Un regreso anticipado
En un edificio cerca del centro de la ciudad, un muchacho se encontraba en uno de los últimos pisos de la alta edificación, siendo recibido por un viejo conocido.
Charlie: Me alegra verlo don Robert -decía estrechando la mano de su antigua jefe.
Robert: Charlie! Muchachón, te aseguro que estoy más feliz yo por verte.
El semblante del chico era ligeramente sonriente, mientras que el del hombre mayor demostraba algo de nostalgia y serenidad.
Robert: Vaya que haz... adelgazado... un poco jeje.
Charlie: Uhm... si, pasaron algunas cosas.
Robert: No puedo imaginarlo, chico. Debió haber sido toda una experiencia poder trabajar en la mansión de madame Vanessa.
Charlie: Jeje si... una experiencia -decía con incomodidad.
Robert: Y que tal ha ido todo? Imagino que una maravilla.
Charlie: Ahm... yo diría... -es interrumpido.
Robert: Por ahí escuché que lograste salir con la sobrina de la vicepresidenta! Cómo se llamaba? Hmm... Lisa, no? Lisa Van Voorhm, la que trabaja en el cuarto piso.
Charlie: Uhm... si... eso terminó mal, don Robert.
Robert: Enserio?
Charlie: Si, no quiero saber nada de ella.
Robert: No pudo ser tan malo o si?
Charlie: Me engañó con su propio pokemon.
Robert: ...
Charlie: Un Toxtricity que... creí haber conocido...
Robert: Uhm... uff... jeje b-bueno, al menos trabajar en esa lujosa casa debió ser una maravilla.
Charlie: No tanto don Robert. Me manipularon, vi abusos de pokemones, nos atacaron con un ejército de pokemones alterados y estuve al borde de la muerte en más de una ocasión.
Robert: ...
Charlie: ...
Robert: ...
Charlie: Además conocí una parte de mi que creo que es un psicópata.
Robert: Hablas en sentido figurativo, no?
Charlie: ...
Robert: Uhm... cielos... jeje cambiando un poco de tema... ehm... c-como ha estado tu familia? Se encuentra bien tu madre?
El semblante del chico deja de ser neutro y se muestra un poco decaído. El jefe del muchacho nota como su mirada baja lentamente mientras un silencio sofocante empieza a rodear a los dos varones.
Robert: C-Charlie...
Charlie: ...
Robert: Cielo santo... Charlie, ella está...?
El joven mueve la cabeza muy lentamente para confirmar el pensamiento de Robert, dejando a este algo paralizado por la noticia.
Robert: Oh... yo lo... por qué no vamos a mí oficina, muchachón?
Con mucha preocupación, el hombre pone su mano sobre el hombro del muchacho y ambos se encaminan a la oficina referida mientras que Charlie mantenía su semblante entristecido.
Poco más de una hora había pasado, tiempo en el que Charlie le había contado muchas de las cosas que había vivido en los últimos meses, omitiendo algunos detalles como Charles, su intento de suicidio y su encuentro con Mewtwo.
Durante todo el tiempo, el hombre empleador se mantenían asombrado y cada relato lo dejaba aún más atónito, preguntándose a sí mismo como es que ese muchacho seguía vivo y relativamente bien.
Con un tono algo apagado y distraído, Charlie finaliza la conversación y le solicita a su jefe que lo lleve de nuevo a su puesto de trabajo, a lo que este reacciona algo tardado por aún seguir procesando la información.
Una vez más en su cubículo, Charlie deja las pocas cosas que traía consigo sobre el escritorio en el que trabajaba y este se queda mirando la pantalla negra de su computadora mientras esperaba a que encendiera.
Robert: Seguro que no necesitas un par de días de capacitación?
Charlie: Tranquilo don Robert... recuerdo bien como hacer todo...
Robert: Bien... uhm... tus amigos... Joan, Adrián y Jessica están de vacaciones esta semana, por lo que no los verás por aquí en unos días. Si olvidas o necesitas algo mi puerta de oficina estará abierta.
El hombre dispone una sonrisa algo nerviosa, mientras que el chico mantenía su mirada pensativa en el monitor.
Charlie: Gracias don Robert.
Robert: También... si te sientes mal y quieres irte antes puedes hacerlo.
Charlie: Tranquilo don Robert... estaré bien.
Robert: B-Bien! Me alegra oír eso campeón. Me retiraré por ahora.
El hombre le da unas palmadas en el hombro a Charlie y se retira, pero este no aparta su vista del monitor mientras seguía cargando.
El día pasa un poco lento y aburrido para el muchacho, hasta que dan las 5:00 pm, por lo que el joven se decide a apagar todo en su escritorio y ordenar el papeleo que había hecho en su día. Con un bostezo y algo de pereza, Charlie se despide de su jefe y este amablemente lo encamina hasta el elevador, dónde lo vería por última vez en ese día y le desearía una buena tarde.
Charlie va al estacionamiento del edificio y se dirige a su moto parqueada junto a las pocas cosas que había llevado consigo ese día. En cuestión de 25 minutos, Charlie ya había llegado a las afueras de su casa gracias a la movilidad que le brindaba el vehículo. Este lo parquea en su patio delantero y lentamente se acerca a la puerta de su casa para entrar a ella, dónde es sorprendido por las pokemones.
Lucario: Charlie!
Rockruff: Ya volvió!
Gardevoir: Genial!
Charlie se impresiona un poco por el recibimiento debido a su distracción mental. Una pequeña coneja sale corriendo desde la habitación y esta salta con los brazos extendidos al frente para ser atrapada. Por reflejo, Charlie atrapa a la tipo Fuego y está apega su cara al pecho del muchacho.
Raboot: Llegaste!
Charlie: Uh... tranquilas, no me fui tanto.
Gardevoir: Lo sabemos, pero habíamos olvidado lo aburrido que puede ser aquí si no estás.
La Lucario se acerca al muchacho y de un jalón le quita a la coneja y la avienta al sillón, para luego sustituirse a sí misma y darle un abrazo al joven.
Raboot: Ah!! Oye!!
Charlie: Wow... más tranquila, Lucario.
Lucario: Te extrañamos!
Charlie: Jeje... auch... oye, ese pico ya está filoso de nuevo.
El muchacho se despega un poco de la pokemon y nota el pico en su pecho que había vuelto a crecer de nuevo.
Lucario: Wow es cierto!
Gardevoir: Te dije que estaba creciendo de nuevo.
Charlie: Como puede ser posible?
Lucario: No lo sé.
Raboot: Los Lucario tienen minerales en su esqueleto, eso se debe también a su tipo Metal, por lo que es normal que el nivel de calcio y hierro sea muy alto en su especie.
En ese momento, los presentes voltean a ver a la coneja con un poco de confusión en sus miradas, haciendo que esta se sonroje.
Raboot: Q-Que?
Gardevoir: Como...?
Raboot: H-He leído varios libros!
Charlie: Hmm.
Lucario: Bueno, lo que sea, intentaré pedirle a Linoone de nuevo aquella barra que reduce el metal.
Gardevoir: Lija.
Lucario: Eso.
Justo en ese momento, Rockruff se acerca a los pies de Charlie en busca de que la acaricie, pero la oportunidad se ve interrumpida al escucharse un estruendo.
La puerta trasera de la casa es abierta repentinamente y del exterior se puede ver a un Umbreon que venía corriendo prácticamente a saltos.
Umbreon: Ahhh!! Ayúdenme!!
El Umbreon se lanza y se desliza por en medio de los pies de Charlie, para rápidamente ocultarse detrás de él.
Charlie: Umbreon?
Lucario: En dónde estabas?
Umbreon: Me quieren comer!! -decía temblando.
Gardevoir: Estuviste toda la tarde afuera?
Charlie: Oye, quien te quiere comer?
Umbreon: Es un ave!! Es enorme y tiene los ojos rojos!! Hay que salir de aquí!!
Lucario: Oye cálmate! Nadie te quiere comer.
Umbreon: C-Creo que era un pokemon! Y era gigantesco!
Al escuchar la descripción, Charlie mira con estupefacción a las pokemones mayores, por lo que deja sus cosas en el sofá junto a Raboot, para dirigirse hacía el patio trasero.
Justo antes de que pudiera salir, enfrente suyo el Umbreon se interpone mientras lo mira aún asustado.
Umbreon: Que estás haciendo?!
Charlie: Uhm... voy afuera?
Umbreon: No lo hagas!! Esa cosa te va a comer!!
Charlie: Pff...
El joven solo se agacha y toma al pokemon para quitarlo del camino mientras se lo da a Gardevoir para que lo sostenga.
Umbreon: Hey!! Hagan algo!!
Con mucha serenidad, Gardevoir se dirige hasta el sofá y se sienta junto a Raboot con tranquilidad.
Gardevoir: Tranquilo, creo que Charlie conoce a ese depredador tuyo -decía acariciándole la cabeza.
Umbreon: E-Eh?
Mientras tanto, a las afueras del patio trasero, Charlie se para mirando al cielo y da un profundo respiro para luego exhalar y meter sus manos en sus bolsillos.
Charlie: Puedo saber por qué perseguías al mocoso?
Desde el tejado de Charlie, un par de ojos rojos se iluminan y un gran par de alas se extienden para impulsarse hasta el suelo y aterrizar cerca del muchacho.
Corviknight: También me alegra verte.
Charlie: Hey! No me cambies el tema.
Corviknight: Ugh... solo quería jugar...
Charlie: ...
Corviknight: Con sus tripas.
