De la soledad me enamoré
En una casa de la región de Kalos, un muchacho se encontraba corriendo por todas partes en la casa. Otros dos muchachos y una señora se encontraba persiguiéndolo, tratando de tranquilizarlo.
Tía: Andrés!! Ya deja de correr!
Víctor: Charlie!! No olvides tus medias rojas!!
David: Esas no te pertenecían a ti?
Víctor: Si, pero que se las lleve! Serán mi regalo para que las use en Galar!
David: Que emoción ir a otra región! -decía el primo menor con positivismo.
Víctor: Recuerda que él no va a ir a pasear. Nuestro primo irá a dar la cara por la familia!
Tía: Llamen a su primo y díganle que venga! Rose quiere hablarle! -decía desde otra habitación.
Los dos chicos escuchan a la mujer y de inmediato buscan por la casa al joven que estaba a punto de irse.
Luego de un par de minutos, los tres chicos aparecen en la puerta de una habitación, mirando con algo de inseguridad el interior.
Tía: Ven Andrés, Rose quiere decirte algo.
La mujer llama al adolescente con su mano desde una cama en la que se encontraba sentada al lado de la madre del mismo. Esta se encontraba recostada en la cama y se le veía algo decaída, pero no lo suficiente como para usar una máscara de oxígeno... aún.
Rose: Andrés... ven, tengo algo para ti antes de que te vayas.
El muchacho mira con curiosidad a su progenitora y se acerca lo suficiente hasta donde estaba ella y su tía aún sentada al lado de su hermana.
La mujer enferma se mueve lentamente hasta el lado izquierdo de la cama y de una mesa de noche que había ahí al lado, toma una pequeña caja de regalo de color azul nocturno, envuelta en un lazo de color rojo oscuro.
La mujer se la entrega al chico y este la toma sumamente impresionado, mientras que su madre lo veía con una tierna sonrisa.
Rose: Este es un regalito para ti mi amor.
El chico abre delicadamente la caja y en su interior se puede apreciar una gorra negra muy impecable con el nombre "MEW" bordeado en el lado frontal con letras de color celeste. Una gran sonrisa se dibuja en la cara del chico y este toma el objeto con mucha ilusión mientras veía a su mamá.
Charlie: Mamá!! Está muy linda!! Y es de Mew!!
Rose: Jeje me alegro que te guste.
Charlie: Me la puedo poner?! -decía entusiasmado.
Rose: Claro que sí.
El chico toma la gorra y la coloca sobre su cabeza aún con una sonrisa muy amplia en su rostro, creando una conexión y apego especial a este regalo recién recibido.
Charlie: Me queda genial!!
Rose: Jeje así es, corazoncito.
La mujer trata de reir un poco al ver a su hijo tan feliz, pero un ligero ataque de tos la afecta, llamando la atención de todos los presentes en la habitación.
Antes de que alguno acuda a ella, está levanta su mano en señal de espera, por lo que todos se miran con preocupación a la espera de que ella se recupere.
Rose: Tranquilos, estoy bien.
Charlie: Mamá, no quiero irme y dejarte así -decía entristecido.
Rose: Ya hablamos de esto, no te preocupes hijito, ellos se encargarán de mi -decía señalando a los otros tres familiares.
Victor: No temas, Andrés! Nosotros la cuidaremos por ti! -decía determinado.
David: Así es!! Tenlo por seguro!
Tía: Tu da el mejor esfuerzo que puedas, nosotros te apoyaremos desde aquí.
El muchacho de 17 años recién cumplidos miraba con esperanza la disposición de sus familiares. A los pocos segundos, el joven siente como una suave y calida mano toma la de él, siendo la de su madre que lo veía con ternura.
Rose: Tranquilo Andrés, yo no me iré a ningún lado. Siempre que lleves esa gorra contigo puedes pensar esa seré yo que estaré a tu lado donde sea que estés, sin importar la distancia o tiempo.
Charlie no puede evitar sentir un calor en su pecho que perdura por los minutos restantes que permanecía aferrado a la mano de su mamá. Luego de unos minutos, un sonido se escucha a las afueras de la casa, siendo el pitido de un taxi que llegaba a recoger al joven para llevarlo al aeropuerto para tomar su vuelo a una región en dónde no conocía nada ni a nadie.
Los ojos del muchacho se humedecen al saber que ya debe despedirse de Rose y este no puede contenerse en darle un abrazo antes de irse.
Charlie: Te amo mami.
Rose: Y yo a ti tesorito.
Tras unos segundos más, Charlie se despega de la mujer y este es intuido por sus otros familiares para que se apresure antes de que se le haga más tarde.
Con mucha energía, Charlie sale corriendo de su casa, siendo seguido por sus dos primos y su tía, quienes lo despedían alegres y con la mano levantada.
Con su mochila y dos maletas de equipamiento, el chico sigue corriendo en dirección al vehículo, pero este tropieza y cae abruptamente al suelo. Los familiares del adolescente se espantan por lo estrepitosa que se mira la caída, mientras que el chófer del taxi solo daba una carcajada al ver la escena de lejos.
Victor: Andrés!
David: Necesitas ayuda?!
Con algo de dificultad, Charlie se levanta algo tembloroso y voltea con nerviosismo hacía sus familiares, pero este despliega una gran sonrisa, así como extiende su mano con el dedo pulgar levantado.
Charlie: Tranquilos!! Yo puedo levantarme!
Rápidamente, este se sacude el polvo y vuelve a tomar sus maletas para retomar su rumbo.
Charlie: Siempre puedo levantarme!!
... yo siempre...
Charlie: Yo... siempre puedo... levantarme...
En medio de la oscuridad, se podía escuchar cómo el agua de la ducha caía conforme pasaban los minutos, empapando al chico que se encontraba abrazando sus piernas mientras aún llevaba puesta su ropa, sin importarle que esta se mojara, repitiéndose a sí mismo una y otra vez esa frase, aguantando el mar de emociones que quería rebalsar su cabeza por todos los acontecimientos sucedidos.
Los días seguían pasando y las pokemones se estaban preocupando por el hecho de que el chico no salía de su habitación. Cada vez que llamaban a su puerta, un silencio absoluto era lo que se escuchaba del otro lado, dejándolas muy pensativas del por qué tan repentino aislamiento, pero no había nada que pudieran hacer si en realidad querían respetar su privacidad.
Con cada día que pasaba, Charlie se sumía más en la depresión, un abismo inmenso comenzaba a consumirlo y su aislamiento solo ayudaba a que se hiciera más profundo ese sentimiento. Botella tras botella, el chico poco a poco iba terminándose las increíbles 32 botellas de licor que había comprado aquel día en el bar de sus conocidos, llevándolo a un estado de salud cada vez más as decadente del que ya se encontraba al volver de su intento de suicidio.
Habían días en las que ingería tanto que ya su cuerpo no soportaba y vomitaba todo lo que había bebido para ese punto, a veces con suficiente tiempo para llegar al baño, pero no todo el tiempo. Charlie hacía todo lo posible por mantenerse ebrio a toda hora, tomando a cada hora y manteniendo una irritación fuerte en su garganta por el fuerte alcohol y la constancia del mismo, aunque esto le estuviese costando la salud.
Al pasar una semana, inesperadamente, desde la habitación del chico se podía escuchar una canción que comenzó a reproducirse espontáneamente, una canción que comenzaría a repetirse para ahogar el sufrimiento del muchacho, o más bien, intensificarlo por la tristeza que transmitía dicha canción [A Man Without Love]. El sonido de la música comienza a transmitirse hasta llegar a la sala, llamando la atención de las pokemones que se encontraban allí.
Lucario: Charlie?!
La tipo Acero-Lucha no duda en dirigirse a la puerta y apegar su oído, pero aparte de la música, no había respuesta que recibiera.
