Celos de Hija II

Continuamos con esta historia donde amar de más, es peligroso.

Esto es:

******

Celos de Hija II

- Moneda al Aire -

******

Han pasado cuatro días desde que mamá se llevó a la mitad de mis hermanos.

Las mañanas son tan extrañas sin ellos, que me es imposible descifrar el rostro de las chicas al sentarnos, en una mesa que no está completa. Y eso que, con todo, papá se ha esforzado en continuar como si la vida no hubiera cambiado de súbito.

Pero es obvio que nada es igual.

El primer día nos preparó huevo con tocino y soufflé de papas con crema de cebolla. Nos sirvió generosamente (considero que hizo comida de más, al no saber calcular solo para seis), nos dijo que teníamos que comer bien y antes de irse nos dio un beso en la frente a cada una. Le pregunté que por qué no se quedaba a desayunar y el simplemente respondió:

"Yo ya desayuné, Luna. Coman ustedes, y no lleguen tarde a la escuela."

Luego, le dio unas indicaciones a Lori y se marchó.

Sinceramente no recuerdo haberlo visto comer en estos días.

Me es inconcebible que mamá lo haya engañado. Me discutí ayer con todas las chamacas ya que yo no creo que sea nuestra culpa. Mamá ya tenía a esa persona y solo está usando de excusa algo que nunca comprobó.

Lori la defiende. Que no la juzguemos, dice. ¡Me vale un demonio si soy su hija! ¡¿Cómo mierda le haces eso a alguien que te ama?! Simplemente me enardece.

Aún no hemos decidido que hacer ya que no hemos podido hablar con Lola; no hay manera de contactarla en la casa del abuelo y no ha asistido a la escuela.

Lincoln no sabe nada de lo que pasó y no podemos arriesgarnos que, a través de una llamada a su celular, se entere.

"Yo creo que, si sabe, no es tonto" Había dicho Lynn en nuestra última reunión.

"Papá nos tiene prohibido hablar del tema con los menores, si ya de por si estamos hasta dentro en este lodazal, no queremos empeorar las cosas." Le dije y lo creo; si enteramos a Lincoln por accidente, quien sabe que sea capaz de hacer.

-Papá- Dije con suavidad al acercarme al sillón. Él no ha ido hoy al restaurante, nos explicó que debía hacer unas diligencias en el banco y regresó temprano a casa. Las chicas aún están en la escuela y Lori pasaría a ver si ya hoy, Lola, por fin estaría en clases.

-Dime, Luna- Me contestó de manera monótona dejando de ver ese periódico donde no estaba leyendo nada.

-No te he visto comer en estos días. ¿No será que no estas comiendo?- Le dije mientras me acercaba por la parte de atrás del sillón y lo abrazaba por el cuello. Dejé caer mi cabeza en su hombro.

-Es verdad que estoy comiendo poco, pero no lo he dejado de hacer, Luna. No puedo darme el lujo de enfermarme ahora que debo...hacer algunas cosas extras.-

Le di un beso en la mejilla. Él está convencido de que debe conseguir más dinero para la casa ya que teme a algún tipo de demanda. Eso nos lo dijo Lori.

-Ok, te creo, dude, pero mañana desayuna con nosotras.- Le dije y acaricié su mejilla con la mía. De inmediato sentí un fuerte raspón.

-Ouch...¿no te has rasurado?-

-Estoy probando el estilo "grunge".- Me dijo y soltó una leve risa. La primera que le escucho desde el fatídico día.

-Si, Kurt, pero se siente como lija. Prefiero al papá con el estilo "soft".- Le dije queriendo mantener el pequeño ambiente agradable que se había formado. Era como aire fresco.

Él soltó su periódico para acariciar dulcemente mi cabello, mi oreja y después mi cara.

-En cambio tú estás suave como flan, cariño, un flan con chispas de chocolate.

