Punto uno del contrato, anulado
Devon
Subimos a prisa al coche, Jason se encontraba ya en la entrada esperándonos, por lo que en cuanto la puerta se cierra solo toma unos segundos para ponernos en marcha. Me encuentro demasiado ansioso en este momento, casi que si Danielle se echa para atrás me bajo del coche en movimiento solo para olvidarme de lo que ha pasado.
Danielle coloca su mano en mi pierna mientras observa por la ventana el paisaje, la observo curioso, ya que este tipo de demostraciones no son comunes conmigo, su mano es bonita, delgada, dedos largos, uñas arregladas y blanca como toda ella. Coloco mi mano sobre la suya, el contraste de nuestras pieles es significativo, piel blanca contra piel ligeramente bronceada, pensé que la retiraría, pero la ha dejado ahí, por lo que paso mi pulgar por sus nudillos, volteo a verla y tiene una sonrisa en el rostro mientras observa la ventana.
En cuanto llegamos al edificio donde vivo, me bajo rápidamente para así abrir su puerta, la ayudo a bajar y ella me agradece con una sonrisa, la guío con mi mano en su cintura, en cuanto llegamos a mi pent-house la escucho silbar, cosa que hace que suelte una risa.
—Si que es grande— Dice viendo alrededor
—No es lo único grande que hay aquí— Respondo en tono de broma, ella voltea a verme con el ceño fruncido, bufa mientras pone los ojos en blanco
—Ridículo— Camina adentrándose más, hasta colocarse frente al gran ventanal que se encuentra en la sala— Tienes una vista privilegiada— La escucho suspirar— El poder del dinero
Me acerco con las manos en los bolsillos de mi pantalón— Tienes razón, tengo el dinero para pagar por este lugar, pero no es lo mismo cuando lo disfrutas solo
Suelta un risa burlona— Si no supiera que esto es un acuerdo, creería que quieres pasar tu vida conmigo
Coloco mis manos en sus hombros y me coloco justo detrás de ella— Son mis líneas para conquistar mujeres— Murmuro contra su oído
—No lo dudo ni tantito— Se gira quedando frente a mí, coloca sus manos alrededor de mi cuello, sus tacones la hacen casi de la misma estatura que yo, me dirige una sonrisa y peina mi cabello— Para suerte de ambos, no soy ilusa como ellas y para suerte mía yo si me casaré contigo
Trago saliva, Danielle es la única mujer capaz de decir eso y dejarme sin una sola palabra en mi boca, si cualquier otra mujer hubiese dicho eso, probablemente estaría de camino a su casa ya.
—¿Estás segura que quieres anular el punto uno del contrato?— Pone un rostro pensativo, como si realmente se lo estuviera considerando
De pronto me dirige una sonrisa— Punto uno del contrato, anulado— Su voz hace que un ligero escalofrío me recorra, llevo mis manos a sus caderas mientras suelto un suspiro, pego mi frente a la suya
—En cuanto te quite este vestido, no hay vuelta atrás Danielle— Mi voz se ha tornado un poco ronca debido a la excitación
Se separo un poco con una sonrisa adornando su rostro, la veo bajar el zipper de su vestido lentamente, para así dejarlo caer a sus pies, convirtiéndose en un charco de ropa en el suelo, aclaro mi garganta mientras subo mi mirada recorriéndola desde los pies hasta su cabeza.
Joder
Maldita sea
Solo traía puesto sus bragas sin aparente aparición alguna del sostén. La vi acercarse a paso seguro con esos tacones hacía mí, cuando llego frente a mi, sin ningún espacio separándonos, llevó su mano a mi rostro mientras unía sus labios con los míos, nos fundimos en un beso ansioso, necesitado. Llevo sus manos a mis hombros, para después sentir como comenzó a quitarme el saco del traje, la ayude en el momento en el que no pudo sacarlo debido a la posición de mis brazos, y de forma apresurada comenzó a abrir la hebilla de mi cinturón, justo en ese momento me di cuenta que no podía tenerle en esa condición en medio de la sala principal, donde cualquier empleado podría entrar en cualquier momento. La tome de los muslos, alzándola, ella de forma inmediata enrosco sus piernas a mí, nos lleve a mi habitación, en cuanto entré cerré la puerta detrás de mi de un portazo, la recosté en la cama, ella me observaba con una sonrisa, su pecho subía y bajaba de forma agitada.
