Extra 4. Mi más Grande Tesoro
Extra 4. Mi más grande tesoro
Miró de nuevo el edificio, suspirando pesadamente antes de seguir avanzando. Al verle, los guardias se hicieron a un lado, dándole paso al interior mientras le miraban serios. Uno de ellos se puso tras él, escoltándole hasta la última habitación del piso más alto de la estructura.
- oh, Portgas. El alcaide te está esperando- sonrió el guardia que vigilaba la puerta antes de abrirla para él. El pecoso entró dudoso, la habitación estaba vacía- el alcaide está atendiendo un asunto importante, no debe tardar. Puedes tomar asiento si quieres- sin responder, Ace se sentó en una de las sillas frente al escritorio del alcaide, cruzó los brazos sobre su pecho y esperó
Pasó cerca de media hora con esos molestos guardias respirándole en el cuello hasta que Doflamingo se dignó a aparecer. Los guardias salieron apenas el rubio entró y cerraron la puerta, seguramente su jefe quería un momento a solas con el mayor de los hermanos D. El pelinegro soltó un suspiro mientras seguía los movimientos del alcaide; pudo ver que en sus manos llevaba algunos papeles
- disculpa la tardanza Ace-chan~, tenía que deshacerme de un gasto innecesario- dijo el rubio con una macabra sonrisa a la vez que se sentaba tras su escritorio y sellaba los documentos, poniendo el sello de "Fallecido" en uno de ellos- no había suficiente presupuesto para mis desayunos, así que sólo lo mandé a apagar, fufufu~
- no me interesa qué haya estado haciendo- habló frío el pecoso- sólo quiero saber por qué me ha mandado a llamar
- oh vaya, qué humor. Tu hermano sale de prisión mañana, deberías sonreír, ¿no te parece?
- ¿qué... qué ha dicho?- sintió su corazón detenerse por unos segundos- eso no es posible, faltan más de ocho meses para...
- Monkey D. Luffy saldrá antes por buena conducta, ¿no te parece maravilloso?
- ¡No puede! ¡Aún no!
- ustedes sí que son complicados; hay otros que se alegrarían por la noticia y otros matarían por salir de aquí y ustedes se quieren meter a la fuerza, en verdad que no los entiendo -dijo fingiendo desesperación- pero si el problema es que quieres estar con tu hermano, creo que podemos llegar a un acuerdo, Ace-chan~
- ¿qué es lo que quiere?
- es realmente sencillo. Desde que aquellos "incidentes" que causaste hace un par de años, muchos de los guardias renunciaron temerosos de perder su vida. Eso sin mencionar el escándalo que causó allá afuera. Me han dado un ultimátum, debo mantener todo como quieren, o al menos hacerlo lucir así, o me despedirán. Así que...- se estiró sobre el escritorio y llevó una de sus manos a la mejilla del menor- sólo quiero que me ayudes a mantener todo en orden como guardia de Impel Down
- ¿qué?- ni siquiera vio venir eso, sus ojos se abrieron cual grandes eran por la impresión
- quiero que seas uno de los guardias, tú y tu adorado hermano. Si lo haces, el pequeño Luffy podrá pasar la mayoría del tiempo allá afuera haciendo todo lo que le plazca, y el resto de su día estará aquí, contigo. Y ya que me deshice de ese gasto innecesario, tengo dinero de sobra para mantener a tu pequeño hermano y asegurarte su protección. A cambio de eso tendrás que ser un guardia vitalicio en Impel Down; no tendrás sueldo y tampoco podrás abandonar la prisión, pero podrás estar con tu hermanito
- olvídelo, la última vez que confié en las palabras de alguien, terminé metido en un lío peor
- no me subestimes, Ace. A diferencia de esas personas que te engañaron cuando niño, yo sí tengo palabra
- si Luffy va solo afuera, el ejército no tardará en ir tras él
- no si lo matamos primero- sacó dos sobres de su escritorio y extendió su contenido sobre él, era el expediente de cada uno de los hermanos Tomó el sello de "fallecido" y comenzó a moverlo de un lado a otro- ¿y cómo quieres que muera tu hermano? ¿neumonía?, ¿viruela?, ¿muerte natural?, ¿una pelea? oh, ya sé... el pequeño Luffy se enfermó, no pudimos atenderlo a tiempo, así que murió y su hermano mayor enloqueció al saberlo; amenazaba la paz de Impel Down, así que tuvimos que ejecutarlo
- ¿qué tramas? ¿por qué nos ayudarías tanto?
- ya te lo dije, sólo necesito algo de protección extra. Será divertido tener al proyecto H.I.K.E.N. a mi completa disposición- la mano que hasta ahora había permanecido en el rostro de Ace fue bajando hasta su cuello antes de apartarse de él para colocarse entre ellos- yo desapareceré todo rastro tuyo y de tu hermano, él tendrá una vida normal y tú permanecerás aquí, donde nadie peligroso pueda alcanzarte; ¿qué dices Ace-chan?
