🖼️La oscuridad se acerca🖼️

*Abre los ojos*

*En sus pensamientos*

Gardevoir: ¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? Me duele la cabeza y no puedo ver nada. Siento como agua que cae del cielo en mi piel... esto... se siente extrañamente... familiar...

La pokemon comienza a tomar consciencia del espacio oscuro en el que se encontraba, no podía ver nada, pero ciertamente sabía que se encontraba en alguna especie de plano. Al cabo de unos segundos de tratar de comprender lo que sucedía, un haz de luz se hace presente ante sus ojos, cegándola por completo por algunos segundos, haciendo que cierre los ojos.

A los pocos segundos la pokemon logra abrir nuevamente los ojos y la imagen con la que se encuentra es ciertamente confusa. Gardevoir logra ver un campo abierto justo debajo de ella, manteniéndose levitando a no mucha altura sobre el terreno en el que yacían varias siluetas de distintos colores esparcidas por todo el campo, la mayoría estando inmóviles. A los pocos segundos su atención se centra a la distancia en una figura mediana y oscura que ciertamente desprendía un aura maligna, esta había lanzado algo que parecía ser una especie de lanza hecha con su propia energía hacia una figura de color azul, la cuál fue salvada por una figura multicolor que se usó a sí mismo como escudo.

La figura multicolor se desintegra lentamente en el aire y la figura azul se queda en una especie de estado de shock debido a su inmovilidad, lo que hace que Gardevoir tenga un segundo para analizar la situación.

*En sus pensamientos*

Gardevoir: Que rayos... es esto? En donde diablos me encuentro? Y que diantres está pasando aqui? Eh?! No puedo hablar?! Ni moverme?! Es como si una fuerza me mantuviera suspendida en el aire... es como... un sueño... solo que... no se siente como un sueño...

Gardevoir trata de ver a su alrededor y comprueba con su vista y sentir la lluvia que caía por todas partes, escuchaba algunos rayos que caían desde el cielo y su respirar se sentía como si estuviera presente en aquel misterioso panorama.

Un grito de rabia la toma por desprevenida y saca de sus pensamientos al ver como un aura roja estalla justo donde se encontraban la figura azul y negra, siendo que la silueta azul era la que emanaba tal energía. Un poder abrumador se esparce por todo el campo, ráfagas de viento salen por todas direcciones y la figura azul para imbuirse a sí misma en esa aura roja, creando así una apariencia ligeramente similar a la anterior, pero esta se veía un poco más grande y ahora su color era una combinación de ambos colores.

Gardevoir se impresiona completamente y a los pocos segundos la figura azul-roja se lanza contra la figura mediana negra, lista para empezar un combate explosivo. La velocidad de la figura azul-roja era tanta que Gardevoir no lograba seguir la pelea con su vista, las explosiones de poder y golpes eran la única guía para dirigir su mirada en busca de entender lo que sucedía.

La figura negra lograba repeler y esquivar gran parte de los ataque recibidos, pero la figura azul-roja cada vez se lanzaba con mayor potencia y agilidad. Múltiples explosiones de poder sucedían simultáneamente por doquier, pero lejos de poder ser percibidas por la pokemon tipo Psíquico-Hada.

Mientras Gardevoir seguía mirando el combate, una sensación de pavor la invade y el ambiente se vuelve tenso de un momento a otro. Gardevoir intenta mirar alrededor para tratar de explicar el motivo de aquella sensación que le transmitía peligro, hasta que mira hacia arriba.

Un enorme vórtice se posaba en el cielo sin que nadie pareciese darse cuenta de ello, mientras que desde su centro se podía observar unos brillosos ojos rojos que miraban fijamente a la Gardevoir

La pokemon percibe un escalofrío que baja desde su cabeza hasta la punta de su vestido como ningún otro que haya tenido en su vida, sea lo que fuese aquella cosa en cielo simplemente todos los sentidos de la pokemon se encontraban paralizados.

???: QUE... HACES... AQUI?

Profunda, siniestra y penumbrosa era la voz que retumbaba por todo el lugar, mientras que mantenía su vista completamente plantada en la pokemon que miraba sin moverse.

???: QUE... HACES... AQUI?





GARDEVOIR











GARDEVOIR














¡¡GARDEVOIR!!







Gardevoir: AHHH?!

La pokemon despierta bastante desorientada y con sus ojos perdidos, tratando de enfocar y reconocer su alrededor, solo para darse cuenta que aún seguían en el metro, acompañada de Lucario, Adam, Absol, Alice y su Greninja.

Lucario la miraba un tanto preocupada por lo agitada que se le veía, pero Gardevoir se recompone rápidamente, manteniendo la confusión del esquema de imágenes que acababa de ver en su sueño.

Lucario: Estás bien? Llevaba algunos minutos llamándote.

Gardevoir: Uh? Uhm... si estoy bien, solo... me dormí?

Lucario: No crees que deberías volver a casa a descansar?

Gardevoir: No, no... es solo que... tuve un sueño... no, creo que era una pesadilla.

Lucario: Oh ya veo, yo tengo de esas algunas veces.

Gardevoir: Enserio?

Lucario: Claro, algunas veces sueño que el mundo se vuelve de piedra, otras veces todos morimos o a veces que Charlie nunca existió. Ya sabes, esas cosas normales, todos las soñamos.

