Desde que te Conozco 04
Y continuamos con esta bonita historia.
Esto es:
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Desde que te Conozco
- Zorro Plateado -
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"Si le dices algo a Lincoln, vas a necesitar un rostro nuevo"
...
-Sid, por fin contestas, te he estado marcando, ¿Qué pasó? No me digas que Ronnie te hizo algo.
Hubo un momento de silencio, luego, se escuchó tímidamente -...no...no me hizo nada.
A pesar de la negativa, del otro lado de la línea se escuchaban agudos sollozos. Siendo ya las diez y cuarto de la noche, Lincoln estaba en su habitación acostado esperando a que Sid le contestara llamadas y mensajes. Suponía qué había pasado.
-Ya veo.-Dijo el chico sin creerle.- Pero me las va a pagar esa Santiago.
-Lincoln...por favor no le digas nada.
-¿Qué te hizo?
-Me maltrató un poco, sí, pero, de verdad, nada grave. Si le dices, mañana me va a buscar y no quiero eso.
-Entonces, ¿quieres que me quede tranquilo?
-La conozco, Lincoln, siento que con lo que hizo hoy ya se desquitó y no me va a hacer nada más ya; pero si le reclamas, no sé de qué sea capaz.
-Pero...-
-Lincoln, si le dices algo...yo...yo ya no te veré más...- Después de escuchar eso, el peliblanco pudo escuchar a la chica sorberse un poco. -Tengo mucho miedo.-
-De acuerdo, te prometo que no le diré ni reclamaré nada.
-Gracias, Lincoln.
-Pero, el viernes voy a ir a la ciudad para hablar con ella y dejar claras las cosas, tampoco allí le diré nada, pero si voy a ir. Podría pasarte a ver.
-Es verdad, aun vas a hablar con ella. Ten cuidado, Linky, puede ser algo...persuasiva.
-Tranquila, linda, yo no le tengo miedo. ¿Te puedo pasar a ver?
-Te estaré esperando.
***********
Siendo las cinco de la tarde, el día se tornaba apacible en medio de aquel gran parque de Great Lake City. Lori se había quedado con los Casagrande, pero Lincoln no había llegado hasta allá; le había pedido a su hermana que le dejara en una parada. No tenía ganas de ver a la familia ante todos los acontecimientos que se estaban presentando. Sería por demás incómodo.
Esperaba sentado en una gris banca del aquel parque; había quedado con Ronnie Ann de verse allí, frente a la fuente, en el centro del lugar.
Sid le había mandado una serie de mensajes diciéndole que si su amiga latina se ponía violenta huyera de inmediato. Él le había dicho que eso no era necesario, que las cosas ahora eran diferentes. Que no tuviera miedo y que esperara paciente a que terminaran de hablar, por que deseaba irle a ver.
En eso estaba cuando una sombra le cubrió. Él levantó la vista.
-Hola, Lincoln.- Dijo una chica con seriedad.
-Hola, Ronnie.
-¿Caminamos?- le invitó la morena y el chico aceptó poniéndose de pie.
Recorrieron un buen tramo sin decir nada, yendo lado a lado por ese interminable camino de concreto que cruzaba una y otra vez el parque de ida y vuelta. De un lado y de otro había parejas, algunos ancianos, niños corriendo.
El chico llevaba las manos en el bolsillo. Se detuvo de súbito en un claro.
-¿Comienzas tú o comienzo yo?
Ronnie también se detuvo, le miró un momento con seriedad.
-Lincoln, sé que tú y Sid se han estado viendo, como novios. ¿Cuándo me lo pensabas decir?
El peliblanco se llevo dos dedos al puente de la nariz apretando los ojos. Luego le volteó a ver y le dijo, -no vine a esto, Ronnie. Ya muchos problemas me han causado el tema de esa niña. Es tú problema si eso es lo que crees. El tema es ¿Qué somos?, ¿Qué nunca fuimos? Y ¿Por qué no nos debemos explicaciones?-
Ronnie Ann apretó los labios, sus ojos se volvieron brillantes y se secó una lágrima antes de que esta cayera. Se le veía afectada.
-¿Acaso nunca te gusté?
-Siempre me gustaste. De hecho, estuve enamorado de ti bastante tiempo.
-¿Y entonces?, Lincoln, tú sabes que siempre me has gustado, creo que desde que te conozco. Es más, yo fui la primera en querer en nuestra relación.
