Mini historias

A las afueras de un hospital se puede ver ingresar a un tumulto de pokemones llevando en brazos a un muchacho que parecía ir en malas condiciones.

En una cafetería desde el otro lado de la calle, un conocido Charizard observaba el alboroto sin prestar mucha atención, mientras tomaba una taza de café y leía un periódico del día.

El pokemon se le veía un poco estresado y sostenía un marcador rojo con su mano libre, tachando algunas párrafos con anuncios sobre ofertas de empleo. Luego de varios minutos de lectura, el pokemon encierra en círculo un par de ofertas para así finalizar su café y levantarse de la mesa individual en la que estaba. El Charizard dobla el periódico, va hasta la caja para pagar y se retira del establecimiento.

El pokemon se dirige a algunos puntos de la ciudad en busca de los empleos que había visto en el periódico. A lo largo del día, Jeremy logra encontrar ambos lugares y en ellos deja su información, pero siempre con la misma respuesta, "imposible contratar a un pokemon sin entrenador o patrono actual". Algo cansado y decepcionado, el Charizard se resigna a irse del último establecimiento para volver a encaminar las calles en el centro de la ciudad y volver a su apartamento.

Mientras caminaba, este se le veía un poco pensativo, al mismo tiempo que miraba al cielo con un cierto aire de intriga.

Jeremy: Hmm... no es un mal día... al menos encontré dos ofertas...

El pokemon continúa caminando por algunas cuadras hasta llegar a una esquina en la que dobla hacia la derecha y finalmente se detiene a las afueras de un edificio de apartamentos.


Jeremy: Bueno... en casa, al menos.

Con su semblante neutro y algo cansado, Jeremy entra al edificio y se dispone a subir hasta el tercer de los cuatro pisos de apartamentos que albergaba ese sitio. El interior era un poco descuidado, a las afueras de algunas puertas habían cajas con basura, periódicos, tablas de piso rotas o despegadas y un inconfundible olor a humedad en todo el edificio que indicaba ser de los más económicos que se podrían pagar.

El tapiz amarillo pastel con estampados de flores rasgado en el pasillo angosto al terminar de subir la escalera era índice de que ya había llegado a su piso. El pokemon saca unas llaves y entra a lo que sería su lugar para pasar las noches.

Dentro del incómodo apartamento se podían apreciar apenas algunos muebles y electrodomésticos con los que el pokemon se las arreglaba para subsistir. En el apartamento se podía apreciar únicamente un cuarto en dónde se encontraban todas las áreas de una casa común, a excepción del baño que era la única sección que contaba con una puerta para acceder el mismo.

La tristeza que desprendía ese cuarto ciertamente se hacía sentir. Jeremy mira hacía su izquierda y allí nota la lavadora en la que había dejado la ropa. Luego pasa su mirada por la mesa en medio de la habitación con algunos periódicos que había dejado junto a un vaso con agua y lentamente dirige su visión por el área de "cocina", que constaba de una estufa, un lavabo y el refrigerador.

Dando un suspiro desalentador, Jeremy deja el otro periódico que anduvo todo el día sobre la mesa y este da unos pasos a su derecha para poder dejarse caer boca abajo sobre la rechinante e incómoda cama de resortes. Era una fortuna que el apartamento ya viniera amueblado, ya que de no ser así, este perfectamente dormiría en el suelo.

Las dos ventanas que apenas dejaban pasar luz le daban la suficiente claridad para que el pokemon abriera un poco su ojo izquierdo y encendiera un radio que yacía sobre una mesita de noche al lado de la cama, reproduciendo algunas melodías en la estación sintonizada que lo acompañarían en un sueño que poco a poco lo fue consumiendo hasta quedarse dormido.

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Luego de algunas horas, siendo las 7:29 p.m, un golpeteo en la puerta hacen que el Charizard sea despertado de su siesta de recuperación. Tomándose algunos segundos para ubicarse, Jeremy se levanta y da algunos pasos para acercarse a la mirilla de la puerta e identificar a la persona al otro lado.

Rápidamente, el tipo Fuego-Volador abre la puerta y grande es la sonrisa que ilumina su rostro al ver a una pareja esperando para verlo, siendo Adam y Absol.

Adam: Jeremy!

Jeremy: Muchachos... jeje cómo está la pareja de tortolitos, eh?

Absol: Ay Jeremito! Que alegría verte!

Adam: Como has estado?!

Ambos adolescentes se lanzan para abrazar al Charizard y este se sorprende al recibir la muestra de afecto, aunque no duda en corresponder de la misma manera.

Jeremy: Jeje... he estado mejor.

La cara de ambos decae un poco al escuchar las palabras, teniendo en cuenta que ellos estaban al tanto de como le ha ido al pokemon últimamente.

Jeremy: Pero de eso no se preocupen. Pasen, voy a buscar lo que me pidieron.

La pareja pasa al apartamento y cierran la puerta tras ellos. Una extraña sensación recorre sus espaldas al recordar lo pequeño que era la posada del pokemon. Sin decirse nada, ambos se acercan a la mesa con dos sillas y se sientan a esperar por el Charizard, mientras que este revisaba los cajones de su mesita de noche.

Jeremy: Uh... les ofrezco agua? -dice con algo de pena.

Adam: Uh...

Absol: B-Bueno... a mí sí me gustaría un vasito.

Jeremy: Claro! Denme un segundo.

El Charizard deja lo que estaba haciendo y se dirige a la pequeña pileta para sacar un vaso del único gabinete sobre su cabeza, lavándolo rápidamente y llenándolo de agua.

El pokemon se acerca a la mesa y coloca el vaso cerca de la Absol, quien le agradece con una linda sonrisa en su rostro.

Absol: Te adoro Jeremito! Muchas gracias.

Jeremy: Lamento no poder ofrecerles más...

