más, te diría que es el asunto más serio que tratarás en toda tu vida. Tienes quizás miedo al rechazo, pero es normal. Aunque a veces también las señales son claras pero al estar en ese estado no puedes reconocerlas, debes tranquilizarte; no digo que sea fácil, pero tampoco te tortures con las ideas antes de tiempo ¿Quedó claro? —

El heterocromático no sabía qué decir, estaba algo perdido. Tenía razón en que se había llenado de ideas, y que era normal sentirse así. Pero es que todo era tan nuevo; estos sentimientos, la confianza, los deseos. . . muchas veces había deseado tantas cosas, que se resumían a un sólo fin: vivir en paz. Lejos de presiones, luchas, y sobre todo, lejos de su padre. Ya lo odiaba, era una ira que nació y se cultivó cada día entre maltratos y golpes; no esperaba más que un día rectifique, ni que se disculpara. Nada. Sólo quería vivir en paz.

Ahora. . . ahora sólo estaba deseando ir a ver a Izuku. Su dulce voz, sus lindas pecas, sus cabellos suaves, su alegría cautivadora, su sonrisa. . . su hermosa sonrisa. Se había enamorado perdidamente del pequeño pecoso y sabía que perdería la razón si callaba más tiempo.

— Parece que sí, ahora préstame tu celular por favor —

Ella lo pidió y Todoroki estando en sus pensamientos se lo dio; pasó sus números y se lo devolvió, cuando el bicolor reaccionó, tomándolo rápidamente

— ¡¿Qué quieres con mi teléfono?! —

— Ya verás ¿Tienes WhatsApp? —

Sin embargo, seguía tan endemoniadamente tranquila que a Shouto le daba algo de molestia.

— Sí. . . —

— Bueno listo, siéntate y mira eso —

Le señaló su móvil, el cual recibía un mensaje y un vídeo. Todoroki la miró dudando para luego obedecer. Puso "Play" a la grabación hecha días atrás. . . Se escuchaban las voces de Aracné y de Izuku, conversando en lo que parecía ser el fondo de la casa; el pecoso escuchaba a la chica la cual hablaba de los compañeros pareciera, y justo lo mencionaron a él.

-Grabación de Video-

"— Con respecto a Todoroki sólo te digo que a pesar de lo frío que pueda parecer, él es muy buena persona y. . .

Hermoso Izuku susurró para dar una tímida sonrisa a su dumpling

Huuh. . .

¡¿Q-Qué cara es esa, Aracné-chan?!

Él se sonrojó tanto que sus pecas eran rojas

¿Cuál? ¿Ésta?

¡Sí! ¡Esa cara me pone. . .!

¿Nervioso? ¿Por qué motivo, Izuku-chan? Ahhhhh ¿No será que el culpable es el "hermoso"?

¡¿Y QUIEN ES EL HERMOSO?! Izuku era una bomba a punto de explotar

Mmm sabes que lo olvidé. . . Aracné estaba jugando con su tono de voz, lo dijo algo lento come tu dulce, Izuku el peliverde se calmó un poco y justo cuando apoyó los labios en el blanco dumpling

¿Todoroki será así de dulce para ti?

El pecoso abrió tanto los ojos y la boca que se veía a Aracné sorprendida, como si por un momento temiera que salga su corazón, y estaba rojo ¡IZUKU ERA UN CARBÓN AL ROJO VIVO!! Pero recordó un detalle, y era que podía ser muy "persuasiva" cuando quería, así que. . .

¿O quizás tú serás su dulce?

Izuku explotó, literalmente. Comenzó a lagrimear y se levantó de la mesa para agarrar a Aracné de los hombros y comenzar a tartamudear un montón de cosas sin sentido. . . mientras a ella se le caía el celular, y se veía la imagen del pecoso sacudiendo un poco a la chica quien le sonreía como lo había hecho con él momentos antes

Ya sabía, cálmate, Izuku-chan. . .dijo ella acariciando su cabeza

¿P-pe-pero. . .c-c-co-cómo?

¿Y qué tiene de malo que te guste?

¡¡LO DICES MUY NORMAL!!

¿Y? —"

El video terminaba ahí, y apenas duraba dos minutos. Pero el bicolor pasó 15 minutos con su celular, mientras Aracné pensaba qué darle como regalo para Izuku. Prestó atención a Todoroki porque el humo comenzaba a hacerse más oscuro, y vio cómo se prendía fuego.