-¿Y entonces por qué me desviaste el tema cada que quería hablar de ello? ¿Si te gustaba tanto, entonces por qué dejaste que me cansara?- dijo el chico algo molesto. Se encontraban en un área del parque bordeada de árboles haciéndoles algo de sombra.
Ronnie Ann comenzó a fruncir la nariz y tener pequeños espasmos, tratando de evitar a toda costa, llorar.
-Yo tenía miedo, ¿bien? No sabía que iba a pasar y yo...no supe...
-Yo tampoco supe, Ronnie; y simplemente lo fui olvidando. Ahora, yo ya no siento eso que sentí. Me gustas, siempre te querré, pero...ya no estoy enamorado.
Ronnie no soportó mas y en dos sollozos sus lágrimas se liberaron. Miraba al suelo buscando evitar la mirada del chico.
-¿Por qué...por qué me dices eso...?
-Yo...lo siento Ronnie...
La chica inhaló profundo y detuvo su llanto, se enderezó y se secó las lágrimas con su sudadera. Le miró con firmeza aun con los ojos húmedos.
-Es por Sid, ¿verdad? Por esa traidora.
Lincoln frunció el ceño visiblemente enojado. -Si vuelves a mencionar a Sid, me largo, ya estoy harto de que estés dale y dale con ella.
-Sé que es bonita, Lincoln. Con sus grandes ojos y pestañas largas, seguro te sonrió un par de veces y caíste. Solo acéptalo.
Lincoln miró a Ronnie, ella, aun con los ojos con lágrimas, le devolvía la mirada intensamente.
-No sé de que hablas. Pero, te repito, y si tuviera novia, ¿qué?
-¿Tienes novia?
-Ya te dije que no.
-Bien, te creo, entonces podemos intentarlo, ¿no? Yo te gusto, y tú me gustas.
-Si, es verdad, me gustas, pero en este momento...no me siento capaz de entablar una relación, Ronnie, lo siento.
-Eso...eso es una excusa, Lincoln.
Ambos desviaron la mirada. Ronnie se limpió un poco los ojos, nuevamente.
-Seguro que, si fuera Sid, no dirías eso.
Lincoln apretó los puños. -¿Sabes qué? Al carajo, solo le estas dando vueltas al mismo asunto. Uno, me interesa poco si crees que yo ando con esa niña, dos, tú y yo nunca anduvimos así que somos libres de andar con quien queramos y tres, se acabó, me largo de aquí.
Y, con firmeza, Lincoln se dispuso a retirarse del lugar. Sin embargo, apenas dio un paso cuando sintió que lo jalaban fuertemente de la mano.
Lincoln se giró y Ronnie Ann lo abrazó de frente, por la cintura, pasando los brazos por debajo de la sudadera del chico, empujándolo y haciéndolo retroceder. Salieron de la vereda.
Lincoln sintió que chocó de espaldas a un árbol; iba a decir algo cuando la chica sin dudarlo, le estampó un beso rudo y torpe.
Hubo un leve choque de dientes, luego Ronnie le besó un poco arriba de la boca y pudo sentir su lengua mientras le abrazaba más fuerte pegándose a él. Se separó un poco para respirar agitada y de inmediato volvía a besarle, esta vez en la parte inferior de la boca.
Una y otra vez.
-Hace mucho...que quería hacer esto...- Le dijo como en un susurro y el vapor de sus alientos comenzó a inundar sus rostros por la cercanía.
Lincoln estaba desconcertado, sin embargo, se incorporó y le tomó por la cintura afianzandola a él pegando sus cuerpos completamente.
-Y yo también, Ronnie.- Dijo mientras se veían con los ojos finos.- pero tú no quisiste.
-Siempre lo quise.- Y ella volvió a besarle.
Intercambiaban respiraciones y suspiros. Era una secuencia de besos apasionados bajo la sombra de un árbol en donde la tarde pareció correr.
Ronnie se separó para besarle el cuello y él aprovechó para meter la mano debajo de la blusa y acariciarle la espalda sin intermediarios.
Ella era fuerte, atlética. Podría cubrir la mitad de su espalda baja con una mano, y se sentía sólida como la roca.
