Capítulo 4
El Dr. Gillman no era precisamente el mejor doctor que se pudiera conocer, pero algo era seguro, era casi un miembro de la familia, o al menos, parte fundamental del hotel, y para él, eso era importante. Sí, los medicamentos no funcionaria para Dennis, pero eso no significa que no haya solución. Y si bien, no le había dado tiempo por la repentina forma de como los padres de Dennis se habían levantado tan rápido y no tuvo la oportunidad de explicar que tal vez, aún existía una solución; solo que aún no lo sabía.
No obstante, no se iba a rendir al respecto. Buscaría por todo el hotel y fuera del este de ser necesario, cada rincón, de Norte al Este y preguntaría a cada huésped sobre sus conocimientos por muy mínimos que fueran. Porque poco o nada le interesaba su vocación, pero a veces, cuando los límites nos rebasan, tenemos que salir de nuestra zona de confort y encontrar una respuesta a nuestros problemas. Ya estando adentro de la habitación, se captaba un olor a muerte, era como si su hijo ya no estuviera. Todo estaba tan limpio que podrían jurar que sus reflejos podían verse en las paredes y suelo, o bueno, al menos para Jonathan. Johnny tuvo que agarrarse de lo primero que encontró para no caerse al ver a Dennis, tuvo que ser aún más fuerte para Mavis que, se largó a llorar por la impresión de ver a su pequeño de esa forma. Para ambos fue demasiado, y no era para menos, Dennis lucia muchísimo más pálido de lo normal, se sentía frío, su cuerpo estaba débil, y aquel brillo en sus ojos, que una vez caracterizaba tanto en él, se había apagado. -Johnny-su voz lucía apagada, casi como un murmullo dijo lo que secretamente guardaba- siempre he sabido, desde que te conocí, que algún día los perdería. Los humanos tan frágiles y... - no pudo más y las lágrimas volvieron a escapar. Y con todo su dolor de su corazón tuvo que pronunciar lo que tanto se había callado- que... día tenían que mo...rir.- Algo dentro de ella se rompió, fue como decir palabras prohibidas, pero que secretamente siempre lo cargaba en sus hombros. Y siempre trato de prepararse para ello, después de todo, para los vampiros, un siglo era apenas un parpadeo. -cariño ¿qué dices?- para Johnny era confuso lo que decía, no entendía por qué mencionaba algo como eso. Fue entonces que volteo y miró hacia la dirección de la cama donde estaba su hijo y lo entendió todo. Cuando se casó con Mavis nunca tomó en cuenta de qué seria de ella cuando él ya no estuviera, ¿por qué era tan estúpido? Por primera vez en su vida se arrepintió de ser tan desespreocupado de su vida y eso también le hizo sentir miedo. Miedo de perder a su hijo. No hubo más palabras después de eso, solo la abrazo con todo el amor que tenía y rezo para que pudiera ocurrir un milagro.
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