11. El bueno y El malo

Sus firmes pasos resonaban por todo el recinto; cada vez que recordaba el asunto, sus pisadas se hacían más fuertes, como queriendo liberar su frustración con ese acto. Caminaba hacia su celda, murmurando cosas sin sentido mientras apretaba sus puños; si se viejo se atrevía a tocarlo otra vez...

- ¿qué cara...?- Law miraba confundido a su compañero, pues éste se encontraba guardando sus pocas pertenencias en una caja de cartón- ¿a dónde vas?

- ¿no es obvio? Me mudo- explicó el hombre, cargando su caja- alguien pidió intercambiar conmigo

- ¿quién?- se apresuró a preguntar cuando, detrás de aquel sujeto, apareció un pelirrojo con una caja en manos- tienen que estar jodiéndome...

- ¿qué hay, Law?- saludó el pelirrojo con una enorme sonrisa, entrando a la celda

- bien, yo me voy- el hombre comenzó a caminar, pasando justo al lado del moreno- será mejor que no duermas de espaldas, Trafalgar, jajaja- se burló cuando estuvo cerca de él antes de marcharse. Con una mirada curiosa, Shanks entró a la celda, colocando su caja en el piso antes de echarse en la cama inferior. Poco después apareció un guardia, comprobando que estaban ambos, y la puerta se cerró.

- ¿qué es lo que quieres aquí, Akagami?- inquirió a la defensiva el pelinegro

- no creo que haga falta repetirlo- sonrió, cruzando los brazos tras su cabeza

- ni creas que te la dejaré así de fácil- trepó a la parte superior de la litera, acomodándose lo mejor posible

- jajaja, será mejor que le hagas caso a tu amiguito... no duermas de espaldas...

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- [[¿qué diablos se supone que haga ahora?]]- se lamentaba Sanji en la oscuridad, revolviéndose entre sus viejas sábanas. Apenas y había podido contenerse hace unas cuantas horas, pero ahora que todo estaba en silencio y las luces habían sido apagadas, cada palabra del marimo resonaba en su cabeza, removiendo un sinfín de sensaciones que le hacían cada vez más difícil guardar sus lágrimas...

--Sanji Flash Back—

- maté a muchas personas - confesó el peliverde, abrazando a Sanji con fuerza- soy un maldito asesino- escondió su rostro entre el cuello del rubio, dejando que su respiración le erizara la piel- ese hombre... me quitó mi dignidad y yo no... no pude controlarme...

- ¿por qué me cuentas eso?- las manos temblorosas del rubio se aferraron a la espalda del moreno en un impulso por controlar los desbocados latidos de su corazón

- lo que... dijiste ese día, fue... muy parecido a lo que ellos dijeron, y por eso...- un tibio liquido empapando su cuello le advirtió a Sanji cuán delicado era el tema para el otro... lágrimas... ¡el marimo estaba llorando!

- oi, oi... está bien ¿de acuerdo?- hundió una de sus manos en los cabellos de Zoro, haciendo una suave caricia- ya no estoy molesto ni nada... en parte, fue mi culpa...- aún con sus palabras, el marimo no parecía mejorar- yo... también cometí errores, por eso terminé aquí y...

- no mientas...- dijo el peliverde cerca del oído del otro- pude darme cuenta en los primeros segundos de conocerte, tú no deberías estar aquí...- mas antes que pudieran terminar su conversación, los guardias llamaban a los reclusos, su hora de descanso había llegado a su fin...

-- End Flash Back—

- marimo estúpido- susurró el rubio, moviéndose una vez más

- cocinero- la voz de Zoro lo asustó por un momento- deja de moverte, no puedo dormir...

- s... sí...- Sanji se quedó inmóvil en la cama, tratando de olvidar lo sucedido para poder descansar; pero los recuerdos venían a su mente una y otra vez, trayendo consigo cientos de preguntas sin respuesta, impidiéndole dormir. Apenas comenzaba a cerrar los ojos cuando se escuchó el ya característico sonido metálico y hueco de todas las mañanas, era hora de levantarse...

