17. Algo que no quiero que sepas, Parte 2
holi de nuevo!! les traigo un nuevo capi!! owo/ que lo disfruten~
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17. Algo que no quiero que sepas, Parte 2
- estúpido marimo- se quejaba el rubio tras apagar el fuego de la estufa- ¿por qué no puedes confiar en mí?
- ¡aquí están las patatas!- dijo sonriente Luffy cargando una olla- ¡me aseguré de picarlas perfectamente, shishishi!
- eso veo...- una gotita de sudor resbaló por su frente; al parecer, el pelinegro las había cortado tanto que habían terminado como puré- bueno, podemos servir esto para el almuerzo
- por cierto, ¿quién no confía en ti?
- el ma... Zoro- se corrigió al final- estoy seguro de que me oculta algo- siempre había sido lo mismo; no importaba cuántas veces insistiera ni lo molesto que pudiera llegar a ser, el marimo hablaba muy poco de sí mismo con él
- ¿y por qué no le preguntas a Ace? Zoro confía mucho en mi hermano
- así que Ace...- la mirada de Sanji entristeció de pronto mientras en su pecho se formaba una sensación de vacío; ¿por qué confiar en Ace y no en él? ¿Por qué esa incomodidad siempre surgía cuando se trataba de esos dos?
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Las voces de los presos se mezclaban con el sonido del metal chocando con la piedra, siendo ésta última la que terminaba hecha pedazos. Como siempre solía hacer, Zoro se colocó al lado de Ace y comenzó con su labor del día.
- ¿qué tal tu estadía en confinamiento, Zoro?- preguntó el pecoso tras partir una enorme piedra. Al no recibir la típica respuesta sarcástica de su compañero, Ace buscó con la mirada el rostro del peliverde; aun cuando acababa de comenzar, lucía algo cansado e incluso decaído- ¿sucede algo?
- nada- trató de decir Zoro lo más convincente posible pero en realidad se sentía bastante mal. La cabeza le daba vueltas y su vista se nublaba por ratos; también la respiración comenzaba a dificultársele, volviéndose más dolorosa y difícil- no he dormido bien, es todo- y en parte no mentía, pues la oscuridad no hacía más que recordarle a ese hombre; sus manos tocando su cuerpo, su aliento chocando en su nuca, ese pedazo de carne destrozándole las entrañas...
- oh, ya entendí- una risita traviesa escapó de sus labios al ver las marcas que el moreno tenía en su cuello- seguramente es porque ayer celebraste de lo lindo con Sanji. Pobre, debió quedar hecho polvo- el pecoso siguió hablando, mas sus palabras no llegaban a Zoro. De pronto, Ace escuchó un estrepitoso ruido al lado suyo, y tras mirar a su derecha, encontró al peliverde tendido en el suelo- ¡Zoro!- se apresuró a levantarle, sosteniendo parte de su cuerpo entre sus brazos, notando enseguida su temperatura alta y su respiración irregular- ¡alguien, ayuda!
Los guardias llegaron momentos después, y tras evaluar rápidamente el estado del peliverde, lo llevaron a la enfermería. Ace no pudo hacer más que regresar al trabajo y esperar a que su amigo se encontrara bien... era extraño; no recordaba haber visto a Zoro enfermo ni una sola vez, pero era humano después de todo, incluso gente como él podía enfermarse, aunque su verdadera inquietud era el saber por qué.
Decidió que en cuanto tuviera oportunidad le preguntaría a Sanji; seguramente el rubio debía saber algo. Disipando sus inquietudes por un momento, Ace continuó con su labor hasta que terminó su turno y fue llevado a la cocina para el almuerzo. Se sentó en la mesa donde solían sentarse él y Zoro... ahora que el peliverde no estaba, el pecoso se daba cuenta de lo importante que era en su vida. A diferencia de los demás jefes, sus subordinados no lo respetaban, mas bien le tenían un profundo miedo, sin mencionar que tampoco parecía tener su confianza. Además de su hermano y de Zoro, no tenía a nadie más en ese lugar... estaba solo. El pelinegro suspiró, ¿desde cuándo era tan autocompasivo?
El apetito se le fue de pronto, por lo que dejó la comida a un lado y se dedicó a observar a su alrededor; todo estaba extrañamente calmado... seguramente era obra de Kid.
- están pasando muchas cosas raras- se dijo Ace; primero aparece su ex-superior, también estaba lo de Akagami, luego lo de Zoro y ahora Kid quería ayudar al alcaide- ¿qué está pasando?