La tipo Psíquico-Hada mira un poco confundida a Lucario, pero está le devuelvo una mirada sincera y babosa.

Gardevoir: Uh... si, normales.

Un poco agobiada, Gardevoir deja reposar su cabeza sobre su mano mientras descansa el brazo en el asiento para contemplar por algunos minutos la ciudad que se apreciaba a la distancia mientras se dirigían a un destino algo alejado tratando de concluir la búsqueda de la pequeña Rockruff.

Por otro lado, en la casa de Charlie, un alegre pokemon tipo Fuego se encontraba preparando algo de comida para el dueño de la casa, quien había rebasado su cuarto día enfermo, semi inconsciente y con fiebre y espasmos corporales.

Kevin, el Typhlosion, se encontraba ocupado moviendo la sopa que planeaba servir a su paciente para que le ayudara a mejorarse de su extraño estado en el que se encontraba, mientras que otras dos pequeñas tipo Fuego le veía con detenimiento y aportaban con algo de plática.

Kevin: Ven? Tienen que mover cada cierto tiempo la sopa para que salga mas sabor y los vegetales no se peguen en el fondo de la olla.

Braixen: Oh... tiene mucho sentido.

Raboot: Pero tu no la solías hacer así -decía confundida.

Kevin: Es verdad, pero Charlie me dio unos consejos para hacerla más concentrada!

Raboot: Es por eso que la has hervido por dos horas?

Kevin: Exacto!

Braixen: Ese tonto sabe cocinar?

Raboot y Kevin: No has probado su cocina?!

Braixen: Pfff no creo que sea la gran cosa.

Raboot: Cielos, no sabes de lo que hablas!

Kevin: He sido cocinero por varios años, pero te puedo asegurar que he mejorado aún más desde que conocí a Charlie!

Braixen: De donde lo conoces?

El Typhlosion y la Raboot se miran con una ligera sonrisa aguantando un poco la risa ante la pregunta de la vulpina.

Kevin: Jejeje oh pequeña Braixen... no tienes idea por las locuras que hemos pasado.

Braixen: No me digas pequeña, gordo!

Raboot: Jaja no te enojes!

Kevin: Jejej o-oye tranquila! Era solo una broma jeje.

Luego de un pequeño silencio incomodo, Kevin continua agregando algo de sal y comino a la sopa, mientras que la Braixen apartaba la mirada algo molesta, sin embargo, la curiosidad le gana a su ego y esta voltea nuevamente hacia el pokemon mayor.

Braixen: Y... c-como lo conocieron?

Kevin: Pues... -es interrumpido.

Braixen: Debo aclarar que yo he sido su amiga desde la niñez! Así que no hay forma de que lo conozcan más tiempo del que yo lo he hecho!

Kevin: Heeey tranquila! Nadie te quita ese titulo jejeje... pues... creo que todo empezó un día en el que Charlie y Lucario trabajaron juntos para salvar a Vanessa y Raboot de un Rhyperior! Cuando Lucario era una Riolu aún.

Raboot: Si! Y tenía su brazo roto!

Braixen: V-Vanessa? Rhyperior? Riolu? Cómo que tenía un brazo roto?! -decía intrigada.

Kevin: Oh veo que te interesa!

Braixen: Bah! S-Solo... me pareció extraño -decía volteando a otra parte.

Raboot: Se lo cuentas tu o yo?

Kevin: Que tal si lo hacemos los dos?

Los dos pokemones comienzan a relatar sus aventuras junto a Charlie y Braixen poco a poco voltea para ponerles más atención conforme avanzaba la historia, olvidándose por completo de su orgullo y sentándose en la mesa para mirar con mucha atención cómo Raboot y Kevin hablaban sobre los días del muchacho en la mansión, cómo fue que salvó a Raboot del sótano, sobre los pokemones de la casa, Vanessa, los pokemones y, por supuesto, Charles.

Después de una grata hora de relatos, preguntas y respuestas, los pokemones deciden dar por finalizada la cocción de la sopa, por lo que Kevin comienza a servir en un tazón para llevarle a Charlie.

Braixen: D-De veras todo eso paso hace 3 meses?!

Kevin: Sip! Fue una locura.

Raboot: Sé que suena algo surrealista, pero de verdad pasó!

Braixen: Y-Yo... no puedo creerlo...

Kevin: Jejej si, aunque no lo parezca ese tipo que está tumbado en la cama ha hecho muchas cosas por nosotros!

Raboot: Y no va a seguir si no le llevamos la comida pronto!

Kevin: Si, creo que ya tardamos bastante, mejor llevémosle la sopa.

Los tres pokemones se ponen manos a la obra y preparan todo para poder llevar la comida hasta el enfermo. Al llegar a la habitación, estos hacen notar su presencia para que el pequeño cuadrúpedo que lo cuidaba se de cuenta de ello.

Umbreon: Ya se habían tardado! Que tanto hacían?!

El pequeño vario color sale de entre la sabanas que cubría al chico, siendo que este reposaba sobre su torso para estar lo más cerca posible de él, así como también aprovechar de descansar y mantenerse calientito.

Kevin: L-lo sentimos! Nos quedamos platicando un poco más de lo necesario.

Raboot: Pero ya trajimos la sopa!

Braixen: Ahora la misión será que se la trague.

