Mi Pasado en Plata II
Segunda parte.
Una historia de Linka Loud.
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Mi Pasado en Plata
2da. Parte
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Detrás de los ojos brillantes de una pequeña niña de rostro pecoso, surgió, por fin, la pregunta. Cuestión aquella que ya se esperaba, pero que él, Lynn, padre soltero; jamás estaría preparado para resolver.
-Papá, ¿por qué no tengo mamá?-
Sinceramente, había tardado más en preguntar de lo que él inconscientemente esperaba. Linka ya estaba por cumplir ocho años.
-Cuando seas un poco mayor, te contaré todo, primor.-
-¿Se murió?- Preguntó en un tono que fue imposible de descifrar. Lynn recordaba que no fue con tristeza, optó por creer que era una enorme curiosidad. Aun así, al verse acorralado, en aquella ocasión solo asintió, pero no respondió nada más; solo dejo la promesa de un día, hablaría con ella.
Un día cuando cumpliera, 14 años.
La Familia es Primero
-Tu madre, Linka...bueno, murió...al darte a luz.- Dijo con dificultad mientras se tomaba de la nuca y escondía la mirada en las losetas del piso.
-No es algo que quisiera decirte siendo más chica pues, ya sabes, creo que ahora te es claro que no es ni de lejos, algo que sea tu culpa.-
Estaba parafraseando. Los nervios comenzaban a traicionarle.
-Papá...- Interrumpió la joven. -¿Lo que me dices... es verdad?-
-De que hablas, Linka, por supuesto que si.-
Ella lo miró. Su padre la amaba mucho. No recordaba momento donde no la hubiera protegido, ni procurado en todo y las veces que la regañó (que, sin mentir, se merecía mucho más; como aquella vez que le prendió fuego a las gardenias del señor Quejón), nunca fue con gritos y mucho menos con alguna agresión física.
Su padre era todo amor.
Pero el tema de su madre, era el parteaguas en su relación. Linka sentía que se levantaba el Everest entre ellos cada que el tema salía y ahora, en el momento de la verdad; en la hora cero, sentía que algo no andaba bien.
En el fondo de su corazón esperaba que le dijera que su madre no estaba muerta, sino que se encontraba lejos, en algún viaje (pensamiento que comenzaba a verse ya como una bella ilusión infantil, siendo suplido por algo dolorosamente más real: el divorcio) pero, ¿muerta?
No podía creer que su madre estaba muerta porque simplemente...no podía.
-¿Entonces ella fue cremada y sus cenizas esparcidas?-
-Ese fue su deseo, Linka.-
-Ok, entonces, ¿Ahora si me vas a decir que pasó con las fotos de mamá?-
El hombre se mostró realmente angustiado. Linka lo notó, pero no podía dejar que la conversación terminará sin sacar todo lo que había estado guardando desde que tenía ocho años.
-Mira, Linka, yo nunca me lleve bien con la familia de tu madre. Cuando ella falleció, apenas estábamos cambiándonos a esta casa. Todas sus cosas se quedaron con ellos, desgraciadamente no pude conservar nada.-
-¡¿Ni una foto?!- Linka se paró del sillón.
-No, lo siento, hija.-
-¿Entonces por qué no le pedimos que nos envíen unas? Si no se llevan contigo, yo puedo pedírselas. No creo que me las nieguen, soy su pariente al fin y al cabo.-
-Cariño, aunque quisiera, no podríamos pedirles nada. Ellos nunca aprobaron que tu madre y yo nos amaramos, por eso cuando ella murió, simplemente cortaron contacto conmigo. No tengo idea donde estén. No sé nada de ellos. - Lynn se tallaba el rostro, el tema le provocaba un malestar general.
Linka aun de pie, miró con determinación a su padre. -Dame un nombre y los rastreo.-
-No, Linka, deja eso por la paz. No voy a permitir que esa gente te maltrate.-
-¡Quiero conocer a mi madre!- Gritó dando un azotón con el zapato.
-Lo siento, Linka. Pero es todo lo que hay. Lo siento, de verdad.-
-¡No es justo! ¡Sabes que no lo es!-
Linka subió llorando a su cuarto.
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Hurón: Linka Mantis: Stella Silver: Clyde.