Mientras la Lucario trataba de forcejear la perilla con algo de impaciencia, Rockruff y Gardevoir también se acercaban para enterarse de lo que sucediera.
Gardevoir: Que pasa?
Lucario: Es música! Pero sigue sin responder.
Rockruff: Por qué no derribamos la puerta?
Lucario: Hay algo del otro lado bloqueando, no es solo la perilla!
Repentinamente, del otro lado se escucha una botella de vidrio quebrarse, alertando a las pokemones.
Gardevoir: Ok, ya estuvo, voy a teletransportarnos ahí adentro -decía harta.
Charlie: NO SE LES OCURRA ENTRAR!!
Justo cuando la pokemones alzaba a la canina y tocaba la pata de la Lucario para poder aparecer del otro lado, un grito se escucha desde el interior del cuarto, apenas audible por encima de la música.
Lucario: Charlie?! Puedes oírnos?!
Rockruff: Charlie abre la puerta! -decía triste.
Charlie: DEJENME EN PAZ!!
Gardevoir: Ya sal de ahí Charlie!! Llevas más de una semana encerrado!
Charlie: NO ME IMPORTA!! LARGUENSE!!
Lucario: Que diablos haces ahí?! Por qué no quieres abrir la puerta?!
Charlie: ESO NO ES ASUNTO SUYO!!
Lucario: Eh?! Que rayos te pasa?! -decía enojada.
Gardevoir: Por qué está tan grosero?!
Lucario: Voy a reventar está puerta!!
Charlie: Puta madre, están sordas??!!! Les dije que me dejen solo!!! Solo cállense y dejen de hablarme!!
Las pokemones se impresionan un poco al escuchar al chico hablar tan enojado. Mientras que Rockruff bajaba sus orejitas entristecida, Gardevoir y Lucario se veían algo indignadas y ofendidas.
Gardevoir: Que diablos le pasa?
Lucario: Vámonos.
Gardevoir: Que?
Lucario: Ya me oíste. Quiere que lo dejemos solo? De acuerdo, vámonos al bosque entonces.
Gardevoir: Yo...
Lucario: Ven enana, andando.
Con un semblante enojado, la pokemon le hace señas a las otras dos, quienes la siguen y salen por la puerta trasera en dirección al bosque para pasar el resto del día ahí. Luego de esto, el chico toma una botella vacía y la lanza contra el armario que había colocado para que se interpusiera en la puerta y evitar que entraran a la habitación.
Charlie: Eso es!! Váyanse!! No necesito a nadie más!! No me importa!! El chiste es para ustedes si creen que pueden abandonarme!! Yo siempre estuve solo!!
El muchacho se queda mirando hacia donde había estrellado la botella mientras que su respiración agitaba comenzaba a cesar, al mismo tiempo que la música de su pequeña bocina seguía reproduciéndose.
La expresión de enojo se desvanece poco a poco mientras recobra un poco el sentido que le había quitado el alcohol para levemente volver a tener un semblante entristecido, por lo que este se da media vuelta, algo tambaleante, para agacharse y sacar de debajo de su cama una vez más la caja con botellas que había comprado anteriormente. En su interior, se podían ver poco menos de la mitad consumidas, pero esto no evita que saque una más para destaparla rápidamente y comienza a tomarla, en lo que bajaba lentamente hacia el suelo, recostando su espalda en el borde la cama para terminar en una posición melancólica mirando hacia sus pies descalzos.
Charlie: No las necesito... yo siempre puedo levantarme... solo...
Por otro lado, habían pasado unos 50 minutos desde que las pokemones se había ido de la casa de Charlie y llegado al bosque, aún poco molestas por el trato que habían recibido.
Gardevoir: Hm... y a donde vamos exactamente?
Lucario: Ugh... que importa.
Gardevoir: Cómo que qué importa?
Rockruff: Yo quiero volver -decía triste.
Lucario: Es mejor que lo dejemos solo hasta que deje de portarse como un tonto.
Rockruff: Pero... por qué nos grito? Hicimos algo mal?
Ninguna de las pokemones decide responder ante la pregunta de la canina, siendo que esta las veía con inocencia en busca de alguna respuesta, pero ellas solo seguían caminando con un semblante serio.
Aunque no lo aparentara, Lucario mantenía un perfil neutral, pero en su interior sabía que algo pasaba con el muchacho, ya que antes de irse, pudo ver su aura. En su visión, podía ver como el aura azul resplandeciente y brillante, se había tornado de un color anaranjado y arremolinado, moviéndose bruscamente en su interior sin descanso. La Lucario continua caminando al frente y esta las guía hasta una laguna que ella conocía perfectamente.
Lucario: Vaya... tenía mucho de no venir aquí.
Las pokemones se acercan a la orilla y en medio del agua cristalina se podían apreciar algunos pokemones acuáticos en el lugar, algo que no se veía tan seguido al ser un lugar casi secreto que solo Lucario conocía desde que era una Riolu.
Gardevoir y Rockruff se sientan en la orilla y la primera sumerge sus pies para poder relajarse un poco mientras que la segunda se acercaba a sus piernas para descansar. Lucario se mantiene algo alejada, a la sombra de un árbol, mientras que un par de hojas caen frente a ella, dándose una idea del motivo de ello.
Lucario: Tengo un favor que pedirte.
Corviknight: Ugh... mínimo un buenas tardes, no?
El pokemon ave sale con cautela de una de las ramas mas altas de ese árbol y desciende con elegancia al lado de la Lucario, quien aún se mantenía seria.
Lucario: Cuando aprenderás a esconderte mejor?
Corviknight: Eres muy cruel, sabías? Te juro que mi habilidad es infalible, pero tu y Charlie son los únicos que siempre me detectan... y aún sigo sin saber por qué.
Lucario: Si, si, como sea. Escucha, hay algo que necesito que hagas.
Corviknight: Y qué sería?
Lucario: Puedes ir a casa de Charlie?
Corviknight: Hmm... que buscas que haga?
Lucario: Yo... no lo sé...
Corviknight: No lo sabes?
Lucario: Charlie ha estado... muy extraño desde que volvió... es como si... le faltara algo, pero no sé que es.
Corviknight: Hay algo en específico?
Lucario: No lo sé... siento que trata de alejarnos, pero... de qué?
Corviknight: Hm... creo que ya entiendo lo que dices.
Lucario: Puedes ir?
Corviknight: Puede ser. Cuanto tiempo planeas darme?
Lucario: Uhm... no lo sé, cuanto crees que haga falta?
Corviknight: Pues... ahora mismo tengo otros asuntos qué atender, pero iré apenas termine con eso. Creen poder quedarse en el bosque mientras tanto?
Lucario: Sin duda.
Corviknight: Pueden buscar mi nido y escoger algún lugar cercano para dormir, esa área es completamente mía. Sus antiguas madrigueras creo que ya las ocuparon otros pokemones pequeños
Seguidamente, el pokemon extiende una de sus alas para mostrar la dirección en la que se encontraba su nido.
Lucario: Lo tendremos en cuenta.
Corviknight: Bien, me retiraré por ahora.
Lucario: De acuerdo, por favor dime lo que sea que averigües tan pronto lo hagas.
El Corviknight justo pensaba hacer un pequeño chiste, pero el semblante preocupado y entristecido de la pokemon lo hace reservarse su comentario para otra ocasión.
Con un gesto de cabeza, el pokemon ave y la Lucario se despiden, siendo que el primero abre sus alas para elevarse hacia los cielos, mientras que Lucario se acercaba a sus amigas.
Los días seguían pasando y Charlie seguía sumido en su cuarto, sentado en el piso con varias botellas vacías a su alrededor. Todo el lugar era un basurero, con ropa tirada en el suelo, pedazos de vidrio en todos lados, alcohol regado por todas partes, envoltorios plásticos y migas de galletas en varios sectores, siendo este el único alimento solido al que se abstenía el muchacho.