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Unas horas después, a la hora del desayuno...

Hace mucho que había sentido la mirada de Law sobre sí, no sólo en aquel comedor, sino en cualquier parte a donde iba; pero desde que Shanks acosaba al moreno, éste parecía haberse olvidado de él. Inconscientemente, Kid miró hacia donde estaba su antigua mascota; Law caminaba con su bandeja de comida hacia una mesa vacía cuando el pelirrojo lo había interceptado, colocando uno de sus brazos alrededor de él. Discutieron unos instantes antes de que Law golpeara la mano ajena sobre su cuerpo y arrojara su almuerzo justo en la cara de Akagami, causando un verdadero escándalo entre los reclusos.

- ¡Trafalgar, idiota!- se escuchaban las voces de algunos presos- ¡¿acaso quieres que te mate?!

- sólo juega a hacerse el difícil

- después de ser la perra de Eustass, ya debería saber su lugar...

- ¿qué haces, imbécil?- murmuraba Kid mirando al pelinegro- eres más fuerte que eso...

--Kid Flash Back--

Sus roncos gemidos se mezclaban con la voz del otro, el cual no hacía más que suplicar piedad mientras chillaba al igual que un niño pequeño... mas no importaba lo mucho que rogara, Kid jamás lo escucharía, nunca lo hacía. Su cuerpo había recibido demasiado de esa bestia; todo su ser resentía cada golpe, cada herida que había recibido de él, todo comenzaba a nublarse a su alrededor... con la última estocada, dio su último suspiro, antes de perder la vida.

- guardia...- Kid llamó al oficial que esperaba junto a la celda mientras salía de su víctima. El hombre no tardó en entrar, viendo horrorizado el cuerpo sobre la cama- deshazte de él...- ordenó mientras se vestía

- es el tercero de este mes- comentaba el guardia, envolviendo al recién fallecido entre las sábanas impregnadas de sangre- si sigues así, no podré seguir encubriéndote, Eustass

- no es culpa mía, estos juguetes son cada vez más frágiles

- Dios, no me pagan lo suficiente- se quejaba para sí el oficial- sólo procura ser menos violento la siguiente vez, ¿entendido?

- necesito un juguete nuevo...- replicó, ignorando las palabras del otro

- esta tarde llegarán unos cuantos reclusos nuevos; seguro hay alguno entre ellos que te interese- sacó su intercomunicador y llamó a algunos de sus compañeros- largo de aquí, no quiero que te encuentren cerca- el pelirrojo salió sin objeción alguna; la idea de una presa nueva le había puesto de buen humor.

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Realizó sus tareas diarias con una desquiciada sonrisa en el rostro; la sangre le hervía de pura emoción, incluso su comida le supo a gloria. Al terminar sus alimentos a los presos se le permitió vagar libremente, por lo que Kid se dirigió al patio, en espera de su nueva víctima. No pasaron ni 10 minutos cuando un camión blindado llegó con los nuevos "inquilinos" de Impel Down; el grupo constaba de alrededor de 8 hombres, de diferentes edades y aspecto... el pelirrojo los analizó con la mirada uno por uno; ninguno de ellos parecía de su gusto hasta que sus ojos se posaron en el antepenúltimo de la fila. Con un gesto de su mano, llamó a uno de sus tantos cómplices que fungían como guardias.

- ¿desea algo, jefe?- preguntó nervioso el sujeto, frotándose las manos

- ¿quién es él?- preguntó el pelirrojo, señalando a su nueva presa. Los nuevos fueron soltados en el patio junto con los demás, atrayendo la atención de más de uno

- ummm...- el guardia revisó rápidamente sus registros- Trafalgar Law...- ambos vieron cómo fue rodeado por varios hombres, pero, para su sorpresa, se deshizo de cada uno de ellos en cuestión de segundos- es muy fuerte...

- lo quiero

- pero, jefe ¿no vio lo que acaba de...?

