Celos de Hija
One que no tiene nada que ver con los demás fics de este libro, es totalmente independiente y puede que tenga un capítulo más.
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Celos de Hija
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La verdad habría sido devastadora para todos.
Después de aquel altercado que incluyó gritos, ropa lanzada y objetos contundentes; ella solo nos dijo:
"Todas las parejas pasan por esto, su padre y yo vamos a vivir separados un tiempo. No, no sabemos cuánto, querida. Pero es algo que es necesario."
Y eso fue todo, corto, sí, pero era algo. Papá, en cambio, no dijo nada.
No nos miraba a los ojos. Como que veía las esquinas de la casa, o las cortinas. Se le veía terrible.
"Lori, Leni, Luna y Luan; ustedes pueden elegir si se quedan con su padre o se van conmigo a casa con el abuelo. El resto nos vamos en Vanzilla, ahora."
Era la revolución. Era un océano con tormenta. Los pequeños no tenían idea de que pasaba, solo se dejaban llevar por el viento y las olas.
"Has la maleta de las niñas, Leni, y ayuda a Lola a que deje de llorar. Lori, ayuda a Lincoln que no encuentra su cepillo."
Pero, papá no decía nada. Se sentó en su sillón, lejos de todos. Como si fuera una simple tarde de julio, cualquiera. Las mayores decidimos quedarnos con él sin dudarlo, y Lynn peleó y se logró quedar, lo hizo porque sabía al igual que nosotras, la verdad. El resto no sabía que pasaba.
Para no extender demasiado, al parecer mamá tenía un amante. Un compañero de trabajo y según escuché, tenían poco más de un año de entenderse. Ella decía que papá la había engañado primero con una mujer joven. Él había jurado que no.
Y en medio de aquel desastre mundial, mamá se había marchado con todos, desde Lincoln para abajo. El silencio que quedó después de que se perdiera el sonido de la van en el camino, fue el mas doloroso que he vivido. Les pedí por favor a mis hermanas que subieran a sus cuartos; que tendríamos una charla luego. La charla de cómo viviríamos a partir de hoy.
-Papá.- Le dije, y el apenas se movió. Tenía una mano en los ojos, como sosteniendo su cabeza, pero creo que en realidad no quería mostrar algún residuo de llanto.
-¿Dime...corazón?- Dijo con suavidad, en medio de la penumbra de la sala. Yo estaba de frente a él. La tarde se vencía y pronto sería de noche.
-Papá, dime, ¿qué pasó?-
-Lori, tú ya sabes que pasó.-
-¿De verdad mamá tiene a alguien más?-
-Lori, lo importante es que tu madre los quiere. A ustedes no les corresponde juzgarla.-
-¿Tú también la engañaste?- Le pregunté antes de que tomara la actitud de padre.
Papá me vio profundamente, luego bajó la mirada.
-Que importa ya.-
Lo tomé de las mejillas. Lo obligué a verme.
-A mi me importa. ¿Dime, papá, engañaste a mamá?- No sé por qué; pero yo sabía que él no era capaz.
-Nunca, Lori. Alguien le llenó la cabeza de ideas a Rita de que yo tenía un amorío con la señora Jordán; la mamá de la niña que me ha estado ayudando en el restaurante. Es una locura, ¿sabes?, jamás pensaría en hacer algo como eso.
Pero...ya no importa. Ella podría demandarme por lo que quisiera, tu abuelo es un exmilitar y conoce abogados de renombre.- Vi que se detuvo. Papá no quería hablar mal de nadie; ni tampoco quedar como un pelele.
-Lori, mira, no es tema ahorita. Tu madre los quiere, se preocupa por todos ustedes al igual que yo y no dejaremos ni de quererlos, ni de procurarlos nunca.-
-Lo sé, papá.- Y lo abracé, fuerte. Luego le di un beso en la frente. -Y te creo. Yo te creo.- Le dije.
Subí las escaleras para darle espacio a mi padre de rumiar su dolor. Sabía con certeza que él no había sido infiel, pero mamá sí. Y también sabía que mi madre estaba segura de la infidelidad de papá. Lo cual nos dejaba con un conflicto enorme.
Llamé a mis hermanas y nos reunimos en la habitación de Luna y Luan.
-Chicas...esto es peor de lo que creíamos.- Dije. Todas teníamos en la cara la tristeza de la desgracia; sin embargo, también nos acompañaba algo parecido al miedo.
-A que te refieres, Lori. Ya mamá se fue de la casa y se llevó a la mitad de nuestros hermanos. ¿Qué puede ser peor que eso?.- Expresó molesta Lynn. Y yo, sin poder contenerlo más, detoné una bomba que nosotros, los 11 hermanos, armamos sin pensar.
-Creo que Lola...lo hizo.-
-¿De qué hablas Lori?- Cuestionó Luna.- ¿Que hizo?
Todas me vieron expectantes.
Hacía ya varios meses, la niña Jordán había comenzado a trabajar en el restaurante con papá. Tomando en cuenta que a nadie le gustaba cocinar como a él y que de entre todos sus hijos no habría quien heredara como tal el restaurante; empezó a prestarle atención a esa niña quien, como parte de un proyecto de la escuela, quería desarrollar un oficio. Y eligió la cocina.
