Tercera parte de este fic tipo "vida y obra".

Una historia de Linka Loud.

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Mi Pasado en Plata

3ra. Parte

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-¿Tu y Clyde son novios?-

Fue de las primeras cosas que Stella le preguntó.

A los pocos días de que se hicieron amigas (más que amigas, super hermanas) Stella conoció a ese chico. Muy amable, muy simpático, aunque un tanto enclenque y de carácter endeble.

El amigo de la infancia de Linka.

Su cercanía era curiosa, estaban juntos desde pequeños y se cuidaban el uno al otro. Pasaban el tiempo libre juntos, aunque no iban en el mismo salón.

Sinceramente, para Stella, no fue difícil entrar en armonía con Clyde, aunque al principio fue natural sentir que invadía un espacio que no era suyo. Ellos se entendían tan bien que por un rato pensó en alejarse; pero la misma Linka se lo impidió.

-Stella, no te vayas. De verdad es mejor si somos más.-

Fue en ese momento en donde se lo preguntó.

-¿Novio? No, para nada. Somos super amigos desde pequeños.- Para Stella, esa respuesta saliente de una enorme sonrisa de su albina amiga, sabía que podía generar un dolor fuerte en algún enamorado silente. Pero por más que se mató analizando a Clyde, realmente le notó un cariño y amor más de hermano que cualquier otro.

Era eso o fingía muy bien.

-¿Y Clyde piensa lo mismo que tú?-

-Lo hemos platicado, y ninguno está listo para eso.-

Stella posteriormente había platicado con Clyde. Este le dijo que Linka le parecía una niña hermosa, pero que en realidad estaba tan acostumbrado a ella, que sus sentimientos aterrizaban en algo familiar. De hecho, el había pretendido a otras chicas (sin éxito alguno) y Linka le había platicado de algunos de sus crushes.

-¿Es decir que Linka no ha tenido abiertamente, pretendientes?-

-No que yo sepa.- Respondió Clyde.

Stella decidió no comentar que, a lo mejor, todos pensaban que ambos eran novios. Justo como ella, de inicio, creyó.

Linka y El Terrible Supuesto

La tarde en que Stella decidió zanjar sus dudas, jamás pensó en el tono que tomaría la charla.

Cepillaba el largo cabello de Linka con un peine de plata que su padre, Lynn, le había regalado cuando cumplió los 10 años. A los ojos de Stella, el peine estaba más que hermoso y aprovechaba las tardes de tarea para peinarse y peinarla con el aquel curioso objeto.

Metía los dientes del cepillo desde arriba de la cabeza de Linka y suavemente lo desplazaba hasta finalizar casi a la altura de su cintura. Aquel cabello brillaba con la luz.

-Tu cabello es hermoso.-

-Sip, me encanta. Pero vieras como me ha dado problemas.-

-Lo sé, y te entiendo. Mi altura es algo que muchos quieren pero a mí solo me ha dado problemas, y luego mis enormes pies.- Dijo Stella levantando un pie.

-Je, je, tus pies.-

Stella le pegó un leve jalón de pelo a Linka.

-¡Ouch!-

-Desde que nos conocemos te han dado risa mis pies.- Continuó peinándola.

-Es que son curiosos, ¡Ouch!.- Vino otro jalón.

-Ese fue sin querer.-

-Si, sin querer...por agresiva es que los chicos no se te acercan.-

-Tu eres amigable y no se te acercan.-

-Es porque piensan que soy una bruja. Estamos jodidas, ¿no?.-

Y ambas rieron.

-Hablando de chicos.- Dijo Stella.- ¿Tú te molestarías si saliera con Clyde?-

Stella en realidad no pensaba salir con Clyde. Solo quería despejar una duda.

-Solo es un supuesto, no es que me guste ni nada. No te vayas a voltronizar.- Continuó peinándola.

Linka tardó en responder.

