La Chica del Parque 05


Continuamos con esta historia. 

Esto es:

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La Chica del Parque

- Exactos a mi Medida -

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Stella y Lynn Jr. estaban enzarzadas en un duelo de fuerza. Sus expresiones de furia dejaban claro las fuertes emociones que sentían en ese momento. Ambas apretaban los dientes tratando de derribar a la otra.

-Te dices a ti misma "guapa" y "linda" ¡y todo lo que hiciste fue seducir a tu hermano!- Stella cedió fuerza haciendo que Lynn trastabillara, aprovechando ese momento (y su estatura y alcance) para empujarla con fuerza y derribarla, sin embargo Lynn de inmediato se incorporó y lanzó un cabezazo al pecho de la morena que se acercaba a ella para apresarla al suelo, haciéndola retroceder.

-¡Estúpida, es lo que eres! -gritó Lynn- ¡¿Sabes lo que hiciste?! ¡¿Sabes lo que provocaste?!- Y pegó un sprin lanzándose a Stella para atraparla por la cintura. Sabía que nunca la derribaría por peso, pero Lynn estaba entrenada y enlazó una pierna en la pierna de Stella obligándola a flexionar. La mayor cayó azotándose sacándose aire; Lynn se colocó arriba de ella tomándola del cuello.

-Despídete de tu nariz- Expresó con voz arrastrada. Subió el puño listo para dejarlo caer en el rostro de su contrincante.

Stella al ver el inminente impacto movió la cabeza a un lado evitando el golpe, el cual, fue tirado a matar de parte de la castaña. Luego uso su tamaño para girar a la Loud y de inmediato le lanzó un cabezazo.

Ambas cabezas chocaron a la altura de la frente. Lynn impactó, a parte, en el suelo y vio chispas por un instante.

Stella se llevó una mano a la frente de igual forma. La pelea se detuvo un par de segundos. Luego se volvieron a ver y se enzarzaron en el suelo, de nueva cuenta, en un juego de fuerzas.

En esa posición donde Stella estaba arriba, tenía el control total de la situación y no tardaría en bajar a Lynn Jr., quien, a sabiendas de esto, cedió en fuerza para pegarse al dorso de Stella en un abrazo y morderle el hombro con todas sus fuerzas.

-¡AAAAH!- Gritó Stella separándose de súbito.

-¡Maldita enana!- dijo llevándose una mano al hombro.

Lynn escupió a un lado. Las dos respiraban agitadas. Se veían con furia.

-Vas a arruinar a tu hermano, ¿lo sabes?

-La que jodió todo fuiste tú, metiche idiota.-

Lynn se volvió a lanzar fuera de sí y Stella apenas pudo contenerla. Rodaron por el piso, hubo mordidas y jalones de pelo. Stella pudo por fin conectar (casi accidentalmente) un rápido codazo a la altura del pómulo derecho y Lynn devolvió un derechazo que rompió levemente el labio de Stella.

Se separaron muy agitadas, se pusieron de pie con dificultad.

-Les voy a decir a tu hermano-jadeó Stella- le voy a decir a todos, la clase de pervertida que eres.

-No soy una pervertida como crees, Stella. Yo...de verdad yo...solo quería...- Lynn junior se detuvo, se paró muy derecha y miró a su contrincante con orgullo; suspiró, luego se pegó a la pared y se dejó caer, recogió las piernas y agachó la cabeza.-Yo solo quería que él no sufriera otro desamor...y ahora debe estar devastado al saber que su novia de 4 días...es un completo fraude de lo peor...

-¡Oh, no! no, no, párate y terminemos esto.- Dijo Stella quien no se soltaba el hombro mordido.

-No tiene caso, y en serio, no te quiero lastimar.- dijo Lynn sin verle.- De todas formas ya me hiciste daño donde más me duele; él no me va a querer hablar más en la vida.- La castaña apretó los labios para no llorar.- Pégame si eso es lo que quieres y luego ve a contarle al mundo la clase de horrible persona que crees que soy.

