Morena
Devon
No quito mi mirada de ella, a decir verdad, me ha sorprendido su pregunta.
Suelto una carcajada que retumba en el interior del coche, ocasionando que me dé una mala mirada.
—¿Por qué demonios te ríes?— El tono molesto solo me hace reír más— Olvídalo, vete a la mierda
Hace el afán de salir del coche, el cual se encuentra detenido en el tráfico.
—Danielle— Niego divertido tomándola del brazo, evitando que salga— No puedes bajar aquí
—Claro que puedo, y es lo que voy a hacer
Suelta su brazo de mi agarre y jala la palanca, pero la puerta no cede.
Voltea a ver a Jason quien tiene la mirada al frente, ignorando la mirada asesina que le está dando la pelirroja.
Se acomoda en la esquina sin mirarme de nuevo, y en silencio.
El resto del recorrido es en completo silencio, ni una sola palabra, ni una sola mirada.
Era un Cero a la izquierda para ella, por eso cuando llegamos a su edificio, no dudó en bajarse sin despedirse y azotar la puerta detrás de ella.
—¿Todo bien?— Murmuro Jason
—Perfectamente— Puse los ojos en blanco
—Realmente creí que esta vez era algo serio— La mueca que me da me hace suspirar frustrado
—Lo siento, Jason— Recargo la cabeza contra el asiento
—Danielle parece ser una buena mujer
—Lo es, por eso le pedí ayuda
—No merece que la lastimes
—¿De qué hablas?
—Solo digo, que si su relación es solamente por Henry— Me mira a través del espejo retrovisor— Lo mejor que deberían hacer es mantenerse alejados, los lazos sentimentales van a ser difíciles de romper después
—Ambos somos adultos y sabemos manejar la situación
—Yo no estaría tan seguro— Se encoge de hombros— ¿Traerle regalos de tu viaje? ¿Cosquillas en la parte trasera del auto? ¿Ir a cenar con ella?
—Solo es para llevar una buena relación, estaremos juntos 2 años...
—Deben marcar limites, quedarse como amigos— Aclara— Se comportan como si fueran pareja, pero sin el compromiso de por medio
—¿Qué sugieres? ¿Solo encontrarnos para lo necesario?
—Totalmente— Se aclara la garganta— Separen las cosas, así ninguno mezcla los sentimientos y ninguno terminará herido
—Jason...
—Tu madre estaría muy decepcionada de ti
Decido no responder ante su ultimo comentario, no quiero que reproche cosas que ya se.
Es obvio que a mi madre esto no le hubiera gustado, pero también es obvio que ella no está y por eso debo hacer lo necesario para traer a mi hermano de vuelta a mi lado.
-*-*-*-*--*-*-*-*-*-
Día 30
En el transcurso de las semanas no habíamos tenido contacto en absoluto, la prensa comenzaba a especular si nuestro compromiso solo había sido una forma de tapar lo mujeriego que era.
No había salido con nadie más desde la cita con la organizadora de la boda, no me había acostado con ella, solo como aclaración.
Pero al parecer a Danielle eso no le importaba.
Por si fuera poco, Danielle se la había pasado de fiesta en fiesta con su amiga y el chico que estaba enamorado de ella, Tom.
A la prensa parecía gustarle la pareja que formaban, inclusive había un ship.
Tomelle
Ridículo
Pero ella se iba a casar conmigo, no con el ridículo de Tommy.
Como si necesitara más mierda encima.
El tono de mi teléfono interrumpe mis divagaciones, el remitente es desconocido, por lo que contesto dudoso.
—Devon Knight
—Devon, soy Kat la amiga de Danielle— Suspiro profundamente ante su voz
—Dime, ¿Qué pasa?
—Sé que no debería estar llamándote, pero estoy preocupada— Frunzo el ceño confundido
—Sobre que
—Danielle— Dice como si fuera obvio— Verás, sé que debería estar planeando la boda...
—No entiendo porque quieres hablar de esto
—Lo sé todo, Danielle y yo no tenemos secretos
Aprieto el puente de la nariz estresado, más problemas sin lugar a dudas.
—Ya— Suspiro— ¿Qué quieres que haga?
—Planear la boda, obviamente— Suelta en tono irónico— Danielle no va a planear nada, porque dice que solo planeará cuando sea su boda de verdad— Esta mujer habla demasiado— Así que, creo que deberías organizar tu...