A eso de las 5:33 p.m, el cuarto se mantenía envuelto en una tenue luz azulada por la luminosidad que daba el sol ya casi oculto. El chico se encuentra parado frente a una de las paredes del cuarto, mirando fijamente una muy pequeña foto que había clavado en la pared con ayuda de una tachuela.
Charlie se mantenía mirando con algo de enojo y una botella casi vacía en la mano aquella foto que albergaba una imagen vívida de una mujer abrazando a lo que parecía ser su hijo y un pequeño y sonriente Jolteon.
Charlie: Sin ti yo no me siento bien... viviendo y por dentro muerto... Vamos! Hasta Zubat podría verlo!
Este reclamaba en dirección a la foto, habiendo nadie más que su persona en toda la casa que lo pudiera escuchar, a excepción de un pokemon que se acercó con máxima cautela a su tejado en ese momento.
Charlie: Por que tuvieron que irse, eh?! Como pudieron hacerme esto?! Ustedes sabían que eran todo para mi!! Por qué me hicieron pensar que estarían siempre para mi?! EH?!
Entre más hablaba el muchacho, más enojo salía de sus ser. El recordar aquellas figuras que significaban tanto para él simplemente le envenenaba el alma por solo el hecho de saber que ya nunca los volvería a ver.
Charlie: El primero eres tu, Tommy! Así es!! Hablo de ti! Tonto perro eléctrico!! Dijiste que serías mi mejor amigo hasta el fin del mundo!! Me llenaste la cabeza con la idea de que seríamos el mejor dúo de Kalos y que derrotaríamos a cualquiera que nos retara!! Y MIRATE!! Fuiste el primero en dejar el barco.
Amargamente, el joven da un trago a lo que restaba en la botella en su mano y procede a limpiarse la boca con el ante brazo, tratando de mantener el equilibrio luego de empinarse la botella.
Charlie: Y luego... luego estas tú, mamá. Fuiste quien me crio, quien me enseñó todo lo necesario para ser una buena persona. Muy buena persona! Tanto como para ser autosuficiente... es acaso eso lo que querías?! Me hiciste perder mi tiempo estos años sabiendo que no habían esperanzas para ti?! No tuviste el valor para decirle a tu hijo que no había nada por hacer?! Cuanto tiempo creías que iba a estar aquí sin saber nada, eh?! Acaso es algo que TU planeaste junto con los demás?! Eh?! CONTESTEN!!!
Las blancas sonrisas en esa foto eran ya lo único visible en medio de la habitación ya casi envuelta en oscuridad, cosas que despierta más el enojo del muchacho, haciéndolo llevarse sus manos a la cabeza con histeria.
Charlie: LO TENÍA TODO!! TODO!!! No necesitaba nada más!! Antes éramos los tres!! Y ahora solo quedo yo!!! Con su foto en la pared!!! QUÉ NO LO ENTIENDEN?!
Las lagrimas comienzan a brotar de los ojos del muchacho y este lanza la botella para que se estampe contra la foto en la pared y se rompa en mil pedazos. Tal acción, hace que el chico pierda el equilibrio por su ebriedad y caiga de espalda.
Una lagrima más baja por su mejilla mientras este enfoca su vista en el tejado oscuro de su habitación, viendo como los últimos rayos del sol se esconden en el atardecer.
Charlie: Sin ustedes yo no me siento bien... viviendo y por dentro muerto... antes éramos los tres y ahora solo yo, con su foto en la pared... y creo que... de la soledad... me enamoré... me contagié...
La oscuridad de la casa ahora era acompañada por una canción tarareada por el muchacho, quedado tirado en el suelo. Desde el techo, Corviknight se encontraba bastante confuso por la situación, pero habiendo escuchado lo suficiente, este vuelve a emprender vuelo silenciosamente y se retira del lugar.
Un par de días más transcurren y Charlie seguía en su monotonía habitual, hasta que un mensaje llega a su teléfono que por casualidad vio. Era su amigo Joan, quien le había enviado un mensaje después de mucho tiempo. Al parecer los conocidos del bar le habían contado de su avistamiento, por lo que este no dudó en enviarle un mensaje para que se vieran.
Sin muchas ganas, Charlie normalmente hubiera ignorado el mensaje fácilmente, pero Joan no era alguien cualquiera, él fue su primer amigo al llegar a Galar, luego de Linoone, además de ser uno de los pocos que sabían de la condición de su madre.
Un vago pensamiento pasar por su cabeza, y aunque no quisiera hacerlo realmente, este se levanta y se asea un poco para vestirse adecuadamente e ir a ver a su amigo a aquel bar que conocían, pensando si hablar con él le hará sentir menos mal.
A eso de las 4:40 p.m, un muchacho de tez morena se encontraba recostado a la pared en las afueras del bar, mientras mensajeaba con su novia felizmente y emocionado por verse con su amigo. Un silbido lo saca de su concentración en el teléfono y este levanta su cabeza hacia el frente, borrándosele la sonrisa que tenía al ver el delgado y demacrado estado de ese joven con sudadera azul oscuro, acompañado de su característica gorra con la leyenda "MEW".
Ambos se quedan parados el uno frente al otro sin decir nada y los ojos vacíos de Charlie bastan para hacerle saber a Joan que algo muy grave había pasado, por lo que no duda en darle un abrazo para saludarlo y encaminarse al interior del bar.
Al cabo de una media hora, los dos amigos sentados en la barra ya habían terminado de conversar los temas importantes que habían sucedido en la vida de Charlie recientemente.
Joan: Diablos Charlie... no... pensé que tantas cosas hubieran pasado desde que te fuiste a esa mansión.
Charlie: Si... lo sé.
Joan: E-En verdad no sé que decirte... o sea... los pokemones locos, esa señora Vanessa, el entrenamiento... "Charles"? Eso aun no lo entiendo... y... tu mamá... cielos -decía dando un trago a su bebida.
Los dos amigos se mantenían algo encorvados en la barra de la cantina, a la expectativa de los empleados de allí, en especial de una pokemon que conocía a los dos jóvenes.
Salazzle: Jejeje vaya, vaya! Veo que este guapo tiene un hígado de acero! Ten cuidado Joan o puede que tengas que pagar una gran cuenta jeje -decía de forma encantadora.
Charlie: Puedo pagarme mi propia cuenta...
Joan: Salazzle ahora no es momento para... -es interrumpido.
Salazzle: Jeje ya veo. Y que dices, lindo? Quieres que te acompañe hoy? Mi turno termina en media hora -decía abrazando de lado a Charlie.
Al no recibir reacción a sus jugueteos, la pokemon se extraña un poco por la actitud tan seca del muchacho, hasta que su amigo le hace obvias señales de que se aleje y corte su jugueteo, entendiendo así que la situación era seria.
Algo apenada, la Salazzle le hace unos gestos con la cabeza al cantinero para pedir permiso de sentarse con el chico y este le da una respuesta positiva.
Salazzle: Ahm... lo siento... sabes que siempre quiero hacerte reír -decía apenada.
Charlie: Si... lo sé...
Joan: Y bueno... imagino que eso de tu mamá... yo también tendría motivos para llorar las 24 horas.
Charlie: Yo no necesito llorar... ella me me dijo que eso solo nos hace vulnerables -decía con resentimiento.
Salazzle: Oh Charlie... llorar de vez en cuando no te hace nada de eso, en especial por momento difíciles.
Joan: Es cierto Charlie, no está mal llorar, eso nos hace humanos.
Charlie. No quiero hacerlo.
Salazzle: Puedo llevarte a la parte trasera del bar si quieres, ahí nadie te verá.
Charlie: Dije que no! Llorar no sirve de nada. No lo he hecho en mucho tiempo y no lo haré.