Desabotoné mi camisa lanzándola a algún lugar de la habitación, me subí a la cama hincado justo frente a ella, ella extendió su mano pidiendo la mía.
—Aquí. —Abrió mi mano, colocando sus bragas dentro antes de cerrar mis dedos sobre ella.
Me sorprendió sentir la humedad en mi palma. No solo me había dado sus bragas, sino que me había dado sus bragas mojadas. Mi polla se agitó.
Incapaz de resistir, hundí mi nariz en el tejido de encaje e inhalé profundamente el aroma dulce y femenino de su excitación. Y eso fue todo. Eso fue lo que finalmente me deshizo, como una droga que evapora mis inhibiciones.
Necesitaba más.
inclinándome hacia ella, apoyé la cabeza en su estómago, tratando de salvar cualquier rastro de cordura. No había ninguno. Cerré los ojos mientras bajaba la cabeza hacia sus piernas, separando las rodillas. Danielle dejó escapar una leve risa nerviosa.
—¿Crees que esto es gracioso? —dije mientras besaba vorazmente sus muslos internos.
—Así es. Yo... —Dejó de hablar en el momento en que mi boca aterrizó con fuerza en su coño, que estaba completamente desnudo. No podía tener suficiente de su suave piel mientras mi lengua se arremolinaba sobre su carne hinchada. Lo disfrutaba. Su palpitante clítoris era evidencia de eso. Lo bueno es que la tendría para mi por lo menos 6 meses más. Porque a ella sería como una bofetada en la cara del universo que me la había enviado.
No tenía idea de cómo iba a dejarla ir.
—Sabes mejor de lo que jamás podría haber imaginado.
Con sus manos envueltas alrededor de mi cabeza, me empujó más profundamente en ella. Esta mujer a la que había deseado que la vi se vino repentinamente contra mi boca. Se sentía surrealista. No esperaba que ella llegara a su clímax tan pronto. Mi polla estaba lista para explotar.
—Lo siento —dijo ella sonrojándose, sin duda alguna sonrojada se veía adorable, combinaba perfectamente con su cabello
—No te disculpes. Esa fue la cosa más excitante que haya experimentado.
—Bueno, entonces estamos de acuerdo en algunas cosas —dijo Danielle mientras se levantaba y comenzó a montarme a horcajadas—. Tu turno.
—Carajo si no— Agarré sus caderas y empujé su vagina desnuda sobre mi erección dura como una roca que se tensaba a través de mis pantalones.
Mi boca se envolvió contra la de ella. Cerrando mis ojos, disfruté la sensación de su calor mientras se movía sobre mí. Besándola con más fuerza, pasé mis dedos por su sedoso cabello.
Hablé sobre sus labios.
—Me encantas, me tienes tan duro
Lleve mis manos a su pecho, se encontraban esas hermosas tetas, con pezones muy rosados y duros al perecer, se veían pesadas, perfectas para mis manos. No perdí el tiempo poniendo mi boca sobre su pecho y chupando tan fuerte que uno hubiera pensado que estaba tratando de expulsar el néctar.
Joder, está mujer me esta volviendo loco
Sonó mi teléfono, pero lo ignoré.
—¿Necesitas atender eso? —preguntó ella.
—No. A la mierda —gruñí, chupando su pecho con más fuerza.
Llevo su mano a mis pantalones sacando mi celular del mismo, lo observo y encarno una ceja, me dio una sonrisa burlona y me lo mostró, era Andrea.
La vi lanzar mi teléfono al fondo de la habitación, había dejado de chupar su pecho en cuanto había tomado mi teléfono, trago saliva nervioso esperando su reacción.
—Esa mujer puede esperar, justo ahora estás con tu futura esposa, ella no importa— Me empuja recostándome en la cama, esparce besos en mi pecho bajando lentamente.