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Sanji no perdió ni un segundo, en cuanto tuvo la oportunidad fue a buscar a Ace para hablar con él. Sin darse cuenta, dejó a Luffy atrás mientras sus pasos se volvían más rápidos; alcanzó a distinguir la figura de quien estaba buscando al otro lado del patio, parecía como si él también estuviera buscando algo. El rubio no pudo evitar sentir rabia en cuanto lo vio; apretó sus puños y se acercó hasta el pecoso, y sin esperarlo siquiera, lo tomó por el hombro y le soltó un puñetazo en el rostro. Al escuchar el golpe, los que estaban alrededor retrocedieron al instante; nadie que se atreviera a golpear a uno de los grandes solía salir ileso, y por lo general, los que estaban cerca tampoco.
El golpe fue tan sorpresivo que Ace no tuvo tiempo de esquivarlo, pero si para responderlo; sujetó el brazo que acababa de voltearse el rostro por el impacto y dirigió su otro puño hacia el estómago de su agresor. Al ver que quien le acababa de golpear no era otro más que Sanji, quiso detener el golpe, pero no logró; su puño quedó enterrado en el estómago del rubio, robándole el aire y la conciencia en cuestión de un segundo. El cuerpo de Sanji quedó colgado del de su contrincante, quien puso cara de espanto al ver lo que había hecho...
- [[si Zoro se entera se enfadará conmigo]]- el pecoso tragó saliva y levantó al rubio en sus hombros, llevándoselo lejos de ahí.
El pelinegro buscó un lugar aislado y libre de mirones; la lavandería era el lugar perfecto. Tras asegurarse de no ser visto, Ace entró en la lavandería y cerró la puerta, recostando a Sanji en el piso para revisar el golpe; en el vientre del rubio comenzaba a formarse un moratón, sin mencionar que seguía inconsciente.
- vamos Sanji, despierta- Ace dio unas cuantas palmaditas en el rostro del mencionado, intentando que abriera los ojos- despierta... despierta...
- mmnn...- el rubio comenzaba a reaccionar; se movió un poco y abrió los párpados lentamente, encontrándose con la cara de alivio del pecoso- ¿Ace?- dijo en un murmullo, apoyando sus manos en el piso para levantarse, mas un intenso dolor le obligó a llevar una mano a su abdomen mientras la otra se encargaba de sostener su peso- ¿qué pasó?
- eso mismo quería preguntarte, ¿por qué me golpeaste?- reclamó el pecoso- si te hubiera golpeado un poco más fuerte... no, no quiero ni pensarlo...
- yo, aghh... joder...- ¿golpearle más fuerte? Justo ahora sentía como si sus entrañas sangraran, ¿acaso podía golpearlo más fuerte que eso?- lo siento, yo...- ni siquiera él estaba seguro del por qué lo había hecho, simplemente había sentido la necesidad de golpearle- el marimo...
- ¿qué tiene que ver Zoro en todo esto?
- ese idiota...- se sostuvo con fuerza el vientre al recordarlo y siguió hablando- ¡ese idiota nunca me dice nada! A pesar que dice amarme, ¿por qué...?... ¡¿por qué confía más en ti que en mí?!
- oi, oi, tranquilo. Ni siquiera sé de qué estás hablando
- ustedes siempre parecen tan unidos, siempre guardándose secretos. Yo también quiero saber de él
- ¿me estás diciendo que estás... celoso?- el rubor adornando el rostro del rubio le dio a entender que sí. Ace contuvo una pequeña risita y se sentó al lado del otro- Sanji, si quisiera algo con Zoro lo habría hecho hace mucho. La única razón por la que sé más de él es porque lo conozco de hace años, pero hay algo que sólo tú sabes de Zoro- el cocinero le miró confundido- el cómo hacerle sonreír...
- tks, que tontería- dijo tratando de aparentar indiferencia, mas el carmín en sus mejillas lo delataba- bueno, no quería hablar de eso contigo. Lo único que quería saber era qué le ocurre al marimo
- oh, yo quería preguntarte lo mismo. Creo que esta vez no le dijo nada a ninguno de los dos- el pecoso suspiró profundamente mientras se revolvía sus cabellos- supongo que tendremos que preguntarle directamente en cuanto salga de la enfermería
- ¿qué? ¿Enfermería?
- tenía mucha fiebre, pero para alguien como Zoro no debe ser nada. Estará bien dentro de poco- Ace puso una mano en la frente del rubio y otra en la propia- al parecer tú no tienes fiebre
- ¿por qué habría de tenerla?
- bueno, si estuvieron juntos anoche debió haberte contagiado
- ¿anoche?- el cocinero parpadeó un par de veces antes de que el sonrojo se instalara nuevamente en sus mejillas- no... no hicimos nada anoche...
- ¿no lo...?- todo se volvía cada vez más extraño. Si Sanji no era el culpable de las marcas que vio en el cuello del peliverde, ¿entonces quién?- bien, no importa; ¿qué te parece hacerle una visita a Zoro en la enfermería?
