🥀 Capítulo 19. Tomoko
Su sonrisa era arrogante, sí, pero también dulce y sensible. Aquellos dientes filosos eran tan brillantes que aunque el mundo se pintara de negro, él seguiría siendo un rayo. Un divino y dominante rayo de luz.
Su cabello alumbraba como el sol, sus ojos parecían un par de zafiros que podrían asesinarte con la mirada, y esa sería la muerte más dulce que cualquiera podría predecir: Morir de amor.
Silas Kover, ¿quién le podría decir adiós a un chico así? Nadie. Al menos Daiki no podría. Menos al mundo que destellaba junto a él.
El joven de cabello largo miraba con atención las instrucciones del Dios del rayo. Sus instrucciones eran detalladas: Le mostraba la forma de aprender a usar sus poderes a Rebeca, quien adquirió la habilidad de hacer levitar las cosas, o ponerlas de cabeza, como si la gravedad no existiera.
Daiki por más que intentó, no logró saber cuál era la habilidad que la rosa le había regalado, se sentía inútil, pues su amiga ya se encontraba practicando y él aún seguía moviendo sus manos de un lado a otro tratando de hacer que aparezca algún destello. También movía sus pies rápidamente tratando de encontrar, de alguna forma, su poder oculto.
Entonces llegaron los seis chicos: Los tres prisioneros que por el momento eran libres, y los tres causantes de todo el alboroto.
ー¿Ángel? ーSusurró Daiki al ver a su compañero atado de las manos y los pies siendo sostenido por el prisionero que cambiaba de formas.
Ya los habían atado, cuando notaron que estaban siendo dirigidos a Saurtok trataron de huir, subestimaron las habilidades de los presos al pensar que podrían correr de ellos.
ー¿Manuel?ーEse tono en la voz tan peculiar y ese rostro era desconocido por todos en Saurtok, pero una chica en especial lo conocía: Rebeca.
ーDios del caos.ーAfirmó Trébol en voz alta, medio mundo mágico lo había escuchado.
ーSumi.ーRespondió en cuanto escuchó al Dios de Saurtok, ese era el apodo que usaba para dirigirse a él.
Los Dioses se acercaron, Trébol estaba enfrente, Silas se encontraba a su izquierda y Luzzo a su derecha.
Azitz, Diosa de la lluvia, quien se encontraba atrás de la Diosa de la guerra hizo un pequeño comentario dada la situación.
ーPuede que yo confíe rápidamente en las personas, pero siempre me mantengo firme en caso de que intenten apuñalarme por la espalda, así puedo darme la vuelta y contraatacar.
Era cierto, confiar en las personas en cierto punto es aceptable, pero siempre hay que estar listos. Azitz siempre lo supo, ya que tuvo una vida complicada, muy complicada.
ーTú no tienes el derecho de llamarme así.ーReclamó el Dios de SaurtokーTú eres un impostor, un engaño. Eres un completo caos.
Se creó, por primera vez desde que comenzó a cantar Luzzo, un espantoso silencio que duró durante diez minutos.
ーYa no hace falta que mientas.ーGruñó Silas, se encontraba furioso con el Dios del caos por problemas del pasado.
ーPaz, mi amigo.ーDijo el chico de cabello blanco e hizo una reverencia ante los Dioses.ーNo hace falta recordar los mal entendidos del pasado.
Ángel y Manuel miraban con intriga a los Dioses y a su respectivo líder del cual comenzaron a dudar de su lealtad.
ー¿Qué acaso tú no eres?...ーSe acercó junto a los Dioses, Rebeca caminaba a paso lento y apuntaba con un dedo a Manuel.
El mexicano dio un pequeño paso hacia atrás, al segundo reconoció a Rebeca y no tenía idea de cómo actuar.
ー¿Francesa? Es decir, ¿Rebeca?ーDijo confundidoー¡Que pequeño es el mundo! ¡Pero que casualidad!ーExclamó.
ー¿La conoces?ーPreguntaron el Dios del Caos y Ángel al mismo tiempo.
Manuel estaba por responder cuando se escuchó otra voz, Daiki se presentaba frente a Ángel, esperó un par de segundos para ser reconocido por el chico que tenía enfrente y no tener que nombrar su nombre, ya que lo había olvidado por completo.