En retrospectiva, Charlie no podía recordar cuando fue la ultima vez que se dispuso a llorar por largo tiempo. Si bien, recientemente había dejado salir lagrimas, esto solo lo hacía mentalizarse de forma más fuerte que una sesión de lloriqueo solo lo haría aun más débil, un pensamiento que no podía sacar de su cabeza, aunque supiera que lo que le decían podía ser cierto.
Charlie: Yo solo... quiero verlos de nuevo... -decía mientras se terminaba todo su trago.
Joan: Cielos... amigo, esto no está bien. Cuanto tiempo has estado así?
Charlie: Acaso importa? Delibird, traeme otro, doble.
El chico le lanza deslizado el vaso al pokemon por medio de la barra y este lo ataja ágilmente para rellenarlo a gusto de su cliente. Posteriormente, este se lo vuelve a lanzar al chico con mucha precisión hasta su mano e inmediatamente comienza a beberlo como si se encontrara sediento. Salazzle y Joan solo veían al chico tomar con ganas de aquel trago fuerte que le habían servido, sin saber muy bien qué decir.
Luego de tres horas y media, un Corviknight desciende a las afueras del bar y se agacha un poco para mirar por la entrada del lugar, quien había quedado expectante del rastro del muchacho desde que salió de casa, viendo como Charlie se encontraba sentado en el mismo lugar, siendo apaciguado por la Salazzle y su amigo. Uno de los empleados se acerca a la entrada con intenciones de ver lo que quería el pokemon y este nota la presencia del mesero
Mesero: Podemos ayudarte?
Corviknight: Uhm... puedo pasar? Busco a aquél muchacho en la barra.
Mesero: El que no deja de tomar?
Corviknight: Tomar... que cosa?
Mesero: Tragos, lleva un buen rato sin parar, puedes entrar, pero suerte tratando de hablarle.
El mesero ayuda al gran pokemon a pasar por la entrada de la cantina hasta donde se encontraba Charlie y sus dos amigos.
Corviknight: Charlie?
Charlie: ...
Corviknight: Charlie, estas bien?
Charlie: De maravilla.
Corviknight: Que haces aquí?
Salazzle: Amigo, no creo que sea prudente que... -es interrumpida.
Charlie: Vine a ver a mi amigo, no es obvio? -decía acabándose su trago nuevamente.
Corviknight: Uhm... Charlie, eso que bebes huele muy fuerte.
Charlie: Así es... dame otro -decía hablándole al Ludicolo, a lo que este le sirve nuevamente.
Corviknight: Ehm... escucha chico, había pasado por tu casa y noté que Lucario y las demás no estaban. Sabes por qué?
Charlie: Les dije que se fueran.
Corviknight: Charlie... te ves terrible, por que no vamos a casa?
Charlie: Cuando acabe de beber iré -decía tomando del vaso rellenado.
Corviknight: Chico... hace días que encontré a las pokemones en el bosque... deberías... no lo sé, dejar que ellas vuelvan contigo.
Charlie: Solo han sido como 7 días, no es para tanto.
Corviknight: Charlie esto es serio.
Charlie: Lo mío también, así que vete.
Corviknight: Que es lo que tanto te afecta?
Un breve silencio transcurre. Joan trataba de hacerle señas con los ojos al pokemon, pero este no lograba captarlas. Salazzle pasaba su mano por la espalda del chico, pero este la aparta con suavidad en dado momento que su mirada se centra en el vaso semi vacío frente a él.
Charlie: No puedo enfrentar este mundo... que se me está derrumbando.
En su frase, el semblante del muchacho se torna uno entristecido y melancólico. Conforme pasaban los segundos en silencio, a este se le veía más cansado de alguna manera.
Corviknight: P-Pero... que dices, Charlie? Deja de evadir a tus pokemones, ellas te extrañan. Ya entra en razón y vuelve a casa!
Charlie: ...
Corviknight: Ellas quieren volver amigo... Rockruff quiere verte.
Charlie: Si la vez de nuevo dile que estoy bien.
Corviknight: Pero... -es interrumpido.
Charlie: Dile que mi corazón está muriendo... lentamente.
Corviknight: Que? De que hablas?
Charlie: Dile que no puedo dejar de... lamentarme cada día por... haberme... alejado... de... mi madr...
El chico no logra completar su frase y este cae lenta y progresivamente sobre la barra de la cantina, quedando dormido en un profundo sueño a causa de todo el licor ingerido.
Muy preocupados, Joan, Salazzle y el Corviknight se miran entre sí para asegurarse de que el chico estuviera bien, lo cuál los alivia al escuchar sus ronquidos.
Joan: Amigo... por qué nunca me hablaste de nada de esto? Es decir... cielos... definitivamente esperaba ver a Charlie... no a este tipo.
Salazzle: No quiero interrumpirte, pero creo que es el momento indicado para llevarlo a casa.
Corviknight: Yo lo haré.
Salazzle: Te acompaño.
Joan: Quiero ir también.
Corviknight: Me vieron cara de taxi?
Salazzle: Literalmente tu especie sirve de taxi.
Corviknight: Cállense y súbanlo a mi lomo.
En pocos minutos, el joven, la pokemon y Corviknight ya se había acomodado a las afueras de la cantina para llevar al chico con mucho cuidado hasta su debida casa. Una vez allí, Salazzle y Joan ayudan al muchacho a bajar, aún inconsciente, y estos ingresan a la casa, la cual, como de costumbre estaba abierta por mala costumbre del dueño.
Los dos se llevan al chico hasta su cuarto y al entrar se dan cuenta del chiquero en el que estaba viviendo. Siendo que el resto de la casa estaba ordenada, era obvio que Charlie se había encerrado en su cuarto con todo ese pestilente olor a alcohol y envoltorios de galleta, sin mencionar el leve olor a vomito del piso mal limpiado que había en el camino al baño.
Salazzle: Charlie... para esto querías todas esas botellas?
Joan: Y pensar que yo era quien bebía más.
Salazzle: Ugh, deja de decir babosadas y ayúdame a colocarlo en su cama.
Ambos se aseguran de acostar de lado al muchacho por si vomita y para que no se ahogue con el mismo, y lo arropan para que no pase frío el resto de la noche. Con algo de pesar en el corazón, los dos amigos se ensañan al menos a limpiar un poco la habitación, dentro de lo que ellos pueden, llevándose al menos las botellas vacías y recogiendo un poco la basura del lugar, así como limpiar lao restos de vidrio roto en toda la habitación. Una vez hecho esto, los dos amigos salen al patio delantero para reencontrarse con el pokemon ave y despedirse de él.
Corviknight: Está todo bien?
Salazzle: Lo arropamos y quedó durmiendo.
Joan: Y ahora?
Salazzle: Creo que lo mejor es que lo dejemos dormir.
Joan: Sería bueno que sus pokemones vinieran a vigilarlo.
Corviknight: De eso me encargaré yo, que vuelvan mañana, ya es algo tarde.
Joan: Son las 9:11 p.m, aún esta abierto el bar?
Salazzle: Sabes que si.
Joan: Dejé mi celular ahí, podemos volver?
Salazzle: Claro.
Corviknight: Me gustaría llevarlos, pero debo volver a avisarle a sus amigas que Charlie está bien.
Joan: No hay problema.
Salazzle: Gracias por ayudarnos.
Corviknight: Gracias a ustedes.
Joan: Hasta luego.
Sin mas que decir, el pokemon ave emprende vuelo y este se pierden en la lejanía del cielo oscuro de la noche.
Salazzle: Bueno, lo mejor será apresurarnos, antes de que sea más tarde.
Joan: Soy yo o tiene una moto en su patio? -decía mirando hacia la casa mientras caminaban.
Salazzle: No te contó?
Joan: No, de hecho quería que nos viéramos para ponernos al día de las cosas buenas y pues... ya ves como salió todo.
Salazzle: ...
Joan: ...
Salazzle: Pues... que tal si nos acercamos más a él?
Joan: De que hablas?