Stella se talló un poco el rostro, se tocó el labio, vio algo de sangre en sus dedos. Había notado que Lynn no dio el golpe de lleno. Apretó un poco los dientes y movió la cabeza como negando una idea.

Caminó y se sentó al lado de Lynn.

Ambas respiraban cansadas. Estuvieron en silencio un rato.

-Bien, -dijo por fin Stella.- supongamos que te creo y ahora te gusta vestir como princesa de cuentos de hadas; ¿de verdad solo haces esto por que no quieres romperle el corazón? ¿No crees que era lo mejor decirle la verdad desde el inicio?

Lynn suspiró. -Si, supongo que era lo mejor. Pero yo lo escuché dos veces sollozar porque ninguna chica lo quiere. Que todas lo dejan como amigo.- Lynn volteó a ver a Stella. -Te mencionó a ti como la última que lo hizo. Créeme, aun le dueles.

Stella desvió la mirada.

Lynn continuó, -Luego me mencionó a mí, o a Valentina pues, que le gustaba mucho y que ella también le había dejado fuera.-

-Stella.- Dijo Lynn con firmeza.- No pude romperle el corazón después de eso. Asumí que andaríamos de la mano y pasaríamos el rato platicando unos días antes de inventar que me iba a algún lado lejos y que no podía decirle. Lo que yo quería era que hiciera bonitos recuerdos de una chica, algo que le hiciera ver que es un chico estupendo. Porque lo es y no porque sea mi hermano; me ha tratado como una dama, es atento, te hace reír y es ocurrente. Procura que una se sienta cómoda.

Yo quería que él se despidiera de Valentina con el recuerdo de que estaban enamorados y que había triunfado. De hecho, el beso fue porque él se veía triste, y le hice prometerme que todo sería sin tristezas.

Ahora, el debe estar devastado y super enojado al saber que soy yo.- Y Lynn enterró la cabeza en las rodillas.

Stella no sabía que pensar. Sinceramente, Lynn no parecía mentir, la escuchó tratando de evitar el llanto. Suspiró un poco.

-¿Cómo estás tan segura de que él ya sabe que tú eres Valentina?

-Porque tú lo gritaste a todo pulmón en el parque.

-Sí, lo hice, pero, para empezar, yo no sabía que realmente eras tú. Yo grité por que realmente no creía que lo fueras.

-Ya no importa.

-¡Claro que importa! De entrada, si Lincoln ya sabe, debes tener el montón de mensajes en tu cel de él tratando de localizarte o algo así.

Lynn se le quedo viendo con algo de sorpresa y miedo y de inmediato se fue a gatas hasta su mochila, extrajo el celular y lo prendió.

"12 mensajes sin leer"

El estómago se le contrajo.

Al abrirlos, todos eran de Margo, y ella lanzó una exhalación profunda.

-Ninguno.-

-Bien, déjame mando un mensaje yo.- Stella alcanzó su celular que en la batalla se había caído. Tenía parte de la pantalla fracturada.

-Me debes una pantalla.-

-¿Que vas a hacer, Stella?- Preguntó Lynn con temor.

-Le voy a mandar un mensaje a Clyde preguntándole como le fue a Lincoln en su cita. Ese niño es bien observador.

Telegram:

"Stella: Clyde, oye, como le fue a Lincoln en su cita?

...

...

Clyde: Antes que nada, buenas noches, Stella.

Stella: Ya dime y déjate de cosas.

Clyde: Y a tu crush le fue bien. Estaba sumamente feliz. Creerás que llegó presumiendo que le había dado un beso a esa niña tan linda? Que suerte tienen los que no se bañan seguido."

Stella sonrió, luego expresó dolor en el labio. Le pasó su celular a Lynn quien le veía expectante.

La chica castaña, al leer, no pudo evitar llorar un poco. Como odiaba que la vieran así.

-Al parecer tu novio no está enterado.- Dijo Stella cuando le regresaron el celular.

Lynn la volteó a ver con desdén. –¿Ya puedes bromear con eso? Hace medio minuto yo era la "enana incestuosa".