Umbreon: Como lo van a hacer?

Kevin: No se ha despertado ni una vez?

Umbreon: Para nada! Lo he vigilado todo este tiempo y no se ha movido ni un poco!

Raboot: No se habrá muerto? -decía preocupada.

Umbreon: No en mi guardia! Lo he cuidado muy de cerca y me aseguré de usar ese brillo que hago cuando estoy cerca de él!

Kevin: Hiciste bien, pequeñín! Deja que yo me encargue desde aquí!

El Typhlosion se acerca al muchacho con el plato en una mano para sumergir una cuchara con su otra mano y acercarla a la boca del chico. Un ligero movimiento de nariz se percibe por parte de Charlie, pero este no parece reaccionar del todo.

Kevin: Vamos Charlie, tienes que comer!

El pokemon trata nuevamente de acercar la cuchara al joven, pero este sigue sin reaccionar.

Raboot: Vamos Charlie, Kevin hizo una rica sopa solo para ti!

Nuevamente tratando de acercar la cuchara a la boca del chico, pero este no reacciona.

Raboot: Uhm... que hacemos?

Braixen: Ugh, son demasiado pasivos, solo ábranle la jeta y...

Sin dudar, Braixen jala la mandíbula desde los labios de Charlie para que esté abra la boca y aprovecha para arrebatarle la cuchara a Kevin para poder darle de comer.

Braixen: ...y se la meten toda.

Umbreon: N-No le duele?

Braixen: Tonterías, lleva dormido como cuatro días.

Con un poco de violencia, Braixen comienza a a rellenar y volver a meter la cuchara con sopa en la boca del chico, haciendo que este de vez en cuando suelte un leve quejido.

Umbreon: N-No creo que le guste eso que haces.

Braixen: Ay deja de decir babosadas! Hay que hacer que coma algo... además, tu que sabes?

Umbreon: Y-Yo sé algunas cosas.

Braixen: Ah sí? Cómo qué?

Umbreon: Bueno... a él le gusta el energético.

Braixen: No me digas -decía sarcástica.

Umbreon: También... a él le gusta cocinar!

Braixen: Vamos enano, dime algo nuev... -es interrumpida.

Umbreon: Cuando cree que nadie lo ve, Charlie siempre toma dos piedritas del suelo para comparar cuál es más redonda.

Braixen: Huh?

Umbreon: Él solía oler las flores del jardín, estaba seguro que no hay flor que huela mejor que las que él cultiva.

Braixen: P-Pero... de que estás...?

Umbreon: También... aunque no lo parezca, él le tiene mucho aprecio a los pokemones tipo Dragón!

Todos miran un poco extrañados al variocolor, por lo que este vuelve a ocultarse entre las sábanas con algo de pena al pasar algunos segundos de silencio.

Braixen: A que viene todo eso?

Umbreon: Uhh... s-solo son cosas que noté cuando trabajaba en la guardería.

Braixen: Y hace cuánto fue eso?

Umbreon: Mmm... tenía 17, creo.

Braixen: Eh?! Esa es la edad que tenía cuando se fue de Kalos!

Umbreon: Enserio?

La Braixen levanta las sábanas para tomar al Umbreon rápidamente y sostenerlo frente a ella con una mirada llena de curiosidad.

Braixen: Dime q-que más hizo cuando llegó aquí!!

Umbreon: Ahh!! Y-Yo no sé mucho!

Braixen: TIENES QUE DECIRME TODO!! -decía sacudiéndolo.

Umbreon: AaAaaAªHH ME ASUSTAS!!!

Mientras la vulpina continuaba extorsionando al variocolor, Kevin miraba un poco preocupado la escena mientras aún sostenía la sopa que habían hecho.

Kevin: Q-Que no íbamos a darle de comer a Charlie?

Raboot: Jiji yo te ayudo.

La coneja salta hasta la cama para poder tomar la cuchara del plato con sopa y así acercarse hasta la cara del chico y que este comiera despacio.

Más tarde ese mismo día, a eso de las 11:12 p.m, una llama era acercada a un cigarrillo que iluminaba la oscuridad del callejón en donde cierto Charizard mantenía con su hocico para poder pasar el rato mientras resguardaba una vez más la puerta. La noche serena y la poca actividad en el abandonado callejón ciertamente estaba abrumando un poco al tipo Fuego, por lo que el vicio era lo que más remotamente lo mantenía ocupado.

Jeremy: Hmm... diablos, esto es aburrido.

La mente del Charizard cada vez divagaba más con tal de poder pasar todo el tiempo posible. Unos cuantos pensamientos llegaban a su cabeza y este comenzaba a hacerse algunas preguntas sobre lo que sea que pasara detrás de aquella entrada que tanto resguardaba.

Jeremy: Hm... nunca me han dicho exactamente lo que hay ahí adentro -decía mientras miraba con desinterés la puerta metálica.

Desde que lo habían contratado no se le había explicado nada de lo que sucedía en aquel lugar, todo lo que tenía que hacer es regular la entrada a las selectas personas que llegaban y tenía que decir una contraseña que cambiaba cada día, así como también echar rotundamente a cualquiera que no la supiera.