Gracias a la sudadera de Ronnie no se podía percibir el movimiento de las manos, sin embargo, aun así, Lincoln de vez en cuando testeaba la zona para vigilar mirones. Metió la otra mano para acariciar la espalda alta de la chica, pesando sobre el brasier. Detuvo su mano casi llegando a la nuca de Ronnie y ejerció cierta presión dando un masaje tanto a zona lumbar como omóplatos.
Ronnie se estremeció y pegó un suspiro. Se separó para verle. Lincoln pudo notar que los ojos de la chica le miraban con cariño.
-Te quiero mucho, Lincoln.- y lo volvió a besar con fuerza.
Lincoln, esta vez, aprovechó el cómo la tenía abrazada para girarla y colocarla a ella contra el árbol. Dejó de besarle la boca y pasó con rapidez hasta el cuello de la chica donde comenzó a besar con intensidad dejando caer su respiración.
Ronnie jadeó, el chico se metió más entre sus piernas.
-¡Ah! Lincoln...- Exclamó cuando sintió el dominio del joven. Entrelazó una pierna en su cadera para dar mayor entrada, y el chico respondió pegándose completamente.
Ella le abrazó del cuello, mirándole con un deseo mal soportado.
Sin embargo y de súbito, el chico se relajó, retiró los brazos de Ronnie y la abrazó suavemente.
Ronnie le miraba mientras tenía un fuerte rubor y un calor irradiante en las mejillas.
-¿Por...qué?- preguntó con dificultad.
-Buenos tardes, jóvenes- Dejó salir una voz gruesa y burlona. Ronnie por instinto oculto el rostro en el pecho del peliblanco, quien le sonrió al policía.
-Buenas tardes, oficial. Ya nos íbamos por cierto.- Tomó de la mano a Ronnie y escaparon en sentido contrario.
Corrieron de la mano hasta atravesar todo el parque, se detuvieron al borde de la calle, por fin, a respirar.
Se miraron, y se rieron. Ambos sintieron esa remembranza de las travesuras de antaño.
Ronnie, entre risas, le puso una mano en el hombro.
-Wey, le dimos fanservice al policía.
Él le contestó de la misma manera, -Seee, estuvo bien, se ve que no coje en años.- Y ambos estallaron en risas.
-Ya le dimos material para sus noches de rondín.- Y siguieron las risas y las bromas.
Cuando las risas, por fin, se detuvieron. Ella le tomó de las manos. Fue entonces que él puso un semblante triste.
Se miraron.
-Ronnie, mira...- Y ella le puso una mano en los labios.
-Por ahora, seamos amigos; no quiero obligarte a un compromiso que no quieres, pero,- le dijo y entrelazó los dedos de él con su mano.- No solo me gustas, Lincoln, si no que...de verdad estoy enamorada de ti, y sé, -dijo con firmeza- que yo, vivo aquí,- Y le punzó el pecho dos veces.- solo que lo has olvidado.- finalizó volviendo a soportar las ganas de llorar. Se secó los ojos con las mangas.
-¿Te parece si vamos por un helado?
Ya eran las 6:37 de la tarde. Lincoln se estaría regresando con Lori alrededor de las 9 de la noche y se dio cuenta que ya no tendría excusa para escapar a casa de Sid. Sería en otra ocasión.
-Tengo una mejor idea.- Le dijo, y la chica le miró expectante.
*******
El sudor de ambos resbalaba de sus frentes húmedas. El movimiento de sus piernas y caderas era impresionante, enzarzados en aquella batalla, duelo uno a uno en el videojuego de baile.
Las luces azules y rojas de un neón encendido partían la oscuridad del lugar.
-¿Cuándo aprendiste a moverte así?- dijo Ronnie Ann agitadamente. Tenían algo de público ya que los chicos llevaban récord perfecto.
-Juego esto muy seguido con Clyde.
-Ah, sí, tu novio, Jajajaja- Dijo queriendo sacarlo de concentración.
-Ya te dije que no tengo pareja, pero Clyde es un buen partido. Sabe cocinar a diferencia de "otras".
-Oye, ingrato, has comido lo que he cocinado.
-Por eso lo digo.
-Serás cabrón- Dijo molesta y equivocó un paso.
La máquina marcó el fin del juego dando como ganador a Lincoln que levantó las manos en señal de clara victoria. De inmediato se acercó a su amiga.
-¿Decías, corazón?- Dijo de forma burlona, mientras le picaba la mejilla con el dedo.
-Sigue haciendo eso y te vas a quedar sin dedo.- Amenazó Ronnie.
