Tigry...

Fuiste algo que llegó de imprevisto a mi vida...

Cuando caminaba y te encontré ahí... Solo... Sin nadie más que la fría noche a tu lado... Y con todo el peso de tu pasado asechando tu mente mientras que tu cuerpo flaqueaba por la hambruna, la sed y el frío aire qué hasta a mi me daba escalofríos...

Aún con todo eso... No me impidió sentir la gran soledad que tenias... Una soledad que yo he experimentaba en esos momentos...

Tus ojos de jade me hicieron sentir una extraña calidez... Te espantaste en cuanto me viste... Temías que yo te fuera a agredir...

Pero no esperabas que yo te fuera a dar una vieja bufanda morada... Esa bufanda qué alguna vez fue de mi padre...

Al oírte decir tu nombre y verme a los ojos... Esa calidez tan rara... Se hizo más grande... Y el ver tu hermoso pelaje naranja... Me hizo sentir que estaba viendo un lindo atardecer...

Eres tan silencioso y pacífico que a veces tu presencia no era fácil de notar... Aún considerando que eras más alto que Baren...

Sentir la calidez de tu personalidad me hizo sentir que estaba en casa... Aun si nadie más estaba ahí...

Pero esa hermosa brisa que solo tú me transmitías... Yo misma la desvanecí... Y es algo de lo que me arrepiento muchísimo...

Te amé... Y si te soy honesta... Te sigo amando...

Mi corazón es diferente cuando tú estás a mi lado... Pero si de verdad quiero demostrate lo mucho que te amo...

Debo dejarte ir... Y aún más considerando todo lo que te hice... No hay nada más que reconforta... Que saber que tú tal vez estarás solo...

Pero con lo fuerte y gentil que eres... Sé que hallarás a una mujer que te hará feliz y que llenará ese profundo vacío...

Espero que la encuentres... Y que encuentres por fin un lugar al que puedas llamar hogar...

Te amo Tigry... Eres tal vez... El hombre que más he amado en mi vida... Y solo espero que seas feliz...

Hasta nunca Tigry...

Willow.