El Poema.- V
Y seguimos con nuestra Lucy extraviada. Saludos a los que siguen esta historia. :D
El Poema V
-Mundo Invertido-
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-Es... Lucy.-
...
Lincoln se sintió mareado de pronto al darse cuenta de que estuvo a nada de olvidar a su hermana. El celular bullía en mensajes de Clyde mientras él seguía perdido en aquella imagen. Una linda niña de cabello intensamente negro.
Quiso marcarle, pero recordó que ella ya le había bloqueado sus llamadas. Sin embargo, también recordó que hubo una llamada antes, la primera; una donde ella le había reconocido y le había pedido ayuda a gritos.
-Debo hacerlo. - Pensó.
Tenía que contactarse con esta Lucy, así fuera que ella no lo recordara. Era lo único que tenía. Lo único que le quedaba de su querida hermanita y no lo dejaría ir.
-Tengo que ser muy cuidadoso. –
Esta Lucy ya parecía odiarle, así que después de meditarlo un poco, comenzó a escribir.
"LL: Oye, quiero pedirte una sincera disculpa por la llamada. Yo te confundí con alguien y por eso, dije lo que dije.
LL: de verdad lo siento... L "
Lincoln sabía que no respondería rápido (si es que lo hacía) así que aprovechó para escribirle a Clyde.
"LL: Clyde, mira, me surgió una situación viejo, creo que es mejor que no nos veamos hoy.
CM: De que estas hablando?? Voy a llevar mi videojuego, era lo que más querías.
LL: No puedo decirte ahora, pero seguro que lo hare más adelante. Discúlpame, Clyde.
CM: Lincoln, sabes que puedes confiar en mí. Si te pasa algo grave, dime. "
Lincoln se moría de ganas por contarle todo. Necesitaba con quien compartir tal presión que sentía en el pecho, pero no era momento. No aún.
Checó el chat del número desconocido y vio que la chica había visto el mensaje, pero no había ni señas de que fuera a responder.
-Me dejó en visto. – Y pasó de nueva cuenta al chat de Clyde.
-Te prometo explicarte todo más tarde. - Le escribió y cerró el celular.
Habiendo hecho eso, se puso de pie con lentitud y se estiró un poco. Luego se asomó al bote de basura donde encontró las cenizas del que había sido El Poema que, de alguna forma, daba inicio a toda esa locura. Un extraño Poema de amor prohibido, como tanto le gustaban a su hermana, pero esta vez dirigido sin preámbulos a él.
-Si mamá lo hubiera leído seguro la internaban en algún convento. - Pensó.
"No me dejes ahora ¡Por favor!, perdona mi falta si es tan grave; que una joven su corazón depare, en virtud de su hermano, de la llave." Recordó casi como un eco. Lo había leído tantas veces que varias partes se le habían impregnado en la conciencia.
-No te dejaré nunca, hermanita.- Se dijo mientras seguía viendo las cenizas.
Caer en un estado de amnesia en el momento de quemarlo de pronto no se le hizo raro. El poema era el único contacto con el lugar de donde él provenía realmente, uno en donde Lucy estaba viva.
De pronto ya no sabía si había hecho bien al prenderle fuego.
Se talló la cara y por primera vez se propuso pensar fríamente. Para empezar, tenía que dejar de llamar la atención en su familia por lo que decidió, llegado el momento, actuar lo más normal posible. En un rato tendría que bajar a comer y supuso que la vida en la casa sería igual que siempre.
Las gemelas peleando, Lori en el teléfono. Luna y su escándalo con algún instrumento, etcétera.
Solo no estaría, pues, ella...
Mantendría bajo perfil hasta que pudiera contactar a esta otra niña. A esta otra...Lucy.
Esa última frase reboto en su cabeza varias veces. Fue a su teléfono a volver a ver la foto.
Al abrir la imagen no pudo evitar saber que era ella; se llenó de determinación, tomó el teléfono y volvió a escribir.
"LL: Mira, yo, tuve una hermana muy parecida a ti. No te enojes conmigo, es verdad te lo juro. Y te confundí con ella. Perdóname por fa...
LL: Mira, no soy mala persona, puedes buscarme en Facebook y ver que soy un niño normal con una familia muy grande. No soy mala persona y solo quiero que me disculpes. Búscame como Lincoln Loud y te darás cuenta que no miento.
LL: Y te repito, si te ofendí, de verdad discúlpame."