-Eres como un tejón, chiquita y enojona.-
-¡Muy bien! Mira Loud, el hecho de que ahora seas mas alto que yo no te hace menos vulnerable a mi furia.-
Verdad era que, con 16 años y medio, Lincoln ya le sacaba a su amiga 5 centímetros de altura.
-No te escucho, desde acá arriba se pierde el sonido.- Y comenzó a reír.
-Ahora no te pago nada.- Dijo cruzando los brazos y haciendo un puchero.
-Fue tu idea apostar, Santiago, no seas mala perdedora.-
-¿Vas a seguir de ganador incómodo?
El chico se le quedó viendo y le sonrió. -Ya pues, me detengo. ¿Vamos por el frappe?-
Entre el ruido y esquivando a algunas personas, ambos se dirigieron al área de sodas.
-La verdad, no creí ganarte. Se nota que has perdido habilidad, Ronnie.-
-Si, ya tenía mucho que no venía, solía estar aquí diario con Sid.-
Ronnie caminaba delante y se detuvo. Lincoln hizo lo propio.
El ambiente, a pesar de la música rocambolesca de la mezcla de juegos de video, se sintió como en una cueva y lejano.
-Pero no importa.- continuó Ronnie,- vamos por el frappe.
-Sid- Pensó Lincoln.
Le había mandado un mensaje diciéndole que las cosas se habían complicado y que no podría ir a su casa, pero que le debía una salida al cine.
Ella le devolvió el mensaje diciéndole que era una lástima que no fuera porque sus padres habían salido he iban a tener la casa para ellos solos. La idea le prendía al peliblanco, pero definitivamente no tuvo forma de excusarse sin verse obvio, así que, con todo lamento, había decido dejarlo para otra ocasión. Se excusó diciendo que Lori le había obligado a ir con los Casagrande a pasar la tarde.
Los chicos llegaron al área de sodas y tomaron asiento en una barra tipo bar.
-¿Van a querer algo?- Preguntó un joven de cabello lacio y decolorado de la mitad para arriba, además de que le cubría un ojo.
-Si, dame uno de frutos rojos.- Dijo Ronnie mirando el mostrador.
-A mi uno de lima-limón, por favor.-
-Enseguida.
La chica se giró quedando de frente a Lincoln.
-Prometí no volverla a mencionar, lo siento.
-No es como si cada que lo hagas me moleste, Ronnie.
Ella le volteó a ver. -¿Te puedo decir algo, sin pelear ni reclamar?
Lincoln suspiró, teniendo 10 hermanas se imaginaba bien que venía. -Adelante.-
-Yo...realmente creo que Sid te ha buscado y te ha visto en Royal Wood.
-Es decir que no me crees.
-Ya, ya, ya, solo...quería expresarlo.
-¿Y por lo menos tienes pruebas o algo? ¿Una foto? Digo, para que yo me entere igual, a lo mejor la pase bien y no supe.
-Serás cabrón. No, no tengo fotos ni nada, pero me dejaron de hablar casi al mismo tiempo, y ella comenzó a ir a Royal Wood super seguido.
-Para empezar, ¿Cómo sabes que viaja seguido a Royal Woods?
-Tengo mis formas, Lincoln. Y no son datos falsos.
-Aquí tienen su frappes, salud, chicos.- Dijo el "barman" y dio un giro con la música para retirarse haciendo el paso moon walk.
Ambos, casi al mismo tiempo, tomaron sus respectivos vasos, y sorbieron con fuerza del popote. Lo devolvieron a la barra.
-Bueno,- Dijo Lincoln.- Lo que puedo hacer por ti es ir a ver a Sid e invitarla a salir, así, por fin, tendrías toda la razón.
Ronnie de inmediato le soltó un potente golpe al brazo con los dientes apretados.
-¡Menso!
-¡Auch! ¡Oye!
-¡Pues tú que no me tomas en serio!
-No, no, no, tú eres la que esta terca con esto.
Ronnie tomó nuevamente su vaso y sorbió con furia. Se le congeló el cerebro.
-¡Ay! ¡ayayaya!-
Lincoln le miro con superioridad, tomó su bebida y la bebió lentamente.
-Se toma despacio, Santiago, o duele. Pareces nueva.
Ella le miró, sonrió con malicia, tomó su vaso y sorbió fuerte.