Adam: Tranquilo! Con todo lo que nos has ayudado es más que suficiente.

Jeremy vuelve a la mesa de noche para continuar buscando lo que se dispuso en un principio. Luego de algunos segundos, el pokemon saca una pequeña caja rectangular que extiende al joven Van Voorhm luego de sacudir y desempolvar un poco.

Jeremy: Aquí tienes.

Adam: Vaya! Con que así luce una real?

El joven y su pareja contemplan con los ojos bien abiertos lo que era una cajita que resguardaba dos replicas de las medallas de tipo Agua y Planta.

Absol: Se ven muy reales!

Jeremy: No son perfectas, no las anden mostrando a cualquiera o se podrían meter en problemas.

Adam: Cielos Jeremy, muchísimas gracias!

Absol: Te lo compensaremos!

Jeremy: Tráiganme una bolsa de café la próxima vez que vengan y eso cubrirá la deuda.

Los jóvenes ríen un poco, a lo que el Charizard también lo hace para disimular su escases de dicho producto.

Jeremy: Ehm... bueno, se está haciendo algo tarde chicos, es mejor que se vayan ya, estas calles no son muy seguras.

Adam: Podemos venir a verte otro día?

Jeremy: Claro, yo mientras tanto intentaré conseguirte la tercer medalla.

Adam: Gracias de nuevo Jeremy!

Sin mas que decir, los muchachos vuelven a abrazar al pokemon anaranjado y estos se despiden tranquilamente de su posada, dejándolo nuevamente sumido en el silencio del viejo apartamento.

Jeremy: Bueno... supongo que... deberé cumplir otra noche.

El Charizard se disipa de sus pensamientos rápidamente y este ronda por todo el apartamento en busca de todo lo necesario para algo que aparentemente ya tenía apartado en su agenda nocturna.

A eso de las 9:55 p.m, entre las oscuras sombras del amplio callejón se podía apreciar la llama que despedía la cola del pokemon Fuego-Volador, la cual desvelaba un pequeño cinturón que rodeaba su abdomen. En dicho cinturón se podía observar un walkie-talkie, una pequeña bolsita de cuero con una cajeta de cigarros y un anillo metálico que mantenía unas 3 llaves juntas.

Jeremy camina de manera seria y con su vista puesta en donde desembocaba el callejón. Al final había una puerta metálica iluminada por una luz rosa neón sobre la misma. Frente a la puerta se encontraba un pokemon que permanecía inmóvil, su mirada puesta al frente y una expresión que aterraría a cualquiera que pasara por el lugar, un Conkeldurr era el pokemon que se interponía entre el exterior y donde sea que llevara esa puerta metálica.

El Charizard camina sin titubear y este se detiene a un par de metros frente al pokemon, cruzando así una mirada sería entre ambos.

Jeremy: Y bien?

Conkeldurr: Ya era hora. El jefe preguntaba si nos ibas a ayudar hoy también.

Jeremy: Si prometen pagarme, lo haré.

Conkeldurr: Si, si. Lo que sea, solo vigila la entrada, hoy se esperan muchos clientes.

Jeremy: Hm.

Conkeldurr: Volveré adentro, así que será mejor que te prepares, ya casi es hora.

Jeremy: Bien.

Conkeldurr: La contraseña de hoy es "La montaña en dónde nieva siempre es la desolada".

Jeremy: Entendido.

Conkeldurr: El que no la sepa ni te molestes en decirle que no pasará, solo patéalo lejos de aquí... así como solo tu sabes hacerlo -decía  de forma burlista.

Sin más que decir, el gran Conkeldurr abre la puerta metálica y este da un último vistazo al Charizard, quien no le quitaba la mirada de encima.

Luego de irse, Jeremy se posiciona bajo la luz neón y frente a la puerta metálica con los brazos cruzados y mirando al momentáneamente desolado callejón. El pokemon suspira y este saca un cigarrillo de su cinturón para luego encenderlo con una llama que despide de su propia boca, dándole inmediatamente un gran jalón al palillo de tabaco.

Jeremy: Vamos Jeremy... solo una noche más... mañana conseguirás algo para dejar esta... estupidez de guardia...

El pokemon continúa fumando del cigarro, hasta que a lo lejos se podían ver tres siluetas que se acercaban lentamente al callejón y con dirección a ingresar al lugar que resguardaba el Charizard.

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No muy lejos de aquel callejón, a eso de las 12:21 a.m, proveniente de un bar se podía escuchar música salir del interior del lugar. A lo largo de la noche se podía apreciar diferentes canciones ser interpretadas por la banda encargada de entretener a los clientes nocturnos que atendía el establecimiento. Un poco de Jazz, algo de Rock, algunas peticiones del público y algunos otros géneros eran interpretados por la no muy conocida banda de debutantes, conformada por tres humanos y dos pokemones.

En cierto punto de la noche, el vocalista y líder de la banda da anuncio a los espectadores que harían una pausa para descansar, por lo que otra banda de turno se ocuparía de mantener el ambiente del bar por un par de horas.

El conocido bar recibía bastantes clientes a pesar de las altas horas de la noche, por lo que era necesario para la banda tomarse un descanso.

Detrás del escenario, un integrante de la banda se dirige hacia el casillero en dónde guardaban sus cosas, un pokemon, específicamente.

Un cansado Toxtricity se encontraba guardando algunas de sus cosas en su casillero y aprovecha para tomar una botella de agua que guardaba allí mismo. Justo cuando se disponía a tomar de ella, esta se le resbala y se derrama en el piso. Algo agobiado, el pokemon camina hasta un pequeño cuarto aledaño en dónde guardaban utensilios de limpieza y toma un trapeador de allí para volver y limpiar del desastre.