ーPero...¿Efildir?ーFingió estar sorprendido por un momentoーCreí que solo te vería entre la multitud asustado y suplicando paz, pero estás del lado de los Dioses, que gran sorpresa, eres más que un simple chico antisocial en esta vida.
ー¿Qué?ーDaiki, a diferencia de Ángel, sí estaba sorprendido y muy confundidoー¿Cómo es que estás aquí? ¿Qué sucede?
ーQue lindo reencuentro, parece que ya nos conocemos todos.ーDijo el Dios del Caos con una sonrisa macabra en su rostroーPor ende, pueden continuar con su exótica música y repugnante baile, su música es basura para mis oídos.
ー¡Que suene!ーExclamó Trébol alzando la mano con el puño cerradoーTrata de seguirnos el ritmo.
Una música mucho más fuerte a las anteriores sonó: Metal, rock y todos los géneros musicales más potentes combinados, eso incluyendo los que no existen en el mundo tierra.
Daiki al escuchar esto se asombró, el inicio era glorioso, reventaba los oídos en la primera nota. A Rebeca no le disgustó, pero no era su género favorito, también le pareció fabuloso, principalmente aquellas chicas que se encontraban bailando en una enorme pista creada con magia.
Habían cuatro chicas, todas bailando la misma coreografía, cada movimiento era idéntico y preciso, todo era exacto.
La chica que se encontraba a la izquierda del escenario en medio, era la más alta del grupo: Pelirroja, de ojos rosas. Llevaba un gran vestido rojo que parecía fuego al igual que su enorme y brillante cabello. A su lado derecho estaba una pelinegra de ojos morados, su estatura era por mucho más baja que la de su acompañante. Tenía puesto el outfit más rockero jamás visto en tierra, su piel lucía increíble con su atuendo, le quedaba como anillo al dedo.
Del otro lado, la chica de la esquina derecha era una joven de cabello rosa y ojos amarillos brillantes como el sol. Su atuendo era mucho más tierno y divertido, lo contrario a su contraparte del lado izquierdo. A su derecha bailaba una chica de cabello increíblemente largo teñido de negro con mechones verdes en su fleco, sus ojos resaltaban con un atrevido tono azul rey. Su atuendo era el más sencillo y cómodo, a diferencia de sus compañeras ella llevaba simple ropa deportiva ideal para entrenar, camisa blanca holgada y pantalonera negra.
Ese era el grupo, quienes se encargaban de brindar energía, fuerza y magia a todo Saurtok.
A Rebeca le pareció que la chica del fleco verde tenía cierto parentesco al Dios del rayo, Silas. Y a Daiki le pareció que ya había visto antes a esa pelirroja, pero desconocía de dónde.
Cuando la música comenzó a sonar, Trébol y el Dios del caos entraron en pelea, los Dioses junto a su superior brindaron apoyo. A los segundos ya se encontraban peleando con el trío de chicos.
Silas se encargó de los prisioneros libres, los puso a pelear contra los soldados enemigos y a encontrar una forma de cerrar los portales.
Uno de los cuatro diablos, José propuso una estrategia: Separarse en grupos de tres, los vencían en número y al separarse podrían vencer fácilmente a los jóvenes terrenales y al Dios del Caos. Así lo hicieron, los grupos se formaron: La Diosa de la lluvia, la Diosa de la guerra, José y Simón contra Ángel, chico al que llamaron "Aliado del Caos".
Por otro lado, los Dioses con más responsabilidades: Trébol, Luzzo, Rubí y Silas se enfrentaron al Dios del Caos.
Y por último el Dios del amor, junto al Dios de la naturaleza y el Dios de la esperanza confrontaron a Manuel.
Rebeca y Daiki se mantuvieron con Olanda, quien les enseñaba a controlar sus poderes, o por el momento solo a Rebeca quien se encontraba de poner medio Saurtok de cabeza. Olanda también trató de ayudar a Daiki a saber cuáles eran sus poderes pero no logró conseguir nada, debía de reconocer sus poderes por su cuenta.
Trébol y Luzzo combinaron sus poderes, eran los Dioses más poderosos y enfrentar a aquel pequeño Dios les sería pan comido, o al menos eso fue lo que pensaron.