Salazzle: Pues... ser más cercanos a él! Tu sabes, invitarlo a salir, pasar tiempo con él... lo que una persona triste necesita... amigos.
Joan: Ohhh tienes razon! Ahora podemos estar más as cerca de él, ya que no trabaja más en esa mansión!
Salazzle: A eso me refiero -decía optimista.
Joan: Justo la otra semana es su cumpleaños y podríamos...
Mientras caminaban, los dos amigos continúan hablando de Charlie muy felizmente y en lo que caminaban de vuelta a la ciudad.
Una vez pasada la noche, el día llega nuevamente a la región de Galar. Los rayos del sol comienzan a filtrarse por la ventana del muchacho, quien ahora se encontraba durmiendo boca arriba. Poco a poco, la conciencia comienza a volver al muchacho, quien abre los ojos con pereza y se queda mirando fijamente de nuevo al tejado de su habitación.
La expresión del chico se mantenían completamente neutra, por no decir casi muerta, al recordar difícilmente lo que había pasado del día anterior. Las horas de sueño le hacían ya no encontrarse tan desorientado por la ebriedad, lo que le hace tener emociones más vividas y recordar el motivo de su depresión, haciendo que los ojos se le humedezcan por el simple hecho de saber que despertó un día más en la realidad.
Mientras tanto, en el bosque, Corviknight ya había puesto al tanto a las pokemones del estado del chico, pero resguardando algo de información solo para la Lucario. Durante el transcurso del día, las pokemones se mantenían ocupadas en lo suyo, hasta dado momento en que Corviknight se encuentra con la Lucario en soledad.
Corviknight: Aquí estas.
Lucario: Pronto volveremos con Charlie, gracias por dejarnos dormir aquí estos días.
Corviknight: Hay... algo que no te he dicho.
Lucario: Eh?
Corviknight : Creo que hay un problema con Charlie.
Lucario: De que hablas?
Corviknight: Algo... creo que si hay algo que perdió.
El pokemon mira seriamente a la tipo Lucha-Acero, quien solo le observa con intriga al no entender lo que le decía. Mientras tanto, a eso del atardecer, Charlie se encontraba una vez más sentado en el piso abrazando su gorra y repitiéndose una frase a si mismo, mientras que en frente suyo había una botella de alcohol, pero esta vez se encontraba sellada, y al mismo tiempo la bocina que tenía reproducía la misma canción una y otra vez a un volumen medio.
Charlie: Te extraño... te extraño demasiado mamá... y a ti también Tommy... por qué se fueron?
~I can remember when we walked together~
Los labios del chico se retorcían por lo entrecortada que se hallaba su voz. Sus ojos comenzaban a humedecerse una vez más, pero este los cerraba fuertemente para evitar que las lagrimas salieran.
~Moonlight to show the waaaay so we can fooollow~
Charlie: No... LLORES!! Mamá dijo que no debes llorar!! No te atrevas!!!
~Waiting inside her eyes was my tomorrow~
La respiración pesada era lo más audible en la habitación. Este trataba con todas su fuerzas de mantener su compostura, lo cuál le estaba costando mucho.
En medio de la soledad de la casa, un silueta entra por la puerta trasera, caminando hacia la cocina lentamente y esta se dispone a mirar hacia el cuarto del muchacho, quien mantenía la puerta abierta en ese momento. Charlie logra ver una sombra con el rabillo del ojo, por lo que gira su rostro en dirección contraria para evitar que lo vea quien sea que haya llegado.
Lucario: Charlie? Q-Que haces?
~I had no loving arms... toooo hoooold meee~
Charlie: Aléjate Lucario... les dije que me dejaran solo -decía con voz temblorosa.
Lucario: Charlie... Corviknight me habló de ti...
Charlie: ...
Lucario: Charlie que es lo que te pasa? Por qué estas tan distinto? -decía en un tono suave.
Lentamente la pokemon se acerca hasta el chico y se sienta a su lado para tratar de hablarle mejor, pero este se mantenía con su cara aún oculta.
Charlie: No quiero hablar -decía con voz entrecortada.
Lucario: Charlie... por favor... habla conmigo al menos... no hay nadie más ahorita... solo somos tu y yo.
La pokemon pone su pata sobre el hombro del joven y este siente como sus emociones estan a punto de explotar, pero con su máximo esfuerzo se mantiene en un último por no mostrar sus sentimientos.
Charlie: ...
Lucario: Charlie... puedo ver tu aura... se está apagando...
En la visión de la pokemon, el aura del chico ahora se encontraba casi desvanecida, cosa que tenía demasiado preocupada a la pokemon. El tacto de la Lucario es la gota que derrama el vaso y Charlie solo voltea mirarla con ojos perdidos. Al verle la cara, Lucario nota una expresión de depresión pura, combinada con miedo, angustia y desvelo.
Charlie: Y-Ya no está...
Lucario: E-Eh?
Charlie: Ya no está, Lucario!!! Ella se fue!!! Mi mamá murió!!! Ya no está, Lucario!!! Ya no tengo a nadie!!!
El chico logra sacar esas palabras atoradas en su garganta, lanzándose al mismo tiempo a los brazos de la Lucario para empezar a llorar desconsoladamente. Muy impresionada, la Lucario ataja al joven y escucha atentamente lo que dijo sobre su madre, dando origen al por qué de su comportamiento.
~Every day I wake up, then I start to break up~
~Lonely is a man without loveeee~
Charlie: No puedo, Lucario!! No puedo seguir así!!! Cada día que despierto deseo reiniciarlo!! Siempre que despierto recuerdo que ella ya no esta!!!
~Every day I start out, then I cry my heart out~
~Lonely is a man without loveeee~
Lucario: C-Charlie... -decía empezando a llorar.
Charlie: No puedo enfrentar este mundo!!! Todo se me está derrumbando, Lucario!!! No quiero seguir sin ella!!!
Lucario: C-Charlie!! No digas eso!!
La escena era demasiado para la Lucario al tener al chico en brazos, temblando del mismo sentimiento que prevalecía en su corazón por la noticia que le daba.
Charlie: No me queda nadie, Lucario!! Tommy y mi madre se han ido!!
Lucario: No digas eso Charlie!!! Nos tienes a nosotras!!! Nosotras nunca te vamos a abandonar!! Yo nunca voy a hacer eso!! Nunca te abandonaré!!
~Every day I wake up, then I start to break up~
~Lonely is a man without loveeee~
~Every day I start out, then I cry my heart out~
~Lonely is a man without loveeee~
Ambos se mantienen unidos en un fuerte abrazo, mientras que el joven seguía llorando desconsoladamente, junto a la Lucario que era afectada por su sentimiento y también por ver tan afligido al humano de su corazón, sin saber que en realidad la conexión que tenía con él era el motivo del por qué sentía sus emociones tan vividas.
Al cabo de un par de horas más, ya cuando el sol se había ocultado, Gardevoir y Rockruff entran de nuevo por la puerta trasera de la casa y la tipo Psíquico-Hada se encarga de encender las luces de la casa que se encontraba sumida en oscuridad. Al llegar a la habitación del chico, Gardevoir y Rockruff se encuentran con la Lucario abrazando al chico tiernamente mientras este dormía cobijado en su pecho.
Las emociones y el haber expulsado todo lo que guardaba ciertamente lo había agotado. Lucario hace una seña de silencio a las otras dos y su mirada es suficiente para comunicarles que la situación era delicada, por lo que estas no dudan en acercarse lentamente y acostarse a como pueden junto a la azulada; Gardevoir al lado de Charlie y Rockruff sobre su estomago.
Aunque la cama no era tan amplia, ciertamente fue lo suficiente para que todas las pokemones brindaran su cariño al chico que seguía sumido en su profundo sueño de recuperación.