Mientras limpiaba, el pokemon busca por la habitación la botella que salió rodando, hasta que la logra divisar debajo de una silla. Toxtricity se agacha para tomarla y al hacerlo este nota por accidente que al lado de la botella yacía una lata arrugada de energético Monster. El pokemon mira con curiosidad la lata y este la toma para mirarla más de cerca. Un lejano de recuerdo de alguien que solía tener un gusto por esa bebida invade la mente del tipo Veneno-Eléctrico y su semblante decae un poco por los recuerdos.

???: Psst!

Un llamado silencioso interrumpe los pensamientos de Toxtricity y este voltea hacia la puerta, dónde provenía el ruido, para darse una no tan grata sorpresa.

Una chica rubia que el pokemon conocía perfectamente se asomaba tímidamente por la puerta y trataba de llamar su atención mientras miraba por el pasillo, como si estuviera vigilante de alguien.

Toxtricity: Ugh! No puede ser... cómo entraste está vez? -decía algo molesto.

Lisa: S-Solo es un momento!

Toxtricity: Que rayos quieres? Quieres que llame a seguridad?

Lisa: No! Por favor! Me costó mucho entrar sin que me notaran!

Toxtricity: Nuh uh, llamaré a German para que te saquen de aquí.

Justo cuando el pokemon se disponía a pasar, Lisa lo detiene y lo mira a los ojos.

Lisa: NO! E-Espera! Solo quiero hablar!

Toxtricity la mira con desconfianza, pero la desesperación en los ojos de la chica tocaban un poco el lado sentimental de él.

Toxtricity: Ugh... habla rápido.

Lisa: S-Solo quería saber cómo estabas...

Toxtricity: Estoy bien! Ahora vete, por favor.

Lisa: E-Espera, no sé en dónde te estás quedando! Tienes donde dormir?

Toxtricity: Augh! Si! Duermo junto con la banda en un apartamento.

Lisa: P-Puedes venir conmigo si lo necesitas!

Toxtricity: Por que tronchas querría volver contigo?! Ahora que lo pienso, no deberías estar arrestada?

Lisa: L-Logre salir.

Toxtricity: Lo sabía... seguro fue el estúpido de tu primo, verdad?

Lisa: N-No...

Toxtricity: Oh ya veo... le lloraste a tía Vanessa, no? Debí adivinarlo.

Lisa: No! E-Ella tampoco quiere verme...

Toxtricity: Entonces como diablos saliste?

Lisa: Charlie...

Toxtricity: Huh?

Lisa: Charlie pidió que... me liberaran.

La mirada del pokemon deja de ser una enojada y pasa a una confundida. La mención de Charlie bastaba para entristecerlo un poco, en especial viniendo de su antigua entrenadora.

Toxtricity: Pff... eso que? -decía disimulando sus emociones.

Lisa: Él... me dió dinero y... dijo que no quería verme en la cárcel.

Toxtricity: ...

Lisa: Y... así como él lo hizo... quiero que me des una segunda oportunidad Toxtricity!

Toxtricity: Eh?!

Lisa: He cambiado Tox! Enserio me arrepiento de lo que hice!

El pokemon aparta un poco la mirada, pero este es tomado por sorpresa al sentir las manos de la chica tomar las suyas para acaparar su atención.

Lisa: Y quiero que vuelvas a ser mi pokemon... por favor...

Toxtricity no puede evitar sentir algo de culpa al ver a su ex entrenadora pedirle de forma tan desesperada volver a ser pokemon y entrenador. Un pequeño dolor en su pecho se hacía presente, pero recordar lo que le hizo a su único amigo le hacía doler más de lo que las palabras de la rubia podían infundirle.

Toxtricity: Lisa...

El pokemon, al estar parado en la entrada de esa habitación, puede ver con el rabillo del ojo al fondo del pasillo como se acercaba el personal de seguridad, quienes seguramente fueron alertados por alguien del ingreso de la rubia. Toxtricity cierra sus ojos y aprieta un poco las manos de la chica, mientras que esta le veía sumamente intrigada.

Toxtricity: Lo lamento... no puedo...

El pokemon abre sus ojos y mira como el semblante de la chica se derrumba, mientras que un tipo alto de seguridad toma a la chica de la cintura para llevársela.

El pokemon se da la vuelta y este solo escucha los gritos de Lisa implorando que la bajen y dejen hablar con su antiguo pokemon, sin éxito alguno mientras se la llevaban fuera del lugar.

Toxtricity da un gran suspiro y una voz a sus espaldas se hace presente para sacarlo de sus pensamientos.

Salazzle: Oye! Estás bien? No te hizo nada?

Toxtricity: E-Eh? Oh... no, no pasó nada

Salazzle: Lamento la demora, estábamos buscándola por todo el bar apenas nos dijeron de su ingreso... debí saber que te buscaría directamente.

Toxtricity: Si... pero no hay problema...

Salazzle: Seguro que estás bien?

Toxtricity: Si... gracias.

El pokemon le dispone una sonrisa que tranquiliza a la Salazzle, dándole la tranquilidad de irse y dejar al tipo Veneno-Eléctrico solo nuevamente.

Al finalizar la noche, a eso de las 4:23 a.m, luego de finalizar su turno en el bar, una minivan recorre las calles que limitan la ciudad con la zona silvestre del lugar. A mitad del camino, la camioneta se detiene y de ella baja el Toxtricity.

Vocalista: Aquí estamos amigo, seguro que prefieres caminar desde aquí?

Toxtricity: Seh, no quiero que se metan en problemas si los ven cerca de casa.

Vocalista: Podemos dejarte más cerca, hermano. Solo dinos el edificio.

Toxtricity: T-Tranquilo! Además, tengo ganas de estirar las piernas jeje.

Vocalista: De acuerdo, nos vemos la otra semana. Practicaremos en el garaje de Gary el domingo, por si quieres venir.

