13. Entre el Cielo y el Infierno
hace tanto que no me leía mi propia historia que hasta yo me piqué xD llegué a leerla apenas volví del trabajo, y ya que había editado el capítulo, decidí subirlo de una vez nwn disfrútenlo!!
______________________
13. Entre el Cielo y el Infierno
Los párpados le pesaban, pero de alguna manera logró abrirlos. Lo primero que vio fue la dura y sucia pared a pocos centímetros de su cara; se frotó perezosamente los ojos y se sentó en la cama, tratando de reconocer en dónde estaba... su celda. Al juzgar por la falta de luz, era de noche
- ¿cómo llegué aquí?- dijo en voz tan baja que apenas él pudo escucharse. Intentaba recordar qué había ocurrido cuando se dio cuenta que algo cálido estaba sobre su cama, respirando calmadamente. Un brazo moreno le rodeaba la cintura. Sus ojos siguieron ascendiendo por aquel brazo hasta que se topó con su dueño- marimo...- al pronunciar esa simple palabra, algo hizo eco en su cabeza...
- marimo... estoy muy caliente...
¿Esto es para mí?...
...delicioso...
...marimo, no puedo más... hazme tuyo...
...Zo... Zoro... ahhh... bésame...
...Zoro... te... te amo...
- Sanji...
El rubio se llevó las manos a la cabeza mientras su rostro perdía poco a poco el color; ¡No podía ser cierto!, ¡Por Dios, que fuera mentira! ¡No él! ¡No con el marimo!... un escalofrío le recorrió entero al mismo tiempo que su corazón bombeaba cada vez más a prisa... ¿Realmente él...?
- no...- se auto convencía Sanji mirando al hombre que dormía plácidamente a su lado- debió ser el alcohol. Estaba borracho, es todo- veía el pausado sube y baja del pecho de Zoro, totalmente abstraído en sus recuerdos; realmente lo había hecho con el marimo- ¿qué fue lo que me dijo?- se preguntó sin apartar la vista del otro, y de repente, todo regresó a su memoria tan claro como la luz del día...
"Sanji... yo quería ser el primero en decirlo... lo mucho que te amo"
El calor invadió su rostro irremediablemente mientras sus manos bajaban de su cabeza a su boca para acallar su grito... ¿una confesión de amor? No, no podía ser, no podía... ¿o sí? Su cuerpo se relajó lentamente, mas el sonrojo no se demacró ni un poco. Volvió a acostarse, esta vez lo más cerca posible del peliverde, dejándose acunar por esos brazos; ¿qué haría al amanecer? Podía atribuir todo al alcohol o simplemente ignorar todo, o quizá podía... el brazo de Zoro estrechó sus cuerpos mientras una de sus manos se hundía en la rubia cabellera. Un agradable calor, una gentil caricia y Sanji se olvidó de todo, dejándose perder en sus sueños...
***************************
Al día siguiente...
- cigarros...- dijo estirando la mano en cuanto entró a la celda de Crocodile
- tan amable como siempre, Roronoa- ironizó el pelinegro, apagando su habano en la suela de sus zapatos y encendiendo otro casi enseguida. Buscó debajo de la cama y sacó un paquete de al menos 20 cajetillas atadas con una bandita de goma- ten- le arrojó el paquete de tabaco al peliverde, quien lo atrapó sin problemas- yo invito. Tómalo como una disculpa por lo que hicieron mis hombres
- Lo dices como si no tuvieras nada que ver
- no es mi culpa. Esta prisión convierte a la gente en una jauría de animales en celo
- será mejor que mantengas a esos cerdos alejados de él
- vaya, te has vuelto muy celoso con tus pertenencias- soltó una gran bocanada de humo antes de sacar algo más de su escondite, una botella de licor- ¿qué te parece un trago? Hace mucho que no bebemos todos juntos...
**************
Los ojos de todos permanecían atentos a la peculiar reunión, después de todo, no era una reunión cualquiera: los cuatro gobernantes de Impel Down reunidos era algo que se veía rara vez, mas la expectativa creció cuando Akagami Shanks se acercó a ellos. El único que no parecía molesto con su presencia era Crocodile; sin embargo, el pelirrojo se sentó junto a ellos y comenzó a beber. Era claro para todos, le habían aceptado como el quinto, o al menos eso parecía desde lejos...
- Akagami es un buen compañero de copas- comentó Crocodile mirando al susodicho, quien se había acomodado junto a él- además ha probado estar al nivel de su predecesor. No hay nadie más indicado para ser el quinto que él
- tks, me da igual- Zoro abrió la botella con sus dientes, arrojando el corcho por los aires antes de empezar a beber- a todo esto, ¿qué hacemos reunidos aquí?