- no importa. Es justo lo que quería, un juguete difícil de romper

- parece que Roronoa quiere ganarle la partida...- efectivamente, un peliverde se acercaba hacia el moreno, quien se puso en guardia enseguida

- eso sobre mi cadáver- chasqueó sus nudillos y se dirigió hacia los otros dos, apartando a cualquiera que estuviese en su camino- ¡aléjate de él, Roronoa!- exclamó, deteniendo el golpe que iba dirigido al pelinegro con su mano- es mío

- ¿y quién eres tú para decidir eso?- le retó Zoro con una sonrisa

- soy el que te va a patear el culo si no te alejas de mi perra- justo iban a iniciar una pelea cuando una patada mandó a volar a ambos, quedando tumbados en el piso. Al alzar su mirada, se encontraron con el causante del golpe, Trafalgar Law

- ni siquiera lo piensen- decía Law con una mirada mordaz- aléjense de mí, cerdos- los demás presos retrocedieron en acto reflejo, el pobre tipo acababa de llegar y ya tenía firmada su sentencia de muerte.

- tsk- Zoro se levantó, sacudiéndose sus ropas- puedes quedártelo- le dijo al pelirrojo- no tengo ganas de jugar con mi comida hoy- tomó al primero que se le atravesó, un joven chico de delicado aspecto, y le dio un fuerte puñetazo, dejándolo inconsciente al instante. Lo cargó sobre su hombro y se lo llevó de ahí; por ese día, una presa fácil estaría bien.

Law se viró hacia Eustass, retándolo con la mirada. Kid se levantó de lo más calmado, colocando sus brazos sobre su cabeza, girándola hasta hacer crujir su cuello, y miró al otro. Hizo una señal prácticamente imperceptible y atacó al moreno con sus puños; Law estaba confiado, ya se había quitado a ese par una vez, podía hacerlo de nuevo. Sin embargo, el pelirrojo no estaba solo; en cuanto Law detuvo sus puños, otros dos hombres lo golpearon en el estómago, haciéndole caer.

- bastardo tramposo...- decía Law con ira, tratando de reponerse

- sujétenlo- ordenó el pelirrojo, a lo que sus dos subordinados obedecieron; colocaron al moreno boca abajo, literalmente mordiendo el polvo, aprisionando cada uno un brazo y una pierna contra el suelo. Kid extendió una de sus manos a los presentes, quien le entregó un pequeño cuchillo. Se acercó al pelinegro y lamió el filo del arma antes de destrozar la ropa de Law con ella.

- serás... ahhh...- algo húmedo recorriendo su cuerpo le erizó la piel. Kid paseaba su lengua descaradamente por su espalda mientras los presentes observaban, unos extasiados, otros horrorizados

- realmente delicioso- soltó el cuchillo y se concentró en apretar las nalgas de Law, separándolas ligeramente

- ¡¡AAHHH!!- un grito desgarrador salió de su garganta cuando el pelirrojo se adentró en él, excitando a más de uno. Law se mordió los labios con fuerza, no le permitiría darle el gusto de verle humillado, de verle llorar... pero las brutales embestidas le hacían casi imposible contenerse; sus orbes se humedecieron lentamente hasta que las lágrimas comenzaron a rodar por sí mismas por sus mejillas.

- joder... es tan bueno...- enterró sus uñas sobre los hombros del otro, rasgando su morena piel mientras sus manos bajaban a sus caderas, asiéndose con fuerza a éstas, profundizando más sus estocadas.

Ya para ese momento los arañazos en la espalda de Law estaban hinchados y rojizos, la sangre bajaba a raudales por sus muslos junto con otro viscoso fluido,... podía escuchar el constante chapoteo de sus partes bajas al chocar con las del otro; también escuchó algunos jadeos alrededor suyo, seguramente de los pervertidos que se tocaban mientras lo veían ser profanado... pero se negaba a suplicar, no quería ceder la poca dignidad que le quedaba, tenía que resistir un poco más...