-Mira Lynn, no sé bien que pensar de todo esto y sinceramente tu actuar me da escalofríos, pero cierto es que Lincoln se estaba deprimiendo demasiado. Él es muy sensible, le afectan mucho los cambios y teme perder a los que quiere, casi desesperadamente.

-Veo que lo conoces bien, lástima que no quisiste ser mi cuñada.

-Él...ssssssi me gusta, Lynn, pero si yo accedía, iba a separar su grupo. En ese momento lo que yo requería era amigos, no un novio.

-SI, siempre hay excusas, peeero no quiero pelear de nueva cuenta. Te tocará consolarlo porque Valentina no volvió jamás.

-Bueno, eso de consolarlo...no lo sé. Pero, por otra parte, ahora que hice como que te creo, Lynn, pues ¿Qué impide que le des su cuarto día y que se despida bien? La verdad es que, si lo dejas así, lo tendremos escribiendo poemas lúgubres como Lucy.

-¿Con esto?- Dijo señalándose el pómulo hinchado por el codazo de la pelea.

-Lynn, te sabes poner como 2 centímetros de maquillaje en la cara, desapareces las pecas y tu color bronceado, ¿no vas a poder tapar ese moretón?

-El moretón si, pero no la hinchazón y hoy me va a ver este golpe y mañana por la mañana y mañana en la tarde a Valentina. Esto no se puede cubrir más que con Photoshop.

Hubo otro silencio incómodo.

-Bien,- dijo Stella- ahora me siento culpable de alguna manera.

-¡Vaya! ¿Ahora entiendes mi furia?

-¡Oh, vamos! Vi a uno de mis mejores amigos ser besado por su hermana en medio de un parque mientras él cree que es su novia...dime si eso no se ve mal.

Lynn volvió a meter la cabeza en las rodillas. –Sí, ya lo sé.-

-Esto vamos a hacer, Lynn Junior. Le mandaré un mensaje a Lincoln que te encontré....es decir a Valentina en una plaza, y que me llamaste y me dijiste que le dijera que, por cuestiones familiares, no podrías ir mañana, pero que podrían tener su último día el viernes. Así tienen su despedida, el chico recupera su confianza y tú sigues coqueteando con tu hermano como se nota te encanta.

-"ja-ja" celosa...- Ironizó Lynn.- Fuera de tu chiste barato, sí parece funcionar, en tres día se desinflama completamente.

-Bien, bueno, apenas llegue a mi casa, lo envío.

Las chicas se pusieron de pie. Lynn comenzó a recoger su ropa, a doblarla y guardarla con delicadeza. Miró un poco los guantes de seda.

Quizá ya ni sé que está bien...

-¿Nos vamos?- Dijo Stella sacándola de sus pensamiento.

-Si.- Lynn se colocó su mochila y salieron de aquellas duchas de gimnasio.

Al salir del lugar y tomar la banqueta, ambas chicas tomarían caminos diferentes.

Antes de eso, Stella no pudo evitar hacer una pregunta que le carcomía.

-Lynn, una cosa más; ¿de verdad en tu familia se dan besos de piquito, normalmente?

Lynn suspiró.

-Sí, pero es algo muy raro y es más con los hermanos menores. Y sí, Stella, sí he besado de piquito a Lincoln en alguna ocasión. La última vez fue hace como año y medio, la verdad es que me emocioné mucho por su regalo de navidad ya que hacía tiempo que quería unos guantes de portero profesional y él los consiguió exactos a mi medida.

-Ya veo. Sí, sé de familias que lo hacen, pero a mí se me hace algo raro.

Sin embargo, Lynn ya no le respondió; se había sumergido en un oscuro pensamiento nacido de un regalo de navidad.

Exactos...a mi medida.

****************

Y bueno, razones y desrazones.

Al final Stella cree en Lynn,

Detalles en las medidas. Detalles.

Pregunta: ¿saben como hacer unos guantes a la medida?

Comunicado: En breve se subirá un ESPECIAL DE EXPLICACIÓN DE LA CONEXIÓN DE TODAS LAS HISTORÍAS DE ESTE LIBRO narrado por Lisa Loud. 

Espero sea hoy. Saludos y gracias por estar.

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