- te lo dije antes Roronoa, sólo es una pequeña reunión de amigos
- amigos mis cojones- empinó la botella aún más, y al ver que estaba vacía, ésta rodó por los suelos. El peliverde tomó una nueva y la descorchó de igual manera que la anterior- si sólo quieres hablar de Akagami, háganlo ustedes
- no tendríamos que habernos reunido si cierto salvaje no hubiera asesinado al quinto- habló Kid mirando a Zoro
- oigan, oigan, no es necesario pelear- intervino Shanks, tratando de calmarlos- cierto, ¿Ace?- el mencionado se limitó a cerrar sus puños con fuerza
- ¿qué opinas tú, Portgas?- Crocodile le alcanzó una botella de licor, quien la tomó de mala manera
- tampoco me interesa- bebió de la botella sin despegar su mirada de Shanks, como queriéndolo asesinar con ella
- oh, esto resultó más fácil de lo que pensé- dijo sonriente Akagami- sólo falta que Eustass...
- me rehúso- le interrumpió el nombrado, mirándolo de la misma manera que lo hacía Ace- este hombre no merece tal honor
- luces molesto, Eustass, ¿acaso es por Trafalgar?- dijo soltando una carcajada.
- me largo- tras decir eso, Zoro se puso de pie con dos botellas en cada mano- son demasiado ruidosos. Además, no me gustan los mirones- observó rápidamente a su alrededor; los francotiradores apuntaban hacia ellos al igual que todos los guardias en tierra, y sumándole a la mayoría de los presos rodeándoles, era una verdadera molestia. Zoro se marchó sin decir nada más, a lo que le secundó Kid y Ace... no sin antes dedicarle una última mirada de odio a Akagami
****************
Ya llevaba un rato observándolo a distancia, analizando la situación. El peliverde estaba recargado contra una de las paredes del edificio principal, los brazos cruzados en su pecho y las botellas vacías a su alrededor. Aunque Zoro estaba dormido, sabía que despertaría en cuanto se acercara. Law tragó saliva, y una vez que se aseguró que Sanji no estaba cerca, se acercó a Zoro.
Como lo predijo, en cuanto estuvo a tres metros de distancia, el peliverde abrió uno de sus ojos, con un evidente odio plasmado en ellos
- ¿qué quieres?- preguntó mosqueado Zoro sin cambiar de posición o molestarse siquiera de abrir el otro ojo
- necesito que me hagas un favor- era mejor ir directo al grano; después de todo, aún tenía que convencerlo y, conociendo a Roronoa, esa sería la parte más difícil
- no quiero
- tks- una venita le saltó en la frente- déjame acabar al menos- en el momento que el otro se quedó en silencio supo que era su oportunidad de hablar- necesito deshacerme del pesado de Akagami
- ¿quieres que lo mate?
- no me refería a eso... [aunque no estaría mal]- pensó eso último- ya debes saber lo que quiero, Roronoa. No creo que seas ciego ni tampoco estúpido...
- que molesto...- Zoro abrió el otro ojo y se puso de pie, quedando frente al moreno- no me interesa, ¿por qué no te vas a seguirle rogando a Eustass?
- serás...- la sangre comenzaba a hervirle, le hubiera soltado un merecido golpe en la cara de no ser porque no quería más enemigos, y mucho menos si se trataba de uno de los jefes de Impel Down. Mas una idea le llegó de pronto- parece que el gran Roronoa se está haciendo débil...- pero a contrario de lo que esperaba, Zoro no se inmutó
- di lo que quieras. No quiero ensuciarme con las sobras de Kid. Además, ya tengo con quién divertirme
- ¿hablas de la putita rubia?- dijo burlón- como si tu juguetito pudiera satisfacerte- Zoro sujetó al moreno por el cuello y le azotó contra la pared- de nada te sirve un juguete roto...- dijo apenas, pues la mano del peliverde le cortaba la respiración
- no es un juguete- después de decir aquello, Zoro lo soltó y se fue de ahí.
Lo único que pudo hacer Law fue caer al piso, tratando de recuperar la respiración mientras se sujetaba el cuello con una mano, sintiendo las marcas que Roronoa había dejado en su piel. Vio al peliverde alejarse, aún sin poder creer lo que había escuchado. En Impel Down sólo se podía usar y ser usado, sin sentimientos de por medio, entonces ¿por qué? ¿Por qué todo siempre tenía que ser mejor para ese sujeto? ¿Por qué Sanji tenía que ser la excepción?