Un par de días más habían pasado y todo había vuelto a la normalidad, técnicamente. El trío pokemon había vuelto a la casa de Charlie y con algo de ayuda de la Lucario, Charlie les explicó más a detalle la muerte de su madre y el motivo de su depresión, pero este no mencionó nada relacionado a cuando intentó morir en la nieve.
Con mucha actitud, las pokemones entendieron la situación y ciertamente escondieron el evidente odio por los familiares del muchacho al jugarle una pasada tan rastrera. Recordar todas esas veces que Charlie se esforzaba tanto por ganar dinero y la alegría que le daba cada que lo enviaba a su familiares simplemente hacía que les hirviera la sangre a cada una de ellas por saber que sus familiares lo estuvieron engañando todo ese tiempo.
Al día siguiente de la explicación, a eso de las 11:01 a.m, una limosina se parquea a las afueras de la casa de Charlie. De esta limosina un gran pokemon de Fuego baja del vehículo para acercarse a la puerta de la casa.
El toque en la puerta llama la atención de los integrantes de la casa. Charlie se encontraba en su cama cobijado y abrazado por la Lucario, quien no se había despegado ni un segundo de él desde que le contó lo de su madre. Con delicadeza, Charlie sale de la cama y Lucario lo sigue hasta la puerta sin decir nada, mientras que Gardevoir y Rockruff se encontraban en el patio trasero, aprovechando para cuidar las plantas del joven.
Al abrir la puerta, Charlie se impresiona al encontrarse al Charizard de la mansión Van Voorhm parado al frente suyo, pero el muchacho no siente más que desagrado al verlo.
Jeremy: Hola Charlie.
Charlie: ...
Jeremy: Que gusto verte.
Charlie: Desearía poder decir lo mismo.
Jeremy: Uhm... es bueno saber que apareciste y estas bien... bueno, dentro de lo que cabe -decía viéndolo de pies a cabeza.
Charlie: Que haces aquí? -decía aun molesto.
Jeremy: Pues... pasaba a ver como estabas y... eso.
Charlie: ...
Jeremy: Lo digo enserio.
Charlie: Claro.
Jeremy: Ehm... Y... como has estado?
El Charizard trataba lo mejor que podía mantener su nerviosismo bajo control, pero la mirada de desprecio del muchacho, combinada con la mirada de la Lucario a sus espaldas que no le veía con buenos ojos le hacía esta tarea muy difícil.
Charlie: Después de que me mintieras y todo se fuera a la mierda en la fiesta?
Jeremy: Ehm... no, no, yo solo decía... -es interrumpido.
Charlie: No quiero saber nada de ustedes... les guardo todo el desprecio que puedo dar.
Jeremy: ...
Charlie: ...
Jeremy: No tuve opción.
Charlie: ...
Jeremy: Admito que... desde que te conocí pensé que eras otro bueno para nada... que solo iría a la mansión a robarse el sueldo, como todos los demás...
Charlie: ...
Jeremy: Jamás pensé que ese mocoso... ese... tonto con gorra... se convertiría en alguien por quién me preocuparía tanto...
Charlie: Jeremy... -decía aún con enojo.
Jeremy: Pero cuando Vanessa me puso entre la espada y la pared... no supe qué hacer.
Charlie: Deja de mentir! -decía entre dientes.
Jeremy: Charlie... que harías tú... si debes mantener un secreto con la promesa de que puedas ver a tu familia de nuevo?
Los ojos del muchacho se abren un poco más al escuchar esa incógnita, pero si semblante se mantiene igual.
Jeremy: Charlie ... recuerdas... aquel chico que solía cuidar? Aquel que te conté cuando... Kevin y yo cuidabamos de él... hace mucho no lo veo Charlie... yo...
Charlie: ...
Jeremy: Yo también tengo una familia Charlie... Vanessa me prometió un tiempo libre para poder ir a verlos... a cambio de... guardar la noticia sobre tu... ahm... tu sabes.
En ese momento, la pokemon a espaldas del muchacho se estremece y esta da un paso al frente con intenciones hostiles al Charizard, pero la mano de Charlie se interpone y le hace saber que él lo manejará.
Jeremy: Sé que esto no me excusa de nada... p-pero traté convencer a Vanessa para que te dijera la verdad! La idea de que te comprara los tickets de avión fue mía para que pudieses ir a ver... -es interrumpido.
Charlie: Ver un cadáver?
Jeremy: Eh... qué?
Charlie: Creen que son una santa paloma por haberme comprado un vuelo para ir a ver a mi mamá muerta?
Jeremy: E-Ella... falleció?
Charlie: Cuatro años... Jeremy... mi madre murió hace cuatro años y durante todo ese tiempo solo estuve escuchando grabaciones suyas por teléfono...
Jeremy: ...
Charlie: Tanto tiempo desperdiciado... todo mi esfuerzo... siempre fue robado... y ustedes ni siquiera... ni siquiera sabían que ella ya estaba muerta?
Jeremy: C-Charlie... t-te juro que no teníamos idea de...
Charlie: Esto no se trata de lo que sepas o no, Jeremy!!!
El enojo era evidente en los ojos del muchacho, así como las lagrimas comenzaban a salir de nuevo. Inesperadamente, Charlie le lanza un puñetazo al Charizard en el estomago, pero este era tan débil por su estado físico que el pokemon apenas lo siente.
Charlie: No se trata de eso, dragón imbécil!! Se trata de que yo los consideraba mis amigos!!! Confiaba en ti y te apreciaba!!! Eras mi ejemplo a seguir!!! Y lo tiraste todo por la borda!!!
El chico comienza a lanzar varios golpes a la panza del Charizard, pero este no hace más que mirarle con vergüenza y pesar al escuchar sus palabras.
Charlie: Ustedes me ocultaron todo sobre mi mamá!! Pero ni siquiera sabían que ella ya no estaba!!! Los desprecio!!! Me fallaron!!!
Jeremy no tenía palabras para responderle al muchacho, el cual lentamente cesaba los golpes que le daba mientras seguía repitiendo esa última frase. Lucario se entristece al ver la escena también, pero Jeremy le hace una seña con la mano mientras que poco a poco va acogiendo al muchacho que comenzaba a llorar en sus brazos.
La culpa que el pokemon sentían en ese momento era enorme y sus ojos también se humedecen al darse cuenta que le había fallado a su amigo en brazos, mientras este seguía lamentándose.
Los minutos pasaban y mientras Jeremy continuaba abrazando al muchacho en lo que se calmaba progresivamente, este decide hablar.
Jeremy: Yo... lo entiendo.
Charlie: ...
Jeremy: Entenderé si no quieres verme de nuevo...
El tipo Fuego espera a algunos segundos hasta que el chico cese su llanto para poder irse, pero al intentar despegarse de él se da cuenta que este se hallaba muy aferrado a él, con su rostro pegado a su pecho y como si no quisiera dejarlo ir.
Jeremy: Q-Que... que crees que haces?
Charlie: ...
Lucario: Charlie?
Charlie: No dije que no quiero volverte a ver... -decía en voz baja.
Jeremy: Eh?
Charlie: ...
Jeremy: Que dijiste?
Charlie: No dije... que te vayas...
Jeremy: Yo... no te entiendo.
Charlie: No te... dije que no quiero volver a verte... yo... solo quiero...
Jeremy: Lo que quieras! Dime! Lo que quieras.
Un silencio algo prolongado perdura entre los tres, mientras que los dos pokemones se veían algo confundidos.
Charlie: Quiero... quiero mi antiguo trabajo.
Jeremy: Que?!
El pokemon saca una pequeña llamarada de su nariz por la impresión de lo que escucha, al mismo tiempo que la Lucario también se confunde por la petición.
Charlie: Ya me oíste! Si de verdad te arrepientes y quieres ayudarme, entonces ayúdame a que me devuelvan mi antiguo trabajo! -decía levantando su rostro.
Jeremy: Que? P-Pero ya no queda nadie más por entrenar en la mansión! Solo Kevin y Rab... -es interrumpido.