Respiraba agitado cuando terminó de escribir. Sentía un nudo en la garganta por no poder escribir que la quería y que deseaba que estuviera de vuelta. Sentía que volvía a desesperarse. Alguien tocó la puerta.
-Lincoln, ¿Bajas a comer? -
-Si Lynn, ya bajo. – Contestó rápidamente le chico.
Observó el celular una vez más. Negó un tanto con la cabeza. Luego salió de su habitación.
***
La comida había transcurrido sin mayor contratiempo. Su madre le había preguntado si estaba bien y el, muy tranquilo, fingió que todo era una pesadilla. Respuesta que a Rita no le agradaba y Lincoln lo notó.
-Es normal.- Pensó. – No creo que le agrade que uno de sus hijos sueñe a su hermana muerta que nunca conoció. -
La mesa había estado normal: alguien lanzando comida, un par de chistes insulsos, un balón de futbol, todas eran exactamente iguales. Bueno, quizá Leni estaba algo diferente y más ensimismada que de costumbre, pero nada de que alarmarse. Lo que no dejaba de incomodarle era esa sensación de no pertenecer, de no estar en el lugar adecuado. Como una gota de aceite perdida en un balde de agua. Sentía que algo invisible e incómodo lo separaba de las demás.
-Terminé. - Dijo. – Voy a ir a hacer tarea, Clyde me la pasó por mensaje, no quiero que me castiguen si no la llevo. - Y les sonrió a todos con una mano en la nuca.
Subió las escaleras, y desapareció.
-Mamá. - Dijo Lynn cuando su hermano se perdió escaleras arriba. - ¿Él está bien? Habló de cosas raras en la mañana. -
-Si cariño, solo tuvo una pesadilla. - Contestó Rita quitándole peso al asunto.
-Si. - Intervino Lana. - Incluso dijo que se llamaba Lucy. -
Rita frunció la boca y el rostro se le contrajo; Lynn padre puso una mano en el hombro de su esposa.
-Es solo una pesadilla, linda. Lo mejor es no hablar del tema porque su hermano amaneció muy afectado por eso. Dejemos el tema ¿Sí? -
-Pero papá. - Intervino Luna.
-Chicas, basta. ¿Ok? - Dijo por fin el hombre con algo de fuerza.
-Si, papá. - Se escuchó casi al unísono.
Rita se levantó y fue a la cocina alegando que iba por un aderezo.
***
-Ni un mensaje. - Pensaba Lincoln mientras viendo por enésima vez su celular.
No perdía la esperanza de que le contestara ya que no aparecía como bloqueado; por lo menos no aún. Además de que el último mensaje que envió, aún no le aparecía como leído.
Le temblaba la mano por insistirle, por volver a escribirle, pero sabía que, de hacerlo, podría asustarla definitivamente y terminaría sin poderla contactar.
-Y se acabó el juego. - Dijo amargamente. Inmediatamente negó con la cabeza y dijo con determinación.
-No. Si eso pasa voy al ático y lo volteó todo de cabeza; algo pasó allí y no lo soñé. Ella me llamó: La Lucy de mi tiempo, Mi Lucy. Y está sufriendo. Está sufriendo mi manita...– Y sintió dolor.
Perdido en esos pensamientos estaba cuando de pronto, Lisa entro sin avisar. Lincoln se sobresaltó un poco.
-Que... ¿Qué quieres, Lisa? Y ¿Por qué rayos no tocas? -
La pequeña camino con sus típicos pasitos apresurados hasta quedar frente a su hermano. Puso las manos detrás y le preguntó, seria.
-Hermano, no me enorgullezco de decirte que escuché las pláticas de nuestros progenitores con la consanguínea mayor. Por lo que no tengo temor en preguntar: ¿Sabes de nuestra hermana Lucy?.-
Lincoln solo se le quedó viendo. No tenía ganas de empezar nuevamente con toda la perorata, y sabía de mucho tiempo atrás, que Lisa jamás le creería que venía, por decirlo así, de otro lugar donde Lucy si existía.
-Solo tuve una pesadilla, Lisa. Soñé que teníamos una hermana con ese nombre. Solo olvídalo. - Le contestó con molestia mal disimulada.
-Notó en tu expresión que no estas conforme aún. Puedo hacerte unos exámenes si gustas para checar que no tengas ningún problema cerebral. -
-Solo déjame solo lisa. No estoy de humor para pruebas. – Y se recostó en la cama.
