La primera parte no me terminó de convencer realmente. Así que pensé incluso en borrarla. Y en vez de eso hago su segunda parte. 

Hay que joderse. 

Esto es:

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El Perfume 

Parte II

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- Tengo diez hijas, Lincoln. Diez. Es decir, diez... ¿Si captas a donde voy con esto?-

-Si, papá, y te digo que no es lo que crees. Yo solo...-

-Si, lo de la niña hacker y el perfume de Lisa. Con la cual aún voy a hablar, esa cosa puede ocasionar mas problemas. Te decía, mira, yo, de verdad respeto si te gusta...vestir como princesa y que tus amigos prefieran enviarte flores a ti en vez de alguna de tus hermanas, pero... je...je, je...-

-Papá... ¿te estas riendo?-

-Je, je... si, se me hizo hilarante que tus amigos te envíen cosas a ti, teniendo tantas hermanas.-

-Si, es irónico. Entonces, ¿esto no es un regaño?-

-¿Que? No. Lo que quiero decirte es que, siendo mi único hijo varón, cuando te cases con Clyde seas tú el que herede el apellido, ya que tus hermanas no podrán hacerlo. Por lo menos no sin un costo.-

-Estas bromeando, ¿verdad?-

-No lo sé, tú dime.-

-¡Pues obvio que no! Solo fue una vez que...-

-En realidad han sido más; ¿recuerdas aquella vez que llevé a las chicas a mi trabajo?-

-Eso fue diferente, yo quería...-

-Y la vez que te vestiste de abuela.-

-Eso no...-

-También está cuando te disfrazaste de tus hermanas para engañar al abuelo.-

-Yo... ¿Sabes? Olvídalo, ¿tenemos o no yogurt de fresa?

-Sabes que siempre tengo de sobra para los postres.-

-Bien. Tengo un plan.-

Unas horas más tarde...

-Los he reunido aquí en el garaje de mi casa, por el mal entendido del día de ayer. Pasaron cosas que no quiero acordarme y ahora están bajo una especie de trance que les hace estar enamorados de...bueno, de mí. -

-No sé de qué hablas, Lincoln. Yo no estoy enamorado de ti.- Dijo Clyde.

-Es verdad, viejo, que locura.-Secundo Rusty.

-Claro, eso sería gay, ¿no?- Continuó Liam.

-Así es amigo, nosotros a quien amamos es a Liberty.- Dijo Zach acomodándose los lentes.

-¡Pero si Liberty soy yo con vestido!-

-Si bro, pero...no, es diferente, Liberty es una super niña.- Dijo Liam.

-Muy linda con sus pecas.-

-Y su cabello.-

-Y esa sensualidad femenina tan natural.- Finalizó Clyde.

-Cuarteto de idiotas.- Murmuró Lincoln con un tic en el ojo.-Solo, cómanse el yogurt que les di.-

-¿Un litro para cada uno? Lincoln, la verdad es mucho y ya desayuné.-

-Si, a mi no muy me gusta.-

-¿Es bajo en grasas?-

-Yo solo como el yogurt de granja.-

Y nadie comenzaba a comer nada. Lincoln empezó a desesperarse al ver que su plan fallaba por falta de apetito y disposición así que decidió jugar el todo por el todo.

-¿Así? ¿Con que no lo van a comer? Bien, vamos a ver si no se lo tragan...- Y el chico salió por una puerta del garaje.

Tres trapitos después...

La puerta trasera del garaje se abrió de golpe.

-Buenas tardes, chicos.- Dijo una voz dulce y atimbrada.

Rusty, Zach, Liam y Clyde voltearon a ver y bueno, no era más que Liberty en su vestido azul con olanes blancos, medias blancas y zapatitos de charol negro con hebilla dorada. A parte un peinado de cabello rubio y lacio sostenido por una diadema blanca. Lucía una sonrisa nerviosa que trataba de aparentar seguridad.

-¡Liberty!- Dijeron los chicos al unísono y corrieron hacia ella con los ojos brillantes.

Liberty se sentó en una mesa de madera y cruzó la pierna mientras parpadeaba unos ojos de pestañas largas. Los chicos estaban a su alrededor sin perderle de vista.

-Es un gusto volver a besar tu mano.- Dijo Liam.

-Y a sentir tu dulce aroma.- Dijo Rusty.

-Eres la más bonita de las Louds, ¿lo sabías? - Dijo Zatch

-No puedo dejar de pensar en ese día que estuvimos encerrados en el casillero, amor mío.- Terminó Clyde.

-Les agradezco sus atenciones a todos. Sus regalos fueron muy lindos.- Dijo Liberty mientras acariciaba el rostro de uno y de otro dejándolos embelesados.

-Pero, ¿saben que me haría muy, pero muy feliz.- Dijo mientras les soltaba una sonrisa.

-¿Qué cosa?-

-Si, mi reina, dinos.-

-Que se comieran ese yogurt que con tanto cariño preparé para ustedes.-

-Lo que sea por ti, mon amour.-

De inmediato, Zach, Liam y Rusty fueron a sus respectivos botes y comenzaron a comer ávidamente.