Charlie: Meh... honestamente me hubiera gustado más que te lo llevases lejos.
Corviknight: Que hace ese perro en tu casa?
Charlie: Supongo que ahora habrá otro pokemon viviendo conmigo.
Corviknight: Bromeas?
Charlie: Quisiera.
Corviknight: Y de dónde salió ese?
Charlie: Rockruff y Raboot quisieron traerme una vivida compañía proveniente de una guardería en la cual residía.
Corviknight: Lo secuestraron.
Charlie: Ellas tenían buenas intenciones!
Corviknight: Huh... quien lo diría? Sabes por qué lo hicieron?
Charlie: Supongo que como regalo de cumpleaños.
Corviknight: Cumpliste años?
Charlie: Hace dos di...
El pokemon no deja que el chico termine su frase, cuando de repente, a sus pies, el pokemon ave regurgita una rata muerta que se había comido hace rato.
Charlie: ...
Corviknight: Pa ti.
Charlie: ...
Corviknight: Es mi regalo.
Charlie: ... Corvik.
Corviknight: Fue una gran cena.
Charlie: Me voy a la mierda.
Corviknight: Eh? No te gustó?
El jóven se da la vuelta y comienza a caminar lentamente, mientras que el pokemon ave trata de frenarlo.
Corviknight: Oh, vamos! Te doy lo que puedo.
Charlie: Meh...
Corviknight: Eso es todo lo que me dirás?! Ni siquiera un gracias?
Charlie: Por favor no molestes mucho al enano ese, si?
Corviknight: Ugh... de acuerdo.
El chico entra a la casa y cierra la puerta a sus espaldas, al mismo tiempo que el Corviknight abre sus alas y emprende vuelo nuevamente para volver a su hogar. Una vez adentro, Charlie nota que solo Gardevoir se encontraba en la sala, resguardando al tipo Siniestro aún en el sofá.
Umbreon: Volviste!!
El variocolor se zafa de los brazos de Gardevoir y corre apresurado hasta los pies del muchacho.
Umbreon: Estas bien?! No te hizo nada?! Cómo lo derrotaste?!!
Charlie: Hey, tranquilo enano. Ese pajarraco es amigo.
Umbreon: Me quiso comer vivo!!
Charlie: Solo te confundió con una presa.
Umbreon: Es igual!
Charlie: Ya le dije que no te moleste.
Umbreon: Uhm... s-seguro?
Charlie: Muy seguro.
Gardevoir: Que estaba haciendo aquí? -decía mientras se levantaba del sofá.
Charlie: Lo que más le encanta hacer.
Gardevoir: Aprovechar cualquier oportunidad para acosarte?
Charlie: Eres lista.
Gardevoir: Ugh, era de suponer.
Umbreon: A-Acosarte?
Charlie: Tranquilo mocoso, nada de que preocuparse... ~creo~.
Gardevoir: Lucario y las otras están en el cuarto, vienes? -decía a los dos varones.
Umbreon: N-No, gracias! Me gusta dormir solo.
Gardevoir: Hm, te lo pierdes. Y tú Charlie?
Charlie: Claro.
Gardevoir: Buenas noches, Umbreon.
Umbreon: Si! Buenas noches.
Charlie se despide con la mano y este se retira y junto a la Gardevoir. Una vez en la habitación, ya las otras pokemones se encontraban acomodadas y listas para dormir, por lo que Gardevoir se suma a ellas y a Charlie se toma algunos minutos para ponerse ropa cómoda, ordenar un poco, cepillarse los dientes y finalmente acostarse a dormir para su siguiente día de trabajo.
La noche transcurría con normalidad, hasta que a eso de las 2:21 a.m se escucha un pequeño ruido en la cocina. Aunque tenía ganas de seguir durmiendo, Charlie decide levantarse para asegurarse que todo estuviera bien.
Al llegar a la sala, este nota al Umbreon, quien estaba sentado mirando atentamente hacia la cocina, por lo que Charlie se le acerca para indagar.
Charlie: Ese ruido... fuiste tú? -decía somnoliento.
Umbreon: Alguien salió.
Al mirar hacia la cocina, este nota la puerta trasera semi abierta, por lo que se dirige hasta allí para ver si había alguien afuera.
Al asomarse, Charlie observa en medio de la oscuridad de la noche que a su izquierda se encontraba Raboot con un vasito de agua sentada en la banca que normalmente yacía apegada a la pared. La pokemon parecía algo pensativa, mirando hacia la nada con una mirada un poco seria.
Charlie: Ahm... Raboot?
Raboot: Eh?
Charlie: Que haces? -decía con tranquilidad.
Raboot: Yo... quería agua.
Charlie: Solo eso?
Raboot: Uhm... si.
La pokemon aparta la mirada un poco apenada y aunque Charlie quería volver a dormir, este mira hacia todas partes antes de salir y asegurarse que todo estaba bien. Al salir, este se abraza a sí mismo para evitar un poco el frío de la madrugada y poder sentarse al lado de la tipo Fuego.
Ambos permanecen en silencio un rato en lo que observaban el llano oscuro a la distancia, debido a la poca luz de luna que hacía esa noche.
Charlie: No tienes frío?
Raboot: No... no mucho.
Charlie: Jeje desearía ser tú, yo si tengo frío.
Raboot: Me puedes abrazar si quieres -decía tímida.
El chico toma a la coneja con delicadeza y la sienta en sus piernas mientras le acaricia las orejas. Un silencio algo extraño transcurre, haciendo que ambos tengan la sensación de querer hablarse.
Raboot: Uhm.
Charlie: Eh?
Raboot: N-Nada.
Charlie: Oh... pensé que dirás algo.
Raboot: No, no, nada...
Charlie: Ok...
Raboot: ...
Charlie: Bueno, me retiraré, trata de no quedarte mucho aquí.
El chico se quita a la pokemon de encima para poder irse, pero tan solo alejarse un par de pasos, este escucha una pregunta que lo detiene en seco.
Raboot: Puedo vivir con ustedes?
Charlie se queda quieto, dándole la espalda a la coneja y esta baja su mirada un poco ante el silencio del muchacho.
Charlie: Hm?
Raboot: Me fui de casa por... Vanessa.
Charlie: Y... por qué?
Raboot: Escuché su discusión con Jeremy... él también se fue.
Charlie: Jeremy... se fue? De la mansión?
Raboot: Si -decía en tono apagado.
Charlie: Pero... por qué?
Raboot: Vanessa es una bruja, no le importó que te hubieras perdido... supongo que él tampoco quería soportarla más.
Charlie: O sea que tú...?
Raboot: Si...
Charlie: Raboot...
Raboot: Agradezco que ella me haya acogido y dado un techo cuando más lo necesité... parece que fue hace muchísimo tiempo, pero en realidad solo fue hace unos 4 años.
Charlie: Enserio?
Raboot: Si.
Charlie: Pero... te dio un hogar, hay que ver eso al menos.
Raboot: No sé si se le pueda considerar "hogar" a un lugar en el que vivas con alguien que te haga sentir tan insignificante y reprochándote los errores que has cometido desde siempre... un lugar en donde no puedas tener tu propia libertad y vivas bajo una mano que te controle de una forma que no debería.
Charlie: Yo... lamento oír eso.
Raboot: Si... yo también.
La pokemon se abraza sus piernas con algo de tristeza, por lo que Charlie no duda en volver a la banca para sentarse a su lado y abrazarla. El abrazo tarda unos segundos hasta que ambos se separan y se miran con algo de incertidumbre.
Charlie: Raboot... como era tu vida antes de Vanessa?
Raboot: Uhm... pues... no mucho la verdad.
Charlie: Como así?
Raboot: Tu sabes... la vida un pokemon que vive en el bosque y es bastante débil como para proteger su madriguera...
Charlie: Te... sacaron de tu hogar?
Raboot: Un día volví... luego de haberme ido por mucho tiempo en busca de comida y pues... ya estaba ocupada por otros pokemones.
Charlie: Pero... y tu familia?
Raboot: Es normal que en nuestra especie, luego de cumplir cierta edad, nos separemos de nuestra familia para encontrar nuestro propio rumbo... además que éramos una gran camada, algo difícil de mantener.
Charlie: Oh... tiene sentido.
Raboot: Y pues... volviendo a lo de antes, traté de defender mi madriguera, pero me superaban fácilmente en muchos aspectos... solo era una pequeña Scorbunny queriendo de vuelta su lugar donde pasaba las noches.
Charlie gentilmente toma a la coneja y la coloca en sus piernas para poder seguir abrazándola con mayor apego, mientras esta solo seguía mirando a la distancia con nostalgia.
Raboot: Todo eso sucedió durante la noche... no sé como hice para escapar de ahí... solo sé que... cuando amaneció... yo me encontraba muy herida vagando por la orilla de una calle abandonada... una carretera donde casi no pasaban los autos... en verdad creí que no le quedaba mucho a mi corta vida...
Charlie: Y... entonces?
Raboot: Mientras seguía caminando... un auto que iba pasando se detuvo al lado mío, del cuál, una mujer algo excéntrica y con unos lente de sol bajó su ventanilla para verme un poco mejor. Luego bajo de su vehículo y me tomó en brazos hasta su casa para curarme.
Charlie: Vanessa...
Raboot: Ella no era mala cuando me encontró, pero todo cambió cuando, luego de mucho entrenamiento, pelee una batalla amistosa contra el pokemon de una amiga suya en un evento al que asistió... me derrotaron de forma muy humillante... mi entrenamiento... no sirvió de nada.
