Extra 3. Historias Ocultas

Sin duda, dormir con alguien a tu lado era mejor. Las noches de Law eran más tranquilas cuando dormía entre los brazos de su amado Kid, le ayudaba a sentirse protegido de cualquier cosa; quizá no había mucho espacio en la cama, pero así no se sentía el cruel frío de aquellas celdas por las noches, y mucho menos se sentía la soledad.

Mas esa noche había vuelto a ser tan fría y solitaria como antes, ¿la razón? El pelirrojo estaba cumpliendo una condena de dos días en una celda de castigo por golpear al médico de la prisión por razones desconocidas. El moreno daba vueltas en la cama, tratando de acostumbrarse a la sensación de vacío que le envolvía cada vez que Kid terminaba en la celda de castigo. Acababa de cerrar los párpados cuando sus oídos captaron el característico sonido de pasos haciendo eco por el pasillo; lo más probable era que fuera alguno de los guardias haciendo su rutina por las celdas, así que no le tomó importancia e intentó seguir durmiendo, pero aquellas pisadas le inquietaban de alguna manera, y curioso, se irguió sobre la cama para ver qué sucedía.

- ¿Kid?- en verdad no esperaba ver al pelirrojo fuera de su celda. Law se levantó de la cama y fue a donde estaba Kid- ¿qué haces aquí? Se supone que estás en confinamiento solitario

- me escapé- dijo con simpleza el otro como si fuera lo más normal del mundo- fue cuestión de forzar la puerta y golpear unos cuantos guardias

- no haces más que meterte en problemas, has estado más tiempo encerrado, ¿por qué te escapaste ahora?- pero en vez de una respuesta verbal, el pelirrojo pasó una mano tras la nuca de Law y lo atrajo a él, golpeando ligeramente su cabeza contra los barrotes de la celda antes de besarle- idiota...- murmuró entre el beso para luego apartarse y sobar su frente- eso dolió...

- bien, si no te gusta, abre la puerta...- bajó su mano a la cadera del moreno, tratando en vano de pegar más sus cuerpos

- sabes que no puedo abrirla, está cerrada electrónicamente como las de confinamiento. Aun no entiendo cómo saliste de ahí...

- tengo mis formas- sonrió macabro mientras le escaneaba de pies a cabeza- bien, si no puedo entrar, ponte de espaldas y bájate los pantalones, yo me encargo del resto

- debí suponerlo- bufó molesto el pelinegro- de nuevo tú

- ¿Qué ocurre zorrita? ¿no te alegra verme? Sigo siendo Kid... tu amado Kid...

- tú no eres Kid, sólo pretendes serlo. No eres más que una molestia que toma el control de vez en cuando

- qué malo te has vuelto. Antes no te hubieras atrevido a hablarme así; "el otro" es mala influencia para ti

- tú eres el otro

- ¿estás seguro de eso?- la sonrisa del pelirrojo se retorció aún más, ver la confusión en el rostro del Law hacía que la lujuria le subiera hasta las nubes- ¿quién te ha dicho que él es el real? No nos conocías hasta hace unos años, ¿cómo sabes cuál de nosotros es el falso?

- ¡Él es Kid, tú no lo eres!

- te equivocas, ambos somos Kid. Pero uno de nosotros nació después que el otro. Yo maté a esas personas, estaba harto de ellas, todos eran una patada en el culo... y luego él apareció...

- no, estás mintiendo...

- ¿lo hago? No hay forma de que sepas quién es quién, Law... y la verdad no entiendo por qué me miras así- el moreno se veía asustado, demasiado- de quien te enamoraste primero fue de mí, ¿cierto? Del cómo te hablaba, de la forma en que te golpeaba, de cómo te la metía con fuerza hasta hacerte sangrar

- jamás me gustó eso de Kid

- Entonces dime, ¿por qué te enamoraste de nosotros? ¿por nuestra personalidad? ¡Ja! No me hagas reír zorrita; tan sólo te gusta que ten den duro

- no es verdad. Me enamoré de Kid porque, en sus ojos, vi algo que jamás había visto... y esas palabras de amor, sé que fueron sinceras...

- esas eran mis palabras de amor

- no, esas eran tus palabras para meterme a la cama. Pero cuando Kid las dice, mi corazón en verdad las siente

- ¡yo soy Kid!

- ¡tú no eres el Kid que amo!