Charlie: No me refiero a la mansión! Quiero mi trabajo de oficinista de vuelta.
Jeremy: Que? Pero... por qué quieres ir ahí de vuelta?
Charlie: Yo... no lo sé...
Jeremy: Enserio... quieres eso?
Charlie: Hablo enserio... ahora que ya no tengo a mi... pues... tu sabes... supongo que ya no es una prioridad ganar dinero.
Jeremy: Pero... eso no quiere decir que dejes de esforzarte por ti mismo, no lo crees?
Charlie: Hm... supongo que si.
Jeremy: Puedo ayudarte a buscar un mejor trabajo, más tranquilo y mejor pagado.
Charlie: No... no es necesario, quiero volver a mi rutina... aunque la paga no sea tan buena.
Jeremy: Estás seguro?
Charlie: Si... quiero volver a lo que soy bueno.
Jeremy: Pero...
Charlie: Hey... no soy un tonto Jeremy. Sé que ahora debo continuar valiendome por mi cuenta...
Jeremy: Si, pero... es solo que... -es interrumpido.
Charlie: Creeme... velaré por mi mismo... así como también velaré por ellas...
El chico voltea hacia la Lucario, quien aún seguía sin separarse de él y le comparte una tierna sonrisa, mientras se limpiaba las lagrimas que empezaban a secarse en sus mejillas. Lucario no puede evitar también contagiarse por la leve sonrisa del muchacho.
Como por arte de magia, una ligera brisa corre por la casa, siendo una especie de índice de que la tensión del momento se había ido. Aunque el sentimentalismo poco a poco iba bajando, Charlie voltea hacia Jeremy con una expresión un tanto seria para terminar su conversación.
Charlie: Jeremy... al menos... alguna vez me consideraste tu amigo?
La pregunta deja un tanto pensativo al Charizard, verle su mirada tan rebuscada ciertamente le daba intriga, pero este cambia su semblante para dar una respuesta sin titubear.
Jeremy: Yo...
Charlie: ...
Jeremy: Ugh... claro que si, niño estúpido.
Charlie: Que tanto?
Jeremy: ...
Charlie: ...
Jeremy: Je... jejeje... capaz de cambiar a Kevin por una Monster para ti.
Los tres presentes no pueden evitar soltar un par de risas al escuchar tremendo comentario, dejando ya de lado tema que los mantenía en conflicto.
Jeremy: Jeje... como sea... solo venía a... verte y... en realidad me alegra verte.
Charlie: Je... pero no olvides lo de mi trabajo, eso lo digo enserio.
Jeremy: Haré lo que pueda.
Charlie: Bien... hasta luego.
Jeremy: Nos vemos.
El tipo Fuego se despide del joven y Lucario con la mano alzada, por lo que Charlie luego cierra la puerta y escucha como el pokemon sube a la limosina y se retiran del lugar. Charlie se voltea y recuesta en la puerta para dar un suspiro y restregarse la cara con sus manos para alivianar su tensión.
Lucario: Eso fue... waos.
Charlie: Yo... no planeaba ponerme así... lo siento.
Lucario: Eso está bien... sacaste lo que necesitabas.
Charlie: Pues... supongo que sí.
Lucario: Que quieres hacer ahora?
Charlie: Quiero dormir más, aún me siento débil.
Lucario: Bien... estaré mirando televisión si quieres que... -es interrumpida.
Charlie: Uhm... en realidad...
Lucario: Uh?
Charlie: Podrías... acompañarme?
Lucario: Eh? Pero... pensé que ya estabas harto de mi por estar contigo estos días -decía intrigada.
Charlie: En realidad... me siento mejor si me abrazas.
Lucario: E-En... enserio?
Charlie: Uhm... por favor.
Lucario: No tienes que pedírmelo dos veces!
Con mucha felicidad, la pokemon levanta al chico como princesa y lo lleva corriendo hasta su cuarto, dónde lo lanza a la cama y está se tira a su lado posteriormente.
Charlie: Oye!! Más cuidado!! Si no mides tu fuerza me romperas algún hueso!
Lucario: Ay no exageres.
Lucario rápidamente se acomoda y envuelve al muchacho en las cobijas para que no se pueda liberar de su abrazo, dejandolo algo carente de movilidad.
Charlie: Por qué me envuelves cómo capullo?!
Lucario: Para que no tengas frío.
Charlie: Yo no quería esto! Liberame mujer!!
Lucario: No! -decía entre risas.
Los dos continúan jugueteando durante algunos minutos, mientras le pasaba la rabieta al muchacho y la pokemon se divertía molestandolo, llamando la atención de las otras dos pokemones que venían entrando a la habitación, luego de haber pasado algunas horas en el patio trasero.
Mientras tanto, en la mansión Van Voorhm, en la sala principal se encontraban los pokemones y hermanos Van Voorhm, mirando televisión, hablando entre ellos, jugando y una cierta pareja se encontraba un poco distanciados del resto para disponer de privacidad.
Adam: Jejeje entonces... tres palabras.
Absol: Ahmmmm... dame una pista!
Adam: Ja! En tus sueños, linda.
Absol: Augh! Cero cool, Adam Steve Van Voorhm!
Adam: Hey!! No tienes permiso de llamarme así!! Eso solo lo hace mamá!!
Absol: Bueeeno... tu me dices "mami" y yo no te reclamo nada -decía de forma coqueta.
Adam: Pero a ti te gusta jeje -decía perspicaz.
Absol: Solo si estoy de humor jejej.
Mientras los dos enamorados acercaban sus rostros para darse un beso, por el pasillo se observa a Jeremy pasar y dar un vistazo a la sala para asegurarse de que todos estuvieran bien. Al seguir caminando, este llega hasta una habitación que venía siendo la oficina de Vanessa, quien se encontraba revisando algunos papeles de trabajo.
Jeremy: He vuelto.
Vanessa: Huh... que bueno -decía sin despegar la vista de sus documentos.
Jeremy: Fui a ver a Charlie.
La dama por un par de segundos deja de escribir sobre su documentos y sus ojos se arrastran por el escritorio, pero sin ver hacia el tipo Fuego.
Vanessa: Oh... me alegra.
Jeremy: Vanessa... debemos hablar.
Vanessa: Enserio? -decía sin interés.
Jeremy: Vanessa, Charlie quiere su trabajo de oficinista de vuelta.
Vanessa: De verdad?
Jeremy: Si.
El pokemon se para frente al escritorio de la dama, pero esta no le presta atención y continua con lo suyo, tomándose varios segundos para seguir contestándole al pokemon.
Vanessa: Está bien.
Jeremy: ...
Vanessa: Hay algo más que necesites?
Jeremy: Enserio? -decía con un tono mas alzado.
Vanessa: Jeremy no ves que estoy ocupada? Si quieres algo dilo o vete.
Jeremy: Vanessa... tu sabes lo que le pasó a Charlie... no?
Vanessa: Ugh... si, si, se perdió por un tiempo pero ya apareció. Que bueno, gloria a Arceus -decía indiferente.
Jeremy: ...
Vanessa: ...
Jeremy: Eres una cínica.
Vanessa: Disculpa?!
Esta palabra hace que la dama levante su vista y cruce miradas con Jeremy, quien no dejaba de lanzarle una mirada feroz.
Jeremy: Lo que escuchaste.
Vanessa: Tienes las bolas de repetirlo?
Jeremy: CÍNICA!!
El grito del pokemon ciertamente resuena por el pasillo, captando la atención de cierta pokemon que iba pasando por casualidad, lo cual hace que se acerque a la entrada de la habitación para escuchar la conversación.
Vanessa: Que diablos te picó ahora?
Jeremy: Como es posible que te valga tanta verga lo que le pasó a Charlie?!
Vanessa: Y que quieres que haga?! Que vaya a buscarlo sabiendo que ya está en casa?! Él está bien y eso es lo que importa!