—Ya contraté a una organizadora de bodas— Interrumpo fastidiado— Pero ya que Danielle no contesta, no ha podido reunirse con ella
—Oh— El tono sorprendido me hace poner los ojos en blanco— Bueno, sería una buena idea que vaya a su casa
—Voy a mandarte su número, ponte de acuerdo con ella
Corto la llamada sin dejarla decir más. No tengo ganas de estar escuchándola hablar sin parar.
Envío un corto mensaje a la organizadora de bodas, informándole que debe reunirse con la amiga de Danielle. Mando la dirección y algunas indicaciones para llegar al complejo, espero que esto no se complique más y Danielle decida quitarme la ley del hielo.
La puerta se abre abruptamente, sé perfectamente quien es.
—¿Qué significa eso?— Lanza una revista de chismes frente a mí, la portada es nada más y nada menos que Danielle abrazada a Tom
Lo miro, esperando a que diga algo ante su interrupción.
—¿Por qué compras revistas de chismes?— Me mira incrédulo— ¿Y porque entras sin permiso?
—El que hace preguntas soy yo— Frunce el ceño negando con la cabeza, se deja caer en la silla frente a mí y me observa curioso— ¿Por qué demonios tu prometida está abrazada a ese desconocido?
—No es un desconocido— Aclaro, abro la revista y me voy a la pagina en donde hay más fotos de las ultimas salidas con Tom— Es su amigo, no voy a prohibirle que lo vea
—¿Amigo?— Cuestiona irónico— Quiero amigas que me dejen estar así con ellas
—Las tienes— Ataco con una sonrisa, cosa que lo hace hacerme muecas— Detente, son salidas de amigos y ya está
—Esas revistas deberían estar hablando de su bello noviazgo, Devon— Jala la revista y señala un punto que me hace ponerme incómodo— No de lo bien que se ven ellos juntos, ni de como la engañaste con la organizadora de bodas— Mueve su dedo de nuevo y señala otro lugar— Ni mucho menos sacando conclusiones sobre como habían terminado ya su compromiso
—Yo no he declarado nada
—Eso a ellos no les importa— Bufa divertido— Ellos viven de las conclusiones apresuradas, creen que rompieron el compromiso y volviste a la vida de promiscuidad y ella está curando su corazón roto— Me señala— Que tu causaste, ahora eres el triple hijo de puta de lo que eras antes
—Solo para que conste, no volví a mi vida de promiscuidad— Cierro la revista y la lanzo al bote de la basura— He estado hasta el tope con el trabajo que no he tenido tiempo de inmiscuirme con nadie
—No veo porque debas darme explicaciones— Se cruza de brazos— Has algo, o este teatro va a caerse
—Me invitaron a una recaudación de fondos en dos días— Me pongo de pie acomodándome el saco— No suelo ir a esos lugares, pero supongo que ir con Danielle disipará un poco los rumores
—Suerte con eso— Me encamino a la puerta y la abro, llevo mi mirada hacia él y sonrío en su dirección— ¿Estás corriéndome?
—Por supuesto— Vuelvo a señalar la salida— Quiero paz mental y contigo aquí parloteando no me ayudas
—¿Has sabido algo de Henry?
—Lo he visitado un par de veces— Me encojo de hombros— Está bien, ha estado tranquilo
—¿Te han permitido verlo?
—Claro, la doctora quiere mantenerme contento para que no la demande
—Todo está listo para ello— Sonríe y suspira— Tu solo dime, y tendrá una demanda al día siguiente
—Esperemos un poco más, con todos estos chismes es una mala idea empezar
Se pone de pie encaminándose hacia la salida, pasa palmeándome la espalda y sale de la oficina dejándome solo por fin.
Cierro la puerta y suelto un suspiro pesado.
Hoy es un día terrible, y sé que Henry debe estarla pasando igual o peor que yo. Hoy es el aniversario de la muerte de nuestros padres, y aunque ya han pasado años, sigue sintiéndose como si fuera resiente.
La culpa sigue ahí, aunque todo el mundo diga que no, la culpa sigue retorciéndose en el pecho y hace este día más pesado.
Pongo seguro en la puerta y me voy a la licorera, será una tarde larga y tortuosa.
*-*-*-*-*-*-*-*-
Danielle
Observo a Henry dormir, está así desde que llegué hoy por la mañana, no ha querido salir de aquí y mucho menos comer. Hoy es ese día como en años anteriores cuando se encierra en su propio mundo y nadie, absolutamente nadie puede entrar.