Detrás de la puerta lo poco que el Charizard había podio ver eran un pequeño pasillo iluminado por unas opacas luces neón de color azul que desembocaban en unas escaleras de concreto que guiaban a lo aparentemente era un piso bajo tierra. De vez en cuando se podía escuchar un leve retumbar de música cuando abrían la puerta, pero era apenas tan perceptible que daba una noción de lo profunda e insonora que era la planta inferior.

Los pensamientos del Charizard se ven disipados al ver que desde la calle principal, un grupo de muchachos se venía acercando directamente por el callejón. Tres chicos y una chica conformaban el grupo, todos con ropa juvenil algo extravagante y apariencia engreída. Venían bromeando y haciendo un escándalos mientras hacían chistes entre ellos, cosa que ponía de mal humor al pokemon como verlos aproximarse.

Chico #1: Ah, tu eres el guardia, no? Jeje miren chicos, es el guardia -decía todo pendejo.

Jeremy le lanza una mirada tétrica sin replicar a su pregunta, al mismo tiempo que el cigarrillo en su boca se consumía lento pero sin cesar.

Chico #2: Es obvio que si, Miguel. Solo dile la contraseña.

Miguel: Va... oye... y por qué no se la dices tú?

Chico #2: Ora y yo por qué o que?

Chico #1: Te la dije antes de subir al taxi, Tobías.

Tobías: Y para que me la dices a mi? Sabes que todo se me olvida!

Miguel: Te la dije por qué pensé que recordarás algo que se me iba a olvidar!!

Tobías: Eres un tonto Miguel!! Por qué tachuelas no la escribiste en el teléfono o algo?!

Miguel: Porque no pensé que un patatudo como tú olvidaría algo tan simple!!

Tobías: Ugh, eres un cabeza hueca!! Tienes suerte de que se la dijera a Matías por si esto pasaba.

Los tres chicos comienzan a discutir y reprocharse entre ellos mismos su incompetencia por todos haber olvidado la contraseña para entrar a aquel exclusivo lugar.

Jeremy comienza a frustrarse por el escándalo que estaban haciendo, teniendo ganas de echarlos a patadas del lugar. Antes de sucumbir ante sus impulsos de ira, Jeremy mira de reojo a la chica que los acompañaba, notando que esta se agarraba la frente con decepción y aprovechaba para acercarse al pokemon.

Chica: Ugh... discúlpalos, los dejaron caer de la cuna seguramente.

Jeremy: ...

Chica: "El viento dorado acompaña a la brisa plateada en su travesía por el día y la noche"

El pokemon se sorprende un poco al escuchar las palabras de la fémina, por lo que este decide hacerse a un lado para abrirles la puerta y dejarlos pasar.

Los otros tres chicos dejan de discutir y de inmediato se acercan a la chica con mucha felicidad por la salvada de pellejo que les había dado. Mientras estos lo hacían, Jeremy notaba como la chica no respondía mucho a las bromas que le hacían los demás, está solo apartaba la mirada mientras se mantenía de brazos cruzados. Los tres chicos entran de uno en uno con los aires subidos nuevamente y por último pasa la chica, quien cruza una mirada un tanto seca con el Charizard antes de que este cerrará la puerta para continuar con su labor.

Jeremy se asegura de que los jóvenes bajen por las escaleras y procede cerrar la puerta. Este se da cuenta que su cigarrillo estaba por acabarse, por lo que lo tire en un basurero que estaba por ahí cerca y procede a sacar otro para encenderlo y seguir con su puesto de vigilancia.

Mientras tanto, tarde en la noche, todos en casa de Charlie se habían ido a dormir, a excepción de dos pokemones que se encontraban en la sala bajo un pequeño refugio que habían armado a base de algunas mantas y almohadas.

Braixen se encontraba completamente concentrada en escuchar los relatos que el variocolor le comentaba sobre el tiempo que conoció a Charlie cuando recién había llegado a la región.

Umbreon: ...hasta que luego de algunos meses se tuvo que ir por un mejor empleo.

Braixen: Y-Y que hizo después?!

Umbreon: Uhm... no lo sé, no lo vi por años... hasta ahora!

Braixen: Uh... quería saber más -decía decepcionada.

Umbreon: Lo sé, lo siento.

Braixen: Cuéntame lo que hacían en la guardería! Uhm... era una guardería, no?

Umbreon: Si! Aunque también le decían orfanato, supongo que es porque algunos podíamos vivir ahí.

Braixen: Seguramente.

Umbreon: Si... y bueno... recuerdo que las primeras semanas él era muy nervioso! Le daba pena todo y con todos! Pero poco a poco fue haciéndose amigo de cualquiera y trabajaba mejor jejeje.

Braixen: Eso... suena muy propio de él.

Umbreon: Jeje si! Tenía menos años y creo que eso lo hacía ser un poco torpe, pero a los de la guardería no les preocupaba mucho. Siempre se encargaba de cuidarnos a todos.

Braixen: Cómo fue que tu y él se conocieron?

Umbreon: Uh... bueno... no recuerdo bien cómo fue... pero...

*Flashback*

Una soleada mañana acontecía en la región de Galar nuevamente. En la guardería, específicamente en el patio trasero en donde se encontraban la mayoría de los pokemones, un joven muchacho salía con un costal de alimento para todos los pokemones, por lo que estos corrían felizmente hacia el chico para saltar y tratar de ser los primeros en recibir su ración.