ー¿Por qué aún nadie me reconoce a mí?ーPreguntó el chico de cabello blanco enfadado, esquivaba cada golpe que le lanzaban y con sus poderes creaba barreras, escudos, evitando que lo tocaran.
ー¿Qué dices? Sabemos bien quién eres,ーEl Dios de Saurtok hizo una pequeña pausa, Trébol se puso frente al chico y los otros Dioses pararon de atacarーTomoko.
ー¿Fue sencillo?ーTomoko sonrió arrogantemente.
ーLeo sería incapaz de hacer todo este alboroto por más caótico que sea.ーConfesó el gran DiosーAdemás, sus ojos nunca demuestran miedo.ーLe dio una gran patada en el abdomen y lo lanzó a veinte metros de distancia.
El chico creó una gran barrera de fuego haciendo que los Dioses lo perdieran de vista por unos segundos. En la barrera de fuego se lograba apreciar la imagen de una chica, chica que el Dios de Saurtok reconoció al instante.
ー¡No te atrevas!ーNadie supo de donde provenía ese grito, o tal vez sí.
ーTrébol.ーSusurró una voz y, entonces todo Saurtok se consumió en una bola de humo.
Aparentemente para Tomoko y sus aliados esa fue una forma de distraer a sus enemigos, era una manera de hacer que bajaran la guardia. Ellos llevaban lentes especiales para poder ver a través del humo, aprovecharon esa oportunidad para atacar a los Dioses.
Al desaparecer el humo, habían varios Saurtokrianos lastimados, incluyendo al Dios de la naturaleza y a la Diosa de la esperanza.
ー¿Quién es el falso ahora?ーPreguntó Tomoko con malicia, alzó la mano y cerró el puñoーMuéstrales a todos tu verdadera cara.
Una gran ola de vapor se desvaneció en el lugar que se encontraba anteriormente el Dios de Saurtok, en su lugar apareció una joven chica, la misma que se había apreciado en la pared de fuego.
Rebeca y Daiki la apreciaron de pies a cabeza: Era una chica de estatura promedio, de cabello largo y ojos cafés. Su piel era muy blanca, tenía puestos unos lentes azul marino y llevaba como vestimenta una sudadera roja algo descolorida y por debajo de esta tenía una camisa blanca, parecía un uniforme escolar, su pantalón era gris claro y tenía puestos un par de tenis deportivos.
Si mucho tendría tan solo quince años, la pequeña estaba tirada en el piso, lloraba y apretaba su mano en el pecho con mucha fuerza. Parecía que su corazón se rompía, se podía escuchar desde muy lejos los gritos de su llanto.
La abrazó y le susurró algo al oído, se levantó y se puso frente a ella, protegiéndola. ¿Quién era esa chica? ¿Qué había sucedido con el Dios de Saurtok? Eso era lo que todos se preguntaban, a excepción de los Dioses: Silas, Luzzo, Dan, Rubí, Azitz y, el impostor que se hacía pasar por Dios, quien se sabía todas las respuestas: Tomoko.
ーEso no hará que pierda sus poderes.ーAfirmó el Dios LuzzoーAl contrario, solo lo harás más fuerte.
ー¿Y entonces por qué está llorando como una bebé? Se cree la gran cosa, pero no es más que una simple ni...ーNo terminó esa última frase, el Dios del rayo, Silas, se encargó de callarlo pateándolo en la cara y tirándolo al suelo mientras se encontraba distraído.
ー¿Ese es tu magnifico plan?ーPreguntó Silas con coraje, tomó al chico del cabello y lo obligó a confesarー¿Hacerlo sentir como un fenómeno cuando el verdadero monstruo aquí eres tú?
No logró que confesara su verdadero plan.
Varios magos de Saurtok comenzaron a hacer sus propias especulaciones, y muchos recordaron su pasado dando con la respuesta del rompecabezas.
Turtle, el chico tortuga se acercó a paso lento mientras una canción Pop-Rock sonaba con fuerza, pasó por un lado de Silas y miró con tristeza al impostor.
ーRegrésalo.ーOrdenó el joven tortuga con seriedad.
ーHas cambiado mucho, mi amigo. Antes eras un poco más...ーLo miró bien a los ojos, notó que una lágrima corría por sus mejillasーFuerte e inteligente, Turtle.ーConcluyó.