Acaricio su cabello rubio, tan similar al de su hermano que por un momento considero sonreír ante el gran parecido que hay entre ambos, es imposible no decir que el gen Knight corroe por el.
La puerta de la habitación se abre y la Dra. Moore se detiene en el marco con los brazos cruzados.
—Creo que deberías irte por hoy— Susurra— No va a salir de aquí, y entre Francis y yo podemos manejarlo
La observo, tiene una mirada apagada y es imposible detener la pregunta que sale de mi boca.
—Nunca lo había preguntado, pero ¿Por qué Henry se comporta de esta forma justo hoy?
Suspira y sale por la puerta, invitándome a seguirla. Me pongo de pie y deposito un beso en la frente de Henry, siento su mano envolverse en mi muñeca y sus ojos se entreabren deteniéndome, sonríe de lado y vuelve a cerrarlos soltando su agarre en mi muñeca.
Al salir, la doctora está esperándome afuera, caminamos en silencio el recorrido hasta su oficina. Entra dejando la puerta abierta, como invitación a que entre yo también. Cierro la puerta detrás de mí y me siento frente a su escritorio.
—¿Devon no te ha contado que sucedió el 15 de octubre de hace 17 años?
Su pregunta me toma por sorpresa, pero sospecho sobre lo que habla y ahora tiene más sentido la conducta de Henry el día de hoy.
—A Devon no le gusta hablar mucho sobre la muerte de sus padres— Me da una mirada curiosa, trato de parecer lo más segura posible, lo que menos quiero que sepa es que no sé absolutamente nada de eso.
—Pues ahí tienes tu respuesta— Saca una carpeta con documentos de uno de los cajones del escritorio, saca un recorte de un periódico viejo y me lo da— 15 de octubre del 2001 los señores Knight murieron en un trágico accidente
Leo la nota con el ceño fruncido, sorprendida porque por primera vez conozco un poco más de la vida de Devon Knight.
La nota es concisa, relata la manera trágica en la que Violet Knight, profesora del MIT y Domick Knight decano de la misma universidad, perdieron la vida en un accidente automovilístico, cuando el coche salió del asfalto debido a la torrencial lluvia que caía esa noche. El como dejaron dos hijos huérfanos a cargo de su entonces chofer y ama de llaves, era algo interesante al saberse que ninguno de ellos tenía familia que se hiciera responsable de los niños. La nota relataba la brillante carrera de ambos y un par de fotos.
El parecido de Devon y Henry con su padre es increíble, pero los rasgos suaves de su madre también se encuentran presentes.
Le regreso la nota a la doctora y la observo, esperando a que más es lo que dirá.
Henry puede parecer que no está en nuestra misma realidad, pero recuerda perfectamente lo que sucedió, tal vez no claramente, pero su consciencia sabe que un día como hoy perdió lo que mas amaba, sus padres y la familia que tenía.
—Henry hace esto cada año, mañana amanecerá como nuevo— Sonríe de lado
Yo no estaría tan segura, lo que sucede después de hoy es una lesión, suele enterrarse las uñas en las palmas de las manos hasta hacerse sangrar, rasguñarse el abdomen de forma exagerada, morderse, o eso es lo que recuerdo.
—Vendré mañana— Me pongo de pie dispuesta a salir, pero su voz me detiene
—No es necesario que vengas todos los días— Tiene una sonrisa socarrona en el rostro— Debes dormir más, el no descansar después de salir de fiesta puede ser contraproducente
—Estoy durmiendo perfectamente— Salgo azotando la puerta detrás de mí.
Está claro que me quiere lo más lejos de la clínica posible, ya sea para evitar que le cuente sobre Henry a Devon o algo por el estilo, lo que no sabe es que llevamos semanas sin hablar y probablemente ya no vayamos a sacarlo de aquí, o por lo menos no vaya a sacarlo conmigo.
Salgo de la clínica con rumbo a mi casa, mi cabeza comienza a preocuparse del estado emocional de Devon. Sé que es un hombre adulto ya, y que ni de broma debe estar como Henry, pero me pregunto que suele hacer en un día como hoy.
No hay mucha gente en el camino, por lo que tomo mi teléfono y me debato entre si estoy en lo correcto decidiendo llamarlo, su tono suena 5 veces hasta que se lanza el buzón.
Frunzo el ceño, debe estar haciendo algo importante como para no responder.