-No me gustaría, la verdad, Stella.- Linka se volteó y la miró. -Si ustedes salen, yo me quedaría sola.- Linka comenzó a respirar agitada. Stella se dio cuenta que Linka no tardaría en llorar.

-No, mi niña, no estoy saliendo con él ni mucho menos.- Dijo al ver que su amiga se sofocaba.

-Yo...no podría evitar que salieran, pero... pero me quedaría sola...-

Linka se echó a llorar y Stella la abrazó.

-No Linka, no, solo es un supuesto.-

-Los dos me van a dejar.- Dijo mientras lloraba en el hombro de Stella.

-Es mentira, Linka, por Dios. Ya, ya pasó.-

La chica se sorbió un par de veces, se limpió las lágrimas he hizo un puchero.

-¿De verdad es mentira?-

-Si, Linka, solo era un pregunta.- Le respondió Stella acariciándole la cabeza.

Linka se volvió a secar los ojos. -Eres una mensa que me hace llorar.-

-Yo que iba a saber que te ibas a poner así.-

Linka respiró profundo, y soltó el aire con lentitud.

-Stella, si ustedes desean salir yo no podría detenerlos, pero si me sentiría muy triste porque tendría que darles su espacio y me quedaría sola. Claro que cuando me lo dijiste yo creí que ya se daban besitos debajo del árbol del parque.-

A Stella se le atoró la risa.

-Mensa, tú. Si el Clyde no se te despega ni a sol ni a sombra, a que hora me lo llevo a lo oscurito.

-Oscurito esta él.-

-¡Linka!- Regañó Stella.

Nuevamente ambas rieron.

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Lynn Loud buscaba con impaciencia su pluma fina. Una que de tan vieja le daba batalla pero que desde siempre usaba exclusivamente para realizar una tarea que, de arcaica, era un tema olvidado: escribir una carta.

-¿Dónde puse la maldita cosa?- murmuró.

Siendo alrededor de la medianoche estaba acostumbrado a no hacer ruido para no despertar a Linka.

Por fin encontró el objeto, tomó una hoja en blanco y rápidamente se fue a su mesa de noche, donde se sentó a escribir. Hacía mucho desde la última vez, quizá, demasiado.

La Carta del Primer Aviso

"Cariño.

Como prometimos hace algún tiempo, te escribo hoy, 19 de marzo de 20XX, porque por fin, ella preguntó por ti.

Quizá pensaste que había olvidado la promesa, pero eso jamás iba a pasar, ya que vives en mis sueños, en mi alma y en mi corazón, por siempre. Lo que sucedió en realidad es que nuestra pequeña se tardó bastante en preguntar. Mucho más de lo que creí en su momento.

Yo busqué evadir el tema aplazándolo otros cinco años, pero ella se me adelantó y me preguntó directamente, si habías muerto.

Y le dije que sí, pero no dije más. Así que ahora nos queda esperar hasta que tenga la edad de 14 años, donde ya veré que le digo.

Algo parecido a la verdad. Quizá.

Aprovecho este día para decirte que nunca te he olvidado, que te amo y que mi mas grande sueño es que estés conmigo y con ella, a la cual le haces una falta infinita. Yo hago lo mejor que puedo, pero sabes que soy débil y ella es mi adoración.

Su cabello blanco le ha dado muchos problemas, pero es increíble como lo ha afrontado como una gran guerrera. Aun así, no la dejo sola nunca. Sabe que tiene mi apoyo si alguien se pasa de la raya.

No te preocupes, ella no sabe nada.

Tiene un amiguito inseparable. Un muchachito que igual no tiene muchos amigos así que pasan mucho tiempo juntos. Me da risa que no le aguanta el paso a nuestra niña y siempre termina cansado o pidiendo tregua. La quiere mucho.

Y es que nuestra pequeña es un tornado. Alegre, vivaz. Solo el estigma de su pelo es lo que frena que fuesa la mas popular de cualquier lado. Aun así, no se rinde, nunca se rinde.

Ni yo tampoco.

Ni tú debes.

