Extra 2. Duelo

Extra 2. Duelo

El grupo de Shanks solía reunirse a su alrededor para contar anécdotas y escuchar las de los demás mientras bebían y comían cualquier cosa que lograran hurtar de la cocina de la prisión. En realidad los que pertenecían al grupo del quinto solían ser de los más tranquilos; los que estaban bajo las órdenes de Crocodile solían ser callados pero astutos, lo que frecuentemente les provocaba problemas. Quienes seguían a Zoro y Kid no hacían más que pelear entre ellos, eran los que hacían correr la sangre y el odio por la prisión. Los subordinados de Ace no peleaban a menos que fuese necesario, pero con los otros dos grupos peleando en cada oportunidad que tenían con quien fuera, frecuentemente se veían involucrados en ello.

Los demás presos eran víctimas de los cinco grupos más fuertes y siempre intentaban entrar o incluso formar sus propios grupos, pero terminaban hechos polvo cuando se enfrentaban a alguno de los cinco reyes. Aunque en las últimas semanas, un grupo comenzaba a cobrar seguidores en la prisión; su líder era un peliazul con una nariz roja casi tan grande como su enorme ego.

Justo en ese momento, el tan aclamado hombre apareció con un séquito de presos idolatrándole como si de un Dios se tratase; por alguna razón aquel payaso se había ganado algo de reputación tras retar a varios presos y guardias al burlarse de su nariz, aun cuando siempre perdía las batallas o terminaba fingiendo un dolor de estómago para no tener que luchar.

- ¡a un lado, el gran Buggy-sama ha llegado!- gritaba el peliazul a todo pulmón, secundado por gritos y alabanzas de sus seguidores

- tan sólo es un escandaloso- murmuró uno de los hombres de Shanks, quienes veían con desprecio a aquel hombre, quien había proclamado estar por encima de los cinco reyes de Impel Down- ¿quiere que le demos una lección, jefe?

- déjalo, tan sólo se está divirtiendo- y a decir verdad, el pelirrojo se divertía bastante viendo los espectáculos que ofrecía Buggy, de alguna forma animaba el lugar

- ¡pero jefe, se está burlando de usted!

- tan sólo son palabras, no afectan a nadie- siguió bebiendo de la botella que sus subordinados habían conseguido para él, aunque su vista no se apartaba de ese exuberante payasito

- tks, tan sólo es otro hablador- bufó un hombre cerca de ellos- si no puedes enfrentarte a alguno de los cinco reyes, no eres más que un payaso, metafórica y literalmente

- ¿a quién le dices payaso con una nariz tan roja que parece reno?- le gruñó Buggy, tomándolo del cuello de la camisa

- yo no he dicho eso... aunque tampoco niego que sea verdad...

- ¿quieres pelea?- la roja nariz del peliazul quedó pegada a la cara del contrario- ¡puedo darte pelea cuando quieras!

- no, yo no quiero pelea. Pero mi jefe estaría encantado- dijo señalando hacia un costado en donde estaba Eustass Kid, usando a un par de tipos como pesas

- ¿co... con él? ¡gyajajajaja! ¡no seas ridículo! ¡no tendría oportunidad contra el gran Buggy-sama!

- ¡así es! ¡no es más que un presumido!- gritaban los hombres del payasito- ¡no duraría ni dos segundos con el jefe! ¡Muéstreles Buggy-sama! ¡Buggy-sama! ¡Buggy-sama! ¡Buggy-sama!

- ¿ves? Tus seguidores se mueren por ver a su jefe en acción, ¿les negarás ese placer? ¿o es que tienes miedo?

- ¡Buggy-sama no le teme a nadie ni nada! ¡Dele su merecido a ese pelirrojo!

-...- Buggy tan sólo tragó fuerte mientras su cuerpo se estremecía de miedo, aquel hombre se veía demasiado musculoso- ¡b-bien! ¡traigan a ese maldito, el gran Buggy-sama lo partirá como un mondadientes!- aquellas palabras desataron la euforia entre los presentes- ¡pelearé con cualquiera! ¡Gyajajaja!