Pongo el teléfono en el asiento, no voy a llamarlo, ya lo hará el cuándo este libre.
Pero algo se remueve en el pecho, ¿Y si le pasó algo?
Despego mi vista de la carretera para tomar el teléfono, comienzo a llamarlo de nuevo y es cuando me percato de la luz roja con la que debo detenerme. Piso el freno hasta el fondo, el coche se detiene abruptamente un metro después de la línea amarilla y es entonces cuando lo siento, el golpe en la parte trasera que hace que mi auto se sacuda, mi cuerpo es atraído hacia el asiento debido al cinturón de seguridad y siento un pinchazo en el pecho y la clavícula.
Mierda
El claxon del auto detrás resuena, pero estoy centrada en hacer entrar el aire a mis pulmones. La presión del cinturón de seguridad sacó el aire de mi cuerpo y ahora necesito controlar mi respiración.
Un golpe en mi ventana hace que gire sorprendida, un hombre grita furioso golpeando mi ventana exigiéndome que me baje. Respiro profundamente y bajo mi ventana, sus gritos no se hacen esperar y trato de mantener la calma.
—¡¿Qué mierda vas haciendo que no ves el maldito semáforo?!
—Lo siento mucho, me distraje un poco y...
—¡Las mujeres son un peligro al volante! — Me interrumpe furioso— Van haciendo cualquier cosa, menos centrarse en la carretera
—Ya le dije, que lo siento— Tomo mi cartera y saco unos billetes para después tendérselos— Con eso es suficiente para pagar su golpe
—¡¿En serio crees que con unos billetes basta?! Deberían prohibirte manejar, podrías matar a alguien en algún momento
—Deme su numero y puedo mandar a mi aseguradora con usted...
—¡¿Eres estúpida o te haces?!— Golpea el techo de mi auto haciéndome encogerme— Tengo mi propio seguro, lo que quiero es que dejes de ir de idiota al teléfono
—No veo porque insultarme...
—Porque eres una idiota...
Las bocinas de los otros autos comienzan a sonar al tener el tráfico detenido.
—Miré, ya le pagué el golpe, vamos a movernos para evitar estar estorbando— Dispuesta a moverme, el hombre coloca su mano sobre mi volante deteniéndome— Saqué su mano de mi auto
—¿O si no qué? — Su mirada alterada estaba poniéndome nerviosa— ¿Qué vas a hacer contra mí, cabeza roja?
Mis manos comenzaron a sudar y mi corazón se aceleró, el miedo estaba sobre mí acorralándome y no sabía qué hacer.
—Oye hombre, déjala ir ya te pagó— Un chico sobre una moto intercedió
—No te metas, imbécil
—Por favor, solo quiero irme— Murmure asustada
El hombre sonrío negando— No vas a irte, perra
—¿Qué está pasando aquí?— La voz de Alessandro Ricci hace que volteé inmediatamente en su dirección.
Vestido de forma impecable como era su costumbre, se ve tan fuera de lugar de pie a lado del hombre que mantiene sujeto mi volante
—Lárguese usted también, estoy solucionando algo
—No, usted va a dar un paso atrás y va a dejar a la señorita irse— El acento es marcado y el aura dominante que emana hace que el señor problemático se tense— Cualquier problema ahora, lo soluciona conmigo
—No es necesario, señor Ricci— Trato de hablar, pero me detiene alzando su mano en mi dirección
—Yo me encargo, dolcezza— Sonríe en mi dirección, el hombre sigue sin soltar mi volante— Clark, ven a mover a este hombre para que Danielle pueda irse
Un hombre enorme de piel obscura viene y retira al hombre que comienza a moverse de forma violenta, volteo a ver a Alessandro Ricci quien no ha perdido la sonrisa del rostro.
—Gracias, señor Ricci
—Anda y ve a casa, yo me encargo
Llevo mi coche en dirección a mi complejo de apartamentos, me estaciono en mi cajón y me encamino a mi departamento aun nerviosa. Abro la puerta y observo a Dora sentada en el sofá viendo la televisión.
Dejo caer mis cosas después de cerrar la puerta y me encamino hasta caer sobre ella.
—¿Estás bien?— Susurra acariciándome la espalda, respondo negando con la cabeza— ¿Qué pasa?
Los lengüetazos de Doris comienzan en mis dedos, haciéndome sonreír ligeramente.