Luzzo se acercó a la joven chica y le compartió su magia a través de una bola de cristal mágica que creó al instante la cual dejó flotando sobre su espalda y creció hasta consumirla por completo. La chica se levantó lentamente, se limpió las lágrimas y demostró una mirada segura ante sus enemigos. Silas fue el encargado de desenmascarar y dar a conocer la identidad de aquella joven.
ーTrébol.ーDijo preocupado y soltó al instante a Tomokoー¿Estás bien?
ーEstoy bien. Sólo no me veo como realmente soy, parezco alguien más.ーDio un par de vueltas para verse a sí mismo.ーAy, Allison, ¿por qué?ーSe quejó al darse cuenta de su aspecto.
Casi todos en Saurtok se quedaron con la boca abierta, la música bajó su intensidad ya que los prisioneros que por el momento eran libres habían encontrado una forma de cerrar los portales, y ya quedaban menos guerreros a los cuales podían vencer muy fácilmente.
Por otro lado, Ángel y Manuel se unieron evitando el plan que tenían los Dioses. Estos utilizaban parte de la magia de Tomoko, así como también Ángel llevaba como extra el anillo de su aliado, este contenía un gran poder de más de cien millones de años atrás, poder que no era naciente de Saurtok sino de Letresi.
ーYo les tengo una pregunta a ustedes dos.ーMencionó Ángel apuntando a la pareja de chicos mientras esquivaba los golpes y ataques de Simón, José y los Dioses que peleaban a su lado.
ー¿Cuál es tu pregunta, terrenal?ーDijo José atacando sin parar al joven chico.
ーUstedes dos, son pareja, ¿no es cierto?ーUna pregunta irrelevante tomando en cuenta la situación en la que se encontraba. A Manuel se le hizo extraña esa pregunta, no tendría sentido preguntar algo así a media pelea.
ーNo responderemos a esa pregunta.ーContestó Simón, quien se encargaba de combinar sus poderes con los del Dios de la naturaleza.
ーSe nota que se aman, son tan unidos. Pero, ¿acaso no se sienten incómodos? Es decir, encontrar a alguien que te comprenda y te escuche es maravilloso, pero si existe un momento en el que...ーJosé dejó de atacar, trataba de comprender lo que le decía su enemigo.
ーEsa persona no te entienda o no puedas expresar tus sentimientos, ¿hay algo que se pueda hacer?ーDio por finalizada la frase, José había tratado de completar esa frase. Cada palabra que había mencionado era correcta.
ーSí.ーAfirmó Ángel.
ー¡Ángel! ¿Qué tratas de hacer?ーSe molestó Manuel ante la falta de concentración de su amigoー¿Piensas rendirte?ーLo apartó salvándolo de un ataque mágico de parte del Dios del amor, Ángel cayó de espaldas al piso posando a Manuel encima de él.
ーSólo quería hacer esa pregunta, por simple curiosidad,ーSu amigo lo miró por un momento y se levantó apenadoー¿Sabes? Creo que no hay que confiar en Leo.ーFinalizó Ángel.
ーLo sé. La cosa es, que él no es Leo.ーRespondió Manuel mirando con odio a Tomoko.
ーEs un impostor, se trata del anillo.ーDijo el Dios del amor.
Ángel analizó su anillo con cuidado, los Dioses ya no tenían la necesidad de atacarlos, comenzaron a comprender, que solo eran un par de chicos influenciados por un gran mentiroso.
ー¿El anillo?ーÁngel se acercó lentamente a los Dioses y les mostró su anillo sin quitárseloーTomoko me lo dio como nuestra principal fuente de poder.
ーUna gema preciosa y poderosa, sí, pero es muy peligrosa.ーComenzó a contar el Dios de la naturalezaーFue creada en otro mundo. Hay una leyenda, esta dice que la primera persona que porte el anillo caerá en ella una maldición irreversible, pero también obtendrá un gran poder, uno inimaginable.
ーTomoko, la maldición es ese demonio.ーSimón apuntó al invasor con el dedo índiceーEl supuesto Dios con el que hiciste alianza, lo único que quiere es acabar con este mundo.
ー¿Acabarlo?ーPreguntó Ángel preocupadoーEse no era el plan.