Mientras que algunos saltaba y se apoyaban en las piernas del muchacho, este hacía su mejor esfuerzo para mantener el equilibrio y poder usar un cucharon para servir la comida en las múltiples tazones que se encontraban cerca.

Charlie: T-Tranquilos chicos! T-Todos tendrán su ración!

Chewtle: Comidaaa!

Electrike: Yo quiero! Vamos amigo! Apresúrate! -decía emocionado.

Growlithe: A mi primero!!

Machop: Yo quiero bastante! Necesito entrenar!

Charlie: E-ESPEREN!!!!

El chico no logra mantener el equilibrio y este cae de espalda junto el saco de alimento derramándose completamente sobre él. Poco es el tiempo que se tardan los pokemones que lo rodeaban en acercarse a él y comenzar a comer de toda la comida regada por el piso. Charlie se levanta algo adolorido y este rápidamente entra en pánico al ver como el alimento de los próximos 3 días era consumido por casi todos los pokemones hambrientos de la guardería. Al levantarse Charlie mira a los alrededores y a la distancia logra ver a un pokemon metido entre los matorrales cerca del muro que limitaba las instalaciones. El chico al saber que todo el alimento iba a ser devorado, este decide tomar un poco dentro de un tazón y caminar hasta donde se veía aquel pokemon.

Charlie: Oye! Ven! Te traje algo de comida jeje antes de que todos se lo terminen.

El chico se agacha un poco y le acerca el tazón al pequeño Eevee, quien solo daba un par de pasos hacia atrás para mantenerse en su escondite.

Charlie: O-Oye... estas bien?

Charlie no podía entender muy bien cuál era el motivo de timidez del pokemon, sin que este dijera alguna palabra o algún movimiento.

Charlie: No te he visto comer desde que he estado por aquí.

Eevee: No tengo hambre.

Charlie: P-Pero es importante que comas! No deberías pasar tanto tiempo sin comer.

El chico se acerca un poquito más al matorral y el Eevee se asusta, por lo que el joven entiende que este pokemon no se dispondría a confiar en él al igual que los demás.

Charlie: Uhm... b-bueno, no te preocupes! S-Solo... trata de comer un poco, quieres?

Sin mas que decir el muchacho se aleja lentamente y deja el plato con comida cerca del Eevee para poder ir a tratar de lidiar con el desastre que había hecho hacía algunos minutos, mientras que el Eevee lo observaba con algo de curiosidad.

Con el pasar de los días, Charlie iba todos los días a cambiarle el plato de comida intacto al Eevee, quien se la pasaba día y noche entre los matorrales. El muchacho sabía que ese pokemon ciertamente no tenía una buena historia detrás de su comportamiento, pero sabía con certeza que con algo de tiempo y paciencia podría intentar hacerlo comer un poco de lo que le traía a diario.

Un día de tantos, el chico iba directo a cambiarle el plato de comida como lo había estado haciendo en las mañanas de las semanas anteriores, hasta que este nota una peculiaridad que lo asombra por completo.

Al llegar, este nota el plato vacío en donde se encontraba el pokemon, por lo que este se acerca nuevamente para tratar de conversar un poco con él.

Charlie: E-Eevee? Te comiste tu comida!

Eevee: La desperdiciabas mucho -decía con timidez.

Charlie: Eh? Claro que no. Siempre la daba a algún pokemon que me topo de camino a casa.

Eevee: Oh... pensé que la tirabas...

Charlie: Jeje para nada.

Eevee: Por que me sigues trayendo comida?

Charlie: Por que te vas a morir de hambre! Además es mi deber, sabes?

A pesar de sus palabras, el pokemon podía notar que había algo más oculto detrás de las palabras del chico, por lo que decide no alargar más el tema y lo deja de lado.

Charlie: O-Oye no quieres ir a jugar un poco conmigo?

Eevee: N-No me gusta jugar con lo demás.

Charlie: N-No te preocupes! Puedo decirles a los demás que no sean rudos contigo.

Eevee: No! E-Es solo que no quiero jugar ahora -decía apartando la mirada.

Charlie: Oh... entiendo... jeje no te preocupes, aunque... si quieres, puedes venir cuando quieras, de acuerdo?

Con una mirada positiva, Charlie se retira nuevamente y este deja un nuevo plato de comida cerca del pokemon, el cual espera a que el joven se vaya para acercar su cabeza lentamente al plato y darle un bocado al alimento.

Ese mismo día, siendo ya las 7:15 p.m la mayoría de los pokemones de la guardería habían ido al interior de las instalaciones para acomodarse en las habitación que eran especiales para que ellos pasaran la noche en comodidad de acuerdo a sus fisiologías, así como también poder salir al exterior si lo deseaban. Todos se encontraban adentro, a excepción de uno, quien permanecía en el mismo lugar de siempre, en el patio y escondido entre las plantas. Este se encontraba acurrucado mirando hacia el muro, hasta que a sus espaldas se escuchan algunos pasos aproximarse hasta donde se encontraba.

Eevee: No voy a ir adentro... me gusta aquí -decía asumiendo que era una de las empleadas.

Como normalmente sucedía, una de las cuidadoras del lugar muchas veces iba hasta donde el pokemon para intentar convencerlo de pasar la noche bajo techo, a lo que este se rehusaba rotundamente.