—Un auto me golpeo y ahora debo llamar a la aseguradora
—Oh por Dios ¿Estás bien?
Me toma por los hombros y comienza a escanearme, asiento volviendo a caer sobre ella.
—Solo quiero dormir por hoy...
La puerta se abre y observo a la persona que entra con toda la efusividad del mundo.
—¿Qué haces acostada? ¿Es que no ves el teléfono?
Frunzo el ceño molesta ante su pregunta, lo que menos he visto después de lo sucedido es el teléfono.
—No estoy de humor, Kat
—Que lastima, porque la organizadora de bodas viene de camino
—¿La qué?— Murmura Dora— ¿Por qué llamaste a una organizadora de bodas?
—Yo no fui— Se dejó caer sobre mi riendo— Fue tu futuro marido
Me tenso, no quiero ver nada sobre la supuesta boda, es como la cereza de este pastel llamado vida.
—¿No puedes decirle que de la vuelta?— Hace un sonido de negación y yo gruño en respuesta
El timbre suena y ella se incorpora rápidamente, me acomodo en el sofá y observo como Kat abre la puerta.
—Pasa, bienvenida
La forma de una mujer entra a mi departamento, una mujer que ya he visto con anterioridad, mujer que salió en unas fotos con Devon, la morena de piernas de infarto que se fue con él sin rumbo conocido.
Esa mujer era la organizadora de bodas, y no sé cómo sentirme.
—Hola Danielle— Me saluda con una sonrisa en el rostro— Por fin te conozco
Miro a Kat, quien me ve con una mirada inocente.
—Hola, ¿Tu eres?— Murmuro tensa
Que ella esté frente a mí, me hace sentir como una idiota.
¿Cómo ha de verme? ¿Qué ha de pensar de mí?
Oh pobre, voy a organizarle su boda, pero me acosté con su prometido.
Por eso mismo no he querido verlo, para no recordar el papel de tonta que estoy haciendo frente a todo el mundo.
Yo nunca he sido esto, nunca he permitido que me traten de esta forma y hacerlo ahora por Devon va en contra de todos mis principios.
—Soy Kiara, Devon me contrató para organizar su boda— Sonríe amablemente tendiéndome la mano.
La estrecho asintiendo y la invito a sentarse
Doris se sienta a mi lado, justo junto a mis pies.
—Bienvenida, Kiara
—Gracias— Abre su maletín y comienza a esparcir muestrarios frente a mí— Devon me dijo que ya tenías el vestido, el escogió algunas cosas, pero me tome el atrevimiento de traer más opciones...— La veo de pies a cabeza, es bellísima sin duda, está claro porque Devon estuvo con ella.
Odio sentirme insegura ante otra mujer, hace mucho esto no me pasaba, había trabajado mucho en esto y de pronto parecía irse todo por la borda
—... para ser honesta, creo que todo lo de la decoración debes escogerlo tú, es tu día y...
—Lo que el haya escogido está bien— La interrumpo, la sonrisa se borra de su rostro y frunce el ceño
—Pero, creí que...
—No Kiara, lo que el haya escogido está bien— Le doy una ligera sonrisa que la hace darme una mirada extraña
—¿Estás segura de eso? Todo lo que escogió es demasiado insípido— Ríe ligeramente— Vas a casarte con alguien extremadamente serio, y estoy segura que tu no lo eres, aunque bueno dicen que los opuestos se atraen y...
—Así está bien— La detengo— ¿Necesitas algo más?
—Si, la lista de tus invitados— Saca una tableta de su maletín y me mira a la espera— Devon solo tendrá una decena de invitados, me dijo que la fiesta será tan grande como tu quieras
—Te la mandaré por correo— Ella asiente, aun no muy convencida— No serán muchas personas, solo familiares cercanos
—¿Tienes alguna preferencia? Jardín, playa, campo ¿Tal vez una iglesia?
—Esa decisión se la dejaré a Devon
—Creo que en un jardín estaría perfecto— Habla Kat por primera vez, uno pequeño
Kiara me mira a la espera de aprobación, pero solo me encojo de hombros.
—¿De que color irán tus damas de honor? ¿Ya está definido?
—Solo será una, que ella decida el color
—Lila está bien— Murmura Kat
Kiara asiente y nos mira de forma curiosa, debe estar preocupada por mi falta de efusividad.
—¿Tienes preferencias sobre la comida o...?