Al tener a una aprendiz, a papá le bajó el interés en sus 11 hijos y le prestó a esa niña extraña mucha atención. Y...hubo uno que otro ataque de celos. Al fin y al cabo, papa nos consciente siempre y de buenas a primeras, nos dejo de lado por una desconocida.
En todo esto, había dos grandes afectadas, Lola y Luan; ya que siempre han sido, de una u otra manera, las más apegadas a papá.
-¿Tienes algo que decir, Luan?- Le dije a mi hermana, quien se puso de pie y nos miró a todas. Su semblante era simplemente atroz.
-Yo jamás haría algo como eso. Si, sé que se platicó el tema y todos lo escuchamos, pero era pasar muchas barreras y no se aprobó. No lo hice. Así que no intentes acusarme.-
-No lo hacía, Luan. Pero es necesario poner las cosas en claro para poder recomenzar lo que va a ser a partir de ahora nuestra vida. Por lo menos en lo que mamá regresa. -
-Si es que regresa, Sis. – Dijo Luna.- Como que se metió muy rápido con su compañero de trabajo.-
-Mamá creía que papá la engañaba, ¿cierto?- Intervino Leni.
-Ni siquiera averiguó bien y ya estaba con otro tipo...decepcionante.- Masculló Luan.
-¿La vamos a juzgar acaso?- Intervine por fin. - No podemos dejar que el odio nos consuma. Tenemos que estar unidos y esperar lo mejor, porque, para empezar, todo esto es nuestra culpa. –
Hubo un súbito silencio que luego fue roto por Lynn.
-¿Y...qué vamos a hacer?- Volvíamos al inicio: La verdad habría sido devastadora para todos.
Luan alzó la voz. -Nadie le va a decir a nada papá. No podemos hacerlo.-
-Pero Luan, no podemos seguir una mentira.-Exclamó Luna.
-Si le decimos -continuó Luan- que una de nosotras convenció a mamá de que él la estaba engañando, se va a decepcionar de todas. Él está herido y ya mamá le hizo daño real por nuestra culpa. Hicimos que nuestra madre engañara a nuestro padre.- Luan estaba llorando, y nos contagió a todas. -Y ahora él esta todo adolorido. Y nosotros estamos separados.-
-Justo ahora no es el momento.- Les dije- pero se tendrá que decir. A eso se le llama asumir responsabilidades. Solo que, primero que nada, debemos hablar con Lola y saber que hizo.-
-Bien- Dijo Luan y dio media vuelta.- Voy a ver cómo está papá.-
***
Al ir bajando las escaleras pude notar la triste figura de mi padre. Nunca en mis cortos años de vida lo había visto así; tan inmóvil que dolía.
Definitivamente Lori no entiende la gravedad del asunto. Vamos devastar a papá si le decimos que uno de nuestros planes para que se alejara de la chica Jordán era darle celos a mamá. Jamás creí capaz a Lola de llevarlo a cabo, ni siquiera me imagino como fue que lo hizo.
Todo por celos.
Encima, me echan la culpa a mí porque aporte más ideas y le hice algunas bromas de las que no me enorgullezco, pero yo no fui sola; la misma Lori trató mal a esa niña varias veces buscando que se alejara de la casa.
Yo solo quería a mi papá de vuelta y que esa se fuera a su casa. Como si no tuviera familia propia, pasaba horas aquí.
Me detuve a unos pasos del sillón.
-Hola papá.- Le dije con suavidad. Sinceramente me siento como si le fuera a pedir perdón por la más grande travesura del mundo.
-Hola cariño, ¿Qué pasó? ¿Quieres algo?- Se acomodó un poco en el sillón
-¿Puedo estar contigo un momento?
-Cariño, mira, creo que no es lo mejor, yo...-
Simplemente no pude aguantar y comencé a lagrimear. Él se ha quedado callado y yo aprovecho para subirme a sus piernas, abrazarlo y dejarme caer en su pecho.
-Te quiero.- Le dije.
-Y yo a ti, cariño.- Me comenzó a acariciar la cabeza.
-No importa lo que pase, papá, yo siempre voy a estar contigo. Yo te creo a ti.-
-Gracias, linda, pero no debes preocuparte. Verás que todo irá a mejor.-
-Yo lo sé, pero, pase lo que pase yo estaré siempre contigo.- Y lo abracé fuerte.
Si, era la consentida desde hacía algún tiempo. Ni siquiera Lola tenía ese vínculo que yo compartía con él. Bromas, comida, gustos, paseos. Siempre me hacía sentir especial.
Luego, vino la niña Jordán. Y las cosas se nos fueron de las manos.
-Gracias, Luan.- Me ayuda mucho escucharte y me envolvió en un abrazo fuerte y abrigador.
Tenemos que buscar la forma de solucionar esto. Sin hacerle más daño a papá, sin fraccionar más a la familia.
El problema es que mamá se adelantó. Siendo sincera los números no cuadran, pero ninguna de las chicas quiso mencionarlo. Supongo que nos esperaremos a que Lola nos diga su versión.
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Nomas por celos cayó un reino.
Saludos a todos.
Gendo Uribe
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