-Señora Santiago, usted no aprende, verdad.- Dijo con voz gruesa, rememorando un meme.
Al terminar de sorber, Ronnie se puso de pie, y se lanzó hasta el peliblanco que estaba sentado aun en su banco de barra, lo pescó del cuello y lo besó compartiendo el sabor de los frutos rojos del frappe. Lincoln la tomó de la cintura y le pegó a él.
Compartieron el dulce sabor del hielo y la fruta, hasta que no quedo nada.
Cuando se separaron, ella le tocó el pecho y le dijo -aun vivo aquí, y voy a volver.-
Él sonrió.
-Ejem.- Dijo el barista a la pareja señalándoles un letrero que decía:
"Prohibidos los besos en la barra"
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Siendo las diez y media de la noche, Lori y Lincoln iban a media carretera entre Great Lake City y Royal Wood. La rubia iba animada ya que había visto regresar a su hermano con Ronnie y ambos se veían alegres, como antaño.
El chico venía sumido en su celular sin dejar de textear, y ella no quería importunarlo con preguntas. Al final, todo ese mal entendido, parecía estar resuelto.
Chat con Sid
S: Entonces, dices que no crees que Ronnie me vuelva a molestar?
L: Si, no creo, si sospecha, pero no tiene certeza. Y después de que hablamos quedó tranquila.
S: De todas formas si la veo me le voy a alejar.
L: Claro, linda, es lo mejor y lástima que ya no te pude ver hoy.
S: Y yo que tenía la casa lista. Íbamos a ver una película coreana que quiero mostrarte.
L: Te parece si lo vemos la próxima semana?
S: Me encantaría. Y cenamos pizza.
L: Te puedo cenar a ti? Eres mucho más rica que la pizza.
S: Depende, te gusta la comida coreana jajajaja
L: Es mi favorita, sobre todo si tiene pecas en la cara.
Chat con Ronnie
R: Lmao
L: Hola Ronnie
R: Quiero decirte que me gustó mucho la salida de hoy
L: Si, fue como antaño, no crees?.
R: Y si, aunque, bueno, no taaan como antaño...hubo unas cosas diferentes, no te parece?
L: Si, las hubo.
R: Y cómo te sentiste?
L: Fue estupendo, Ronnie.
R: Y...cuando podríamos volver a salir?
L: Allí si no sabría decirte, Ronni, pero podemos hablarlo en la semana, estaría bien repetirlo.
Chat con Stella
St: Loco, mañana a las 10 en casa del Clyde para ver lo de la maqueta del Fuerte Apache.
L: Ya sé, ya sé, ya me dijo el Clyde.
St: Tu marido jajajaja
L: Celitos? Por lo menos él me trata con cariño, no como "otras"
St: Ay, si tú, como si te merecieras un buen trato.
L: Eso no decías anoche
St: jajajaja ya quisieras comerte este dulce filipino.
L: Me da diabetes, esta enorme.
St: Anda, eso, búrlate de mí altura. Nada mas eso te falta, ingrato.
L: Solo eso??? Para mi que me faltan varias cosas.
St: Eres cabrón, Lincoln, no quitas el dedo del renglón.
L: Es que el renglón está bien bonito.
St: Zorro que eres
L: Y plateado, jajajaja
St: Blanco podrido va a ser
L: Pero bien que te gusta acariciarlo, que no?
St: Es que se siente suave, para mi que te echas del acondicionador de tus hermanas
L: Uno siempre debe cuidar su aspecto, no como tunas, que te dejas las calcetas 3 días.
St: Sorete que estas! Yo me las cambió a diario
L: No me consta
St: Quieres que te conste?
L: La verdad, sí. Tú dices, aceptas un frappuchino de moka de esos que te gustan y hablamos de hablamos de calcetas y flores?
St: jajajaja, anda canijo, venga pues perro, lo hago por el frappu.
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Esta secuencia ya la iba a separar en un libro porque va para largo, pero, la verdad, me dio una enooooorme pereza.
¿Cómo la ven? El Link navega con bandera de buena gente pero, psss, está entrenado el vato.
Y Sid? Y Ronnie?
Stella...no sé no sé.
Me recuerda a esos juegos de facebook "A quien besarías?, con quien te casarías? y a quien matarías?"
Un saludo desde la cima de la Influenza tipo A jejeje
Saludos y bonito fin de semana
Gendo -H1N1- Uribe
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