— ¡Ay pero nene la ropa! — lo llamó tomándolo del hombro derecho para que reaccione, el cual apagó las llamas y suspiró relajado — Me parece bien que te tranquilices, ahora ven a la cocina, haremos el regalo de Izuku-chan ¿Bien? No hay nada mejor que algo hecho por ti mismo—

Él sólo asintió y obedeció a la chica.

Pasaron unos minutos mientras ella le explicaba cómo fundir chocolate y colocarlo en moldes. Le indicó cómo armar el paquete y en un rato había hecho bombones; con lo cual se sintió extremadamente y ridículamente extraño.

Nunca se hubiera imaginado en esa situación, haciendo algo de niñas y sobre todas las cosas, para su amado y lindo pecoso. . . Esa última frase casi lo enciende con el regalo en sus manos, el cual le fue arrebatado por Aracné en el momento en que el humo comenzó nuevamente a salir.

— ¡A ver Todoroki, muy bonito el regalo pero no lo derritas! — ella buscó su morral y lo guardó. Llegaron hasta la puerta de rejas para despedirse — Ahora ¿Cómo estás? —

Él la observó algo confundido, y luego dejó salir su última duda

— ¿Aracné, por qué me ayudas? —

La joven no se movió.

¿El por qué?

Era una pregunta muy compleja, aunque sería correcto suponer que estaba en sus raíces; entonces no tenía por qué mentirle a Todoroki. Lamentablemente, tampoco sabía cómo describirlos con exactitud.

No pudo aprender.

— No puedo darte una respuesta concreta, Todoroki-kun. No son cosas que pueda describir, pero al menos para mí me parece correcto ayudar a aquellos que siento que lo necesitan, vendría a ser como una especie de intuición. No me gusta que buenas personas salgan heridas, y si esta en mis manos evitarlo, créeme cuando te digo que haré todo lo necesario para protegerlas— su profunda mirada verde lo invadió, haciéndole llegar una sinceridad tajante — Es lo que siento, y es mi forma de brindar una mano; aunque existan infinidad de maneras. Pueden tomarlo como quieran, lo único que buscaré siempre es ayudar a los demás —

Pareciera que se había perdido en esa respuesta, mirando sin ver.

Shouto no sabía que decir, ya que esas palabras abarcaban mucho; y ni siquiera un "gracias" parecía necesario. Le quedó claro que la chica hacía todo aquello sin interés alguno para beneficiarse, ni mucho menos. Lo hacía con total honestidad, tanta que era extraña. Muy extraña.

— Gracias por la ayuda, Sarai —

— De nada, trata de mantener la calma y ser sincero con Izuku-chan. Sin miedos. —

Aracné entró a su casa, mientras el bicolor se dirigía a la del peliverde.

No pensaba en nada, no sentía nada. Quedó tan calmado que toda inseguridad se había ido. Al tocar el timbre de esa casa y pensar en la sonrisa del pecoso no pudo evitar sonreír, hoy sería un día inolvidable.

— ¡Voy! —

Izuku al escuchar el timbre se dirigió a la puerta y se encontró con el bicolor sonriéndole. Le pareció lo más hermoso que había visto, quizás por la emoción o la sorpresa de verlo sonreír, así que un leve sonrojo no se hizo esperar

— Hola, Todoroki-kun, pasa por favor — dejó la puerta libre para que su amigo pase a la sala de estar.

Shouto se quedó viendo cómo el peliverde lo invitaba a comer algo y hablar en los sillones. Dejó con sumo cuidado la bandeja con bebidas y algunos sándwiches en la mesita, sentándose a su lado con algo de nerviosismo. Comenzaron a comer, tratando de hablar un poco sobre las posibles ofertas que llegarían de las agencias de héroes, y sobre los próximos exámenes.

Sin embargo, en cierto punto cuando ya no hubo tema de conversación aparente, la voz del menor se perdió poco a poco. Todoroki cuando lo notó giró su mirada, para encontrarse con un preocupado pecoso el cual miraba al suelo, visiblemente angustiado por lo que tal vez tendría que decirle.

Sin más, procedió a vencer esa frialdad suya, para tomar la mano de Izuku.

— ¿Midoriya, estás bien? —

Shouto, a pesar de la situación, no se le olvidaba que Izuku quería contarle algo de suma importancia, así que prefería escucharlo primero. Y el peliverde se encontraba muy contrariado, ni siquiera sabía cómo comenzar.

— Todoroki-kun, yo. . . no sé cómo decírtelo— miró al mayor el cual lo observaba atentamente — Ante todo, gracias por estar aquí. Es muy valioso para mí tenerte a mi lado. . . — le dedicó una tímida sonrisa

En ese momento el hijo de Endeavor sintió su cara arder, mientras que el pecoso se daba cuenta de cómo había dicho eso y comenzaba a tartamudear sin sentido; tratando de explicar un poco lo evidente, y haciendo que un color carmín resaltara sus pecas.