—Sorpréndeme— Ella asiente— Solo evita comida que tenga canela, mi hermana y mi padre son alérgicos a ella
—En cuanto a las invitaciones, Devon escogió este diseño— Me tiene una invitación de tono blanco con letras en dorado y negro, sencilla sin muchos detalles
—Está perfecta
—¿Por qué no mejor me dejas que me encargue de esto? — Kat me toma la mano y me da un apretón— Yo escogeré todo, vas a amarlo
—Si, como sea— Me encojo despreocupada— Entonces, lo mejor es que se vaya señorita...
—Adams— Concluye Kiara
Comienza a guardar sus cosas rápidamente, Kat le tiende una tarjeta y ella la toma guardándola.
—La acompaño a la puerta— Camino hasta la salida y abro dándole salida
—Devon dijo que eras una mujer chispeante, no veo nada de ella hoy ¿Todo bien?
—Si, todo bien
Me mira por un minuto para después terminar asintiendo.
—Solo para aclarar, no quiero a tu hombre— Confiesa— Soy lesbiana, así que las pollas no me van
Su declaración me pone de piedra, no sé qué responder ante esto.
—No debes explicarme nada
—Es que creo que la tensión a nuestro alrededor es porque las revistas de chismes publicaron unas fotos mías con Devon— Se encoge de hombros divertida— Solo fuimos a cenar y después me llevo a casa, no tengo un auto así que fue tan amable de llevarme a casa, además— Alza su mano mostrándome una argolla— Estoy casada, así que tranquila, Devon es solo un cliente al igual que tú, y lo único que quiero es que tu día sea maravilloso
—Solo no tuve un buen día— Ella asiente
—Me comunicaré con tu amiga para terminar detalles
—Te lo agradecería mucho— Se despide saliendo por la puerta, cierro y cuando volteo, Kat está de pie mirándome.
—¿Lo sabías?— Niega con la cabeza— Mierda
—Deberías buscar a Devon, y hablar con el
—No, no voy a hablar con él sobre eso— La paso y tomo mi teléfono comenzando a llamarlo sin obtener respuesta de su parte.
Comienzo a preocuparme, y la única solución que encuentro es llamar a su secretaria.
—¿Hola?— La suave voz de Isabella inunda el auricular
—Isabella, soy Danielle
—Señorita Danielle, que bueno que llama— Dice aliviada
—¿Pasa algo?— Su tono hace que la preocupación se asiente en mí
—El señor Knight no ha salido de su oficina desde hace unas horas— Dice apresuradamente— Y tampoco responde si lo llamo, la ultima vez que esto pasó tuvo que venir un medico a sacarlo de ahí
—¿Cuándo fue la última vez?
—Hace un año
Que equivocada estaba, está claro que la muerte de sus padres lo sigue afectando, inclusive igual que a Henry.
—Estaré allí en 20 minutos, prepara tus llaves para dejarme pasar
—Estaré lista
Corto la llamada y observo a Kat.
—¿Puedes llevarme a la oficina de Devon?— Asiente inmediatamente sin preguntarme nada
Nos encaminamos hacia el estacionamiento, cuando subimos a su auto el aire acondicionado nos recibe y ella pone música para romper el silencio.
—Lo que sea que vas a hacer ¿Es seguro?
—No lo sé— Confíeso, no sé que me voy a encontrar cuando llegué a su oficina y eso hace que mi estomago se oprima ante la anticipación— Pero debo ir
—Confio en lo que sea que hagas, siempre voy a respaldar tus decisiones
—Por eso te amo tanto— Beso su mejilla
No se que haría sin ella, ha sido mi amiga por años y ha estado para mí hasta en mis peores momentos.
El camino hacia el edificio Knight es en silencio, por eso cuando me deja en la entrada, nos damos una mirada significativa.
Esa que dice, estaré aquí para ti, para cualquier cosa.
Con su apoyo respaldándome, estando dentro del elevador del edificio, pulso el botón del ultimo piso y espero a llegar.
Cuando las puertas del ascensor se abren, Isabella me da una mirada aliviada.
—Abre la puerta— Suelto antes de echarme para atrás.
Pero sí, la imagen de Devon hace reconsiderarme esa decisión.
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HOLA HOLA
YA VINE DE NUEVO POR AQUI, DISCULPEN LA TARDANZA ☹️💓
GRACIAS A LAS QUE SIGUEN AQUI, LAS AMO MUCHO 💜
NOS LEEMOS MUY PRONTO 💓
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