¿Recuerdan ese one-shot donde Lincoln y Sid están pasando un buen momento de romance adolescente y les gana la culpa de Ronnie? Pues esta es la continuación.

Esto es:

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DESDE QUE TE CONOZCO 

- 2da. Parte. -

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"Dile a Sid que es una perra"

Fue lo que escuchó Lincoln al contestar el teléfono. Había recibido una llamada de Lori, por eso la había tomado, pero no era de su hermana mayor aquella voz que resonaba en rencor.

Sid notó la seriedad de Lincoln de inmediato y le preguntó con temor que quien era, pero el chico no respondió.

Después de aquella charla donde habían intentado calmar la culpa que ambos sentían por su amiga en común, habían seguido aquel juego de auto descubrirse, dejando absolutamente todo a un lado.

Ronnie Ann y Lincoln eran solo amigos, ¿no es cierto? Por tanto, no había nada de qué avergonzarse. Nada que temer. Esa era la verdad.

Aquella chica de ojos alargados ya estaba solo en su panty blanca de kanjis coreanos y él, en su ropa interior roja. Se habían abrazado dando vueltas entre las sábanas intercambiando besos y gemidos, caricias, toques y roces que los estaba acercando cada vez más, a un punto sin retorno. El largo cabello castaño bordeaba el rostro pecoso del albino que había soñado hacía ya algún tiempo, estar así con ella. Y sonreía enamorado.

Ya no eran unos niños y la tarde estaba dejándolos descubrir algo nuevo y cada vez mas embriagante.

Las piernas de Sid rodearon instintivamente la cintura del chico al dar un giro más en aquella cama, cuando el celular de Sid cayó y, al estar en silencio, nunca escucharon las llamadas que quedaron perdidas de su amiga. Mucho menos los mensajes donde Ronnie le preguntaba a Sid, si estaba nuevamente con Lincoln. Donde reiteró que ella era consciente de que Lincoln le gustaba. Donde enfatizó un grito que impidiera la realidad que se le venía.

Ahora, ambos detenidos en el tiempo, reaccionaban a sus instintos primarios, con el susto.

De Ronnie solo se escuchó aquel reclamo, luego fue la voz de Lori la que sonó.

-¿Se puede saber que estás haciendo, Lincoln?

Fue cuando el chico reaccionó.

-Lori, ¿Qué rayos está pasando? ¿Esa fue Ronnie Ann? ¿Qué diablos le pasa?

Sid, al escuchar el nombre de su amiga, de inmediato se tensó. Fue por su corpiño y su blusa y comenzó a vestirse.

Lincoln le volteó a ver y pudo notar el miedo en la mirada de aquella chica pecosa. Se puso nerviosamente la diadema, pero esta resbaló de sus manos. Sid temblaba.

-No te hagas el inocente, Lincoln, Ronnie dice que Sid está en tu casa y que ustedes ya son novios. ¿Eso es cierto?

Lincoln apretó su celular. -¿Y que si lo fuera?- Dijo. Sid se llevó una mano a la boca señalando en un gesto que no, intuyendo la plática. Pero Lincoln no se detuvo -Ronnie y yo solo somos amigos, no entiendo que es lo que le está pasando.

Hubo un silencio en la llamada. Del otro lado de la línea, Ronnie escuchaba en el altavoz del celular de Lori.

-Tienes razón, Lincoln- Sonó en la voz de Ronnie, un dolor- No somos nada, y nunca lo hemos sido. Pero... por lo menos ten el valor de aceptar que estás con la traidora de Sid. Sé que no somos nada, pero ella sabía que me has gustado siempre. Sé que está contigo, cada que puede está en Royal Wood, tiene rato que se ven a escondidas, que hablan ya sin mí y esta bien, no pasa nada, yo puedo aceptarlo; pero díganmelo de frente y no esto que me están haciendo.

Lori tenía un nudo en la garganta. Roberto estaba furioso. Del otro lado, Lincoln había puesto el altavoz para que Sid escuchara. El chico estaba dispuesto a todo, le diría la verdad; pero Sid le pidió suplicante que no lo hiciera; y Lincoln, después de pensarlo un momento, solo le dio un beso en los labios.

-Es verdad que me he visto con Sid, Ronnie.

-Si, ya me lo imaginaba yo.