Charlie: Es... por eso que ella te trata así?
Raboot: En parte... supongo que aprendió que no vale la pena invertir tanto en mi.
Charlie: Pero...?
Raboot: Por eso siempre me alejaba de los entrenamientos de los demás... desde aquel día todo fue empeorando... hasta que terminé siendo algo así como su simple pokemon de apariencia... usándome como asistente para darme algún tipo de "uso".
Charlie: Cielos... Raboot... no sé que decir.
Raboot: Todo era horrible... hasta que llegaste tú.
Charlie: Yo... solo quería hacerte algo de justicia... pero no era nadie mas que un empleado más de ella.
Raboot: Aún así, hiciste lo que siempre pensé que sería algo imposible... algo que creí posible solo en los libros que Vaporeon y yo leíamos.
Charlie: Que cosa?
Raboot: Un caballero que llegaría a rescatarme, en medio de de la oscuridad, en medio de mi... soledad en aquel sótano... llegaría alguien y me rescataría... además de protegerme ante aquel Noivern... sin mencionar cuando me salvaste de aquel Rhyperior la primera vez que te vimos.
Charlie: Y-Yo...
Raboot: Por eso... cuándo escuché lo que Vanessa te hizo... sobre tu mamá... supe que lo que Jeremy hizo no fue un acto de ira al renunciar, sino una forma de tratar de redimir el arrepentimiento que tuvo por haberte ocultado también la noticia de tu mamá.
Ambos se quedan en silencio durante algunos segundos, aún pegados en su abrazo. Raboot abrazaba el brazo del muchacho con un poco de tristeza, al mismo tiempo que sus ojos se humedecían un poco.
Raboot: Es solo que... significó mucho para mi todo lo que has hecho y... en verdad me gustaría estar contigo -decía con la voz un poco quebrada.
Charlie: ...
Raboot: Entenderé si tu no quieres... no planeo ser una carga para ti... ni mucho menos un estorbo.
Ante el silencio que provenía desde el muchacho, la pokemon tipo Fuego comenzaba a ponerse más nerviosa y comenzaba a temblar levemente, sin poder ver su expresión por seguir apegada a su brazo y cerrar los ojos con fuerza a la espera de una respuesta negativa.
Charlie: Raboot...
Raboot: S-Si?
Charlie: Yo... no puedo prometerte ser tu entrenador... ni tampoco ser la persona que buscas...
Raboot: ...
Charlie: Me he dado cuenta que soy una persona muy inestable... sin mencionar que estoy al acecho de... Charles.
Raboot: Pero es comprensible tu inestabilidad... eso lo podría haber sufrido cualquiera.
Charlie: No estoy seguro si a mi nivel.
Raboot: Y Charles... pues... necesitarás toda la ayuda cuando sea necesario... no?
Otro silencio transcurre entre ambos individuos y el viento helado de la madrugada seguía corriendo por el lugar. En un último suspiro, la Raboot se suelta gentilmente del abrazo de Charlie para poder bajar y llevarse el vaso con agua que había traído consigo.
Raboot: Tranquilo... entenderé tu respuesta... aunque no la hayas dicho.
Charlie: ...
Raboot: No te quedes mucho aquí.
La pokemon se retira, dejando algo pensativo al muchacho en medio de la oscuridad de la noche.
Al amanecer, siendo apenas las 5:39 a.m, Charlie y los demás integrantes de la casa seguían durmiendo plácidamente. Aún faltaban un par de horas para que el joven tuviera que presentarse en su trabajo, pero no mucho para que la puta alarma sonara.
Mientras él seguía durmiendo, un par de golpecitos en su cara lo hacen despertar un poco confundido, las patitas que lo golpean lo hacían suavemente, apenas para que este despertara. Unos segundos después de asimilar que alguien lo había despertado, Charlie enfoca su vista y mira que era Raboot, quien se le veía algo aterrada.
Charlie: Uh?
Raboot: Charlie! -decía en todo bajo para no despertar a las demás.
Charlie: Q-Que sucede, pequeña? -decía aún adormilado.
Raboot: H-Hay alguien afuera!
Charlie: Eh? Tan temprano?
Raboot: No es cualquiera!
La voz temblorosa de Raboot y su nerviosismo evidente en su cuerpo hacen que el chico se intrigue, y más aún al escuchar el nombre que ella pronuncia, haciendo que este espabile completamente y salga rápidamente de las cobijas.
Una vez en la sala, Charlie comienza a caminar discretamente mientras la puerta de la casa era tocada. Por medio de la ventana en la sala, Charlie logra distinguir una limosina a las afueras de la casa y una silueta en su patio que le era inconfundible.
Armándose de valor y viendo de reojo al Umbreon aún dormido en el sillón, Charlie toma la perilla de su puerta y la gira para abrir la puerta con un semblante serio.
Vanessa: Oh... muchacho.
Charlie: Vanessa...
Vanessa: Buenos día...
Charlie: Si... buen día...
Vanessa: Uhm... jeje... no esperaba encontrarte despierto.
Charlie: Sorpresa, supongo.
Vanessa: C-Como te ha ido, niño?
Charlie: Bien.
Vanessa: Que tal el edificio? Robert te puso a hacer lo de antes?
Charlie: Si.
Vanessa: Que bueno saberlo. Escuché que estaban algo cortos de personal superior y si es así puede que en un par de meses él te ascienda y... -es interrumpida.
Charlie: Deje de hablar tonterías. A que vino?
Vanessa: Uh... puedo pasar?
El rostro de aquella dama ciertamente se veía con un poco de remordimiento y, por primera vez, Charlie podía sentir un aire de humildad en ella.
El chico se hace a un lado para que la dama pase. Esta llevaba un vestido purpura que se le veía bastante costoso, así como unos guantes de seda en sus manos y unos zapatos que se veían igual de costosos, justamente un conjunto muy idéntico al que llevaba la primera vez que la conoció.
Una vez dentro, la dama mira con detenimiento el interior acogedor de la casa, notando lo pequeña y reconfortante que se sentía.
Charlie: Deme un momento, voy a llevarlo al cuarto para que no lo despertemos.
Seguidamente, Charlie se acerca al sillón y toma al Umbreon con mucho cuidado para llevarlo hasta su cuarto, dejando un poco intrigada a la dama. Mientras el chico dejaba al pokemon en el cuarto, Vanessa se toma su tiempo para dar algunos pasos en la cocina y ver un vaso casi vacío en la mesa, apenas con un poco de agua.
La nostalgia afecta de cierta manera la mujer, hasta que escucha un pequeño ruido a sus espaldas que la hace voltear. Esta enfoca su mirada cerca del sofá en la sala, pero no logra ver nada.
Al otro lado del sillón, una Raboot bastante agitada se encontraba oculta, respirando rápidamente y sudando un poco por la impresión de ver a la dama de nuevo. Justo cuando la mujer se disponía a investigar de donde venía ese pequeño ruido que escuchó, Charlie aparece y le indica a la dama que se sienten en los sofás para conversar cara a cara.
Esto le da tiempo suficiente a la coneja para rodear el sillón con sigilo y evitar ser vista, mientras que Charlie y Vanessa se acomodaban en ellos.
Vanessa: Veo que tienes un nuevo amiguito.
Charlie: Lo trajeron aquí sin mi consentimiento, pero eso es otro asunto. Vayamos al grano para que pueda volver a dormir un rato más.
Los intentos por naturalizar la conversación por parte de Vanessa eran negados a toda costa por el muchacho, quien aún mantenía su semblante serio y poco a poco se iba tornando enojado.
Vanessa: Bueno... yo... no sé muy bien por donde empezar... pero podría empezar con una aclaración. Resulta que... debido a algunos acontecimientos personales y laborales... uhm... Jeremy despojó de su trabajo y nos dejó con una carga un poco... necesaria por cubrir.
Charlie: Hm, no me digas.
Vanessa: Desde entonces hemos estado buscando un poco a algún suplente y eso... pero aún encontramos nada. Y pues... unos días después de que se fue Jeremy, Raboot también lo hizo. La hemos buscado por un par de días, pero no sabemos muy bien donde pueda estar.
Charlie continuaba mirando a Vanessa de una forma seria, mientras que esta por primera vez se le veía un tanto preocupada y acongojada, lo cuál se veía un poco extraño viniendo de ella.
Vanessa: Y pues... ehm... tu eras muy apegado a ella y pensé que... tal vez... s-sabes a donde pudo haber ido?
Charlie: Pues no, no sé nada de ella.
Por detrás del sofá en el que estaba Charlie, este pasa su brazo hasta poder toca a la coneja, quien se encontraba sentada en el piso abrazando sus piernas mientras escuchaba la conversación. Al ver el brazo del muchacho, esta no duda en tomarlo con su pata a forma de consuelo mientras que el muchacho simulaba una pose natural, siendo que ella se encontraba nerviosa.
Vanessa: Oh... bueno... pensé que aquí podría ser donde pudo venir.
Charlie: Pues no.
Vanessa: Sabes... nunca había venido a tu casa... sé donde vivías, pero no sabía cómo era... es bastante... -es interrumpida.
Charlie: Pequeña? Fea? Pobre?
Vanessa: Uhm... i-iba a decir acogedora.
Charlie: Vanessa, en verdad no sé que hace aquí. Usted y yo sabemos más que nadie que no le importan los pokemones. Por qué finge que le importa esa Raboot?
Vanessa: Yo...