- oh, otro juguete para golpear, y en forma de payaso- Kid soltó a los dos hombres que llevaba entre sus brazos y caminó hacia él, tronándose los nudillos- ven aquí, te haré esa nariz aún más roja...- mas tuvo que detener sus pasos cuando alguien se interpuso entre él y su objetivo- ¿Qué haces Akagami? ¡quítate de en medio!

- yo le daré una lección al payasito, Kid- aseguró el otro pelirrojo- regresa a lo que hacías

- él me ha retado, voy a partirle la cara

- alguien me dijo que Law está en la enfermería a solas con el médico, quién sabe qué cosas estén haciendo esos dos ahí...

- ¿qué?- sin perder más tiempo, Eustass dio media vuelta y corrió hacia la enfermería, empujando a todo el que estuviese en su camino

- mocoso ingenuo- rio un poco, mirando cómo se alejaba hasta que le perdió de vista- bien, ¿en qué estaba? Ah, sí... el payasito...- se giró hacia el peliazul con una sonrisa demasiado macabra que nadie le había visto- anda, ponte en guardia, te tiraré esa ridícula nariz roja de un golpe...

- ¡no te metas con mi nariz, es más bonita que tu estúpido cabello rojo!- gritó furioso el hombre, y cerrando los ojos, le lanzó un puñetazo a su contrincante y se quedó así, con el brazo estirado hasta que poco a poco fue abriendo los ojos.

Cuál fue su sorpresa al ver su puño encajado completamente en el rostro del pelirrojo, quien tras unos segundos, cayó al piso. Todo estuvo en silencio hasta que los gritos de los subordinados de Buggy por la victoria de éste estallaron en el aire. Los hombres de Shanks se apresuraron a ayudar a su jefe, poniéndole de pie mientras le preguntaban qué había pasado. Akagami los apartó a todos y caminó hacia el peliazul, logrando que todos quedaran en silencio una vez más

- ese fue un buen golpe- dijo sobándose la mejilla, aunque realmente apenas y la había sentido

- ¡Gyajajaja! ¡eso te enseñará a no meterte con el gran Buggy-sama!- exclamó orgulloso el payaso, aun cuando ocultaba su mano acalambrada, roja e hinchada detrás de su espalda

- es verdad, Buggy-sama es bastante fuerte, qué imprudente de mi parte. Y qué tonto burlarme de su preciosa nariz

- ¡Gyajajaja así es! ¡Mi nariz es roja, redonda y perfec...!- tanto él como los presentes enmudecieron por tercera vez, en esta ocasión por ver cómo Shanks tomaba al pelizul del mentón y sin tapujos lo acercaba a él, ladeando un poco su cabeza para darle un beso en los labios.

- mm...- tras unos cuantos segundos, Shanks se separó de él, quedando con un poco de carmín en sus labios del maquillaje del payaso. Se limpió con su dedo pulgar y dejó un último beso en la redonda nariz del otro- será un honor ser parte de su grupo, Buggy-sama... -dijo sonriente antes de retirarse del lugar con todo y su grupo.

- Buggy-sama le ha ganado a uno de los reyes...- murmuró alguien

- ¡Akagami admitió su derrota, Buggy-sama es el quinto rey!- sus subordinados gritaron de emoción mientras cargaban y vitoreaban al nuevo rey de Impel Down

- ese maldito Akagami...- gruñó un sonrojado Buggy mientras todos a su alrededor festejaban- me las pagarás. Nadie se burla de Buggy-sama... ¡¿escuchaste malnacido?! ¡esto no ha terminado! ¡Gyajajaja! ¡la próxima vez te patearé el culo tan fuerte que hasta tus ancestros lo sentirán!- le gritó agitando el puño contra él, ganándose los gritos de emoción de los demás presos, y una sutil pero bella sonrisa del rostro de Akagami Shanks...


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