Toxtricity: Uhmmm... tengo que comprar comida y visitar a unos amigos jeje veré si puedo.

Vocalista: No pasa nada amigo, nos vemos entonces!

El Toxtricity se despide con un gesto de cabeza y este comienza a caminar en dirección a una calle que desembocaba en un pequeño vecindario de apartamentos. Mientras tanto, la camioneta cierra su puerta y seguidamente arranca para perderse en la lejanía a los pocos segundos.

Toxtricity se da la vuelta para asegurarse de que sus amigos se hayan ido y luego de confirmarlo  comienza a caminar en sentido contrario.

En pocos segundos Toxtricity llega hasta el último pedazo de pavimento y este mira hacia el área silvestre con el que limitaba la ciudad, tomando una gran bocanada de aire y sujetando firmemente su única pertenencia: una guitarra que llevaba guardada en un estuche rígido para evitar que se dañara.

Lentamente, la silueta de Toxtricity es lo único que se puede visualizar en medio del campo, alejándose poco a poco de la ciudad antes de entrar a una zona boscosa que formaría parte del área silvestre.

El frío de la madrugada hacía entumecer un poco el cuerpo del pokemon y la vegetación que atravesaba no le facilitaba el camino, por lo que este trataba de mantener a salvo su guitarra a toda costa.

Finalmente, luego de unos 20 minutos de caminata, el pokemon llega a un área un poco abierta en medio del bosque. En esa área se podía apreciar un gran roca, rodeada de otras dos más pequeñas y que eran cubiertas por una gran manta de lona, haciendo así una pequeña e improvisada cueva que funcionaba como el lugar de descanso del pokemon.

Toxtricity: Bueno... hogar, dulce hogar.

El Toxtricity se asegura que ningún pokemon haya tomado su lugar y este procede a entrar a su "cueva". En el interior, este enciende una linterna y deja ver un poco de lo que poseía. Un cofre de más o menos un metro de ancho y un colchón viejo era todo lo que el pokemon mantenía a la vista.

Este se dirige a su cofre para abrirlo y en su interior se pueden apreciar algunos utensilios, como dos vasos de plástico, una caja de cerillos para fogatas, un plato de plástico, unas bayas, un par de baterías, un reloj de mano, una bolsa de papitas, un paquete de salchichas, una barra de jabón y una pokeball.

El pokemon toma la pokeball con algo de nostalgia y la mira por algunos segundos para luego suspirar con decepción. 

Toxtricity: Es extraño... no tengo sueño...

El pokemon vuelve a colocar la pokeball dentro del baúl y seguidamente toma los cerillos para encender nuevamente los restos de una fogata que yacían casi en la entrada de su "cueva". Luego de algunos minutos, la fogata es encendida y este se dispone a sacar la guitarra que traía consigo para comenzar a tocar algunas notas suaves. Tocar dicho instrumento y de forma tan nostálgica le traía algunos recuerdos de sus días en la mansión, cuando todo era perfecto y no lo sabía.

Poco a poco, el Toxtricity se iba quedando dormido, mientras permanecía recostado a su colchón y lentamente dejaba de tocar su guitarra hasta quedar sumido en un sueño por el cansancio que su cuerpo hacía cada vez mas presente.

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Un fuerte y estruendoso rayo cae desde el cielo y Toxtricity se despierta de un brinco completamente aturdido y desorientado por el estruendo. El cielo estaba comenzando a cubrirse de nubes grisáceas que se aproximaban a una velocidad alarmante, acompañadas de una visible y pesada lluvia que se acercaba rápidamente.

Aun desorientado, el pokemon se apresura a alargar mas la lona que servía de techo y se dirige a un costado de su "cueva". En la tierra, Toxtricity parecía tener  enterradas otro par de lonas algo rotas, con un par de rocas pesadas para que no se las llevara el viento y tampoco las robaran.

La lluvia comienza a golpear la zona y las gotas pesadas se hacían oír al impactar el suelo. El viento feroz comenzaba a a revolotear las copas de los arboles y todos los pokemones que vivían en los alrededores corrían por todas partes en busca de refugio ante la inesperada tormenta que llegaba a la región.

El agua comenzaba a llenar rápidamente el bosque y la tierra se volvía lodo en todas partes debido a la fuerte lluvia. Toxtricity hace su mayor esfuerzo por poner las lonas en la entrada de su cueva para evitar que se inundara junto con sus pertenencias, pero el viento azotador le hacía la tarea mucho mas difícil de lo que debería ser.

Tras varios minutos de batallar con el viento y la lluvia, Toxtricity logra proteger su posada, pero justo antes de poder ingresar a su posada, un ensordecedor golpe se escucha a sus espaldas. Un rayo impacta un árbol justo a la mitad y este cae abruptamente en el bosque a pocos metros de su "cueva". Dos pobres Emolga caen el suelo y uno queda inconsciente, mientras que el otro trata débilmente de despertarlo para poder correr a buscar refugio.

Toxtricity se detiene unos segundos antes de entrar a su refugio y con algo de indisposición se gira y corre para socorrer a los pequeños. Si bien ninguno de los pokemones debería temer a los rayos de la tormenta, el caos que estaba desatando la fuerza del viento no era algo para dejar pasar por alto, por lo que el tipo Veneno-Eléctrico debía apresurarse en ayudar a los pokemones para no ser afectado por el entorno.

Toxtricity carga cuidadosamente al Emolga inconsciente, mientras que el otro, asustado y confundido mira con ferocidad a su salvador.

Toxtricity: Oye tampoco quiero ayudarlos! Pero no me dejas opción.

El Emolga entiende rápidamente y al ver a su alrededor, este no tiene más opción que seguir al Toxtricity y velar por su compañero inconsciente. Emolga sube al hombro del bípedo y este corre nuevamente hasta su guarida, la cual ya estaba siendo afectada por toda el agua que caía.