Charlie: Ningún pokemon le interesa, desde el primer día que la conocí lo noté, a aquella Gothitelle sirvienta la trataba terrible, sin mencionar como trataba a Kevin también!
Vanessa: Eso es... -es interrumpida.
Charlie: Los pokemones de sus hijos apenas les da una pizca de importancia, pero solo por ser de ellos! Por ningún otro motivo!
Vanessa se encontraba mirando al suelo con un poco de tristeza mientras que Charlie soltaba la pata de Raboot para levantarse del sofá un poco más manejado por sus emociones.
Charlie: Usted no le importa nada! Ni siquiera Jeremy! Ni su esposo! A William lo trata como un perro también! Que rayos está mal con usted?!
Vanessa: Yo... tengo mis motivos, Charlie.
Charlie: Cuales podrían ser?! Eh?! Supongo que serán lo suficientemente buenos como para arruinar todo lo que le rodea!
Vanessa: No lo entenderías, niño.
Charlie: Pues explíqueme! Por que yo también quiero saberlo!
Vanessa: No es tan fácil, niño!
Charlie: No me importa! Usted es muy mala! Y eso hace que me hierva la sangre!
Vanessa: Lo hago por una razón!
Charlie: Y cuál es?! Que puede ser tan importante que incluso evite que su hijo ame a una pokemon!
Vanessa: Eso...! -es interrumpida.
Charlie: Que puede ser como para haberme ocultado que mi mamá estuvo muerta todo este tiempo!!
Luego de esta oración se pudo sentir un silencio que invadió la habitación repentinamente. Raboot se encontraba un poco asustada por el nivel que había tomado la conversación, Charlie respiraba agitadamente mientras mantenía una expresión enojada, Vanessa solo miraba al suelo con algo de nerviosismo y desde el cuarto de Charlie, un pequeño Umbreon se asomaba levemente por la entrada de la puerta para ver hacia la sala desde la distancia.
Vanessa: Yo... en verdad lo siento, Charlie.
Charlie: ...
Vanessa: Yo... fui criada por una mujer bastante estricta... siempre se me enseñó a ser fuerte con tal de mantener a tu familia unida.
Charlie: Y...?
Vanessa: Por muchos años... siempre me centré en la empresa... en llevar todo con orden y firmeza, asegurarme que nada fallara. Ser una persona importante también implica dar la imagen y el ejemplo con tu familia... ser una madre, también.
Charlie observaba como la mujer se ponía de pie para recorrer la sala con un poco de nostalgia y tristeza, mientras se sostenía sus manos mutuamente con pesar.
Vanessa: Yo solo... quería lo mejor para mis hijos... quería dejarles un legado y ayudarlos a cumplir su meta de ser campeones de la región... pero supongo que esa tarea se dificultó un poco.
Charlie: ...
Vanessa: Yo solo... quería velar por mis hijos... mi intención no era ser mala... pero... desde que sucedió aquella pelea con Raboot... creo que perdí el rumbo.
Charlie: Hm.
Vanessa: No creo tener la oportunidad de disculparme por todo el daño que le he hecho... pero solo quiero explicar mis motivos.
Charlie: Y eso que tiene que ver con que me haya ocultado la noticia de mi mamá? -decía aun serio.
Vanessa: Charlie... en verdad no tenía idea que se había ido... yo solo... recibí la llamada de ese instituto de defunción, pero... nunca creí que la verdad fuera más allá de lo que escuché. Pero... como madre... yo pensé... yo solo...
La mujer comenzaba a quedarse sin palabras ante la incógnita que el chico le planteaba, pero este no cambiaba su semblante en lo más mínimo.
Vanessa: Charlie... lamento tanto... tanto, tanto lo de tu mamá... no podría imaginar lo que fue la noticia para ti. Y por eso, entiendo que estés furioso conmigo... pero créeme que, como madre, no puedo evitar sentirme tan... en deuda contigo...
Charlie: Mentiras...
Vanessa: Te lo digo enserio Charlie... mi... instinto de madre... quería ayudarte a tener todo el dinero posible para que volvieras con ella...
Charlie: Con quien? Si ya no había nadie...
Vanessa: Lo sé... y fue algo terrible que... enserio no vi venir.
Charlie: ...
Vanessa: Por eso... quiero darte algo.
Charlie: No quiero nada suyo...
Vanessa: Sé... que no quieres nada de mi... pero... podrías aceptar una última cosa?
La mujer saca de uno de los bolsillos de su vestido un conjunto de llaves, con una en especifico resaltando de las otras, pero este solo la mira con incredibilidad.
Vanessa: Esto... es la llave de un apartamento que... era dueña, cerca del centro de la ciudad.
Charlie: Q-Que?
Vanessa: El lugar fue deshabitado hace unos meses y... pensé que podría servirte para mejorar tu economía... podrías vivir ahí si lo deseas.
El semblante de Charlie se mantenía impresionado, mientras que la dama se acercaba lentamente hacia él.
Vanessa: Pensé que... así podrías tener un sustento mejor y... enviarle dinero a tu familia. En este sobre están los papeles del departamento y una carta para que la firmes, indicando que pasarías a ser tu el dueño.
El joven se impresiona aún más por la noticia, pero este no cambia su semblante y permanece inmóvil.
Vanessa: P-Puedes... aceptarlo? Así también... uhm... podría servirte para estar mas cerca del trabajo y... si ves a Jeremy, podrías ayudarme a contactarlo.
Charlie: Usted...
Vanessa: ...
Charlie: En verdad usted...?
Vanessa: Eh?
Charlie: En verdad... tanta lástima le doy?!
EL chico da un manotazo y tira las llaves al suelo y el sobre también hacia una esquina cercana al sillón donde estaba Vanessa.
Charlie: Enserio me ve la cara tan necesitado de ayuda?!
Vanessa: N-No! Eso no era lo que... -es interrumpida.
Charlie: Mi familia fue quien me engañó todo este tiempo! Por mi ellos se pueden morir de hambre! No quiero nada de ellos! Ni mucho menos de usted!! Por usted y ellos es que no pude cumplirle la promesa a mi mamá de sacarla de esa enfermedad!
Vanessa: Ellos... que?!
Charlie: No quiero su mugrosa ayuda! Usted no parece aprender de nada de lo que sucede, verdad?! Yo puedo valerme por mi mismo!! A mis pokemones son las únicas que quiero a mi lado para continuar adelante!! A nadie más!! Tal vez por esa repulsiva forma de ser suya es que Raboot escapó de casa! Y no le sorprenda si no es la única.
La dama se impresiona mucho por las palabras filosas como cuchillos que escupía el muchacho, viéndose cada vez más enojado conforme hablaba.
Charlie: Solo... váyase de mi casa!
Vanessa: Charlie... yo... no quería insinuar nada de... ni siquiera sabía que tu familia... -es interrumpida.
Charlie: No me importa lo que intentaba hacer! Solo lárguese y no venga de nuevo!
Vanessa: Yo... está bien...
Con una tristeza y pena evidentes, la dama comienza a dirigirse hasta la puerta. Justo cuando la dama se disponía a irse, esta mira un poco apenada hacia un lado para dirigirle unas ultimas palabras al muchacho.
Vanessa: Enserio... lamento todo Charlie... pero...
Charlie: ...
Vanessa: Uhm... si llegas a ver a Raboot... dile que lo siento... no espero que ella me perdone... y sé que ella no volverá... no sé en donde esté o a donde haya ido... pero estoy segura que encontrará la felicidad que nunca tuvo conmigo... hasta luego, Charlie.
Y así, mirando hacia el sofá en el que estaba Charlie, Vanessa se voltea para poder salir de la casa y cerrar la puerta, dejando algo de tensión en la sala. El sonido del motor del vehículo se escucha y poco a poco este se aleja para perderse en la lejanía.
Charlie se queda un poco pasmado mirando al suelo, cerca donde habían caído las llaves del departamento que le habían ofrecido, al mismo tiempo que Raboot se asomaba levemente desde detrás del sillón, al igual que Umbreon se asomaba un poco más saliendo desde el cuarto.
Ambos miraban detenidamente a Charlie, quien se le notaba pensativo, con la respiración algo agitada y una expresión molesta.
El día continúa con normalidad luego de ese acontecimiento en la mañana y Charlie asiste a su trabajo con normalidad, así hasta llegar la noche y volver a su casa, donde sus pokemones lo esperaban en casa con emoción.
Los días iban pasando poco a poco y Charlie seguía muy pensativo respecto a lo que sucedió ese día con Vanessa, dándole incógnitas sobre lo que iba a hacer con su vida ahora que su madre ya no estaba.
Un día como cualquier otro, siendo un día Martes, ya una semana después de la visita de Vanessa, Charlie se encontraba mirando por el gran ventanal cerca de su área de trabajo. Desde el piso en el que trabajaba podía ver gran parte de la ciudad. Varios pensamientos invadían su cabeza desde hacía unos últimos días, lo cuál lo mantenían con un semblante neutro y algo apagado.
Mientras este divagaba en su mente, los otros tres amigos de Charlie ya había vuelto de sus días libres y se encontraban hablando un poco para evitar el aburrimiento.
Joan: Yo digo que los besos de 4 personas están infravalorados.
Jess: Que?
Joan: Piénsenlo! Por qué motivo en la cantina pusieron un letrero que prohíbe los besos de 3 o mas personas?!
Jess: Uh... por que es antihigiénico? -decía con sarcasmo.
Adrián: Ser o no ser un marrano, esa es la cuestión -decía tomando una copa de jugo.