Me pregunto si algún día podremos estar juntos. Sueño cada noche que vivimos en una casa de playa y vemos a Linka correr por la arena, saludándonos.

Por favor, cariño, que sea en esta vida y no en otra, pues tengo miedo que en otra, no te recuerde más.

Algún día, le contaré todo; sé que ella nos..."

-Papi, ¿Qué haces despierto?- Dijo una pequeña en un pijama que le quedaba algo grande. Se tallaba los ojos perezosamente mientras bostezaba.

-Linka, ¿qué haces aquí? ¿Por qué te levantaste? - Dijo el hombre quien colocó con disimulo, un libro sobre la hoja.

-Tuve una pesadilla, soñé que...no sé, ya no me acuerdo, papi...pero era feo.- Ella extendió los brazos y Lynn la cargó.

-Ya estas grande para que te ande cargando, ya tienes ocho años.-

-No es cierto...- Dijo entre labios mientras comenzaba a quedarse dormida en el regazo de su padre.

Su padre notó de inmediato cuando su pequeña se durmió. Un leve respirar como el de un pequeño conejo la delataba. La regresó a su cama, la tapó y la observó desde la puerta. Pegó un suspiro tan fuerte que sintió que se le caía el corazón.

"El mundo no esta preparado para ti, mi amor. Ni para nosotros."

Luego cerró la puerta.

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12:30 AM

Chat Room, Telegram. Linka y Clyde.

Linka: Clyde, estas despierto?

Linka: Clyyyyyydeeee!!

Llamada perdida a Clyde

Llamada perdida a Clyde

Llamada perdida a Clyde

Clyde: Linka...mañana hay clases. Que quieres?

Linka: Eres un grosero, así me hablas ahora? Claro, como ya andas con Stella.

Clyde: Que quee???

Clyde: De que hablas???

Linka: Mmmmm...

Linka: Ella me dijo que si me molestaría si andaba contigo. Así que ando corroborando. Andas con ella?

Clyde: Claro que no, Linka. Apenas si paso tiempo con ella a solas. Es más, el tiempo que paso con ella siempre estás tú.

Linka: Mmmm nomas quiero que no me digas sin andas con alguien. Se supone que nos tenemos confianza.

Clyde: Pero no ando con nadie, Linka.

Linka: Bueno, pero si andas con alguien, me dices, sí?

Clyde: Parece broma, pero sí. Si consigo alguien te diré antes que nadie.

Linka: Y Stella te parece bonita?

Clyde: Cosa curiosa, ella me preguntó lo mismo de ti hace un tiempo.

Linka: Que cosa??

Clyde: Que si tú me parecías bonita.

Linka: Oooh... y que le dijiste? Que era hermosa, verdad?

Clyde: Y si, le dije que eras muy hermosa.

Linka: Oooh que me ruborizo... y Stella? Te parece bonita?

Clyde: Tambien es linda.

Linka: ...3... 2... 1...

Clyde: Linka?

Linka: De las dos...quien...es...más...b o n i t a?

Clyde abandonó la conversación.

Clyde ha sido anexado a la conversación.

Linka: A donde crees que vas cobarde? Responde!

Clyde: ...

Linka: Tengo toda la nocheee

Clyde: ooook bieen

Clyde: Las dos son igual de lindas, de verdad. Pero tú, por antigüedad, ganas.

Linka: jajajaja que mentirosoooo... okok, te la doy válida. 

Clyde: :)

Linka: Ya te dejo en paz. Descansa mi osito.

Clyde: Tu igual Bunny, que mañana es día de exámenes.

Linka: Ni me recuerdes, que voy remal en mate

Clyde: Linka

Linka: Dime

Clyde: Nada. Hasta mañana.

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Con esto estaremos cerrando esta semana este fic. Debo decir que me gusta, me provoca una especie de relajamiento muy agradable.

Saludos a todos aquellos que comentan. De verdad los aprecio mucho.

Bonito fin de semana.

Gendou Uribe.