Una vez en el interior de la "cueva", Toxtricity coloca a los dos pokemones en el suelo con cuidado y este se asegura que se encuentren bien. Poco a poco el Emolga inconsciente comienza a abrir los ojos y se puede apreciar el alivio en la sonrisa que se dibuja en el rostro de su semejante. Poco dura la felicidad del momento cuando de repente fuera de la cueva se escucha el grito de otro pokemon que estaba sufriendo la ira de la naturaleza. Toxtricity se asoma brevemente y a lo lejos puede ver un Marill que buscaba con desesperación a lo que se alcanzaba a escuchar como un Azurill. El caudal de un río cercano se había desbordado y el agua comenzaba a invadir toda el área.

Toxtricity da un paso hacia atrás y este siente un pequeño golpecito en su pie, proveniente de uno de los Emolga.

Emolga: Ayúdalo! Su hermanito es recién nacido y debe estar en problemas!

Toxtricity: Que?! Estas loco?! Apenas y pude ayudarlos a ustedes!

Emolga: Por favor!

Buscando su propia protección, Toxtricity se lo piensa varios segundos, pero la mirada de ambos Emolga no le dejan más opción que salir una vez más de su refugio.

Toxtricity: Ugh! Bien!

Con gran valentía, el pokemon sale rápidamente tratando de cubrirse con sus manos de las hojas y demás residuos del bosque que se llevaba el viento. El bípedo llega con el Marill y este se entera de la presencia del pokemon.

Toxtricity: Que mierda pasa?!

Marill: Es mi hermanito! El río se desbordó y trae demasiadas rocas, lodo y troncos! Él aún no sabe nada bien!

Toxtricity: Y esperas que sepa en donde está?!

Marill: Por favor! Ayúdame a buscarlo!

El pokemon morado gruñe con indisposición, pero inmediatamente se pone a mirar por los alrededores en busca de alguna señal del pokemon perdido. Con su oído, Toxtricity escucha un lejano grito proveniente de muchos metros adelante, justo por donde el río se llevaba todo a su paso.

Ambos pokemones corren hasta allá y justo a la orilla del feroz río, un pequeño Azurill se sostenía de un tronco atorado en una roca a la orilla que era cada vez más engullida por la corriente.

Toxtricity: Ahí está!

Marill: Azurill! No te sueltes!!

El torrencial del río le hacía la tarea al pequeño pokemon cada vez más difícil, por lo que los dos rescatistas debían pensar en un plan rápido que los ayudara a sacarlo del caudal sin tener que entrar al río.

Toxtricity: Oye! Usa tu cola para derribar este árbol!

El pokemon señala un árbol que tiene su tronco algo desgastado. El Marill nota que el árbol se encontraba cerca del tronco al que se aferraba su hermano, por lo que, dándole desde el ángulo correcto, podría caer cerca del Azurill y brindarle mas soporte al tronco para que no se lo lleve la corriente.

Marill: Oh! Entiendo! Estoy en ello!

Marill corre rápidamente hacia el árbol y este envuelve su cola en un brillo que indica que estaba por usar Cola Férrea. El golpe hace que el árbol se sacuda con fuerza y su tronco empiece a ceder. Mientras Marill seguía golpeando el árbol, Toxtricity corre rápidamente hacia la orilla del caudal para tratar de rescatar al pequeño Azurill antes de que la corriente se lo lleve. Un último y fuerte golpe por parte del Marill hace que el tronco del árbol se rompa y este caiga abruptamente justo en donde habían calculado los dos rescatistas.

La caída del árbol sobre el tronco crea un efecto palanca que lanza al Azurill por los aires, por lo que Toxtricity salta ágilmente y lo logra atajar a tiempo para que este no se lastime. La lagrimas del pequeño cesan mientras mira aún con temor a su salvador, quien no tarda en caer y acercarse al pariente del pequeño pokemon. Marill lo toma en brazos y este le da un gran abrazo que lo alivia del peligro del que acaban de escaparse.

Toxtricity los mira con una ligera sonrisa en su cara, la cual es borrada súbitamente por un estruendo proveniente del río que continuaba haciéndose cada vez más aparatoso.

Un gran pokemon choca contra el tronco del que se aferraba el Azurill y debido a su tamaño lo rompe con gran facilidad. El río lo arrastraba por la corriente sin ninguna posibilidad de recomponerse o mantenerse a flote.

El tipo Veneno-Electricidad mira de reojo a los hermanos y estos lo miran con la esperanza de que ayude a ese desamparado pokemon.

Toxtricity: OH POR FAVOR!! Tiene que ser una broma!

Marill: Ayúdalo!!

Toxtricity: Creen que yo no valoro mi vida?!

Los gritos del pokemon misterioso que brevemente podía salir a tomar bocanadas de aire ciertamente infligían culpa en el pecho de Toxtricity, por lo que, muy de mala gana, este empieza a correr por la orilla del río, dejando atrás a los hermanos de tipo Agua.

El pokemon anfibio corre lo más rápido posible por la orilla del río, esquivando troncos, rocas, montículos de lodo y demás obstáculos para tratar de idear algo que lo ayude a sacar al pokemon de su apuro.

Goodra: AHHHH!! AUXILIO!! AYUDENME!!

Toxtricity logra ver la cara del pokemon por unos breves segundos y este trata de mirar a sus alrededores en busca de algo que lo ayude a sacarlo del río.

Toxtricity: Oye!! Trata de nadar hacia la orilla!!

Goodra logra escuchar la voz de Toxtricity y entiende que este trata de ayudarlo, por lo que a como puede trata de dirigirse hacia la orilla a como puede. Toxtricity mira hacia adelante y logra ver una gran roca con una forma muy circular, por lo que se le ocurre una pequeña idea.