— No puedo más—

Atrapó las mejillas coloradas de Izuku para verlo de frente, acercándose hasta quedar a escasos centímetros de los temblorosos labios de su amado; las manos del peliverde se habían aferrado al sillón tratando de contener los nervios

— ¿T-T-T-Todoroki-kun. . .? —

No dijo más nada al sentirlo tan cerca, la fuerza de su corazón palpitando la percibía en todo su cuerpo, sus ojos comenzaron a aguarse, no podía apartar su vista de la del heterocromático quien deleitaba cada segundo de ese momento

— Te amo, Midoriya. Mi pecho duele, mis pensamientos están perdidos, mi corazón arde. . . todo por ti. Lo siento, ya no puedo hacer silencio frente a esto, y menos teniéndote tan cerca de mí — esas palabras llegaron a Izuku, quien dejó de temblar y con sus manos también tomó las mejillas de Shouto, acariciando dulcemente con la yema de sus dedos la herida de su ojo izquierdo

— Yo t-también te amo, To-Todoroki-kun. Es-Estoy tan feliz, n-no lo puedo creer. . . — sus tropiezos al hablar, su boca rosada, sus ojos brillosos; el bicolor no pudo contenerse ni un segundo más.

Lo besó, torpemente. Juntando sus labios en un cálido danzar; a lo que el pecoso abrió un poco su boca para permitirle la entrada a su enamorado; el cual lo abrazó por la cintura pegando más sus cuerpos, haciendo que su lengua atrapara la de Izuku en jugosas caricias. Era tan dulce, tan suave. . . sentir el pecho latiendo con fuerza de ambos lo perdía cada vez más.

Lo amaba, y su amor era correspondido. Era un sentimiento tan pleno, lo amaba tanto; se amaban tanto. El peliverde comenzó a acariciar los cabellos del mayor y éste separó sus caras dejando respirar a sus pulmones. Ambos estaban colorados, pero todo su ser gritaba por más, necesitaban más del otro.

— Todoroki-kun, estoy tan feliz, yo nunca pensé que podría tener tanta felicidad. Tengo miedo, de no ser suficiente para ti; te mereces todo lo mejor de este mundo, todo lo que tú desees. . . — había comenzado a derramar algunas lágrimas que Shouto secó con sus manos y pegando sus frentes sonrió y lo miró fijamente

— Midoriya, no me robes mis palabras. Soy yo quien no puede creer que la vida le permita tener el amor de tan maravillosa persona; eres tan dulce, tierno, le diste tanta luz a mi camino. No podría imaginarme un futuro sin ti. Y también tengo miedo: de no poder protegerte, de hacerte daño. . . — respiraba con dificultad a lo que Izuku lo abrazó dejando que la cabeza del bicolor repose en su clavícula

— No digas eso, Todoroki-kun. Estoy seguro de que serás un héroe increíble, y te prometo que siempre estaré contigo. No importa qué, estaré acompañándote en todo momento —

Shouto se liberó del abrazo para tomar al pecoso y besarlo desesperadamente, todo sucedía tan rápido, pero ambos estaban abriendo sus corazones con todo el amor que tenían para dar.

— Prometo ser tu héroe, Midoriya— lo tomó de tal forma que quedaron acostados en el sillón, con el peliverde siendo atrapado por el cuerpo del mayor; besó su frente y acomodó al pequeño en un abrazo protector — Te cuidaré y te apoyaré en todo, siempre, y en todo momento, juntos —

— Sí, juntos. . . —

Fue lo último que dijo Izuku, antes de dormirse. El bicolor lo contempló con dulzura, para darle un pequeño beso a sus pecas y descansar también

— Es un buen inicio— Aracné tomaba té en el jardín, observando el anochecer — Les deseo toda la felicidad del mundo, y que la vida les otorgue un largo camino juntos. . . —

Se sentó en la mesa de piedra, apoyando sus brazos cruzados en el frío mármol, y mirando la luna recordaba una vez más la felicidad de una pareja, que desbordaba amor y dulzura. Ambos, sonriendo, tomándose de las manos para jamás soltarse.

Ellos, ella. . .

— Muy pronto debo averiguar porqué llegué aquí, y si es posible, marcharme—

La brisa levantó su cabello, dándole una fresca y suave caricia a sus expuestos hombros. Total, nadie la observaba en ese momento.

¿O quizás sí?

💖 Mini Especial Tododeku 💖

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