Capítulo 15


Por otra parte, Jonathan tampoco estaba bien, tenia su propio sufrimiento. Sufrimiento que se convirtió en lamento. Lamento donde ni siquiera la lagrimas salían, estaban estancadas. Pero su dolor, oh su dolor, eso sí lo sentía. Un dolor que se acumulaba y comprimía en su corazón. Y nada de él se sentía igual, algo había cambiado. Siempre se considero una persona optimista, aventurero y con buenos sentimientos, pero ahora todo se sentía tan irreal, nada tenia sentido. Y, aun así, como su cuerpo se lo permitía, camino lentamente hacia la torre más alta del hotel.

Nadie lo iba a detener.

No había razón, solo quería acabar con ese sufrimiento. No podía vivir sin ella. Sin su primer clic. Entonces lo recuerda, recuerda cuando se conocieron, cuando conocieron sus padres, aquel día que supo sobre su embarazo, aquel día que fueron al crucero. Todo eso ya no eran recuerdos hermosos, ahora se sentía tristes, melancólicos y dolorosos...

Pero ¿cuándo fue la última vez que hablaron?

Esa pregunta le retumbo en la cabeza y su corazón dio un vuelco. No quería recordarlo, pero su cerebro lo traccionaba, era imposible no hacerlo.

-Jonny, ¿puedo preguntarte algo? -. Era en esas raras ocasiones donde Mavis sonaba muy serie, tenia que ser algo importante para que estuviera así.

-Claro, amor- respondió sincero, cualquier cosa que tuviera que decir, iba a escucharla.

Mavis se quedo pensando, no dijo nada durante algunos segundos. No sabia como lo iba a tomarlo, tenía miedo.

-En mi ausencia, recorrí el mundo. Jonny, todos los cuentos que me haz contando sobre tus aventuras son más hermosas de lo que creí. Hubo uno que otro humano que me miraba con asco y otros con terror. Pero eso hizo que me diera cuenta de muchas cosas. No soy idiota, Jonnathan. Sé como mi padre te mira...- aquello lo pronuncio con un susurro, como si no quisiera que la escuchara.

- ¿Dé qué hablas, Mavis? -. Era alguien ingenuo, incapaz de leer el ambiente debido a lo distraído que era. Tanto que se podría considerar como un idiota, pero no importaba, porque aquello era su encanto.

"No lo ha notado"-pensó su esposa.

-Está bien, no tienes por qué saberlo, al menos, no de mí parte-, no, no le correspondía decirlo. Aun así, había algo que tenía que preguntarle- Jonnathan Loughran, te amo y siempre te amaré, pero... ¿Crees en la reencarnación? -. De acuerdo, eso había sido inesperado. Para Jonny había sido una pregunta un tanto rara, ¿a que se debía dicha pregunta?

-Una vez, en una ocasión que fui a India, me dijeron que la reencarnación era un "proceso de aprendizaje". Donde dependiendo el karma que tengas, reencarnaras como un insecto o algún tipo de animal. - Pronuncio alegre y nostálgico, extrañaba sus aventuras-. Cariño, no sé que tenga que ver Drac en todo esto, ni el como este relacionado. Pero si te preocupa, puedo decirte que no importa cuantas vidas tenga que pasar, siempre te voy a elegir. En esta y en cualquier otra vida-. Y mentira no era, en verdad la amaba.

-A eso me refiero, amor. Tienes que dejarme ir, hacer tu propia vida. - quería llorar, sentía que en cualquier momento su corazón se iba a detener. Pero tenía que ser honesta, si quería que su esposo fuera feliz, entonces, tenía que hacerlo- Sonara egoísta, pero si algún día ya no me encuentro, quiero que seas feliz a lado de alguien que te merezca, no importa quien sea esa persona, solo asegúrate que cuidarlo y amarlo. Y te prometo, que, aunque exista sí o no la rencarnación, yo estaré feliz por ti-.

De acuerdo, ¿dijo él?

¿Acaso se estaba volviendo loco o ya estaba escuchando mal? No entendía por qué se refería a un hombre. Pero algo muy dentro de él parecía romperse,

Aquel día no logro entenderla, pero ahora todo tenía sentido. Sin embargo, no quería aceptarlo, solo la quería de vuelta. Y si morir era la única opción, entonces, que así sea.

Observo las nubes que se encontraba encima de él y visualizo el sol que apenas se estaba ocultando. Miro hacia abajo y pudo darse cuenta de lo alto que se encontraba. Ni siquiera lo pensó, y dio un paso hacia adelante. Todo se volvió en absoluto silencio y parecía que el tiempo se hubiera detenido.

Un par de rocas cayeron cuando Loughran piso el borde del suelo; y cerró los ojos dispuestos a saltar. Pero entonces paro en seco, a lo lejos, escucho un llanto de un niño. Apenas se podía percibir debido a lo lejos que se encontraba, apenas era como murmullo, pero al fin a cabo, se escuchaba. Era su hijo.