- te... te voy a... maldito... pervertido...- decía a duras penas, conteniendo sus gemidos

- eres tú el maldito enfermo...- bajó una de sus manos a la entrepierna endurecida de Law, apretándola- estás tan caliente como una puta...- soltó, comenzando a estimularle con las manos

- n... no... deja... ahhh...- su cuerpo se sacudió violentamente antes de correrse en las manos del otro- por... favor... no más...- el dolor le ganaba a su orgullo, sentía que se partiría en dos en cualquier momento

- eres delicioso, Trafalgar- murmuró a oídos del moreno, recostándose en su espalda- me encantas...- lamió su mejilla mientras daba la última estocada, llenando el interior del que tenía debajo

- suficiente, Eustass- los guardias dispersaron a los mirones y quitaron al pelirrojo de encima del lastimado cuerpo de Law, quien perdió la consciencia poco después.

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Esa misma noche...

Kid no pudo evitar una sádica sonrisa en cuanto vio al guardia llevar a su nuevo compañero de celda, el mismo hombre que había tenido el agrado de probar unas horas antes, Trafalgar Law. Éste le miró con odio mientras entraba a la celda, sin perder un solo movimiento del pelirrojo

- oh, te recuperaste rápido- le alabó Eustass- cualquier otro estaría llorando en la enfermería, en el mejor de los casos

- no te me acerques, cabrón- el moreno retrocedió unos cuantos pasos

- será como tú quieras, pero que te quede claro que no voy a volver a alzar un dedo por ti

- como si necesitara tu ayuda

- ya veremos si dices lo mismo cuando Roronoa vaya tras de ti- un ligero escalofrío recorrió a Law- y no sólo él, sino todos en Impel Down... quizá puedas mantenerte a salvo unos días, pero no bastará. Esperarán a que bajes la guardia, serás presa fácil cuando ya no puedas ahuyentarlos...

- cualquier cosa es mejor que estar junto a ti

- que zorrita tan testaruda- Kid se acercó al otro, recorriendo desde su pecho hasta su barbilla con un par de sus dedos- es mejor que te entregues de buena manera, no es tan malo ser mi puta, ¿sabías?... te haré disfrutar del más exquisito de los placeres...- Law lo dudó unos instantes antes de dejar que el pelirrojo acortara la distancia entre sus cuerpos- te vez mucho más apetitoso a esta distancia- se acercó un poco más al ya sonrojado rostro del otro, rozando su aliento con sus labios- tan hermoso...

**********************

Justo como hacían todos en un principio, Law se negaba a entregarse completamente a Kid, pero unas cuantas palabras dulces caricias a la hora del sexo bastaron para convertir la naturaleza rebelde del moreno en la de un sumiso gatito dispuesto a lamer los pies de su amo si éste se lo pedía. Kid creyó haber domado a su nueva mascota, que su relación no era nada más que algo físico, hasta que ese día llegó...

"Te Amo"

Dijo repentinamente Law un día. El pelirrojo no respondió nada, simplemente le dio la espalda... no estaba nada bien; su único lazo era el de amo-mascota, nada más; pues en Impel Down ese tipo de sentimientos no eran más que otra forma de debilidad, y Eustass Kid no estaba dispuesto a perder su posición por algo tan estúpido como el amor. Comenzó a ser más duro con el pelinegro, le golpeó, le humilló y lo rebajó a un simple juguete; sin embargo, Law seguía devoto a él, meneando su cola contento aun cuando Kid se acostaba con otros... estaba harto, un juguete averiado no le servía más...

--End Flash Back—

- no dejes que te toque- seguía hablando el pelirrojo sin apartar su vista de Law- me perteneces...

"Te equivocas, ya no nos pertenece"- resonó una extraña voz en su cabeza -"lo desechamos porque ya no era útil, ¿recuerdas?"

- sí, pero...

"De nada nos sirve un juguete con sentimientos, no es más que un obstáculo"

- es mío...

"No más, puedes encontrar a otro"

- no quiero a otro, lo quiero a él...

"¿Por qué?"