Joan: Mi propuesta es decirle a Germán que quite ese cartel todo pedorro de la entrada.
Jess: Meh, con solo que no prohíban el coctel que inventamos nosotros yo estaré feliz.
Adrián: Muy cierto.
Jess: Heeey que les parece si vamos el viernes en al salir del trabajo? Hace un montón no vamos al bar.
Adrián: Tu fuiste hoy en la mañana.
Jess: Ay solo fui por un café!
Adrián: Con vodka.
Jess: Detalles más, detalles menos, no quita el hecho de que sea divertido si vamos los cuatro.
Joan: Yo digo que si, pero antes que quiten ese cartel jajaja tu que opinas Charlie?! Beso de 5 con Salazzle el viernes en la noche o se te arruga?
Mientras los otros muchachos volteaban a ver a su amigo, este aún se encontraba con su cara recostada a s brazo mientras veía por la ventana. Los otros chicos miran algo confundidos al joven pensativo y le tiran un portafolio de medio kilo para que espabile. Charlie recibe el golpe, pero esto apenas lo saca de sus pensamientos y mira con paciencia hacia el trío de tontos que lo llamaban.
Joan: Tu que? Pensando en los huevos del gallo o que? Jajkajakaj.
Charlie: Eh?
Adrián: No estabas escuchando?
Charlie: Uh... no... no sé.
Jess: Ponte vergas!
Charlie: E-Eh?
Joan: Estamos organizando el desmadre para el fin de semana y tu ahí todo tonto ni nos ponías atención!
Charlie: Oh... yo... lo siento, ando distraído con algo.
Joan: Bueno si, si, si, lo que sea. Vamos a la cantina de siempre o buscamos algún lugar nuevo en la ciudad?
Charlie: Uh... saben? Que tal si ustedes se divierten? Yo creo que haré algo el fin de semana.
Jess: Uuhhh un plan con alguna chica? -decía en tono pícaro.
Adrián: Es acaso esa Lucario caderona que vive contigo? Jejeje.
Charlie: Q-Que dices?
Adrián: Esa Lucario que vive contigo! Es muy bonita, no?
Jess: Jeje la verdad sí!
Adrián: Acaso son algo?
Charlie: N-No... por qué?
Adrián: No me la quieres dejar? Jejeje.
Charlie: Que? Ni que fuera mercancía.
Adrián: Oh vamos viejo! Si tu no aprovechas ese culito, deja que alguien más lo haga.
Charlie: N-No Adrián, deja de decir tonterías.
Adrián: Y si la invitamos a venir con nosotros el fin de semana?
Jess: Crees que ella tome lo que nosotros tomamos?
Joan: No necesariamente debe hacerlo.
Charlie: Hey no digan... -es interrumpido.
Jess: Llevémosla! Jiji.
Joan: Será que ella baila? Podríamos enseñarle.
Adrián: Jeje suena bien! Vamos a preguntarle! A lo mejor ella y yo bailamos un poc... -es interrumpido.
Charlie: NO ES SU LUCARIO!!
El grito del muchacho asusta un poco a sus amigos, haciendo que estos borren la sonrisa que tenían por la conversación.
Charlie: Dejen de hablar de ella!! Ella no es un objeto!! No le darán licor y no se la llevarán como si fuera suya!!
Joan: Uhm... jeje... wow viejo, tranquilo.
Jess: Jeje si, tranquilo Charlie.
Adrián: S-Solo bromeábamos un poco.
Charlie: Ugh... solo... no hablen así de ella, por favor.
Adrián: Acaso te gusta?
Joan: Seguro que si.
Charlie: Ugh... ya cállense, quieren?
Jess: Jeje bueno, si cambias de planes nos avisas para ir todos juntos a lokiar, si?
Charlie: Si, si...
Y así sin más, los jóvenes continúan en lo suyo con el trabajo. Al acabar el día, ya casi todos se habían ido de la oficina, todos menos Charlie. Mientras este seguía concentrado en lo suyo, a eso de las 9:08 p.m llega el jefe del joven a su área de trabajo.
Robert: Charlie... por qué sigues aquí?
Charlie: Oh... si, lo siento don Robert, supongo que se me fue la noción del tiempo.
Robert: Hijo, tu turno terminó hace 4 horas.
Charlie: Yo... no me di cuenta.
Robert: ...
Charlie: ...
Robert: ...
Charlie: Cree que pueda quedarme más tiempo?
Robert: Tienes suerte que sí estemos en temporada para horas extra, pero me temo que no puedo dejarte aquí ni un segundo más
Charlie: E-Enserio no puedo quedarme un poco más? No tiene que pagarme don Robert.
Robert: Ehm... no sé cual sea tu plan muchacho, pero trabajar más de 12 horas es algo ilegal cuando hay un contrato de por medio. Y tu ya llevas como 13 horas aquí.
Charlie: Augh.
Robert: Si pudiera te dejaría, pero si los de recursos humanos se dan cuenta, me van a cortar la cabeza, así que andando.
Con gentileza el jefe encamina al muchacho hasta los casilleros para que recogieran sus cosas y pudieran irse. Charlie llega a su casa en su motocicleta y al entrar este es recibido únicamente por Lucario y el Umbreon, quienes eran los únicos despiertos, lo recibe cálidamente y luego de unos pocos minutos de charla, estos se van a dormir, dejando solo a Charlie en la mesa de la cocina, mirando a su celular.
El chico estuvo un buen rato ahí sentado y pensativo sobre lo que iba a hacer, todo mientras veía una foto de su familia. Muchas preguntas se acumulaban en su cabeza, recuerdos de la niñez comenzaban a generarle sentimientos amargos, así también como preguntas que a pesar de no querer pensar en ellas, ciertamente quería evacuar.
Poco a poco el chico se iba sumiendo más y más en una tormenta de dudas e inseguridades que le traía el tema relacionado a su madre.
Umbreon: Estas bien?
En medio de su pequeño ataque de ansiedad, Charlie escucha una voz que lo saca de sus pensamientos, por lo que deja de ver a su teléfono y enfoca su vista en el sillón de la sala.
Charlie: E-Eh?
Umbreon: E-Estas bien?
Charlie: Uh... claro... por qué?
Umbreon: E-Es que... llevas mucho tiempo ahí, sin moverte.
Charlie: Uh... si, estaba... haciendo algunas cuentas.
Umbreon: Seguro?
Charlie: Ehm... si. Ya me voy, duerme bien.
Y así, rápidamente el chico se retira de la sala para luego apagar las luces y dirigirse a su cuarto para poder dormir, dejando como única luminosidad los anillos del Umbreon en la oscuridad, quién lo veía irse con un semblante pensativo.
Los siguientes días transcurren con normalidad, aunque Charlie ciertamente seguía una especie de rutina extraña; salía de trabajar más tarde de lo habitual, llegaba a casa, atendía a sus amigas pokemones y se sentaba en la mesa por largos ratos mientras veía su teléfono y se le veía pensativo, aunque este no interactuara mucho con el dispositivo.
Finalmente, llega el último día de la semana y a eso de las 5:01 p.m los amigos de Charlie pasan por su área de trabajo para preguntarle una vez más si no le gustaría ir con ellos a pasar una noche divertida en el bar, a lo que el muchacho responde que no con amabilidad.
Por último, el chico sale a la hora tardía que estuvo saliendo los últimos días, no sin antes hablar con su jefe para notificarle un detalle que lo deja algo perplejo y le da una explicación a sus horas extras todos esos días, explicación que no se logra a escuchar.
Charlie llega a su casa y continua la misma rutina de quedarse divagando en la mesa, luego de atender debidamente a sus amigas pokemon, pero este día lo haría por menos tiempo y se iría a dormir rápidamente, cosa que dejó un poco extrañado al Umbreon, quien era el único testigo de sus comportamientos nocturnos.
Las horas de esa noche pasan rápidamente, pero el chico no había podido juntar los parpados por mucho tiempo. Todo estaba tranquilo, hasta que el reloj da las 4:12 a.m, hora en la que los tres amigos del trabajo iban saliendo del bar bastante ebrios, caminando en zigzag y riendo por cosas insignificantes.
De repente, Joan, quien iba un poco mas apartado de los otros dos, escucha su teléfono vibrar en la bolsa de su pantalón, por lo que trata de sacarlo y atenderlo lo mas sobrio posible, dándose cuenta de la persona que llamaba.
Adrián: Cuanto es 45 más 65?
Jess: ...
Adrián: Está fácil.
Jess: ...
Adrián: Vamooos.
Jess: C-Como 600?
Adrián: JAJAJAJAJA.
Jess: Esta mal? -decía toda ebria.
Adrián: Joan!! Ven a oír esto!
A los pocos metros se podía ver al joven de tez morena quieto y con una mirada de completa concentración mientras tenía su teléfono apegado a su oído.
Joan: E-Estás seguro?... Pero como es que vas a...? Y que hay de tus...? O sea... si podría ayudarte con eso, pero seguro que vas a estar bien?
Desde el otro lado del teléfono, se nota una figura en la oscuridad que se movía muy sigilosamente por la oscuridad de su casa, mientras llevaba consigo una mochila en su espalda y una bolsa de viaje para llevar en mano. Lo que el chico no sabía, era que había alguien que estaba escuchando su conversación y estaba mirando con detenimiento lo que hacía por toda la casa.
Este se detiene en la cocina y usa su teléfono como linterna para buscar rápidamente una libreta y un lapicero en un gabinete para luego colocar el teléfono cerca de su oreja. Con una mano, este escribe una nota durante un par de minutos y arranca la hoja para dejarla en la mesa y volver a guardar la libreta y el lapicero.