Charlie: Jeje no iba a hacerte ir adentro.

El pequeño variocolor se impresiona al escuchar la voz que le hablaba y este rápidamente se pone de pie para mirar con atención la figura de aquel muchacho que tanto insistía en acercarse a él.

Eevee: Que haces aquí?

Charlie: Uhm... nada! Solo quería venir a charlar un poco jeje.

Eevee: Pero... siempre te vas antes de que anochezca.

Charlie: Seeeh... la verdad es que nadie me espera en casa jeje así que se me ocurrió una cosa...

El chico da algunos pasos hacia atrás y este descubre una mochila que traía en su espalda, de la cual saca una pelota de color rojo y se dispone a lanzarla hacia arriba y luego atraparla con la intención de incitar al pokemon a jugar.

Charlie: No te gustaría jugar un rato?

Eevee: E-Eh?

Charlie: No hay ningún pokemon alrededor! Supuse que eso te incomodaba un poco, no?

El Eevee lo mira con algo de inseguridad, por lo que este se mantiene en su escondite.

Charlie: Oh... no? Esta bien, supuse que tal vez esto no funcionaría, pero que tal... ESTO!

Enérgicamente, Charlie guarda la pelota y desde su mochila saca un disco para lanzar y atrapar de color amarillo. El Eevee mira con impresión el juguete que exponía el adolescente, pero una vez más, su interés se desvanece rápidamente.

Eevee: Deberías ir a casa...

Charlie: Uh? Okay, okay. Admito que le tenía fe al frisbee, pero tendré que usar mi arma secreta!

El chico nuevamente guarda el juguete y se pone a rebuscar entre su mochila, para épicamente sacar un poderosísimo juguete de ULTRAMAN!

Charlie: Checa esto!!! JUGUETE DE ULTRAMAN!! Y ELÁSTICO!! Está hecho de goma! Puedes estirarlo todo lo que quieras y no se rompe!!

El pokemon mira un poco confundido como el muchacho le mostraba aquella figura de juguete que parecía un alienígena, pero para su mala suerte, este tampoco funciona.

Charlie: ... lo estiras tanto que se puede ir volando hasta el otro lado de la región y...!!! -es interrumpido.

Eevee: No tienes que hacer esto -decía dándose la vuelta para echarse de nuevo.

Charlie: Uh?

El joven mira con atención que el variocolor definitivamente no le atraía nada de lo que le había mostrado, por lo que este se acerca y se sienta frente al plato de comida que había dejado para él en la mañana. Un par de croquetas yacían en el utensilio, por lo que el muchacho toma una para darle un mordisco.

Charlie: Agk!! Ahora entiendo, yo tampoco comería esto si fuera tu.

Eevee: Te comiste una de esas? -decía volteándose.

Charlie: Jajaja tenía curiosidad, si?

Eevee: Eso... no es bueno que lo comas... además es mío!

Charlie: Jajaj tu? Dándome consejos a mi? Si claro -decía comiendo otra croqueta.

Eevee: D-Deja de hacer eso!

Charlie: Hacer que? -decía comiendo otra.

Eevee: Eso!

Charlie: Oh... esto? -decía comiendo otra.

Eevee: Deja de comer mi comida!

El pequeño pokemon da un salto desde su escondite para arrebatarle el plato con las pocas croquetas que aún le quedaban.

Eevee: No te lash comash!

Charlie: Pff... Jajaja!

Eevee: Ahora de que te ríes?! -decía poniendo el plato en el suelo.

Charlie: Jajaja... no creí que te haría salir así, pero veo que la comida si es importante para ti!

El variocolor se da cuenta que este en verdad había salido de su escondite, por lo que mira algo anonadado al adolescente que parecía disfrutar de su pequeña estrategia.

Eevee: Oh...

Charlie: Bueno... ya que estás aquí... no quieres aprovechar? -decía sacando nuevamente los juguetes de la mochila.

Eevee mira un poco indeciso la propuesta que le hacía el muchacho, pero luego de pensarlo algunos segundos este acepta y ambos comienzan a jugar. Si bien, el Eevee no eran tan abierto por apenas estar conociéndolo, ciertamente estaba pasándola como hacía bastante tiempo no lo hacía.

Los dos se quedaron jugando por un par de horas hasta que el chico se tuvo que retirar. Durante los próximos días Charlie se dispuso a compartir un par de horas para jugar con el variocolor ya que era de su preferencia jugar cuando no hubieran muchos pokemones alrededor, además de la pequeña amistada que poco a poco entablaba con el muchacho. Ciertamente el pokemon cada vez se disponía más a socializar con la ayuda del chico, aunque desafortunadamente el joven comenzaba sentir un sentimiento amargo con el pasar del tiempo por la similitud que el pequeño tipo Normal le refrescaba la memoria de un amigo perdido.

Una noche, ambos se encontraban descansando en el patio luego de un buen rato corriendo por todos lados. Los meses que Charlie había pasado en ese trabajo le había devuelto un gran animo y pasión por amistar con los pokemones, pero este sabía que aquel sentimiento que sentía en ocasiones lo atormentaría aún más si continuaba de esa forma.

Los amigos se encontraban recuperando fuerzas mientras yacían acostados mirando el cielo despejado que ofrecía el firmamento aquella noche, una noche en la que el chico ya había tomado una decisión.