-Pero no como tú crees.

-¡No mientas, Lincoln!

-¡Me vas a dejar terminar! Ya que me estás acusando enfrente de mi hermana, mínimo déjame dar mi versión de los hechos.-

Hubo un silencio que solo aumentó la tensión.

-Estoy en mi casa, haciendo mi tarea, no pude ir con mis hermanas ni a ningún lado por estos deberes y recibo una llamada de este tipo de tu parte. Si, Ronnie, si he salido con Sid pero todas esas salidas han sido públicas. ¡Revisa mi face! O ¡El instragram!, todas las veces que nos hemos visto no han sido como que a ocultas y lo sabes. ¡Si tienes dudas háblalo con directamente con Sid! No que me hablas a mi y me reclamas de la nada.

-Ella...no me contesta...

-¡Y yo tengo la culpa!

Del otro lado se escucharon sollozos, la llamada se cortó. Lincoln apretó un poco la mandíbula.

El chico suspiró, luego volteó a ver a su compañera quien ya se había acabado de vestir.

-¿Por qué no me dejaste que le dijera la verdad?

Ella le desvió la mirada. -Yo...le...le tengo miedo, Lincoln. Ronnie es muy fuerte y ya aun voy en la misma escuela que ella. Si ella se entera y decide tirarme los dientes lo va a hacer con suma facilidad y eso me da...mucho miedo.

Lincoln volvió a suspirar e hizo para abrazarla, ella se dejó caer en su pecho. Le acarició un poco su cabello mientras disfrutaba su dulce aroma, curiosamente cítrico.

-¿Y entonces que vamos a hacer? ¿Nos vamos a dejar de ver?

-Yo también siento muchas cosas por ti, Lincoln. Me gustas mucho y lo que ha pasado hoy, hasta antes de la llamada, ha sido maravilloso.- Le dijo y le dio un leve beso en el pecho.- Mira, en medio año terminamos la preparatoria y estaremos saliendo de la escuela. Solo esperemos a eso, por favor.

-¿Y mientras tanto?

-Mientras...- La respuesta de Sid fue interrumpida por una llamada al celular de Lincoln; era de Ronnie. El chico intuyó que su amiga había buscado privacidad para continuar la charla. Antes de contestar, se dio cuenta que tenía un mensaje de Lori, quien le decía que, llegando, iban a tener una larga conversación.

Lincoln contestó y puso el altavoz.

-¿Si?- Dijo el chico, pero solo hubo un silencio.

-¿Ronnie?

-De verdad...¿Sid no está contigo?

El chico suspiró. -No, Ronnie, no está aquí.

-Lincoln, yo...siento algo muy feo en el pecho. Sid ya no habla conmigo como antes y tú tampoco...

-No sé qué pase con Sid, pero yo estoy en exámenes. Ya te había dicho hace algunas semanas.

-Si, lo sé...Lincoln, pero tú...¿me sigues queriendo?

-Claro que sí, Ronnie, no sé a qué viene tu pregunta, ahorita estoy molesto por este show que me montaste en presencia de mi hermana, que tú sabes, me va a costar calmar, pero claro que te quiero. Seguimos siendo amigos.

-Lincoln, tú sabes a lo que me refiero...

-Creo que eso, Ronnie, es algo que no debemos hablar por teléfono. Si vamos a hablar sobre algo que sentimos, tendremos que vernos.

Lincoln sintió que las manos de Sid le atrapaban del brazo enterrando un poco las uñas. Él la volteó a ver y se encontró con que ella estaba seria mirando a un lado de la cama.

-Si...creo...que tienes razón...¿Cuándo podemos vernos?

Sid se volvió a apoyar en el pecho de Lincoln, luego dio un suave beso en la mejilla. Lincoln sintió que le dejaba caer cual cascada, su cálida respiración hacía el vientre.

-Será la otra semana, ¿te parece?, tengo que terminar algunos deberes.- El chico comenzó acariciar el cabello de Sid con algo de intensidad.

-Bien...-Dijo tristemente. - Voy a tratar de seguir localizando a Sid...

-Ok, me avisas cualquier cosa.

-Lincoln...no me engañes por favor...de verdad cualquier cosa dime la verdad, pero no juegues conmigo.