ーUstedes querían gobernar Saurtok.ーAdivinó JoséーSupongo, por su cara de decepción y vergüenza, que no era su intención acabar con él.
ーEste mundo es grandioso y alucinante, ¿por qué querría destruirlo?ーManuel se acercó a su amigo Ángel y miró el anillo que este aún portaba.
ーPor él,ーEl Dios del amor miró con atención a el Dios de Saurtok quien se encontraba sin su respectiva magiaーQuiere acabar con él ya que fue la razón de su destierro.
Manuel y Ángel se quedaron con más preguntas que respuestas, pero comprendieron que no era el momento de conocer toda la historia de Saurtok.
Tomoko estaba ocupado planeando en cómo derrotaría al Dios de ese mundo junto con el Dios Luzzo para obtener el mando del universo.
Rebeca por otro lado, estaba aprendiendo hábilmente de sus poderes mientras Daiki entrenaba junto con Olanda para encontrar de alguna forma sus nuevos y misterios poderes.
ー¡Vamos, puedes lograrlo!ーExclamó Olanda, apoyaba a Daiki a que creara algún poder utilizando su mente, su fuerza o sus emociones, pero no logró nada.
ー¿Sabes qué está sucediendo con Manuel y Ángel?ーLe preguntó Rebeca a su amiga.
ーCreo que se unen a nosotros, bueno, eso parece al menos.
ー¿Unirse a nosotros? ¿Te refieres a que traicionarán a su líder? El chico del cabello canoso.ーPara Rebeca era complicado entender que una persona que había conocido en tierra había planeado atacar al mundo en el cual ella se encontraría en ese momento. No era nada sencillo de comprender.
De pronto, cuando los Dioses junto a Ángel y Manuel decidieron crear un plan para detener a Tomoko, este lo notó mientras apartaba a Turtle de su vista y esquivaba los golpes de Silas.
ー¿Qué demonios hacen?ーPreguntó Tomoko enfadado, comenzó a crear una esfera de poder oscura con energía eléctrica de color rojo, antes pensaba utilizarla contra su objetivo, Trébol, Dios de Saurtok quien se encontraba indefenso, pero al notar el cambio de planes decidió utilizar su magia en contra de aquellos que lo traicionaron.
Su poder fue lanzado repentinamente, Ángel y Manuel lograron ver llegar el ataque, Manuel tapó con su cuerpo a su amigo, mientras que Simón trató de hacerlos a un lado interponiéndose entre ellos, José al notar esto corrió para protegerlos, pero no lo logró.
Simón y Manuel cayeron heridos al piso, aparentemente los habían quemado y lanzado con una gran fuerza. Ángel resultó ileso ya que había quedado a espaldas de Manuel, se había ofrecido como escudo humano.
José llamó de inmediato a través de un poderoso grito a los magos capaces de curar esa clase de heridas, llegaron de inmediato y los llevaron al hospital más cercano en el cual se encontraban varios Saurtokrianos heridos, eran magos, guerreros que habían enfrentado a muchos soldados enemigos.
Simón había perdido la conciencia por un momento, al recuperarla y abrir los ojos lo primero que vio fue a su esposo José, quien hablaba con Ángel, se encontraba cuidando de Manuel, se encontraban en camas médicas vecinas.
ーFeliz cumpleaños, Simón. Gran día para celebrar, ¿ah?ーSusurró José con una lágrima cayendo de su mejilla.
Simón sólo sonrió y estiró su mano lentamente hacia la barbilla de su chico para limpiar sus lágrimas.
ーAsí es cada cinco de abril, tranquilo.ーAcercó el rostro de su esposo para poder besar su frenteーMe recuperaré. Así que ve y aplasta al hijo de perra que me hizo esto, ¿de acuerdo?
ーEso mismo haré.ーSe levantó de su lugar decidido, confiado y algo enojadoーOye, tú, ¿vienes conmigo?
ーTe vengaré, amigo.ーTerminó de hablar Ángel con Manuel quien se negaba a quedarse ahí sin hacer nada, estaba decidido a salir y seguir peleando si Ángel se lo permitía pero no fue así.
José y Ángel salieron del lugar dispuestos a terminar con Tomoko, el causante del caos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top