-Como quieras. Solo me preocupaba por ti, so tonto. - La niña dio la vuelta y procedió a abandonar el lugar. Fue entonces que Lincoln le preguntó:
-Y tú, ¿Como sabes lo de Lucy? -
Ella se volteó, se acomodó los lentes y le dijo con su parsimonia habitual. -Yo lo sé todo en esta casa. -
-Entonces dime. - Apresuró Lincoln. - ¿De quién es la alfombra azul con negro que está en el ático? -
-Todo mundo sabe que fue de la bisabuela Harriet. Mamá dice que está allí desde que se mudaron y por eso no se atreve a moverla a pesar de que nunca le ha gustado. Malditas supersticiones humanas. - Luego. Se llevó una mano a la barbilla. - El que no te acuerdes es también un síntoma de algo. ¿Estas sufriendo amnesia, hermano mayor? -
-No, no, solo...solo olvídalo. -
-Está bien, si me necesitas, estaré tratando de revivir una rana muerta que me trajo Lana. -
Y la niña salió de la habitación.
***
En todo el día no hubo respuesta. Lincoln había notado que su mensaje ya había sido leído, pero aun ni sombras de que hubiera intención de responder.
Lincoln apenas si había salido de su habitación para tomar una ducha e ir a la cocina por agua, siempre pendiente de una respuesta que, al parecer, no llegaría.
Con la caída de la noche, comenzó a embargarle una inmensa tristeza.
Ya con su pijama puesta, dejaba colgar sus pies al borde de la cama mientras veía un celular que no emitía la señal que esperaba. Era un faro apagado a la costa de inmenso mar.
-Lincoln, ¿Puedo pasar? - Se escuchó la voz de Lori.
-Adelante. - Dijo el albino con bastante desgano.
Lori entro con lentitud, llevaba igual su bata de dormir. Caminó directo a la cama de su hermano; él tenía la cabeza gacha.
-Lincoln, ¿Ya estás mejor? -
-Si Lori, yo... solo no he tenido un buen día... después de la pesadilla. - Le mencionó.
Ella le acarició la cabeza con intensidad y él levantó la vista. Ella le acarició la mejilla y él se disparó a abrazarla para estampar su rostro el vientre de su hermana; y por fin llorar en silencio. De miedo, de desesperación y de impotencia.
Estaba solo, se sentía solo.
Lori se tensó al sentir a su hermano tan emocional y lagrimeó también.
-Es solo... que... que lo que soñé fue muy feo. Pero ya mañana estaré mejor. - Le dijo para evitar que se alarmara mientras se secaba las lágrimas.
Ella lo volvió a abrazar. -No me importa, mi conejito. Solo no quiero que estés triste. Te enteraste de lo de nuestra hermana y, bueno, no es bonito cuando uno piensa que, en realidad, nos falta uno. -
-Si Lori, nos falta uno. - Dijo mientras volvía a llorar en el regazo de su hermana.
Paulatinamente se tranquilizó y Lori se despidió con un tierno beso en la frente.
-Duerme bien, conejito. Trata de descansar. - Dijo ella sonriéndole desde la puerta.
-Tú también, Lori. Y gracias. - Le devolvió la sonrisa. Luego se acomodó en su cama y suspiró profundamente repitiendo de forma inconsciente:
-Suspiro. -
Se giró para quedar contra pared buscando conciliar el sueño, aunque sabía que le sería imposible por más que lo intentase. Todo era un caos y parecía perderse en la inmensidad de la nada. Temía olvidarlo todo para cuando despertara y que el cuento acabara así. Sin ella para siempre.
Para siempre.
Luego, el celular brilló.
Un texto apareció y de lejos pudo leer en ese letrero superior que sale, aunque no toques tu celular.
"Num. Des.: De verdad... te llamas Lincoln Loud."
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Y hasta aquí la historia. Y bueno, de aquí yo creo que nos decantamos a la siguiente parte. ¿Se imaginan cual es? El nombre del próximo capitulo es "Un Encuentro".
Saludos a esos chicos que leen y comentan. Gracias totales.
Mr. Crass no sufraaaaas.
Tempestida, saca los lemons!
Andryw un fic de Spienel, anda. jajaja
Aureusedward, gracias por tus comentarios viejo :)
Gendou -El Salario Mínimo- Uribe
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