- ¡maldito!- logró atrapar al otro con el cuello, presionándolo con ambas manos- no vales la pena, puedo follarme a quien sea en esta prisión

- nghh...- intentaba soltarse golpeando y rasguñando los brazos del otro, pero era notablemente más fuerte, apenas y podía hacerle algunas marcas. El aire le estaba abandonando y su corazón se apagaba poco a poco mientras todo se desvanecía en un profundo color negro...

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Law despertó agitado tras aquel extraño y realista sueño, sudaba demasiado y el corazón le latía a mil. Se llevó las manos al cuello y se palpó con cuidado, comprobando que todo estuviese en su lugar. No había dolor ni marcas en su piel; todo había sido una horrible pesadilla. Suspiró aliviado y cerró un momento los ojos para calmarse, todo eso había sido demasiado para él.

Cuando sintió que todo estaba mejor, abrió los ojos y llevó su mirada hasta el pelirrojo que dormía junto a él; extrañamente no se había despertado pese a todo el ruido y movimiento que había hecho. El moreno sonrió y acarició ligeramente la encendida cabellera de su amante antes de levantarse de la cama, caminando hasta el lavadero de la celda. Abrió el grifo del agua y esperó unos segundos a que la suciedad de la llave saliera completamente para luego mojarse un poco la cara para refrescarse y aclarar su mente.

"¿Cómo sabes cuál de nosotros es el falso?"

De pronto aquellas palabras saltaron en su mente, haciéndole levantar la mirada hacia Kid, quien permanecía dormido en la cama, dándole la espalda. Cerró la llave del agua y se secó la cara con la camisa, procurando no perder de vista al otro por mucho tiempo.

"Ambos somos Kid, pero uno de nosotros nació después que el otro"

- ¿Law?- la voz de Kid le tomó por sorpresa. El pelirrojo se giró mientras se tallaba los ojos, buscándole sobre la cama- ¿qué estás haciendo?

- sólo... fui al baño- ¿por qué estaba tan nervioso? Tan sólo era Kid, su querido Kid, ¿o no lo era? No, el sueño le estaba afectando, tenía que confiar en él y en lo que sentía su corazón- lamento si te desperté- regresó a la cama y se acostó junto a su pareja, quien no tardó en envolverle con sus brazos. Esa sensación cálida y agradable tan sólo se la provocaba la persona que amaba

- tienes la cara fría- notó al dejar un beso en su mejilla

- la mojé un poco para despejarme- notaba cómo el pelirrojo comenzaba a quedarse dormido otra vez- Kid, ¿puedo hacerte una pregunta?

- ¿una pregunta?- respondió con los ojos cerrados- no veo por qué no...

- ¿por qué... por qué estás en Impel Down? Sé que fue por asesinato, pero... lo que ignoro es por qué...

- debiste escucharlo en algún lado. Tenía 16 años, estaba en la escuela y apuñalamos a mucha gente. Esa mañana, recuerdo que tomé el cuchillo más grande que encontramos en la cocina y lo llevamos a la escuela. Apuñalé y asesiné a muchos, por lo que la corte decidió juzgarme como adulto y nos encerró en Impel Down. Iban a ejecutarme, pero... un doctor me revisó, dijo que no podían matarnos...

-...- esa forma de hablar era demasiado extraña- ¿por qué llevaste un cuchillo a la escuela?

- estaba harto de que se burlaran de mí, eran un fastidio- se removió un poco, apretando más al moreno contra su cuerpo- mis padres eran buenas personas pero no eran capaces de cumplir lo que decían, sólo queríamos callarlos de una vez. Me dijo que era lo mejor, pero en cambio terminamos aquí. No nos gusta este lugar, aunque aquí nadie sabe de nuestros padres y además estás tú... cuando estás cerca ya no los oigo, estoy más tranquilo

- y... ¿qué decían de tus padres?

- si te cuento también nos molestarás por eso

- yo no haría eso Kid, ¿es que no confías en mí?

- claro que confío en ti Law, pero él no lo hace, y si se molesta puede hacerte daño; no soportaríamos estar sin ti...

- Kid... ¿quién mató a tus compañeros de clase?

- tengo sueño, deja de hablar ya- le besó fugazmente los labios y lo acercó más a su pecho- el moreno se quedó en silencio, pensando en lo que había dicho el pelirrojo... quizá, era mejor no desenterrar las cosas que debían permanecer ocultas...