¿Sabes? Fuiste nuestra primera hija con pecas; era divertido contártelas. Recuerdo que le gané la apuesta a tu madre sobre...-

Se quedó en silencio, y el ambiente se pudrió. Lo sentí apretar los dientes. Soltó mi mejilla y agarró de nuevo el periódico.

-Olvídalo, cariño.- Dijo mientras volvía a ver a ningún lado de su periódico.

Yo solo lo abracé más del cuello mientras pensaba: no me dejes, papá, íbamos bien. No te sumerjas en ese dolor. Dime cuantas pecas tengo, cuantas fueron las que contaste.

Salí de mis pensamientos solo para decirle tristemente -Te quiero, papá.- y le di otro beso.- Voy a mi cuarto, ¿sale?.- Él solo asintió y lo solté para ir con velocidad al piso de arriba. No quería que me viera llorar.

¿Y si realmente somos culpables? ¿Y si realmente mamá se sintió defraudada por nuestras mentiras y se venció con alguien más?

¡¿Y si realmente arruinamos su matrimonio como una sarta de estúpidas?!

¡Estúpidas! ¡Estúpidas, todas!

Por celos a una niña. Ni que se lo fuera a llevar de la casa.

Dios, no puedo parar estas lágrimas. Me siento tan pinche culpable.

*****

"¡No!, ¡No y no!" Fue el grito de Luan al volver a mencionar en decirle todo a papá.

Lori la reprendió enojada por alzar la voz, mientras yo solo veía como la reunión de esa noche se volvía cada vez más intensa.

Sobra decir que yo soy, digamos, "invitada especial" ya que en lo que concierne a mí, por ser la menor de todas, apenas me toman en cuenta para las decisiones. Aunque al final, aún no han decido nada.

Decidí intervenir.

-Yo creo que Luan tiene razón, chicas.- Dije.- No podemos decirle a papá que jodimos a la familia si no sabemos si de verdad fue por causa nuestra.-

-Gracias, Lynn.- Escupió Luan molesta.

-¡Es que si fuimos nosotras!- Recalcó Lori.

Y es que hoy por fin, Lori habló con Lola; pero nuestra hermanita está bastante mal y no dijo mucho. Ella no sabe realmente cual es la situación familiar, solo se les ha dicho que papá y mamá pelearon por cosas entre ellos y que nosotros no tenemos nada que ver; sin embargo, como todos, está asustada. Ella jura que solo mencionó desde la sala que papá se había metido a la bodega de condimentos con la señora Jordan y que tardaron en salir. Lola aclaró que fue a la cocina a ver a mamá y que esta estaba quitada de la pena, sacando jugo del refrigerador. Asume que nunca la escuchó.

-Eso no es prueba suficiente, Lori.- Le dije ya molesta. Lori me iba a refutar, pero Luna se le adelantó.

-Papá está mal, chicas.- Todas la volteamos a ver.

-¿Qué dices, Luna?- Pregunté.

-Que papá está mal, me preocupa mucho.-

Desde que había comenzado la reunión, Luna no había dicho casi nada, se la pasó en una esquina viéndonos como con enojo. Quise preguntarle, pero, la verdad, creo que todas estamos así.

-Nuestro padre no está comiendo bien y su aspecto comienza a cambiar mientras nosotras aún seguimos discutiendo sobre nuestra culpa en esto.­-

-Por eso mismo, Luna.- Dijo Luan.- No podemos ir y decirle que fuimos nosotras para darle el golpe de gracia.-

-Es verdad, pero nos guste o no; también está la posibilidad de que por nuestra culpa todo esto se haya desencadenado.-

-Allí si me vas a perdonar, Luna.- Intervino Lori, con su voz autoritaria de siempre.- Yo escuché a papá decir claramente que ese hombre y mamá tenían un año viéndose.

-Eso es porque ese tipo entró a trabajar con mamá hace poco más de un año; pero eso no es prueba de que en ese tiempo anduvieran.- Respondió Luna molesta.

-A lo mejor papá tiene pruebas.- Dijo Leni sin perder de vista ese tejido que había comenzado en el momento que se enteró del terrible asunto.