Charlie: Joan, cuento contigo para que las vigiles mientras no estoy... por favor.
Sin esperar respuesta, el chico corta la llamada y deja sus maletas en la puerta para ir rápidamente a su cuarto. Una vez allí, el chico mira con algo de sentimiento a las pokemones durmiendo en la plenitud de la oscura habitación, por lo que se acerca a la cama un momento. El chico logra visualizar el rostro de la Lucario y gentilmente pasa su mano por s mejilla mientras la miraba con algo de tristeza.
Charlie: ~Perdón, pero esto es algo que debo hacer solo~ -decía en voz baja.
Con gentileza, Charlie procede a darle un ligero beso en la mejilla a la pokemon y procede a acariciar rápidamente a las otras pokemones a modo de despido, para luego retirarse de la habitación sin hacer ruido. Al tomar su maletas, este nota que la maleta de mano estaba un poco más pesada, pero no le presta atención al detalle y procede a retirarse.
A eso de las 5:01 a.m, Charlie se encontraba en el aeropuerto, sentado en los casi vacíos asientos a la espera de escuchar un llamado para el vuelo que había escrito en el tiquete que sostenían sus manos. El chico miraba con algo de nervios y seriedad el tiquete que tenía un destinatario: Kalos. En dado momento, Charlie parece escuchar algo y este mira ligeramente a sus maletas con la idea de encontrar la fuente al pequeño ruido que escuchó, pero su atención se ve captada de nuevo al escuchar los altavoces de la gran sala de aeropuerto nombrar el numero de vuelo correspondiente a la región que planeaba visitar el chico.
Charlie toma sus maletas y se dirige rápidamente hasta el lugar indicado para tomar su vuelo, no sin antes hacer que sus maletas sean revisadas por los empleados de seguridad. Después de unos 50 minutos de revisión de equipajes, el chico aborda el avión y una vez en su interior, este llega a la hilera de asientos en donde iría para poder guardar sus maletas en un compartimiento que el avión tenía en la parte superior en donde iría sentado. Al aventar la maleta de mano, Charlie escucha un leve quejido, pero el muchacho no le da mucha importancia a esto y procede a colocarse unos audífonos que cubrían por completo su orejas.
Una vez hecho esto, Charlie se acomoda y se sienta en su respectivo asiento para esperar a que comience el vuelo. Un mensaje llega hasta el teléfono de Charlie, por lo que este lo mira con algo de curiosidad y nota que se trata de Salazzle, preguntándole el por qué se iría de forma tan repentina, si acaso planeaba volver y también cuál era su propósito.
Charlie no presta mucha atención al mensaje y este solo decide apagar su teléfono y cerrar su ojos para dejar que la música suave lo suma en un sueño que perdura durante el vuelo entero que le llevaría para volver a visitar su región natal.
Unas 3 horas pasan y el avión llega finalmente a la región a la que se tenía como objetivo llegar, aterrizando suavemente y dando aviso a los pasajeros que pronto recibirían las instrucciones para poder desabordar el avión.
Luego de algunos minutos, Charlie toma sus maletas y posteriormente se le indica que puede salir del avión. Una vez en la estación, siendo ya las 9:48 a.m, Charlie nota como la luz del sol iluminaba todo el lugar y daba mucho color a los pokemones y personas que pasaban por ahí.
Charlie podía ver algunas personas acompañadas de pokemones como Roselia, Meowstic hembra y macho en algunos casos, algunos acompañados por Bunnelby's, otros por Chespin's, entre otros.
Lo había logrado, finalmente había vuelto. Charlie estaba en Kalos luego de más de 4 largos años y aunque pareciera un sueño, en verdad estaba pasando, siendo que fue un plan repentino, Charlie aún estaba algo anonadado por encontrarse de nuevo en casa.
El muchacho se encontraba muy asombrado por el ambiente alegre que se podía percibir en el lugar, recordándole aquel momento, cuatro años en el pasado en donde él estaba igual de emocionado y nervioso en esa estación a punto de partir hacia otra región, pensando como si su llegada fuera algún motivo para sacar la más radiante bienvenida de la región y sus habitantes.
Charlie se aleja de esos pensamientos un poco nostálgicos y se decide a pedir un taxi, el cuál consigue rápidamente. El chofer, muy amablemente se baja de su vehículo y ayuda al joven a subir su maleta de mano y mochila en el maletero del auto, para que luego ambos suban y el chofer arranque el viaje.
Chofer: A donde lo llevo, joven?
Charlie: Cree poder llevarme hasta aquí? -decía dándole un papelito con una dirección.
Chofer: Claro.
Sin tiempo por perder, el chofer toma destino a la dirección que le había dado el muchacho, mientras que encendía la radio para poner algo de música mientras manejaba. Durante algunos minutos, Charlie mantenía su rostro reposado en su mano que recostaba junto a su brazo a la ventana del vehículo, pensativo respecto al lugar donde se dirigía.
En dado momento del camino, el carro pasar por un hueco en la carretera, lo que hace que se escuche un golpe pesado en la cajuela, seguido de un extraño sonido que se podría asociar a un quejido.
Chofer: Wow... ese estuvo fuerte! Jeje.
Charlie: Escuchó eso?
Chófer: Seee, no te preocupes, esta carcacha ya tiene sus días contados.
Charlie: Oh... ya veo.
Chófer: Y dime hijo, de dónde vienes?
Charlie: De Kalos.
Chófer: A.
Charlie: Jaja soy originario de aquí, pero estuve algunos años en Galar y pues... se puede decir que ahora vivo ahí.
Chófer: Ohhh... interesante, que tal es esa región?
Charlie: Es muy linda, tiene muchos paisajes y los pokemones ahí son asombrosos. Aunque no conozco mucho más que la ciudad principal.
Chófer: Se oye emocionante jeje.
Charlie: Lo es.
Chófer: Y... que te trajo de vuelta al barrio?
Charlie: Debo... atender asuntos familiares.
Chófer: Jeje espero sea una agradable visita... o estancia?
Charlie: Uhm... espero que ninguna.
Mientras ambos sujetos terminaban su conversación, en la radio se podía escuchar al locutor hablando de forma intercalada mientras seguía sonando la música.
Locutor: Jaja nada como unos rolones para pasar el fin de semana! No es así Mark?
Mark: Puedes apostarlo Jimmy! Relajarse es lo mejor que podemos hacer en un fin de semana.
Jimmy: Ya lo creo! Y más con el ajetreo que sucedió en Kanto! Escuchaste la noticia?
Mark: Oohh cierto! Escuché del revuelo que se hizo en una de sus ciudades, no es así?
Jimmy: Ciudad Azafrán para ser más exactos.
Mark: Ya lo saben gente bonita! Mucho cuidado si van a Kanto, un equipo llamado Team Rocket detonó el caos entre los habitantes de ciudad Azafrán, luego de tomar control de la torre Sylph S.A!
Jimmy: Que querían esos lunáticos?
Mark: No tengo la más mínima idea Jimmy, pero bien se sabe que dos jóvenes fueron los héroes del día!
Jimmy: Los que aparecieron en las noticias?
Mark: Esos meros! Te imaginas tener las bolas y los ovarios para entrar a un edificio entero tomado como rehén y hacerle frente a una organización criminal enorme?!
Jimmy: Unos héroes reales.
Mark: Jeje si yo fuera el jefe de esos tipos saldría a la calle con maquillaje de payaso por tal humillación.
Jimmy: Desde aquí damos un reconocimiento a ese chico y chica por haber detenido a esos rufianes.
Mark: Ídolos.
Jimmy: Y bueno, nosotros nos vamos a almorzar, pero los dejaremos con nuestro segmento de música Jazz. Sigan sintonizados amigos!!
Luego de esa breve pausa, un poco de música jazz se comienza a reproducir en la radio, al mismo tiempo que el chofer abría su ventana para que entrara el aire.
Charlie: Wow... que valientes...
Chofer: Jeje increíble, no?
Y sin más que decir, el hombre conduce por algunos minutos más hasta llegar a un recinto cerca del centro de ciudad Luminalia, lugar en donde el taxi se detiene frente al establecimiento mencionado.
Charlie: Es... aquí?
Chofer: Así es.
Charlie: Cree... poder esperarme? Debo ir a otro sitio al salir de aquí.
Chofer: Si me das unos 15₽ de mas lo haré.
Charlie: Uhm... de acuerdo.
Chofer: Bien, por favor trata de no durar mas de una hora.
Charlie: Hm... solo necesitaré 10 minutos.
Y así, el chico se baja del vehículo mirando fijamente el establecimiento y comienza a caminar lentamente hasta el lugar, sintiendo como su corazón empezaba a latir con fuerza. Una vez dentro, el joven se dirige hasta donde se encontraba una recepcionista.
Charlie: Hola.
Recepcionista: Buenas tardes, en que le puedo ayuda?
Charlie: Vine a por una constancia de fallecimiento.
Recepcionista: Nombre y apellido por favor.
Charlie: Rose Howard Estrada.
Recepcionista: Me permite su identificación?
El joven saca su billetera de un bolsillo y le brinda el documento a la mujer. Esta lo analiza unos segundos y hace algunas anotaciones en la computadora que tenía en frente. Luego de esto, la mujer se levanta y se dirige a una puerta que estaba detrás de ella y luego de esperar algunos minutos más la mujer vuelve con un portafolio en manos.