Toxtricity corre lo mas rápido que puede para adelantarse y empujar la roca hacia donde se dirigía el Goodra, con el objetivo de que funcione como un obstáculo y pueda frenarlo por algunos segundos. Al llegar, este usa toda su fuerza para mover la roca, pero el peso de la misma le imposibilita la tarea. Rápidamente, Toxtricity trata de usar Puya Nociva con la esperanza de que la fuerza del ataque le ayude a mover el objeto, lo cual resulta efectivo.

La roca cae al río justo a escasos metros del Goodra y este logra aferrarse a ella por algunos segundos. Con gran agilidad, Toxtricity arranca unas lianas que colgaba de un árbol y las lanza hacia el Goodra para que este pueda sujetarse y pueda jalarlo fuera del río. Goodra toma las lianas y Toxtricity empieza a jalarlo con todas sus fuerza.

Para su mala fortuna, el peso del Goodra era más que la fuerza del pokemon anfibio y sumado a todo el lodo y lluvia que cubría su cuerpo, este empezaba a resbalarse y ser jalado hacia el río.

Toxtricity: Maldita sea!! Por que eres tan gordo!!

Goodra: Lo siento!! No soy gordo!! Soy pachoncito!!

Toxtricity no logra soportar la tensión y este es jalado con mucha fuerza hacia el río, haciendo que ambos caigan nuevamente al río.

Toxtricity es golpeado por varios troncos debajo del agua y este comienza a perder resistencia y aire durante esos momentos. A como puede, logra salir a flote y logra ver al Goodra también batallando por conseguir aire a algunos metros de él. El tipo Veneno-Eléctrico nada hacia el Goodra y este lo abraza con un brazo, mientras que trata de posicionarse en su espalda.

Toxtricity se prepara para utilizar Amplificador y así tratar de empujarse a ambos hacia alguna orilla, pero la potencia del ataque no es lo suficiente para combatir la fuerza de la corriente. Los rayos seguían cayendo y la lluvia no parecía querer detenerse, haciendo que ambos se dirijan hacia una cascada que resultaría fatal para ambos.

Goodra: Nos dirigimos a una cascada!!

Toxtricity: Ya lo sé, tonto!

Goodra: No quiero morir!!

Toxtricity: Y crees que yo sí?! Debí haberme quedado en mi refugio!!!

Ambos pokemones se abrazan con desesperación y tratan de nadar, pero la fuerza de la corriente los niega de toda posibilidad. Justo en los últimos momentos, rindiéndose ante el cansancio, los pokemones cierran sus ojos esperando la caída de la cascada que los llevaría a una muerte segura.

De la nada, tres flechas atraviesan de lado a lado el río con lianas atadas a ellas, creando así una especie de red que los retiene justo a unos metros de la cascada. Ambos se aferran a la red con desesperación y confusión, sin saber de donde salió la misma.

A un lado del caudal, se pueden divisar un par de orejas vulpinas que corrían entre los arbustos tratando de manipular las lianas.

Una Braixen salta desde los arbustos y en su boca se puede apreciar una rama de bayas que mantenía firmemente, mientras que con sus manos disparaba una flecha más que con una gruesa liana que se engancharía en un árbol al otro extremo del río para reforzar la red ya creada.

Braixen: Agárrense de las lianas con fuerza!!

La tipo Fuego sube en un instante a la copa de un árbol para poder atar otro par de lianas a su torso y engancharlas en el árbol sobre el que estaba parada. Sin pensarlo dos veces, Braixen salta hacia la red de lianas que formo y con gran agilidad se balancea lo suficiente para no caer al río y poder acercarse hacia Goodra y Toxtricity.

Braixen: Denme la mano!!

Ambos se mueven aferrados a la red y logran alcanzar a la vulpina, por lo que esta comienza a caminar hacia la orilla y sujetándose de la liana que había amarrado a su torso como soporte. En pocos segundos y usando toda su fuerza, Braixen logra hacer que Toxtricity y Goodra lleguen a la orilla, pero justo cuando Braixen se disponía a salir del río las lianas que formaba la red comienzan a romperse, quedando solo con la de su torso.

Braixen cae al río y la fuerza del mismo empieza a dilatar la liana que le quedaba, por lo que esta trata de moverse y hacer todo lo posible para salvarse. Justo cuando se rompe su liana, Toxtricity y Goodra logran alcanzar las manos de la vulpina y así la jalan hasta la orilla con la fuerza que le quedaba.

Todos, llenos de lodo y sin energías, se dejan caer sobre sus espalda para recobrar el aliento y respirar pesadamente, mientras la lluvia sin freno seguía cayendo a cantaros.

Goodra: G-Gracias... a los dos.

Toxtricity: Ni que lo digas...

Braixen: G-Gracias a ti... por la ayuda...

Toxtricity: Jeje... oye...

Braixen: Hm?

Toxtricity: D-Debes... enseñarme... ~hah~...  como salvar pokemones... ~hah~ ~hah~ con bayas en la boca -decía con sarcasmo.

Braixen mira con confusión al pokemon anfibio y esta recuerda la rama de bayas que aún sostenía con su boca, siendo que por todo el ajetreo ahora solo quedaba una de las muchas que traía.

Braixen: Je... jajajaj.

Toxtricity: Q-Que es tan gracioso?

Braixen: Jajaja... maldita sea... me costó demasiado conseguirlas... y solo resta una miserable...

Toxtricity: Oh... l-lo siento.

Braixen: E-Eran para mi amigo... supongo que... tendré que buscar más...

Toxtricity: C-Creo que tengo unas en mi refugio... puedes llevártelas.

Braixen: Enserio?

Toxtricity: E-Es lo menos que puedo hacer...

Goodra: Oigan...

Toxtricity y Braixen: Uh?

Goodra: Podemos quedarnos en tu refugio? N-No me siento bien.