Eevee: Uhm... entonces esas estrellas de ahí son una constelación?

Charlie: Uh... eso creo.

Eevee: Como se llama?

Charlie: Hmm... Casiopea? -decía con duda.

Eevee: Huh... a mi me parece un palito de queso.

Charlie: Jajajaja no digas tonterías.

Eevee: Es que... como les ven formas tan... especificas?!

Charlie: No lo sé.

Eevee: Es como darle formas a las nubes! Pero de noche.

Esa frase le recuerda a Charlie los días en los que pasaba bajo un árbol por las tardes viendo nubes con su mejor amigo, esas tardes en las que jugaban por horas y posteriormente daban formas a las nubes que se llevaba el viento. Charlie sabía que el día de mañana se iría de ese lugar para prepararse por el nuevo trabajo que había conseguido como oficinista la semana siguiente, pero al ver lo mucho que había ayudado a ese Eevee a relacionarse con los demás y el cariño que este le había tomado simplemente le complicaba al máximo hallar las palabras para explicarse, sin poder llevarselo consigo a pesar de saber su pasado, sin poder explicarle ese extraño sentimiento de nostalgia que le recordaba su difunto pokemon.

Eevee: Charlie?

Charlie: Uh?

Eevee: Q-Que te parece si hacemos eso mañana?

Charlie: Eh? Que cosa?

Eevee: Jugar de día! Podríamos hacer esto pero con las nubes! No crees que es buena idea? -decía emocionado.

El muchacho miraba con suma tristeza hacia el cielo para no cruzar miradas con el Eevee, guardando así sus sentimientos para sí mismo.

Charlie: Uhm... p-podría ser... ya lo veremos, si?

Eevee: Jejeje de acuerdo!

Ambos compartieron un largo rato en silencio hasta que, para suerte de Charlie, Eevee se había quedado dormido. Ese día en especial habían gastado muchas energías jugando, por lo que este sucumbió ante el sueño.

Charlie toma con cuidado al pequeñuelo para llevarlo adentro del recinto y que este descanse en una cama de calidad como su última muestra de cariño. El chico lo mira durante algunos segundos con todo el dolor de su corazón, hasta que este se retira en silencio del lugar, sabiendo que era incierto si volvería a verlo alguna vez y con la esperanza de que algún día aparecería un buen entrenador que lo quisiera adoptar.

*Fin del flashback*

Terminando su relato, Braixen miraba sumamente asombrada al ahora Umbreon variocolor, terminando con un semblante un poco más decaído que cuando había comenzado

Braixen: C-Cielos... yo... l-lamento oír que así pasó...

Umbreon: No te preocupes! Lo bueno es que... bueno, al final volvió, no?

Braixen: P-Pero... fue casualidad?

Umbreon: Uh... c-creo que si, la verdad no me importa mucho... ahora sé que lo hizo por... una razón muy personal. No lo juzgo, ahora que sé por qué lo hizo... yo también me hubiese sentido muy mal si hubiera perdido a mi mejor amigo.

Braixen: Lo sé... en verdad tienes similitudes con Tommy.

Umbreon: Jejeje me pregunto si mi primer entrenador me seguiría queriendo ahora que evolucioné...

Braixen: En verdad nunca volvió por ti?

Umbreon: No... supongo que no me quiso volver a ver...

Braixen: Es un maldito, si llegamos a enterarnos quién fue lo quemaré hasta los huesos!

Umbreon: T-Tranquila! Jejeje no creo que debamos matarlo.

Braixen: Pff... aburrido.

Ambos se quedan en silencio durante algunos segundos sin saber muy bien que decir, hasta que la preocupación los golpea repentinamente.

Umbreon: Crees que Charlie vaya a morir?

Braixen: QUE?! No digas eso! Ni de broma!

Umbreon: E-Es que... lleva casi una semana dormido...

Braixen: Lo sé, pero... eso no pasará.

Umbreon: Como lo sabes?

Braixen: Por que tu y yo lo hemos estado cuidando! Bueno... y también esa coneja jeje.

Umbreon: Y también ahora nos ayuda ese tipo gordinflón que cocina!

Braixen: Si! Vamos a hacer que se recupere para poder buscar todos a esa Rockruff!

Umbreon: Si!

La Braixen acerca su puño al variocolor y a como puede este choca su pata para ambos mirarse con determinación. Los pokemones se queda charlando un poco más hasta que finalmente se van a dormir con los demás.

Volviendo nuevamente a la ciudad, Jeremy se encontraba a unos minutos de terminar su turno de guardia. Este vigilaba a algunas personas saliendo por aquel callejón que vigilaba, aparentemente el show u horas de servicio en ese lugar concluían, por lo que las personas comenzaban a retirarse.

El cielo comenzaba a tornarse celeste ante la salida de los primeros rayos del sol, por lo que hacía mejor la vista de quienes salían. Entre las personas que salían, este nota a tres tipos completamente borrachos y tambaleándose salir de aquella puerta metálica, tratando de mantener el equilibrio entre ellos mismo para no caer. Uno de ellos se separa del grupo y se retira hasta un bote de basura para vomitar de forma bastante escandalosa. Eran los mismo adolescentes que había visto varias horas atrás, acompañados de aquella chica que se mantenía de brazos cruzados mirándolos con algo de decepción.