¿Cómo pudo olvidarlo?

Rio por debajo a darse cuenta de lo egoísta que había sido y por primera vez en su vida, estaba enojado consigo mismo.

-Jonnathan-.

Exactamente ¿de quién era esa voz?, parecía que la conocía, pero no lograba saber de quien era. Todo estaba confuso, el dolor era tan grande que todo lo demás se volvió opacado. Tan solo volvió a reír, esta vez, más alto.

-Jonnathan-. Volvieron a llamarlo. Sonaba como una suplica o tal vez una de preocupación, no lo sabía, ni tampoco quería saberlo

-Por favor, vuelve, tu hijo te necesita-.

¿Su hijo? Claro, su hijo. La razón por la que no había saltado, pero ¿qué clase de ejemplo le daría a su hijo, ahora que su madre ya no se encontraba?

- ¡Jonnathan! -. Grito. Algo en sus neuronas hizo clic, y solo estaba vez, pudo reconocer la voz.

- ¿Drac? -giro su cabeza y entonces lo vio. Tan alto y tenebroso, pero que, de alguna forma, le causaba cierta calidez.

Ni siquiera lo pensó dos veces. Y giro sus pies hacia el lado contrario; yendo directo hacia sus brazos. Lo abrazo tan fuerte, que su respiración se aceleró y su corazón ya no se sentía tan roto.

Al principio, el conde estaba un poco confundido, confundido por no saber que hacer, solo sabía que tenía que corresponderle. Él también se sentía necesitado. La muerte de su hija en verdad la había afectado mucho. Y cuando vio a Jonnathan en borde de la torre, solo pudo pensar en lo peor. No quería perderlo.

Había dejado a su hija cuando escucho el llanto de su nieto. No quería separarse de ella, pero tampoco quería que a Dennis le pasara algo, no iba permitirlo. No fue una decisión fácil, pero al final decidió que tenía que buscarlo. Grande fue su sorpresa a verlo tirado en cama, al parecer había tratado de caminar, quería ver a su madre.

-¡¡¡¡¡¡MAMÁ!!!!!-

No sabia como, pero por alguna razón sentía que tenía que verla y abrazarla a como fuera lugar. Apenas se estaba recuperando, cuando abrió lo ojos y pudo notar que estaba solo, fue en ese momento que se asusto y trato de caminar para buscar a sus padres. A penas dio un primer paso, cuando de repente cayó al suelo. Entonces se sintió frustrado, increíblemente inútil. Lloraba de la desesperación de poder abrazar a su madre. Tal vez no fue la idea más ininteligente, pero para un niño era lo único a lo podía pensar. Pero esos pensamientos solo lo abrumaron más, haciendo que empezara a llorar.

-¡¡¡¡¡PAPÁ!!!!!!-, Quería que alguien estuviera con él, alguien, quien sea. ¿Cómo pudieron dejarlo solo?

Drácula se auto culpo por dejar a un niño solo, se sintió más culpable a saber que no podía explicar el por qué lo habían dejado solo. Entonces quiso llorar de nuevo, era el peor abuelo del mundo. Pero tenia que ser fuerte, no podía permitirse a que su familia lo vieran débil.

Quiso cargar a su nieto, más este no se lo permitió, daba patadas y golpes, y hacia todo lo posible para zafarse.

-Iré a buscarlo- Trato de calmarlo, pero su nieto ni siquiera escuchaba.

Con mucho cuidado lo soltó y les pidió a sus amigos que lo cuidaran, mientras él iba a por él. No tardo mucho para olfatearlo, sus sentidos eran más agudos debido a ser vampiro, pero algo hizo que acelerará el paso y con toda su velocidad siguió el rastro de su olor. No sabia que era ese "algo", pero era como su corazón le indicaba que algo estaba jodidamente mal.

No tardo mucho para encontrarlo, casi se desmaya a darse cuenta que Jonnathan estaba a apunto de saltar. Su primera reacción fue aventarse para atraparlo, pero sus pies no le correspondían, su cuerpo no se movía. Tardo una milésima de segundo para darse cuenta que lo único que podía hacer era hablar, pero de su boca tampoco salía palabra alguna,

-Jonnathan- Fue solamente lo que pudo pronunciar, y lo único que pudo pensar.

Para Jonnathan el abrazo había sido todo para él. No quería separarse ni mucho menos dejarlo ir. Un segundo esta a punto de acabar con su vida y al otro solo quería a Drácula entre sus abrazos. Y supo que aun tenia que vivir, no solo porque ahora se sentía mejor, Sino por Drácula. No quería dejarlo solo, le había prometido que iba a estar con él, Y aún más importante, tenía que vivir por su hijo. Por ellos y nadie más. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top