Solo Clyde no se había movido. Se había quedado como inseguro de hacer algo.

-Que pasa, cariño, no te gusta lo que preparé.- Dijo Liberty con suavidad mientras le agarraba el mentón al chico, levantando su rostro. Se debía decir que Lincoln disfrutaba tener ese tipo de poder sobre ellos.

Clyde la vio; su vestido amplio se regaba sobre la mesa de madera, su rostro con pecas acompañado de ese cabello y su aroma. Simplemente estaba perdido.

-Liberty.- Dijo el chico.- Si yo como el yogurt...¿te olvidaré?-

Y Lincoln sintió que la garganta se le apretaba junto a una sensación oscura en el pecho.

-Este...este...si Clyde, pero siempre me tendrás aquí.- Y le tocó suavemente la frente, luego le dijo en su voz normal: pero en serio, Clyde, cómete el yogurt que me estas asustando.-

-Lo haré. Lo haré por ti, amor mío.- Y sin avisar el chico le tomó de las mejillas y le dio un leve beso en los labios para luego dirigirse velozmente a comer su respectivo bote.

Sobra decir que Liberty se quedó en shock. Luego escuchó que alguien carraspeaba la garganta. Volteó a ver aun impactado y se dio cuenta que no era más que el señor Lynn con mirada sería y una ceja levantada. Inmediatamente Lincoln se bajó de la mesa y fue hasta él.

-Papá, no es lo que parece, te juro que no es lo que parece, hice esto para que se acabaran el yogurt. Lo que viste no prueba nada, es meramente circunstancial. -

La verdad es que costaba creerle al chico mientras portaba todo ese elaborado traje.

Sin embargo, Lynn, aun en su seriedad, le acarició la cabeza. Luego suspiró.

-No sé que como rayos funciona las relaciones hoy en día, ni lo que les gusta ponerse de ropa, pero solo una cosa si queda a tu cargo como el varón de la familia: sea como sea, o heredas el apellido, o te desheredo. –

-Si, papá. - Respondió el chico.

-Por cierto, que bien te maquillo Leni.-

-En realidad me maquillé yo.-

-Oh-

Y el señor Lynn dio media vuelta y procedió a dejar el garaje.

Afuera, le esperaba Rita.

-Mis 500 dólares, por favor.-

-¡Vamos, Rita! Esto aún no se define. –

-Lo que se ve no se juzga. Y si las cosas cambian te lo devuelvo, ¡ahora paga, Loud!-

Y molesto, el patriarca de una enorme familia de 11 mujeres y media, pagó la deuda.

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Uno a uno los chicos fueron saliendo del garaje una vez que el yogur desintoxicó sus cuerpos. Había pasado, quizá, media hora desde que se habían acabado cualquier cosa que Liberty les hubiera puesto enfrente.

Casi no se acordaban de nada, solo que Lincoln les había devuelto algunas cosas que no recordaban por que habían enviado.

El último en salir fue Clyde. Quien se quedó un momento con su amigo (quien vestía ya normalmente).

-¿Estas bien, Clyde?-

-Si, Lincoln, es solo que todo es confuso y siento una presión en mi pecho. Como que algo importante se me olvida, y no sé qué es. -

-Creo que será mejor que no lo recuerdes. -

-Si, quizá. De todas formas, por favor, conserva la pistola de agua, sé que siempre la habías querido y me siento mejor si te la quedas.-

-Es tu preferida, Clyde, y de inicio ni siquiera debiste enviármela. -

-Solo sé que tenía que hacerlo y que me emocionaba mucho el mandarla. Era una sensación muy linda.-

El chico caminó un poco, luego dijo algo serio,

-Bueno, nos vemos mañana en la escuela, Lincoln.- Subió a su bicicleta y se retiró, dejando a su amigo muy pensativo.

-¿Sabes?- Dijo una burlona voz.- Si esto fuera una novela yaoi, en este momento te ponías el vestido e ibas tras él.- Dijo entre risas quien no era otra más que Luan.

-Piérdete, Luan.-

-Sería buena idea, quizá si me pierdo encuentre tu heterosexualidad ja, ja, ja. Ese beso estuvo de diez.-

-Luan, si vas a estar molestando...-

-Espera, no, en realidad si vine a decirte algo.- La chica se acercó a su hermano y lo tomó de los hombros.

-Lincoln, en serio, si esto te gusta nadie te criticará. Déjame terminar. Es una cuestión tuya y nadie se meterá contigo. Sabes que nos apoyamos y te queremos mucho. Nuestro hermano es mucho más que un vestido ¿sabes?-

-Luan...-

-¿Si?-

Lincoln suspiró. -Gracias.-

-De nada. Vamos por un helado, yo invito.-

-Si, por favor. Algo para olvidar estos dos días.-

-El tuyo será de yogurt de fresa...-

-¡Luan!-

-¿Que? Es un sabor "intermedio" ¿entiendes?-

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Espero que sea de su agrado, es lo último que escribiré por ahora. Un saludo a todos los que comentan y dicen y escriben. Son geniales.

Recuerden, cuando vean un "trap" coman yogurt de fresa.

Gendou Uribe