- creí que las visitas estaban prohibidas
- sí, pero ahora tienes una herida que atender, ¿recuerdas?
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En otra parte de Impel Down...
No hizo más que cruzar los brazos mientras se alejaba de aquella puerta. Su enfado crecía con increíble velocidad; que Mihawk lo dejara plantado una vez era una cosa, ¿pero seis veces?, ¿qué lo mantenía tan ocupado últimamente? Shanks chasqueó la lengua con verdadera molestia y siguió sin rumbo fijo hasta que encontró a Luffy vagando por la prisión. Miró a todos lados, asegurándose que no estuviese Ace o ese rubio cerca, y fue hasta el pelinegro
- hola gatito perdido- habló el pelirrojo, llamando la atención del más pequeño
- ¡Shanks!- Luffy sonrió contento y lo abrazó con fuerza- ¿has visto a Sanji o a Ace?
- por suerte no- tosió un poco para disimular y prosiguió- como sea, ¿quieres escuchar una historia?
- shishishi, ¡¡Sí!! pero...- la alegría del pequeño se apagó lentamente mientras soltaba al mayor
- ¿qué pasa?
- ...Ace dijo que no me acercara a ti
- ummm... ciertamente, si tu hermano se entera que estuviste conmigo se enfadará- el pelirrojo se llevó una mano al mentón, pensativo- aunque no creo muy justo que quiera acapararte- esa era la oportunidad perfecta y Akagami no quiso desaprovecharla- pero no se enfadará si no sabe que estuviste conmigo, ¿verdad?
- ¡cierto! Shishishi
- entonces, ¿qué te parece si nos vemos cada día después del desayuno?
- ¿y me contarás tus historias?- preguntó ilusionado el pelinegro
-claro. Te estaré esperando en la sección dos, junto a la bodega de suministros- y tras confirmar su pequeño secreto, el mayor le acarició los cabellos a Luffy antes de marcharse
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En la enfermería...
-sostén esto- el médico le colocó una compresa fría en su abdomen, dejando que el rubio la sujetase con sus manos- esto deberá aliviar la hinchazón
- gracias- Sanji miró hacia un lado, justo donde estaba descansando Zoro- ¿y él qué tiene?
- neumonía. Por suerte no ha pasado mucho tiempo desde que comenzó a desarrollarse; probablemente se encuentre bien en 10 días o menos- el médico retiró el termómetro de la boca del peliverde y lo examinó- su fiebre ha disminuido un poco. Nunca pensé que este hombre estaría aquí por otra cosa que no fueran heridas- tomó una pequeña jeringa e inyectó el líquido en el brazo del moreno para luego desecharla- los dejaré descansar un rato- tras decir eso, el médico abandonó la enfermería.
Aprovechando el momento de soledad, Sanji se levantó de su sitio y fue hasta donde Zoro, sentándose a la orilla de la cama mientras lo contemplaba dormir. El peliverde se notaba bastante inquieto; quizá la fiebre le había provocado algún tipo de pesadilla. Intentando borrar aquella expresión del rostro del otro, Sanji estiró su brazo hasta alcanzar a rozar ligeramente el rostro del marimo con la yema de sus dedos; sin embargo, al sentir a alguien tocándole, Zoro se despertó de pronto, alejándose del rubio.
- ¿S-Sanji?- habló el peliverde tras reconocerlo- ¿qué haces aquí?
- una herida, nada importante- se colgó en el cuello del marimo y le sonrió; de alguna manera, su extraño comportamiento podía atribuírsele a su enfermedad, y eso le aliviaba. Zoro lo pensó un poco antes de rodear la cintura del rubio con sus brazos, dejando que su cercanía y calidez curaran momentáneamente su dolor- sólo tenías que decirme que estabas enfermo- el rubio se apartó un poco del otro, buscando jugar con sus labios, pero el otro lo esquivó
- te enfermarás
- supongo que sí- el cocinero regresó a su anterior posición, recorriendo el cuello de Zoro con la punta de su nariz y su suave aliento. Mas encontró algo en esa zona que despedazó ese precioso momento... pequeñas marcas rojas atravesaban su cuello y se perdían entre su ropa, en donde seguramente había más- ¿y esto?- preguntó al soltarse de Zoro, quien enseguida se tapó el cuello con una mano- ¿quién te hizo esas marcas?
- no sé de qué hablas
- ¡no te hagas el tonto conmigo, marimo! ¡Dime ¿quién fue?!
- ...- no, no podía decirle. No podía dejar que Sanji supiera lo bajo que había caído. Zoro bajó su mirada y se mordió el labio inferior, debía inventar algo creíble, pero no quería lastimar al rubio
- ¡Zoro!
- ...