Bajó la cremallera de mis pantalones y me jaló para que me levantara para poder bajarlos. Felizmente obedecí y la ayudé a quitar mi bóxer a la vez. Mi polla tensa se liberó. Una de sus delicadas manos se envolvió alrededor de mi eje, y dio un par de bombeadas hasta que una pequeña gota de líquido pre seminal brillo en la punta.
Mis ojos estaban pegados a ella mientras se inclinaba y la lamía. Sus ojos se cerraron mientras llevaba su lengua de nuevo a su pequeña y caliente boca y lamió sus labios.
—Mierda —gruñí.
Me sonrió maliciosamente.
No estoy seguro de si en verdad se está tomando su tiempo, o si era mi mente jodiéndome, pero abrió su boca ampliamente y todo pareció desarrollarse en cámara lenta. Se inclinó hacia mi polla, su lengua se asomó, y entonces sus labios gloriosamente pintados de rojo se envolvieron alrededor de mi corona y se cerraron. Me succionó dentro, tomando toda mi longitud en un profundo, largo y duro movimiento.
—Dios. Mierda, Dan.
Me dirige una sonrisa
Se retiró lentamente, succionando fuerte mientras sus labios se deslizaron por mi longitud mientras la parte plana de su lengua se presionó contra la vena palpitante. Entonces, después de salir casi del todo, inmediatamente me tragó de nuevo. Con cada subida y bajada, sentí una emoción diferente, agradecido con Dios que lo fuera.
Alternó entre tomarme profundamente y bombearme en la base con su resbaladiza y pequeña lengua girando alrededor de mi punta. Si hubiera estado dentro de ella, el tiempo que me hubiera tomado terminar sería vergonzoso. Incluso entonces, fueron menos de cinco minutos antes de que estuviera conteniéndome y teniendo que advertirle que estaba a punto de explotar.
—Danielle, voy a... —Mis palabras fueron medio gruñidas/medio dichas, pero debió haber entendido—. Dan... —Le di una última advertencia. Pero en lugar de alejar su cabeza, y liberarme de su boca, ella me miró y sostuve su mirada mientras me tomaba hasta el fondo de su garganta.
Jodidamente hermosa. Sus ojos verdes mirándome, las pálidas mejillas cremosas llenas de mi polla, y los labios rojos cerrados sobre cada centímetro. Enredé mis dedos en su cabello y rogué con su nombre una vez más mientras me liberaba en su garganta. Soltó un gemido mientras cerraba sus ojos y se tragaba hasta la última gota de mi semen.
Sin poder hablar, me incorporé y la levanté, sentándola en mi regazo para poder enterrar mi rostro en su hombro. Después de que su respiración se calmó, besé su cuello.
—Eso fue... increíble. Se siente raro querer decir gracias después de eso. Pero mierda, gracias.
Se rio. El sonido me hizo sonreír como un idiota.
—De nada.
La sostuve sobre mi regazo por un largo rato. Cuando la sangre finalmente volvió a mi cerebro, la mire a los ojos y pude ver que se encontraba muy cansada, sería muy inconsciente de mi parte agotarla más.
—Quédate conmigo esta noche. Estás muy cansada y no haremos nada más hasta que estés en tus cinco sentidos— Coloque su melena roja detrás de sus orejas, se encontraba sonrojada en toda el área del pecho, se extendía hasta los hombros, pase mis manos por los mismos, adornados de cientos de pecas.
La recosté en la cama, para después quitarle los enormes tacones, haciendo que suelte un largo gemido— Me quedaré, pero solo porque tu cama es muy cómoda— Me acuesto a su lado y ella se acerca, colocándose sobre mi pecho, si creía que sus hombros tenían pecas, su espalda tenía mucho más, se quedó dormida inmediatamente, pase mano por el contorno de su cuerpo, tenerla aquí recostada a mi lado, me hace darme cuenta que tal vez, estos 2 años no serán tan difíciles como imaginé, podría acostumbrarme a esto sin lugar a dudas.
/////////////////////////////
Les recuerdo que tengo otras historias en mi perfil, las cuales pueden pasar y visitarlas.
Nos leemos pronto, xx.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top