Hurón a Silver, Hurón a Silver, contesta, Silver... -Cambio-
Aquí Mantis, creo que Silver está en el baño, Hurón. -Cambio-
Últimamente de allí no sale. Tú que piensas, Mantis. -Cambio-
Yo creo que nuestro Silver ve Netflix en el sanitario ja, ja, ja... -Cambio-
Ja, ja, ja, es que eres terrible, Mantis, ja, ja, ja. -Cambio-
Nuestro pequeño ya es un hombre, ja, ja, ja... -Cambio-
Su pequeño está escuchándoles par de arpías. Aquí Silver. -Cambio-
¿Todo salió bien, Silver? – Cambio-
-Si, si quieres te mando foto, Mantis.- Cambio-
*Ruidos interrumpidos de risas*
Bueno, bueno, seriedad, equipo. Los reuní para platicar acerca del baile anual escolar. ¿Ya tienen pareja? -Cambio-
Hurón, antes que nada, ¿será posible que cambiemos la reunión al grupo de Telegram? Es ridículo estar diciendo a cada rato "cambio". -Cambio.
Tienes toda la razón. ¿De quién fue la grandiosa idea de usar estas cosas del siglo pasado? -Cambio.
De Clyde...
*Un cambio de era tecnológica después*
Silver: Esas radios son un clásico.
Mantis: Son una porquería. Estar diciendo "cambio...cambio" como mensos.
Silver: ¡Un clásico, dije!
Hurón: Bueno, ya retomemos el tema. ¿Ya tienen pareja para el baile anual?
Mantis: Hurón, sabes que ninguno tiene pareja. A menos que Silver diga lo contrario.
Silver: Negativo, Mantis. El objetivo dijo que No, aun con sus recomendaciones y tips.
Hurón: No sabe de lo que se pierde, Silver. En mi caso fue igual, nadie se acercó.
Mantis: Ni en el mío. Temen que la Mantis se los coma jajaja
Silver: Bueno, en realidad las mantis si se comen a sus parejas después del apareamiento.
Mantis: Gracias por el dato, sabiondo. Ahora cambiaré mi Nick...
Silver: Yo te dije que usaras el de "Grulla", es elegante.
Mantis: Las grullas son zancudas y de patas largas, Silver, ¿eso quieres decir?
Silver: ¡Claro que no, Stella! Me refería a elegantes y gráciles.
Hurón: No hay rollo, sigan hablando, yo les espero.
Mantis: Jajaja Ya pues, lo resolveremos luego. Bien Hurón, ¿entonces aplicamos la técnica del ataque en V?
Hurón: No hay de otra. Iremos los tres juntos y conquistaremos ese baile.
Silver: Oigan, ¿y qué van a llevar? Digo, para que mi camisa combine.
Mantis: Yo voy a llevar hambre jajaja.
Hurón: jajajaja
Silver: De ropa... ¬.¬
Hurón: Nada especial. Yo una falda naranja y blusa con saquito color blanco.
Mantis: Yo posiblemente un vestido tipo coctel, verde esmeralda.
Silver: Ok. Con esa información, entonces yo llevaré una camisa manga larga color crema y pantalón café oscuro, así los tres tendremos colores cítricos.
Mantis: No estoy segura que el café sea un color cítrico.
Silver: Pero combina con el naranja y el verde.
Hurón: Genial, seremos una ensalada de frutas.
*Ruidos interrumpidos de risas escritas*
*******
La Jirafa, La Bruja y el Closet.
-Encontré esto en mi mochila.- Dijo Linka mientras, con sus dos amigos, caminaba a paso tranquilo por la acera.
-No me digas, ¿dibujos con insultos?- Preguntó Stella.
-Algo así.-
-¿Que dice?- Preguntó Clyde.
Se detuvieron para observar la obra que no era mas que un mal dibujo de una chica exageradamente alta y con cuernos, una niña de pelo blanco, chaparra y fea y un niño con pestañas largas dentro de una caja. Arriba de todo eso decía: La Jirafa, La Bruja y el Closet.
-Parece que ya te incluyeron, Clyde.- Dijo Stella. -Pero no entiendo lo del closet.
Él las miró a ambas con una expresión molesta.
-Es...complicado.-
Linka sabía de que trataba, pero ella no iba a decir nada de algo tan delicado para Clyde.
-¿Qué pasa?- Insistió Stella realmente preocupada.
Clyde les pidió que lo siguieran y se fueron a la sombra de un gran árbol. Junto al tronco se sentaron y el chico sacó una de sus libretas. La extendió en el suelo y la abrió.
-Pero que...- Exclamó Stella al verla.
En esa libreta había dibujos de penes de diversos tamaños, así como frases tan fuertes que Stella se incomodó. Todas tenían que ver, con la homosexualidad de los padres de Clyde.
-Son unos hijos de puta.- Dijo la morena.
-¿Desde cuándo te hacen esto, Clyde.- Preguntó Linka.