- ¡bien! ¡Diviértete con tu puta entonces!- gruñó el cocinero antes de regresar a su cama y darle la espalda, asegurándose que Zoro no notara las lágrimas que caían por su rostro...
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Varios días más tarde...
Tras su pelea en la enfermería, no había cruzado palabra con Zoro. El cocinero se sentía bastante mal; pensó que el marimo iba a intentar aclararle las cosas, que le pediría disculpas, pero no fue así. Seguramente era lo normal; era sólo el juguete de ese hombre, no tendría por qué darle explicaciones... y aun así, cada día seguía esperando que fuera el marimo quien se arrepintiera y hablara con él.
- shhh, es el alcaide Doflamingo y el inspector- escuchó murmurar un tipo a sus camaradas mientras cruzaban el patio. Curioso, Sanji vio hacia donde los hombres veían; Doflamingo paseaba por la prisión junto con otro hombre que nunca había visto, era robusto y de gran tamaño con chaqueta negra y un sombrero adornado con orejas de oso, y bajo uno de sus brazos cargaba un libro- escuché que si alguien causaba algún disturbio durante su visita, sería el mismo Eustass Kid quien le castigaría
- ummm...- disculpen- dijo de pronto el rubio- ¿quién es ese que está con Doflamingo?
- ¿acaso no lo sabes?- le respondió uno de ellos- es el inspector Bartholomew Kuma. Cada cierto tiempo, los altos mandos lo mandan a revisar Impel Down; él es quien decide si esta prisión sigue operando o desaparece
- así que eso- ahora Sanji entendía el por qué el alcaide lucía un poco nervioso- gracias- y así, el rubio se alejó de esos hombres y de Doflamingo; lo que menos deseaba eran problemas.
Pero como si el solo hecho de pensarlo hubiese atraído la mala suerte, algo sucedió; de un lado del patio Ace y Luffy discutían antes de que el menor golpeara a su hermano y huyera del lugar; mientras que, no muy lejos de ahí, Zoro golpeaba furioso a uno de los guardias. La atención de todos se centró en el peliverde y su víctima hasta que el alcaide ordenó la represión de Roronoa Zoro. Un grupo de seis guardias se acercó a él y, después de un largo rato, lograron quitarlo de encima de su compañero y esposarlo. Con el rostro rojo de la ira, el alcaide se acercó al recién sometido y a sus oficiales
- llévenlo a confinamiento- ordenó el extravagante alcaide en voz baja, a lo que los guardias sólo asintieron
- no... no... allí no... por favor....- Zoro comenzó a temblar mientras intentaba liberarse- ¡por favor, no! ¡No me lleven a ese sitio! ¡No!- algunos guardias se sorprendieron por su extraño despliegue de miedo, mas no tuvieron opción sino llevarse al peliverde a las celdas de confinamiento solitario
- lamento eso, inspector Kuma- le dijo el alcaide tras reunirse con el mencionado. Sin decir nada, Kuma abrió el libro que cargaba, hizo unas anotaciones y siguió su camino mientras el alcaide le acompañaba
- marimo...- Sanji no pudo más que reaccionar igual de pasmado que muchos otros, mirando hacia donde se acaban de llevar a Zoro...
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Algunas horas más tarde...
Escuchó a alguien llamar a su puerta. Tras dar su consentimiento, un par de guardias entraron junto con un pelirrojo que le miraba furioso. Doflamingo sonrió satisfecho y dio una silenciosa señal para que los guardias esposaran al recluso a uno de los pilares que se encontraban ahí y, después de hacer un ademán de la mano derecha de su superior, se retiraron.
- me has decepcionado, Kid- dijo el rubio paseándose a su alrededor- aun cuando hay mucho en juego para ti, no pudiste cumplir una sencilla orden
- no es mi culpa- se excusó el pelirrojo- Roronoa enloqueció de pronto
- no me interesa cómo haya ocurrido; lo que estamos discutiendo aquí son los términos de nuestro contrato- un ruido se escuchó a sus espaldas, haciendo que la tétrica sonrisa del rubio se ensanchara- oh, parece que está despertando...- caminó hacia su escritorio, colocándose detrás de él para levantar algo del piso
- bastardo... ¿qué hace Law aquí?
- te lo advertí, ¿cierto?- aprovechando las esposas sujetando sus brazos tras su espalda y con una cinta impidiéndole hablar, Doflamingo haló de los cabellos del moreno, obligándole a levantar su rostro en cuanto abrió sus ojos. Tomó a Law por la barbilla y paseó su desvergonzada lengua por su rostro- si pasaba algo mientras el inspector estaba aquí, habría terribles consecuencias para ti y para Trafalgar...
Continued...
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uh, esto se pone hard!! xD quieren hard??
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