-Ronnie, ¿Qué quieres que te diga? Ya te dije que estoy haciendo mis deberes, pero, fuera de eso, ¿y si yo tuviera novia y no te hubiera dicho? ¿Si fuera novio de Stella, por ejemplo?- Sid le dio una beso cerca del cuello. Lincoln se estremeció.

En el teléfono se escuchó un sollozo. Lincoln continuó. -Debemos hablarlo, Ronnie. Tampoco es justo para ti.-

-¿Tienes novia?

-No. Pero creo que debemos hablarlo en persona.

-Ok, quedamos entonces para la otra semana. ¿Será que podamos tomar un café o ir al cine?- Lincoln volvió a sentir levemente las uñas de la joven castaña, esta vez en su pecho.

-Si, no hay problema, Ronnie. Bueno, tengo que seguir con mis cosas, hablamos luego, ¿te parece?-

-Si, está bien, Lincoln.

-Oye y no seas así, dile a Lori que fue un malentendido por que me va a venir a poner de bandera arriba de la casa.

Hubo un silencio, luego Ronnie contestó, -Si, yo le digo que fue un error.

-Te lo agradezco porque si, mi hermanita es un huracán.

Y la llamada terminó.

De inmediato dejó el celular y se fue sobre los labios de Sid apresándola a la cama.

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Roberto tocó la puerta de la habitación de su hermana, luego procedió a pasar sin esperar respuesta.

Vio a la chica en su cama bastante ensimismada. Él se sentó a su lado.

-Entonces, ¿todo fue una falsa alarma?- Preguntó.

-Yo...no lo sé, Bobbie. Solo...tengo un mal presentimiento; Sid ha viajado a Royal Woods varias veces y ha tenido salidas con Lincoln que son como citas.-

-Creo que debes hablar con ella directamente, Ronnie, decirle tus sospechas. Lo que hiciste estuvo mal, ¿sabes?, porque, si tienes razón, ahora los pusiste en alerta.

-¿Tú crees?

-Si. Yo digo que olvides lo que pasó hoy y hables con Sid directamente. Ahora, hermanita -Roberto le acarició el largo cabello a su hermana,- ¿Qué vas a hacer si ella te dijera que sí, que se ve con Lincoln?

El semblante de la Santiago paso de dolor a furia y luego a negación; luego se lanzó a abrazar a su hermano. -¡Es que ella lo sabía, Bobbie! ¡Siempre lo ha sabido! ¡Y se le fue a meter hasta su casa la zorra!

Roberto abrazó a su hermana, le acarició un poco la espalda. -Primero habla con ella, Ronnie. Y si sí están saliendo, pues mándalos al carajo. Eres demasiado hermosa como para estar lidiando a tu edad por un chico.

-Es que si lo quiero, Bobbie.- Dijo ella sin despegar la cara de la camisa de su hermano.-Si lo quiero.-

-Eso es otra cosa, Ronnie, ¿Por qué nunca se hicieron novios? Hasta les dejamos de presionar para que no se sintieran incómodos; ustedes siempre insistieron que eran amigos y tenían su "amigoversario" y todo eso.

-Yo...me quedé esperando que él me dijera algo...y la única vez que me lo iba a decir tuve miedo de perderlo...y cambié el tema...soy una estúpida, ¿verdad?

-No, mi Ronnie, solo eres una chica joven enamorada.- Él le besó la frente.

-De todas formas, Lori dice que va a vigilar bien a su hermano. Que lo ama con toda el alma pero que no va a permitir que te engañe, y si lo está haciendo, me va a decir.

-Si, gracias.- le dijo, sin embargo, eso no le daba calma a la morena.

*****

Algunas horas más tarde, Lori arribó a la casa Loud entrando con velocidad. Cruzó la sala y en la mesa se encontró a Lincoln terminando de armar una maqueta del cuerpo humano.

-Hola, Lori.- Dijo el chico si voltear a verle.

-¿Y bien?- Preguntó la rubia cruzándose de brazos.

-¿Y bien qué?

-¿Estás saliendo con esa niña, Sid?

Lincoln por fin la volteó a ver. -Te repito, Lori, y si te dijera que sí, ¿Qué?

-Lincoln, es su mejor amiga. Sé que tú y Ronnie no están saliendo, pero, no es así de fácil. 