- parece que el jefe tiene nueva mascota- escuchó a alguien decir en voz alta mientras un grupo de reos pasaba junto a él. Law reconoció la voz del que acaba de hablar, era uno de los hombres de Kid, así que se puso de pie y les siguió a distancia suficiente para escucharlos- lo ha estado buscando mucho últimamente- comentaba al resto que estaba con él
- ¿y quién es exactamente?- preguntó otro
- lo único que sé es que se llama Killer
- ¡oh! Suena peligroso, justo como le gusta a nuestro jefe
- creo que el espacio de Law no era tan difícil de llenar- los demás comenzaron a reírse a viva voz, haciendo que sus palabras se incrustaran más profundo en el corazón del moreno.
No podía ser cierto, no pudo haber sido reemplazado así de fácil. Law corrió en busca del pelirrojo, recorriendo los patios más de una vez. Fue hasta que miró en uno de los callejones que logró dar con Kid, pero desafortunadamente aquellos hombres tenían razón, pues estaba bien acompañado. Kid embestía con fuerza contra el hombre que se sostenía de la pared, pero debido al ángulo en el que estaba, lo único que alcanzó a distinguir fue una larga cabellera rubia. Pero lo que sí alcanzaba a ver a la perfección era el rostro del pelirrojo...
"Me encantas"
Alcanzó a leer en los labios de Kid mientras le hablaba al rubio al oído. Algo dentro de Law se desquebrajó... a él nunca le había dicho esas palabras mientras sonreía...
*********************
- con que aquí estabas- la voz de Zoro lo sobresaltó. Había estado evitándole toda la mañana, pero sabía que en su celda no tenía escapatoria- ¿qué demonios estabas haciendo?
- descansaba- respondió el rubio un tanto nervioso, sin atreverse a ver al otro a los ojos.
- ¿te arrepientes?- aquel tono no le agradaba en lo más mínimo- de lo que dijiste anoche...
- y-yo...- los colores no tardaron en subírsele al rostro. Se negaba a aceptarlo pero sus reacciones lo decían todo; estaba enamorado del cabeza de alga- es... es sólo... mnmnn- su voz se apagó en cuanto el otro le devoró los labios. No pudo siquiera resistirse, pues sabía de sobra que que deseaba ese beso. Correspondió lentamente, dejando que sus sentidos predominaran sobre su razón- hueles a alcohol...- reclamó en cuanto sus labios se separaron lo suficiente
- no tienes derecho a reclamar eso, idiota cejas de sushi
- marimo bastardo- el peliverde le besó la frente antes de tumbarlo en la cama, subiéndose en él. Sanji lo abrazó por el cuello, acortando la distancia para volver a besarse. Unos suaves gemidos escapaban de él al chocar sus lenguas, pues las manos del moreno comenzaban a recorrerlo- [se está poniendo duro...]- pensó al sentir la erección de Roronoa encajándosele en la pierna- [maldita sea...]
- oi, Zo...- Ace iba entrando a la celda cuando se encontró con semejante escena. Al principio se sorprendió un poco, mas al ser algo de lo más habitual en ese sitio, se acostumbró de inmediato- Zoro, tengo que hablar contigo
- no jodas ahora, ¿acaso no ves que estoy ocupado?- gruñó el peliverde, mirándolo por encima de su hombro.
Por otra parte, Sanji tenía escrita la palabra "vergüenza" por toda la cara, incluso su sonrojo se había vuelto más notorio. Los tres se miraron expectantes hasta que el rubio decidió romper el silencio...
- mejor los dejo solos- empujó al peliverde lo suficiente como para poder escapar de su agarre- voy a buscar a Luffy- y diciendo eso, desapareció del lugar
- será mejor que sea importante- se quejó Zoro, sentándose en la cama
- Akagami Shanks...- el nombre despertó el interés del peliverde- ese hombre... tiene que morir
- vaya, es la segunda vez hoy- el pecoso le miró con gesto de no entender- no es nada. Dime, ¿por qué quieres deshacerte de él?- el pelinegro no dijo nada- vamos, no puedo ayudarte si no me dices
- él... sabe sobre mí...
- ¿y?
- ¿alguna vez escuchaste sobre el proyecto H.I.K.E.N?
*****************
Aún podía sentir el calor sobre su cuerpo, aquellas duras manos rozándole la piel, pero en algún momento toda esa calidez se perdió. Si tan sólo hubiera mantenido su boca cerrada. Law seguía perdido en sus recuerdos, pensando en lo que, en su debido momento, fue el paraíso; hubiera dado lo que fuera por regresar con el hombre que amaba, pero sabía que jamás sería así.
- te amo...- dijo en dolorosa voz, peleando por reprimir las lágrimas. Se lo dijo más de una vez, esperando la respuesta, mas ésta jamás llegó- te amo... Kid...
- ¡L~a~w!- deletreó contento el pelirrojo, arrojándose sobre la cama en la que estaba el moreno- ¿estás listo para ser mío?