Toxtricity y Braixen se miran con confusión y ambos ríen en silencio ante la desdicha del pobre Goodra, por lo que ambos se ponen de pie y ayudan al pesado amigo a caminar, mientras que la lluvia torrencial y el feroz viento continúan haciendo estragos por la región.

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Una vez en el refugio de Toxtricity, este es recibido por los Emolga que se refugiaban de la tormenta y entre todos logran recostar al Goodra en el colchón para que pueda descansar. Mientras tanto, Toxtricity rebusca en su baúl por las bayas en lo que Braixen trataba de escurrir un poco del agua de sus orejas y pelaje.

Toxtricity: Toma, solo tengo dos... ehm... perdón, creí que eran más.

Braixen: No te preocupes, con esto deberá bastar.

Toxtricity: Oh... perfecto.

 Braixen: Bueno... supongo que me retiro.

Toxtricity: E-Eh?! Pero la tormenta aun no cesa!

Braixen: Lo sé... pero mi amigo me necesita, no puedo perder el tiempo.

Toxtricity: Wow... entonces... estuviste en medio de esta tormenta... buscando bayas... solo para él?

Braixen: Si... está enfermo y no puedo defraudarlo... prometí cuidarlo.

Toxtricity: Vaya... eres muy valiente...

Braixen: Es lo menos que puedo hacer por él... después de todo... es mi mejor amigo... aunque él no me considere como tal...

Las palabras de la Braixen resuenan en la cabeza del Toxtricity y este mira fijamente por algunos segundos a la tipo Fuego.

Toxtricity: Mejor amigo?

Braixen: Seh... es algo así como... -es interrumpida.

Toxtricity: Y-Yo... también tuve un amigo... creo que... es el único que he tenido... creo que también era mi mejor amigo... aunque yo no lo fui para él...

Braixen: Lo extrañas?

Toxtricity: Mucho... pero le hice algo que... no harían los amigos...

Braixen observa como el semblante del pokemon decae rápidamente, por lo que no duda en tomar su hombro para llamar su atención.

Braixen: Oye... no te tortures por ello.

Toxtricity: No... no lo entiendes... lo que hice fue... horrible... nunca dejé de pensar como se sintió luego de ese día.

Braixen: Hey!

Toxtricity: Arceus... fui tan... estúpido!! Por eso y muchas cosas es que me merezco todo lo que me pasa!

Braixen: Oye!

Toxtricity: Si tan solo...! -es interrumpido.

Braixen: ESCUCHA!

La atención del pokemon se centra en la vulpina y es disipado del pequeño tormento que le envolvía la cabeza.

Braixen: Hey... no digas eso... sé que a veces hacemos cosas malas, pero... si en verdad lo considerabas tu amigo... entonces pídele perdón.

Toxtricity: No... él no quiere ni verme... no me va a escuchar.

Braixen: Eso es lo que tu crees... pero quizás... solo quizás... él también te consideraba un amigo... si de verdad era tu amigo, entonces te escuchará.

Toxtricity: Pero... no me perdonará.

Braixen: Eso no importa, le pedirás perdón porque es tu amigo... y si te perdona, pues ya será decisión de él... pero así ya no te atormentarás más a ti mismo.

El pokemon morado no puede evitar sentirse de forma extraña, tenía mucho tiempo guardándose sus pensamientos para él mismo y realmente no se había sincerado de esa forma con nadie en mucho tiempo, por lo que su expresión es una tanto de confusión como de incertidumbre.

Braixen: Uhm... bueno... no lo sé... yo no sé muchas cosas, solo sigo mi corazón... y créeme... yo también le falle a un amigo hace mucho tiempo... pero vivir con ese arrepentimiento no te dejará seguir adelante...

Toxtricity: ...

Braixen: Solo... considéralo, quieres?

Toxtricity: Uh... si... lo intentaré.

Braixen: Bien... entonces... cuida de ese barril de grasa, yo me iré.

El pokemon asiente de forma boba por aún estar reflexionando las palabras de la Braixen, viéndola irse lentamente de la "cueva" con las bayas en sus manos.

Braixen: Aguanten Raboot y Umbreon! Ya tengo la medicina para Charlie!

La pokemon se retira rápidamente y el nombre es apenas escuchado por el Toxtricity, quien es sacado de sus pensamientos en un instante.

Toxtricity: Eh?! Espera! Que nombre dijiste?!

Para cuando el pokemon sale, ya la vulpina se había esfumado. Toxtricity trata de ver por todas partes tratando de buscar a su salvadora, la cuál ni siquiera pudo preguntar su nombre. El pokemon se queda unos segundos bajo la lluvia mirando hacia la nada, hasta que lentamente este camina de espaldas hacia su refugio y se dispone a esperar que la tormenta pase, junto a los pokemones que había salvado ese día.

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Mientras tanto, en una montaña muy lejana, la tormenta azotaba la zona en forma de ventisca. Los helados vientos y la nieve en el aire hacían del ambiente en el lugar muy desolador y de mala muerte.

En una cueva, se posaba una figura que miraba hacia el exterior, buscando alguna respuesta en por qué el clima se encontraba tan violento y tosco de forma tan repentina.

Mewtwo miraba de forma pensativa hacia la bruma que generaba la tormenta, completamente sumida en sus pensamientos.

Mewtwo: Esto es extraño... esta tormenta no se siente... normal.

La pokemon extiende su brazo hacia adelante para sentir el frío y la nieve que cayera sobre su brazo para después, retraerlo y mirar de cerca los copos de nieve. Estos se veía particularmente extraños, presentaban muchos patrones y eran completamente diferentes a los que generalmente tenían, lo que le daba una mala espina a la pokemon.

Mewtwo: Esto podría ser.... acaso... Charlie el humano... haz despertado el poder de la Reminiscencia?