Sabes que Ronnie siempre ha estado enamorada de ti y tú también...-

-A ver, a ver, Lori; tampoco es así. Primero que nada, esto es entre Ronnie y yo.

-Si, pero...

-Segundo, ella y yo nunca anduvimos y, si estuvimos enamorados, ya no importa. No sucedió. Así que tanto ella, como yo, podemos andar con quien queramos.

-¿En serio nunca anduvieron? Se notaba que se gustaban, ¿acaso nunca lo intentaste?

-Cada que lo intenté ella cambiaba el tema y yo me aburrí. Y no, no ando con Sid. La verdad no entiendo la actitud de Ronnie ¿hasta ahora le importa? ¿Su amiga se le pierde unos días y yo soy el culpable?

Lori lo observó unos segundos. Lincoln se defendía bien, pero igual algo no se sentía correcto; lo conocía a la perfección.

-Esta bien, entonces me permitirás revisar tu habitación.- Y sin previó aviso, Lori se dirigió con velocidad al piso de arriba, al cuarto del fondo que toda la vida había sido de su hermano.

Lincoln de inmediato se fue tras su hermana logrando dejarla atrás e interponerse entre ella y la puerta.

-¡Déjame pasar! Si no tienes nada que ocultar ¿Por qué te niegas?

-¡Porque tengo el derecho de hacerlo! Esto es una ofensa a mi persona y no les voy a dar el gusto ni a ti ni a Ronnie.-

Lori hizo a pasar y Lincoln se lo impidió. Los hermanos se enzarzaron en un duelo de fuerza.

-Ya no tengo 12 años, Lori, no me vas a derribar.- Dijo Lincoln confiado diciendo una gran verdad, Lori ya no podía derribar en fuerza a su hermano. Sin embargo, la chica cedió y le metió el pie al chico para luego darle un leve empujón en la espalda, lo que llevó a Lincoln a caer aparatosamente.

-Es verdad, Lincoln, ya no te gano en fuerza. Pero desgraciadamente te faltan años para ganarme en mañas.

La chica se metió al cuarto y cerró la puerta tras de sí con seguro.

-¡Lori, sal de mi habitación!- Se escuchó el chico golpeando la puerta.- ¡Le voy a decir a mamá!

-Hace años que papi y mami no pueden regañarme por este tipo de cosas, Lincoln.- La rubia inhaló con profundidad.

-Así que echaste desodorante ambiental, ¿ya eres tan aseado con tu cuarto? ¿O estas ocultando el olor de alguien?- Luego caminó de un lado a otro. Revisó el bote de la basura. -También cambiaste la bolsa de la basura ¿se fueron condones allí? Espero que por tu bien sean solo pañuelos para tus ejercicios nocturnos.-

Luego se fue sobre la cama, inhaló un poco, distendió las sábanas, volteó las almohadas.

Luego examinó un poco el tocador, los cajones de ropa y bajo la cama.

Abrió la puerta por fin. Afuera se encontraba un Lincoln más que furioso.

-Luego no te quejes de lo que yo te haga, Lori.-

-Deja de llorar, ya tienes tu habitación de vuelta.- Le dijo con soltura.- Y, tus sábanas huelen a un perfume cítrico de mujer; o tus nuevos gustos son excéntricos o una chica se la pasó todo el día allí. La cama está caliente, así que o dormiste allí toda la tarde o las mascotas se apoderan de tu cama cuando no estás en tu cuarto.-

-Estás loca.- Le dijo Lincoln.

-Y tengo tres cabellos no albinos bastante largos y castaños, como el de esa niña. ¿La has traído a la casa, Lincoln Loud?

-¡Esos cabellos pueden ser de cualquiera de nuestras hermanas!

-Bien pequeño mentiroso, ¿dime quien de nuestras hermanas castañas a dormido en tu cama en el último año...sobre esas mismas sábanas sin lavar?, Ya que, de otra forma, no conservarían el cabello.

Lincoln solo la miró con coraje.

-Estás sábanas se cambiaron hoy en la mañana, Lincoln. 

Tienes que ser hombre, y hablar con Ronnie Ann.- 

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tendrá un capítulo más y listo. 

Hagamos sufrir un poco a Ronnie ratita (chiste de un mini comic que vi)

Saludos y buenas noches tengan todos. 

Gendo -NTR- uribe