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Un par de días más tarde...
Desde que Ace no estaba, todo se había vuelto demasiado aburrido para Zoro en el área de trabajos forzados. El peliverde detuvo un momento su labor para limpiarse el sudor y bostezar con ganas mientras se estiraba un poco, hasta que sintió un golpe en la cabeza
- ya ha sido suficiente descanso, regresa al trabajo- le ordenó el guardia
- oh, sólo eres tú- el peliverde no pudo evitar sonreír al ver a Ace detrás de sí- ese traje te queda ridículo- comentó mientras regresaba a su labor
- qué puedo decir, es el uniforme- el pecoso se alzó de hombros y se sentó en una piedra cercana al otro
- ¿y Luffy?
- debe haber ido con Sanji, sabes que le gusta estar con él aun cuando ya ha hecho amigos allá afuera. Igual se entretiene jugando con otros presos cuando puede
- es bastante sociable, ¿no? qué bueno que, a pesar de todo lo que ha pasado, siga siendo el mismo chiquillo estúpido y alegre de siempre...
- ha sido demasiado difícil pero me alegra que Luffy siga siendo Luffy, es mi más grande tesoro y es lo único que tengo... daría mi vida por él...
- y él haría lo mismo por ti, así que no hagan estupideces, ¿de acuerdo?
- un preso no puede decirme qué hacer- habló en tono burlón, sacándole una sonrisa a su amigo- por cierto, la hora de follar termina cuando se pone el sol
- tks, deja de fastidiar
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Sanji preparaba la cena de ese día mientras un hambriento Luffy le vigilaba con la boca hecha agua, incluso podía escuchar el rugir de su estómago. Ahora que era guardia de prisión, el pelinegro no dejaba de exigirle comida cada que podía, y él por supuesto no podía negarse aun cuando sabía que el menor no haría nada al respecto
- y bien señor guardia, ¿cómo quiere su estofado?- le preguntó mientras movía la cuchara dentro de la olla, desprendiendo su delicioso aroma en el aire
- ¡con mucha carne!- gritaba Luffy emocionado- las verduras puedes comerlas tú
- oh, qué considerado de su parte- sirvió una ración en uno de los platos más grandes que encontró y le puso una cuchara antes de dársela al otro- espero que le guste
- deja de hablarme así Sanji, no me gusta- murmuró en un puchero mientras le soplaba un poco a su plato- sigo siendo Luffy
- jajaja, ya lo sé. Sólo estaba jugando un poco- después del estofado, el rubio siguió con cortar el pan para los presos- ¿y te diviertes afuera Luffy?
- mmmm es divertido, pero sería más divertido si Ace estuviera conmigo. Podríamos ir a muchos lugares juntos-se quedó callado un momento antes de ver al mayor- Sanji, ¿por qué quisiste quedarte en prisión? ¿no es más divertido afuera?
- pues tú ya lo has dicho; allá es divertido, pero sin Zoro no lo es. El marimo está aquí y no puede salir, así que vine a hacerle compañía
- podrías haberlo visto en las horas de visita
- lo sé, pero eso no era suficiente. Una hora al mes no llena mi necesidad de Zoro, lo quiero todos los días, a cada hora y por el resto de mi vida...
- shishishishi lo amas
- por supuesto que lo amo
- yo también amo a Ace, mucho. Él ha hecho mucho por mí, me gustaría hacer algo para retribuir todos sus sacrificios
- bien, si quieres darle algo a cambio, tan sólo vive como él quiere que lo hagas y ámalo con todas tus fuerzas; eso será más que suficiente para Ace
- no creo que pueda amarlo más... Ace es mi más grande tesoro
- ¿quién lo diría? El pequeño Luffy ya no es tan pequeño- mas al ver cómo el pelinegro le daba un puchero, se dio cuenta que no había crecido del todo- los tesoros vienen en muchas formas, todo depende de quién los mire. A veces, los ojos no son suficientes para encontrarlos pero muchos no lo saben y pasan su vida buscando un tesoro que quizá tengan frente a sus narices. Yo lo encontré tras las paredes de esta prisión; y tú Luffy, siempre lo has tenido contigo. Ahora que lo tienes, no lo pierdas de vista jamás y cuídalo como lo que es, un tesoro...
- eso lo sé Sanji. De ahora en adelante, yo voy a cuidar a Ace...
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y así peques, esta historia llega a su fin oficialmente. Me divertí mucho volviendo a compartir esta historia que escribí hace unos años y me hizo muy feliz saber que la siguen disfrutando owo ahora veré qué otra de mis viejas historias compartiré con ustedes, mientras tanto me despido
gracias a todos!!
nos vemos en futuros fics <3
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