-¿A lo mejor, dude? Eso es especulación.-

-Entonces, Luna, dime, ¿qué sugieres?- Pregunté ya para callarlas. La verdad solo quería irme a dormir, el no tener a mi hermana Lucy conmigo me tenía bastante jodida. La extraño como nunca creí llegar a extrañarla.

-Mi opinión es- dijo Luna.- Que zanjemos esto ya, porque la duda y la ansiedad me están matando, sisters. Si es nuestra culpa, asumir nuestra responsabilidad ante nuestros padres.

-No podemos hablar con los dos. Mamá lo puede tomar como ventaja.- Dijo Luan.- Y a papá no le voy a decir nada hasta estar segura.-

Lori enfureció cuando escuchó la palabra "ventaja", le reclamó a Luan que estaba asumiendo que nuestra madre tenía la culpa de todo. Y Luan le dijo que si, y que defendería a papá, hasta de nosotras de ser posible. Lori solo la vio un momento. Se tranquilizó.

-Entonces, es hablar con mamá.- dijo como en un suspiro. – No va a ser nada fácil ya que debemos ser cautelosas con lo que decimos.-

Después de eso, todas nos relajamos. Se vino el silencio, ese horrible que queda después de que te gritas con alguien mucho tiempo y después solo queda ese zumbar en los oídos.

Lori dijo lo obvio, que ella iría a hablar con mamá, y de inmediato, todas nos apuntamos para ir también. Todas menos una, Leni. Su silencio nos captó y al sentirse observada, por fin habló.

-No se preocupen por mi.- Dijo.- no soy buena con estas cosas. Comprendo la situación, pero, como que...como que me rebasa un poco. No quiero colapsar y decir una tontería. Vayan ustedes. -Jamás dejó de tejer, ni de ver la tela. No nos miró.

Todas estábamos mal. Todas a nuestra manera.

*****

Me he levantado de la cama por un vaso de agua, pero no he llegado a la cocina. En vez de eso me quedé inmóvil a un lado de la sala del susto de muerte que me he pegado. ¡Dios!, mi corazón late fuerte.

Papá está sentado en el sillón, entre la penumbra de las 2 de la mañana, y apenas lo vi. De milagro no grité.

¿Qué hace aquí?, Pero si yo lo vi irse a dormir, incluso me dio las buenas noches a mí y al señor Cocos.

-¿Papá?, ¿por qué estás aquí?- Le pregunto con temor y lo muevo un poco. Es donde veo rodar ese vaso de su mano. Lo tomó con cuidado y lo coloco en la mesita. Huele como al ponche de adultos que sirven en navidad, solo que, sin frutas, sin leche y sin ponche.

Apreto los labios de coraje y frustración. ¿Ahora vas a beber, papá? ¿Cuándo en la vida te habías dejado ver así? Y no pude aguantar las lágrimas. Allí estaba mi ser favorito siendo consumido por un dolor que podría ser mi culpa.

-Papá...levántate, ven...- Te tomé del brazo y dijiste algo gutural entre labios sin abrir los ojos, sin levantar cabeza y mi dolor fue tanto que, imposibilitada para moverte; me subí a tus piernas como siempre, y te abracé y te lloré. Te lloré porque te extraño, porque te quiero y porque no sé qué hacer.

Yo creo que, al sentirme llorar, te despertaste. Te moviste un poco y yo te volteé a ver con una sonrisa. Entreabriste los ojos y al verme, hiciste a salir del sillón, a decir algo, pero no podías y regresaste derrotado a sentarte.

Me abrazo y me pego a ti de nuevo, si tú no te vas, yo me quedo.

Me devolviste el abrazo y me sumergiste en ti. Giraste un poco para acomodarnos y tu calor me adormeció.

Te amo, papá.

*********

Cosas lindas, cosas raras, cosas que dañan. 

Don Lynn se nos va y las nenas van a hablar con la matriarca.

Luan ama mucho.

Saludos.

Gendou Uribe

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top