Recepcionista: Aquí tiene joven, esto es todo lo que teníamos en archivos, llevaban mucho tiempo guardados.
Charlie: Oh... si, gracias.
Recepcionista: Lamento mucho su perdida. Antes de que se vaya, vamos a necesitar algunas firmas para que pueda guardar los registros.
Charlie: Claro -decía mientras firmaba.
Tras algunos segundos de leer hojas con algunos términos legales, Charlie termina de firmar las copias y se las devuelve a la mujer.
Recepcionista: Muchas gracias, hay algo más en lo que le pueda ayudar?
Charlie: Uhm... sabe... a donde fue su cuerpo?
Recepcionista: Eh? El de la mujer en los papeles?
Charlie: Si... es mi mamá.
Recepcionista: Oh... lo siento cariño, no tenemos registros de eso. Los papeles vinieron antes de ser enterrada, pero no hay muchos cementerios en Luminalia, hay uno al norte y otros dos del lado oeste y sur-oeste.
Charlie: Está bien, gracias.
Recepcionista: Que tengas buena tarde.
Sin mas que decir, el chico procede a regresar por la entrada del lugar y volver a montarse al taxi que lo estuvo esperando ese breve periodo de tiempo.
Chofer: Listo, hijo?
Charlie: Listo señor, ahora, podemos ir a esta otra dirección? -decía pasándole un papel.
Chofer: Hmm... bien, creo que sé como llegar.
Sin más que decir, el auto arranca y rápidamente salen de la ciudad central para dirigirse a las afueras del área sur de la ciudad. Siguiendo el camino con cuidad, ambos llegan a hasta el lugar que Charlie tanto esperaba ver: su antigua casa.
Chofer: Uh... es aquí, chico?
Charlie: Si... aquí es.
Chofer: Espera... tengo la idea que hace unos años yo vine aquí.
Charlie: Enserio?
Chofer: Acaso tu eres aquel niño que se rompió la madre saliendo de casa?
Charlie: Uh...
Chofer: Jajaja! Vaya! Que sorpresa!
Charlie: Uhm... si, como sea, aquí tiene el dinero de los viajes junto a lo adicional por esperarme.
Chofer: Perfecto! No quieres que te espere para ir a otro lugar? Te rebajare un poco.
Charlie: No gracias... tengo un asunto que atender aquí -decía bajándose.
Chofer: Vale, recuerda sacar tus maletas del maletero.
Sin más que decir, Charlie saca su maletas del compartimiento del vehículo y se despide del chofer, para luego darse media vuelta y mirar aquella casa a unos 20 metros de distancia.
Charlie avanza lentamente hasta la casa mientras en su memoria se proyectaban varios recuerdos de su niñez que comenzaban a jugarle malas pasadas, pero el joven se disipaba en de esas memorias concentrando sus emociones en lo que podría encontrarse dentro de la casa.
Al llegar a la puerta, este apega el oído a la misma para ver si lograba escuchar algún ruido desde el interior, pero no lograba percibir. Inmediatamente, Charlie saca una llave de su bolsillo y procede a abrir rápidamente la puerta para llevarse una desilusión.
Este abre la puerta y en el interior de la casa solo se podía ver oscuridad, polvo y suciedad. Charlie estaba impresionado por lo penumbroso y deshabitado que se veía el lugar, era obvio no habría nadie ahí esperándolo, y quien sabe desde hace cuanto tiempo es así.
Charlie trata de entrar apresurado con sus maletas buscando en los pocos cuartos que habían en la casa, pero en sus interiores no encontraba nada. Charlie se decide a revisar el ultimo cuarto que le quedaba, el cuál era el dormitorio de su madre. Estando allí, nota que la cama se encontraba justo en su lugar, cubierta por una sabana rosa que ya estaba deteriorada por el polvo, mientras que el resto de la habitación tenia una cuantas cajas vacías y solo un par de muebles cubiertos por capas para evitar el polvo.
Charlie se acerca tristemente hacia la cama y nota toda la suciedad que la recubría, dándole una sensación vacía al estar frente al último lugar en el que vio a su madre.
Charlie: Era... obvio... que no habría nadie esperándome aquí...
Con algo de molestia, Charlie deja caer la mochila que traía en su espalda, mientras que la maleta de mano la avienta a un costado de la habitación, chocando con la pared y levantando algo de polvo.
???: AUCH!
Charlie se impresiona al escuchar esa clara voz que resonó, haciendo que su vista se centre en la maleta de mano. El chico nota como esta se movía levemente, por lo que decide acercase dudoso y con algo de miedo.
El joven abre rápidamente la maleta e inmediatamente de su interior sale una figura conocida para poder tomar una bocanada de aire.
Umbreon: AIRE!! AIRE!! ~Hah~ ~hah~ c-casi... casi muero!
Charlie: U-Umbreon?!
Umbreon: Uh... h-hola -decía tímidamente.
Charlie: QUE DEMONIOS HACES AQUI?!
Umbreon: Y-Yo... -es interrumpido.
Charlie: C-Como... como mierda te metiste en la maleta?!
Umbreon: Es que... !! -es interrumpido.
Charlie: Como es que no te detectaron en el aeropuerto?! Por que viniste?! Estamos en otra región!! Q-Que... que... que te pasa?! -decía algo molesto.
Umbreon. Y-Yo solo quería ver a donde ibas! -decía escondiéndose debajo de la cama.
Charlie: UGH!! Umbreon!! Para qué carajos quieres saber a donde iba?!
Umbreon: Por si necesitabas a-ayuda!
Charlie: Ugh!!! Solo... !!
El chico trata de controlar su rabieta por haber encontrado al variocolor escabullido en su maleta, haciendo conexión al peso extrañamente mayor de la misma y los sonidos extraños que había escuchado durante el camino.
Mientras Charlie daba vueltas en la habitación mientras refunfuñaba, el Umbreon sale un poco de su escondite y se trepa en la cama para olfatear un poco las sabanas.
Umbreon: A-Aquí... vivía alguien que huele... similar a t-ti.
Charlie: Hm? Ugh, si, si... aquí vivía alguien así.
Umbreon: E-Era... alguien cercano a ti?
Charlie: Uhm... si... era alguien cercano a mi... era mi mamá.
Umbreon: Y... d-donde está?
El chico da un largo suspiro y se sienta en la cama junto al Umbreon para mirar un poco triste al piso mientras juntaba sus manos.
Charlie: Ella... uhm... ya no está aquí.
Umbreon: A donde fue?
Charlie: Uhm... ella ya no está, solo eso.
Umbreon: Y... esta casa? -decía mirando a todos lados.
Charlie: Bueno... aquí es donde yo vivía antes.
Umbreon: Y por que ya no?
Charlie: Escucha Umbreon, hay cosas que no entiendes, lugares que no conoces, todo esto es un asunto personal y es por eso que no quería que nadie viniera conmigo, entiendes?
Umbreon: Oh... l-lo siento... yo solo quería saber -decía bajando las orejas.
Charlie: Ugh... como sea... escucha, aquí vamos a estar un buen rato, tendré que hacer unas llamadas y buscar algo de información.
Umbreon: ...
Charlie: Tienes hamb...? -es interrumpido.
Umbreon: MUCHA!! Tengo mucha hambre!! No he comido nada!! En verdad tengo mucha hambre y sed!! -decía algo tímido.
Charlie: Ugh... debería dejarte así por haber venido sin permiso... pero mira, tengo agua y solo una bolsa de semillas mixtas, puedes comerla en lo que llamo para que traigan algo de comida, el taxista me dio un par de tarjetas de lugares para llamar.
Umbreon: B-Bien!
Seguidamente, Charlie saca de su mochila una botella de agua y la sirve en una pequeña jarra de plástico que traía y la pone en el suelo para que el pokemon beba, así como la bolsita de semillas la deja al lado para que coma.
Luego de esto, Charlie mira su botella casi vacía, por lo que va a donde estaba el lavabo en la cocina y trata de ver si al abrir el grifo corre agua, lo cual no es así, ya que la casa le habían cortado el suministro de agua y electricidad aparentemente, por lo que de su mochila Charlie rebusca un poco y de ella saca una lata Monster algo caliente, pero no duda en destaparla.
Charlie: Je... sabía que podría servirme una en caso de emergencia.
Mientras Charlie y Umbreon deambulaban por la casa, desde las afueras, una figura oculta en los arbustos escuchaba y veía con atención la silueta de los dos varones en el interior de la casa.
???: Eh? Quien es ese?
Las horas pasaban y Charlie se encontraba viendo algunos de los papeles en donde solía ser su cuarto, para poder recibir algo de luz desde una ventana. Entre los documentos, Charlie veía algunas clausulas respecto a la propiedad de esa casa y apuntaba algunos números a los que tenía que llamar.
Vagamente, Charlie mira por la ventana y logra ver en la distancia aquel árbol en la cual había construido su casita del árbol, por lo que otro golpe de nostalgia le invade la mente, haciéndolo dejar los documentos en la habitación y salir de la casa en dirección a aquella casa.
Charlie llega hasta aquella casa en el árbol durante algunos segundos, recordando memorias en las que compartía días enteros junto a su mamá y su fiel amigo pokemon.
Sin pensarlo mucho, Charlie procede a trepar con cuidado las tablas de madera clavadas al tronco de árbol que funcionaban como escaleras para subir hasta arriba, en donde se encontraría con aquella habitación pequeña que él había construido junto a su mamá. Luego de contemplarla por algunos minutos, este se sienta para poder ver los dibujos que habían en las tablas que funcionaban como piso, dibujos que él había hecho junto a Tommy.