Jeremy: ÉL NO ESTÁ BIEN!!
El pokemon lanza fuertemente una silla con su mano hacia la izquierda y esto hace que la rabia se disparé en el temperamento de la dama, cuestionándose el por qué ese comportamiento en su pokemon de "confianza".
Vanessa: Me estas haciendo enojar Jeremy, habla de una vez a que diablos quieres llegar.
Jeremy: NO ES POSIBLE QUE PUEDAS SER TAN INDIFERENTE CON ESE MUCHACHO! DESPUÉS DE TODO LO QUE NOS AYUDÓ!
Vanessa: Pues ya no hay más trabajo que le pueda dar!! Quieres que lo ponga a trapear el sótano?? Por qué no vas y lo traes?! Si es trabajo lo que necesita, por mi bien. Así podrá reunir más dinero para su madre y... -es interrumpida
Jeremy: Hablas de la madre que se supone está en estado grave? -decía con sarcasmo.
Vanessa: No es como que tenga más de una Jeremy, usa el cerebro por una vez, quieres? -decía exasperada.
Jeremy: Entonces creo no hablamos de la misma. POR QUE LA MADRE DE CHARLIE LLEVA CUATRO AÑOS MUERTA!!
Entre gritos y enojo, la noticia no hace más que dejar confusa a la dama, quien tenia una expresión algo neutra e incrédula en su rostro.
Vanessa: Ella... qué?
Jeremy: Lo que escuchaste... pero acaso a ti te importó buscar bien esa información? Claro que no!!
Vanessa: Que diablos estás diciendo?! Ese instituto no me dijo nada de eso!
Jeremy: Por qué no eres más que su empleador!!
Vanessa: Por favor Jeremy, eso es estúpido.
Jeremy: Ese pobre chico pasó engañado por cuatro años!!! Y a ti no te importo colaborar en esa mentira!! Aunque no fuera directamente...
Entre más decía el Charizard, más confundida era la expresión de la mujer, quien se negaba rotundamente a creer lo que le decían.
Vanessa: Mientes...
Jeremy: Huh? "Mientes" es lo mejor que se te ocurre pensar?
La pokemon que espiaba la conversación se lleva sus patas a la boca al escuchar la confesión de Jeremy y esta no puede hacer nada más que quedarse escondida para evitar que la descubran. El enojo del Charizard llegaba a tal nivel que este comenzaba a sacar delgados hilos de humo por su nariz, mientras se acercaba a escasos centímetros de la cara de Vanessa.
Jeremy: Crees que lo que digo no es cierto? -decía con tono amenazante.
Vanessa: E-Es lo más lógico.
Jeremy: Me hiciste mentirle a mi amigo.
Vanessa: Lo hice por buenas razones.
Jeremy: Entonces por qué no buscas alguien más que mienta contigo?
Vanessa: Eh? Q-Que estas diciendo?
Jeremy: ~Renuncio~ -decía en un susurro al oído de la mujer.
Vanessa se queda mirando hacia la nada con sus ojos muy abiertos, hasta que el Charizard da un suspiro cargado de humo grisáceo mientras se daba media vuelta y salía de la habitación.
Vanessa: JEREMY!!! Vuelve aquí!!! Ahora!!!
Sin dudar ni un segundo, el pokemon continua caminando hasta salir completamente de la habitación, tirando la puerta y dejando a la mujer con la mirada perdida en dirección hacia la puerta, sumida en un mar de dudas e intrigas.
En el pasillo, mientras Jeremy se alejaba de esa oficina, detrás de una gran maceta se encontraba una Raboot que estaba paralizada por lo que había escuchado.
Raboot: V-Vanessa... en verdad hizo... eso? Mantuvo engañado a Charlie? -decía con temor.
Entre más pasaban los minutos, más se cuestionaba la coneja si de verdad la injusticia podía llegar a tanto respecto al muchacho que tanto apreciaba.
Raboot: Charlie...
Inmediatamente, el semblante de la coneja pasa de ser uno temeroso a uno más enfocado e indignado, por lo que no duda en irse de allí con precaución de no ser avistada y con una idea en mente.
Por otro lado, los días seguían pasando y el estado de Charlie iba mejorando, aunque muy lentamente, pero con ayuda de las pokemones este ciertamente se mantenía lo más distraído posible.
Aunque la mayoría del tiempo se la pasaba en cama, reposando bajo las cobijas, Gardevoir se encargaba de ayudarle a cocinar para que este se empezará a reponer nutritivamente. Rockruff se encargaba de alegrarle las mañanas con una lluvia de lamidas al despertar. Y por último, Lucario era quien se encargaba de estar junto a él para que no se sintiera solo en ningún momento del día, difícilmente hasta cuando iba al baño, lo cual molestaba un poco al muchacho, pero al menos se veía el esfuerzo por disipar su tristeza.
En cierto día, Charlie recibió un mensaje en su teléfono por parte de su ex jefe, avisándole que podía ser recontratado y colocado en el mismo puesto que tenía antes, sin necesidad de papeleo debido a la referencia que se hizo llegar por parte de Vanessa, lo cual tomó por sorpresa al chico, pero no le disgustó para nada saber que podía volver a lo suyo. Mientras tanto, el joven fue citado a presentarse dentro de cuatro días desde el momento en que recibió el mensaje, lo que le dejaría unos días para descansar y reponerse un poco emocionalmente.
Al día siguiente, siendo uno común y corriente, desde una casa cercana a la de Charlie a eso de las 8:00 a.m, un conocido pokemon iba saliendo mientras jalaba con su boca una pequeña carretilla con un pastel encima, cubierto por una tapa de plástico.
Linoone iba caminando felizmente mientras tarareaba una canción hasta llegar a la puerta de su preciado amigo por un motivo especial, por lo que se para en sus dos patas para poder tocar la puerta.
Al cabo de un par de minutos, la puerta es abierta, inesperadamente por una pokemon que no era esperada por Linoone.
Lucario: Oh... hola Linoone.
Linoone: Lucario? Hola! Cómo estás?
Lucario: Recién levantada... ~Bwaaaaah~... y tú qué tal? -decía rascándose la cabeza con pereza.
Linoone: Muy bien! Gracias por preguntar.
Lucario: Que bueno jeje... hay algo que pueda hacer por ti?
Linoone: Está por ahí Charlie?
Lucario: Está dormido aún.
Linoone: Crees poder despertarlo?
Lucario: Ehmmm... en realidad le ha costado un poco dormir estos días... sería mejor dejarlo dormir un poco más.
Linoone: Aw vamos! Es algo muy importante.
Lucario: Tiene algo que ver eso que traes? -decía viendo la carretilla.
Linoone: Claro que sí!! Mañana es un día muuuuy especial y no voy a poder estar para celebrarlo, así que quería traerle esto hoy.
Lucario: De que hablas? -decía confundida.
Linoone: Eh? Espera, no lo sabes?!
Lucario: No.
Linoone: Debes estar bromeando! No puede ser que no sepas que día es mañana! Al menos Gardevoir o Rockruff saben? -decía impresionado.
Lucario: Uhhh... no, no creo que ninguna de nosotras sepa.
Linoone: Cielos! Tendrán que ingeniarselas lo mejor que puedan...
... mañana es el cumpleaños de Charlie!!!...
Muchas gracias por leer!! nwn
Una disculpa por el tiempo que pase sin actualizar, tuve un mes ultra pesado y no tenía tiempo para nada (╥﹏╥)
Puede que esté un poquito triste y algo edgy, pero quería quería relacionar al máximo este capítulo con dos canciones que tenía en mente, prometo que ya no habrán más caps tan tristes... por ahora ಡ ͜ ʖ ಡ
Sin más que decir, espero les haya gustado. Recuerden votar si es de su agrado ✧◝(⁰▿⁰)◜✧
Nos vemos en el siguiente n.n/
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