- porque... porque es una buena puta...

"Tendrás que buscar una excusa mejor. Tienes que escucharme, Eustass... no necesitas a alguien como Law, si todo lo que quieres sexo, hay mucho de donde escoger en este sitio. No te encapriches con un juguete roto; no lo mires, no lo busques ni sientas lástima por él... no debe de gustarte..."

- Eustass- la voz de uno de sus hombres lo trajo a la realidad- llevas un buen rato hablando solo, ¿estás bien?- el pelirrojo lo miró unos instantes antes de levantarse de la mesa y marcharse del comedor, dejando a su subordinado confundido y con la palabra en la boca.

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A muy escasos metros de la mesa en donde había estado Kid hace poco, Roronoa Zoro comía plácidamente hasta que cierto pelinegro se sentó en su mesa

- ¿vienes por la revancha, Portgas?- dijo el peliverde enfadado pero sin dejar de comer

- vamos Zoro, tú mismo lo dijiste una vez- se defendió el pecoso- no nos conviene ser enemigos, y menos con Akagami rondando por ahí- el otro le miró de reojo antes de regresar su vista al plato- hay algo que no me gusta de él...

- así que no fui el único en notarlo

- parece que no- de un rápido movimiento, logró quitarle una hogaza de pan del plato de Zoro y comenzó a devorarla; el otro sólo gruñó y siguió comiendo- ¡oh! Hace mucho que no te veía de buen humor- dijo una sonrisa, ganándose una amenazante mirada de parte del peliverde- incluso estás sonriendo- Zoro frunció el seño- ¿te pasó algo bueno con Sanji?

- vete a la mierda...

- parece que adiviné- sonrió tranquilamente, apoyando su cabeza en sus brazos cruzados- ¿ya vas a admitirlo?

- ¿qué cosa?

- que estás enamorado de él...- guardaron silencio unos momentos, dejando escuchar el chocar de los cubiertos a su alrededor, mirándose seriamente- Volviste a sonreír...

- ¡yo no sonreí, joder!

- no importa cuánto trates de ocultarlo, puedo ver que estás sonriendo... en tu mirada...

- ¿qué clase de estupidez es esa?

- realmente estás feliz. Me alegro- le dio unas cuantas palmadas en los hombros, huyendo del sitio antes de que el peliverde lo atrapara- y yo que creí que Zoro no era capaz de amar a nadie- volvió a sonreír, esta vez para sí mismo, dirigiéndose al lugar donde él y Luffy siempre se encontraban después del desayuno...

*************************

Para alivio de Law, un rato más tarde, cuando fueron liberados por la prisión, Shanks desapareció de su vista. Por un momento se preguntó el por qué había dejado de seguirlo, pero al poco tiempo lo olvidó y se fue, una vez más, a admirar a Kid desde algún punto cercano.

En tanto, Akagami, después de asegurarse de no haber sido seguido, se adentró a la lavandería, en donde esa persona ya lo esperaba. La luz era un poco escasa, pues querían mantener sus encuentros en secreto.

- ¡Mihi!- el pelirrojo se abalanzó melosamente sobre el otro, colgándose de su cuello- ¡me hiciste esperar mucho!- dijo con un puchero- creí que no me llamarías

- sabes que, bajo ninguna circunstancia, deben saber que nos conocemos- acarició la mejilla de Shanks con sus manos antes de robarle un beso- ¿y bien? ¿Está aquí?

- sí, al fin lo encontraste...- se abrazó al pecho del ojidorado- Roronoa Zoro... pagará lo que te hizo...- Mihawk correspondió el abrazo, ocultando su sonrisa del pelirrojo

- lo has hecho bien- le habló seductoramente al oído- eso amerita una recompensa que jamás olvidarás- lo levantó por las caderas hasta sentarlo en una de las lavadoras; se acomodó entre sus piernas y devoró sus labios con desesperación mientras sus manos recorrían el cuerpo de Akagami...

Continued...

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espero que hayan disfrutado el capi!!! ya se viene el drama ewe