Umbreon: Uh... Charlie! En donde estas? Ya tengo hambre de nuevo! Sabes cuando podremos comer?
Por otro lado, el Umbreon buscaba por la casa al muchacho, sin éxito alguno. Luego de buscarlo por toda la casa, el pokemon Siniestro sale al exterior y trata de ver por los alrededores de la casa si logra encontrarlo, pero tampoco es así.
Del lado trasero de la casa, el Umbreon logra detectar un olor particular, un olor dulce que se le asemejaba al de las bayas Aranja, por lo que, guiado por su estomago, Umbreon comienza a tratar de olfatear el aroma dulce de donde podría estar un arbusto de bayas para comer, sin saber que desde varios metros de distancia sería observado.
Al cabo de un rato, Charlie nota que ya eran las 5:49 p.m, por lo que decide bajar del árbol al ver que el sol comenzaba a ocultarse, así que se decide a volver para mandar a pedir la comida para él y el pokemon que lo acompañaba.
A la distancia, Charlie puede ver al pokemon adentrarse en el pequeño bosque que quedaba en la parte trasera de su casa, por lo que se apresura para que este no se pierda en el mismo.
Si bien el bosque no era muy extenso, alguien que no lo conociera podría perderse fácilmente, y Charlie tenía buenas memorias del lugar, por lo que salir de allí no debería ser un problema siempre y cuando supiera orientarse.
Charlie: Umbreon!!! En donde estás?! Puedes oírme?
Mientras el chico recorría por entre arbustos y arboles, una figura lo venía siguiendo desde las copas de los árboles, brincando de rama en rama sin que él se diera cuenta.
Al cabo de un rato de seguir llamando al pokemon, Charlie llega hasta una parte de bosque que tenía un pequeño espacio abierto al cual iluminaba la poca luz que quedaba de sol, dándole una gran sorpresa al muchacho por el lugar en el que se encontraba.
Frente suyo, se encontraba una pequeña lapida, una lápida que Charlie conocía perfectamente y hace que se quede paralizado por algunos segundos. Poco a poco este se va acercando hasta la lapida hasta quedar de rodillas frente a ella, leyendo una inscripción con el nombre "Tommy".
Bajo ese nombre se podía leer un pequeño mensaje para la memoria del fallecido: "Aquí yacen los restos de mi mejor amigo, aquel Jolteon que jamás será olvidado por su valentía".
Charlie siente como las lagrimas quiere acumularse en sus ojos, pero este disipa sus malos recuerdos y coloca su mano sobre la lapida para de alguna forma acariciarla.
Charlie: Hola... amigo.
Sin que Charlie lo escuchara, Umbreon finalmente aparece con una baya Aranja en su boca y procede a comerla felizmente, dándose la sorpresa de encontrar a Charlie arrodillado frente aquella lapida.
Con curiosidad, Umbreon se acerca poco a poco al joven que mantenía su vista pegada a la lapida, notando con el rabillo del ojo que el variocolor lo había encontrado.
Umbreon: Uhm... que haces aquí?
Charlie: Uh? Te... te buscaba.
Umbreon: Y eso? Que es?
Charlie: Esto? Uhm... es... algo difícil de explicar.
Umbreon: Dice "Tommy".
Charlie: Uhm... si... así es.
Umbreon: Quien es "Tommy"?
Charlie: Él... era un amigo mío... alguien que... extraño mucho... alguien que... fue muy especial para mi... supongo que el destino... quería que lo visitara.
Umbreon notaba el semblante del chico con una muy ligera sonrisa acompañada de una mirada melancólica. Ciertamente el pokemon no entendía muy bien nada de lo que pasaba, pero este se decide a guardar silencio y sentarse junto al muchacho para ver la lapida.
Umbreon: Era... un humano o pokemon?
Charlie: Él era un Jolteon.
Umbreon: Oh... y-ya veo... y... era bueno?
Charlie: Bueno? Je... era el mejor pokemon que alguien pudo haber conocido.
Umbreon: Y... por que está esto aquí? En medio del bosque.
Charlie: Él y yo solíamos jugar mucho por aquí... y también... aquí fue la última vez que lo vi... por eso... quería dejar su recuerdo aquí.
Umbreon: Oh... ya veo.
Ambo se quedan en silencio algunos minutos más, mientras que la claridad del día era ya casi nula y la oscuridad comenzaba a envolver el lugar. Justo en ese momento, Charlie se da cuenta de un pequeño detalle, la lapida y todo el sector cercano se encontraba limpio, libre de hojas y mala hierba que alcanzara la lapida, algo que se le hizo un poco extraño.
Charlie: Eh? Por que no hay...?
Justo antes de terminar su pregunta, un rugido se escucha a cerca de donde estaban los dos varones y estos se pone alerta inmediatamente. Se podía escuchar unas pisadas fuertes que se aproximaban a ellos.
Umbreon: Q-Que es eso?!
Charlie: No tengo idea, pero mejor vámonos de aquí!
Charlie y Umbreon tratan de volver por donde vinieron, pero la tarea se vuelve complicada al tener casi nula visibilidad del bosque por la hora que hacía. Corriendo torpemente y chocando contra raíces, ramas y arbustos, los dos podían escuchar como esa cosa se acercaba cada vez más y más.
Charlie: Enciende tus anillos mocoso!!!
Umbreon: No puedo cuando tengo miedo!!
Charlie: Que?! Como que no puedes?!
Una gran sombra se abalanza frente a los dos y logran visualizar por la silueta que un gran Pangoro había saltado frente a ellos para cortarles el paso.
Pangoro: Que están haciendo EN MI BOSQUE?!
Charlie: Eh?!
Umbreon: S-Solo vinimos a b-buscar bayas!!
Pangoro: MIS bayas!!
Charlie: Él solo tenía hambre!
Pangoro: LARGUENSE!!
El Pangoro carga una Megapatada con intenciones de atacar al Umbreon, quien se había comido las bayas. El pequeño cuadrúpedo se queda inmóvil por el temor que le infligía el pokemon y este solo mira como está a punto de ser atacado, pero Charlie logra saltar, atraparlo y dar una vuelta de rueda para que el Pangoro no pudiera darle al Umbreon.
Pangoro: Grrr!! Malditos!!
Umbreon: Corre!!
Charlie se levanta rápidamente y este sale disparado en dirección contraria al pokemon hostil cargando al variocolor en brazos. El Pangoro no tarda en salir corriendo detrás de los dos varones y se logra escuchar las pesadas pisadas del pokemon detrás del joven, quien era alcanzado rápidamente por el gran tipo Lucha-Siniestro.
Umbreon: S-Se esta acercando!!!
Charlie: Pues tírale algo baboso!!
Charlie toma un impulso con sus brazos para que el Umbreon se apoye en su hombro izquierdo y mire en dirección al Pangoro mientras el joven seguía corriendo y así poder atacarlo.
Umbreon: Que le lanzo?!
Charlie: No lo sé!! Lo que sea!!
Umbreon trata de pensar rápido y este usa Alarido, un movimiento que había logrado aprender y descubrir al evolucionar, pero este desafortunadamente apenas y le hace cosquillas al Pangoro.
Umbreon: No le hice nada!!
Charlie: Pues lánzale algo mas!!
Umbreon voltea a ver al Pangoro, quien venía echando humo por su nariz de lo enojado que estaba, y toma valor para poder lanzarle un Rapidez al pokemon, el cual le da en la cara y hace que reduzca la velocidad por el resentimiento, lo que hace que Charlie y Umbreon logren perderlo.
Charlie: Lo perdimos?!
Umbreon: S-Si! Eso creo!
Antes de que pudieran aliviarse, otro Pangoro sale de unos arbustos a la izquierda de donde el chico iba corriendo y los embiste, lanzándolos contra un árbol y dejándolos muy aturdidos.
Pangoro #2: Creen que lograrían escapar?
En ese momento, llega el otro Pangoro al que habían dejado atrás, bufando de furia y sonriendo maléficamente al ver a los dos varones tirados en el suelo.
Pangoro #1: Jeje muy bien hecho hermano.
Pangoro #2: Quieres tener los honores?
Pangoro #1: Por supuesto!!
El primer Pangoro carga un Megapuño para arremeter contra Charlie y Umbreon, por lo que el chico solo abraza al pokemon y lo envuelve de forma que no sea atacado, esperando lo peor.
Sin embargo, de entre las sombras del ya nocturno bosque, antes de que los pokemones hostiles atacaran a Charlie, una ráfaga de flechas de fuego salen de en medio de la oscuridad y estas impactan a ambos Pangoro, detonando una pequeña explosión que los daña bastante.
Pangoro #1: Q-Que rayos?!
Pangoro #2: Diablos! Es esa loca de nuevo!!
Sin contenerse ni un segundo, otra lluvia rapida de flechas comienzan a azotarlos fuertemente, haciendo que estos se cubran, pero recibiendo bastante daño.
Pangoro #1: Vamonos!!
Los dos pokemones hostiles esquivan a como pueden las últimas flechas y tratan de huir, mientras que Charlie y Umbreon se descubren y tratan de voltear a ver en la dirección de la que venían las flechas, divisando quien era su salvadora.
Braixen: Ahora no son tan rudos, eh?
Y weeeeeno, mucha gracias po leer!! n.n/
Espero les haya gustado, nos vemos en el siguiente capitulo!!
Aiooosh nwn/
+11200 palabras
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