Esta permanecía apartada, lo cual llamaba la atención del Charizard, por lo que este decide acercársele por un breve momento.

Jeremy: No los vas a ayudar? Están haciendo un gran escandalo.

Al voltear ambos a verlos, estos miran como los chicos se habían desparramado entre ellos mismo contra el bote de basura, vomitándose entre ellos mismo como si de una fuente se tratase, viéndose bastante patéticos.

Chica: Para que? Ellos me arrastraron hasta aquí... cumplo con asegurarme de que vuelva -decía indiferente.

Jeremy: ...

Chica: Tienes un cigarro?

Jeremy: No le doy cigarros a menores.

Chica: Tengo la edad suficiente, dame un cigarro -decía dándole un billete de 1₽.

Jeremy la mira por algunos segundos, hasta que este rebusca en su cajetilla de cigarros y le da uno, tomando así el billete que le ofrecía. Antes de ayudarla a encenderlo con la llama de su cola, este la mira con más confusión aún.

Jeremy: Por que acompañas a estos tontos? No parece que seas como ellos -decía encendiéndole el cigarro.

Chica: No tengo opción...

La chica da una gran inhalada del cigarro para luego escupir el humo. Jeremy no podía evitar sentirse curioso por el aura de misterio que la chica emanaba, siendo que ahora podía detallarla más por la claridad que comenzaba a esparcirse en el cielo con la luz del alba.

Una jacket de cuero oscuro, un vestido celeste desteñido que le llegaba hasta las rodillas y una boina café la hacían ver diferente a la forma de vestir de los otros tipos con los que venía.

Emily: Soy Emily, por cierto.

Jeremy: Oh... soy Jeremy.

Emily: ...

Jeremy: Oye... puedo hacerte una pregunta?

Emily: Hm?

Jeremy: Uh... exactamente que es ese lugar de ahí adentro?

El pokemon nota una mirada impresionada por parte de la chica, donde seguidamente esta baja su rostro con algo de pena sin saber muy bien que responder.

Emily: No... no lo sabes?

Jeremy: Uhm... no.

Emily: Es... es algo que no está para nada bien.

Jeremy: Es un burdel?

Emily: Q-Que?! No!

Jeremy: Ah no? Juraba que lo era.

Emily: Mira...! S-Solo... no puedo decírtelo...

Jeremy: Por que no?

Emily: Es una regla de los miembros que van... n-no quiero que me pase nada...

Jeremy mira un momento hacia la puerta y este nota a aquel Conkeldurr viéndolos con una mirada seria. Ciertamente algo ocurría ahí adentro como para que los "clientes" tuvieran que comprometerse a no decir ni una palabra.

Emily: Solo... ten cuidado.

La chica da una ultima inhalada al cigarro y lo arroja a otro basurero para seguidamente caminar hasta donde estaban sus amigos y ayudarlos a irse del callejón, donde un auto los esperaría al final del mismo para poder retirarse. Jeremy lo observa por algunos segundos hasta que se van, quedando algo pensativo por las palabras de esa misteriosa muchacha.

Mientras tanto en casa de Charlie, todos los pokemones se encontraban terminado de comer en la mesa de la sala para que Gardevoir y Lucario pudieran irse nuevamente al centro de la ciudad y seguir con la búsqueda de Rockruff.

Lucario: Gardevoir! Apresúrate! Ya debemos irnos!

La pokemon aprovecha que su amiga se encontraba guardando algunos objetos en un pequeño bolsito para mientras permanecía fuera de casa, por lo que esta se dirige hacia la habitación donde descansaba Charlie aún.

El chico llevaba ya 6 días inconsciente y con la fiebre que no le baja por ningún motivo, por lo que la tipo Lucha-Acero se sienta a un lado para tocar su frente y confirmar que aún tenía la fiebre.

Lucario: Charlie...

El semblante de la pokemon decae al sentir una pequeña tristeza por ver a su amigo en ese estado que no le dejaba despertar por algún motivo.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? Me duele la cabeza y no puedo ver nada. Siento como agua que cae del cielo en mi piel... un momento... creo que estoy soñando... no? Es ese sueño de nuevo, siento como la lluvia cae en mi piel.

Por que siempre sueño esto? Es muy intrigante y misterioso... aunque... tengo curiosidad, siempre hay algo nuevo en él... me pregunto... que será esta vez.

El chico intenta abrir sus ojos, pero una fuerza desconocida se lo impide. Este logra escuchar lentamente sonidos naturales de lo que parece ser el bosque en el que siempre aparece, se puede escuchar la lluvia caer y el viento mover las hojas de los árboles.

Que extraño, nunca había tardado tanto en poder ver algo... jeje es como aquella vez que mi computadora no cargaba los archivos de aquel juego pirata que instalé, fue una pesadilla.

Charlie sigue intentando abrir los ojos con mucho esmero. Era evidente que algo le evitaba realizar dicha acción, pero no sabía lo que era.

Este siento como sus parpados comienzan a ceder...

Lentamente recuperando su visión...

Lentamente adaptando su visión a la luz...

Sin saber...

Que lo que vería...

Sería algo que lo marcaría de por vida...

Charlie logra abrir sus ojos completamente, solo para llevarse una imagen que le quedaría grabada en su mente por el resto de sus días.




























+6500 palabras

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top