- haz lo que quieras- ni siquiera hizo el intento de defenderse, lo que pasara con él ya no le importaba
- ¿te estás rindiendo?- sonrió altanero, lamiéndole la mejilla. Al no recibir ninguna reacción por parte del otro, bajó su lengua lentamente por su rostro hasta llegar al cuello. Sujetó ambas muñecas con una mano mientras la otra comenzaba a desvestir al moreno- qué buen chico- la primera lágrima bajó por su mejilla, seguida de varias más- oi, no llores, aún no he hecho nada...
- sólo date prisa de una maldita vez y mátame
- ¿qué tonterías estás diciendo? ¡No voy a matarte!
- si no vas a hacerlo quítate de encima- aún confundido por las reacciones de Law, el pelirrojo se bajó de él para luego treparse a la segunda cama.
El moreno se limpió el rostro con el antebrazo y, aun con la ropa desaliñada, se bajó de la cama y se arrodilló en piso. Comenzó a golpear centímetro por centímetro la loseta del piso de la celda hasta que encontró una baldosa suelta. La levantó y sacó lo que había debajo, un pequeño bisturí. Law observó melancólico el escalpelo y volvió a ocultarlo. No pensó que, después de tantos años, volvería a usarlo. Regresó a la cama con una extraña sonrisa y cerró los ojos, aun sabiendo que no dormiría esa noche...
Simplemente se quedó inmóvil, esperando a que el tiempo siguiera su curso. Extrañamente la tarde concluyó rápido y la noche fue tan sólo un parpadeo; supo que era otro día en cuanto el guardia fue a despertarlos. Shanks intentaba hablarle, pero no respondió, era como si el resto del mundo fuera invisible... sin embargo, Law regresó a la realidad en cuanto estuvo en el comedor. En la esquina opuesta de la mesa en que solía comer estaba Kid, y junto a él, justo en el lugar que antes él había ocupado, estaba el llamado Killer...
************************
Unas horas más tarde...
- vamos Eustass, no te hagas el difícil- decía Akagami mientras perseguía al nombrado, pues éste había comenzado a alejarse en cuanto lo vio- sólo necesito que me aceptes como el quinto
- no pienso hacerlo. El puesto te queda muy grande- respondió molesto
- anda Eustass. Haré todo lo que me pidas
- deja a Law en paz y lo pensaré
- ohh- una extraña sonrisa se dibujó en sus labios- ¿me estás diciendo que no quieres que me acerque a tu amante?
- no es mi amante, pero si le tocas un solo cabello te mato
- pensé que ese tal Killer era tu nueva mascota- el menor detuvo sus pasos y lo miró- las paredes oyen, Kid- dijo, adivinando lo que el otro estuvo a punto de preguntar
-ese hombre no me interesa. Sólo necesitaba desahogarme un poco
- eso no es lo que dicen
- me importa un carajo lo que digan- se dio media vuelta y siguió caminando- Trafalgar nunca dejó de ser mío
- ¿por qué lo echaste entonces?- preguntó el mayor mientras lo seguía. Al no recibir respuesta, siguió hablando- eres un idiota, ¿sabías? Law te adora, te ha estado observando todo este tiempo
- lo sé
- eso te hace más idiota aún- sólo escuchó el gruñido de Kid- aunque desde ayer ha estado actuando muy extraño- el otro pelirrojo volvió a mirarlo- y hoy ni siquiera desayunó... me pregunto si estará enfermo
- seguramente sí. Después de todo, tiene que verte a la cara todos los días
- bien, Eustass, ¿qué tal un trato?- propuso Shanks, ignorando las palabras anteriores del menor- dejemos que Law decida; puede quedarse conmigo o regresar contigo, fácil ¿no?
- ¿en dónde está?
- después del desayuno pidió a un guardia que lo llevara de regreso a la celda- sin decir nada más, Kid cambió su dirección a su antigua celda. Akagami sonrió y fue tras él.
Conforme se acercaban más a su destino, los pasos de los dos se volvieron más apresurados, ninguno quería llegar en segundo lugar. Eustass se sentía seguro de ganar, sabía que Law no podría rechazarlo. Sin darse cuenta, una pequeña sonrisa apareció en su rostro, pero esa sonrisa desapareció en cuanto llegaron a la celda...
- ¡¡LAW!!- Shanks entró apresuradamente, hincándose junto al pelinegro- ¿qué hiciste?- colocó su mano en el cuello del moreno, tratando de contener la hemorragia- ¡¡Guardias!!
Kid, por su parte, no pudo hacer nada más que quedarse de piedra mientras veía la sangre de Law derramarse por todo el lugar...
Continued...
_____
y me volví a quedar picada xD
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top