-Comenzaron desde hace unas semanas...no sé por qué realmente. -
-¿Por qué no nos contaste?-
-Es algo...muy incómodo...-
Linka solo se acercó al chico y lo abrazó. Clyde apretaba los labios de una furia contenida.
Stella se unió al abrazo y Clyde se quito los lentes, algunas lágrimas escurrieron y sollozó.
-Se burlan diciendo que yo soy homosexual, y les juro que eso no me importa. Pero esto...esto realmente me duele.- El niño se dobló un poco y las chicas lo abrazaron más fuerte.
Stella vio la libreta.
"Te la tragas al igual que tus papás"
"Por cuanto me la chupas niñita"
"Cual de los dos tiene el culo roto"
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-¿Tú sabes quienes son, Linka?-
-Si, y sé dónde están.- Dijo la albina mientras caminaba a toda prisa con su amiga detrás.
Ambas niñas habían visto el día anterior a su amigo bastante afectado; y la verdad les había dolido mucho verlo así.
Clyde era una muy buena persona y no se merecía esos insultos.
Linka vio a lo lejos a un grupo de chicos. Ella sabía que Clyde tenía bullys (cabe mencionar que no iban en el mismo salón, ya que, de ser así, esto nunca le hubiera pasado), apresuró el paso. Llegaron tan súbitamente que no hubo tiempo de reacción. La chica tomó del cuello al muchacho que a su entender era el líder y le pegó una sonora bofetada.
Todos se tensaron.
-¡¿Qué te pasa maldita loca?!-
-¡Qué sea la última vez que molestan a Clyde!- Gritó Linka.
Una niña intentó empujar a la albina pero Stella solo la tomó del cuello y de un giro la tiró; la morena miró a los chicos que dudaron en hacer algo más.
-Va en serio. Déjenlo en paz o realmente tendrán problemas. - Dijo.
-No te tengo miedo maldita jirafa.-
-Quizás a mi no, pero si hacemos público lo que le están haciendo, los van a expulsar a todos definitivamente. Hay algo llamado delito de odio y no es broma. De que se van, se van.- Finalizó Stella.
Linka los señalo uno por uno.
-Si me entero de que volvieron a meterse con él. Con un chasquido de mis dedos, hago que los expulsen.- Fanfarroneo. -Vámonos, Stella.- Y las chicas dieron vuelta.
Solo llevaban unos pasos, cuando se escuchó.
-Je, marica tenía que ser, escondiéndose en las faldas de las niñas.-
Al escuchar esto a Linka le hirvió la sangre y, de súbito, dio media vuelta y corrió para irse al cuello del que había hablado. Stella le acompañó y se volvió una campal de patadas, mordidas y jalones de pelo.
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Primera ley del Club de la Pelea.
Nadie habla del Club de la Pelea.
Segunda Ley del Club de la Pelea.
Nadie habla del Club de la Pelea.
-¡¿Nadie me van a decir quien comenzó?! Bien, ¡pues quedan en detención todos por una semana!-
Stella y Linka, ambas algo maltrechas, solo guardaron silencio solemnemente.
*********
01:27 AM
En su cama, acostada, Linka aun rumiaba las palabras de su padre.
"Lo siento, pero es todo lo que hay. Lo siento, de verdad".
Suspiró. Sinceramente creía que ese día, cercano a su cumpleaños número catorce, obtendría respuestas.
Ella recordaba que su padre siempre se ponía muy ansioso cuando se tocaba el tema, pero nunca tanto como esa mañana. Eso no se sentía bien.
Luego, al final, no había foto de su madre, ni manera de contactar a alguien que le diera señas de ella. Eso le hacía sentir un vacío y un frio simplemente innombrable.
Le era inconcebible, además, que en un lugar donde las redes sociales y el internet tienen cualquier parte del mundo a la vuelta de la esquina, le fuese imposible contactar a uno de los parientes de su mamá. Alguien que le dieran algo a que aferrarse a su figura materna. Y quizá rememorar la vida que nunca tuvo con ella.
-Lástima que lo único que tengo es un pequeño baúl con su ropa.- pensó.- Si tan solo tuviera un nombre.-
Volvió a suspirar.
Después de pensarlo un poco se levantó de su cama. Buscaría una vez más, pieza por pieza entre la ropa de su madre, cualquier cosa que pudiera servirle.
Yo solo necesito un nombre...
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Bastante lejos de allí, una mujer sonreía tristemente al ver la foto de un bebé de hermoso cabello blanco.
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Saludos y buenas tardes.
Estos amigos se cuidan entre sí y se quieren mucho. Eso casi nunca da problemas.
Saludos a todos y gracias a aquellos que comentan.
Gendou Uribe
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