Los ojos de la pokemon se abren de par en par y breve momento de silencio transcurre, siendo que la pokemon volteaba a ver con atención nuevamente hacia la tormenta frente a ella.

Mewtwo: O tal vez... sea esto un mal augurio... algo que... el destino ha puesto en movimiento...

El pokemon Psíquico comienza a flotar y esta retrocede de nuevo a su cueva lentamente mientras que mira con incertidumbre a la tormenta que transcurría sin descanso alguno.

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Al día siguiente, luego de la tormenta y de todos los estragos que esta causó, un nuevo y soleado día despierta a la región de Galar. Los equipos de rescate se movilizaban por toda la ciudad, ayudando los sectores que fueron más afectados por la tormenta y llevando la ayuda a todo el que lo necesitaba.

El refrán no exentaba a nadie, incluyendo al muchacho enfermo que era cuidado por sus pokemones, siendo que el rumor había llegado a oídos de Adam Van Voorhm gracias a Lucario, por lo que este se había hecho presente en la casa del chico con una pequeña sorpresa, a eso de las 8:20 a.m.

Lucario: Escuchen, Adam tuvo la amabilidad de pedirle a el cocinero de la familia venir por unos días para que no se tengan que preocupar por prepararle comida a Charlie.

En la entrada de la casa se encontraban Lucario y Gardevoir acompañadas de Adam, Absol y un particular cocinero de la familia Van Voorhm, dándole la noticia a Braixen, Umbreon y Raboot.

Adam: Él es Kevin, es nuestro cocinero y les ayudara a cuidar de Charlie, así no tendrán muchos problemas.

Kevin: H-Hola, yo soy Kevin y les ayudaré en lo que necesiten! -decía algo tímido.

Raboot: Kevin!

La coneja se anticipa y esta salta para abrazar al amistoso Typhlosion, quien la recibe felizmente con los brazos abiertos y correspondiendo al saludo.

Kevin: Rabootcita! Que alegría verte de nuevo!

Braixen: Ya se conocían?

Adam: Si! Es una historia un poco larga.

Absol: No te han contado de donde viene Raboot?

Braixen: Uhm... no, no ha habido tiempo para esas cosas, mi prioridad es cuidar y ayudar a Charlie -decía con cierto aire de engreída.

Adam: B-Bueno jeje no hay problema, solo quería aclararles que cualquier cosa con la que no puedan ayudar a Charlie, pídanle ayuda a Kevin.

Umbreon: Él cocinará entonces?

Adam: Así es.

Umbreon: Y si me da hambre... puedo pedirle comida?!

Adam: Uhhh... s-supongo jeje.

Lucario: Ugh no empieces Umbreon! Tu solo piensas en comer!

Umbreon: S-Solo quería saber!

Lucario y Braixen se palmean la cara, mientras que los demás ríen un poco por la boba pregunta del variocolor. Lucario y Gardevoir se retiran junto a Adam y Absol, dejando a Kevin en casa y confiando en que el cuidado de su entrenador se facilitaría con la cuchara del gran cocinero de los Van Voorhm.

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Mientras tanto, en alguna parte de la ciudad, en un cuarto oscuro y frío, una pequeña canina yacía mal herida y llorando en su pequeña celda. La humedad y soledad del lugar hacía del cuarto algo penumbroso y aterrador. Fuera de ese cuarto se podía escuchar una muchedumbre que exclamaban el nombre de algunos pokemones.

Unos pasos se escuchan en el pasillo fuera del cuarto y la pobre luz de una lampara en el techo es encendida para revelar a una pequeña Rockruff lastimada. En su celda yacía un plato con un poco agua ponzoñosa, junto a otro plato con restos de comida en mal estado. La tipo Roca permanecía en el suelo, llorando en silencio mientras que su cuerpecito trataba de recuperarse de las heridas sufridas con unas vendas mal puestas y el frío de la habitación que la debilitaban más de lo que ya estaba.

La puerta de la habitación se abre y débilmente la pokemon se pone de pie, mientras que se arrinconaba lo más que podía en sus celda ante el miedo que le infligía la persona que entraba a la habitación.

???: Jejeje... buen día solecito.

Rockruff no podía vocalizar una palabra por el miedo que le infligía ver a aquel hombre frente a ella, sosteniendo una vara de choques eléctricos en su mano derecha.

???: Que pasa? A estas alturas aún tienes miedo? Sabes que todo esto sería más fácil si cooperaras, no?

En los ojos de la pequeña sobresalían las lagrimas que reflejaban la figura de aquel sujeto, dejando a la pokemon enmudecida.

???: Vamos pequeña... quieres que sea por la malas? -decía con una sonrisa maliciosa.

Rockruff: C-Charlie... por favor, devuélvanme a Charlie -decía con pavor.

???: Jeje... mala elección.

El tipo se abalanza a la celda y entre la titilante luz del cuarto se aprecian los destellos eléctricos que se generaban al conectar con la piel de la pokemon. Unos desgarradores gritos de dolor se escuchaban en todo el pasillo, sin nadie que pudiera socorrer a la pokemon, mientras que el tipo se carcajeaba al ver como la pequeña canina escurría de sus piernas un liquido amarillo por los espasmos que sufría con el castigo.

Las carcajadas de tipo recorren el pasillo, mientras que la electricidad y golpes retumbaban en la habitación una sinfonía de sufrimiento y agonía que serían ahogados por la muchedumbre que, a varios pasillos de distancia, aclamaban en un ring ante el combate de dos pokemones, siendo este, un clandestino cuadrilátero en el que los pokemones peleaban por sus vidas ante el goce de la gente.


















Gracias por leer papus!

Lamento mucho el tiempo sin capítulos, espero este les haya gustado!!

Recuerden comentar y votar! Yo siempre los leo (⁠≧⁠▽⁠≦⁠)

Nos vemos luego!! n.n/


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