09 de agosto / 1931

Deje de escribir por bastante tiempo, la temporada de sol ha sido larga y me ha arruinado la cosecha, pero no me preocupo, es la excusa perfecta para ir a la ciudad a por nuevos sacos de semillas.

Un viaje perfecto para hacerlo contigo.

¿Es muy simple? Me gustaría hacer algo ostentoso para ti, no sé. Como aquellas cenas en restaurantes sobre pisos y pisos en el cielo de las que hablaba ese libro que me prestaste el verano pasado.

¿Te gustaría algo así? Yo trabajaría muy duro para cumplirte ese pequeño capricho.

Pero solo contigo.

A mí no me importan las cosas costosas o brillantes, que nos sentemos en el porche con una bandeja de sándwiches y el estúpido gato de la señora Min sobre tus piernas es suficiente para mí. Ver como sonríes por el sabor del pan y me cuentas de tu semana.

Ayer llegó la sobrina de la vieja Song, la escuche decir que se quedará una larga temporada. También la vi, cuando se bajaba del transporte. Tiene el cabello negro cortado hasta los hombros y viste de forma bonita, con vestidos floreados y lazos atados al pequeño torso.

De seguro yo me vería ridículo dentro de uno de esos vestidos, pero si es por ti usaría estampado de flores todos los días.

Si estuviéramos juntos, te llenaría el cuerpo de flores por las noches ¿Te gustaría?

Pasaría los pétalos por tu piel nívea y...

Otra vez estoy soñando despierto. Si leyeras esto, me tomarías por tonto.

Olvida lo del vestido. Soy un hombre después de todo.